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exposición de carteleras, charlas, video conferencias, que si bien no son prácticas negativas no
responden a la inmediatez de la problemática. Crear, por lo tanto, un modelo didáctico a fin de hacer
práctico el cuidado de las fuentes hídricas, resulta altamente significativo, más si se trabaja en
Valledupar, hospedaje del río Guatapurí. Crear conciencia ciudadana, participación de los estudiantes
con el desarrollo de proyectos, con objetivos diseñados para el escenario geográfico hídrico, contribuye
a la conservación del patrimonio natural cultural de los cuerpos de agua colaborativos.
En opinión de Martínez y Martínez (1998), la factibilidad y sustentabilidad de los ríos como fuentes de
vida, visto como materia de enseñanza, dependerá de la acción educativa, en la que el docente conduzca
a establecer querencias hacia el ambiente, sentido de pertenencia, sensibilidad en relación a los valores
socio-ambientales de los ecosistemas, activando los procesos de diagnóstico y mejoramiento de las
redes fluviales como fuentes de agua saludable.
Bajo esta perspectiva, los ríos que recorren el entorno de Valledupar, se ven afectados por el deterioro
físico del medio ambiente, convertidos en vertederos de los desechos líquidos municipales e
industriales, impidiendo la sustentabilidad ambiental, lo cual pone en riesgo la salud humana, la
biodiversidad, industria, el turismo, comercio, aparte de que se afectan por la misma actividad
antrópica, los bosques o zonas verdes existentes en los alrededores de estas corrientes de agua,
impidiendo a pobladores y visitantes el disfrute de un entorno natural armónico (Flores 2020).
Para el caso del río Guatapurí, específicamente, se ha podido evidenciar las afectaciones causadas por
el turismo y la fragmentación del ecosistema sobre esta fuente hídrica, en especial, el tramo urbano de
varios kilómetros, bordeando la ciudad por la franja nororiental donde encuentra a su paso los barrios
“Pescaíto”, “Paraíso 1y 2”, “Nueva Colombia”, “9 de marzo”, “Zapato en Mano” y “Canta Rana”. En
este tramo del Guatapurí se ubica el Balneario de Hurtado, cuya dimensión alcanza a 1.7 Km lineales.
La búsqueda del desarrollo comercial-turístico en el lugar, si bien ha traído beneficios económicos a
unos cuantos, al ser descontrolada, ha generado impacto en la calidad de las aguas, afectando la vida de
macroinvertebrados acuáticos, en síntesis, la biodiversidad faunística y florística del lugar. (Martínez
y Zequeira, 2018).
La afluencia de visitantes al río Guatapurí y la consiguiente ausencia de consciencia ambientalista, agota
y destruye la fuente hídrica y consigo los macroinvertebrados que habitan en el área, de allí la urgencia