LOS EFECTOS SUBJETIVOS EN EL AUTISMO
A PARTIR DE LA CONSTRUCCIÓN DEL
NEOBORDE: CASO NICOLA CAVERNÍCOLA
THE SUBJECTIVE EFFECTS IN AUTISM FROM THE
CONSTRUCTION OF THE NEOEDGE: NICOLA
CAVERNICOLA CASE
Álvaro Andrés Rendón Chasi
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil - Ecuador
Johanna Estefanía Zambrano Torres
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil - Ecuador
Tatiana Aracely Torres Gallardo
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil - Ecuador
Carlota Carolina Álvarez Chaca
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil - Ecuador
pág. 3134
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i6.15077
Los efectos subjetivos en el autismo a partir de la construccn del neoborde:
Caso Nicola Cavernícola
Álvaro Andrés Rendón Chasi1
alvaro.rendon@cu.ucsg.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-4154-4915
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil
Ecuador
Johanna Estefanía Zambrano Torres
johanna.zambrano04@cu.ucsg.edu.ec
https://orcid.org/0009-0008-3098-3534
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil
Ecuador
Tatiana Aracely Torres Gallardo
tatianatorresgallardo@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-6289-1038
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil
Ecuador
Carlota Carolina Álvarez Chaca
carlota.alvarez.chaca@gmail.com
https://orcid.org/0009-0004-0271-0089
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil
Ecuador
RESUMEN
El presente trabajo tuvo por objetivo analizar la importancia de la intervención psicológica orientada
por el psicoanálisis lacaniano con sujetos autistas a partir de la construccn del neoborde mediante un
estudio de caso. La metodología utilizada se consolidó en una investigación cualitativa, el método fue
descriptivo y se utilizó el estudio de caso único en el que se realiza a partir de cuatro categorías de
análisis clínico: neoborde, objeto austico, doble y transferencia. Para el desarrollo de los antecedentes
y aportes se ha realizado una revisión bibliográfica a través de un recorrido teórico y cnico del
psicoanálisis lacaniano que expone la posibilidad de una intervencn desde la psicología clínica que
produzca efectos subjetivos a partir de la construccn del neoborde, categoría cnica desarrollada por
los psicoanalistas franceses Eric Laurent, Jean-Claude Maleval, Jacques-Alain Miller y otros. Los
resultados del trabajo demuestran cómo la expansn y especialización de los objetos autísticos que
conforman el neoborde hacen posible abrir y flexibilizar el vínculo social y su lugar en el mundo.
Palabras clave: neoborde, transferencia, objeto autistico, autismo
1
Autor Principal
Correspondencia: alvaro.rendon@cu.ucsg.edu.ec
pág. 3135
The subjective effects in autism from the construction of the neoedge:
Nicola Cavernicola Case
ABSTRACT
The objective of this work was to analyze the importance of psychological intervention guided by
Lacanian psychoanalysis with autistic subjects based on the construction of the neoedge through a case
study. The methodology used was consolidated in qualitative research, the method was descriptive and
the single case study was used in which it was carried out based on four categories of clinical analysis:
neo-edge, autistic object, double and transference. To develop the background and contributions, a
bibliographic review has been carried out through a theoretical and clinical journey of Lacanian
psychoanalysis that exposes the possibility of an intervention from clinical psychology that produces
subjective effects from the construction of the neoedge, a clinical category. developed by French
psychoanalysts Eric Laurent, Jean-Claude Maleval, Jacques-Alain Miller and others. The results of the
work demonstrate how the expansion and specialization of the autistic objects that make up the neoedge
make it possible to open and make the social bond and its place in the world more flexible.
Keywords: neoedge, transfer, autistic objects, autism
Artículo recibido 21 ortubree 2024
Aceptado para publicacn: 23 noviembre 2024
pág. 3136
INTRODUCCIÓN
El psicoanálisis de orientacn lacaniana tiene una mirada sobre el autismo singular, y en este sentido
aporta a la clínica psicológica un modo de poder entender y acompañar este modo singular que elabora
el sujeto autista con el mundo y con el lenguaje. Con ello, el tema de este artículo se desprende de un
estudio de caso realizado a partir de la intervención psicológica donde se representan los efectos en la
subjetividad de los sujetos autistas y la construcción del neoborde. A partir del diagnóstico médico
psiquiátrico, en el DSM V, el autismo está acuñado bajo las siglas TEA (Trastorno del Espectro Autista).
Se ve cómo esta categoría queda encuadrada a un conjunto de signos que, bajo criterios que ahora son
pensados con el rmino “espectro, se responde a un obstáculo en el desarrollo del lenguaje y de las
habilidades sociales. Esto instaura en el caso del autismo como algo con lo que hay que luchar, y a lo
que hay que ayudar para que mejoren los síntomas, para que el sujeto se adapte más a los objetivos que
se piensan y se trazan para él en la estandarización de sus conductas.
Frente a la alta oferta en tratamientos que se promulga actualmente, donde el objetivo es batallar con lo
que el autismo representa para la sociedad, para la familia, y distintos ámbitos. Lo que convoca a
cuestionarse es finalmente: ¿dónde esel sujeto más allá del diagnóstico? mismo que, bajo un
significante que predomina en la escena, pareciera reducirlo a una dimensión de signos que dan cuenta
de una suerte de carencia, es decir, el autismo como déficit. Bajo esta mirada se puede quedar fuera lo
que concierne a la dimensión de lo subjetivo y sus potencialidades. Mirado desde la ética, la relevancia
de este tema es lo que desde la clínica orientada por el psicoanálisis lacaniano se hace con el uno a uno,
y no como un universal del para todos.
El psicoanalista espol Iván Ruiz (2020) reflexiona sobre la intervencn con sujetos autistas
subrayando la importancia de que el método no puede ser impuesto, sino que más bien lo que importa
es comprender las singularidades de cada uno, para así construir una intervención terapéutica
favorecedora y a medida del sujeto autista. Es decir, que no puede estar el método sobre lo subjetivo,
sino que es la posición subjetiva la permite una lectura de cómo sostener este encuentro, bajo
transferencia (vínculo).
Autismo, algunos aportes desde la transmisión del psicoalisis
Eric Laurent, psicoanalista francés, en La batalla del autismo (2013), complejiza lo que el significante
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que acompaña un diagnóstico es en la actualidad. Desde el psicoanálisis Laurent no reduce el autismo
a una descripcn de síntomas y debates del mejor tratamiento, sino que sitúa tres dimensiones cruciales
al momento de enfatizar lo que fundamenta analizar este axioma. Laurent aborda lo clínico, lo ético y
lo político. Son precisamente las puntualizaciones que hace Laurent, las que señalan la importancia de
acompañar al sujeto en medio de todo lo que conlleva dicha batalla, que no es con la posición subjetiva,
sino con todo lo que implica un cuestionamiento de qes “lo mejor” para este sujeto. Es Laurent quien
propone entender al autismo en su posicn desde la forclusn del agujero y el mecanismo del neoborde
como respuesta defensiva del autista frente a las manifestaciones del Otro del lenguaje. Comprende
Laurent al autismo como una defensa radical contra la alienacn al lenguaje y a dejarse capturar por
él. De ahí que su encapsulamiento y defensa con los objetos de su neoborde se constituyen en sus
defensas.
El psicoanalista francés Jean Claude Maleval, por otro lado, en su libro El autista y su voz (2011), invita
a un trabajo con el sujeto, cuestionando cuando que puede reducir al sujeto a lo fenomenogico de la
sintomatoloa, restando su estatuto de sujeto y no reconociendo su posición subjetiva. Aborda la
experiencia subjetiva autista, habla de la dimensión del lenguaje y la comunicación, y centra su trabajo
en el encapsulamiento autista, como rechazo al deseo del Otro.
Teoría orientada por el psicoanálisis lacaniano
El psicoanálisis lacaniano no concibe al autismo como una perturbacn o como algo que está mal con
el sujeto, sino como una posicn del ser. En un artículo de mez (2018) frente a esto encontramos:
El psicoanálisis orientado por la enseñanza de Lacan no considera al autismo como un síndrome
ligado a un déficit precoz del desarrollo, sino como una eleccn, porque, como lo dice Lacan
en su texto se trata de una decisión ineludible del ser” y más adelante menciona que la hipótesis
es que el autismo es una posición subjetiva y un modo de goce singular. (pp.17-18)
Este punto de partida es sumamente importante, porque la posición que se toma para la intervención no
va de la mano de un estándar protocolizado, sino que se trata de lo que posibilite la transferencia por la
vía del objeto, y a partir de esto establecer un tratamiento, sin demandar, sin exigir.
Hablar y trabajar con autismo desde esta posición, implica reconocer entonces que no se trata de un
trastorno, sino de lo que dimensiona la constitucn subjetiva, es decir la posicn del sujeto respecto a
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su goce. Reconociendo además que en el autismo hay sujeto, uno que ha hecho arreglos particulares
respecto a su ingreso al lenguaje, al que habita en su modo s primario, conocido como lalengua
según Jacques Lacan.
Si hablamos de que hay un sujeto con arreglos singulares, la pregunta es ¿qué sujeto? Siguiendo el
aporte de Eric Laurent (2013) acerca del autismo hablamos de que el sujeto del autismo es el de la
forclusión del agujero. Este rmino que Laurent propone sostiene que en la constitución subjetiva hay
un rechazo a la inscripcn del agujero simbólico que da la entrada al lenguaje, por tanto, por estructura
no se delimitan los bordes del yo y del cuerpo frente a los otros.
Cuando se habla de la forclusión del agujero podemos comprender que, con el rechazo al agujero
simbólico, lo real (el registro de lo real es aquel que escapa a la representacn simbólica e imaginaria)
no es agujereado a nivel gico, por lo tanto, el autista no entra en la cadena simbólica, ni se aliena al
Otro, no logra subjetivar la imagen de su cuerpo y de su yo, es decir hay tropiezos por lo que el sujeto
inventa soluciones que le permiten tramitar el goce deslocalizado. En el autismo hay lenguaje, pero no
hay alienacn al lenguaje que viene del Otro. Sobre esto la psicoanalista argentina Silvia Tendlarz
(2016) tomando el aporte de Jacques-Alain Miller, comparte que, el sujeto durante la estructuración
psíquica, y, a partir de la alienacn queda entre elegir el significante del Otro o puede elegir el vacío,
a esto es lo que Lacan llama la "insondable eleccn del ser"; el autista elige el vacío y, dicha elección
implica una renuncia a la simbolización, y se produce una petrificación significante.
El psicoanalista argentino Patricio Álvarez (2020) en su libro El autismo entre lalengua y la letra
expone sobre la petrificación o detenimiento significante como algo que se congela en una multitud de
Unos. Esto quiere decir que, ante la no existencia del agujero simbólico, hay un estancamiento a nivel
significante, por lo tanto, no hay S2; no hay un desplazamiento sobre un saber hacer con el lenguaje
(S1-S2). A partir de esta propuesta se entiende que lo que aparece en forma de repeticiones de lo mismo
en el autismo se llama iteración. Itera el Uno sin el Otro, Álvarez expone que la iteración pertenece al
registro de lalengua(2020, p.108).
Así, la forclusn del agujero no se aparta del lenguaje sino del uso que hace de este para demandar del
Otro (llamarlo, por ejemplo); por tanto, lo que se intenta explicar es que o hay un detenimiento en el
lalengua o, por otro lado, remite a un Uno que persevera reiteradamente. Esto significa que una letra se
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inscribe, pero sin el agujero que permite el registro de lo simbólico, es decir sin el traumatismo que
hace el agujero. Álvarez, tomando el aporte de Miller, precisa:
Lalengua se caracteriza por un lado por la ausencia de sistema y oposiciones y por otro por su
resonancia [...] aobservamos que lalengua tiene en el autismo su mayor presencia clínica en
la medida que no está articulada en significantes, sino que muestra en estado puro su presencia
sonora en las siguientes formas: laleo, ecolalias, imitacn de tonos, canciones o melodías,
murmullo de palabras o frases ininteligibles, onomatopeyas, etc. (p. 74)
Frente a esta falta de agujero estructural, el autista necesita un mecanismo que le permita hacer con su
cuerpo y su lugar en el mundo. El llamado neoborde es su defensa, la que le permite protegerse del Otro
invasivo y, a la vez, esta suerte de escudo o caparazón es su oportunidad de hacer lazo compuesta por
sus objetos. Este “casi bordenace de la propuesta de Laurent (2103) como respuesta ante la no
existencia del borde simbólico. Enfatizando la dinámica subjetiva del neoborde, es una construcción
que tiene la posibilidad de transformarse, y evolucionar a lo largo del tiempo, a través de
desplazamientos incorpora objetos e intereses, como respuesta creativa para soportar la intensidad del
goce.
El objeto, como vía privilegiada al ingreso del neoborde, ocupa un lugar sustancial en la transferencia
y la direccn del trabajo con el sujeto autista, pues este objeto constituye un recorte sustancial que
ayuda a localizar y concretar de cierto modo el goce deslocalizado, y hasta entonces solo puesto en el
cuerpo, mismo que es vivido como ajeno al sujeto, pues no hay imagen especular del mismo. Si hay
rechazo a la alienacn, no se forma el borde de la imagen especular que forma parte del “yo.
El objeto, no se retira, y no es una obsesión; es el mecanismo que le ayuday que mediante el uso de
algo que inicie siendo lo mismo, logre expandirse y poblar el neoborde, es decir expandir el circuito
metonímico y especializarse. El expandir la barrera, y lograr que se vuelva flexible es lo que posibilitará
que los efectos a nivel subjetivo tengan un lugar, y esto se ve reflejado cuando del acompañamiento
con el autista se extraiga beneficios, sus intereses se expandan, puedan hacer lazo y vivir con menos
tropiezos en lo social, pudiendo beneficiarse de la función de un doble que le permita hacer más con lo
imaginario y salga del repliegue inicial que lo mantiene en el registro de lo real. El doble según expone
Maleval, tiene importantes implicaciones clínicas pues ayuda al sujeto autista, a modo de un soporte
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imaginario, ante la falta de la imagen propia. El autista mediante el uso del doble como facilitador, se
apoya para salir del repliegue donde se ha encapsulado, el doble se erige conforme al propio sujeto y
sus intereses, y esta figura pasa a ser parte esencial del neoborde y le ayuda a que el goce encuentre
cierto punto de localizacn.
El goce, es un concepto central en la teoría psicoanatica, hace referencia a la experiencia de
satisfaccn más allá del placer simple, es una vivencia intensa que se vive de manera única para cada
uno, encuentra recorrido pulsional en tanto haya inscripcn del agujero simbólico. En el caso del
autismo, no hay vaciamiento y la experiencia se queda en el cuerpo.
Marcela Piaggi (2019) lo explica en modo de una secuencia no cronológica, sino a través de tiempos
lógicos, donde inicialmente la posicn del tratante debe ser dócil y absteniéndose de demandar del
sujeto, es decir evitando las instrucciones imperativas; logrando que haya consentimiento lo que puede
ser un paso importante a que se instale la transferencia donde quien interviene pasa a formar parte del
neoborde, y desde donde se puede perturbar la defensa, no con el fin de hacerla caer sino contrario a lo
que el término pueda significar, conseguir que el sujeto se defienda menos del ingreso del Otro.
La tabla 1 ha sido creada por los autores a partir del trabajo expuesto por Marcela Piaggi con relación
a la transferencia en la clínica del autismo:
Tabla 1. Transferencia en la Clínica del Autismo (2019)
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Cabe puntualizar que todo este aporte que da el psicoanálisis como una orientacn a la psicología
clínica en la intervencn con sujetos autistas debe trabajarse bajo transferencia (vínculo), misma que
se instala partiendo del consentimiento por parte del paciente. Finalmente, ya bajo transferencia, se
busca producir la negativización del goce en más (cesiones de goce).
METODOLOGÍA
Para la realización de este estudio, se seleccionó el enfoque de investigación cualitativa, pues, lo que se
busca es reconocer la experiencia en torno a lo subjetivo, apoyados en la revisión de fuentes
bibliográficas para el análisis de un caso clínico único. Como nos indica Sánchez F. (2018) lo que se
busca es atestiguar con evidencias la descripcn profunda del fenómeno, para así, ampliar nuestra
comprensión de este (p. 104). Esta metodoloa fue un recurso valioso en este tipo de estudio, pues su
guía esboza cómo construir la investigación sobre fenómenos complejos y generar aportes al
conocimiento. A continuación, se puntualiza brevemente cada parte que compone y construye la
metodología seleccionada.
Método
El diseño del método para este enfoque fue el descriptivo e inductivo, pues si seguimos lo expuesto por
Hernández Sampieri (2006) los estudios descriptivos buscan medir ciertas variables de forma
independiente. Para el caso de la psicología clínica, lo que se intenta es describir, por ejemplo: la
personalidad de un individuo y para ello se va a limitar la representacn de sus variables a las diferentes
dimensiones de la personalidad para describirla. (p.61)
Paradigma
El paradigma interpretativo persigue comprender fenómenos sociales, personales, y es a partir de esa
visión que se analiza a los participantes. Entonces, las conclusiones y la discusión de los resultados que
tienen en con el paradigma interpretativo esn estrechamente relacionadas, aportando además
entender y saber hacer con los fenómenos estudiados (Ricoy, 2006, p. 17).
Técnica, Población e Instrumentos
Enfocándose en las técnicas que se usó, se expone que, la investigacn emplea la revisión de recursos
bibliográficos y el análisis del discurso de un caso clínico. La revisión de recursos bibliogficos se
relaciona con la búsqueda y seleccn de aportes teóricos de varios autores, mediante la organización
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de la información publicada respecto al tema. Este proceso a pesar de ser exhaustivo es un pilar
fundamental, puesto que es esta técnica la que ayuda a planear y estructurar el proyecto de
investigación y escritura de mejor manera (Vilanova, 2012, p.2). La poblacn seleccionada para la
realizacn y desarrollo de esta investigación fue un sujeto que compone el caso clínico a analizar,
teniendo presente los criterios clínicos que transversalizan la investigación. De acuerdo con Arias
mez et. al. (2016) para responder a los objetivos propios del problema de investigación, se necesita
que el grupo de sujetos que constituye la poblacn garantice que los hallazgos representarán
significativamente lo que pasa con la poblacn de interés (p. 202).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El caso trabajado para los fines de esta investigacn ha sido construido conforme la singularidad del
sujeto, a través de la presentación de este caso único se articulan las categorías de análisis clínico:
neoborde, objeto autístico, doble y transferencia elementos teóricos expuestos anteriormente, y los
cuales posibilitan comprender cómo esta orientacn aporta a la clínica de la psicología una mirada
desde la ética, que guíe las intervenciones terapéuticas.
Nicola Cavernicola
N. tiene 9 os cuando llega a la consulta enviado por la escuela a la que asiste, llega en compañía de
su madre, los padres de N. son adultos venes. En la entrevista con la madre de N. indica que la escuela
ha solicitado que asista a consulta y acompañamiento psicológico, pues N. manifiesta ciertas
dificultades sociales en el espacio escolar. Según indica la madre, N. no sabe cómo manejar las
situaciones que se pueden presentar, hay ocasiones en las que no logra entender ciertas preguntas que
normalmente se dan en la cotidianidad escolar, esto a pesar de que es muy bueno memorizando datos.
En su escuela lo describen como inteligente. En su vida familiar, su ma indica que es tranquilo; N.
vive con su mamá, su papá y un hermano menor.
Se puede situar en estas primeras entrevistas con la mamá, que el tropiezo con el que se topa N. es con
lo relacionado al lazo social y el uso cotidiano del lenguaje, esto hace que N. a pesar de ser inteligente
tenga problemas en lo académico para la comprensn de conceptos nuevos y más abstractos o de
operaciones lógicas. Respecto a lo social, no logra un acercamiento con sus pares, prefiere juegos donde
no tenga que incluir a los otros.
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Neoborde: una zona de franja.
Cuando N. llega inicialmente suele sentarse solo y espera en silencio. La profesional en psicología
clínica se acerca a él para saludarlo, mostrando interés en escucharlo. Empieza a preguntar sobre cosas
que le gusten hacer relacionadas a sus juegos favoritos. Responde que le gusta jugar en la zona de franja.
La profesional realiza un gesto de curiosidad y pregunta: ¿cómo se juega? N. comenta que eso se juega
en los backrooms y los poolrooms; se le pregunta si juega a esto con sus compañeros en la escuela y
responde que no, que esto se hace con la mente, se le dice que sipuede enseñar mo se juega y accede.
N. da indicaciones de que ir con cuidado pues en los espacios de franja te puedes topar con: la Hara
Horrorosa, con el Zombie, Frankenstein y Drácula, y hay que cuidarse.
Hace uso del espacio del consultorio, da indicaciones de mo desplazarse, la profesional adopta la
posición de ser llevada y moverse hacia donde N. indica, con esa docilidad que permita erigir en el
encuentro un punto donde ingresar en este neoborde, que es presentado como una zona de franja, donde
estos personajes que lo componen aún no son especializados, pues no hacen lazo, están solos cada uno
en cada baldosa que se delimitan como zonas donde están los monstruos sin otros. Este uso que hace
del juego se vuelve la primera lectura del neoborde, pues este modo de jugar se vuelve reiterativo una
y otra vez cuando llega a sesión (iteracn autística). Mientras se continúa con esto que trae N. a modo
de zona de franja, indica: bueno ya practicaste, y hace que todo pare. Con curiosidad la profesional
pregunta: bueno, pero ¿qué sigue después?, ¿alguien gana o pierde? Puede notarse en el gesto de N.
que parece no comprender, y responde que solo es la zona de franja, que hay que ir a otro nivel, pero
no hay una explicacn, solo se detiene y repite como eco lo mismo. Durante varias sesiones es lo
mismo, exactamente igual, como si siempre fuera la primera vez que indica y hace todo. Este es el
estatuto de la iteracn autística.
Frente a esto surge la pregunta: ¿qué función tiene para N. esto? La zona de franja y sus backrooms y
poolsrooms son sitios que no representan un adentro y un afuera, sin puertas, sin ventanas, sin mites,
“sin bordes. Este es de cierto modo un punto clave, pues poner el cuerpo en el trabajo para entrar a las
zonas de franja, fue una apuesta por una posición donde se rescata lo singular, ya que, sin conocer
primero la funcn de este aparente juego, no hay modo de leer sus objetos y su posible neoborde.
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De aquí que el trabajo de intervención busca que N. consienta algo de lo que como tratante del espacio
psicológico pudiera proponer. Y es así, que en una de las sesiones el profesional vuelve a preguntar qué
s sigue en el juego, ante lo cual N. se queda un momento en silencio y su respuesta es ya practicaste.
Se le propone dibujar, a lo que N. accede. Realiza un mapa con figuras geométricas, casi como un plano,
le asigna un color a cada figura y sitúa a un monstruo en cada espacio. Pasan varias sesiones donde se
continúa dibujando. A N. le gusta situar datos en cada dibujo que realiza (es siempre la zona de franja),
comentando que alo ha visto en Google. Ahora él ha propuesto incluir algo nuevo en el espacio. Me
invita a jugar Terrifire, el profesional le refiere que esto le puede asustar, que le puede dar miedo, N.
sin parecer tener registro de que significa el miedo, da la respuesta de: el miedo no es importante sólo
reconocer el conocimiento y ser inteligente. Como había indicado, se lleva a cabo este juego que resulta
ser un espacio para la geometría, el cálculo y las mateticas, al finalizar indica que ya hemos
practicado, que hab una leccn de esto la pxima, exclamo: esto es un ensayo a lo que N. responde
que no es un baile, es una práctica, aquí, respecto a este uso de la palabra, se denota la literalidad, que
da cuenta de que el Uno no está en la cadena con el Otro, son S1 solos, que no remiten más que a la
literalidad de la palabra. Maleval (2011) expone, en este caso los signos empleados no causan división
porque no provienen del Otro, son empleados a partir del lenguaje privado del sujeto, expresados desde
su posición subjetiva, son expresiones alusivas que transmiten informaciones rígidas e inflexibles, y
desprovistas de afectos (p. 67).
Objeto autístico
Los backrooms y los poolrooms conforman sus primeros objetos, es a partir de estos que se sirve para
dar datos y cifras que apuntan a la iteración autistica. N. vegeta su memoria de mucha información que
empieza a traer, y que de cierta manera expone esta capacidad para retener y recuperar todo lo que
memoriza, así, hace uso de temas que propone en esta construcción que es el espacio de trabajo. El
objeto autístico de N. que ha incorporado a su neoborde, hace que los espacios ahora sean lugares no
solo para monstruos solitarios, sino un lugar donde se pueda definir y formalizar lo que los datos y
cifras significan para él. En este caso los objetos son parte de un mundo inmutable y organizado bajo
sus propios arreglos.
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¿Cómo se aborda el tema del objeto de N. en el espacio psicogico? pues, respondiendo a lo que él
mismo indica cuando menciona que el conocimiento es importante, hay que reconocerlo. Entonces los
intercambios se vuelven espacios donde N. puede enseñar, él lo llama su terapia del aprendizaje, que,
aunque no está relacionado con un método educativo. Para N. el objeto autístico logra cierta
especializacn en medida que puede ser “enseñado, es así como ahora las sesiones se vuelven clases
donde N. dicta todo lo que ha memorizado en la semana, incluyendo el anuncio promocional que vio
en algún video.
Los ilimitados dictados de datos, que N. lleva y pide que se hagan, han sido el modo de ir apuntando a
lo terapéutico, él vigila que se escriban con exactitud, cuidando dónde va cada signo de puntuación,
aunque realmente esta escritura no guarde ningún sentido semántico. El enseñar, que fue acogido y
trabajado dentro del espacio, hace que poco a poco N. invite a otros para participar del espacio para
poder enseñarles. En uno de los encuentros, N. solicita que se observe junto a él una imagen
detenidamente, se ha quedado observando y abstrayendo cada detalle al pie de la imagen, la solicitud
de que se haga lo mismo con él es para que puedan saber más. Se ve cómo el objeto es un vector de
apertura al lazo, pues se evidencia cómo es el mismo paciente quien solicita el ingreso de los otros.
Como el neoborde se ha flexibilizado, puede dar espacio para el ingreso de los otros, es decir de lo
social, las cifras han permitido que las personas del espacio de terapia tengan un lugar, a los cuales tiene
registrados numéricamente, conforme van ingresando, son 1, 2, 3, etc. N. cuenta que tiene amigos en la
escuela, de los cuales da sus nombres, pero revisa una y otra vez, y parece que no estar seguro de que
sean, pregunto si está bien así, y vuelve a nombrarlos, después de contemplar la lista de nombres, les
pone números, y una vez enumerados puede reconocerlos. Actualmente, logra nombrar a un amigo por
su nombre, al cual lo ubica ya no cifrado bajo un número, sino a partir de su nacionalidad. Da cuenta
de cómo el desplazamiento del neoborde se ha dinamizado, y los objetos empiezan a ampliarse.
El doble: Nicola Cavernícola
Nicola Cavernícola es un personaje de YouTube que enseña letras, sonidos y fonemas, arma palabras y
oraciones. N. ha construido a partir de este personaje un doble, ya que Nicola Cavernícola tiene una
identidad más allá del video, es un sico del género de la salsa, indicando que los artistas y la salsa
no fueran lo que son sino es gracias a Nicola Cavernícola.
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Hasta este punto, y siguiendo lo que dice Tendlarz (2019) a partir de los objetos propios del sujeto, han
logrado un desplazamiento, pues de un momento donde el repliegue eran zonas de franja y espacios
liminales, ahora hay un doble que no está solo, sino que hacen lazo por medio de enseñar y dar lugar
al conocimiento. Este doble le ayuda a N. a ubicar información, algunas cifras y datos, que expresa,
pero, como algo ajenos a mismo, es decir, no como algo que exprese una experiencia interna, es una
forma de usar la palabra, pero no significarla, por ejemplo, en alguna ocasión expresa que: Nicola
fallec de un infarto agudo de miocardio por malestar elocuente, enfatizo con sorpresa el término
elocuente, a la respuesta de: eso tiene que ver con la elocuencia y se trata tomando apronax. Aunque
para la siguiente, repite los mismos datos, pero ahora indica que se trata de un infarto obtuso del
miocardio, vemos aquí, cómo los significantes remiten a su interés restringido por la geometría, que ya
en varias ocasiones también lo traba en las zonas de fraja, y en este momento el profesional vuelve a
remarcar ahora el término obtuso a la respuesta de: malestar elocuente.
Enseñar sobre Nicola Cavernícola, en el espacio de intervención, se convierte es una suerte de
ciframiento que clasificaba la historia de este personaje, desde la fecha de nacimiento, haciendo un
recorrido de su vida profesional como personaje importante en el escenario musical. Tanto Maleval
como Laurent hablan de la función del doble como un apoyo frente a la falta de borde del cuerpo.
Lo que sucede a los siguientes encuentros es la suma de nuevos objetos y personajes, hay dinamismo y
él mismo incorpora lo nuevo, así aparece en escena Primitivo primo de Nicola Cavernícola, El León de
la Cumbia, los Countryballs (que son pelotas que representan países).
Transferencia
Acoger el caso de N. desde la una lógica que da lugar a lo que él traía, fue relevante para que el en
primera instancia se consienta y posteriormente permita el ingreso a su neoborde, es decir, que este
trabajo consistió en ser quien ayude a N. a tramitar vía escrita todo lo que él sabía. Así los encuentros
iniciales fueron moverse dentro de la zona de franja conforme N. indicaba, recibir largos dictados,
escribir, apuntar, acompañar a cifrar; esperar el consentimiento y no imponer para ingresar (como un
objeto de su borde) esperando se instaure la transferencia. Perturbar la defensa fue flexibilizar el
neoborde, sostener el espacio a partir de los objetos de N. acompañar en sus arreglos, y estar atentos
ante lo contingente.
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Siguiendo la gica de los tiempos de la transferencia, expuestos anteriormente, la idea es no demandar
esperando resultados objetivos, sino sortear el repliegue inicial, es decir, tratar en medida de que el
neoborde usado como defensa no sea una barrera de rechazo, sino algo que se puede permear, como
indica a Tendlarz (2016) “al recibir a un no autista el analista se acerca a él, busca conocer sus
pasiones, su mundo, cuáles son sus intereses y con qué recursos cuenta” (p. 157), paratener un
horizonte, que permita que un objetivo no sea abordado desde lo que pensamos que es mejor, sino desde
lo que se ajusta a la medida del caso único. La transferencia permite que se pueda crear un nuevo espacio
de intercambios, uno menos securizado e invasivo, esto es capital en la orientacn de la dinámica
terapéutica.
Discusión
Sobre los efectos subjetivos de la intervención es importante expresar que la intervención apunta a que
el objetivo sea más bien el efecto, algo que cuenta de que lo que un sujeto puede producir a partir de
mismo en medio del acompañamiento psicogico sea desde su posicn subjetiva, desde su vivencia,
tal como indica la cita siguiente, diríamos quese busca un contacto con el no sin esperar una
respuesta determinada, para dar lugar a la contingencia del encuentro, que de alguna manera implica su
consentimiento (Tendlarz, 2016, p. 149). A lo largo de este caso, emerge para la clínica con sujetos
autistas cuestiones puntuales, que guían a un saber hacer s que un saber mo hacer, es importante
resaltar lo que se transmite en la cita que inicia este párrafo, especialmente a lo de dar lugar a la
contingencia del encuentro, una apuesta por lo singular del caso de N. es que se acoge en su frase de
reconocer el conocimiento, a partir de la cual se erige un objeto autístico que participa a nivel subjetivo.
El espacio de intervencn respond a los tiempos gicos del sujeto, y en este sentido, se fue
delimitando a partir de su propia zona de franja, habitada por backrooms y poolrooms, un lugar de
intercambio, donde la maniobra fue la docilidad s no la pasividad. El objeto que localiza un lugar
concreto en los innumerables datos y cifras que se construye bajo transferencia, se dinamiza a tal punto
que le posibilita a N. hacer lazo social, incluir a otros para compartir lo que se puede enseñar, y donde
incluso ha logrado articular preguntas que den respuestas a sus dudas. Sus objetos, se han especializado
al punto de convertirse en materias organizadas, de las que él puede ser quien ensa.
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N. ha logrado ciertos efectos que dan cuenta de que ha flexibilizado su neobarrera, ahora N. indica que
le gusta el lugar de un Mr. porque así les dicen a los que enseñan. Hay un profundo intes por el lugar
desde donde el saber no solo son cosas que se conocen, sino que constituyen lo que se puede transmitir
y enseñar, sin comprometerse con el lenguaje, sino replicando lo que se sabe de determinado tema.
Respecto a lo social, logra nombrar amigos que son un nombre, una persona y no un número cifrado,
los reconoce por su nacionalidad, por como lo llaman y les dice yo tengo un amigo. Desplazar el
neoborde, consintiendo el lugar del objeto, es decir aceptando participar de modo activo en lo que N.
propone, estando prestos a las contingencias del encuentro, repercuten en efectos, en la constitucn que
estructura al sujeto, no para retirarle su defensa, sino para dinamizarla.
Las intervenciones con N. en el marco del acompañamiento psicogico continúan su proceso, se puede
hablar de una cesión de goce, en medida en la que inicialmente, lo que N llevaba como datos que
conocía, solo pedía ponerlo por escrito de la mano de la practicante, es decir, no había un punto de
inicio o fin, pues terminar inconclusa de una sesn a otra no establece algún tipo de corte en el tiempo,
sino que era continuar como salir y entrar enseguida por la puerta. Sin embargo, como se indica, ahora
esos datos tomaron de forma organizada una localizacn donde no solo se dice, sino que se enseña y
se reconoce el saber.
CONCLUSIONES
El acompañamiento desde la psicoloa en la construccn del neoborde con sujetos autistas, orientada
por el psicoanálisis no presupone que la intervencn esté pre-establecida. Tampoco desconoce el lugar
que puede tener para muchos sujetos el rol educativo, sin embargo, la orientacn lo que aporta es una
mirada que, desde la ética, se ajusta a lo que funciona uno a uno de los sujetos autistas.
La psicología cnica, bien puede servirse del espacio de creacn, resaltando la singularidad del caso,
la clínica lacaniana ofrece herramientas para acoger y soportar la construcción del neoborde como
efecto subjetivo, pues se trata de acompañar una intervención de lo propio de cómo cada uno vivencia
su goce. La mirada profunda que el psicoanálisis lacaniano tiene del autismo, está atravesada por
categorías clínicas que son soporte de que se trata de un lugar desde donde el goce se vive sin recorrido
pulsional, es decir, una forma propia de relacionarse con el lenguaje y el mundo.
El goce en la enseñanza de Lacan es un concepto complejo que se puede definir muy genéricamente
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como la vivencia que tensiona placer y displacer; tal como se menciona en el desarrollo del trabajo, el
goce que propone el psicoanálisis lacaniano que traspasa la concepción de placer, esestrechamente
relacionado con el Otro (lenguaje) y por lo tanto tiene que ver con la posición subjetiva de cada ser.
Más allá del espectro, hay un sujeto, no solo un agente portador de fenómenos del espectro; y, es en
tanto se reconoce su estatuto de sujeto, que un psicólogo sab tomar una posicn frente a la posible
intervención.
La demanda actual de lugares que traten y mejorenlas características propias de lo que conocen bajo
el significante del espectro, hace que los tratamientos sean educativos, y esta puntualizacn no se trata
de una crítica al lugar que tiene el rol de enseñar hábitos, y cosas para la vida cotidiana, sino más bien,
determinar a partir de dónde se establece que le sirve a ese único sujeto con su modo de goce singular.
La tendencia donde se oferta y se demanda tratamiento, se ha convertido en una primacía que no
malintencionadamente se estandariza.
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