VÓLVULO GÁSTRICO EN UN
PACIENTE PEDIÁTRICO: REPORTE DE CASO,
DESAFÍOS EN EL MANEJO Y REVISIÓN
DE LA LITERATURA
GASTRIC VOLVULUS IN A PEDIATRIC PATIENT:
CASE REPORT, MANAGEMENT CHALLENGES,
AND LITERATURE REVIEW
Antonio Castro Cruz
Hospital General de Cholula, México
Jesús Roberto Aguirre López
Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, México
José Emilio Morales Velázquez
Hospital General de Cholula, México
Hugo Bernabé Alarcón Morales
Universidad Autónoma de Puebla, México
Héctor Alfonso López Santos
Universidad Autónoma de Puebla, México
pág. 12710
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i4.13506
Vólvulo Gástrico en un Paciente Pediátrico: Reporte de Caso, Desafíos en el
Manejo y Revisión de la Literatura
Antonio Castro Cruz
1
doctorantoniocastro@gmail.com
https://orcid.org/0009-0004-2124-8328
Hospital General de Cholula
Servicio de Cirugía Pediátrica
México
Jesús Roberto Aguirre López
jesus_aguirre89@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0006-2781-6781
Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos
Servicio de Cirugía Pediátrica
México
José Emilio Morales Velázquez
jemorales.med@gmail.com
https://orcid.org/0009-0001-2595-7218
Hospital General de Cholula
Servicio de Pediatría
México
Hugo Bernabé Alarcón Morales
alarconmorales.bernabe@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-3004-9908
Facultad de Medicina de la Benemerita
Universidad Autónoma de Puebla
México
Héctor Alfonso López Santos
hector.lopezss@udlap.mx
https://orcid.org/0000-0001-6215-2358
Facultad de Medicina de la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla
Coordinador de la Jefatura de Enseñanza e
Investigación en el Hospital General de Cholula
México
RESUMEN
El vólvulo gástrico en Pediatría es una emergencia quirúrgica rara pero grave, caracterizada por la
torsión del estómago. Su presentación clínica incluye dolor abdominal y vómitos, lo que dificulta su
diagnóstico temprano. La identificación rápida y el manejo adecuado son esenciales para prevenir
complicaciones graves y mejorar los resultados en pacientes pediátricos. Este caso clínico muestra a
femenino de 4 años, previamente sana, presentó un cuadro clínico de dolor abdominal insidioso en
epigastrio, desencadenado por la ingesta de alimentos, seguido de vómitos progresivos e intolerancia de
la a oral. La exploración reveló distensión abdominal, palidez, deshidratación y signos de choque.
Estudios paraclínicos mostraron anemia microcítica hipocrómica, lesión renal aguda estadio 2
(KDIGO), y acidosis metabólica con hiperlactatemia. La radiografía indicó oclusión intestinal mecánica,
y la cirugía evidencio vólvulo gástrico órgano-axial y perforación gástrica a la manipulación, por lo que
se realizó una gastroplastia, observándose áreas de necrosis con mejoría parcial tras la desvolvulación y
por condiciones del tejido gástrico se decidió un "second look" a las 72 horas, se observó mejoría en la
perfusión gástrica, se realizó una gastropexia en tres puntos y se colocó una gastrostomía protectora. Su
posoperatorio fue satisfactorio y egreso del servicio. Actualmente con buena evolución a 1 año de
seguimiento. Concluyendo que el vólvulo gástrico en pediatría es una condición clínica poco común
pero potencialmente seria que presenta desafíos diagnósticos y terapéuticos significativos.
Palabras clave:lvulo gástrico, vólvulo órgano-axial, vólvulo mesentérico-axial, gastropexia
1
Autor principal
Correspondencia: jesus_aguirre89@hotmail.com
pág. 12711
Gastric Volvulus in a Pediatric Patient: Case Report, Management
Challenges, and Literature Review
ABSTRACT
Gastric volvulus in Pediatrics is a rare but serious surgical emergency, characterized by the torsion of
the stomach. Its clinical presentation includes abdominal pain and vomiting, which complicates early
diagnosis. Rapid identification and appropriate management are essential to prevent severe
complications and improve outcomes in pediatric patients. This case report describes a previously
healthy 4-year-old female who presented with insidious epigastric abdominal pain triggered by food
intake, followed by progressive vomiting and oral intolerance. Physical examination revealed abdominal
distension, pallor, dehydration, and signs of shock. Laboratory studies showed microcytic hypochromic
anemia, acute kidney injury stage 2 (KDIGO), and metabolic acidosis with hyperlactatemia. Abdominal
radiography indicated mechanical intestinal obstruction, and surgery revealed an organoaxial gastric
volvulus with gastric perforation upon manipulation. A gastroplasty was performed, showing necrotic
areas with partial improvement after detorsion. Given the condition of the gastric tissue, a "second look"
procedure was planned 72 hours later, which showed improved gastric perfusion. A three-point
gastropexy was performed, along with the placement of a protective gastrostomy. The postoperative
course was satisfactory, and the patient was discharged. Currently, she shows good evolution after 1 year
of follow-up. In conclusion, gastric volvulus in pediatrics is an uncommon but potentially serious
clinical condition that presents significant diagnostic and therapeutic challenges.
Keywords: gastric volvulus, organo-axial volvulus, mesentero-axial volvulus, gastropexy
Artículo recibido 15 agosto 2024
Aceptado para publicación: 10 septiembre 2024
pág. 12712
INTRODUCCIÓN
El vólvulo gástrico (VG) en la población pediátrica representa un desafío clínico de considerable
complejidad, que genera preocupaciones tanto en su diagnóstico como en su manejo terapéutico. Aunque
su incidencia en niños es relativamente baja, su gravedad no debe subestimarse (Pariente, et al., 2020).
Estudios epidemiológicos indican una prevalencia aproximada de 1 caso por cada 1,000 admisiones
hospitalarias pediátricas. Aunque esta cifra es modesta en comparación con otras patologías
gastrointestinales en pediatría, subraya la necesidad de considerar el VG como un diagnóstico diferencial
crucial en niños que presentan síntomas compatibles (da Costa & Saxena, 2019; Martínez de Mandojana
Hernández, et al., 2024; Villela, et al., 2020).
El VG es una condición rara en la población pediátrica, caracterizada por la torsión anormal del
estómago sobre uno o varios de sus ejes, lo que puede resultar en obstrucción parcial o completa del
flujo gástrico, isquemia, y potencialmente necrosis gástrica si no se diagnostica y trata de manera
oportuna (Tafernaberry, et al., 2021). A pesar de su baja incidencia, esta patología representa una
emergencia quirúrgica crítica, que exige un alto índice de sospecha clínica debido a la variabilidad y la
inespecificidad de sus manifestaciones, las cuales pueden depender del grado y la dirección de la torsión,
así como de la rapidez con la que se desarrolla (Pariente, et al., 2020).
Esta patología en pacientes pediátricos es una entidad clínica poco común pero potencialmente grave,
caracterizada por la torsión del estómago sobre uno o varios de sus ejes anatómicos. Esta torsión puede
dar lugar a dos variantes principales: el vólvulo órgano-axial, donde el estómago rota sobre su eje
longitudinal, y el vólvulo mesentérico-axial, donde la rotación ocurre sobre el eje que une el estómago
con su mesenterio. Cada una de estas variantes presenta implicaciones clínicas y quirúrgicas particulares
que deben ser consideradas en el diagnóstico y manejo de esta emergencia (Sacoto-Aguilar, et al., 2024).
En cuanto a su etiología, puede originarse a partir de factores primarios o secundarios. Los factores
primarios incluyen defectos congénitos o adquiridos en los ligamentos de fijación gástrica, como el
ligamento gastrocólico y el gastroesplénico, los cuales pueden predisponer a una movilidad excesiva del
estómago y, por consiguiente, a su torsión. Estos defectos pueden ser el resultado de anomalías del
desarrollo o de procesos degenerativos que comprometen la integridad de las estructuras de soporte
gástrico (Maldonado Armijos, et al., 2023).
pág. 12713
Por otro lado, los factores secundarios abarcan una serie de condiciones anatómicas que alteran la
posición normal del estómago dentro de la cavidad abdominal, contribuyendo así al desarrollo del VG.
Entre estas condiciones, se destacan la hernia diafragmática congénita, la hernia hiatal y la eventración
diafragmática, todas ellas capaces de desplazar el estómago y facilitar su torsión (da Rosa, et al., 2022).
Además, en la población pediátrica, el vólvulo gástrico a menudo se asocia con la malrotación intestinal,
una afección caracterizada por un error en la rotación normal del intestino medio durante su desarrollo
y fijación en el periodo intrauterino. Este defecto en la rotación puede resultar en una fijación
mesentérica anormal, lo que a su vez predispone al estómago a sufrir una torsión (Roca Álvarez & Parra
Córdoba, 2022).
Históricamente, la clasificación del VG según el eje de torsión ha sido fundamental para entender las
implicaciones clínicas y quirúrgicas de cada variante. El vólvulo órgano-axial, por ejemplo, tiende a
presentarse con una obstrucción gástrica más severa y un riesgo elevado de isquemia, mientras que el
vólvulo mesentérico-axial puede ser más insidioso en su presentación, complicando su diagnóstico
(Roca Álvarez & Parra Córdoba, 2022). En la práctica clínica, es fundamental identificar con precisión
la variante específica del vólvulo, ya que esta determinación guía la planificación del tratamiento
adecuado. La elección de la intervención terapéutica puede variar considerablemente, abarcando desde
procedimientos menos invasivos, como la desrotación endoscópica, hasta intervenciones más complejas,
como la cirugía abierta o laparoscópica (Hermosillo-Cornejo, et al., 2022). La decisión final depende de
múltiples factores, entre los que destacan la estabilidad hemodinámica del paciente y la extensión del
daño gástrico asociado. En casos de compromiso severo de la perfusión gástrica o necrosis, la
intervención quirúrgica urgente se convierte en la opción más viable para evitar complicaciones
mayores. Por lo tanto, una evaluación clínica exhaustiva y una toma de decisiones quirúrgicas oportunas
son esenciales para optimizar los resultados en estos pacientes (Verde, et al., 2019).
Cabe destacar que el VG en pacientes pediátricos puede manifestarse con una amplia variedad de
síntomas, lo que complica su identificación temprana. Aunque el dolor abdominal y el vómito son
síntomas comúnmente asociados, hasta el 20% de los pacientes pueden no presentar la tríada clásica de
Borchardt, que incluye dolor epigástrico, vómitos no productivos y dificultad para la inserción de una
sonda nasogástrica (Sheikh, et al., 2019). Esta variabilidad en la presentación clínica subraya la
pág. 12714
necesidad de una evaluación clínica minuciosa y de mantener un alto índice de sospecha para lograr un
diagnóstico temprano y preciso. La ausencia de la tríada clásica no debe llevar a subestimar la gravedad
del VG, ya que el retraso en el diagnóstico puede aumentar significativamente la posibilidad de
complicaciones de gran magnitud. Un enfoque integral en la evaluación clínica y diagnóstica es crucial
para el manejo exitoso de esta condición en la población pediátrica, permitiendo intervenciones
terapéuticas oportunas (Verde, et al., 2019).
La utilidad de las imágenes radiológicas en la confirmación diagnóstica del VG es fundamental y no
debe ser subestimada. Las técnicas de imagen, como la radiografía simple, el transito
esofagogastroduodenal y la tomografía computarizada, proporcionan criterios radiológicos clave que
permiten discernir entre las distintas variantes. Estos criterios no solo son esenciales para confirmar el
diagnóstico, sino que también ofrecen una herramienta crítica para el clínico en la evaluación sistemática
y la caracterización precisa de la anatomía abdominal comprometida (Gallego García, et al., 2022).
El abordaje terapéutico sigue siendo un tema de considerable debate y controversia. La literatura médica
sugiere que hasta un 80% de los casos requieren intervención quirúrgica para desrotar el estómago y
prevenir complicaciones potencialmente mortales, como la necrosis y perforación gástrica. Sin embargo,
la ausencia de una presentación clínica patognomónica y las dificultades inherentes al diagnóstico
temprano pueden llevar a retrasos en la intervención quirúrgica (Nieto, et al., 2021).
Estos desafíos destacan la necesidad de una vigilancia clínica rigurosa y una toma de decisiones rápida
en pacientes con síntomas sospechosos de VG. La identificación precoz y la intervención oportuna son
cruciales para minimizar la morbilidad y mortalidad asociadas a esta condición. En este contexto, la
discusión sobre el manejo conservador versus la intervención quirúrgica inmediata sigue siendo
relevante, especialmente en casos donde el diagnóstico no es concluyente. La evidencia actual respalda
un enfoque proactivo, en el cual, ante la menor sospecha de VG, se considere la intervención quirúrgica
como la opción preferida para evitar complicaciones graves. Este enfoque es especialmente importante
en pacientes pediátricos, donde el retraso en el tratamiento puede tener consecuencias devastadoras
(Hermosillo-Cornejo, et al., 2022).
Este reporte de caso, de gran relevancia clínica, plantea cuestiones cruciales sobre el seguimiento a largo
plazo y subraya la necesidad de investigaciones adicionales para comprender mejor la fisiopatología y
pág. 12715
el pronóstico asociado al VG en la población pediátrica. A través de un análisis detallado de las
manifestaciones clínicas, los hallazgos radiológicos y las estrategias terapéuticas empleadas, se
proporciona una visión exhaustiva de los desafíos diagnósticos y terapéuticos que esta condición
presenta en niños. La exposición meticulosa del historial clínico, junto con una evaluación rigurosa de
los signos sicos y los resultados de las imágenes diagnósticas, ilustra la variabilidad fenotípica del
vólvulo gástrico y subraya los desafíos inherentes a su diagnóstico en la población pediátrica.
Además, este caso resalta la importancia de avanzar en el conocimiento científico y clínico de esta
entidad para optimizar las estrategias de manejo y mejorar los resultados a largo plazo en los pacientes
pediátricos. La integración de estos hallazgos en la práctica clínica contribuye no solo a una mejor
comprensión de la condición, sino también a la implementación de protocolos de seguimiento más
efectivos, lo que en última instancia podría traducirse en una mejor calidad de vida para los niños
afectados por esta patología.
Caso clínico
Paciente femenina de 4 años, previamente sana y sin antecedentes médicos de relevancia. El cuadro
clínico se inició con dolor abdominal de carácter insidioso, localizado en epigastrio y desencadenado
por la ingesta de alimentos. Posteriormente, la paciente presentó vómitos súbitos y progresivos de
contenido gastroalimentario, en cantidad moderada, que evolucionaron hacia la intolerancia progresiva
a sólidos y líquidos, con un total de 15 episodios de vómito en un período de 24 horas. A la exploración
física, se observó una distensión abdominal súbita y progresiva (figura 1), acompañada de meteorismo
y borborigmos. La paciente presentó picos febriles de hasta 38.4°C, por lo que fue llevada a consulta
médica, donde se le administró tratamiento antibiótico y sintomático sin mejoría clínica, lo que llevó a
su ingreso a nuestra unidad.
pág. 12716
Figura 1: Distensión abdominal súbita y significativa, observada durante la evaluación inicial, que
evidencia el compromiso agudo del abdomen.
Durante la revisión del triángulo de evaluación pediátrica, se identificó una apariencia anormal,
respiración adecuada y coloración anormal, lo que sugirió un estado de choque. En la evaluación
primaria, se encontró vía aérea sin compromiso respiratorio, circulación con mala perfusión y
taquicardia, y un déficit neurológico con un puntaje de Glasgow adaptado para la edad de 13 puntos. El
examen físico reveló palidez generalizada, signos evidentes de deshidratación en piel y mucosas, y una
distensión abdominal con un perímetro de 60 cm, que presentaba una consistencia "en madera". La
percusión del abdomen reveló matices variables, predominando el timpanismo, y no se detectó
peristalsis. Las extremidades mostraron pulsos saltones y un retraso en el llenado capilar de 4 segundos.
Los estudios paraclínicos revelaron anemia microcítica hipocrómica y evidencia de lesión renal aguda
estadio 2 según la clasificación KDIGO, sin desequilibrio hidroelectrolítico, pero con acidosis
metabólica e hiperlactatemia. La radiografía abdominal mostsignos de oclusión intestinal mecánica
(figura 2) y la proyección torácica evidenció la falta del paso de la sonda nasogástrica a la cámara
gástrica (figura 3). No se consideró necesaria la realización de un tránsito gastrointestinal, como suele
ser en la mayoría de los casos.
pág. 12717
Figura 2: La radiografía abdominal revela evidencia de oclusión intestinal mecánica, caracterizada por
la presencia de nivel hidroaéreo y ausencia de aire distal, sugiriendo un proceso obstructivo agudo.
Figura 3: La radiografía de tórax no mostró la correcta ubicación de la sonda nasogástrica en la cámara
gástrica, lo que sugiere una patología obstructiva.
Se decidió resolución con cirugía convencional debido al tamaño de la cavidad gástrica, durante la cual
se evidencio vólvulo strico órgano-axial y presento una perforación al manipular el estómago. Se
pág. 12718
aspiró aproximadamente 3 litros de contenido gástrico y se realizó una gastroplastia en tres planos de
sutura, debido a la laxitud del tejido gástrico y su compromiso vascular, observándose áreas de necrosis
con mejoría parcial tras la desvolvulación. Dadas las condiciones del tejido gástrico, se decidió realizar
second look a las 72 horas, durante la cual se observó una mejoría en la perfusión y en las características
macroscópicas del tejido, con una disminución significativa de la gastromegalia en un 50-60%. Se
realizó una gastropexia en tres puntos y se colocó una gastrostomía protectora (figura 4).
Figura 4
Imagen 1: Se observa la perforación gástrica durante el procedimiento quirúrgico, lo que confirma el
diagnóstico de compromiso severo de la pared gástrica.
Imagen 2: Se muestra la reparación de la perforación mediante una gastroplastia, realizada en tres
planos de sutura para asegurar la integridad de la pared gástrica.
Imagen 3: Se evidencia la fijación del estómago mediante una gastropexia, realizada en tres puntos
estratégicos, con el objetivo de estabilizar la posición gástrica y reducir el riesgo de recurrencia de
vólvulo gástrico.
pág. 12719
El posoperatorio fue satisfactorio, con inicio de la vía enteral a las 72 horas. Las condiciones
abdominales fueron adecuadas, lo que permitió el egreso hospitalario. El tratamiento continuó con
inhibidor de bomba de protones y procinético durante 4 semanas, y el cierre de la gastrostomía se realizó
por segunda intención a los dos meses. Actualmente, tras un año de seguimiento, la paciente muestra
una evolución favorable.
DISCUSIÓN
El VG es una entidad rara pero potencialmente mortal en la población pediátrica, provocando
obstrucción gástrica aguda, isquemia, y en casos graves, necrosis y perforación gástrica. Se clasifica en
varios tipos según la dirección de la torsión. El vólvulo órgano-axial implica la torsión de la curvatura
mayor del estómago hacia adelante y hacia arriba, alrededor de un eje imaginario que conecta la unión
esofagogástrica con el píloro (Pariente, et al., 2020). Por otro lado, el vólvulo mesentérico-axial consiste
en la rotación del antro gástrico hacia adelante y hacia la izquierda, alrededor de un eje imaginario que
conecta la mitad de la curvatura mayor con la mitad de la curvatura menor (Roca Álvarez & Parra
Córdoba, 2022). También puede presentarse una combinación de ambos tipos.
Estas anomalías pueden ser primarias, relacionadas con un defecto o ausencia de los ligamentos de
fijación gástrica, o secundarias, ocasionadas por factores que predisponen a una fijación gástrica
defectuosa. Reconocer la naturaleza y el tipo de VG es crucial para el manejo adecuado, ya que el tipo
específico de torsión determina las estrategias terapéuticas y el pronóstico del paciente.
Se ha postulado la existencia del VG idiopático, sugiriendo que podría originarse a partir de una
distensión excesiva del estómago o del intestino (da Rosa, et al., 2022). Investigaciones anatómicas,
como las realizadas por Dalgaard, han demostrado en estudios cadavéricos que la rotación gástrica de
más de 180 grados, característica del VG, solo es posible cuando los principales ligamentos de fijación
gástrica, como el gastrocólico y el gastroesplénico, están seccionados o alargados. En el caso de nuestra
paciente, se identificó un vólvulo órganoaxial, asociado a la hiperlaxitud de los ligamentos gastrocólico
y gastroesplénico, sin que se encontraran defectos asociados.
El VG, tanto en su forma crónica intermitente como aguda, ha sido descrito en la población pediátrica.
Los síntomas pueden variar según el grado de rotación gástrica y la severidad de la obstrucción. Los
signos clínicos más comunes incluyen dolor abdominal, vómito y distensión epigástrica, como se
pág. 12720
observó en nuestra paciente. En la mayoría de los casos, es difícil o imposible introducir una sonda
nasogástrica. Aunque la tríada clásica de Borchardt (Sheikh, et al., 2019), que en adultos con VG se
caracteriza por distensión epigástrica acentuada, imposibilidad para vomitar e imposibilidad para
insertar una sonda nasogástrica, no es la norma en la edad pediátrica, nuestra paciente presenuna
distensión gástrica significativa que se extendía hasta región infraumbilical, además de la imposibilidad
de colocar la sonda nasogástrica.
Otros síntomas, como letargia, dificultad respiratoria, irritabilidad, palidez y postración, también son
frecuentemente reportados en niños con VG. En menores de 3 meses, pueden presentarse episodios de
apnea, cianosis, palidez e hipotonía, lo que resalta la necesidad de una evaluación cuidadosa y un alto
índice de sospecha en estas presentaciones clínicas.
El diagnóstico de VG se fundamentó en los hallazgos de la radiografía abdominal, que reveló una
cavidad gástrica notablemente dilatada y la imposibilidad del paso de la sonda nasogástrica. La
clasificación del tipo de VG se realizó con base en los siguientes criterios radiológicos:
Vólvulo órgano-axial, de acuerdo con Pariente, et al., (2020):
1. La curvatura mayor del estómago se encuentra en una posición más alta que la curvatura menor.
2. La curvatura mayor cruza el esófago.
3. El píloro apunta en dirección caudal.
4. Presencia de dos imágenes con niveles hidroaéreos.
5. El fondo gástrico se encuentra en una posición más baja.
Vólvulo mesentérico-axial en concordancia con Roca Álvarez & Parra Córdoba (2022).
1. El estómago adopta una posición contraria debido a la rotación del píloro hacia la izquierda del
paciente.
2. El estómago adquiere una forma esférica en posición supina.
3. Presencia de dos imágenes con niveles hidroaéreos.
4. Apariencia de "pico de ave" visible a nivel de la unión esofagogástrica, como resultado de la
obstrucción pilórica.
pág. 12721
A diferencia del VG agudo, en el cual el tratamiento quirúrgico es imperativo y urgente, el manejo del
VG crónico intermitente sigue siendo objeto de debate, especialmente en lo que respecta a la elección
entre un enfoque quirúrgico o conservador.
El tratamiento quirúrgico tiene como objetivo el reducir el riesgo de necrosis gástrica, perforación o
muerte (Tafernaberry, et al., 2021). El manejo quirúrgico incluye la reducción del vólvulo
(desvolvulación), la corrección del factor predisponente y la fijación del estómago (gastropexia).
Técnicas como la gastrostomía aislada y diversas formas de gastropexia han mostrado buenos resultados
tanto en adultos como en niños. En el caso de nuestra paciente, la evolución ha sido favorable; se realizó
una gastropexia en tres puntos y una gastrostomía protectora, lo que permitió una mayor fijación y
estabilidad, dada la significativa dilatación gástrica observada.
La fisiopatología del VG y la evolución postoperatoria aún requieren una mayor investigación (Láinez
Ramos-Bossini, et al., 2022). Los informes sobre el seguimiento a largo plazo de pacientes después de
una gastropexia son escasos. En el caso de nuestra paciente, con un seguimiento de un año, la evolución
ha sido favorable; se encuentra asintomática, sin episodios de dolor postprandial o evidencia de
complicaciones tardías como el reflujo gastroesofágico (RGE). Los controles radiográficos muestran
una anatomía gástrica normal, y la gastrostomía ha sido cerrada por segunda intención.
La falta de protocolos estandarizados para el manejo del VG en la población pediátrica subraya la
necesidad de una evaluación cuidadosa y un enfoque multidisciplinario, que incluya la colaboración
entre pediatras, cirujanos pediátricos y otros especialistas según sea necesario. Asimismo, es imperativo
continuar con la investigación para comprender mejor la epidemiología, la etiología y el manejo óptimo.
CONCLUSIÓN
En conclusión, la pronta identificación y el manejo adecuado del VG son esenciales para reducir la
morbimortalidad asociada a esta condición, destacando la necesidad de incluirla en el diagnóstico
diferencial cuando se presenten síntomas como vómitos, dolor abdominal agudo y distensión abdominal
súbita en pacientes pediátricos. Este caso subraya la importancia de un alto índice de sospecha clínica y
de la utilización de herramientas diagnósticas precisas para asegurar un tratamiento oportuno.
pág. 12722
La laparotomía exploradora sigue siendo una herramienta indispensable en el manejo de la obstrucción
intestinal secundaria a VG en niños. Sin embargo, cada caso debe evaluarse individualmente,
considerando tanto los beneficios potenciales como los riesgos inherentes a la intervención quirúrgica.
El pronóstico de los pacientes pediátricos con esta condición depende significativamente del tiempo
hasta el diagnóstico y la intervención. Un retraso en el tratamiento puede incrementar considerablemente
la morbilidad y mortalidad, lo que resalta la importancia de una evaluación rápida y precisa, seguida de
un manejo adecuado, para optimizar los resultados clínicos.
A futuro, es fundamental intensificar la investigación sobre la fisiopatología del VG y su evolución
postoperatoria. Una comprensión más profunda de estos aspectos podría proporcionar información
valiosa para desarrollar estrategias de tratamiento más efectivas y establecer protocolos de seguimiento
adecuados, con el objetivo de mejorar los resultados a largo plazo en esta población. Además, el
desarrollo de guías clínicas basadas en evidencia podría ayudar a estandarizar el manejo y optimizar la
atención de estos pacientes en entornos clínicos diversos.
Fondos
Los autores no recibieron financiación de ninguna fuente, declarando que este trabajo es totalmente
voluntario.
Declaración de conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
da Costa, K. M., & Saxena, A. K. (2019). Management and outcomes of gastric volvulus in children: a
systematic review. World journal of pediatrics : WJP, 15(3), 226–234.
https://doi.org/10.1007/s12519-019-00244-4
da Rosa, V., Rossi, A., Perdomo, R., Ramade, P., & Deleón, G. (2022). Vólvulo Gástrico. A propuesta
de un Caso Clínico. Cirugía paraguaya , 46 (3), 34-36.
https://doi.org/10.18004/sopaci.2022.diciembre.34
Gallego García, D. S., Molina Terrón, E. M., Blanco Hernández, R., Hernández Palomino, P. J., Pozo
Gonzalez, S. F., Tabernero Rico, R. D., Rodriguez Cristina, C., Prieto Hernández, B., & Gonzalo
pág. 12723
Dominguez, M. (2022). Vólvulos gastrointestinales: hallazgos radiológicos en TC y radiografía
simple de abdomen. Seram, 1(1).
https://piper.espacio-seram.com/index.php/seram/article/view/9013
Hermosillo-Cornejo, D. G., López-Almanza, P. X., Reyes-Rodríguez, E., Montalvo-Domínguez, G. A.,
& Martínez-Garza, P. A. (2022). Vólvulo gástrico; presentación clínica de una complicación de
cirugía strica previa. Revista Mexicana de Cirugía Endoscópica, 22(3-4), 145-149.
https://dx.doi.org/10.35366/106479
Láinez Ramos-Bossini, D. A. J., Moraleda Cabrera, D. B., Garrido Sanz, D. F., Ruiz Del Amo, D. J. L.,
(2022). Estómago de ida y vuelta. Descripción fisiopatológica de un tipo de vólvulo gástrico
mediante hallazgos de imagen . Seram, 1(1).
https://piper.espacio-seram.com/index.php/seram/article/view/8470
Maldonado Armijos, B. J., Maldonado Cabrera, E. A., Maldonado Armijos, E. J., Sanmartin Jaramillo,
P. A., Criollo Mendieta, J. B., Astudillo Peña, J. A., & León Ruiz, L. K. (2023). Diagnóstico y
tratamiento del vólvulo gástrico agudo: Reporte de caso. Tesla Revista Científica, 3(2), e245.
https://doi.org/10.55204/trc.v3i2.e245
Martínez de Mandojana Hernández, A., Bueno Caravaca, L., & Tortosa Cámara, J. (2024). Diagnóstico
radiológico del vólvulo gástrico agudo. Una revisión narrativa. Archivos de Medicina
Universitaria. https://hdl.handle.net/10481/91318
Nieto, M. W. O., Tapia, A. L. G., Salazar, G. I. D., & Jiménez, J. L. G. (2021). Criterio clínico y
complicaciones quirúrgicas en abdomen agudo en paciente pediátrico. Dominio de las
Ciencias, 7(4), 171. http://dx.doi.org/10.23857/dc.v7i4
Pariente, R. A., Flores, A. M., & Salvador, R. L. (2020). El vólvulo gástrico en la edad pediátrica:¿
cuándo sospecharlo y cómo manejarlo? Acta pediátrica española, 78(3), 82-87.
https://www.researchgate.net/publication/350236412
Roca Álvarez, D. C. A., & Parra Córdoba, D. J. F. (2022). Vólvulos gástrico mesentérico axial
recurrente, reporte de caso y revisión de la literatura. Ciencia Latina Revista Científica
Multidisciplinar, 6(6), 8071-8084. https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i6.3977
pág. 12724
Sacoto-Aguilar, H., Ordóñez-Vásquez, D. L., Ordóñez-Vásquez, L. M., Díaz-Riascos, N. (2024).
Vólvulo gástrico Mesenteroaxial. Una Enfermedad Poco Común. Rev Colomb Cir.
https://doi.org/10.30944/20117582.2661
Sheikh, Y., Brown, L., Knipe; H. (2019). Tríada de Borchardt (vólvulo gástrico). Artículo de referencia,
Radiopaedia.org. https://doi.org/10.53347/rID-71988
Tafernaberry, S., Steffani, A., Perrone, G., Salvatierra, M. E., & González, D. (2021). Vólvulo gástrico
agudo: cuadro clínico infrecuente. Revista argentina de cirugía, 113(4), 477-481.
http://dx.doi.org/10.25132/raac.v113.n4.1575
Verde, F., Hawasli, H., Johnson, P. T., & Fishman, E. K. (2019). Gastric volvulus: unraveling the
diagnosis with MPRs. Emergency radiology, 26(2), 221–225. https://doi.org/10.1007/s10140-
019-01669-0
Villela, C. E., Carrillo, G. M. J., Soto, P. A., Aguirre, B. D. A., Enríquez, S. L. B., Padilla, L. J. G., et al.
(2020). Vólvulo gástrico: reporte de caso en el Hospital Central Universitario del Estado de
Chihuahua. Cirujano General. 42 (4): 306-310. https://dx.doi.org/10.35366/101400