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´´De todos los capitales existentes, únicamente el humano es inimitable, de hecho, una misma persona
no aporta lo mismo en una empresa que en otra, sus contribuciones con intransferibles, por lo tanto, aun
tratándose del mismo sujeto, es único en cada contexto, es vital emplear los esfuerzos necesarios en
optimizar sus recursos y potenciar sus aspectos positivos.
Valoremos el potencial que posee el ser humano, la capacidad que tiene para adecuarse a las distintas
situaciones, para encontrar sentido y crecimiento personal y superarse a sí mismo constantemente. Es
vital educar a las partes implicadas para promover una cultura relacionada con los temas de
sustentabilidad, tanto en el terreno profesional como en el personal. ´´ (P. 27)
Las organizaciones han experimentado muchos cambios, entre los que podemos mencionar aquellos
ocurridos en el Siglo XIX y comienzos del Siglo XX, donde se hacía mucho énfasis en la máxima
eficiencia y producción, dejando a un lado o dándole poca importancia a la salud y el bienestar de los
trabajadores. Posteriormente entre 1920 y 1950, surgió el concepto de vida laboral con corrientes que
defendían las mejoras laborales y una mayor calidad de vida para los empleados. En este concepto, los
estudios de Elton Mayo y el experimento de Hawthorne fueron trascendentales para comprender las
relaciones sociales en el ámbito laboral y su influencia en la productividad y el bienestar. Entre 1960 y
1980, aparece el período de gestión participativo y desarrollo humano, en el que se comprendió la
importancia de los recursos humanos y su desarrollo, destacándose aspectos como la motivación, clima
laboral y participación en la toma de decisiones. Luego entre 1980 y 1990, surge el enfoque de la calidad
total y la gestión de cambio, donde las empresas buscaban mejoras en sus procesos y un entorno de
trabajo que fomentara innovación y el rendimiento óptimo. Finalmente, desde el año 2000 hasta la
actualidad surgen las organizaciones saludables, enfocada en cuyo objetivo es crear culturas inclusivas,
promover un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, comprometerse con programas de bienestar y
fomentar el desarrollo profesional y personal de los empleados.
De acuerdo con Stiglitz, (2002), ¨El desarrollo es algo más que acumulación de capital y una asignación
de recursos más eficaz; es una transformación de la sociedad. ¨ (pág. 29)
Las organizaciones saludables son aquellas que se preocupan por el bienestar mental y física de sus
empleados, promueven la diversidad, la inclusión, la sostenibilidad y participan en la responsabilidad
social corporativa. Su objetivo es establecer entornos laborales en los que los trabajadores se sientan