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INTRODUCCIÓN
Actualmente, el sector agrícola sufre por los cambios climáticos, como lluvias excesivas o sequías. Esta
situación afecta casi todos los productos de la canasta básica, lo que podría presionar los precios e influir
en la inflación del país. Además, el bajo rendimiento resulta de la escasa adopción de nuevas tecnologías
y la falta de capacitación en diversos tipos de cultivos. La mayoría de los agricultores sigue un modelo
de agricultura tradicional en lugar de una agricultura tecnificada, lo que permitiría aumentar los
rendimientos y reducir los costos de producción (FAO, 2024).
En México, incluyendo Veracruz, pocas tecnologías son adoptadas para maximizar los beneficios
agrícolas. Esto debido, en gran medida, a la falta de conocimiento de los agricultores y a la ausencia de
una cultura técnica para su aplicación en los cultivos. Los agricultores no son conscientes de las ventajas
que ofrece la implementación de tecnología, capacitación y nuevos sistemas de producción, como la
agricultura tecnificada. Así mismo, la falta de seguimiento a la capacitación y los cultivos por parte de
los extensionistas, definitivamente influyen en la continuidad y éxito del mismo.
Según el Servicio de Información Agropecuaria y Pesca (SIAP, 2021), Veracruz cuenta con un total de
1,458,504.35 ha sembradas con diversos cultivos. De estas, 699,936 ha, el 47.99 % del total, reciben
capacitación y asistencia técnica a través de diferentes programas gubernamentales. En contraste,
758,567.76 ha no disponen de asesoría agrícola en campo y manejan prácticas agrícolas inadecuadas y
paquetes tecnológicos no adecuados a las condiciones de las regiones productoras, lo que resulta en
rendimientos bajos o por debajo de la media nacional y altos costos de producción.
En 2022, Veracruz ocupó la segunda posición a nivel nacional, solo detrás de Jalisco, con una superficie
agrícola sembrada de 1,558,853 ha. Según el SIAP (2022), las principales cadenas productivas de
cultivos agrícolas incluyeron: Básicos (maíz, frijol y arroz), Estratégico-Industriales (caña de azúcar,
café, hule, vainilla, entre otros.), Frutícolas (naranja, limón, piña, plátano, mango, manzana, ciruela e
higo, entre otros), Hortícolas (jitomate, chile, chayote, acelga, lechuga, rábano, entre otros.). El volumen
total de producción de ese año fue de 30,134.4 toneladas, abarcando 104 cultivos agrícolas, con un valor
de producción que alcanzó los 49,458 millones de pesos.