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OPCIONES TERAPÉUTICAS ACTUALES CLÍNICO Y
SUS PRINCIPALES COMPLICACIONES DE ADENOMA
HIPOFISIARIO EN UN CENTRO DE REFERENCIA DE
ECUADOR Y LATINOAMÉRICA
CURRENT CLINICAL THERAPEUTIC OPTIONS AND THEIR MAIN
COMPLICATIONS OF PITUITARY ADENOMA IN A REFERENCE
CENTER IN ECUADOR AND LATIN AMERICA
Dr. M. Edwin Rubén Pilalumbo Choloquinga. MD. ESP.
Clínicas y Hospitales de la Red de Especialidades Médicas Provida Ecuador
Dr. M. Roy Alejandro Guevara Álvarez. MD.
Universidad de la Américas - Ecuador
Dr. C. José Roberto Lema Balla, PhD. ESP. MSC.
Hospital Fibuspam - Ecuador
Dr. M. Yolanda Maribel Venegas Ortiz. MD.
Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, “ESPOCH”, Cotopaxi - Ecuador
Dr. C. Juan Carlos Lema Balla, PhD. ESP. MSC.
Hospital Fibuspam - Ecuador
pág. 3598
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i5.13842
Opciones terapéuticas actuales clínico y sus principales complicaciones de
Adenoma Hipofisiario en un centro de referencia de Ecuador y
Latinoamérica
Dr. M. Edwin Rubén Pilalumbo Choloquinga.
MD. ESP. 1
neuropilalumbo@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-9316-2943
Clínicas y Hospitales de la Red de Especialidades
Médicas Provida
Latacunga, Ecuador
Dr. M. Roy Alejandro Guevara Álvarez. MD.
roy.guevara.a@gmail.com
https://orcid.org/0009-0004-8522-6152
Universidad de la Américas
Quevedo, Ecuador
Dr. C. José Roberto Lema Balla, PhD. ESP.
jose.lema@hgl.mspz3.gob.ec
https://orcid.org/0000-0002-1401-7503
Hospital Fibuspam
Riobamba, Ecuador
Dr. M. Yolanda Maribel Venegas Ortiz. MD.
yoli180720@gmail.com
https://orcid.org/0009-0005-5082-4256
Escuela Superior Politécnica de Chimborazo,
“ESPOCH”, Cotopaxi
Pujili, Ecuador
Dr. C. Juan Carlos Lema Balla, PhD. ESP.
MSC.
cirplasrio2021@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-2573-7426
Hospital Fibuspam
Riobamba, Ecuador
RESUMEN
Los adenomas hipofisarios son tumores relativamente comunes que surgen de las células de la
glándula pituitaria. Representa del 10 al 15% de todos los tumores intracraneales, estos se clasifican
en: •Adenoma benigno. • Adenoma invasivo. • Cáncer. La mayoría de los tipos de tumores hipofisarios
se tratan inicialmente quirúrgicamente y se suspende el tratamiento farmacológico si la cirugía fracasa.
Los tumores hipofisarios no desaparecen por solos, pero si se descubren de manera incidental y no
causan síntomas, es posible que no requieran tratamiento. Los principales tratamientos son
medicamentosos, quirúrgicos, hormonales o por radioterapia. Los objetivos de este estudio son:
Describir las opciones actuales de tratamiento de los adenomas hipofisarios y analizar las principales
complicaciones observadas en centros de referencia del Ecuador y América Latina. Se ha realizado un
estudio, de bases de datos y casos reportados que padecen esta afección de salud, en las diferentes
fuentes encontradas en publicaciones referenciadas. Y se aplican métodos para el análisis de
documentos y el cálculo porcentual para analizar, los datos obtenidos.
Palabras clave: adenomas hipofisarios, tratamientos medicamentosos, cirugía, hormonas, radioterapia
1
Autor Principal
Correspondencia: neuropilalumbo@gmail.com
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Current clinical therapeutic options and their main complications of
pituitary adenoma in a reference center in Ecuador and Latin America
ABSTRACT
Pituitary adenomas are relatively common tumors that arise from the cells of the pituitary gland. They
represent 10 to 15% of all intracranial tumors. They are classified as: Benign adenoma. Invasive
adenoma. • Cancer. Most types of pituitary tumors are initially treated surgically and drug treatment is
discontinued if surgery fails. Pituitary tumors do not disappear on their own, but if they are discovered
incidentally and do not cause symptoms, they may not require treatment. The main treatments are
medication, surgery, hormones or radiotherapy. The objectives of this study are: To describe the
current treatment options for pituitary adenomas and analyze the main complications observed in
reference centers in Ecuador and Latin America. A study of databases and reported cases of people
suffering from this health condition has been carried out in the different sources found in referenced
publications. Methods for document analysis and percentage calculation are applied to analyze the
data obtained.
Keywords: pituitary adenomas, drug treatments, surgery, hormones, radiotherapy
Artículo recibido 08 agosto 2024
Aceptado para publicación: 12 setiembre 2024
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INTRODUCCIÓN
Los tumores hipofisarios representan entre el 10 y el 25% de todos los tumores intracraneales. Según
los estudios citados, se clasifican en uno de tres grupos según su comportamiento biológico: (Asa SL,
Ezzat S: 1998., Landman RE, Horwith M, Peterson RE, et al.: 2002.)
•Adenoma benigno .
Adenoma invasivo.
Cáncer.
Los adenomas representan la mayoría de los tumores hipofisarios, con una incidencia global estimada
del 17%. Algunos adenomas presentan síntomas. (Ezzat S, Asa SL, Couldwell WT, et al. 2004)
Asimismo, desde el punto de vista anatómico, los adenomas hipofisarios se clasifican en
intrapituitarios, intraselares, difusos e infiltrativos. (Kovacs K, Horvath E, Vidal S: 2001)
Los adenomas invasivos, que representan aproximadamente el 35% de todos los tumores hipofisarios,
pueden afectar la duramadre, el cráneo o el seno esfenoidal. (Scheithauer BW, Kovacs KT, Laws ER,
et al: 1986) Los carcinomas representan el 0,1% de todos los tumores hipofisarios. (Pernicone PJ,
Scheithauer BW, Sebo TJ, et al. , Lagel BT, Cudwell WT, 2004)
La aparición de adenomas hipofisarios también puede ocurrir como un componente de cualquiera de
los siguientes síndromes tumorales familiares: (Levy A: 2004)
Neoplasia endocrina múltiple tipo 1.
Complejo de Carney (p. ej., mixoma, enfermedad cardíaca, manchas pigmentarias). Ocurre no
sólo en la piel sino también en tumores de las glándulas suprarrenales y de la hipófisis anterior).
Acromegalia familiar aislada.
También deben considerarse otras lesiones en el diagnóstico diferencial del tumor de Seller. Aunque es
poco común, la hipofisitis linfocítica (autoinmune) debe considerarse en el diagnóstico diferencial de
una masa hipofisaria no discreta, especialmente si ocurre durante el embarazo o después del parto.
(Caturegli P, Newschaffer C, Olivi A, et al. 2005) Además, los médicos deben considerar el
craneofaringioma y el quiste de la hendidura de Radtke en el diagnóstico diferencial de los tumores
hipofisarios.
Se puede desarrollar una masa sótano a partir de un tumor que ha hecho metástasis en la glándula
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pituitaria. Por lo general, ocurre en el contexto de metástasis generalizadas, que generalmente
involucran cinco o más metástasis (generalmente óseas). Los cánceres de mama y de pulmón son los
tumores primarios más comunes que metastatizan en la glándula pituitaria. (Komninos 2004)
Los objetivos de este estudio son: Describir las opciones actuales de tratamiento de los adenomas
hipofisarios y analizar las principales complicaciones observadas en centros de referencia del Ecuador
y América Latina
METODOLOGÍA
- Diseño del estudio: se ha realizado un estudio, de bases de datos y casos reportados que padecen
esta afección de salud en las diferentes fuentes encontradas en publicaciones referenciadas.
- Análisis de datos: Métodos se emplearon el análisis de documentos y el cálculo porcentual para
analizar, los datos obtenidos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los adenomas hipofisarios son tumores relativamente comunes que surgen de las células de la
glándula pituitaria. Representa del 10 al 15% de todos los tumores intracraneales (Kaltsas GA,
Nomikos P, Kontogeorgos G, Buchfelder M, Grossman AB. 2005. Ostrom QT, Gittleman H, Farah P,
Ondracek A, Chen Y, Wolinsky Y, et al., 2013).
La prevalencia se estima en 80-90 por 100.000 habitantes (Fernandez A, Karavitaki N, Wass JA.
2010; Daly AF, Rixhon M, Adam C, Dempegioti A, 2006). Dependiendo de su tamaño, los adenomas
hipofisarios se clasifican en microadenomas y macroadenomas con un punto de corte de 10 mm. Sin
embargo, si los tumores miden más de 30 o 40 mm, se denominan macroadenomas5.
Aproximadamente tres cuartas partes de los tumores hipofisarios no funcionantes (NFPA) surgen de
células gonadotrofas y se denominan gonadotrofas.
En menos del 10%, la inmunohistoquímica para la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), la hormona
del crecimiento (GH), la prolactina (PRL) o la hormona estimulante de la tiroides (TSH) puede ser
positiva y se denominan tumores de Masu. Sin embargo, el resto de estos adenomas no muestran
tinción positiva para ninguna de las hormonas pituitarias y, por lo tanto, se denominan adenomas de
células nulas. La característica clínica de MAHNF es que no muestra signos de secreción hormonal en
concentraciones suficientes para desarrollar un síndrome clínico (Chatzellis E, Alexandraki KI,
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Androulakis II, Kaltsas G. 2015).
La mayoría de los MAHNF son esencialmente inofensivos y no invasivos, permanecen en la silla turca
y exhiben un crecimiento lento o constante. Del 25 al 55 % de todos los tumores hipofisarios pueden
mostrar signos de invasión de la duramadre, el hueso o las estructuras anatómicas circundantes
(adenomas hipofisarios invasivos) (Chatzellis E, Alexandraki KI, Androulakis II, Kaltsas G. 2015).
Los carcinomas, definidos por la presencia de metástasis cerebroespinales o sistémicas y atipia celular,
son extremadamente raros, con una incidencia del 0,2% de todos los tumores hipofisarios (Chatzellis
E, Alexandraki KI, Androulakis II, Kaltsas G. 2015; Scheithauer BW, Kurtkaya-Yapisie O, Kovacs
KT, Young WF Jr., Lloyd RV. 2005.
En 2004, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un sistema de clasificación de los
tumores hipofisarios basado en la presencia o ausencia de productos secretores identificados mediante
inmunohistoquímica (IHC), clasificándolos en adenomas hipofisarios típicos, adenomas atípicos,
carcinomas hipofisarios y carcinomas hipofisarios. Mostró un adenoma silencioso 7. Los adenomas
atípicos son adenomas que exhiben un comportamiento agresivo con invasión de los tejidos
circundantes, índice mitótico alto, índice Ki67 > 3% y tinción de p53 marcadamente positiva, y la
ausencia de metástasis a distancia indica que la glándula pituitaria se distingue del cáncer (Chatzellis
E, Alexandraki) . , Androulakis II, Kaltsas G. 2015)
Los adenomas hipofisarios son tumores que surgen de las células adenohipofisarias de la hipófisis y
representan aproximadamente el 10-15 % de todos los tumores intracraneales 1-(Chatzellis E,
Alexandraki KI, Androulakis II, Kaltsas G. 2015). Según la OMS, el sistema de clasificación de los
adenomas hipofisarios se basa en la presencia o ausencia de productos secretores identificados
mediante inmunohistoquímica. Se identifican principalmente los adenomas hipofisarios típicos, los
adenomas atípicos y los carcinomas hipofisarios, pero esta clasificación también incluye los adenomas
silenciosos (subtipos corticotrópicos 1 y 2, adenomas silenciosos policlonales tipo 3 incluidos (Lloyd
RV, Kovacs K, Young WF Jr, Farrel). WE), Asa SL, Trouillas J, et al.
Los adenomas silenciosos pueden surgir de cualquier tipo de célula de la glándula pituitaria y producir
concentraciones anormales de hormonas, pero se denominan "clínicamente silenciosos" si no hay
signos de un síndrome clínico causado por una sobreproducción hormonal. Si no muestra
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sobreproducción hormonal ni síndrome clínico, se denomina "completamente silencioso". El
gonadotropoma y el adenoma de células nulas son las formas más comunes de adenoma silencioso
(Mayson SE, Snyder PJ. 2014). La mayoría de los adenomas hipofisarios son benignos. El adenoma
maligno o carcinoma pituitario se define por tener 1) diseminación metastásica craneoespinal o
sistémica y 2) características citológicas de malignidad, como pleomorfismo, atipia nuclear y signos
de figuras mitóticas, y la incidencia es del 0,2%1,6.
Los adenomas hipofisarios invasivos son adenomas que exhiben crecimiento supraselar, paraselar e
invasión de la duramadre, el hueso o las estructuras anatómicas subyacentes. Ocurren con una
prevalencia del 25-55%5. Los adenomas hipofisarios avanzados exhiben un comportamiento inusual,
que incluye invasión de estructuras adyacentes, resistencia a los tratamientos convencionales y
propensión a la recurrencia del tumor después de la cirugía. Pueden ser benignos o malignos (Kaltsas
GA, Nomikos P, Kontogeorgos G, Buchfelder M, Grossman AB. 2005; Chaitauer BW, Kurtskaya-
Yapisie O, Kovacs KT, Young WF Jr., Lloyd RV. 2005).
Los adenomas atípicos son adenomas que exhiben un comportamiento agresivo debido a la invasión
de los tejidos circundantes, un índice mitótico alto, un índice Ki67> 3% y tinción de p53
marcadamente positiva, y son similares a los carcinomas hipofisarios en ausencia de metástasis a
distancia. La prevalencia oscila entre el 2,78 y el 14,8%9.
Manifestaciones clínicas
Las principales características de los adenomas hipofisarios observados en la primera manifestación
clínica son la secreción insuficiente de hormonas hipofisarias y defectos del campo visual. (Levy A.
2004)Los signos y síntomas poco comunes de la enfermedad pituitaria incluyen: (Ibidem.)
Parálisis de pares craneales.
Epilepsia del lóbulo temporal.
Hidrocefalia.
Rinorrea en líquido cefalorraquídeo.
Los signos y síntomas comúnmente asociados con los tumores hipofisarios están relacionados con el
tipo de célula (es decir, prolactinomas, adenomas corticotróficos, adenomas propensos al crecimiento,
adenomas tirotróficos y adenomas no funcionantes).
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Tumores hipofisarios productores de prolactina Los signos y síntomas de los tumores hipofisarios
productores de prolactina (también conocidos como prolactinomas y adenomas lactotrópicos)
incluyen: (Ibidem.)
Dolor de cabeza.
Pérdida del campo visual.
Oligomenorrea o amenorrea.
Reducción de la fertilidad
Pérdida del deseo sexual.
Disfunción eréctil.
Galactorrea activada por estrógenos en la mama femenina.
Tumor hipofisario productor de hormona corticotróficaLos signos y síntomas de un tumor productor
de hormona adrenocorticotrófica, también conocido como adenoma corticotrófico, incluyen: (Ibidem)
Dolor de cabeza
.• Pérdida del campo visual.
Miopatía proximal.• Distribución centrípeta de la grasa.
Síntomas neuropsiquiátricos.• Estrías.• Se forman moretones con facilidad.
La piel se vuelve más delgada.
Hirsutismo.
Osteopenia.
Tumores hipofisarios productores de hormona del crecimiento
Los signos y síntomas de los tumores hipofisarios productores de hormona del crecimiento (también
llamados adenomas secretores de hormona del crecimiento) incluyen: (Ibidem.)
Dolor de cabeza.
Pérdida del campo visual.
Crecimiento de pies y manos.
Mejoras.
Síndrome del túnel carpiano.
Ronquidos y apnea obstructiva del sueño.
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Crecimiento y prognatismo de la mandíbula.
Artrosis y dolores articulares.
Sudoración excesiva.
Dismorfofobia.
Tumores hipofisarios productores de hormona estimulante de la tiroides
Los signos y síntomas de los tumores productores de hormona estimulante de la tiroides (también
conocidos como adenomas estimulantes de la tiroides) incluyen: (Vance ML, 2004)
Palpitaciones.
Estoy temblando.
Pérdida de peso.
Insomnio.
Defecación excesiva.
Sudor.
Adenomas disfuncionales Los signos y síntomas de Adenomas disfuncionales (generalmente
adenomas gonadotrópicos) incluyen: (Losa M, Mortini P, Barzaghi R, et al 2001)
Dolor de cabeza.
Pérdida del campo visual.
Insuficiencia hipofisaria debida a compresión del tallo hipofisario o destrucción del tejido
hipofisario normal por un tumor. Se manifiesta principalmente como hipogonadismo
secundario.
Muy raros: hiperestimulación ovárica, aumento del volumen testicular o aumento de la
concentración de testosterona.
Además de los síntomas tempranos específicos del tipo de célula, la apoplejía hipofisaria (es decir,
accidente cerebrovascular por adenoma hipofisario) es otra manifestación clínica temprana importante
de los adenomas hipofisarios y es una enfermedad hemorrágica aguda o puede ser el resultado de un
infarto hipofisario isquémico. Hay adenomas hipofisarios disfuncionales o deciduos, pero a menudo
pasan desapercibidos.
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En una serie que analizó 40 casos de accidente cerebrovascular pituitario, se presentaron los siguientes
signos y síntomas: dolor de cabeza (63%), vómitos (50%), alteraciones del campo visual (61%),
oftalmoplejía (40%) y disminución de la función mental (13). %) ), hiponatremia (13%) y síncope
(5%). Sólo en 4 casos el diagnóstico de tumor hipofisario se realizó antes del ictus. (Lubina A,
Olchovsky D, Berezin M, et al.) 2005.)
Resultados
- Descripción del tratamiento: Resultados obtenidos con cada tratamiento. Se analizan tratamientos
según variante de adenoma.
Prolactinoma. Adenoma secretor de prolactina:
El fármaco utilizado para normalizar los niveles de prolactina tanto en hombres como en mujeres es el
fármaco más utilizado debido a su disponibilidad, pero la cabergolina (mesilato) es 2,5. Los mejores
resultados se obtienen utilizando dosis de ~10 mg/día, o 2,5 a 10 mg/día de cabergolina. Dosis de 10
mg semanales, 1 comprimido el lunes. Jueves).
Los tumores más grandes (macroadenomas) o tumores que son resistentes al tratamiento médico
pueden responder a la resección quirúrgica o a la radiocirugía estereotáxica.La intervención quirúrgica
está indicada sólo en macroprolactinomas con crecimiento supraselar significativo después de 3 meses
de tratamiento con un agonista de la dopamina (cabergolina) o en prolactinomas refractarios al
tratamiento farmacológico.
El abordaje quirúrgico único establecido se define por vía intranasal endoscópica estándar o extendida,
según la ubicación y extensión del tumor.
Acromegalia. Adenoma secretor de GH:
Implementación del tratamiento: - Tan pronto como se establece el diagnóstico, se elige la cirugía
como primera opción de tratamiento.
- El abordaje endoscópico endonasal se realiza en los siguientes casos: Microadenomas hipofisarios
Macroadenomas con proliferación esfenoidal Macroadenomas intraselares Macroadenomas
con crecimiento supraselar grado A y B Reducción del tamaño tumoral del Macroadenoma grado C
después de 3 meses de tratamiento farmacológico con análogos de somastostatina.
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- La cirugía transcraneal se realiza a través del ojo de cerradura en los siguientes casos:
Macroadenomas con crecimiento supraselar grados D y E. Enfermedad de Cushing Implementación
del tratamiento:
- Los pacientes con sospecha de enfermedad de Cushing deben ser admitidos en la unidad endocrina
para realizar pruebas y se deben completar las pruebas. Preparación para la cirugía.
- Una vez confirmado el diagnóstico se opta por la cirugía como primera opción de tratamiento.
- El abordaje endoscópico transesfenoidal se realiza en los siguientes casos: Microadenoma
hipofisario Macroadenoma intraselar Macroadenoma con crecimiento supraselar grado A, B, C,
este último Muy raro
- La cirugía transcraneal se realiza a través de un ojo de cerradura. Casos de: Macroadenoma con
crecimiento supraselar grado D y E, estos también son muy raros.
- Adenoma pituitario no funcionante
Acciones de tratamiento: Los pacientes con microadenoma y pacientes asintomáticos serán seguidos
cada 6 meses en una clínica ambulatoria. La campimetría circunferencial se realiza anualmente y los
estudios de imagen (TC o RM) se realizan cada 2 años. La bromocriptina está indicada sólo si el
paciente padece galactorrea y/o infertilidad, con o sin niveles elevados de prolactina.
La intervención quirúrgica está indicada solo para macroadenomas. Se realiza un abordaje endonasal
endoscópico estándar o extendido en los siguientes casos: Macroadenomas de crecimiento
esfenoidal Macroadenomas de grado A y B con crecimiento supraselar Macroadenomas de grado
C con sospecha de presencia o ausencia de residuo de lesión durante la cirugía. La fijación aracnoidea
(grasa) se realiza con la intención de repetir la cirugía después de 6 meses. - La cirugía transcraneal
ojo de cerradura se realiza en los siguientes casos: Macroadenomas con crecimiento supraselar
grado D.
Adenoma hipofisario secretor de TSH.
Implementación del tratamiento: - El abordaje endoscópico transesfenoidal se realiza en los
siguientes casos: Microadenomas hipofisarios, Macroadenomas intraselares Macroadenomas
de crecimiento superselar grados A y B Macroadenomas grado C para los cuales la cirugía es
cuestionable Independientemente de la presencia o ausencia de secuelas, no se realiza fijación
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aracnoidea (grasa) con el supuesto de reintervención a los 6 meses. - La cirugía transcraneal
mínimamente invasiva se realiza en los siguientes casos: Macroadenomas con crecimiento
supraselar grado D y E
- Complicaciones: Clasificar las principales complicaciones observadas por tipo de tratamiento.
Las complicaciones pueden ser de naturaleza neuroquirúrgica u otorrinolaringológica y se clasifican
en de tipo intraoperatorio o postoperatorio (Ortiz Laredo N, Quesada Martínez JL, Perello Scherdel E.
2011). Las complicaciones neuroquirúrgicas intraoperatorias incluyen fístula de líquido
cefalorraquídeo, tumor irresecable y lesión del seno cavernoso (Ortiz Laredo N, Quesada Martínez JL,
Perello Scherdel E. 2011).
Las complicaciones neuroquirúrgicas postoperatorias incluyen dolor de cabeza, posible ceguera
temporal, discapacidad visual y ataxia (Ortiz Laredo N, Quesada Martínez JL, Perello Scherdel E.,
2011). Las complicaciones otorrinolaringológicas intraoperatorias incluyen sangrado arterial y venoso
(Ortiz Laredo N, Quesada Martínez JL, Perello Scherdel E.). Las complicaciones postoperatorias de
ORL incluyen dolor, infección del sitio quirúrgico, presencia de epistaxis y perforación septal (Ortiz
Laredo N, Quesada Martínez JL, Perello Scherdel E. 2011.).
El abordaje endoscópico transesfenoidal es actualmente una de las técnicas quirúrgicas mínimamente
invasivas más utilizadas para la región hipofisaria.
A medida que aumenta el uso de esta cirugía, se hace cada vez más necesario conocer las
complicaciones que pueden surgir de los resultados del procedimiento (Ortiz L, N. 2011):
- Causadas directamente por la técnica quirúrgica y Complicaciones nasales que aparecen poco tiempo
después (Ortiz L), N. 2011).
- Al considerar la epistaxis como una complicación, tener en cuenta lo ocurrido en la primera semana
postoperatoria y si fue necesario taponamiento nasal o corrección quirúrgica (ibidem.).
- La fístula de LCR se consideró una desventaja postoperatoria (Vargas, Emmanuelle, Valenciano,
Miguel Ángel, Esquivel, Miranda, Obando, Andrés, Valverde, Mónica. Quiroga Galindo. 2016).
La meningitis se definió como una complicación postoperatoria que ocurre después de la primera
semana cuando había una fístula de LCR (Ortiz L, N. 2011).
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Diabetes insípida
La cirugía para extirpar un tumor pituitario puede dañar la glándula pituitaria, lo que limita la
capacidad de la glándula pituitaria para producir hormonas y puede provocar otros problemas médicos
como la diabetes insípida. Esta afección ocurre cuando la glándula pituitaria no produce suficiente
hormona vasopresina. Esta hormona se produce en el área en la parte posterior de la glándula llamada
hipófisis posterior. La diabetes insípida altera el equilibrio de líquidos del cuerpo, lo que hace que el
cuerpo produzca grandes cantidades de orina. Esto puede provocar sed extrema y aumentar el riesgo
de deshidratación. La diabetes insípida después de una cirugía de extirpación del tumor pituitario suele
ser de corta duración. Suele desaparecer a los pocos días sin tratamiento. Si la enfermedad persiste
durante mucho tiempo, se puede administrar tratamiento con vasopresina artificial. Esta afección suele
desaparecer al cabo de unas semanas o meses. Si su médico recomienda una cirugía para tratar su
tumor pituitario, pregunte qué cirugía es la adecuada para usted. Analice las posibles complicaciones,
riesgos y efectos secundarios. Pregunte qué puede esperar durante su recuperación.
Radioterapia
La radioterapia utiliza una fuente de radiación de alta energía para tratar los tumores pituitarios. Este
tratamiento también se puede utilizar después de la cirugía o, si la cirugía no es posible, se puede
utilizar radioterapia sola. La radioterapia puede ser útil si el tumor hipofisario es:
No se elimina completamente mediante cirugía
Recurre después de la cirugía
Causa síntomas que no se alivian con medicamentos
El objetivo de la radioterapia para los adenomas hipofisarios es detener el crecimiento del adenoma
pituitario. Controlar el adenoma o evitar que produzca hormonas. Las radioterapias que se pueden usar
para tratar los tumores pituitarios incluyen:
Radiocirugía estereotáxica
Este tipo de radioterapia a menudo se administra en una dosis única y alta para enfocar la radiación
específicamente en el tumor. Aunque el nombre dice "cirugía", no es necesario realizar ninguna
incisión en la piel. Utilizando técnicas de imágenes cerebrales, se dirige un haz de radiación al tumor
según su tamaño y forma. Para ello, coloque el marco en su cabeza y retírelo nuevamente
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inmediatamente después del tratamiento. La cantidad de radiación administrada al tejido sano cerca
del tumor es mínima, lo que reduce el riesgo de dañar el tejido sano.
Emisión de radiaciones exteriores. Este método también se llama radioterapia fraccionada.
Emiten pequeñas cantidades de radiación con el tiempo. Por lo general, se administra un
tratamiento cinco veces por semana durante cuatro a seis semanas.
Radioterapia de intensidad modulada. Este tipo de radioterapia, llamada radioterapia de
intensidad modulada, utiliza una computadora para ajustar la forma del haz para que pueda
rodear el tumor desde diferentes ángulos. La intensidad de la radiación se puede limitar, lo que
reduce el riesgo de efectos secundarios en el tejido sano.
Terapia de protones. La terapia de protones es otra forma de radioterapia que utiliza iones
cargados positivamente (protones) para combatir los tumores. El haz de protones libera energía
hacia el tumor y luego se detiene. Esto significa que el haz se puede controlar para apuntar a los
adenomas hipofisarios con un bajo riesgo de efectos secundarios en el tejido sano. Este tipo de
radioterapia requiere equipo especial, que no está ampliamente disponible.
Los posibles efectos secundarios y complicaciones de la radioterapia para los adenomas hipofisarios
incluyen:
Daño a la glándula pituitaria, limitando su capacidad para producir hormonas.
Daño al tejido sano cercano a la glándula pituitaria.
Cambios en la visión debido a daño del nervio óptico.• Daño a otros nervios cercanos a la
glándula pituitaria.
Riesgo ligeramente mayor de desarrollar un tumor cerebral.
Un oncólogo radioterapeuta evaluará su afección y analizará los beneficios y riesgos de la
radioterapia, si es necesario. Por lo general, pasan meses, o incluso años, hasta que se observe el efecto
máximo de la radioterapia para los adenomas hipofisarios. Los efectos secundarios y las
complicaciones de la radioterapia generalmente no aparecen de inmediato. El seguimiento regular a
largo plazo es importante para detectar problemas hormonales que pueden ser causados por la
radioterapia.
- Comparación: Comparación de eficacia y seguridad entre diferentes opciones de tratamiento.
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La mayoría de los tipos de tumores hipofisarios se tratan inicialmente quirúrgicamente y se suspende
el tratamiento farmacológico si la cirugía fracasa. Sin embargo, para los prolactinomas, se encuentran
disponibles para el tratamiento medicamentos de primera línea como la cabergolina y la
bromocriptina.
Los tumores hipofisarios no desaparecen por solos, pero si se descubren de manera incidental y no
causan síntomas, es posible que no requieran tratamiento. Para determinar su tratamiento y el tipo
específico de tratamiento a realizar, debe discutir su estado de salud actual, ntomas y preferencias
con su médico.
La cabergolina y la bromocriptina son fármacos eficaces para el tratamiento de los
prolactinomas y también pueden ser útiles en el tratamiento de otros tipos de tumores
hipofisarios.
La primera línea de tratamiento para los tumores hipofisarios sin prolactinomas es la cirugía,
pero si la cirugía falla, se puede intentar la terapia con medicamentos.
Los medicamentos que inhiben la liberación de hormonas o bloquean los efectos del exceso de
hormonas pueden ser beneficiosos en algunos casos.
En América Latina no se conocen estudios que agrupen los datos epidemiológicos disponibles. Sin
embargo, algunos países y centros importantes están realizando análisis para comprender el
comportamiento y el impacto de los aspectos sociodemográficos de estas neoplasias. En un estudio
realizado en muestras de 800 pacientes con adenomas hipofisarios en Caracas Venezuela, los
principales filos histológicos desde el punto de vista de la anatomía patológica y la
inmunohistoquímica fueron los adenomas hipofisarios de células nulas (37,62%), seguidos por la cepa
trófica de ácido láctico hipofisario (30,50%), células productoras de ACTH (10,50%) y células
productoras mixtas de GH y prolactina (10%).
El número de mujeres supera al de hombres, con una proporción de 4:3. En cuanto a la distribución
por edades, la mayor frecuencia se dio en el grupo de edad de 31 a 40 años, con un porcentaje del
39,12% (Krivoy, 2010).
Para Ecuador, tabla 1. Un estudio descriptivo que examinó las características de los adenomas
hipofisarios encontró que los microadenomas eran el tipo más común (65%), y los prolactinomas
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fueron los tumores más comunes en adultos jóvenes y adultos (78,9% y 54%, respectivamente). Las
personas mayores no funcionales fueron las más representadas con un 64%. De manera similar, el
género femenino y la ascendencia mixta fueron las características más comunes en los prolactinomas,
en contraste con la acromegalia y los adenomas no funcionales, que fueron más comunes en el género
masculino y en las poblaciones indígenas. Finalmente, solo el 3,2% de los casos tenían antecedentes
familiares de adenoma hipofisario (García et al., 2018).
Ilustraciones, Tablas, Figuras
Tabla 1.
Caracterización de los adenomas hipofisiarios en Ecuador
Ecuado
r
Estudio
(Garcia
et al.,
2018).
Micro
65%
Macro
34%
Gigan
te
-
Muj.
71,6%
Homb
.
28,4%
Edad
(años)
44,27
ANF
27%
PRL
58,4%
ACTH
0,4%
GH
14%
mixto
-
FSH/
LH
-
TSH
-
Prev.
-
Incid.
-
Prev: prevalencia
Incid:
incidencia
MICRO: Microadenoma
MACRO: Macroadenoma
Gigant: adenomas gigantes
Muj: mujeres Homb: hombres
pág. 3613
CONCLUSIONES
Los tumores hipofisarios representan entre el 10 y el 25% de todos los tumores intracraneales. Según
los estudios citados, se clasifican en uno de tres grupos según su comportamiento biológico;
•Adenoma benigno. • Adenoma invasivo.• Cáncer.
Los tumores hipofisarios no desaparecen por solos, pero si se descubren de manera incidental y no
causan síntomas, es posible que no requieran tratamiento.
El tratamiento, por el contrario, implica inicialmente el uso de fármacos u hormonas. La segunda
opción son las operaciones o procedimientos quirúrgicos. Finalmente, la radioterapia es un tratamiento
ocasional. De igual forma, es importante recalcar que el tratamiento depende del tamaño del tumor y
de los síntomas provocados por la fluctuación o el exceso de niveles hormonales. Algunos pacientes
pueden requerir una combinación de cirugía y radioterapia. Por tanto, un diagnóstico adecuado es
fundamental para intervenir adecuadamente y conseguir los mejores resultados para la salud de estos
pacientes.
Las complicaciones en el tratamiento pueden ser de naturaleza neuroquirúrgica u otorrinolaringológica
y se clasifican en de tipo intraoperatorio o postoperatorio.
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