DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES DEL INGLÉS
COMO LENGUA DE INSTRUCCIÓN (EMI) EN
LA EDUCACIÓN SUPERIOR: UN ANÁLISIS DE
AUTOEFICACIA Y POLÍTICAS LINGÜÍSTICAS
CHALLENGES AND OPPORTUNITIES OF ENGLISH AS A
MEDIUM OF INSTRUCTION (EMI) IN HIGHER
EDUCATION: AN ANALYSIS OF SELF-EFFICACY AND
LANGUAGE POLICIES
Raúl Andrés Pinela Cárdenas
Universidad Estatal de Milagro - Ecuador
pág. 10063
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i5.14396
Desafíos y Oportunidades del Inglés como Lengua de Instrucción (EMI) en
la Educación Superior: Un Análisis de Autoeficacia y Políticas Lingüísticas
Raúl Andrés Pinela Cárdenas
1
rpinelac@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0009-0009-3470-8270
Universidad Estatal de Milagro
Ecuador
RESUMEN
Esta revisión sistemática tiene como objetivo analizar las tendencias recientes en la enseñanza del inglés,
la autoeficacia del aprendizaje de idiomas y las políticas de instrucción en inglés en la educación
superior, a través de un enfoque bibliométrico. Se seleccionaron diez estudios clave publicados entre
2011 y 2021, que abarcan temas como la instrucción en inglés en contextos universitarios
internacionales, la relación entre la autoeficacia y el rendimiento académico, así como el impacto de la
política lingüística en el aprendizaje del inglés como lengua extranjera. Se utilizó el método PRISMA
para la selección de los artículos. Los resultados destacan el creciente interés en el uso del inglés como
lengua de instrucción (EMI), la importancia de la autoeficacia en el aprendizaje de idiomas, y las
implicaciones de las políticas de enseñanza del inglés en el contexto universitario. Los hallazgos reflejan
un aumento en la producción de publicaciones en esta área y subrayan la necesidad de una mayor
investigación interdisciplinaria que aborde los desafíos metodológicos y pedagógicos en el uso del inglés
en la educación superior. Se concluye que el uso del inglés como idioma de instrucción ha impactado
significativamente en la enseñanza, el aprendizaje y las políticas académicas en diversas regiones,
sugiriendo la necesidad de enfoques adaptativos más inclusivos.
Palabras clave: autoeficacia, políticas lingüísticas, enseñanza en inglés, rendimiento académico,
plataformas adaptativas
1
Autor principal.
Correspondencia: rpinelac@unemi.edu.ec
pág. 10064
Challenges and Opportunities of English as a Medium of
Instruction (EMI) in Higher Education: An Analysis of Self-
Efficacy and Language Policies
ABSTRACT
This systematic review analyzes recent trends in English teaching, language learning self-efficacy, and
English instruction policies in higher education through a bibliometric approach. Ten key studies
published between 2011 and 2021 were selected, covering topics such as English instruction in
international university contexts, the relationship between self-efficacy and academic performance, and
the impact of language policy on learning English as a foreign language. The PRISMA method was used
for article selection. The results highlight the growing interest in using English as a Medium of
Instruction (EMI), the importance of self-efficacy in language learning, and the implications of English
teaching policies in the university context. The findings reflect an increase in the production of
publications in this area and underscore the need for more interdisciplinary research addressing the
methodological and pedagogical challenges in the use of English in higher education. It is concluded
that English as a language of instruction has significantly impacted teaching, learning, and academic
policies in various regions, suggesting the need for more inclusive and adaptive approaches.
Keywords: self-efficacy, language policies, english-medium instruction, academic performance,
adaptive platforms
Artículo recibido 08 septiembre 2024
Aceptado para publicación: 10 octubre 2024
pág. 10065
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, el uso del inglés como lengua de instrucción en instituciones de educación superior,
conocido como English as a Medium of Instruction (EMI), ha ganado una enorme relevancia en diversos
contextos académicos (Dearden, 2016; Macaro et al., 2018). Este fenómeno responde a la creciente
globalización de la educación, en la que universidades de todo el mundo buscan atraer a estudiantes
internacionales y facilitar la colaboración académica a nivel global. El inglés, como idioma dominante
en la ciencia, el comercio y la diplomacia, ha sido adoptado en muchos países no angloparlantes como
la lengua preferida para la enseñanza en programas universitarios, particularmente en aquellas áreas
relacionadas con las ciencias, la tecnología, la ingeniería y los negocios (Macaro, 2020).
El EMI ha demostrado ser una herramienta poderosa para la internacionalización de la educación
superior, ya que permite a las instituciones atraer a un cuerpo estudiantil más diverso y competitivo. No
obstante, la implementación de este enfoque ha generado desafíos significativos tanto para los docentes
como para los estudiantes. Por un lado, muchos profesores que no son hablantes nativos de inglés deben
adaptarse a la enseñanza en un idioma extranjero, lo que puede afectar su autoeficacia y el desempeño
en el aula (Dang & Vu, 2020). Por otro lado, los estudiantes que no dominan el inglés enfrentan
dificultades adicionales en su aprendizaje académico, lo que puede impactar su rendimiento y éxito
académico (Gan et al., 2020).
La autoeficacia, definida como la creencia de una persona en su capacidad para realizar tareas
específicas con éxito, ha emergido como un factor crítico en el aprendizaje de idiomas, especialmente
en contextos donde el inglés es el idioma de instrucción (Bandura, 1997). Investigaciones recientes han
demostrado que los estudiantes con altos niveles de autoeficacia tienden a obtener mejores resultados
académicos y a enfrentar de manera más eficaz los desafíos asociados con el aprendizaje en un idioma
extranjero (Huang & Zhang, 2020). En particular, aquellos estudiantes que confían en su capacidad para
aprender y usar el inglés muestran una mayor disposición para participar activamente en clases EMI y
se benefician más de este enfoque pedagógico.
La adopción del EMI también ha generado debates sobre las políticas lingüísticas en instituciones de
educación superior (Phillipson, 2006; Doiz et al., 2012). Algunas universidades han implementado el
EMI de manera obligatoria, mientras que otras han optado por enfoques más flexibles que permiten a
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los estudiantes y profesores elegir el idioma de instrucción (Farrell, 2020). Esta variabilidad en la
implementación del EMI ha llevado a cuestionar si los docentes y los estudiantes están recibiendo el
apoyo necesario para tener éxito en entornos académicos donde el inglés no es el idioma predominante.
A pesar del creciente cuerpo de investigación sobre el EMI, persisten lagunas importantes en la
comprensión de cómo esta modalidad educativa afecta la autoeficacia y el rendimiento académico de
los estudiantes. Además, se necesitan más estudios que analicen cómo las políticas lingüísticas
institucionales pueden facilitar o dificultar la adopción exitosa del EMI, y cómo estas políticas influyen
en las percepciones y el desempeño tanto de los profesores como de los estudiantes.
El objetivo de esta revisión sistemática es analizar las tendencias recientes en la enseñanza del inglés y
el EMI en la educación superior, centrándose en tres áreas clave: el impacto de las políticas de
instrucción en inglés, la relación entre la autoeficacia y el rendimiento académico, y las tendencias
emergentes en la investigación sobre el EMI (Bradford, 2016). A través de un enfoque bibliométrico,
esta revisión sintetiza los estudios más relevantes y proporciona una visión integral de las implicaciones
pedagógicas y políticas asociadas al uso del inglés en entornos educativos internacionales.
METODOLOGÍA
La presente revisión sistemática sigue la metodología PRISMA (Preferred Reporting Items for
Systematic Reviews and Meta-Analyses) para asegurar la transparencia y rigurosidad en la
identificación, selección y síntesis de los estudios. Se realizó una búsqueda exhaustiva de artículos en
bases de datos como Web of Science y Scopus, utilizando términos clave como “English as a Medium
of Instruction (EMI)”, “autoeficacia en el aprendizaje de idiomas” y “políticas de instrucción en inglés”.
Los criterios de inclusión para los estudios fueron: (1) artículos publicados entre 2011 y 2021, (2)
estudios revisados por pares, (3) investigaciones centradas en la educación superior y (4) artículos que
aplicaran métodos bibliométricos o cualitativos para el análisis del uso del inglés en la educación.
Para esta revisión, se seleccionaron un total de diez artículos. Estos fueron evaluados en función de su
relevancia temática, el rigor metodológico y su contribución al campo del EMI y la autoeficacia en la
enseñanza y el aprendizaje del inglés. Se utilizó el software VOSviewer y Biblioshiny para la
visualización y el análisis de los patrones de citación, coautoría y palabras clave. Estas herramientas
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permitieron identificar las redes de colaboración más influyentes, así como los temas emergentes dentro
del campo.
Los estudios seleccionados fueron organizados en torno a tres ejes temáticos principales: (1) el impacto
de las políticas de instrucción en inglés en la educación superior, (2) la relación entre la autoeficacia y
el rendimiento académico, y (3) las tendencias emergentes en la investigación sobre el EMI. Los
resultados de este análisis bibliométrico se presentan de manera narrativa, integrando gráficos y tablas
para ilustrar los hallazgos más relevantes.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados de esta revisión sistemática se organizan en torno a tres ejes temáticos principales: (1) el
impacto de las políticas de instrucción en inglés (EMI) en la educación superior, (2) la relación entre la
autoeficacia y el rendimiento académico, y (3) las tendencias emergentes en la investigación sobre EMI
y el aprendizaje de idiomas. Estos ejes permiten no solo entender los efectos de la adopción del EMI,
sino también identificar las principales barreras y facilitadores para su implementación exitosa, así como
los factores que influyen en la autoeficacia de los estudiantes y su éxito en entornos educativos
internacionales.
Impacto de las políticas de instrucción en inglés (EMI) en la educación superior
El uso del EMI ha sido adoptado de manera desigual en todo el mundo, y su implementación varía
significativamente entre regiones y contextos institucionales. Esta sección explora cómo las políticas de
EMI han impactado en la enseñanza y el aprendizaje en la educación superior, centrándose en las
barreras, oportunidades y efectos en los docentes y estudiantes.
Desafíos para los docentes en la implementación del EMI
Uno de los principales desafíos asociados con el EMI es la competencia lingüística del profesorado.
Como lo destacan estudios como los de Dang y Vu (2020), muchos profesores en universidades de países
no angloparlantes experimentan dificultades para enseñar en inglés, lo que puede afectar su confianza y
eficacia en el aula. Este fenómeno no es exclusivo de Asia, aunque ha sido ampliamente documentado
en esta región debido a la rápida adopción del EMI en países como China, Corea del Sur y Vietnam.
En su estudio sobre el EMI en universidades australianas, Dang y Vu (2020) subrayan que los profesores
nativos no angloparlantes se enfrentan a barreras lingüísticas que pueden reducir la calidad de la
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instrucción y, en algunos casos, generar ansiedad profesional. A pesar de sus conocimientos
disciplinarios, la necesidad de enseñar en inglés puede crear una carga cognitiva adicional, que impacta
negativamente en su capacidad para comunicarse de manera efectiva. Esto, a su vez, afecta la calidad
de la educación que los estudiantes reciben en entornos EMI.
Sin embargo, estudios como el de Farrell (2020) han demostrado que cuando los docentes reciben
formación específica en habilidades de enseñanza en inglés, su autoeficacia y confianza mejoran
considerablemente. Farrell sostiene que la inversión en el desarrollo profesional continuo de los
profesores es crucial para mitigar los desafíos que enfrentan al implementar el EMI. Esto incluye no
solo mejorar las habilidades lingüísticas, sino también desarrollar estrategias pedagógicas que les
permitan enseñar de manera más efectiva en inglés.
Desafíos para los estudiantes en entornos EMI
El EMI también presenta retos importantes para los estudiantes, especialmente para aquellos que no
tienen una base sólida en el inglés. La investigación de Gan et al. (2020) reveló que los estudiantes que
ingresan a programas EMI sin el dominio suficiente del inglés enfrentan dificultades significativas para
seguir el ritmo de las clases, comprender los materiales y participar en discusiones académicas. Esta
falta de competencia lingüística no solo afecta su rendimiento académico, sino que también puede
disminuir su autoeficacia, llevándolos a experimentar mayores niveles de estrés y ansiedad.
Por otro lado, los estudiantes que tienen una mayor autoeficacia tienden a tener un mejor desempeño en
entornos EMI. El estudio de Huang y Zhang (2020) señala que aquellos estudiantes que creen en su
capacidad para aprender y usar el inglés de manera efectiva tienden a participar de forma más activa en
las clases y se benefician más de la instrucción en inglés. Esta autoeficacia es un factor crucial para
superar los desafíos que plantea el EMI, ya que influye directamente en la motivación del estudiante y
en su capacidad para persistir frente a las dificultades.
Políticas institucionales y el éxito del EMI
Las políticas institucionales juegan un papel fundamental en la implementación exitosa del EMI.
Estudios como los de Shoaib et al. (2021) y Macaro (2020) han resaltado que la forma en que las
universidades diseñan y ejecutan sus políticas de EMI afecta significativamente la experiencia de
estudiantes y profesores. Algunas universidades han optado por implementar el EMI de manera gradual,
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ofreciendo apoyo lingüístico tanto para estudiantes como para profesores. Este enfoque flexible ha
demostrado ser efectivo para facilitar la transición hacia un entorno EMI, ya que permite a los
participantes mejorar sus habilidades lingüísticas sin comprometer su rendimiento académico.
Por el contrario, instituciones que han implementado el EMI de manera obligatoria sin un soporte
adecuado han enfrentado mayores tasas de deserción y bajo rendimiento académico entre los estudiantes
(Farrell, 2020). En este contexto, se destaca la importancia de ofrecer cursos preparatorios en inglés y
talleres de formación pedagógica en EMI para profesores, lo que podría reducir las barreras lingüísticas
y mejorar la calidad de la enseñanza.
Autoeficacia y rendimiento académico
El segundo eje temático de esta revisión se centra en la relación entre la autoeficacia de los estudiantes
y su rendimiento académico en entornos EMI. La autoeficacia, definida como la creencia en la capacidad
propia para realizar tareas específicas, es un factor clave que influye en la motivación y el éxito
académico de los estudiantes en estos contextos.
Autoeficacia en el aprendizaje de idiomas
Numerosos estudios han destacado el papel crucial que desempeña la autoeficacia en el aprendizaje de
idiomas, particularmente en entornos EMI. Gan et al. (2020) encontraron que los estudiantes con altos
niveles de autoeficacia son más propensos a participar activamente en actividades de clase, como
debates y presentaciones, y a utilizar el inglés en sus interacciones académicas diarias. Esto no solo
mejora sus habilidades lingüísticas, sino que también les permite aprovechar mejor las oportunidades
que ofrece el EMI.
Por otro lado, los estudiantes con baja autoeficacia tienden a evitar situaciones en las que necesitan usar
el inglés, lo que limita su capacidad para mejorar en el idioma y para obtener buenos resultados
académicos. El estudio de Huang y Zhang (2020) respalda esta observación, al encontrar que los
estudiantes que dudan de su capacidad para aprender inglés tienden a experimentar mayores niveles de
ansiedad y a tener un desempeño académico inferior.
Impacto de la autoeficacia en el rendimiento académico
La autoeficacia también influye en el rendimiento académico general de los estudiantes en entornos
EMI. Aquellos que confían en su capacidad para aprender y utilizar el inglés tienden a obtener mejores
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calificaciones y a superar con mayor éxito los desafíos que plantea el EMI (Farrell, 2020). Además,
estos estudiantes son más resilientes y están más motivados para persistir en su aprendizaje, lo que les
permite alcanzar niveles más altos de éxito académico.
Un hallazgo clave en la investigación de Gan et al. (2020) es que la autoeficacia está estrechamente
relacionada con el uso estratégico del tiempo y los recursos. Los estudiantes con altos niveles de
autoeficacia tienden a gestionar mejor su tiempo de estudio, a buscar activamente retroalimentación de
sus profesores y compañeros, y a utilizar recursos adicionales, como tutorías y materiales de aprendizaje
en línea, para mejorar su rendimiento. En contraste, los estudiantes con baja autoeficacia a menudo
muestran una falta de compromiso y motivación, lo que se traduce en un rendimiento académico más
bajo.
Estrategias para mejorar la autoeficacia en entornos EMI
Dada la importancia de la autoeficacia para el éxito académico, varios estudios han explorado estrategias
para mejorar este factor en estudiantes de EMI. Huang y Zhang (2020) sugieren que proporcionar
retroalimentación constante y específica a los estudiantes puede ayudar a aumentar su confianza en sus
habilidades lingüísticas. Asimismo, ofrecer oportunidades para que los estudiantes practiquen el inglés
en un entorno de apoyo y bajo riesgo, como a través de simulaciones y actividades colaborativas, puede
mejorar su autoeficacia y reducir la ansiedad relacionada con el uso del idioma.
Por su parte, Shoaib et al. (2021) subrayan la importancia de los recursos académicos, como bibliotecas
digitales y materiales en inglés accesibles, para apoyar a los estudiantes en entornos EMI. Al tener acceso
a una amplia gama de recursos en inglés, los estudiantes pueden practicar y mejorar sus habilidades
lingüísticas de manera autónoma, lo que refuerza su autoeficacia y los prepara mejor para enfrentar los
desafíos académicos.
Tendencias emergentes en la investigación sobre EMI y aprendizaje de idiomas
El análisis bibliométrico realizado en esta revisión reveló varias tendencias emergentes en la
investigación sobre EMI y aprendizaje de idiomas, particularmente en lo que respecta al uso del inglés
como lengua de instrucción en diferentes contextos internacionales. Estas tendencias reflejan un
creciente interés por parte de los investigadores en comprender las implicaciones pedagógicas y políticas
del EMI, así como en identificar mejores prácticas para su implementación.
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Creciente interés en el EMI en Asia
Una de las principales tendencias emergentes es el creciente interés en el EMI en universidades de Asia.
Países como China, Corea del Sur y Vietnam han experimentado un aumento exponencial en la adopción
del EMI en los últimos cinco años, impulsado en gran parte por la necesidad de internacionalizar sus
programas de educación superior y atraer a estudiantes internacionales (Chen, 2020). Esta tendencia ha
generado una vasta cantidad de investigación sobre los desafíos y oportunidades que el EMI presenta
para las instituciones asiáticas.
El estudio de Chen (2020) destaca que las universidades en Asia están adoptando políticas lingüísticas
más flexibles para facilitar la transición al EMI. En muchos casos, estas instituciones ofrecen programas
de apoyo lingüístico tanto para estudiantes como para profesores, lo que ha resultado en una
implementación más exitosa del EMI. Sin embargo, también se han identificado desafíos importantes,
como la falta de profesores con la competencia lingüística adecuada para enseñar en inglés y la
resistencia por parte de algunos estudiantes a adoptar el inglés como lengua de instrucción.
Investigación sobre la autoeficacia en entornos EMI
Otra tendencia emergente en la investigación sobre EMI es el enfoque en la autoeficacia de los
estudiantes. Como se mencionó anteriormente, estudios recientes han explorado cómo la autoeficacia
influye en el rendimiento académico de los estudiantes en entornos EMI y cómo las universidades
pueden apoyar a los estudiantes para que desarrollen una mayor confianza en sus habilidades
lingüísticas.
El estudio de Gan et al. (2020) es un ejemplo de esta tendencia, ya que explora la relación entre la
autoeficacia y el rendimiento académico en estudiantes de EMI en Hong Kong. Los resultados de este
estudio sugieren que los estudiantes con altos niveles de autoeficacia no solo tienen un mejor
rendimiento académico, sino que también están más motivados para aprender y utilizar el inglés de
manera activa en sus estudios. Estos hallazgos han llevado a una mayor investigación sobre cómo las
instituciones pueden diseñar intervenciones que aumenten la autoeficacia de los estudiantes, como
programas de tutoría, talleres de habilidades lingüísticas y actividades de aprendizaje colaborativo.
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Uso de herramientas bibliométricas en la investigación sobre EMI
Finalmente, el uso de herramientas bibliométricas como VOSviewer y Biblioshiny ha permitido a los
investigadores mapear las redes de colaboración entre autores e identificar los temas emergentes en la
investigación sobre EMI. Estudios como los de Shoaib et al. (2021) han utilizado estas herramientas
para analizar la producción académica en torno al EMI, identificando los países y autores más
influyentes en el campo, así como las principales tendencias de investigación.
Estos estudios han revelado que la investigación sobre EMI se concentra principalmente en países de
habla inglesa, como el Reino Unido y los Estados Unidos, aunque la producción académica en países
no angloparlantes está en aumento. Además, las palabras clave más comunes en estos estudios incluyen
términos como "autoeficacia", "internacionalización" y "competencia lingüística", lo que sugiere que
estas áreas seguirán siendo el foco de la investigación futura sobre EMI.
Los resultados obtenidos en esta revisión sistemática proporcionan una visión integral de los principales
desafíos, oportunidades y tendencias emergentes en la implementación del inglés como lengua de
instrucción (EMI) en la educación superior. Al analizar el impacto del EMI en la autoeficacia y el
rendimiento académico, y al identificar las tendencias emergentes en la investigación sobre EMI, se han
revelado implicaciones importantes tanto para los docentes como para los estudiantes y las instituciones.
Desafíos y oportunidades del EMI
Uno de los hallazgos más significativos de esta revisión es la identificación de los desafíos lingüísticos
a los que se enfrentan los profesores no nativos de inglés cuando deben enseñar en este idioma. Los
estudios revisados, como el de Dang y Vu (2020), muestran que la falta de competencia en inglés puede
afectar negativamente la autoeficacia de los docentes, lo que repercute en su desempeño y en la calidad
de la enseñanza. Este hallazgo es consistente con investigaciones previas que sugieren que el dominio
del idioma es un factor crucial para la enseñanza efectiva en entornos EMI (Macaro, 2020). Sin embargo,
es importante destacar que la capacitación y el desarrollo profesional en inglés pueden mitigar
significativamente este desafío, mejorando la autoeficacia de los profesores y, por ende, la calidad de la
instrucción (Farrell, 2020).
Otro aspecto importante a considerar es la variabilidad en la implementación de políticas EMI en
diferentes contextos institucionales. Mientras que algunas universidades optan por políticas flexibles
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que permiten una transición gradual hacia el EMI, otras instituciones han adoptado un enfoque más
rígido y obligatorio. Los estudios revisados, como el de Farrell (2020), sugieren que un enfoque flexible
que proporcione apoyo lingüístico tanto para estudiantes como para profesores es más efectivo para
garantizar una adopción exitosa del EMI. Esta flexibilidad permite que los estudiantes y docentes
mejoren sus habilidades en inglés sin sacrificar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Sin embargo,
cuando el EMI se implementa de manera obligatoria sin los recursos y apoyos necesarios, los resultados
pueden ser contraproducentes, como lo demuestran las altas tasas de deserción y el bajo rendimiento
académico en algunas instituciones que adoptaron esta estrategia sin preparativos suficientes (Shoaib et
al., 2021).
Autoeficacia como predictor del éxito académico
El papel de la autoeficacia en el rendimiento académico ha sido ampliamente discutido en esta revisión.
Varios estudios, como los de Gan et al. (2020) y Huang y Zhang (2020), han destacado que la
autoeficacia es un predictor clave del éxito académico en entornos EMI. Los estudiantes con altos
niveles de autoeficacia no solo se sienten más capaces de enfrentar los desafíos del aprendizaje en inglés,
sino que también están más motivados para participar activamente en clase y para utilizar el inglés en
sus interacciones diarias. Esto tiene implicaciones directas para los diseñadores de políticas y los
administradores universitarios, ya que sugiere que las intervenciones dirigidas a aumentar la autoeficacia
de los estudiantes pueden ser una estrategia efectiva para mejorar el rendimiento académico en entornos
EMI.
Un aspecto importante a tener en cuenta es cómo se puede mejorar la autoeficacia de los estudiantes.
Los estudios revisados sugieren varias estrategias, incluyendo la provisión de retroalimentación
constante y específica, oportunidades para practicar el inglés en entornos de bajo riesgo y el acceso a
recursos de apoyo, como tutorías y materiales de aprendizaje en línea (Huang & Zhang, 2020). Estas
estrategias no solo mejoran las habilidades lingüísticas de los estudiantes, sino que también aumentan
su confianza en su capacidad para tener éxito académico. Además, los estudiantes que creen en su
capacidad para aprender y utilizar el inglés tienden a gestionar mejor su tiempo y a utilizar recursos
adicionales, lo que mejora significativamente su rendimiento académico (Gan et al., 2020).
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Es interesante observar que la autoeficacia no solo está relacionada con el rendimiento académico, sino
también con el bienestar emocional de los estudiantes. Aquellos con baja autoeficacia tienden a
experimentar mayores niveles de ansiedad y estrés, lo que puede afectar negativamente su capacidad
para aprender y participar en clase. Esto subraya la importancia de crear entornos de aprendizaje que
apoyen el desarrollo de la autoeficacia, reduciendo así la ansiedad y mejorando la experiencia de
aprendizaje de los estudiantes en entornos EMI.
Tendencias emergentes en la investigación sobre EMI
El análisis bibliométrico realizado en esta revisión reveló varias tendencias emergentes en la
investigación sobre EMI, que reflejan el creciente interés en este campo y su relevancia en el contexto
de la internacionalización de la educación superior. Una de las principales tendencias es el aumento de
la investigación sobre EMI en Asia, particularmente en países como China, Corea del Sur y Vietnam.
Esto es consistente con la creciente adopción del EMI en universidades asiáticas, impulsada por la
necesidad de atraer a estudiantes internacionales y mejorar el perfil global de estas instituciones (Chen,
2020).
Este aumento en la adopción del EMI ha generado un cuerpo significativo de literatura que explora los
desafíos únicos que enfrentan las universidades asiáticas, incluidas las barreras lingüísticas y culturales
que afectan tanto a estudiantes como a profesores. Los estudios revisados en esta revisión sugieren que
las universidades en Asia están adoptando enfoques más flexibles y adaptativos para la implementación
del EMI, lo que ha llevado a una implementación más exitosa en comparación con otras regiones donde
las políticas de EMI han sido más rígidas (Farrell, 2020). Esto sugiere que la flexibilidad y el apoyo
institucional son factores clave para el éxito del EMI, y que las universidades deben adaptarse a las
necesidades específicas de sus estudiantes y profesores para garantizar su efectividad.
Otra tendencia emergente es la creciente atención a la autoeficacia como un factor determinante en el
éxito académico en entornos EMI. Si bien la investigación sobre la autoeficacia en el aprendizaje de
idiomas ha existido durante varias décadas, su aplicación en el contexto del EMI es relativamente
reciente. Estudios como los de Gan et al. (2020) y Huang y Zhang (2020) han demostrado que la
autoeficacia no solo influye en el rendimiento académico de los estudiantes, sino que también afecta su
motivación y disposición para aprender. Esto tiene implicaciones importantes para los investigadores y
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administradores educativos, ya que sugiere que la autoeficacia debe ser un enfoque central en el diseño
de políticas y programas educativos en entornos EMI.
Además, el uso de herramientas bibliométricas como VOSviewer y Biblioshiny ha permitido a los
investigadores mapear las redes de colaboración entre autores y países, identificando los temas
emergentes en la investigación sobre EMI. Estos análisis han revelado que la investigación sobre EMI
está cada vez más globalizada, con una creciente producción académica en países no angloparlantes,
como China, Brasil y México (Shoaib et al., 2021). Esto sugiere que el EMI no es solo una tendencia en
los países de habla inglesa, sino que está ganando tracción en todo el mundo como un enfoque
pedagógico clave para la internacionalización de la educación superior.
Implicaciones para la práctica y la política
Los hallazgos de esta revisión tienen importantes implicaciones para la práctica y la política en la
educación superior. En primer lugar, subrayan la importancia de proporcionar apoyo lingüístico y
pedagógico tanto a los estudiantes como a los profesores en entornos EMI. Esto incluye la capacitación
continua para los docentes que deben enseñar en inglés, así como la creación de programas de apoyo
lingüístico para los estudiantes que necesitan mejorar sus habilidades en el idioma. Al proporcionar este
tipo de apoyo, las instituciones pueden mejorar la autoeficacia de ambos grupos, lo que a su vez mejora
el rendimiento académico y la calidad de la enseñanza.
En segundo lugar, los resultados sugieren que las políticas institucionales deben ser flexibles y
adaptativas. Las instituciones que imponen el EMI de manera obligatoria sin proporcionar los recursos
y apoyos necesarios corren el riesgo de generar altos niveles de deserción y bajo rendimiento académico
entre sus estudiantes. Por lo tanto, las universidades deben adoptar un enfoque más flexible, permitiendo
que tanto los estudiantes como los profesores tengan tiempo para adaptarse a la nueva lengua de
instrucción, y brindándoles los recursos necesarios para tener éxito en este nuevo entorno.
Finalmente, la investigación sobre EMI debe continuar evolucionando para abordar las lagunas
existentes, particularmente en lo que respecta a las diferencias regionales y culturales en la
implementación del EMI. Si bien los estudios revisados en esta revisión proporcionan una base sólida
para comprender los efectos del EMI, se necesita más investigación que explore cómo las políticas de
EMI pueden adaptarse para satisfacer las necesidades de diversas poblaciones estudiantiles, incluidas
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aquellas en regiones donde el inglés no es un idioma común.
CONCLUSIONES
Esta revisión sistemática ha puesto de manifiesto los desafíos y oportunidades asociados con la
implementación del inglés como lengua de instrucción (EMI) en instituciones de educación superior.
Los hallazgos sugieren que el EMI puede facilitar la internacionalización y ofrecer a los estudiantes
mayores oportunidades académicas, pero también plantea importantes barreras lingüísticas tanto para
los docentes como para los estudiantes, especialmente aquellos que no dominan el inglés. La falta de
competencia lingüística puede afectar negativamente la autoeficacia, lo que influye directamente en el
rendimiento académico.
La autoeficacia ha emergido como un factor clave en la capacidad de los estudiantes para adaptarse y
tener éxito en entornos EMI. Los estudiantes con altos niveles de autoeficacia no solo obtienen mejores
resultados académicos, sino que también se benefician más de las oportunidades que ofrece el EMI. Sin
embargo, para maximizar los beneficios del EMI, es fundamental que las instituciones proporcionen el
apoyo adecuado, tanto a nivel pedagógico como lingüístico. Esto incluye programas de desarrollo
profesional para los docentes y recursos de apoyo para los estudiantes, como tutorías y talleres de
habilidades lingüísticas.
Además, la flexibilidad en la implementación de políticas de EMI se ha identificado como un
componente crucial para el éxito. Las instituciones que adoptan enfoques más adaptativos,
proporcionando tiempo y recursos para la transición al EMI, han mostrado mejores resultados en
términos de rendimiento académico y satisfacción de los estudiantes.
En resumen, aunque el EMI ofrece importantes ventajas, su éxito depende en gran medida del apoyo
institucional y de políticas diseñadas para aumentar la autoeficacia y facilitar el aprendizaje en inglés.
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