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del ingreso. Al examen físico, el paciente se encontraba hemodinámicamente estable, aunque presentaba
ansiedad, agitación e irritabilidad. No tenía fiebre, las pupilas eran isocóricas y normorreactivas, no se
observó nistagmus y había un leve temblor. Se notaron múltiples punciones en los miembros superiores,
sin otros hallazgos relevantes. Se realizaron estudios de laboratorio, incluyendo pruebas para detectar
drogas de abuso, un perfil infeccioso, un ionograma, y pruebas de función hepática y renal, todos dentro
de límites normales. Se inició tratamiento con benzodiacepinas, y tras la valoración por toxicología, se
empezó un régimen con metadona (10 mg cada 12 horas), clonidina (75 mcg cada 12 horas) y trazodona
(50 mg cada noche). La evaluación psiquiátrica concluyó que el paciente presentaba un cuadro de
abstinencia aguda, sin criterios para enfermedad mental asociada, y no se consideró necesario el uso de
psicofármacos adicionales. El segundo caso es una paciente femenina de 35 años, sin antecedentes
patológicos, que comenzó a usar fentanilo intravenoso hace 6 meses en una fiesta. Tras el primer
contacto, desarrolló síntomas indeseables que mejoraron con la administración de fentanilo, lo que llevó
a un aumento progresivo de la dosis hasta 12 ampollas diarias. Tres días antes del ingreso, suspendió
abruptamente el consumo, presentando síntomas de abstinencia como rinorrea hialina, dolor abdominal,
mialgias, artralgias, piloerección, náuseas, vómito, diarrea e insomnio. Mencionó un episodio previo de
paro respiratorio revertido con naloxona. En el examen físico, la paciente estaba estable, sin piloerección
ni nistagmus, presentaba un leve temblor, dolor a la palpación en epigastrio y múltiples punciones y
equimosis en miembros superiores. Se realizaron estudios paraclínicos, incluyendo perfil infeccioso,
ionograma, pruebas de función renal y hepática, TSH y vitamina B12, todos normales. Se inició
tratamiento con metadona (10 mg cada 12 horas), pregabalina (50 mg cada 12 horas) y clonidina (75
mcg cada 12 horas) (14).
Asimismo, en el año 2023 Go SI y colaboradores exponen el caso de un paciente masculino de 55 años
de edad que desarrolló de repente inquietud, acidez de estómago y comportamiento violento 30 minutos
después de tomar oxicodona/naloxona. Se le diagnosticó cáncer gástrico y siembra peritoneal y estaba
en tratamiento con quimioterapia (paclitaxel/ramucirumab) y analgésicos (parche de fentanilo y
morfina). Al alta, se cambió la morfina por oxicodona/naloxona (20 mg dos veces al día), manteniendo
el parche de fentanilo. Aproximadamente 30 minutos después de tomar la oxicodona/naloxona, la
paciente presentó opresión en el pecho, sudoración, bostezos, y signos de confusión (RASS 3). Los