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INTRODUCCIÓN
Desde un punto de vista económico y social (Chan, 2016) el conocimiento ha sido un factor clave en el
surgimiento y desarrollo de las civilizaciones a través de la historia de la humanidad (Gaona, Sierra y
González, 2017). De tal manera que se considera a la sociedad contemporánea como la sociedad de la
información y el conocimiento (Boisier, 2001; Castells, 1996).
A favor del planteamiento, se ha comprobado que las sociedades que ofrecen altos niveles de bienestar
para sus ciudadanos, son aquellas a donde el conocimiento se ha constituido como piedra angular del
desarrollo económico y social.
Por esta razón la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha teorizado
sobre el término economía del conocimiento (Orduz, 2012). ( BM, 2007; Gaona et al., 2017) mencionan
que la economía del conocimiento se basa en 4 pilares como: 1. Incentivos económicos y régimen
institucional, 2. Educación, 3. Innovación y 4. Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)
(Ávila, 2013).
En el pilar correspondiente a educación, surge la necesidad de contar con sistemas de educación superior
afianzados, debido a que esto permitirá la creación de conocimiento y la formación de capital humano
de alto nivel, lo cual es un factor estratégico para el desarrollo de un país (Rivera, Rivera, Ruiz y Olvera,
2016; Sancho, Ornellas y Arrazola, 2018).
En el caso de México, si bien ya existe un sistema de educación consolidado, este enfrenta algunos retos
(Hernández et al., 2015) como son: i) Elevar la cobertura de forma significativa; ii) Mejorar la calidad;
iii) Y reducir las desigualdades regionales en el acceso a la misma y garantizar un financiamiento
adecuado. (Narro, Martuscelli y Bárzana, 2012).
En este entorno los especialistas, sugieren la implementación de la EaDV (Educación a Distancia
Virtual), como estrategia de respuesta a problemáticas de cobertura y financiamiento. Al respecto, la
EaDV resulta viable (García, 2017; García, 2010).
La EaDV, se refiere al desarrollo de programas de formación que tienen como escenario de enseñanza
y aprendizaje el ciberespacio, sin que se dé un encuentro cara a cara entre el profesor y el alumno es
posible establecer una relación interpersonal de carácter educativo, desde esta perspectiva, la EaDV
propicia espacios de formación, apoyándose en las TIC para instaurar una nueva forma de enseñar y de