ENTRE LA SOSTENIBILIDAD Y LA TRADICIÓN,
UN ESTUDIO COMPARATIVO DE CULTIVOS
ITINERANTES EN LA REGIÓN SUR Y NOR
ORIENTAL DE LA AMAZONIA COLOMBIANA
BETWEEN SUSTAINABILITY AND TRADITION, A
COMPARATIVE STUDY OF ITINERANT CROPS IN THE
SOUTHERN AND NORTHEASTERN REGION OF THE
COLOMBIAN AMAZON
Luis Eduardo Acosta Muñoz
Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, Colombia
Delio Mendoza Hernández
Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, Colombia
Oscar Iván García
Ministerio de Ciencia Tecnologí e Innovación, Colombia
Juan Felipe Guhl Samudio
Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, Colombia
Luis Fernando Jaramillo Hurtado
Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, Colombia
pág. 5864
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i5.14011
Entre la Sostenibilidad y la Tradición, Un Estudio Comparativo de
Cultivos Itinerantes en la Región Sur y Nor Oriental de la Amazonia
Colombiana
Luis Eduardo Acosta Muñoz1
lacosta@sinchi.org.co
https://orcid.org/0000-0002-5501-1554
Instituto Amazónico de Investigaciones
Científicas Sinchi
Leticia, Colombia
Delio Mendoza Hernández
dmendoza@sinchi.org.co
https://orcid.org/0009-0009-3652-2824
Instituto Amazónico de Investigaciones
Científicas Sinchi
Leticia, Colombia
Oscar Iván García
oigarciar@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-2284-3469
Becario posdoctoral Ministerio de Ciencia
Tecnologí e Innovación
Bogotá, Colombia
Juan Felipe Guhl Samudio
jguhl@sinchi.org.co
https://orcid.org/0009-0007-0884-2201
Instituto Amazónico de Investigaciones
Científicas Sinchi
Bogotá, Colombia
Luis Fernando Jaramillo Hurtado
ljaramillo@sinchi.org.co
https://orcid.org/0009-0006-2478-2010
Instituto Amazónico de Investigaciones
Científicas Sinchi
Mitú, Colombia
RESUMEN
Las sociedades indígenas a menudo se describen como “tradicionales”, lo que sugiere permanencia y
longevidad. Sin embargo, los estudios demuestran que estas comunidades no solo se adaptan a las
condiciones impuestas por el contacto con Occidente, sino que la capacidad de transformación y ajuste
es una parte integral de su tradición. A pesar de esto, fenómenos recientes de orden social, económico
y ambiental han puesto a prueba esta capacidad de adaptación. Los sistemas de producción agrícola de
los pueblos indígenas, como elemento fundamental para la reproducción física y cultural de estas
sociedades, enfrentan retos derivados de los cambios en la calidad y distribución del esfuerzo humano
requerido, influencia de modelos externos para el uso de los suelos, así como de las variaciones en el
comportamiento ecológico y climático, los cuales afectan sus propias expectativas de vida. En este
sentido es importante evaluar el estado actual de estos cultivos itinerantes como de las estrategias que
le permitan a estas sociedades mantenerse vigentes en sus relaciones espirituales con las Naturaleza.
Este artículo trata sobre una investigación sistemática y participativa que evaluó 70 áreas de cultivos
itinerantes de producción agrícola en comunidades de 23 pueblos y de 5 asociaciones indígenas en los
departamentos de Amazonas, Guainía y Vaupés, en el nor-oriente y sur de la amazonia colombiana. Los
resultados revelan la persistencia de los fundamentos culturales en los actuales cultivos itinerantes e
inducido a adaptarse a las actuales condiciones socioeconómicas externas.
Palabras clave: sistemas itinerantes de producción agrícola, indígenas amazónicos, seguridad
alimentaria, adaptación
1
Autorprincipal
Correspondencia: lacosta@sinchi.org.co
pág. 5865
Between Sustainability and Tradition, A Comparative Study of Itinerant
Crops in the Southern and Northeastern Region of the Colombian Amazon
ABSTRACT
Indigenous societies are often described as “traditional,” suggesting permanence and longevity.
However, studies show that these communities not only adapt to the conditions imposed by contact with
the West, but that the capacity for transformation and adjustment is an integral part of their tradition.
Despite this, recent social, economic and environmental phenomena have put this adaptive capacity to
the test. The agricultural production systems of indigenous peoples, as a fundamental element for the
physical and cultural reproduction of these societies, face challenges derived from changes in the quality
and distribution of the human effort required, the influence of external models for soil use, as well as
variations in ecological and climatic behavior, which affect their own life expectations. In this sense, it
is important to evaluate the current state of these shifting cultivations as well as the strategies that allow
these societies to maintain their spiritual relationships with Nature. This article deals with a systematic
and participatory research that evaluated 70 areas of shifting cultivation of agricultural production in
communities of 23 indigenous peoples and 5 indigenous associations in the departments of Amazonas,
Guainía and Vaupés, in the north-eastern and southern Colombian Amazon. The results reveal the
persistence of cultural foundations in current shifting cultivation and induced to adapt to current external
socioeconomic conditions.
Keywords. itinerant agricultural production systems, amazonian Indians, food security, adaptation
Artículo recibido 08 agosto 2024
Aceptado para publicación: 10 septiembre 2024
pág. 5866
INTRODUCCIÓN
Los cultivos itinerantes de producción agrícola indígena, que en la región amazónica colombiana se
conocen como chagras o conucos
2
, han ocupado una vasta atención en la investigación. Los estudios
que anteceden a esta investigación los describen de maneras diferentes.
En primer lugar, existen estudios que movilizan un enfoque tradicional y de transmisión de
conocimientos. Los mismos, subrayan que los sistemas itinerantes de producción agrícola indígenas son
fruto de la enseñanza de trabajo y de conocimiento de la tradición (ver, por ejemplo, Román 2007).
Otros indican que son la manifestación de conocimientos complejos que ejemplifican la particular
forma de establecer las relaciones con la naturaleza (Mendoza et al, 2017). Algunas investigaciones
resaltan su rol en la transmisión de valores sociales y culturales. Y otra gran parte, coincide en que las
especies cultivadas allí sirven tanto para garantizar la soberanía alimentaria, como para conservar la
agrobiodiversidad amazónica (Henao, 1989; Gainza, Acosta & Bernal, 2008; Acosta, et al, 2011).
Un segundo enfoque los trata desde una perspectiva espacial y de transformación. Estos estudios los
muestran como espacios estructurados según modelos espaciales y sociales indígenas. Algunos autores
señalan que, si bien las parcelas indígenas guardan gran similitud estructural con la selva que la rodea,
los autores señalan que dicha similitud debe leerse como un proceso de constante transformación y
reestructuración de la selva (Van der Hammen,1992).
Estos sistemas de cultivo son también descritos como un elemento importante del saber mágico-
religioso de estas sociedades. La Rotta (1982), Walschburger (1987), Van der Hammen (1992), señalan
que el buen funcionamiento de los espacios de cultivos itinerantes obedece a este tipo de conocimiento.
Se trata de un conjunto de saberes que se refiere además a prácticas de manejo del tiempo y del espacio
(Triana-Moreno, 2006; Rodríguez & García, 2006) y que los mismos son fundamentales para poner en
marcha estratégias de manejo y preservación de los ecosistemas (Henao, 1989); Garzón, Macuritofe
(1992); Bríñez, 2005).
2
Es un espacio que se instala para la siembra de cultivos con especies alimenticias. Es producto de una práctica de usos y
costumbres de los pueblos indígenas que comprende instancias de la vida como la transmisión de saberes, la salud, la
espiritualidad, la estabilidad social. Es generadora y garantía de vida que comprende conocimientos tradicionales y
relacionamiento social, cultural y natural. Bajo estos fundamentos los cultivos pueden tener distintas denominaciones como
chagras y conucos que son las mas conocidas.
pág. 5867
Finalmente, un enfoque que podemos llamar alimentario y de biodiversidad, que coexiste con los
anteriores, coincide en resaltar la diversidad como una de sus características fundamentales. En efecto,
además de las decenas de especies de yuca (Manihot esculenta; Cranzt) que pueden encontrarse en
estos campos de cultivo, los estudios reportan numerosas especies de tubérculos, frutales, plantas
rituales y medicinales, entre otros (Ver, por ejemplo, Rotta 198); Schroder, Castro, Román, Jekone,
1987); Garzón, Macuritofe, 1992; Vélez, 1991; Arias et al, 2005; Acosta et al, 2011). Desde esta
perspectiva, las parcelas son vistas como sistemas de producción antropogénica de alta eficiencia que
permiten a las sociedades lograr un autoabastecimiento adecuado a sus necesidades alimentarias
(Henao, 1989). Sin embargo, presentan importantes limitaciones: requieren extensas áreas de selva
virgen, la capacidad de mantener tierras en rastrojos durante más de 20 años, y una baja densidad
poblacional, entre otros factores (Vieco, 2001).
La investigación adelantada se alinea con este último tipo de estudios, aunque reconoce la relevancia
de las demás aproximaciones. Por ello, las encuestas abarcaron aspectos simbólicos, ecológicos,
sociales, culturales y económicos, entre otros. La originalidad de este trabajo radica en haber realizado
un estudio comparativo que integra todas estas perspectivas, con el objetivo de analizar la capacidad de
adaptación de estos sistemas de producción agrícola.
Área de estudio
La Amazonía sur y nororiental de Colombia forma parte de lo que se denomina el Noroeste de la
Amazonia continental. Esta subregión se ubica sobre las formaciones geológicas denominadas escudo
Guyanés y Araracuara, que son superficies precámbricas y paleozoicas, con suelos pobres en nutrientes
y drenajes de aguas negras (Rudas, 2009). Es biodiversa por la presencia de bosques de arenas blancas
y húmedos Amazónicos. Cuenta con importantes ríos tributarios de las cuencas de los ríos Orinoco y
Amazonas. El clima bajo un régimen del tipo unimodal-biestacional, se caracteriza por ser cálido
húmedo a cálido superhúmedo con una humedad relativa mayor 86% y temperatura promedio mayores
a 25,4°C (Rudas, 2009). Se encuentran ecosistemas con coberturas boscosas, afloramientos rocosos con
tepuyes e inselbergs, sabanas naturales, ambientes de aguas blancas y de aguas negras (Cárdenas, 2007),
con suelos que varían desde un nivel bajo de fertilidad, alto nivel de acidez, muy bajos en calcio,
magnesio y potasio intercambiable, a menos acidez con pH más cercanos a la neutralidad.
pág. 5868
Es una zona que hace parte de la frontera con tres países: Venezuela, Brasil y Perú. Cuenta con una
extensión de 236.038 km2 (20,9% del territorio nacional). Alberga 46 pueblos indígenas con una
población de 111.197 habitantes (DANE, 2018) que representan el 59,3% respecto de la población total
en dicha subregión.
En esta subregión se manifiestan dos formas diferenciales de intervención al ecosistema. Por una parte,
los sistemas de producción agrícola de las comunidades indígenas de esta región que se fundan sobre
sistemas de conocimientos ecológicos de gran complejidad en donde las practicas ceremoniales y los
saberes transmitidos por la tradición oral son de gran importancia y son aplicados en los diferentes
momentos del ciclo de los cultivos (selección del sitio, socola, tumba, quema, siembra, cosecha,
mantenimiento y resiembra). Estas sociedades también reconocen prácticas de manejo espiritual
orientadas a evitar la sobreexplotación del medio ambiente ((Ver por ejemplo, Reichel Dolmatoff, 1968;
Viveiros de Castro, 1998, 2002; Descola 1986; Van der Hammen 1992; Londoño Sulkin 2004; García,
2018). Por otra parte, los procesos de economía extractiva de los recursos naturales por parte de actores
externos (nacionales y extranjeros) que en las últimas cuatro décadas se han concentrado en la
extracción de recursos naturales, como madera, minerales, entre otros.
Las comunidades estudiadas se desenvuelven en contextos socioeconómicos de extracción de recursos
naturales, atienden las demandas por productos agropecuarios generadas por los centros urbanos, y se
incluyen en procesos interculturales de desarrollo con entidades públicas. Esta vinculación impacta a
las familias y comunidades en su economía de autosuficiencia alimentaria y por ende a los cultivos
itinerantes que inducen cambios en la producción, en sus dietas y costumbres alimentarias por una
tendencia a suplir demandas de productos dirigidos a la comercialización.
De acuerdo con ese contexto, los espacios de cultivos tradicionales estudiados coinciden en su alta
exposición a cambios en sus estructuras y concepciones culturales. Esta tendencia, sin embargo, ha
generado transformaciones que no han sido abordadas de manera sistemática por estudios realizados
hasta el presente que puedan responder a preguntas como ¿cuáles son las potencialidades, amenazas y
diferencias que caracterizan los actuales cultivos itinerantes que afectan su sostenibilidad en términos
ambientales, sociales y culturales?, ¿De qué manera esta estrategia contribuye a garantizar la seguridad
pág. 5869
alimentaria de las poblaciones indígenas amazónicas, considerando los desafíos actuales como el
cambio climático, la deforestación y la pérdida de biodiversidad?
METODOLOGÍA
Esta investigación se basó en principios de interdisciplinariedad e interculturalidad, buscando la
complementariedad entre los Sistemas de Conocimiento Tradicional indígena y las ciencias formales
con el objetivo de analizar el estado de los cultivos itinerantes como una estrategia social, cultural y
ambientalmente sostenible
3
. El desarrollo de la investigación contó con cuatro momentos particulares:
generación de información primaria, sistematización de la información, análisis estadístico e
interpretación.
La generación de la información primaria se basó en los principios de la Investigación Acción
Participativa (IAP). La toma de información fue realizada entre enero de 2023 y marzo de 2024, en 5
localidades de la zona en estudio (Ver, imagen 1).
Figura 1. Área de estudio.
3
Proyecto para fortalecer la gobernanza local, la autonomía alimentaria y el desarrollo económico local de comunidades
indígenas de los departamentos de Amazonas, Guainía y Vaupés a partir de la caracterización de los sistemas agroecológicos
tradicionales indígenas- espacios de cultivos tradicionales (Chagras o conucos). En el marco de un proyecto financiado con
recursos del Ministerio de Ciencias Tecnología e Innovación (MinCiencias).
pág. 5870
Se realizó un proceso de concertación con 62 comunidades y 5 organizaciones pertenecientes a 23
pueblos indígenas
4
, quienes, de manera autónoma, seleccionaron a 70 familias y 7 técnicos como
coinvestigadores encargados de la recolección de datos primarios en campo: AATAC (11 familias),
AATIAM (4 familias), AZICATCH (22 familias), CIHTACOYD (8 familias) y la EFI
5
(25 familias)
(Ver, tabla 1)
6
.
Tabla No 1. Organizaciones y comunidades indígenas participantes en la investigación.
Departamento
Asociación
Comunidades
Guainía
EFI
Rincón Vitina, Sabanitas, Guamal, Coco Viejo, Paujil, Almidón,
Coayare, Playa Blanca, Cacahual, Carrizal, Veraniego, Laguna Negra,
San Luis, Santa Rosa, Yuri, Laguna Morocoto, Pueblo Nuevo, La
Ceiba , Edén Caño Bagre, Caranacoa, Sardina Bagre.
Vaupés
AATAC
Bogotá Cachivera, Timbó de Betania, Murutinga, Tucandira,
Yararaca, Sabana, Cucura, Ceima San Pablo, Cerrito Verde, San
Francisco, Puerto Corroncho.
AATIAM
Ceima Cachivera, Mituseño, Tucunaré, Macaquiño.
Amazonas
AZICATCH
Santa Rosa, , San Antonio, San Francisco, Asociación Nativa, Santa
María, Veg-Sam, Caisam, Centro Chorrera, Vista Hermosa, Milán,
Capitanía, Cair, Okaina, Cordillera, Mue, Ocim, Providencia,
Providencia Nueva, Petani, Cris, Lago Grande, Sabana.
CIHTACOYD
Cabildo Indígena de los Hijos del Tabaco, la Coca y la Yuca Dulce.
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024).
Los coinvestigadores fueron capacitados para la aplicación de los instrumentos de registro de
información que permitieron la evaluación de los cultivos itinerantes en relación con la vigencia de las
prácticas tradicionales, áreas intervenidas, diversidad vegetal e integrantes familiares que se benefician
de los cultivos; la información generada se basó la experticia y percepciones locales.
4
La investigación involucró a los pueblos indígenas: Uitoto, Bora, Okaina, Muinane, Murui, Miraña, Nonuya, Yukuna,
Tanimuka, Matapí, Cabiyarí, Curripaco, Piapoco, Cubeo, Yeral, Puinave, Desana, Bara, Pirtatapuyo, Cubeo, Guanano,
Cocama, Tikuna.
5
Refiere a la Mesa del Sitio Ramsar Estrella Fluvial Inírida EFI.
6
CIHTACOYD: Ubicado en el kilómetro 22 de la vía Leticia-Tarapacá, este cabildo agrupa a 12 pueblos indígenas (Murui,
Bora, etc.) que habitan la zona desde hace más de una década.
AZICATCH: Conformado por 22 cabildos de 4 pueblos indígenas (Uitoto, Bora, Okaina, Muinane), este territorio ancestral en
el Amazonas ha sido impactado por la extracción del caucho.
Mesa Ramsar EFI: Integrada por 25 comunidades de pueblos Curripaco, Piapoco, etc., esta asociación se encuentra en el
departamento del Guainía, en la zona de influencia del Sitio Ramsar Estrella Fluvial Inírida.
AATAC: Ubicada en la zona de influencia de la carretera Mitú-Monforth, esta asociación agrupa 11 comunidades indígenas,
principalmente Desana, Guanano y Cubeo.
AATIAM: Conformada por 4 comunidades Cubeo y Wanano, esta asociación se encuentra en el municipio de Mitú, Vaupés, y
forma parte del Gran Resguardo Indígena del Vaupés.
pág. 5871
Esta actividad estuvo apoyada por herramientas tecnológicas como GPS para la georeferenciación y
determinación de áreas.
La información mensual generada por los coinvestigadores fue organizada en hojas electrónicas bajo
una estructura que permitió la realización de pruebas estadísticas, previo un proceso de revisión y ajuste
de inconsistencias. Fue necesario un proceso de homogenización en razón a las diferencias
conceptuales, territoriales y culturales que caracterizan las zonas de estudio, fundamental para los
análisis comparativos.
El análisis estadístico se basó en la prueba de Shapiro para definir si las variables presentan una
distribución normal y proceder con el análisis de varianza a partir de la prueba de Kruskal Wallis para
la determinación de las diferencias entre las zonas de estudio; se generaron gráficas estadísticas con los
promedios de las asociaciones y sus errores estándar coligados. Se calcularon los coeficientes de
correlación de Spearman entre las características estudiadas. Para los análisis estadísticos se usó el
programa INFOSTAT (2011) y para las gráficas el SPSS para Windows versión 22.0 (IBM Corp, 2020).
Los datos estadísticos permitieron sustentar cuantitativamente las particularidades de los cultivos
itinerantes dada la subjetividad general en las zonas de estudio, frente la realidad que perciben las
familias. También permitieron establecer diferencias entre las diferentes zonas de estudio, y evidenciar
los fenómenos que afectan las características sostenibles de los cultivos.
RESULTADOS
Tipos de cultivos itinerantes
Los cultivos evaluados en las zonas de estudio se establecieron principalmente en monte bravo y en
rastrojos considerando que los primeros tienen un mayor tiempo de productividad frente a los segundos
(Acosta et al, 2011; Mendoza et al, 2017) con un 60% y 40% respectivamente (Ver, tabla 2). Existe
cierta proporcionalidad entre los cultivos de monte bravo y rastrojo para las asociaciones AZICATCH
(59,1% y 40,9%), AATAC (54,5% y 45,5%) y EFI (44,0% y 56,0%), mientras que en CIHTACOYD y
AATIAM la totalidad de los cultivos se establecieron en monte bravo.
pág. 5872
Tabla 2. Distribución de los tipos de cultivos itinerantes establecidos.
Cultivos itinerantes
Tipo
No.
Monte bravo %
Rastrojo %
22
59,1
40,9
8
100,0
0,0
11
54,5
45,5
4
100,0
0,0
25
44,0
56,0
70
60,0
40,0
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024)
Para efectos de comparación de los cultivos itinerantes entre las diferentes zonas, se aplicó La prueba
de Shapiro-Wilk. mostró en todos los casos que las variables evaluadas no tienen un comportamiento
normal dado p<0,05 por lo cual se procedió a aplicar la prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis para
analizar las diferencias entre los cultivos itinerantes de las cinco zonas estudiadas (Ver, tabla 3).
Tabla 3. Resultados de las pruebas no - paramétrica de Kruskal Wallis (K.W.) y de Shapiro - Wilks (H).
Asociación
Prácticas
Culturales
Integrantes
Familia
Edad
Área
Riqueza
relativa
Abundancia
absoluta
Diversidad
Frecuencia
relativa
AATAC
70,45± 3,05
3,55± 0,53
0.83 ±0.07
0,5227±0,1594
13,73±0,99
731,00 ±
318,6
0,57± 0,03
0,073± 0,006
AATIAM
71,88± 5,98
4,75± 1,11
0.90 ±0.11
0,6475±0,1611
13,00±2,12
204,14 ± 51,8
0,49± 0,15
0,077± 0,007
CHITACOYD
100,00±
0.00
6,00± 1,04
1.13 ±0.13
0,5025±0,0715
24,88±4,58
60, 16 ± 17,5
0,81± 0,03
0,040± 0,002
EFI
67,50± 1,44
4,63± 0,34
0.80 ±0.08
1,2464±0,1247
11,00±1,98
1023,20
±331,4
0,52± 0,04
0,091± 0,005
AZICATCH
91,48± 1,91
6.14 ± 0.41
1.25 ±0.12
0,3655±0,0489
12,95±1,21
152,40 ± 26,3
0,55± 0,05
0,077± 0,002
Kruskal
Wallis K.W.
45,86
p<0,0001
9,21
p<0,0500
17,44
p<0,0013
36,64
p<0,0001
20,84
p<0,0003
28,81 <0,0001
17,2
p<0,0018
157,3
p<0,0001
Shapiro-
Wilks (H)
0,85
p<0,0001
0.93
p<0.0020
0,82
p<0,0001
0,88
p<0,0001
0,81
<0,0001
0.50 <0,0001
0.94
P<0.0167
0.72
P<0.0001
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024).
Prácticas culturales
El ciclo de los cultivos itinerantes está definido por momentos específicos (selección del sitio, socola,
tumba, quema, siembra, cosecha, mantenimiento y resiembra), que, de acuerdo con los usos y
costumbres de los pueblos indígenas, están antecedidos por diversos tipos de prácticas rituales
destinadas a gestionar las relaciones con las entidades espirituales de la naturaleza, con el fin de
garantizar una buena productividad o a anticipar adversidades (enfermedades, accidentes, plagas,
sequias, etc.). De acuerdo con la tabla 3 y la gráfica 1, se identificó que las familias de AZICATCH
pág. 5873
(91,48%;±1,91) y CHITACOYD (100%) son las que en mayor proporción aplican las prácticas rituales
en las diferentes etapas del ciclo agrícola, seguidas por las familias de AATAC (70,45%;±3,05) y
AATIAM (71,88%; ±5,98), siendo en la EFI donde menos se realizan las prácticas con el 67,5% (±1,44).
Estos valores, cuyo promedio es del 80,2%, evidencia que las practicas rituales se conservan en un alto
nivel.
Evaluando las desviaciones estándar se observa que en los cultivos itinerantes de CIHTACOYD las
prácticas se realizan de manera uniforme dado que su desviación estándar es 0. Con menor uniformidad
los cultivos itinerantes de AZICATCH, la EFI. AATAC y AATIAM. Sin embargo, se observa de manera
general un comportamiento homogéneo en las practicas rituales dados los bajos valores de las
desviaciones estándar.
Número de integrantes por familia
El número de integrantes de una familia determina, la disponibilidad de fuerza de trabajo para abordar
las diferentes tareas que requieren los cultivos, la base humana para los procesos de transmisión de
conocimientos y la capacidad de los cultivos para sostener alimentaria y económicamente a las familias.
Con un p<0,0500, los miembros familiares varían moderadamente alrededor de 5 miembros por familia.
El promedio de miembros familiares más alto se encuentra en AZICATCH seguido por CHITACOYD,
los cuales alcanzan valores promedio de 6,14 0.41) y 6,00 1,04) respectivamente, mientras que
los miembros familiares son menores en AATIAM 4,75 (± 1,11) y EFI 4,63 (± 0,34); AATAC presenta
el más bajo promedio 3,55 0,53) (Ver, tabla 3, gráfica 2). Las desviaciones estándar muestran que el
número de integrantes de las familias se comporta de manera regular en cada asociación que en
promedio es 0,68.
Gráfica 1. Promedio de uso de prácticas culturales. Gráfica 2. Promedio de miembros familiares.
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024).
pág. 5874
Longevidad de las zonas de cultivo
Por otro lado, se observa que, en promedio, los espacios de cultivos tradicionales más antiguos se
encuentran en AZICATCH y en el Cabildo urbano de CHITACOYD que alcanzan valores promedio de
1.25 años (±0.12) y 1.13 años (±0.13) respectivamente. Mientras que las edades de los espacios de
cultivos tradicionales de la EFI y las de AATAC (Resguardo Gran Vaupés) solo llegan a 0.80 años
(±0.08) y 0.83 (±0.07). Por su parte las edades de los espacios de cultivos tradicionales de la asociación
AATIAM (Resguardo Gran Vaupés) se encuentran en una zona intermedia aproximándose a un año
(0.90 años ±0.11) (Ver, tabla 3; gráfica 3), porque los cultivos itinerantes se establecen en suelos que
pertenecen al escudo guyanés que se caracterizan por su baja fertilidad.
Área de cultivos itinerantes
Los datos muestran que las áreas promedio de las zonas de cultivo varían considerablemente (Ver, tabla
3; gráfica 4). En la EFI existe el área promedio más grande (1.2464 Has) y en AZICATCH el área
promedio más pequeña (0.3655 Has). No obstante, en la EFI muestra una desviación estándar
relativamente alta, lo que sugiere una mayor variabilidad en las áreas de los espacios de cultivos
itinerantes. Ahora bien, los resultados de la prueba de Kruskal-Wallis indican que hay diferencias
significativas entre las áreas de los espacios de cultivos itinerantes de las diferentes asociaciones. En
este caso un p-valor menor a 0.0001 sugiere que es muy probable que las diferencias observadas entre
las áreas promedio de las asociaciones, se deban a una intención y resultados de las prácticas y
conocimientos tradicionales de los productores indígenas.
Gráfica 3. Edad Chagra (años). Gráfica 4. Área (Has).
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024).
pág. 5875
En AATAC las áreas varían desde un mínimo de 0.01962 Has hasta un máximo de 2 Has. Hay una
variabilidad considerable en las áreas de los espacios de cultivos instalados en monte bravo, con un área
promedio aparente más grande en comparación con los de los barbechos (rastrojos). Los datos muestran
también que en esta asociación las áreas de los barbechos son más homogéneas, es decir, presentan
menos dispersión en comparación con los que se localizan en zonas de selva virgen (monte bravo). En
el caso de las áreas de selva virgen aparecen valores extremadamente altos (2 Has), lo cual podría indicar
outliers o espacios de cultivos excepcionalmente grandes que, por su tamaño, difieren de la usanza
tradicional. Estos cultivos de gran escala representan una desviación significativa de las prácticas
agrícolas tradicionales, indicando una búsqueda de alternativas más rentables. No obstante, se requiere
un análisis más detallado para determinar si esta estrategia es viable y beneficiosa en el contexto actual.
En cuanto a los espacios de cultivos itinerantes de CHITACOYD la mayoría de las parcelas tienen
tamaños similares. Ésta es una comunidad periurbana donde el espacio para cultivar es limitado frente
a su poblamiento. En el caso de la EFI se tiene una gran dominancia del tamaño de 1,00 ha, lo que
sugiere que este es el tamaño más común para las parcelas en esta muestra.
Es importante señalar que la existencia de algunas parcelas inusualmente grandes (2,00 y 3,00
hectáreas), pero representan una menor proporción del total. Del mismo modo se observa que las
parcelas de tamaños inferiores o cerca de media hectárea (0,50, 0,52 y 0,54) son poco frecuentes, lo que
sugiere que tamaños pequeños son también inusuales. Pese a ello, la desviación estándar (0,428 has)
sugiere que hay una variabilidad moderada en el tamaño de las parcelas. Es decir, aunque hay una
predominancia del tamaño de 1,00 hectárea, existen algunas diferencias notables en el tamaño de las
parcelas.
Riqueza de variedades vegetales
En las cuatro zonas de trabajo se encontró un total de 148 variedades (Anexo 1) donde CIHTACOYD,
con el 62,2% es la zona donde más variedades están presentes con referencia al total de las variedades,
seguidas de la EFI y AZICATCH con 42,6% y 39,2%. AATIAM y AATAC tienen menor presencia de
variedades con el 16,9% y 25,0% (Ver, tabla 4).
pág. 5876
Tabla 4. Riqueza relativa de variedades vegetales por asociación.
Asociación
Riqueza relativa
AATAC
25,0
AATIAM
16,9
AZICATCH
39,2
CIHTACOYD
62,2
EFI
42,6
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024).
La prueba de Kruskal-Wallis K.W. reveló diferencias estadísticamente significativas (p < 0.0003) en la
riqueza de especies entre las diferentes zonas de estudio. CIHTACOYD presentó la mayor variabilidad
en la composición de especies (σ=4.58), seguida por AATIAM, EFI, AZICATCH y AATAC. Esta última
zona mostró la menor variabilidad, con una riqueza promedio de 13.73 especies, significativamente
inferior a la de CIHTACOYD (24.88 especies). Las demás zonas presentaron valores intermedios (Ver,
tabla 5 y gráfica 5).
Frecuencia relativa de variedades vegetales
La prueba de Kruskal Wallis K.W., evidencia también diferencias significativas en cuanto a la
frecuencia relativa de las variedades (p<0,0001). Se observan valores muy bajos de frecuencia relativa
del orden del 0,07 lo cual indica que existe un comportamiento extremo determinado por una gran
mayoría de variedades de baja frecuencia (Ver, tabla 5, gráfica 5 y 6).
Gráfica 5. Riqueza de variedades vegetales. Gráfica 6. Distribución relativa de variedades.
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024).
pág. 5877
Tabla 5. Frecuencias relativas de variedades vegetales.
Variable
Asociacion
N
Medias
E.E.
Medianas
H
P
F.Relativa
AATAC
37
0,027
0,0014
0,0104
37,105
<0,0001
F.Relativa
AATIAM
25
0,04
0,0013
0,0299
F.Relativa
AZICATCH
58
0,0172
0,0003
0,0082
F.Relativa
CIHTACOYD
92
0,0109
0,0001
0,006
F.Relativa
EFI
63
0,0159
0,0003
0,0053
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024).
Se evidencia una amplia variabilidad de las frecuencias en los rangos Inter cuartiles de Q2 a Q3, con la
mayor variabilidad en AATIAM y menor en CIHTACOYD (Ver tabla 6). En estos rangos inter cuartiles
se identificaron también las variedades de mayor frecuencia, siendo en AZICATCH, CIHTACOYD y
la EFI, donde se presentan más variedades de mayor frecuencia, mientras que en AATAC y AATIAM
se presenta una menor cantidad de variedades (Ver, gráfica 8). Se observa que las variedades más
frecuentes se concentran en un grupo reducido de 9, donde CIHTACOYD y la EFI presentan más
variedades (Ver, tabla 6). La yuca brava amarilla se identificó como la variedad más común en los
cultivos de AATAC, AZICATCH, CIHTACOYD y EFI. Sin embargo, resulta llamativo que esta
variedad no sea la dominante en AATIAM.
Gráfica 8. Frecuencia de variedades vegetales presentes por asociación.
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024)..
pág. 5878
Tabla 6. Variedades vegetales más frecuentes en los espacios de cultivos itinerantes.
Asociación
Variedades
Cantidad de variedades
Nombre español
Nombre científico
AATAC
Yuca brava de almidón (blanca)
Manihot esculenta; Crantz
2
Yuca brava amarilla
Manihot esculenta; Crantz
AATIAM
Ají comestible
Capsicum annuum
1
AZICATCH
Yuca brava amarilla
Manihot esculenta; Crantz
4
Banano
Musa × paradisiaca
Plátano
Musa × paradisiaca
Yuca dulce (de cocinar)
Manihot esculenta; Crantz
CIHTACOYD
Plátano
Musa × paradisiaca
6
Yuca brava amarilla
Manihot esculenta; Crantz
Banano
Musa × paradisiaca
Yuca dulce (de cocinar)
Manihot esculenta; Crantz
Coca propia
Erythroxylum coca
Piña de espina
Ananas comosus
Yuca brava de almidón (blanca)
Manihot esculenta; Crantz
EFI
Yuca brava amarilla
Manihot esculenta; Crantz
6
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024).
Abundancia de variedades vegetales
Evaluando la abundancia absoluta, se evidenció la existencia de amplias diferencias dado el valor p
(<0,0001) calculado mediante la prueba de Kruskal Wallis K.W. Conociendo que el valor máximo de
abundancia es del orden de los 7000 individuos y que los valores medios en los cinco sectores estudiados
es del orden de los 1000 individuos, se identificó un comportamiento extremo que concentra a la gran
mayoría de las chagras en valores bajos de abundancia, siendo Inírida la de mayor valor (1023,20) y la
de menor valor es CIHTACOYD (60,16); AATAC, AATIAM y AZICATCH se encuentran entre 731,00
y 60,16. CIHTACOYD evidencia una mayor homogeneidad entre sus chagras con la menor desviación
estándar (σ=17,48), siendo menos homogénea en EFI con σ=331,43; AATIAM, AATAC y AZICATCH
presentan una errores estándar que varía entre 318,60 y 26,32, así, se evidencia que entre EFI y los
demás sectores evaluados existe un fenómeno externo que afecta la abundancia haciéndolos diferentes.
Diversidad de variedades vegetales
La diversidad de especies calculada a partir del Índice de Simpson
7
, es significativa de acuerdo a valor
7
Los cálculos de diversidad de los cultivos itinerantes se realizaron a partir del Índice de diversidad de Simpson (He
FangLiang, HF, y Hu XinSheng, HX (2005), para evaluar la distribución de la abundancia de las variedades; permitió
pág. 5879
p (<0,0018) calculado mediante la prueba de Kruskal Wallis K.W., que evidencia diferencias
significancias en los promedios de cada zona. El bajo valor de las desviaciones estándar, con una
tendencia a 0, manifiesta que la diversidad de las chagras por cada sector tiene un comportamiento
homogéneo, siendo AATIAM la de más variabilidad (σ=0,15); las demás están entre σ=0,03 y σ=0,05.
La zona que presenta en promedio mayor diversidad es CIHTACOYD (0,81), alejada en cerca de 30
puntos de las demás zonas, que en promedio están en 0,53: AATAC (0,57), AZICATCH (0,55), EFI
(0,52) y AATIAM (0,49) respectivamente (Ver, tabla 4, gráfica 7).
Gráfica 7. Diversidad.
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024).
Correlación entre variables vegetales
Con el fin de establecer o explicar patrones de dependencia entre variables considerando la
característica de integralidad inherente a los cultivos itinerantes de los pueblos indígenas, se realizaron
análisis de a partir del Índice de Correlación de Spearman (Tabla 7)
8
.
Tabla 7. Análisis de correlación de Sperman para las variables estudiadas.
Variable(1)
Variable(2)
n
Spearman
p-valor
Íntegrantes familia
Área (Has)
70
-0,16
0,1902
Íntegrantes familia
Diversidad
70
0,18
0,1395
Área
Riqueza
70
-0,32
0,0076
Área
Práctica cultural
70
-0,47
<0,0001
Riqueza
Diversidad
70
0,51
<0,0001
Riqueza
Práctica cultural
70
0,38
0,0013
Diversidad
Práctica cultural
70
0,44
0,0001
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024).
Identificar y explicar dominancia. Los conceptos y denominaciones culturales propias de identificar las variedades, son
importantes por su uso en la cotidianidad de las prácticas culturales de las comunidades indígenas; en este sentido los análisis
de diversidad se realizaron con base en las denominaciones locales de las variedades presentes en los 70 espacios de cultivos
tradicionales evaluadas.
8
En los análisis estadísticos se usó el programa INFOSTAT (2011) y para las gráficas el SPSS para Windows versión 22.0
(IBM Corp, 2020).
pág. 5880
La correlación entre el número de integrantes por familia (unidad de producción) y el área de las
parcelas es inversa y de nivel bajo (-0,16). Bajo el supuesto de que a mayor número de personas que
integra una familia las áreas de producción deberían ser también mayores, y considerando el bajo índice
de correlación se puede concluir la independencia entre el tamaño de los cultivos frente al número de
integrantes de las familias. Lo anterior siguiere que el tamaño de la chagra puede estar definida por
fundamentos culturales, la fuerza humana disponible o una intención comercial de los cultivos menos
por el número de integrantes de la familia.
Por otro lado, la correlación positiva, aunque débil (0,18), entre el número de integrantes familiares y
la diversidad de especies sugiere que una mayor cantidad de personas que conforma la familia la
diversidad también debe ser alta para suplir sus necesidades alimenticias y económicas. Sin embargo,
esta compleja relación puede estar influenciada por otros factores. Por ejemplo, observamos una
correlación negativa moderada (-0,32) entre el área de los cultivos itinerantes y la riqueza de especies,
especialmente en aquellas menores a 1 hectárea. Esto indica que los cultivos itinerantes más pequeños
tienden a presentar una mayor diversidad de cultivos. Esta relación podría estar relacionada con una
mayor atención a cada planta en parcelas más pequeñas o con la presencia de microambientes más
diversos en áreas reducidas. Es probable que la combinación de estos factores, junto con otros no
considerados en este estudio, explique la variabilidad en la riqueza de especies entre los diferentes
cultivos itinerantes (Ver, gráfica 8).
Los resultados indican que, en promedio, las asociaciones estudiadas llevan a cabo más del 60% de las
prácticas culturales consideradas en la lista de referencia (Ver, gráfica 9). Sin embargo, esta proporción
disminuye a medida que aumenta el tamaño de los cultivos itinerantes. Esto sugiere que, aunque las
prácticas culturales tradicionales siguen siendo relevantes en la mayoría de los sistemas de producción
estudiados, su adopción es menos frecuente en chagras de mayor extensión.
En esta investigación se revelan una correlación positiva considerable (0,51) entre la riqueza (cantidad
de especies presentes) y la diversidad de especies, especialmente en chagras con niveles intermedios de
ambas variables (Ver, gráfica 10). Sin embargo, los análisis detallados adelantados sugieren que la
abundancia juega un papel fundamental en la determinación de los niveles de diversidad. La dominancia
de algunas especies puede limitar la diversidad, incluso en parcelas con una alta riqueza.
pág. 5881
Esta observación se ve respaldada por la presencia de algunos cultivos itinerantes con alta diversidad y
alta riqueza (Ver, gráfica 1), a pesar de la dominancia de algunas variedades. Sin embargo, en estos
mismos cultivos itinerantes, la yuca amarilla suele ser la especie dominante, ocupando una proporción
significativamente mayor del área cultivada en comparación con otras especies. Esta dominancia de la
yuca amarilla, aunque contribuye a la producción de alimentos, limita la diversidad de cultivos y reduce
los índices de diversidad, ya que otras especies menos abundantes tienen una menor influencia en la
composición de la comunidad vegetal. Si bien la dominancia de la yuca amarilla evidencia su
importancia para la seguridad alimentaria local, es fundamental considerar el impacto de esta situación
en la biodiversidad de cultivos. La homogeneización impulsada por el mercado podría limitar la
contribución de otras especies y reducir la resiliencia de los sistemas agrícolas
Existe también una correlación positiva entre prácticas culturales y riqueza (0,38). Lo que indica que la
riqueza aumenta cuanto más se aplican las prácticas culturales que caracterizan esta forma de cultivo.
En cultivos itinerantes con una riqueza de especies comprendida entre 5 y 20, por ejemplo, encontramos
que, en promedio, los agricultores implementan entre el 60% y el 80% de las prácticas culturales
evaluadas. Se observa también una correlación moderada (0,44) entre la intensidad de las prácticas
culturales y la diversidad de cultivos (Ver, gráfica 12), lo que sugiere que un seguimiento atento de
prácticas culturales favorece el aumento en la diversidad. Esta relación se evidencia particularmente en
los grupos de parcelas con una diversidad cercana a 0.5 y 0.8.
Gráfica 8. Dispersión de áreas / riqueza variedades. Gráfica 9. Dispersión de áreas / prácticas culturales.
pág. 5882
Gráfica 10. Dispersión prácticas culturales / riqueza Gráfica 11. Dispersión de la riqueza / diversidad.
Gráfica 12. Dispersión prácticas culturales /diversidad.
Fuente. Elaboración propia, Sinchi (2024).
DISCUSIÓN
Los pueblos indígenas a menudo resaltan la importancia de preservar sus saberes tradicionales en sus
prácticas agrícolas. Sin embargo, reconocen la necesidad de adaptar estos conocimientos a las nuevas
realidades Los análisis realizados muestran que las prácticas culturales que se realizan en la instalación
y manejo de los cultivos itinerantes se mantienen a pesar de las situaciones externas que motivan
cambios en los cultivos itinerantes. Los análisis revelan una alta variabilidad en la aplicación de estas
prácticas, lo que sugiere una intención por parte de los productores indígenas de ajustar sus saberes
tradicionales a las nuevas demandas y condiciones ambientales.
Una de esas adaptaciones tiene que ver con el tamaño de las parcelas. La sostenibilidad de los cultivos
agrícolas itinerantes en la Amazonía está estrechamente relacionada con el tamaño de los espacios de
cultivo. Estudios previos han demostrado que los espacios de cultivo de gran extensión son menos
deseables debido a los mayores costos de establecimiento y mantenimiento (Ver, por ejemplo, Warner,
1994; Acosta et al., 2011). Como consecuencia, los agricultores indígenas amazónicos han mantenido
sus cultivos itinerantes en pequeñas escalas, que se adaptan mejor a las condiciones locales y a las
necesidades de las comunidades.
pág. 5883
La variabilidad en el tamaño de los espacios de cultivo itinerantes encontrada en este estudio refleja la
capacidad de adaptación de los agricultores amazónicos a las cambiantes condiciones socioeconómicas
y ambientales. Sin embargo, un aumento en el tamaño de las parcelas puede generar presiones sobre los
recursos naturales y comprometer la sostenibilidad a largo plazo. Es probable que esta tendencia esté
asociada a cambios en las prácticas agrícolas, como la adopción de nuevas tecnologías o la
intensificación de la producción, lo que podría modificar la relación tradicional entre los agricultores y
sus sistemas de producción
Por otro lado, los resultados de esta investigación muestran una relación inversa entre la rigurosidad de
las prácticas agrícolas tradicionales y el tamaño de la chagra, es decir, estas prácticas tienden a volverse
menos estrictas a medida que las parcelas aumentan de tamaño. Esto puede explicarse por el hecho de
que, aunque el tamaño de la chagra crece, el aumento en la mano de obra no sigue la misma proporción.
De esta manera, una parcela más grande requiere más trabajo, lo que podría alejar a las familias del
sistema agrícola tradicional. Así, una familia que intente responder a las demandas del mercado o
enfrentar cambios ambientales, como desastres climáticos, tendrá capacidades limitadas para generar
los excedentes necesarios para enfrentar esas exigencias. En otras palabras, el aumento del tamaño del
cultivo itinerante es una adaptación que, aunque posible, tiene un éxito limitado.
Nuestros resultados también corroboran la hipótesis de que el tamaño de la parcela influye
significativamente en la diversidad de cultivos en los cultivos itinerantes. Las parcelas más pequeñas
tienden a presentar una mayor riqueza de especies, posiblemente debido a una mayor atención
individualizada a cada planta y a la presencia de microambientes más diversos. Como en el caso
anterior, esta relación sugiere que la ampliación de las parcelas, a menudo impulsada por cambios
socioeconómicos y ecológicos, podría resultar contraproducente para la conservación de la diversidad
agrícola.
Vemos entonces que, si bien la ampliación de las parcelas puede ser una respuesta a corto plazo a
presiones externas, a largo plazo compromete la sostenibilidad de los sistemas agrícolas itinerantes y la
capacidad de adaptación de las comunidades indígenas.
Los resultados obtenidos hasta ahora nos permiten comprender cómo los cambios en el tamaño de las
parcelas reflejan las estrategias de adaptación de los agricultores a las nuevas condiciones
pág. 5884
socioeconómicas y ambientales. Sin embargo, es fundamental ampliar nuestra mirada y analizar cómo
estas adaptaciones influyen en otro aspecto crucial de los sistemas agrícolas: la biodiversidad.
Una característica importante de los cultivos itinerantes es la existencia de una diversidad de especies
sembradas. La diversidad de especies que se mantienen en los cultivos itinerantes aumenta las
probabilidades de que los bosques amazónicos mantengan su estabilidad y regeneración (Ver, La Rotta,
1983; Velez, 1992), y por ende su contribución a la resiliencia ecológica, porque favorece a una mejor
y más rápida recuperación de los suelos por la presencia de microorganismos.
Aunque se reconoce la importancia de esta conclusión, los datos nos llevan a señalar la importancia de
un elemento de igual relevancia: el vínculo entre la economía de mercado y la biodiversidad. Las
observaciones muestran que las demandas y condiciones de los mercados urbanos parecen estar
limitando de la diversidad de cultivos. Los datos muestran que dicha diversidad es mayor en las zonas
menos expuestas a los sistemas de la economía mercantil sugiriendo que la influencia con las
poblaciones urbanas y sus sistemas de mercado la fragiliza.
Por otro lado, la diversidad de variedades cultivadas en cada localidad refleja una adaptación funcional
de los sistemas agrícolas a las condiciones locales y a las necesidades de las comunidades. Si bien
existen preferencias por determinadas variedades, los agricultores tienden a mantener un repertorio de
especies tradicionales, lo que contribuye a la resiliencia de estos sistemas. La diversificación, tanto a
nivel de variedades como de cultivos, emerge entonces como una estrategia clave para hacer frente a
los desafíos del cambio climático y las nuevas dinámicas socioeconómicas.
La yuca, debido a su adaptabilidad a diversos ambientes y su capacidad para proporcionar alimentos de
manera continua, ha sido un cultivo estratégico para muchas comunidades. Su importancia se refleja en
la alta frecuencia con la que se cultiva y en la diversidad de productos derivados que se obtienen. Sin
embargo, la intensificación de su cultivo en detrimento de otras variedades y especies puede
comprometer la resiliencia de los sistemas agrícolas y aumentar la vulnerabilidad de las comunidades
ante shocks externos.
Esta tendencia hacia la homogeneización de los cultivos, representada por la creciente dominancia de
la yuca amarilla, contrasta con la diversidad funcional que ha caracterizado históricamente a los
sistemas agrícolas tradicionales. La intensificación de la dominancia de la yuca amarilla seria visto
pág. 5885
como otra forma de mala adaptación dado que reduce significativamente esta diversidad, exponiendo a
las comunidades a una mayor vulnerabilidad ante eventos climáticos extremos, plagas y enfermedades.
Una agricultura diversificada, en cambio, incrementa la resiliencia de los sistemas productivos al ofrecer
una gama más amplia de opciones para adaptarse a condiciones ambientales cambiantes y a las nuevas
demandas del mercado.
Los casos de ATIAM y AATAC son particularmente relevantes porque en estas asociaciones no es la
yuca, sino el ají, la especie con mayor dominancia. Esta alta frecuencia del ají comestible parece
responder a una adaptación ante los cambios socioeconómicos y a la creciente demanda de productos
agrícolas en el casco urbano de la ciudad más cercana (Mitú). Aún no esclaro cuán duradero será este
cambio ni cuál será su impacto sobre la diversidad de variedades tradicionales y los sistemas de cultivo.
No obstante, representan casos interesantes para analizar la evolución de la diversidad dentro de los
sistemas de agricultura itinerante y su relación con fenómenos no ecológicos.
En efecto, los procesos de migración intrarregional hacia zonas mineras, impulsados por la demanda de
productos como la fariña (Romero, 1993), y los cambios culturales asociados a la evangelización
(Usma. Franco-Jaramillo, 2014) han moldeado significativamente las prácticas agrícolas y las
preferencias alimentarias de las comunidades de la EFI. Sin embargo, se requiere una investigación más
profunda para comprender cómo estos fenómenos han impactado la diversidad de variedades cultivadas
y los sistemas agrícolas tradicionales
La diversificación de cultivos, tanto a nivel de variedades como de especies, ha sido una estrategia clave
para garantizar la seguridad alimentaria y la adaptación a los cambios ambientales en los sistemas
agrícolas indígenas. Sin embargo, como se ha expresado, la creciente demanda de ciertos cultivos, como
la yuca amarilla o el ají, en respuesta a los cambios socioeconómicos, puede llevar a una
homogeneización de los sistemas productivos y comprometer su capacidad para hacer frente a futuros
desafíos. Los casos de ATIAM y AATAC, donde el ají ha adquirido una gran importancia, ilustran cómo
los cambios en los mercados pueden influir en la composición de los cultivos y en la diversidad de los
sistemas agrícolas.
La discusión sobre la diversidad de cultivos en los sistemas agrícolas indígenas va más allá de una
simple lista de especies. En ATIAM y AATAC, la baja diversidad podría estar relacionada con la pérdida
pág. 5886
de variedades locales adaptadas a condiciones específicas y con la creciente demanda de cultivos
comerciales. En CIHTACOYD, la presencia de la coca refleja la importancia de los factores económicos
y culturales en la configuración de los sistemas agrícolas. Sin embargo, en general, los datos muestran
que las comunidades indígenas siguen teniendo una diversidad funcional de cultivos que les permite
garantizar su seguridad alimentaria y adaptarse a los cambios ambientales.
Esta diversidad funcional está arraigada en conocimientos tradicionales y prácticas culturales que han
sido transmitidas de generación en generación en las comunidades de AZICATCH. Sin embargo, la
creciente presión por la comercialización y los cambios en los patrones de consumo representan una
amenaza para esta diversidad y para la sostenibilidad de los sistemas agrícolas indígenas.
CONCLUSIONES
Las chagras o conucos, sistemas agrícolas itinerantes de los pueblos indígenas amazónicos, representan
laboratorios vivientes para estudiar la biodiversidad y la sostenibilidad. Combinando conocimientos
ancestrales, prácticas culturales y una profunda conexión con la naturaleza, estos sistemas preservan un
invaluable patrimonio cultural al transmitir saberes agrícolas y valores comunitarios. Al imitar los
procesos naturales de la selva y vincularse a creencias mágico-religiosas, fomentan una
agrobiodiversidad única que garantiza la seguridad alimentaria de las comunidades. No obstante, la
creciente presión sobre los recursos naturales plantea desafíos significativos para su conservación.
Las comunidades han desarrollado diversas estrategias de cultivo, demostrando una notable capacidad
de adaptación a condiciones locales. La biodiversidad, por tanto, es una variable clave que se ve
influenciada por factores sociohistóricos, como el tamaño familiar y la transmisión de conocimientos,
además de las características ecológicas del entorno.
Asimismo, las creencias y prácticas rituales desempeñan un papel fundamental en la adaptación de estos
sistemas. Estas prácticas no solo transforman los sistemas agrícolas y transmiten conocimientos
tradicionales, sino que también moldean los criterios que guían la gestión de los recursos naturales. Sin
embargo, el contacto con la sociedad nacional ha diversificado el grado de adhesión a estas prácticas,
complejizando el estudio de la adaptación.
pág. 5887
El nivel de aplicación de las prácticas culturales en las etapas del ciclo de los cultivos refleja un ejercicio
importante de resistencia de las familias indígenas frente a dinámicas actuales que tienden a minimizar
los conceptos y prácticas culturales. Esta resistencia se evidencia especialmente en CIHTACOYD y
AZICATCH, donde el primero, dado su reciente proceso de consolidación territorial propenden por
enraizar sus orígenes culturales en nuevos territorios. AZICATCH por su parte, propende por mantener
vigentes sus principios culturales en sus propios territorios de origen. En las demás zonas estudiadas las
prácticas tradicionales son aplicadas en menor proporción, posiblemente por priorizar sus cultivos para
surtir una demanda comercial externa que conlleva a prestar menos atención a las prácticas culturales.
La diversidad de variedades vegetales en los sistemas de cultivo itinerante es esencial para la seguridad
alimentaria y la resiliencia de las comunidades. No obstante, esta diversidad varía entre asociaciones,
lo que refleja tanto una gama de estrategias de adaptación como una vulnerabilidad desigual frente a la
inseguridad alimentaria, debido al acceso dispar a las especies cultivadas.
En conclusión, los sistemas de cultivo itinerante en la Amazonía son sistemas complejos y dinámicos
que reflejan una profunda adaptación de las comunidades indígenas a su entorno. La diversidad de
prácticas, conocimientos y recursos naturales que caracterizan estos sistemas es fundamental para
garantizar la sostenibilidad a largo plazo de estos agroecosistemas y la conservación de la biodiversidad
amazónica. Esta investigación nos brinda una perspectiva novedosa sobre las dinámicas actuales de
estos sistemas y plantea interrogantes cruciales sobre su futuro. Es necesario profundizar en el estudio
de los factores que influyen en la sostenibilidad de estos cultivos y explorar estrategias para fortalecer
los conocimientos ancestrales y promover la innovación en los métodos de cultivo itinerante, a fin de
garantizar su conservación y adaptación a los desafíos del presente y el futuro.
Agradecimientos
Los autores expresan sus profundos agradecimientos a los pueblos indígenas, coinvestigadores y sus
familias por su enorme contribución en la generación e interpretación de la información. Al Profesor
Doctor Orlando Martínez, Estadístico, por su dedicación en la aplicación de las pruebas estadísticas a
la información primaria generada, cuyos datos permitieron contar con unos resultados congruentes y
coherentes frente a las variables estudiadas.
pág. 5888
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Acosta, LE; Pérez, MN; Juragaro, LA; Nonokudo, H; Sánchez, G; Zafiama, ÁM; Tejada, JB; Cobete,
O; Efaiteke, M; Farekade, J; Giagrekudo, H; Neikase, S. (2011). La chagra en La Chorrera: más
que una producción de subsistencia, es una fuente de comunicación y alimento físico y
espiritual, de los Hijos del tabaco, la coca y la yuca dulce. Los retos de las nuevas generaciones
para las prácticas culturales y los saberes tradicionales asociados a la biodiversidad. Instituto
Amazónico de Investigaciones Científicas, Sinchi. Asociación Zonal Indígena de Cabildos y
Autoridades Tradicionales de La Chorrera – AZICATCH. 136 p.
Briñez, AH. (2002). Casabe: símbolo cohesionador de la cultura Uitoto. Ministerio de Cultura. Bogotá.
192 p.
Cárdenas López, Dairon, 2007; Flora del Escudo Guayanés en Inírida (Guainía, Colombia); Bogotá,
Colombia: Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas – Sinchi; pág. 186
Cura, S. (2015). Mambe en contextos urbanos, o la producción de nuevas modalidades de consumo.
Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia - Instituto Amazónico de Investigaciones
(IMANI) - Universidade Federal do Amazonas (UFAM) - Programa de Pós-Graduação em
Antropología Social (PPGAS).
DANE. 2018 Resultados Censo general de población en Colombia.
Descola, P. (1986), La nature domestique: symbolisme et praxis dans l’écologie des Achuar, s.l., Les
Editions de la MSH, 457 p.
García, O. (2018). Rafue Ite! Ethnographie d’un bal rituel amazonien (Murui-Muina-Uitoto, Amazonie
colombienne), Doctorat, EHESS, Paris, 869 p.
Gainza, X., Acosta, LE. & Bernal, H. (2008). Territorio, tecnologías del conocimiento tradicional y
desarrollo. Apuntes para la gran amazonia continental suramericana. XI Jornadas de Economía
Crítica. Bilbao. Extraído el 20 de marzo de 2009.
http://www.ucm.es/info/ec/ecocri/cas/Bernal_Zamudio_8.pdf.
Garzón, NC. & Macuritofe, V. (1992). La noche, las plantas y sus dueños. Aproximación al
conocimiento botánico en las culturas amazónicas. Corporación Araracuara – COA. P.
pág. 5889
Henao, CI. (1989). Interpretación etnobotánica del mito del “árbol de las frutas” en la tradición oral
Huitoto como modelo de la domesticación de las plantas en La Chorrera Amazonas). Tesis de
grado en Biología (manuscrito), Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. 160 p.
Infostat (2011) Di Rienzo, JA and Casanoves, F and Balzarini, MG and González, L and Tablada, M
and Robledo, CW. Universidad Nacional de Córdoba. Argentina.
IBM Corp. (2020). IBM SPSS Statistics for Windows (Version 25.0) [Computer software]. IBM Corp.
Krebs, C. (1985). Ecología: Estudios de la distribución y abundancia. Editorial Mexicana. Segunda
Edición.
La Rotta, C. (1982). Observaciones etnobotánicas de la comunidad Andoque de la Amazonia
colombiana. En: Colombia Amazónica, 1 (1), 53 – 67.
Londoño Sulkin, C.D. (2004), Muinane: un proyecto moral a perpetuidad, 1. ed., Medellín, Colombia,
Editorial Universidad de Antioquia (coll. « Colección Antropología »), 339 p.
Mendoza, D., Rodríguez, O., Mendoza, C., Mendoza, E., Gómez, A., Kutdo, L., Ortiz, J., Ortiz, JC-
(2017). Moniya ringo. Mujer de abundancia y reproducción: Estudio de caso de la chagra de la
Gente de Centro, Resguardo Indígena de Monochoa. Bogotá, D.C.: Instituto Amazónico de
Investigaciones Científicas “SINCHI”. 190 p.
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). (2001). Sistema
agroecológico tradicional de chagras amazónicas en el medio Caquetá Sembrando Capacidades
Cooperación Brasil- Colombia- FAO. Agencia Brasileña de Cooperación del Ministerio de
Relaciones Exteriores (ABC/ MRE). Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de
Brasil (MAPA). Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia (MADR). Bogotá
D.C , Colombia. 58 p.
Peña-Venegas, CP., Mazorra, A., Acosta, LE., Pérez MN. Seguridad alimentaria en comunidades
indígenas del Amazonas: ayer y hoy. Primera edición. Bogotá: Instituto Amazónico de
investigaciones científicas 2009. 146 p. ISBN 9789588317496.
Peña-Venegas, CP (2016). Tras las prácticas ancestrales para la recuperación de suelos amazónicos.
Revista Colombia Amazónica Nueva Época, 9, 15-189. ISSN 0120-6222.
pág. 5890
https://www.sinchi.org.co/files/publicaciones/revista/pdf/9/9%20tras%20las%20prcticas%20a
ncestrales%20para%20la%20recuperacin%20de%20suelos%20amaznicos.pdf.
Román, G. (2007) Formas de producción y conocimiento tradicional de las mujeres Uitoto, Colombia.
En LM. Donato, E. Escobar, P. Escobar, A. Pazmiño & A. Ulloa (Eds.), Mujeres indígenas,
territorialidad y biodiversidad en el contexto latinoamericano (pp. 165-168). Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia. Bogotá.
Romero, M. 1993. La territorialidad para los Curripaco. En: Informes Antropológicos 6. Instituto
Colombiano de Antropología. Colcultura. Bogotá. Pág. 5 -31.
Rudas A. 2009. Unidades ecogeográficas y su relación con la diversidad vegetal de la amazonia
colombiana. Universidad Nacional de Colombia.
Saenz Cortez, C., & Vilela Saldarriaga, J. (2023). Determinación de la calidad ambiental de las ex
relaveras Azalia y Chonta (Pasco, Perú), por medio de monitoreos ornitológicos. Revista
Kawsaypacha: Sociedad Y Medio Ambiente, (11), A-002.
https://doi.org/10.18800/kawsaypacha.202301.A002.
Schroder, T., Castro, B., Román, O., Jekone, M. (1987). Estudio de un sistema agrícola tradicional en
Araracuara. En: Colombia Amazónica, Vol.2, N° 2, diciembre de 1987. Pág. 31 – 50.
Triana-Moreno, LA., Rodríguez, NC. & García, J. (2006). Dinámica del sistema agroforestal de
espacios de cultivos tradicionales (Chagras o conucos) como eje de la producción indígena en
el Trapecio Amazónico (Colombia). En: Agronomía Colombiana, Vol.24, 1, mayo 2006.
Pág. 158 – 169.
Usma, J.S., Franco-Jaramillo, M. 2014. Plan de manejo del Sitio Ramsar Estrella Fluvial Inírida.
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible - MADS, Corporación para el Desarrollo
Sostenible del Norte y del Oriente Amazónico – CDA & WWF Colombia. 87 pp.
Van der Hammen, MC. (1992). El manejo del mundo. Naturaleza y sociedad entre los Yukuna de la
amazonia colombiana (2ª Ed.). Bogotá: Tropenbos-Colombia
Vélez, AJ. (1991). Las hortalizas amazónicas cultivadas en el medio Caquetá. En: Revista Colombia
Amazónica, Vol. 5, N°2, diciembre de 1991. Pág. 131 – 162.
pág. 5891
Vélez, GA. (1991). Los frutales amazónicos cultivados por las comunidades indígenas de la región del
medio Caquetá (Amazonia colombiana). En: Revista Colombia Amazónica, Vol. 5, N°2,
diciembre de 1991. Pág. 163 – 193.
Vélez, GA & Vélez, AJ. (1992). Sistema agroforestal de “espacios de cultivos tradicionales (Chagras o
conucos)” utilizado por las comunidades indígenas del medio Caquetá (Amazonia colombiana).
En: Revista Colombia Amazónica, Vol. 6, N°1, noviembre de 1992. Pág. 101 - 134.
Vieco, J.J. (2001). Desarrollo, medio ambiente y cultura en la Amazonía Colombiana.
http://www.revmed.unal.edu.co/revistasp/v3n1s/v3ss1.htm. 20/03/2008
Walschburger, A C. (1987). Algunos aspectos generales sobre las repercusiones ecológicas del sistema
de tumba y quema de los indígenas Yucuna en la Amazonia colombiana. En: Colombia
Amazónica, Vol.2, N° 2, diciembre de 1987. Pág. 23 – 30.
Warner, K. (1994). La agricultura migratoria conocimientos técnicos locales y manejo de los recursos
naturales en el trópico húmedo. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
alimentación (FAO). 80 p.
pág. 5892
ANEXO
Variedades
vegetales
AATAC
AATIAM
AZICATCH
CIHTACOYD
EFI
Variedades
vegetales
AATAC
AATIAM
AZICATCH
CIHTACOYD
EFI
Variedades
vegetales
AATAC
AATIAM
AZICATCH
CIHTACOYD
EFI
Achira propia
X
Chonque rojo
X
x
Marañón
pequeño
X
x
Achote rojo
X
Chontaduro con
espina
X
X
X
x
Medicina de
tente
X
Aguacate
introducido
X
X
Chontaduro sin
espina
X
Medicina propia
X
x
Aguacate propio
X
X
X
X
Cilantro
introducido
X
x
Medicinal
introducido
x
Ahuyama
introducida
X
X
X
Coca introducida
X
Milpesillo
x
Ají ceremonial
X
X
X
X
Coca propia
X
x
X
X
Milpeso
x
Ají comestible
X
X
X
Coco de monte
x
Ñame blanco
X
x
X
x
x
Albahaca propia
X
X
Coco
introducido
x
x
Ñame morado
X
x
X
x
x
Algodón ritual
X
Comino
x
Ñame naranja
x
Arazá
introducido
X
X
Copoazú
introducido
X
x
x
Ortiga de flor
x
x
Arbol de pan
introducido
X
Cuchillo
x
Ortiga de hoja
x
Arroz
introducido
X
Cuidado de
chagra
X
x
Palma africana
x
Asaí altura
X
Dale dale
X
Papa aérea
introducida
x
Asaí bajial
X
X
Dutú dulce
X
Papaya
introducida
x
x
x
Auyenta
animales
X
Dutú simple
X
x
Papaya propia
x
Azafrán naranja
X
Fríjol tradicional
X
Pimentón grande
x
Bacaba
X
Granadilla
introducida
x
Pimentón
pequeño
x
x
Banano
X
X
X
X
X
Granadilla
propia
X
Pintura de hoja
x
Barbásco de hoja
X
X
Guama de mujer
X
x
x
Piña con espina
X
x
x
x
Barbásco de raiz
X
X
X
X
Guamilla
x
x
Piña sin espina
X
x
x
x
x
Batata amarilla
X
Guamo macho
X
X
x
x
Plátano
X
x
x
x
x
Batata blanca
X
X
X
Guanábana
introducida
x
Pomarosa
introducida
x
Batata morada
X
X
X
X
Guayaba
introducida
x
x
Pronto alivio
x
Bijao
X
Hoja de comer
X
x
Pusana
x
Bore amarillo
X
X
Hoja de pirarucú
x
Puyú rosado
X
Bore morado
X
Jengibre
introducido
x
Rabutan
introducido
x
Borojó
introducido
X
Juansoco propio
x
Remedio de
morrocoy
x
Cacao
introducido
X
X
Laurel
x
Rendimiento de
yuca
X
Caimo amarillo
X
Lengua de
arrendajo
x
Rosela
x
Caimo silvestre
X
Limón castilla
x
x
Sandía
introducida
x
x
Caimo verde
X
X
Limón
mandarina
x
x
Sapote
introducido
x
Canangucho/Aguaje/Moriche/
Mirití grande
X
X
Limón
toronja
x
x
Seje mierda
de lapa
x
pág. 5893
Caña común
X
X
X
X
Limonaria
x
Seje
pequeño
x
Caña india
X
Lulo
introducido
X
x
Sorgo
introducido
x
Caña propio
X
X
X
Lulo
propio
X
x
X
x
x
Tabaco
propio
X
x
x
x
Caña ritual
X
X
Lulo
silvestre
x
Tomate
introducido
x
Carurú
X
Mafafa
grande
X
Totumo
Grande
x
Cascotillo/Ucuye/Cucuy
propio
X
X
Mafafa
mediana
X
x
Totumo
Pequeño
x
Castaña
X
Mafafa
pequeña
X
Umari
amarillo
x
x
Castaño maderable
X
Maíz
introducido
X
Umari negro
x
Cebolla china
X
Mandarina
x
x
Umari verde
x
x
Cebolla larga
X
Manga
x
Uva
caimarona
X
x
x
x
x
Cedro
X
Mango
común
X
x
x
Uva
pequeño
x
Ceibo
X
Mango de
azucar
x
Verada
x
Chiqui chiqui
X
Maní
propio
x
Yerba fría
x
Chirimoya introducido
X
X
Maraca
grande
X
x
Yota
x
Chirimoya propio
X
X
X
Maraca
pequeño
x
Yuca brava
amarilla
X
x
x
x
x
Chonque amarillo
X
Maracuyá
introducida
X
Yuca brava
de almidón
(blanca)
X
x
x
x
x
Chonque blanco
X
Marañón
grande
X
x
X
x
x
Yuca de
dulce (de
cocinar)
X
x
x
x
x
Yuca de
tomar
(manicuera)
x
x
Asociaciones
Numero
variedades
AATAC
37
AATIAM
25
AZICATCH
58
CIHTACOYD
92
EFI
63
Total
148