TUBERCULOSIS GASTROINTESTINAL
Y GANGLIONAR COMO MANIFESTACIÓN
DE LA TUBERCULOSIS DISEMINADA:
REPORTE DE UN CASO
GASTROINTESTINAL AND LYMPHATIC TUBERCULOSIS
AS A MANIFESTATION OF DISSEMINATED TUBERCULOSIS:
A CASE REPORT
Diomedes de Jesús Durango Hernández
Investigador Independiente, México
Diomedes Dario Durango Doria
Investigador Independiente, México
Alonso Alor Iturralde
Investigador Independiente, México
pág. 2486
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i5.13713
Tuberculosis Gastrointestinal y Ganglionar como Manifestación de la
Tuberculosis Diseminada: Reporte de un Caso
Diomedes de Jesús Durango Hernández1
diomedestill@gmail.com
https://orcid.org/0009-0005-2946-9755
Clinica Durango
Investigador Independiente
Veracruz, México
Diomedes Dario Durango Doria
durangodoria@yahoo.com.mx
https://orcid.org/0009-0006-2801-8597
Clinica Durango
Investigador Independiente
Veracruz, México
Alonso Alor Iturralde
a.alor.iturralde@gmail.com
https://orcid.org/0009-0003-6819-1392
Clinica Durango
Investigador Independiente
Veracruz, México
RESUMEN
La tuberculosis extrapulmonar (TB extrapulmonar), representan un 20-25% de los casos totales de
tuberculosis, de los cuales la tuberculosis abdominal representa hasta el 3% de los casos totales y tiene
dos presentaciones principales: peritoneal y gastrointestinal, pueden presentarse con un espectro clínico
variado, haciendo difícil su diagnóstico. La tuberculosis diseminada se presenta con infección de dos o
más sitios no contiguos. Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento médico tiene buenos
resultados. La tuberculosis gastrointestinal, es una patología infrecuente, pero con una incidencia en
aumento, que siembre habrá de considerarse como una etiología de la ileítis terminal. Se presenta el
caso de un hombre de 72 años que con tuberculosis gastrointestinal y linfática como forma de
presentación de tuberculosis diseminada.
Palabras Clave: tuberculosis gastrointestinal, tuberculosis abdominal, linfadenitis, genexpert
1 Autor principal
Correspondencia: diomedestill@gmail.com
pág. 2487
Gastrointestinal and Lymphatic Tuberculosis as a Manifestation of
Disseminated Tuberculosis: A Case Report
ABSTRACT
Extrapulmonary tuberculosis (extrapulmonary TB) represents 20-25% of the total tuberculosis cases,
with abdominal tuberculosis accounting for up to 3% of the total cases. It has two main presentations:
peritoneal and gastrointestinal. These can present with a varied clinical spectrum, making diagnosis
difficult. Disseminated tuberculosis is characterized by infection in two or more non-contiguous sites.
Once the diagnosis is established, medical treatment yields good results. Gastrointestinal tuberculosis
is an infrequent condition but with increasing incidence and should always be considered as an etiology
for terminal ileitis. This report presents the case of a 72-year-old man with gastrointestinal and
lymphatic tuberculosis as a manifestation of disseminated tuberculosis.
Keywords: gastrointestinal tuberculosis, abdominal tuberculosis, lymphadenitis, genexpert
Artículo recibido 02 agosto 2024
Aceptado para publicación: 07 setiembre 2024
pág. 2488
INTRODUCCIÓN
La infección por Mycobacterium ruberculosis, afecta cerca de 10 millones de personas y representa la
causa de muerte de un millón de personas anualmente [5]. Los casos de tuberculosis extrapulmonar (TB
extrapulmonar), representan un 20-25% de los casos totales de tuberculosis [3]. Se describe además una
forma de presentación diseminada definida como la infección de dos o más sitios no contiguos [1].
La tuberculosis Gastrointestinal, representa solo del 1-3% de los casos de TB extrapulmonar [6]. Debido
a su presentación clínica inespecífica, el diagnóstico y tratamiento pueden retrasarse. El uso de estudios
de imagen y endoscopia, pueden ayudar a la obtención de muestras para diagnóstico [5]. En algunos
casos el diagnóstico se realiza incidentalmente en la cirugía. [8].
Dentro del contexto de la patología abdominal quirúrgica, se debe tener en cuenta que es una posible
causa de ileítis terminal.
Una vez establecido el diagnostico, el tratamiento de la tuberculosos extrapulmonar no difiere del
esquema de tratamiento de la enfermedad pulmonar [3]. Reservando el tratamiento quirúrgico a los casos
de complicación. [6].
Se presenta el caso de un hombre de 72 años que presentó tuberculosis gastrointestinal y linfática como
forma de presentación de tuberculosis diseminada, el diagnóstico se realizo de forma incidental sobre
la base de los hallazgos transoperatorios. El tratamiento posterior fue farmacológico.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se presenta el caso clínico de un paciente con diagnóstico de tuberculosis diseminada, manejado en
servicio particular. Tras el desarrollo del caso clínico, se realizó una búsqueda sistemática de la literatura
relacionada a la patología en cuestión, utilizando buscadores de bases de datos de PubMed, Google
Scholar y Elsevier, con las palabras clave: tuberculosis abdominal, tuberculosis intestinal, tuberculosis
extrapulmonar, tuberculosis diseminada, linfadenitis tuberculosa. La revisión final se realizó por parte
de especialistas en cirugía general y medicina interna.
Presentación de caso
Se presenta el caso de un hombre de 72 años, con antecedentes de plastia inguinal derecha 20 años atrás,
sin enfermedades crónicas, combe negativo y un historial de malestar general y fiebre intermitente
vespertina de 1 mes de evolución, presentando aumento de volumen inguinal derecho de 3 semanas y
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un cuadro de dolor inguinal derecho agudo de 48 horas. Corroborando por exploración una probable
hernia inguinal derecha recidivante complicada. La radiografía de tórax no mostro datos
patognomónicos de tuberculosis. El reporte de laboratorio se muestra en la Tabla 1.
Tabla 1: Hallazgos de laboratorios al ingreso.
Valor Resultado Referencia
Hemoglobina 12 g/dl 13-17 g/dl
Leucos totales 13,8000/μl 4,5000-11,0000/μl
Neutrófilos 9,384/μl 1,800-7,700/μl
Linfocitos 828.0/μl 1,000-4,800/μl
Eosinófilos 552.0/μl 20.0-450.0/μl
Glucosa 135mg/dl 70-110mg/dl
Creatinina 2.66mg/dl 0.6-1.1mg/dl
INR% 1.25% 0.8-1.2%
Proteínas totales 5.10g/dl 6.7-8.3g/dl
Albumina 2.30g/dl 3.8-5.0g/l
AC. ANTI HIV 1 Y 2 No reactivo No reactivo
Por el presunto diagnóstico de hernia inguinal recidivante complicada se realizó abordaje quirúrgico
inguinal, encontrando adenopatías inguinales de la cadena superficial y profunda con aumento de
volumen y material purulento aparentemente procedente del espacio preperitoneal y probablemente
abdominal (Fig.- 1a y 1b).
Figura 1
pág. 2490
Ante el hallazgo en la región inguinal, se consideró una patología abdominal complicada como causa
del material purulento, realizando abordaje abdominal mediante laparotomía encontrando múltiples
lesiones nodulares tipo implantes, en peritoneo parietal y visceral, así como un proceso inflamatorio
local involucrando únicamente la región ileocecal, asociado a adenopatías y engrosamiento del
mesenterio del íleon distal. (Fig.- 2).
Figura 2
Se tomaron múltiples fragmentos para biopsia del peritoneo parietal y mesenterio de íleon distal. (Fig.-
3).
Figura 3
pág. 2491
Por la sospecha diagnóstica de tuberculosis intestinal y ganglionar, no se realizó ningún manejo
quirúrgico ante los hallazgos de la región ileocecal. El reporte histopatológico definitivo fue
correspondiente con tuberculosis intestinal y ganglionar. Se refiere la descripción a continuación. Se
reciben fragmentos referidos como ganglio inguinal e implante peritoneal, observando en los cortes
histológicos inflamación aguda y crónica intensa por linfocitos maduros, polimorfonucleares y células
gigantes de Langhans, que rodean áreas de necrosis caseosa. En la tinción de Ziehl Neelsen se
observaron incontables bacilos de Mycobacterium tuberculosis. (Fig.- 4).
Figura 4
Tras confirmar el diagnóstico, se realizó él envió del paciente al especialista en el área para el inicio
temprano del tratamiento antituberculoso.
En el presente caso, el diagnóstico de tuberculosis intestinal se hizo de manera incidental, sobre la base
de los hallazgos transoperatorios en un procedimiento quirúrgico realizado por un diagnóstico inicial
diferente. Ante dichos hallazgos y debido a que el paciente no presentaba datos de estenosis o de
oclusión intestinal, se optó por el tratamiento médico. Confirmado posteriormente el diagnóstico de
tuberculosis intestinal por microbiología.
DISCUSIÓN
La infección por Mycobacterium tuberculosis afecta a cerca de 10 millones de personas y representa la
causa de muerte de un millón de personas anualmente [5]. Puede presentarse con un espectro clínico
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variado, con síntomas vagos que pueden ocurrir en el contexto de una radiografía de tórax normal y
cultivos negativos, haciendo difícil su diagnóstico [1].
En este amplio espectro, existen formas que no solo se limitan a la clásica tuberculosis pulmonar. La
Organización Mundial de la Salud define la tuberculosis extrapulmonar como una infección causada
por M. tuberculosis que afecta tejidos u órganos fuera del parénquima pulmonar y representa el 20 al
25% de los casos totales de tuberculosis [3].
También existe la tuberculosis diseminada, definida como la infección de dos o más sitios no contiguos
como resultado de la diseminación linfática o hematógena por M. tuberculosis [1]. Su incidencia global
es poco clara, pero se estima que representa hasta el 20% de los casos de tuberculosis extrapulmonar [2].
En el entorno clínico mexicano, hasta 2021 se reportaron más de 20,000 casos nuevos de todas las
formas de tuberculosis, con la mayor incidencia en estados como Baja California, Sonora, Tabasco,
Guerrero y Veracruz, y una predominancia en el sexo masculino. El 19% se atribuye a las formas no
pulmonares, donde la tuberculosis intestinal representa el 2% de los casos [11].
Los factores generales para el desarrollo de tuberculosis extrapulmonar incluyen edad, género
femenino, VIH, comorbilidades como diabetes mellitus y otros estados de inmunosupresión [3]. En la
población mexicana predominan la diabetes mellitus, desnutrición, alcoholismo, tabaquismo y uso de
drogas, dejando en último lugar la inmunosupresión por VIH [11].
Existen diversas formas de presentación de la tuberculosis extrapulmonar. La enfermedad linfática y
gastrointestinal usualmente se desarrollan en edades avanzadas [3].
La linfadenitis tuberculosa es una de las formas más comunes, representando entre el 30 y el 40% de
los casos de TB extrapulmonar. Se presenta en la región cervical en el 70% de los casos, pero puede
afectar otras áreas como la axilar e inguinal [4].
El diagnóstico primario es fácil mediante biopsia por aspiración con aguja fina. La biopsia abierta es
invasiva, por lo que se recomienda en casos de nódulos múltiples o aspiración negativa [4]. El tratamiento
quirúrgico rara vez es necesario, en casos selectos, se puede realizar incisión y drenaje así como
resección [13].
Por otro lado, la tuberculosis abdominal también se encuentra entre los sitios más comunes de afectación
extrapulmonar. Puede afectar el tracto gastrointestinal, peritoneo, órganos viscerales o nódulos
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linfáticos [12]. Sin embargo, las dos presentaciones principales son la peritonitis tuberculosa y la
tuberculosis gastrointestinal [5]. Esta última representa del 1 al 3% de todos los casos mundiales de
tuberculosis. Puede ocurrir en el contexto de enfermedad pulmonar activa o como infección primaria
sin afección pulmonar [6]. Es importante distinguirla de posibles imitadores como carcinomatosis
peritoneal o enfermedad de Crohn [5].
Aunque puede presentarse en cualquier parte del tracto gastrointestinal, la región ileocecal es la más
afectada, debido a una combinación de factores en esta región, como el lumen estrecho, mayor estasis
fisiológica (permitiendo la absorción) y menor actividad digestiva [6]. La infección puede ocurrir por
ingestión de esputo de una persona enferma, siembra hematógena o linfática, infección de tejidos
adyacentes o ingestión de productos lácteos no pasteurizados infectados con M. bovis [6].
La presentación clínica es variada y poco específica [7]. El dolor abdominal puede ser crónico o
agudizado cuando se presentan complicaciones. La pérdida ponderal usualmente se debe al proceso
inflamatorio crónico, disminución de la ingesta y absorción alterada. Los pacientes suelen presentar
fiebre irregular de bajo grado, predominante vespertina. También pueden ocurrir otros síntomas como
diarrea o constipación crónica [5].
En la exploración puede existir ascitis y lesión tumoral palpable, especialmente en el cuadrante inferior
derecho. Hasta el 30% de los pacientes se presentan con obstrucción intestinal, y solo el 25% presenta
afectación pulmonar concomitante o previa [5].
Para el diagnóstico de la tuberculosis, existen muchas pruebas. Los estudios microbiológicos con la
demostración del bacilo aún son el estándar de oro. En el examen microbiológico, es útil la tinción de
bacilos ácido-alcohol resistentes, como la tinción Ziehl-Neelsen y el cultivo [7]. Algunos de los estudios
más utilizados son la analítica sanguínea, donde los pacientes muestran niveles bajos de hemoglobina
y albúmina sérica, así como los estudios de imagen y endoscopía, que han ayudado a la obtención de
tejido para muestras de histología y microbiología [5].
Los hallazgos tomográficos altamente sugestivos incluyen válvula ileocecal deformada con dilatación
del íleon terminal y ciego contraído con válvula anormal [8]. En la enfermedad peritoneal, puede haber
engrosamiento mesentérico y peritoneal y ascitis [6].
pág. 2494
En el examen histopatológico, algunas características típicas son la presencia de granulomas, necrosis
caseosa, células de Langhans e inflamación. El número requerido de muestras es de 8 a 10 [7]. Las
pruebas de liberación de interferón gamma tienen mejor sensibilidad y especificidad que la prueba de
tuberculina; valores >100 pg/ml se asocian con la posibilidad de tuberculosis intestinal, aunque no
puede diferenciar entre formas activas y latentes [5].
En los estudios moleculares, la evaluación GeneXpert es una prueba basada en PCR en tiempo real para
la detección rápida de bacilos y mutaciones relacionadas con la resistencia a rifampicina [7]. La prueba
de adenosina desaminasa en líquido peritoneal ofrece un test sensible y específico para TB intestinal [5].
La laparoscopía ha demostrado confirmatoria en el diagnóstico con hallazgos que incluyen
engrosamiento peritoneal y nódulos blanquecinos [15]. El aspecto macroscópico suele ser suficiente para
establecer el diagnóstico [5]. Se reporta que hasta en el 35% de los casos, el diagnóstico es incidental en
cirugías realizadas por otra causa [7].
En los casos de duda, se sugiere una prueba terapéutica, con precisión diagnóstica reportada del 19 al
29%; la respuesta al tratamiento se considera un criterio diagnóstico para tuberculosis gastrointestinal[5].
El tratamiento de las formas extrapulmonares de tuberculosis no difiere de los regímenes de la
tuberculosis pulmonar [3]. Un régimen de 4 fármacos es el tratamiento recomendado, siendo efectivo
con una buena tasa de curación [6]. El tratamiento quirúrgico suele ser necesario ante la presencia de
complicaciones como obstrucción, perforación y fístula. Las opciones terapéuticas incluyen bypass para
los segmentos afectados, usado con poca frecuencia por el riesgo de síndrome de asa ciega, y la
resección del segmento afectado con anastomosis. La cirugía conservadora, como la estricturoplastia,
está recomendada en estenosis mayor al 50% [6].
En el contexto clínico-quirúrgico, es importante reconocer la ileítis terminal como una patología
inflamatoria de la parte distal del íleon. Históricamente atribuida a enfermedad de Crohn, actualmente
se conoce su relación con diversas etiologías como colitis ulcerativa, consumo de AINEs, neoplasias
malignas, patologías infiltrativas y causas infecciosas [9]. Las causas infecciosas pueden guiar a errores
en el diagnóstico debido a que imitan las características endoscópicas e histopatológicas de la
enfermedad de Crohn, dentro de las cuales se han relacionado infecciones por Actinomyces,
Clostridium, Cytomegalovirus y M. tuberculosis [9].
pág. 2495
Los datos que pueden indicar tuberculosis son un patrón morfológico anormal ileocecal, la presencia
de úlceras transversales y pseudo-pólipos. La comparación de patrones clínicos y endoscópicos,
cultivos, PCR e imágenes son los que guiarán a una mejor conclusión para determinar la posible
causa[10].
Siempre un alto índice de sospecha y estar familiarizado con estas diversas características permite un
rápido reconocimiento y tratamiento de esta enfermedad [14].
CONCLUSIONES
La tuberculosis afecta a cerca de 10 millones de personas en el mundo. En nuestro entorno, en la
población mexicana, se reportan más de 20,000 casos por año, en su mayoría con enfermedad pulmonar
(79%), pero el 19% representa formas extrapulmonares. La enfermedad extrapulmonar tiene una
presentación clínica inespecífica y muchas veces se diagnostica y trata de forma tardía. Sin olvidar que
puede simular otras patologías, lo que dificulta el diagnóstico. Aunque los estudios microbiológicos aún
son el estándar de oro, en algunos casos el diagnóstico se establece tras un hallazgo incidental en una
cirugía o post mortem. Una vez establecido el diagnóstico, la respuesta al tratamiento médico es
excelente, reservando los procedimientos quirúrgicos para la resolución de complicaciones. Sin dudas,
no debemos olvidar que en la práctica clínica, existen estas formes de presentación extrapulmonar,
reservando la sospecha para los casos de difícil diagnóstico o presentaciones atípicas, tomando en
cuenta siempre el entorno demográfico y la presencia de factores de riesgo.
En nuestro caso, el paciente presentó tuberculosis diseminada, con afectación gastrointestinal,
peritoneal y ganglionar, sin factores de riesgo identificables o infección pulmonar actual o previa. El
diagnóstico se realizó de forma incidental sobre la base de los hallazgos operatorios.
La tuberculosis gastrointestinal es una patología infrecuente, pero siempre debe considerarse como
diagnóstico diferencial, especialmente con factores de riesgo, zonas endémicas, como en nuestro caso,
referente de Veracruz, y síntomas como fiebre de larga evolución, fatiga y pérdida ponderal, así como
manifestaciones abdominales, aun cuando no se encuentre una infección pulmonar activa.
pág. 2496
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