pág. 9555
Tohapanta (2018), dice que, la percepción ambiental de la población de la comunidad la Esperanza no
relaciona la pérdida del recurso hídrico por actividades agropecuarias, aunque, reconocen que en los
últimos 5 años aumento la actividad ganadera en la zona y que la producción agrícola se realiza con uso
de agroquímicos. Frente al hallazgo de Tohapanta, coincide con los resultados que encontramos, dado
que el uso del suelo es con químicos, sin embargo, los porcentajes son bajos lo que hace aun sostenibles
el suelo.
En el resultado del presente autor, encontramos coincidencia, donde hizo recorridos al territorio,
observando los suelos; lo cual se sustenta en la afirmación de Valenzuela (2017), afirmando que desde
la mirada de los pastos se dice que caminar el territorio es movilizar la palabra y el conocimiento de los
mayores a los renacientes, ya que recorrer por el camino es reencontrarse con el mito, la leyenda, los
espíritus, los pobladores naturales del territorio. Desde este referente, en esta investigación se realizó
recorridos por el territorio para observar y conocer las áreas naturales (sitios sagrados) como ríos,
lagunas, paramos, bosques, volcanes, cerros y demás riquezas naturales que posee este territorio.
En los resultados obtenidos donde no encontramos coincidencia o similitudes, es en los conceptos de
autores como, Gómez (2019), al afirmar que, las zonas con probabilidad de presentar procesos de
desertificación, obtenidos a partir de características biofísicas, las cual está subdividida de acuerdo con
grados de bajos a altos de susceptibilidad; mientras, el segundo, hace referencia a las zonas que
presentan ya estos procesos con grados de menor a mayor severidad, considerando que en estas zonas
ya están sucediendo procesos de erosión y salinización que abren paso a la desertificación. Ampliamente
se observa que el uso de los suelos está supeditado a procesos químicos, que, con la constante acción,
el suelo está erosionado, lo que quiere decir, que, la afectación es alta, debido al mal uso del suelo. La
misma problemática en el al uso del suelo es la conclusión de Parra (2018), al decir que, los parámetros
de esfuerzo máximo y rigidez tienen una tendencia creciente para la cal viva, debido a la reacción que
se genera con el agua disuelta, lo que apoya la idea de que este material indiscutiblemente es una buena
opción para el tratamiento de suelos, especialmente por su economía y facilidad en cuanto a su uso.
Cardoso (2018), plantea el siguiente resultado, donde los suelos del sector son ligeramente gravosos,
están pedregosos, su drenaje es moderado, tienen una erosión hídrica ligera, el riesgo de anegamiento
moderada, la textura moderadamente gruesa, el PH es neutro, están libres a ligeramente afectados por