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INTRODUCCIÓN
La piel es una membrana fibroelástica, considerada la “envoltura viva del cuerpo”; es un órgano que
desempeña una gran gama de funciones que incluyen la protección frente a agresiones externas, la
termorregulación, la absorción de radiaciones ultravioleta y la producción de vitamina D.
Adicionalmente, tiene una importante función de reconocimiento inmunitario, es una eficaz barrera de
protección contra macroorganismos patógenos, siendo el órgano de mayor extensión y un potente
receptor de estímulos sensoriales. (1) Si bien las heridas han acompañado a la humanidad desde siempre
y en esta evolución conjunta se han dado muchas formas de enfrentarlas, ya que este proceso biológico,
estructurado y conocido puede verse afectado por muchísimos factores y es allí donde se necesitarán
coadyuvantes que cambien esta lucha.
En la búsqueda de esta afirmación y en la historia médica del manejo de heridas hay descripciones y
trabajos que nombran al Papiro de Edwin Smith; el cual hace referencia sobre todo a las heridas,
fracturas y luxaciones, tratadas con la aplicación de compuestos a base de grasas animales, miel y tejidos
con algodón y menciona diferentes tipos de suturas de heridas. (2) (3) A lo largo de la historia, ha existido
la panela, un producto que es el resultado del proceso que se le da a la caña de azúcar; no existen datos
exactos de donde es originario este cultivo, de acuerdo a investigaciones se menciona que se producía
en una parte de China, Nueva Guinea y parte de la India, así este cultivo se expandió a otras zonas más
como África, Islas Canarias, Hawái, Mediterráneo, el Atlántico, etc. (4) La caña de azúcar fue utilizada
desde la antigüedad entre los 3000 años antes de Cristo. Se manifiesta que en el siglo IV a.C. el hombre
utilizaba a la caña como medicina en Persia (5).
Su utilización como parte de los conoceres ancestrales es de utilidad para el manejo de patologías, el
empleo de la panela en Ecuador y muchos otros territorios similares sigue siendo una alternativa en la
curación de heridas y ulceras. (6) De allí la utilización de la panela obtenida de la caña de azucara, con
sus diferentes beneficios entre los que se destacan la hidratación y humedad que provoca, conjuntamente
con el aporte de minerales y vitaminas que a nivel cosmético han dado buenos resultados en el
mantenimiento de la piel (7).
Su nombre científico Saccharum officinarum, esta es una gramínea, de cultivo plurianual teniendo una
cosecha de casi 12 meses. Dicha caña de azúcar ofrece sacarosa para la elaboración de azúcar blanca o