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SABERES SOBRE LAS HUERTAS RURALES
PARA LA SEGURIDAD ALIMENTARIA EN
ESTUDIANTES DE PREESCOLAR DE UNA
INSTITUCIÓN EDUCATIVA DE BUENAVENTURA
KNOWLEDGE ABOUT RURAL GARDENS FOR FOOD
SECURITY IN PRESCHOOL STUDENTS FROM AN
EDUCATIONAL INSTITUTION IN BUENAVENTURA
Myle Córdoba Vente
Institución Educativa las Américas, Colombia
Liseth Marcela Gutiérrez Cardona
Institución Educativa Pablo Emilio Carvajal, Colombia
pág. 5446
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i5.13982
Saberes sobre las Huertas Rurales para la Seguridad Alimentaria en
Estudiantes de Preescolar de una Institución Educativa de Buenaventura
Myle Córdoba Vente 1
mylecordobavente19@gmail.com
https://orcid.org/0009-0003-8083-7934
Insitución Educativa las Americas
Colombia
Liseth Marcela Gutiérrez Cardona 2
gliseth130@gmail.com
https://orcid.org/0009-0003-1566-2306
Institución Educativa Pablo Emilio Carvajal
Colombia
RESUMEN
Se presentan resultados del diagnóstico de una investigación realizada con 13 estudiantes de grado
preescolar de la Institución Educativa José María Córdoba, ubicada en el corregimiento de Córdoba
zona rural del Distrito de Buenaventura (Colombia), cuyo objetivo es conocer los saberes sobre la
elaboración de huertas rurales para la seguridad alimentaria. El enfoque es cuantitativo de alcance
descriptivo, se realiza una entrevista semiestructuradas sobre los cultivos en las azoteas y patios de las
viviendas y el cuidado del ambiente. Se encuentra que la mayoría de los estudiantes tienen
conocimientos sobre las huertas, no tienen clara la utilidad de los productos que se encuentran en ella.
Tampoco reconocen cuáles son las acciones que pueden hacer en la vida cotidiana para el cuidado del
ambiente. Estos resultados son propios de la edad de escolarización, pero es el momento oportuno para
introducirlos en las temáticas de la pedagogía ambiental que los encaminen a adquirir actitudes que se
conviertan en hábitos y valores con respecto a los recursos naturales y la importnacia para la
supervivencia de las especies en el planeta.
Palabras clave: ambiente; estudiantes, huerta rural, preescolar, seguridad alimentaria
1
Autor principal
2
Correspondencia gliseth130@gmail.com
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Knowledge About Rural Gardens for Food Security in Preschool Students
from an Educational Institution in Buenaventura
ABSTRACT
The results of a diagnosis of a research carried out with 13 students of preschool grade from the José
María Córdoba Educational Institution, located in the Córdoba district, rural area of the Buenaventura
District (Colombia), whose objective is to learn about the knowledge on the elaboration of rural gardens
for food security, are presented. The approach is quantitative and descriptive in scope, a semi-structured
interview is carried out on the crops on the roofs and patios of the houses and the care of the
environment. It is found that the majority of the students have knowledge about the gardens, they are
not clear about the usefulness of the products found in them. Nor do they recognize what actions they
can do in their daily life to care for the environment. These results are typical of the school age, but it
is the right time to introduce them to the topics of environmental pedagogy that will lead them to acquire
attitudes that become habits and values with respect to natural resources and the importance for the
survival of species on the planet.
Keywords: environment, students, rural garden, preschool, food security
Artículo recibido 08 agosto 2024
Aceptado para publicación: 10 septiembre 2024
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INTRODUCCIÓN
Una de las dificultades que poseen los estudiantes ubicados en zonas rurales es la alimentación por
razones de la pobreza y los bajos recursos económicos de las familias que no les permite acceder a
productos provenientes es otras regiones, porque no siempre pueden ingresar al territorio debido al
conflicto de la región del pacífico en Buenaventura y los que llegan son a precios muy altos. Las
prácticas alimentarias en la cocina afrodescendiente en el Pacífico son parte del patrimonio cultural,
inmaterial de Colombia, que se encuentran en tensión por factores como la globalización, la pérdida de
la biodiversidad en los territorios, la frágil seguridad alimentaria de las comunidades y el
desplazamiento al que se ven enfrentados los pobladores a causa de la pobreza y el conflicto armado
(Angarita et al., 2022). De acuerdo a esto, es el profesor es un pilar importante en la transformación de
la formación de los estudiantes para que éstos aprendan a subsistir en la sociedad, dando solución a
algunas de sus dificultades; por ello se puede decir, que las huertas escolares contribuyen al desarrollo
del conocimiento y de ellos en el presente, dirigiéndoles hacia el futuro.
Además, la migración de los jóvenes a las ciudades ha llevado a que los conocimientos ancestrales sobre
el cultivo de plantas comestibles y medicinales se han perdido y que se requieren rescatar, y que los
estudiantes en la escuela reconozcan los saberes de los mayores para que la comunicación
intergeneracional permita retomarlos y aplicarlos para preservar la cultura propia de la región. La
institución educativa es un lugar donde existe la posibilidad del establecimiento de relaciones entre
sujetos de visiones variadas del saber hacer en la cotidianidad a partir de códigos que han adquirido en
sus casas. La institución educativa, es el lugar donde se relacionan con otros con culturas propias, con
formas individuales de valoración del mundo que les rodea y se complementan con las particularidades
que desarrolla en sus espacios académicos en los que amplían sus horizontes (Fragoso & Canales, 2009).
Así pues, cada familia tiene su propia ancestralidad quienes se encargan de perpetuar sus saberes e
inducir a sus hijos e hijas al amor hacia el territorio y costumbres.
Por otro lado, nace la inquietud de cómo rescatar esos conocimientos ancestrales de una manera práctica
y dinámica.
A las escuelas llegan muchos estudiantes de diferentes partes, existe multiculturalidad étnica, cada etnia
es rica en saberes, que, al mezclarse, usan las mismas plantas en su quehacer ya sean medicinales o
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comestibles, por otra parte, se tienen las medicinas tradicionales pero esos procesos químicos en algún
momento se toman algunas composiciones de las plantas. Algunas de las prácticas y creencias en el uso
de las plantas proceden de las abuelas maternas que transmiten diversidad de conocimientos a sus hijas,
quienes muchas veces hacen uso de estas debido a diferentes problemáticas con el acceso a los servicios
de salud (Stephens & Ruíz, 2023). Son muchas que se siembran o se encuentran en el bosque y sirven
para curar en ocasiones afecciones. Actualmente se hablan de huertas que ya se tienen en las viviendas
para su uso personal, además han servido para alimentar a familias de bajo recurso. Ahora estas huertas
se han querido llevar a las escuelas, con el objetivo de adquirir y profundizar en el conocimiento de las
plantas, además de llevarlo a la práctica al manipular, sembrar y ser consciente de su uso, beneficios y
porque no, sus contradicciones al conocer sus características, como todo alimento o medicina en exceso
de uso puede causar problema.
Las huertas escolares abren una nueva forma de enseñanza aprendizaje con la cual se rescatan saberes
ancestrales, se comparten estos conocimientos con otros quienes desconocían, así de esta manera se
contribuye a la conservación dando continuidad en el empleo de las huertas no solo en las escuelas sino
en los hogares. Estas aportan beneficios a los estudiantes ya que aquellos que no la tenían, pueden
implementarlas en sus viviendas para la sostenibilidad de la familia, al hacerla pueden sembrar plantas
de su gusto y máxima necesidad aportando así a su canasta familiar. Por otro lado, pueden consumir
sus productos frescos usando abonos naturales libres de químicos, así contribuyen también a su salud,
no solo en la alimentación, el uso medicinal sino en la purificación del aire en su entorno al tener plantas
en su vivienda. Al tener como estrategia la huerta se promueve el respeto por la biodiversidad,
impulsando la riqueza por cultivar la tierra, lo que nos guía hacia prácticas sostenibles y soberanía
alimentaria. El suelo, el agua y energía contribuyen a la preservación de los ecosistemas,
reconocimiento del ambiente como sujeto de derecho, generando en los estudiantes oportunidades
activas y relevantes sobre lo que están aprendiendo (Chacón et al., 2024).
Los estudiantes tienen un papel muy relevante que de acuerdo a su actuar, uso y conservación de las
plantas, pueden continuar con un legado hacia las nuevas generaciones, no solo por conservación del
planeta sino del ser, pues las huertas son una manera práctica y fácil de conservarlas.
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Además, contribuyen al bienestar anímico; al estar rodeado de plantas o manipular la huerta es una
forma de minimizar el stress que hoy afecta a muchos estudiantes y este puede ser un medio simple
pero efectivo contra este mal. En síntesis, son muchos los beneficios que se pueden obtener al tener una
huerta ya sea escolar o familiar a través del aprendizaje y la perpetuidad en la cultura al implementar
nuevos o mezclan saberes para poner en prácticas de subsistencia de familias más vulnerables pero que
a todos beneficien.
Se encuentran estudios previos a nivel internacionales sobre esta temática, entre ellos está el de huertas
escolares como espacios para el cultivo de relaciones, porque vinculan las familias y toda la comunidad
educativa (Armienta et al., 2019), asimismo el estudio sobre las representaciones sociales de huertos
escolares que conllevan a la construcción de proyectos educativos desde la pedagogía crítica, ya que
permiten la interacción sociocultural en donde se producen nuevos proyectos a implementar (Montiel
et al., 2021). Además, en el estudio de los huertos escolares en España, pretenden utilizarlas para
educación para el cambio, ya que consideran que la agroecología contribuye al mejoramiento y
sostenimiento agroalimentario social y económicamente sostenible, así se mejora la calidad de vida al
interactuar entre la sociedad y el ambiente (Estrella & Jiménez, 2020), también se toma la huerta escolar
para tutorías que fortalecen las trayectorias escolares incompletas, así aprovechan los espacios verdes
de la institución para la implementación de la huerta escolar como recurso pedagógico que promueve
la indagación y apropiación a nuevos saberes (Parada, 2022).
En el ámbito nacional en Colombia se encuentran varios estudios sobre los cultivos escolares, entre
ellos la huerta Escolar como estrategia transversal para el fomento de la comprensión Lectora, además
que facilita la comunicación entre los actores y el reconocimiento al valor ancestral (Revelo et al., 2023).
En el país se necesita modelo pedagógico en donde se integren procesos encaminados hacia la educación
ambiental, basada en el desarrollo sostenible y mejoramiento de la calidad de vida, generando cultura
ambiental (Pérez, 2023), la huerta escolar es una estrategia para el consumo de alimentos saludables en
los hogares infantiles como también desarrolla el interés en el cuidado ambiente. (Piñarete & Figueroa,
2024). Las huertas escolares son una herramienta eficaz que se integra al currículo escolar no solo
apoya el desarrollo de actividades prácticas y facilita la comunicación entre los actores educativos y
promueve el reconocimiento del valor ancestral de los conocimientos agrarios.
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Este enfoque no solo enriquece el aprendizaje de los estudiantes al vincularlo con experiencias prácticas,
sino que también contribuye a un entendimiento más amplio de las conexiones entre la teoría y la
práctica en el contexto educativo (Revelo et al., 2023).
En el modelo pedagógico en Colombia es necesario que integre procesos de educación ambiental a
través de las huertas escolares. Deben orientarse hacia el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad
de vida, que generen una cultura ambiental más sólida. Se presentan como una estrategia integral para
conectar a los estudiantes con la naturaleza y fomentar prácticas sostenibles. Este enfoque pedagógico
busca educar a los estudiantes sobre la importancia del ambiente e involucrar a las comunidades en el
proceso de aprendizaje y sostenibilidad. El modelo propuesto enfatiza la necesidad de involucrar a todas
las partes interesadas para crear un impacto duradero y significativo en la educación ambiental y en la
cultura escolar (Pérez, 2023), porque promueve el consumo de alimentos saludables, ya que benefician
la salud de los niños al proporcionar alimentos frescos y nutritivos, como también despiertan un mayor
interés en el cuidado del ambiente desde una edad temprana (Piñarete & Figueroa, 2024).
La integración de estas prácticas en el currículo escolar ayuda a fortalecer competencias clave como la
observación, el análisis y la resolución de problemas, promueve una educación más dinámica y aplicada
(Tobar et al., 2020). Se promueve el sentido de comunidad y colaboración, fortalecn las relaciones
interpersonales y el compromiso comunitario, que hace de este espacio un punto de encuentro para la
interacción social y el aprendizaje colectivo (Armienta et al., 2019). También se promueve una mayor
conciencia y responsabilidad hacia la sostenibilidad, al tiempo que ofrece oportunidades prácticas para
el aprendizaje y el desarrollo de habilidades. Se convierten aen centros de aprendizaje integral que
vinculan la teoría con la práctica en el contexto de la sostenibilidad (Barrón & Muñoz, 2015).
Las huertas escolares emergen como espacios transformadores en la educación, facilitando la
construcción de proyectos pedagógicos críticos que promueven la educación ambiental y la
participación sociocultural de los estudiantes. Según Montiel et al. (2021), estas huertas permiten
cuestionar y redefinir prácticas educativas tradicionales, creando proyectos más inclusivos y
contextualizados. Además, se evidencian como agentes de cambio en la educación agroecológica, al
fomentar prácticas sostenibles que fortalecen la relación entre sociedad y ambiente (Estrella & Jiménez,
2020).
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Asimismo, las huertas escolares son recursos pedagógicos valiosos que promueven la indagación y el
aprendizaje práctico, mejorando el compromiso y rendimiento académico de los estudiantes (Parada,
2022). En conjunto, contribuyen a una educación más equitativa, consciente del entorno y capaz de
abordar desafíos educativos contemporáneos.
Con respecto al marco contextual, el proyecto de investigación se localiza en el Distrito de
Buenaventura, el cual se encuentra ubicado en el departamento del Valle del Cauca región centro-
noroccidental de Colombia, se encuentra dividida en mayor extensión de área la zona rural y una menor
extensión la zona urbana. La Institución Educativa José María Córdoba, donde se realiza la
investigación, está ubicada en la zona rural del Distrito de Buenaventura, en el corregimiento de
Córdoba en el km 21, tiene modalidad de enseñanza agrícola y agropecuaria y su modelo pedagógico
es constructivista. Enfrentan una serie de conflictos que obstaculizan el acceso a una educación de
calidad y equitativa, su problemática es producto de una compleja interacción de factores sociales,
económicos y geográficos, sus principales dificultades radican en un Infraestructura deficiente, falta de
acceso a internet y a las tecnologías de la información y comunicación, altos índices de pobreza,
inseguridad a causa del conflictos armados, todas estas acciones interrumpen los procesos educativos y
generan inestabilidad en las comunidades.
Colombia cuenta con un marco legal ambiental sólido, que refleja una creciente conciencia sobre la
protección y conservación del entorno. La Constitución Política de 1991 establece el derecho a un
ambiente sano y sostenible, sentando las bases para la gestión de recursos naturales. La Ley 99 de 1993
marca un hito al promover una gestión ambiental integral y sostenible, guiando las políticas ambientales
del país. En 1994, la Ley General 115 regula el servicio público de la educación e incluye la
conservación del ambiente como un objetivo educativo clave. Posteriormente, el Decreto 1860 de 1994
establece instrumentos para la gestión educativa y ambiental, dando origen a los Proyectos Educativos
Institucionales (PEI), Proyectos Ambientales Escolares (PRAE) y Proyectos Ciudadanos de Educación
Ambiental (Proceda), fortaleciendo así la integración de la educación y la sostenibilidad.
METODOLOGÍA
El enfoque de este estudio es mixto (cualitativo y cuantitativo), de alcance descriptivo porque se va a
describir de manera detallada y precisa un fenómeno o situación particular. Se trata de un diseño
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metodológico investigación acción (Henández-Sampíeri & Mendoza, 2018), porque los estudiantes y
la comunidad educativa participan de la ejecución del proyecto. La muestra es de 13 estudiantes del
grado de preescolar. Las fases de la investigación son: en la primera se realiza el acercamiento a la
población de estudio, con el previo permiso por parte de la I. E y el consentimiento informado firmado
por parte de los padres y acudientes de los estudiantes. En la segunda se construye el cuestionario sobre
los saberes previos que tienen los estudiantes de grado Preescolar sobre huertas rurales, educación
ambiental y seguridad alimentaria, de acuerdo a los indicadores de la variables de investigación, el cual
se envía a siete expertos que los validan e incluyen observaciones que permiten la elaboración final. En
la tercera se aplica el instrumento a los estudiantes y cuyos resultados se presenta en esta presentación.
En la cuarta se aplica el programa de intervención educativa y finalmente se analizan los resultados que
se discuten con el marco teórico, que permiten redactar las conclusiones y recomendaciones.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
A continuacion, se describen las valoraciones cualitativas y cuantitativas del cuestionario inicial,
dirigido a los 13 estudiantes del grado preescolar de la institución educativa José María Córdoba del
Distrito de Buenaventura. Los registros de las notas de campo se toman para los datos cualitativos, que
ayudan a analizar e interpretar los resultados cuantitativos.
La presentación de la informacions e realiza por medio de tablas, en términos de frecuencia (F) y
porcentaje (%), que permite obtener una visión clara y concisa de la distribución de los datos, facilitando
su interpretación y comparación. La participación de los estudiantes de grado Preescolar en cuanto a
género es: de 6 mujeres (46,15%) y 7 hombres (53,85%); en cuanto a la edad el 100% de los estudiantes
están en un rango de edades entre los 4 y 5 años.
Categoría: Los saberes sobre la seguridad alimentaria que poseen los estudiantes (5 y 6) años de
la institución educativa José María Córdoba del Distrito de Buenaventura.
A continuación, se presentan los resultados de esta categoría para conocer los saberes que posees sobre
la seguridad alimentaria, lo cual es fundamental para el proceso de enseñanza-aprendizaje, comprender
y valorar los conocimientos ancestrales.
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Indicador: Conocimientos populares sobre las huertas urbanas.
Según la tabla 1, en relación con la pregunta "¿Qué es una huerta rural?", el 38% de los estudiantes
responden que es un espacio para cultivar plantas, un 38% que lo consideran un espacio cerrado para
jugar, el 15% lo asocia a un espacio para criar animales, y el 8% lo identifica como un espacio para
realizar ejercicios. Esto indica que los estudiantes del grado preescolar tienen un conocimiento limitado
sobre el concepto de huerta rural. "La falta de entendimiento sobre qué constituye una huerta rural entre
los niños refleja deficiencias en la educación ambiental desde etapas tempranas y sugiere una necesidad
de intervención educativa para clarificar estos conceptos básicos" (Pérez, 2023, p. 118). Asimismo, "las
huertas escolares deben ser introducidas de manera integral en el currículo para que los estudiantes
comprendan no solo la función de estos espacios, sino también su importancia en la sostenibilidad y la
vida cotidiana" (Armienta et al., 2019, p. 45). Esto sugiere que la confusión entre los estudiantes sobre
el propósito de una huerta se debe a la falta de conocimientos precisos sobre ellas, que se debe abordar
de manera efectiva en la educación ambiental desde la educación inicial.
Tabla 1 ¿Qué es una huerta rural?
Respuesta
F
%
Espacios para criar animales.
2
15
Espacios para realizar ejercicios
1
8
Espacios para el cultivar de plantas.
5
38
Espacios cerrados para ir a jugar.
5
38
Total
13
100
Se logra evidenciar en la tabla 2, en relación a la pregunta ¿Tienen huerta en su vivienda?, la mayoría
de los estudiantes contestan que el 85% y solo el 15%, responden que No. Esto indica que los
estudiantes no desconocen el termino de huertas, sin embargo, reconoce que los en sus patios o azoteas
de sus hogares, existen cultivos que se destinan para su consumo. Una huerta casera es una fracción de
terreno destinada a la producción de hortalizas, legumbres y verduras (Ibarbo et al., 2021). En la
actualidad tanto en la zona urbana como rural los habitantes conservan la cultura de destinar en sus
hogares en sus patios y azoteas un terreno para la producción de sus propios alimentos, sin embargo,
estas huertas son más comunes en la zona rural, porque las personas han heredado de sus antepasados
la cultura de sembrar sus propios alimentos para su consumo.
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Tabla 2 ¿Tienen huerta en su vivienda?
Respuesta
%
Si
85%
No
15%
Total
100%
En la tabla 3, en relación a la pregunta ¿Para qué se destina la producción de alimentos de su huerta?,
la mayoría de los estudiantes contestan que para alimentarse el 77% y el 23% responden que alimentar
animales, ninguno contesta para currarse. Lo anterior indica que lo la mayoría sabe que sirve para
garantizar su seguridad alimentaria, no reconocen que algunas de las plantas de que se cultivan en casa
sirven para aliviar algunas dolencias como la gripe, dolor de cabeza o de estómago. La huerta es un
espacio al interior de los hogares en los que se presentan actividades de agricultura a menor escala que
posibilitan la obtención de productos útiles para el consumo humano (Manrique, 2020). En este sentido,
las huertas familiares ofrecen una gran cantidad de beneficios alimenticios nutritivos y medicinales,
puesto que al realizar estos cultivos en casa se obtienen productos más frescos, orgánicos y libres de
pesticidas, que garantizan la seguridad alimentaria.
Tabla 3 ¿Para qué se destina la producción de alimentos de su huerta?
Respuesta
F
%
Para alimentarse
10
77%
Para curarse
0
0%
Para alimentar animales
3
23%
Otra, ¿cuál? ____________
0
0%
Total
13
100%
En la tabla 4, en relación a la pregunta ¿Qué sabe del ambiente?, el 38% de los estudiantes responden
que es un lugar donde se encuentran las plantas y los animales, seguido del 31% todas las anteriores y
en un porcentaje del 15% igual para las respuesta para las respuestas un hábitat formado por seres vivos
e inertes y es todo aquello que nos rodea el cielo, el agua, las plantas, los animales, las personas, por lo
anterior, se infiere que estos estudiantes tienen algún conocimiento sobre el término ambiente, pero las
instituciones educativas deben propiciar entornos escolares innovadores que permitan desarrollar
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conocimientos significativos para que puedan fortalecer las relaciones entre los seres humanos y con
los demás seres vivientes del planeta Tierra (Caro, 2019). Es importante que los estudiantes desde el
grado preescolar conozcan más sobre la importancia del ambiente, cuando se enseña a valorar y cuidar
los recursos naturales, se forman ciudadanos responsables y comprometidos con un futuro sostenible;
la educación ambiental en la infancia es una inversión en el futuro del planeta.
Tabla 4 ¿Para qué es importante alimentarse bien?
Respuesta
Frecuencia
%
Para crecer sano y fuerte
11
85%
Para curarse
2
15%
Para estar gordos y grandes
0
0%
Otra, ¿cuál? ____________
0
0%
Total
13
100%
En la tabla 5, en relación a la pregunta ¿Para qué es importante alimentarse bien?, la mayoría de los
estudiantes encuestados (85%) considera que alimentarse bien es crucial para crecer sano y fuerte. Una
menor proporción (15%) piensa que es importante para curarse, y las otras alternativas no fueron
seleccionadas, Esto indica una fuerte conciencia sobre la importancia de una buena alimentación para
el crecimiento saludable. No obstante, para que nuestra alimentación pueda ser considerada correcta
debe contener cantidades adecuadas de proteínas, lípidos, glúcidos, vitaminas y minerales Cortes
(2021). Con el aporte de Cortes concluimos que, aunque los estudiantes consideran que tiene una
buena alimentación que los ayuda a crecer sanos y fuertes, en parte tienen razón porque sus alimentos
se obtienen de huertas caseras que le proporcionan alimentos sanos, nutritivos y libres de químicos; no
obstante, los nutricionistas han establecido que para que una alimentación sea saludable y sustentable
la persona debe recibir al menos cinco comidas al día, es decir desayuno, media mañana,
almuerzo, media tarde y cena; cabe resaltar que las familias de estos estudiantes son de escasos recursos
y a veces no reciben ni las 3 raciones de alimentos al día, aunque su alimentación se complementa con
los frutos típicos de la zona, como los productos de pan coger.
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Tabla 5 ¿La alimentación que recibe en casa, le ayuda a crecer sano y fuerte?
Respuesta
Frecuencia
%
Si ____ Porque__
13
100%
No ____ Porque__
0
0%
Total
13
100%
Indicador: Impacto ambiental de las huertas rurales.
En la tabla 6, en relación a la pregunta ¿Qué sabe del medio ambiente?, Los estudiantes respondieron
con un porcentaje del 38 % que es un lugar donde se encuentran las plantas y los animales, seguido del
31 % todas las anteriores y en un porcentaje del 15 % igual para las respuestas. Un hábitat formado por
seres vivos e inertes, y es todo aquello que nos rodea: el cielo, el agua, las plantas, los animales, las
personas. Por lo anterior, podemos inferir que los estudiantes del grado preescolar tienen algún
conocimiento sobre el ambiente, este conocimiento, inicialmente éstos los obtienen en casa, no obstante,
las instituciones educativas están llamadas a propiciar ambientes escolares innovadores que permitan
desarrollar en el alumnado conocimientos significativos para que puedan fortalecer las relaciones entre
los seres humanos, y con los demás seres vivientes del planeta Tierra (Caro 2019). Es importante que
los estudiantes desde el grado preescolar conozcan más sobre la importancia del medio ambiente, al
enseñar a los niños a valorar y cuidarlo, estamos formando ciudadanos responsables y comprometidos
con un futuro sostenible; la educación ambiental en los niños es una inversión en el futuro de nuestro
planeta.
Tabla 6 ¿Qué sabe del medio ambiente?
Respuesta
Frecuencia
%
Es un hábitat formado por seres vivos e inertes.
2
15%
Es todo aquello que nos rodea: el cielo, el agua, las
plantas, los animales, las personas.
2
15%
Es el lugar donde se encuentran las plantas y los
animales.
5
38%
Todas las anteriores.
4
31%
Total
13
100%
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Categoría: Pedagogía ambiental para incentivar la participación de los estudiantes de 5 y 6 años
desde los saberes ancestrales, sobre la elaboración de huertas rurales para la seguridad
alimentaria.
A continuación, se presentan los resultados de los conocimientos que los estudiantes tienen sobre el
ambiente. La pedagogía ambiental desempeña un papel importante en los procesos educativos puesto
que, integra conocimientos, actitudes y valores relacionados con la naturaleza que fomenta una relación
más armoniosa entre el ser humano y su entorno.
Indicador: Saberes ancestrales de los adultos de la comunidad sobre la elaboración de huertas
rurales.
Se evidencia en la tabla 7, en relación a la pregunta ¿Sus abuelos le han hablado de la siembra de plantas
en las huertas?, la mayoría de los estudiantes contestaron Si, con un porcentaje equivalente al 85% y un
porcentaje mínimo del 15% contentan No. Lo anterior indica que los abuelos de los estudiantes
comparten sus conocimientos de generación en generación, con el objetivo de que no se pierdan las
tradiciones ancestrales. Este conocimiento ancestral es muy valioso y debe ser preservado para las
futuras generaciones (Casas et al., 2023). Los saberes ancestrales transmitidos de manera oral o a través
de prácticas y tradiciones agrícolas son un tesoro valioso, que las culturas trasmiten de generación en
generación. Estos conocimientos han sido esenciales para la supervivencia y el crecimiento de las
comunidades en el ámbito agrícola.
Tabla 7 ¿Sus abuelos le han hablado de la siembra de plantas en las huertas?
Respuesta
Frecuencia
%
Si
11
85%
No
2
15%
Total
13
100%
Indicador: Evaluación de las prácticas ambientales en las huertas.
Se evidencia en la tabla 8, en relación a la pregunta ¿Tiene alguna ventaja tener huertas en casa?, todos
los estudiantes contestaron Si. Esto indica que conocen la ventaja de tener una hurta en casa, como es
que garantizar una buena alimentación.
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Las huertas en casa, traen consigo diferentes beneficios para las familias que hagan parte de este, entre
los cuales se pueden nombrar y que son de importante trascendencia, porque garantizan la seguridad
alimentaria de las familias, reducen los costos de manutención familiar, proveer alimentos inocuos a
sus familias (Ibáñez, 2020). Una huerta en casa tiene muchos beneficios tanto para nuestra salud como
para el ambiente. Cultivar los propios alimentos permite disfrutar de productos orgánicos, frescos y
libres de pesticidas; esto se traduce en una dieta más rica en nutrientes y variada.
Tabla 8 ¿Sabe qué significa educarse ambientalmente?
Respuesta
Frecuencia
%
Es respetar a las personas.
0
0%
Es comprender y realizar acciones para el cuidado del
ambiente
13
100%
Es buscar soluciones a los diferentes problemas que se
presentan a diario
0
0%
Es participar en acciones que dañan el medio ambiente.
0
0%
Total
13
100%
Se evidencia en la tabla 9, en relación a la pregunta ¿Qué dificultades encuentras para llevar a cabo
estas acciones ambientales?, La mayoría de los estudiantes contestaron, Falta de conocimientos, con un
porcentaje equivalente al 77% y seguido por un porcentaje del 23%. Respondieron todas las anteriores.
Lo anterior indica que los estudiantes manifiestan que carecen de conocimiento, y por ende se deben
promover desde el grado 0 acciones en pro de la conservación del ambiente. Los conocimientos que
tienen las personas son básicos, y para poder avanzar en el proceso de reciclaje y obtener grandes
resultados, se debe fortalecer la pedagogía con miras a especificar qué se puede, qué no y de qué manera
(Chaur, 2019). La falta de conocimientos ambientales es un desafío que afecta a todo el mundo y
requiere una respuesta coordinada y multifacética. Podemos crear una sociedad más consciente y
comprometida con la protección del planeta al invertir en educación, comunicación y participación
ciudadana.
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Tabla 9 ¿Qué dificultades encuentras para llevar a cabo estas acciones ambientales?
Respuesta
Frecuencia
%
Falta de recursos
0
0%
Falta de conocimientos
10
77%
Poca colaboración de los mayores
0
0%
Todas las anteriores.
3
23%
Total
13
100%
Categoría: Programa pedagógico ambiental para incentivar la participación de los estudiantes de
5 y 6 años desde los saberes ancestrales, sobre la elaboración de huertas rurales para la seguridad
alimentaria.
Indicador: Saberes ancestrales de los adultos de la comunidad sobre la elaboración de huertas
rurales.
Se evidencia en la tabla 10, en relación a la pregunta ¿Sus abuelos le han hablado de la siembra de
plantas en las huertas?, La mayoría de los estudiantes contestaron Sí, con un porcentaje equivalente al
85% y un porcentaje mínimo del 15% que contestaron No. Lo anterior indica que los abuelos de los
estudiantes comparten sus conocimientos de generación en generación, con el objetivo de que no se
pierdan las tradiciones ancestrales. Este conocimiento ancestral es muy valioso y debe ser preservado
para las futuras generaciones (Casas, et al., 2023). Los saberes ancestrales transmitidos de manera oral
o a través de prácticas y tradiciones agrícolas son un tesoro valioso, que las culturas trasmiten de
generación en generación. Estos conocimientos han sido esenciales para la supervivencia y el
crecimiento de las comunidades en el ámbito agrícola.
Tabla 10 ¿Sus abuelos le han hablado de la siembra de plantas en las huertas?
Respuesta
Frecuencia
%
Si
11
85%
No
2
15%
Total
13
100%
Indicador: Evaluación de las prácticas ambientales en las huertas.
Se evidencia en la tabla 11, en relación a la pregunta: ¿Tiene alguna ventaja tener huertas en casa? todos
los estudiantes contestaron Si. Lo anterior indica que los estudiantes conocen la ventaja de tener una
pág. 5461
hurta en casa, como es garantizar una buena alimentación. Las huertas en casa, traen consigo diferentes
beneficios para las familias que hagan parte de este, entre los cuales se pueden nombrar y que son de
importante trascendencia, garantizar la seguridad alimentaria de las familias, reducir los costos de
manutención familiar, proveer alimentos inocuos a sus familias (Ibáñez, 2020). Una huerta en casa
tiene muchos beneficios tanto para nuestra salud como para el ambiente. Cultivar tus propios alimentos
te permite disfrutar de productos orgánicos, frescos y libres de pesticidas; esto se traduce en una dieta
más rica en nutrientes y variada.
Tabla 11 ¿Tiene alguna ventaja tener huertas en casa?
Respuesta
Frecuencia
%
Si
13
100%
No
0
0%
Total
13
100%
A continuación, se analizan los resultados de los datos del cuestionario inicial dirigido a estudiantes
para conocer los saberes sobre las huertas rurales para la seguridad alimentaria que poseen losn
estudiantes de preescolar de la Institución Educativa José María Córdoba de Buenaventura (Valle), el
cual busca el mejoramiento de la seguridad alimentaria en los estudiantes y sus familias: Para ello, se
tienen en cuenta las categorías emergentes del marco teórico de la tesis.
Se evidencia que la mayoría de los estudiantes de preescolar no tienen una comprensión clara sobre el
concepto de huerta rural y tienen una variedad de respuestas que no reflejan su verdadero propósito.
Esto indica que tanto en los hogares como en la escuela no se les ha suministrado información clara
sobre el concepto de huertas rurales. Es necesario implementar intervenciones educativas que aclaren
qué es una huerta rural, que resalten la importancia de la educación ambiental desde la infancia. Una
vez se les da a los estudiantes una explicación sobre el concepto de las huertas, el panorama cambia,
puesto que la mayoría de éstos afirman tener huertas en sus hogares, lo que apunta a que si están
familiarizados con ellas. Lo anterior indica que, en las áreas rurales, la cultura de la agricultura y el
autoabastecimiento que ha sido transmitida de generación en generación aún sigue presente en estas
zonas.
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En cuanto al destino de los alimentos producidos en la huerta, la mayoría de los estudiantes responden
que los producidos en su huerta casera mayormente se destinan para el consumo personal. Esto indica
que sus padres tienen el deseo por garantizarles una alimentación saludable y nutritiva; además, estos
afirman que algunos alimentos producidos también se destinan para la crianza de los animales para su
posterior consumo, de esta forma contribuyen a la seguridad alimentaria de ellos y sus familias.
En cuanto al conocimiento de los estudiantes sobre el ambiente, se evidencia que éstos por pertenecer
a la zona rural, saben a qué se refiere puesto que tiene contacto directo con la naturaleza y todo lo que
les rodea. Sin embargo, la escuela debe de involucrarlos más desde los conocimientos técnicos, para
que ellos tengan una conciencia ambiental que puedan comprender y valorar el entorno que los rodea.
Cuando se fomenta la conciencia ambiental desde temprana edad tienen disposición a cuidarlo y
protegerlo.
CONCLUSIONES
El diagnóstico revela que los estudiantes de preescolar tienen un conocimiento limitado o poco preciso
sobre el manejo de huertas rurales, debido a su edad temprana y a la falta de exposición continua a
prácticas agrícolas en su entorno educativo. Esto se refleja en la falta de comprensión de conceptos
clave como el ciclo de crecimiento de las plantas, la preparación del suelo y la importancia del riego.
El desconocimiento sobre la importancia y el manejo de las huertas rurales en esta etapa educativa
puede tener repercusiones a largo plazo en la seguridad alimentaria de las familias y la comunidad. Al
no adquirir tempranamente habilidades básicas para el cultivo de alimentos, los estudiantes no
desarrollan una comprensión integral sobre la autosuficiencia alimentaria y los beneficios del consumo
de alimentos cultivados localmente.
A pesar del conocimiento impreciso, los estudiantes muestran una gran curiosidad e interés por las
actividades relacionadas con la naturaleza y la agricultura. Esto sugiere que, con una adecuada
orientación pedagógica, es posible fortalecer estos saberes mediante actividades lúdicas y prácticas que
fomenten el aprendizaje en contacto con la tierra y los cultivos. El diagnóstico sugiere que la institución
educativa debe integrar de manera más intencional la enseñanza de la agroecología y las prácticas de
huertas rurales en el currículo de preescolar. Incluir actividades relacionadas con la siembra, el cuidado
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de las plantas y el reconocimiento de cultivos locales puede fortalecer la conexión de los niños con su
entorno natural y mejorar su comprensión de la importancia de la seguridad alimentaria.
Se reconoce la importancia de involucrar a las familias y la comunidad en el proceso educativo para
reforzar los conocimientos prácticos sobre huertas rurales. Los adultos, al compartir su experiencia y
saberes, pueden actuar como mentores en la enseñanza de estas prácticas fundamentales, promoviendo
la transferencia de conocimientos intergeneracional. Se recomienda Implementar un programa de
huertas escolares que combine teoría y práctica, adaptado a la edad de los estudiantes, para desarrollar
habilidades básicas de agricultura y nutrición. Fortalecer la participación comunitaria en la educación
de los niños, integrando a las familias y a los mayores con conocimientos ancestrales en actividades
agrícolas escolares. Promover la educación agroecológica desde temprana edad, para inculcar valores
de sostenibilidad, cuidado del ambiente y autosuficiencia alimentaria.
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