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INTRODUCCIÓN
En la sociedad actual, el aborto continúa siendo un tema altamente debatido debido a sus implicaciones
sociales, culturales y legales. La mayoría de los países restringen o prohíben el acceso al aborto, lo cual
ha generado conflictos en relación a los derechos reproductivos de las mujeres y su autonomía para
decidir sobre su propio cuerpo. Por lo tanto, la legalización del aborto es un tema controvertido a nivel
mundial, con muchos países considerándolo como un delito penal, mientras que otros lo permiten bajo
ciertas condiciones (Human Rights Watch, 2021).
En muchos países, el acceso al aborto está condicionado por una serie de factores, como la salud de la
mujer, el riesgo para la vida de la madre, malformaciones fetales graves o víctimas de violación. En
algunas naciones, el aborto es legal y se considera un derecho reproductivo de las mujeres, mientras
que en otros es un delito punible. De esta forma, las diferencias en la legislación y opiniones éticas y
morales reflejan las diferentes perspectivas culturales, religiosas y políticas presentes en cada sociedad.
En varios países, como Ecuador, Chile y Argentina, la problemática del aborto legal y clandestino es
de gran relevancia en el ámbito jurídico-legal.
La problemática del aborto a nivel jurídico es compleja y varía de un país a otro. En general, se trata de
una cuestión de derechos reproductivos de las mujeres y su acceso a la atención médica y servicios
seguros para interrumpir un embarazo no deseado. Las contradicciones principales entre los países son,
por lo tanto, las diferencias en las posturas políticas, sociales y culturales en torno al aborto, lo que se
refleja en la legislación.
Por ejemplo, en Argentina, la legalización del aborto hasta las 14 semanas de embarazo en todo el país
puede ser considerada un gran avance en cuanto a la lucha por los derechos reproductivos. Sin embargo,
en Ecuador, el aborto solo se permite en casos muy limitados, como riesgo para la vida de la madre o
violación. En el caso de Ecuador, el aborto es legal únicamente en casos de riesgo para la vida de la
madre y en situaciones de violación. Esto significa que una mujer ecuatoriana solo puede tener acceso
al aborto si su vida está en peligro debido al embarazo o si quedó embarazada como resultado de una
violación. Es importante destacar que, incluso en estos casos permitidos, la interrupción del embarazo
solo se puede llevar a cabo hasta las 12 semanas de gestación. Esta legislación restringida limita
considerablemente el acceso al aborto en comparación con otros países de la región.