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los estudios refieren que la motivación del estudiante por concluir sus estudios es uno de los
determinantes de permanencia más significativos. En segundo orden de importancia entre los factores
de abandono tenemos el factor familiar, que corresponde a que el estudiante se vea rebasado por las
responsabilidades familiares y afecte su gestión del tiempo y desempeño académico, puede deberse a
distintas circunstancias, cuidado de sus padres o de algún familiar, el asumir nuevas responsabilidades
paternas o maternas, así como circunstancias disruptivas en su ritmo de vida cotidiano, atravesar un
proceso de divorcio, la viudez, entre otros, se ha visto que son factores que afectan por igual entre los
géneros, a excepción del cuidado de un familiar enfermo, donde es más frecuente encontrar que sean
las estudiantes mujeres quienes aducen esta causa, por lo que se infiere que el cuidado de los enfermos
continúa en la actualidad siendo una responsabilidad que asumen más las mujeres que los varones.
En tercer lugar, de importancia, se advierten “las habilidades académicas “estrategias de aprendizaje y
hábitos de estudio deficientes que representan un problema para avanzar en el pregrado. En este
sentido, Álvarez, et al, (2011) insisten en que esta falta de preparación, de información, de propósitos y
de metas claras que expresan muchos estudiantes que llegan a la universidad, constituye uno de los
factores que alimenta el riesgo de la desadaptación, del fracaso y del abandono de los estudios. En
relación a ello dentro de la literatura si encontramos instituciones de educación superior en modalidad
virtual que han implementado cursos de capacitación en técnicas de estudio, lectura y subrayado de
textos, elaboración de esquemas y organización del tiempo, ello como programas de apoyo a la
permanencia Aquí encontramos un factor en el que, sí se puede incidir positivamente, siempre y cuando
el estudiante tenga la motivación suficiente.
En cuarto lugar encontramos al “Bajo rendimiento académico” como una consecuencia ineludible de la
falta de un desarrollo adecuado de habilidades académicas, no obstante ello, no es la única causa, pues
en tratándose de la literatura revisada encontramos que, un baja autonomía en el estudiante, una mala
comunicación dentro del proceso de enseñanza- aprendizaje virtual, y la escasa motivación conducen
al bajo rendimiento escolar, éste constituye un indicador temprano que aporta a las instituciones
universitarias una alerta de inminente abandono. La autonomía es la capacidad del estudiante de
organizar sus propios tiempos de estudio, cumplir con sus actividades, establecer sus objetivos de
estudio y cumplirlos. Lo anterior implica de parte del estudiante virtual no sólo disposición hacia el