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Martínez & Téllez (2015) y WikiHow (2016) señalan hallazgos parecidos, quienes sostienen que la
excursión educativa promueve el aprendizaje y incentiva al profesor a innovar las tareas y su
implementación en el aula, promoviendo una transformación en la metodología de enseñanza y, a su
vez, promoviendo la administración eficaz de buenas prácticas pedagógicas.
Se adoptan las perspectivas de Rogel, Yaguari & Carrión (2018), quienes sostienen que el triunfo de las
excursiones educativas se basa en la realización de las fases: planificación, preparación, guía, desarrollo
o implementación, exposición de los resultados y análisis crítico. Asimismo, se alinea con Barea, Cruz
& Carrillo (2017) en que deben diseñarse basándose en el aprendizaje de los alumnos, de tal forma que,
basándose en su nivel actual de desarrollo, implementen acciones que faciliten su avance hacia niveles
superiores.
Según Pérez (2013), se sostiene que la labor del docente tiene un impacto significativo en el desempeño
de sus estudiantes. La habilidad para interactuar, las relaciones que crea y las posturas que adopta hacia
él, tienen un rol crucial, tanto en su conducta como en su aprendizaje. Por lo tanto, los planes,
programas, organización, técnicas e insumos, solo se concretan con la actuación del profesor.
En términos generales, hay acuerdo con los hallazgos obtenidos por Cruz & Carrillo (2017), que las
excursiones pedagógicas fomentaron la motivación, la participación en el aprendizaje y mejoraron la
calidad de los rendimientos académicos de los alumnos con desaprovechamiento escolar. Además,
facilitaron el aprendizaje integrado de los temas geográficos e históricos de la localidad, con la
participación de la familia, instituciones y expertos, con el objetivo de fomentar una percepción
científica del mundo y conductas conscientes hacia el medio ambiente. Coincidente con Iglesias (2012),
se descarta el aprendizaje memorístico y se enfatiza el rol que desempeña el contacto directo con la
naturaleza en la obtención y consolidación de los saberes. Determinando la relevancia, profundidad y
continuidad de las excursiones pedagógicas en el saber adquirido.
La práctica pedagógica, como una estrategia de aprendizaje bidireccional, me brinda diversas
contribuciones en mi labor como educador, las vivencias en el salón de clases, la gestión del grupo, las
tácticas metodológicas empleadas por los maestros en el aula, la forma en que el docente se comunica
con sus alumnos, la relación entre estudiante y profesor, y contribuyo de manera elocuente a mi visión
del colegio y las dinámicas que se llevan a cabo.