CIBERVIOLENCIA EN EL NOVIAZGO
HETEROSEXUAL ENTRE ESTUDIANTES DE LA
ESCUELA SUPERIOR DE ENFERMERÍA NO. 1
DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE
GUERRERO
CYBERVIOLENCE IN HETEROSEXUAL DATING AMONG
STUDENTS OF THE HIGHER SCHOOL OF NURSING NO. 1 OF
THE AUTONOMOUS UNIVERSITY OF GUERRERO
Lic. Iván Alberto Gómez García
Universidad Autónoma de Guerrero, México
Dr. Juan Alberto Gómez Santos
Universidad Autónoma de Guerrero, México
Dra. Rosalía Pastor Durán
Investigador Independiente, México
Dra. Ma. del Pilar Pastor Durán
Universidad Autónoma de Guerrero, México
pág. 2057
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i5.13675
Ciberviolencia en el Noviazgo Heterosexual Entre Estudiantes de la
Escuela Superior de Enfermería No. 1 de la Universidad Autónoma de
Guerrero
Lic. Iván Alberto Gómez García1
ggia4166@gmail.com
https://orcid.org/0009-0000-7766-7354
Universidad Autónoma de Guerrero
México
Dra. Rosalía Pastor Durán
11241@uagro.mx
https://orcid.org/0009-0004-1591-7409
Investigador Independiente
México
Dr. Juan Alberto Gómez Santos
15981@uagro.mx
https://orcid.org/0009-0007-2208-4048
Universidad Autónoma de Guerrero
México
Dra. Ma. del Pilar Pastor Durán
12679@uagro.mx
https://orcid.org/0009-0004-4106-7161
Universidad Autónoma de Guerrero
México
RESUMEN
El presente estudio aborda el fenómeno de la ciberviolencia en el noviazgo, un problema creciente en
la era digital. A medida que la tecnología avanza, las relaciones interpersonales han sido afectadas por
formas de violencia que trascienden lo físico, facilitadas por el uso de plataformas digitales como redes
sociales y aplicaciones de mensajería. Este estudio, realizado en la Escuela Superior de Enfermería de
la Universidad Autónoma de Guerrero, analiza la prevalencia y características de la ciberviolencia en
relaciones de noviazgo heterosexual. Se utilizaron métodos cuantitativos y cualitativos, con una muestra
de 104 estudiantes. Los resultados muestran una alta prevalencia de cibercontrol (57.3%) y
ciberagresión (19.2%). Las mujeres reportaron mayor tendencia a ejercer cibercontrol (58.6%),
mientras que los hombres perpetraron más ciberagresiones (23.5%). Además, se identificaron factores
como celos, dependencia emocional, y el uso intensivo de redes sociales, que influyen directamente en
la perpetuación de estos comportamientos. El estudio destaca la bidireccionalidad de la ciberviolencia,
donde tanto hombres como mujeres actúan como víctimas y perpetradores.
Palabras claves: ciberviolencia, cibercontrol, dependencia emocional, celos románticos, noviazgo
joven
1
Autor principal.
Correspondencia: ggia4166@gmail.com
pág. 2058
Cyberviolence in Heterosexual Dating Among Students of the Higher
School of Nursing No. 1 of the Autonomous University of Guerrero
ABSTRACT
This study addresses the phenomenon of cyber-violence in dating, a growing problem in the digital era.
As technology advances, interpersonal relationships have been affected by forms of violence that
transcend the physical, facilitated by the use of digital platforms such as social networks and messaging
applications. This study, conducted at the School of Nursing of the Autonomous University of Guerrero,
analyzes the prevalence and characteristics of cyber-violence in heterosexual dating relationships.
Quantitative and qualitative methods were used, with a sample of 104 students. The results show a high
prevalence of cybercontrol (57.3%) and cyberaggression (19.2%). Females reported a higher tendency
to exercise cybercontrol (58.6%), while males perpetrated more cyberaggressions (23.5%). In addition,
factors such as jealousy, emotional dependence, and the intensive use of social networks were identified
as directly influencing the perpetuation of these behaviors. The study highlights the bidirectionality of
cyberviolence, where both men and women act as victims and perpetrators.
Keywords: cyberviolence, cybercontrol, emotional dependence, romantic jealousy, young dating
Artículo recibido 12 agosto 2024
Aceptado para publicación: 17 septiembre 2024
pág. 2059
INTRODUCCIÓN
La ciberviolencia es un fenómeno relativamente reciente, producto de la evolución de la tecnología de
la información y la comunicación (TIC) y de la masificación del acceso a Internet. Antes del surgimiento
de las TIC, la violencia en las relaciones interpersonales, especialmente en el contexto de parejas, se
limitaba al espacio físico. Sin embargo, la llegada de Internet, las redes sociales, y los dispositivos
móviles ha transformado la forma en que las personas interactúan, dando lugar a nuevas formas de
violencia que trascienden las barreras físicas.
El concepto de ciberviolencia comenzó a desarrollarse en los primeros años del siglo XXI, cuando se
hizo evidente que el uso de las plataformas digitales permitía a los individuos acosar, intimidar o
controlar a otros sin necesidad de un contacto físico directo. Este tipo de violencia ha ido en aumento a
medida que más personas tienen acceso a dispositivos móviles y a redes sociales, convirtiendo a las
plataformas digitales en espacios donde las relaciones interpersonales se desarrollan y,
lamentablemente, donde las conductas abusivas pueden ocurrir con mayor frecuencia y bajo el velo del
anonimato (Melander, 2010).
El auge de los teléfonos inteligentes y las aplicaciones de redes sociales como Facebook, Twitter,
Instagram, y WhatsApp ha intensificado este fenómeno, proporcionando a los perpetradores una gama
de herramientas con las que pueden acosar y ejercer control sobre sus víctimas. De acuerdo con
Garaigordobil y Machimbarrena (2019), la ciberviolencia puede considerarse una extensión de la
violencia tradicional, pero con características propias que la diferencian, como el anonimato, la
disponibilidad de las herramientas digitales las 24 horas del día y la permanencia de los contenidos
violentos en las plataformas en línea.
Los primeros estudios académicos sobre la violencia en el entorno digital se centraron en el ciberacoso
(o cyberbullying), fenómeno que inicialmente afectó principalmente a niños y adolescentes en los
entornos escolares. En sus inicios, los estudios sobre ciberacoso no distinguían entre los diferentes tipos
de violencia digital, pero con el tiempo, los investigadores comenzaron a diferenciar entre el acoso en
línea general y la ciberviolencia en contextos específicos, como en las relaciones de pareja.
Los investigadores han identificado diversas formas de ciberviolencia en las relaciones de pareja. Según
Cava y Buelga (2018), los tipos más comunes incluyen:
pág. 2060
Cibercontrol: El monitoreo constante de la pareja, incluyendo el rastreo de su ubicación a través de
aplicaciones de geolocalización, la vigilancia de sus interacciones en redes sociales y el acceso a sus
dispositivos electrónicos sin consentimiento. Este tipo de comportamiento busca establecer control
sobre la vida digital de la pareja y limitar su independencia.
Ciberagresión: Comportamientos que implican insultos, amenazas, acoso o humillaciones a través de
medios digitales. La ciberagresión puede ser verbal o no verbal y es utilizada para intimidar y someter
a la pareja.
Hostigamiento sexual: Este tipo de ciberviolencia involucra presionar a la pareja para que comparta
contenido sexual, como fotos o videos íntimos, o amenazar con divulgar dicho contenido en línea. El
hostigamiento sexual cibernético busca ejercer poder sobre la víctima y controlarla mediante el miedo
o la vergüenza.
Fue a partir de los años 2000 cuando los estudios comenzaron a abordar el fenómeno de la ciberviolencia
en el noviazgo, diferenciándola de otras formas de violencia digital. Investigadores como Cava y Buelga
(2018) identificaron cómo las relaciones afectivas, particularmente entre adolescentes y jóvenes
adultos, podían ser vulnerables a este tipo de agresiones. De esta forma, la ciberviolencia comenzó a
ser reconocida como un problema de salud pública, especialmente debido a sus impactos en la salud
mental de las víctimas y la dificultad de regulación debido a su naturaleza digital.
La ciberviolencia en las relaciones de noviazgo ha sido abordada desde diferentes enfoques teóricos.
Cada uno de estos enfoques ofrece una comprensión particular de las dinámicas de poder y de las causas
subyacentes de la violencia en el entorno digital. A continuación, se detallan algunas de las principales
teorías que han contribuido al estudio de la ciberviolencia.
Teoría feminista de la violencia
La teoría feminista ha sido una de las primeras en abordar la violencia de género en el contexto de las
relaciones interpersonales, y su enfoque ha sido fundamental para entender la ciberviolencia. Desde
esta perspectiva, la ciberviolencia es vista como una extensión de las dinámicas de poder patriarcales
que históricamente han colocado a las mujeres en una posición de subordinación frente a los hombres.
Las feministas argumentan que las nuevas tecnologías no son neutrales, sino que a menudo refuerzan
las jerarquías de poder existentes en la sociedad (Barberá, 1998).
pág. 2061
Sin embargo, también es importante señalar que el enfoque feminista ha sido criticado por su falta de
atención a la bidireccionalidad de la violencia, es decir, a la capacidad de las mujeres para ser
perpetradoras de ciberviolencia en las relaciones (Gabarda, 2020).
Teoría del control social
Esta teoría postula que la violencia surge cuando los mecanismos de control y regulación social son
débiles o ausentes, permitiendo que los individuos actúen sin restricciones (Hirschi, 1969). En el
contexto de las relaciones de pareja y el uso de las TIC, la teoría del control social sugiere que los
individuos que carecen de fuertes lazos emocionales y sociales con los demás pueden ser más propensos
a ejercer ciberviolencia como una forma de control.
Teoría de la agresión generalizada
La teoría de la agresión generalizada (General Aggression Model, GAM) desarrollada por Anderson y
Bushman (2002) ofrece un enfoque psicológico que integra factores individuales, situacionales y
sociales para explicar el comportamiento agresivo, incluida la ciberviolencia. Según esta teoría, la
agresión es el resultado de la interacción entre las características personales del individuo, el entorno
social y las situaciones específicas.
Teoría de la bidireccionalidad en la violencia
Un enfoque más reciente que ha ganado atención en los estudios sobre ciberviolencia es el de la
violencia bidireccional, que sostiene que tanto hombres como mujeres pueden ser perpetradores y
víctimas de la violencia en las relaciones. Este enfoque desafía la noción tradicional de que la violencia
de pareja es unidireccional (es decir, que solo los hombres son los agresores y las mujeres las víctimas).
La bidireccionalidad de la violencia sugiere que la ciberviolencia puede ser ejercida de manera recíproca
en las relaciones, con ambos miembros de la pareja utilizando las TIC para controlar o agredir al otro
(Gabarda, 2020).
Este enfoque se ha vuelto particularmente relevante en el estudio de la ciberviolencia en el noviazgo
adolescente, donde se ha encontrado que tanto los chicos como las chicas participan en
comportamientos de cibercontrol y ciberagresión. La bidireccionalidad en la violencia refleja los
cambios sociales y culturales que han permitido a las mujeres acceder a mayores grados de poder en
pág. 2062
sus relaciones y en el espacio público, lo que se traduce también en el uso de la violencia digital como
una forma de ejercer control (Alegría, 2016).
Como podemos observar, la ciberviolencia no puede separarse de las estructuras sociales y culturales
más amplias que perpetúan la violencia en la sociedad. Autores como Yepes (2013) argumentan que la
ciberviolencia en el noviazgo debe ser entendida dentro del contexto de las desigualdades estructurales
que existen entre los géneros y del papel que juegan las TIC en la perpetuación de estas desigualdades.
Factores sociales que perpetúan la ciberviolencia
Los factores sociales que perpetúan la ciberviolencia en el noviazgo son múltiples y complejos. Uno de
los principales es la naturalización de la violencia en las relaciones de pareja, que sigue siendo una
característica prevalente en muchas sociedades. Según Rubio-Garay et al. (2015), las normas culturales
que refuerzan la sumisión femenina y el control masculino fomentan actitudes de tolerancia hacia la
violencia, tanto física como digital, en las relaciones juveniles. Estas normas se ven reforzadas por los
modelos de comportamiento violentos que los adolescentes observan en sus entornos familiares y
sociales.
Otro factor crucial es la falta de educación y conciencia sobre el uso responsable de las tecnologías
digitales. Muchos adolescentes y jóvenes adultos no comprenden plenamente las implicaciones de sus
acciones en línea, lo que contribuye a la normalización de comportamientos violentos como el
cibercontrol y la ciberagresión (González, 2009). Este desconocimiento se agrava por la ausencia de
programas educativos que aborden la ciberviolencia de manera integral, incorporando tanto aspectos de
género como el uso responsable de las TIC.
Impacto psicosocial de la ciberviolencia en las víctimas
Desde un enfoque sociocrítico, el impacto de la ciberviolencia en las víctimas no puede separarse de
las estructuras sociales que perpetúan la desigualdad. Las víctimas de ciberviolencia, que son
mayoritariamente mujeres, sufren las consecuencias psicológicas de vivir bajo un sistema que justifica
y naturaliza el control y la agresión. Según estudios recientes, las personas que son víctimas de
ciberviolencia en sus relaciones de noviazgo experimentan síntomas de depresión, ansiedad y estrés
postraumático (Flay & Richardson, 1998). El cibercontrol, en particular, tiene un impacto devastador
en la autoestima de las víctimas, quienes se sienten vigiladas y controladas constantemente.
pág. 2063
Es importante destacar que el impacto de la ciberviolencia no es solo individual, sino también colectivo.
Según Moral y Sirvent (2009), las dinámicas de poder que permiten la ciberviolencia están
profundamente arraigadas en las estructuras sociales, lo que significa que el sufrimiento de las víctimas
es el resultado de una opresión sistémica. Por lo tanto, la solución a este problema no puede limitarse a
intervenciones individuales, sino que requiere un cambio estructural que desafíe las normas de género
y las relaciones de poder que perpetúan la violencia.
Resistencia y transformación: Hacia una ciberviolencia emancipadora
El enfoque sociocrítico no solo se limita a analizar las formas de opresión, sino que también busca
identificar las posibilidades de resistencia y transformación. En el contexto de la ciberviolencia en el
noviazgo, las TIC no solo son utilizadas como herramientas de control, sino que también pueden ser
empleadas por las víctimas para resistir y subvertir las dinámicas de poder. Según Gabarda (2020),
muchas jóvenes han comenzado a utilizar las redes sociales para denunciar la violencia que sufren en
sus relaciones, lo que ha dado lugar a movimientos de resistencia y empoderamiento digital.
Esta resistencia se enmarca en una perspectiva emancipadora, que busca transformar las relaciones de
poder y crear un espacio digital más equitativo. El uso de las TIC para combatir la violencia y el control
en las relaciones de noviazgo demuestra que las víctimas no son meramente pasivas, sino que tienen la
capacidad de actuar y desafiar las estructuras de dominación que perpetúan la ciberviolencia.
Prevención de la ciberviolencia en el noviazgo
La prevención de la ciberviolencia en el noviazgo requiere la implementación de programas educativos
que aborden no solo la violencia física, sino también las formas de abuso digital que afectan a los
jóvenes en las relaciones modernas. Los programas deben enfocarse en promover el respeto mutuo, la
equidad de género y el uso responsable de las tecnologías digitales en las relaciones de pareja (Gabarda,
2020).
Además, es necesario desarrollar campañas de sensibilización que incluyan una perspectiva inclusiva
de género, reconociendo que tanto hombres como mujeres pueden ser víctimas y perpetradores de
ciberviolencia. Estas campañas deben estar dirigidas a adolescentes y jóvenes adultos, quienes son los
más vulnerables a este tipo de violencia debido a su alto uso de dispositivos tecnológicos y redes
sociales (Cava & Buelga, 2018).
pág. 2064
MÉTODOS
El presente estudio adopta un enfoque mixto ya que se analizan los datos tanto desde una perspectiva
cuantitativa como cualitativa, con un diseño transversal y no experimental. El objetivo principal fue
analizar la prevalencia y características de la ciberviolencia en las relaciones de noviazgo heterosexual
entre estudiantes universitarios. Para lograr este objetivo, se emplearon técnicas de recolección de datos
mediante encuestas estructuradas y entrevistas semiestructuradas, con el fin de obtener información
tanto cuantitativa como cualitativa que permita un análisis más profundo del fenómeno.
El enfoque cuantitativo se utilizó para medir la frecuencia y tipos de ciberviolencia experimentada por
los participantes, mientras que la fase cualitativa buscó profundizar en las dinámicas de poder y las
razones subyacentes a la perpetración de ciberviolencia en las relaciones.
La población del estudio estuvo conformada por estudiantes de la Escuela Superior de Enfermería de la
Universidad Autónoma de Guerrero. Se eligió esta población debido a la alta prevalencia de uso de
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) entre los jóvenes universitarios, lo que los
convierte en un grupo vulnerable a experimentar o perpetrar ciberviolencia en sus relaciones de
noviazgo.
Criterios de inclusión
Ser estudiante activo de la Escuela Superior de Enfermería.
Mantener una relación de noviazgo heterosexual durante al menos seis meses.
Tener acceso a redes sociales y otros medios de comunicación digital.
Haber dado consentimiento informado para participar en el estudio.
Criterios de exclusión
Estudiantes que no mantenían relaciones de noviazgo al momento de la investigación.
Relación con una duración menor a seis meses.
Falta de acceso regular a medios digitales.
Muestra
Se utilizó un método de muestreo intencional para seleccionar a los participantes, quienes fueron
seleccionados de diferentes grupos académicos dentro de la universidad. La muestra final consistió en
pág. 2065
104 estudiantes, con una proporción mayor de mujeres (83.7%) debido a la composición
predominantemente femenina en la carrera de Enfermería.
La elección del muestreo intencional se justifica por el interés en seleccionar individuos que cumplieran
con los criterios de inclusión, asegurando así que los datos recolectados sean representativos de la
experiencia de los estudiantes en relaciones de noviazgo heterosexual con acceso a tecnologías digitales.
Instrumentos de recolección de datos
Para la recolección de datos cuantitativos, se empleó un cuestionario estructurado basado en la Escala
de Ciber-Violencia en Parejas Adolescentes (Cib-VPA), la cual ha sido validada previamente en
estudios similares (Cava & Buelga, 2018). El cuestionario contaba de 22 ítems que medían dos
dimensiones principales de la ciberviolencia:
Cibercontrol: Incluye preguntas sobre conductas de vigilancia, monitoreo y control de la pareja a través
de medios digitales.
Ciberagresión: Preguntas que evalúan la perpetración de insultos, amenazas o humillaciones a través
de redes sociales y otros canales digitales.
El cuestionario utilizó una escala de Likert de cinco puntos (1 = nunca, 5 = siempre) para medir la
frecuencia de los comportamientos reportados por los participantes.
Entrevistas semiestructuradas
Con el fin de profundizar en las dinámicas de la ciberviolencia, se realizaron entrevistas
semiestructuradas a una submuestra de 15 estudiantes que reportaron experiencias de ciberviolencia
bidireccional (es decir, quienes indicaron haber sido tanto víctimas como perpetradores). Las entrevistas
se centraron en explorar las motivaciones para ejercer violencia, la percepción del impacto de la
ciberviolencia en la relación y las actitudes hacia el uso de las tecnologías en las interacciones de pareja.
Las entrevistas se realizaron de manera individual y se grabaron con el consentimiento previo de los
participantes. Cada entrevista tuvo una duración aproximada de 30 a 45 minutos.
Procedimiento de recolección de datos
La recolección de datos se llevó a cabo en dos fases. En la primera fase, se distribuyeron los
cuestionarios entre los estudiantes que cumplieron con los criterios de inclusión. La administración de
los cuestionarios se realizó en las aulas, durante horarios previamente acordados con los profesores,
pág. 2066
garantizando así la participación voluntaria de los estudiantes. Los investigadores aseguraron la
confidencialidad de las respuestas y explicaron el propósito del estudio antes de que los participantes
completaran los cuestionarios.
En la segunda fase, se seleccionó a los participantes para las entrevistas semiestructuradas con base en
sus respuestas a los cuestionarios. Las entrevistas se llevaron a cabo en un entorno privado dentro de la
universidad, con el fin de garantizar un ambiente cómodo y confidencial para los participantes.
Análisis de datos
Los datos cuantitativos fueron analizados utilizando el programa estadístico SPSS 18. Se emplearon
estadísticas descriptivas para determinar la frecuencia de las diferentes formas de ciberviolencia
(cibercontrol y ciberagresión) entre los participantes. Además, se realizaron pruebas estadísticas, como
la prueba T de Student, para comparar las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la
perpetración y victimización de ciberviolencia.
Se calcularon promedios, desviaciones estándar y distribuciones de frecuencia para cada ítem del
cuestionario. También se emplearon correlaciones para explorar la relación entre la frecuencia de uso
de redes sociales y la incidencia de ciberviolencia en las relaciones de noviazgo.
El análisis cualitativo de las entrevistas semiestructuradas se realizó mediante la técnica de análisis de
contenido, que implicó la transcripción completa de las entrevistas y la posterior codificación de temas
clave relacionados con la motivación, la percepción del impacto y las actitudes hacia la ciberviolencia.
Se utilizaron categorías predefinidas basadas en la literatura previa, pero también se permitió la
aparición de categorías emergentes a partir de los datos obtenidos.
Para garantizar la fiabilidad del análisis cualitativo, los investigadores revisaron independientemente
las transcripciones y acordaron en conjunto las categorías finales. Este proceso permitió una
interpretación más rica y detallada de las experiencias subjetivas de los participantes en relación con la
ciberviolencia.
Consideraciones éticas
El estudio cumplió con todas las normas éticas establecidas por la Universidad Autónoma de Guerrero.
Se obtuvo el consentimiento informado de todos los participantes antes de la recolección de datos.
Además, se garantizó la confidencialidad y el anonimato de las respuestas, y se informó a los
pág. 2067
participantes de su derecho a retirarse del estudio en cualquier momento sin repercusiones. Las
entrevistas se realizaron en un entorno privado para asegurar que los participantes pudieran compartir
sus experiencias de manera abierta y sin temor a represalias.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Datos sociodemográficos
El estudio se llevó a cabo entre 104 estudiantes de la Escuela Superior de Enfermería No. 1, con una
media de edad de 16.3 años. El grupo estaba conformado mayoritariamente por mujeres (83.7%),
mientras que los hombres representaban el 16.3% del total.
Estos datos reflejan la composición predominante femenina en los bachilleratos técnicos de enfermería.
Es importante destacar que 89.4% de los estudiantes afirmaron que sus padres conocían las redes
sociales que utilizaban, aunque 88.5% de los participantes no recibieron la aprobación de sus padres
antes de registrarse en sitios web.
Figura 1. Composición de la muestra según sexo.
Resultados sobre ciberviolencia en el noviazgo
pág. 2068
Figura 2. Condición de víctima asumida por los participantes
El estudio muestra que el 67.3% de los estudiantes fue víctima de ciberviolencia, mientras que el 58.7%
admitió haber perpetrado algún tipo de ciberviolencia en sus relaciones. Este dato evidencia la
bidireccionalidad de la ciberviolencia, donde tanto hombres como mujeres actúan como perpetradores
y víctimas.
En el estudio de Gabarda (2021), se encontraron resultados similares, donde la prevalencia de
ciberviolencia fue alta entre los jóvenes que experimentaron y ejercieron comportamientos de control y
agresión digital (Gabarda, 2021). Este fenómeno refleja un patrón preocupante de reciprocidad en la
violencia, que se manifiesta tanto en la victimización como en la perpetración.
Ciberviolencia y género
El análisis de género indica que el 67.8% de las mujeres y el 64.7% de los hombres fueron víctimas de
ciberviolencia. En cuanto a la perpetración, el 59.7% de las mujeres ejerció ciberviolencia, en
comparación con el 52.9% de los hombres.
Tabla 1. Víctimas de ciberviolencia
Sexo
Total
Mujer
No Víctima
32.2 %
34
Víctima
67.8 %
70
Total
100 %
104
pág. 2069
Tabla 2. Perpetración de violencia
Sexo
Total
Hombre
Mujer
Perpetrador
47.1 %
40.2 %
43
No perpetrador
52.8 %
59.8 %
61
Total
100 %
100 %
104
En el estudio realizado por De Los Reyes (2022) también encontró que, aunque los hombres tienden a
perpetrar ciberviolencia en forma de agresiones más directas (insultos, amenazas), las mujeres están
más involucradas en el cibercontrol de la pareja, lo que concuerda con los resultados del presente estudio
(De Los Reyes, 2022).
Dependencia emocional y celos en la ciberviolencia
Los celos y la dependencia emocional son factores importantes que explican los comportamientos de
vigilancia y control en las relaciones de noviazgo. En el estudio actual, se encontró que el 28.6% de los
participantes identificó los celos como la principal motivación detrás de sus acciones de ciberviolencia.
El estudio "Dependencia emocional, celos románticos y ciberviolencia en parejas jóvenes" de Herrero
et al. (2022) reveló que tanto los celos románticos como la dependencia emocional son predictores
significativos de la ciberviolencia. Los jóvenes que dependen emocionalmente de sus parejas suelen
participar en prácticas de control emocional, utilizando las tecnologías para vigilar y verificar
constantemente las actividades de su pareja (Herrero et al., 2022). Este hallazgo refuerza los resultados
de este estudio, en el que muchos estudiantes justificaron el control sobre sus parejas como una medida
para mitigar los celos o la inseguridad.
Un participante del estudio actual explicó: "Me enfado si está en línea y no me contesta enseguida
porque me imagino cosas que no son".
Este tipo de comportamiento fue reportado por el 34.8% de los estudiantes, lo que destaca cómo los
celos y la necesidad de control influyen en la ciberviolencia.
pág. 2070
Tipos de ciberviolencia: Cibercontrol y ciberagresión
Tabla 3. Condición de implicación en la ciberviolencia tipo control
Condición de
implicación
Frecuencia
Porcentaje
Total
104
100%
No implicados
44
42.3%
Implicados
60
57.3%
En términos de los tipos de ciberviolencia, el cibercontrol fue la forma más prevalente, con el 57.3% de
los estudiantes reportando haberlo sufrido o perpetrado. El cibercontrol incluye conductas como vigilar
las actividades en línea de la pareja y exigir acceso a contraseñas.
Tabla 4. Condición de implicación en la ciberviolencia tipo agresión
Ciberviolencia de
pareja tipo agresión
Frecuencia
Porcentaje
No implicados
84
80.8%
Implicados
20
19.2%
Total
104
100%
Por otro lado, la ciberagresión, que incluye insultos y amenazas, fue menos común, con un 19.2% de
los estudiantes involucrados.
En comparación, el estudio de Gabarda (2021) encontró que el ciberacoso está estrechamente
relacionado con el cibercontrol en las relaciones de noviazgo. Los autores concluyeron que las
dinámicas de acoso y control en línea refuerzan los comportamientos de vigilancia y dependencia
emocional, lo que genera un ciclo de agresión mutua entre los miembros de la pareja (Gabarda, 2021).
Factores psicosociales y familiares
Los factores psicosociales también son fundamentales para entender la ciberviolencia. Los resultados
indican que el 78.6% de los participantes reportó antecedentes de violencia psicológica en sus hogares,
lo que sugiere que los patrones de violencia familiar pueden transferirse a las relaciones de noviazgo.
El estudio "Ciberacoso y ciberviolencia de pareja: ¿Fenómenos relacionados?" de Gabarda (2021)
refuerza esta idea, al señalar que las experiencias de violencia en el hogar, como los abusos psicológicos
o físicos entre padres, pueden predisponer a los jóvenes a reproducir comportamientos violentos en sus
pág. 2071
relaciones. Además, la normalización de la violencia en el entorno familiar fomenta actitudes
permisivas hacia el control y la agresión en línea (Gabarda, 2021).
Factores socioculturales
Los factores socioculturales también influyen en la ciberviolencia. En este estudio, se encontró que las
normas de género tradicionales continúan afectando la dinámica de las relaciones de noviazgo. Aunque
los participantes, tanto hombres como mujeres, defendieron la equidad de género, los estereotipos y
roles de control persisten en la práctica.
El estudio de De Los Reyes (2022) también resalta que las expectativas culturales sobre el
comportamiento masculino y femenino perpetúan la violencia digital en las relaciones. La presión social
para cumplir con ciertos roles de género puede generar tensión en la relación, lo que a menudo
desemboca en comportamientos de cibercontrol o ciberagresión (De Los Reyes, 2022).
RESULTADOS CUALITATIVOS
Motivaciones detrás de la ciberviolencia
Las entrevistas semiestructuradas revelaron que la principal motivación para el uso de tecnologías de
control y agresión en el noviazgo es la inseguridad emocional. Muchos participantes, tanto hombres
como mujeres, indicaron que utilizaban las TIC para vigilar a sus parejas debido a celos o el miedo a
ser engañados. El control digital se percibía como una forma de garantizar la fidelidad y prevenir
posibles rupturas.
Uno de los entrevistados afirmó: "Sentía que, si no veía sus mensajes, si no sabía con quién estaba, me
podía engañar. Era más por protección, no para lastimarla".
Este testimonio refleja cómo el uso de la ciberviolencia, específicamente el cibercontrol, se justifica
como un mecanismo de defensa emocional.
Impacto percibido de la ciberviolencia
En cuanto al impacto de la ciberviolencia, los participantes reportaron consecuencias negativas para su
bienestar emocional. Las víctimas de ciberviolencia señalaron sentimientos de vigilancia constante,
pérdida de autonomía y estrés. Una participante expresó: "Siempre sentía que estaba siendo observada,
incluso cuando no estábamos juntos. Me pedía mis contraseñas, quería ver con quién hablaba. No
podía tener privacidad".
pág. 2072
Este tipo de dinámicas contribuye a la erosión de la confianza en la relación y puede generar tensiones
que afecten negativamente la salud mental de los involucrados.
Reciprocidad en la ciberviolencia
Un hallazgo notable fue la reciprocidad de la ciberviolencia en muchas relaciones. Tanto hombres como
mujeres reconocieron haber ejercido y sufrido ciberviolencia, lo que indica que la violencia en el
entorno digital tiende a ser bidireccional. Los participantes describieron ciclos de violencia reactiva,
donde los actos de control o agresión de un miembro de la pareja provocaban respuestas similares por
parte del otro.
Esta dinámica refuerza la idea de que la ciberviolencia no es un fenómeno unidireccional, sino una
forma de interacción que se desarrolla de manera recíproca dentro de la relación.
El presente estudio confirma que la ciberviolencia en el noviazgo es un fenómeno bidireccional, donde
tanto hombres como mujeres participan como víctimas y perpetradores. Los factores psicosociales,
como la dependencia emocional y los celos, junto con los factores familiares y socioculturales, juegan
un papel fundamental en la perpetuación de estas dinámicas violentas. Los estudios comparados
muestran patrones similares, especialmente en la prevalencia del cibercontrol y su relación con los celos
y la inseguridad emocional. Se recomienda el desarrollo de estrategias de intervención que aborden
estas problemáticas desde una perspectiva integral, considerando los factores individuales, familiares y
culturales que influyen en la ciberviolencia.
CONCLUSIONES
La ciberviolencia en el noviazgo se fundamenta en teorías relacionadas con el control interpersonal, la
dependencia emocional, y los celos románticos. Estos factores, exacerbados por el acceso constante a
las tecnologías digitales, han dado lugar a nuevas formas de violencia en las relaciones de pareja. De
acuerdo con la Teoría del Control Social, las dinámicas de poder en las relaciones tradicionales se han
trasladado al entorno digital, facilitando el uso de las redes sociales y los dispositivos móviles como
herramientas de vigilancia y control.
Los resultados del estudio revelan puntos clave sobre la ciberviolencia en el noviazgo. Encontrando un
elevado número de participantes en el estudio haber sido víctima de ciberviolencia, así como otro alto
pág. 2073
por ciento haber perpetrado este tipo de violencia. La naturaleza bidireccional de la ciberviolencia se
destaca como un patrón clave en las relaciones de noviazgo juvenil.
Se considera importante a partir de los resultados del estudio diseñar e implementar estrategias de
intervención que aborden tanto las raíces del problema como su manifestación en el entorno digital.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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