pág. 3212
EVALUACIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA EN
PACIENTES CON ESTADIFICACIÓN
TEMPRANA DE LA ENFERMEDAD RENAL
DIABÉTICA TIPO 2
EVALUATION OF QUALITY OF LIFE IN PATIENTS WITH
EARLY STAGES OF DIABETIC KIDNEY DISEASE TYPE 2
Cesar Augusto Flamenco Antonio
Instituto Mexicano del Seguro Social - México
Heriberto Chiñas Rojas
Instituto Mexicano del Seguro Social - México
Sonia Julia Morales Bravo
Instituto Mexicano del Seguro Social - México
pág. 3213
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i6.15082
Evaluación de la calidad de vida en pacientes con estadificación temprana
de la enfermedad renal diabética tipo 2
Cesar Augusto Flamenco Antonio1
drcesarflamenco@gmail.com
https://orcid.org/0009-0002-2061-6542
Instituto Mexicano del Seguro Social -
Universidad Veracruzana
México
Heriberto Chiñas Rojas
heriberto.chinas@imss.gob.mx
https://orcid.org/0000-0002-8273-0626
Instituto Mexicano del Seguro Social -
Universidad Veracruzana
México
Sonia Julia Morales Bravo
somb04@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0003-3620-9420
Instituto Mexicano del Seguro Social -
Universidad Veracruzana
México
RESUMEN
Introducción: la enfermedad renal diabética (ERD) es la principal causa de insuficiencia renal crónica
terminal, con alta morbilidad y costos significativos. El cuestionario KDQOL-SF36 es una herramienta
eficaz y económica para evaluar la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en esta población.
Objetivo: evaluar la calidad de vida en pacientes con estadificación temprana de ERD tipo 2. Métodos:
estudio prospectivo, descriptivo y transversal realizado en el Hospital General de Zona No. 32 de enero
a junio de 2023. incluyo 44 pacientes que cumplieron los criterios de inclusión, utilizando el
cuestionario KDQOL-SF36. Para el análisis de datos se utilizó frecuencias simples, porcentaje, media
y análisis de varianza. Resultados: media de edad 67.2 años, predominando mujeres (52.28%).
Comorbilidades: hipertensión arterial (81.8%). La calidad de vida fue más baja en limitaciones de rol
por problemas emocionales y físicos. Estadios avanzados mostraron menor funcionamiento físico
(32.19) y percepción global de salud (25.77). ANOVA identificó diferencias significativas en
satisfacción del paciente y dolor. Conclusión: La ERD afecta principalmente a mujeres mayores con
comorbilidades. Se destacan variaciones en dominios críticos según el estadio KDIGO, es necesario
intervenciones integrales para mejorar la calidad de vida y reducir la progresión de la enfermedad.
Palabras clave: enfermedad renal diabetica, calidad de vida, KDQOL-SF36, insuficiencia renal cronica
1
Autor principal.
Correspondencia: drcesarflamenco@gmail.com
pág. 3214
Evaluation of Quality of Life in Patients with Early Stages of Diabetic
Kidney Disease Type 2
ABSTRACT
Introduction: Diabetic kidney disease (DKD) is the leading cause of end-stage chronic kidney disease,
associated with high morbidity and significant costs. The KDQOL-SF36 questionnaire is an effective
and affordable tool to assess health-related quality of life (HRQoL) in this population. Objective: To
evaluate the quality of life in patients with early-stage DKD type 2. Methods: A prospective, descriptive,
and cross-sectional study was conducted at General Zone Hospital No. 32 from January to June 2023.
It included 44 patients meeting inclusion criteria, utilizing the KDQOL-SF36 questionnaire. Data
analysis involved simple frequencies, percentages, means, and variance analysis. Results: The mean
age was 67.2 years, with a predominance of women (52.28%). Comorbidities included hypertension
(81.8%). Quality of life scores were lowest in role limitations due to emotional and physical problems.
Advanced stages showed lower physical functioning (32.19) and global health perception (25.77).
ANOVA revealed significant differences in patient satisfaction and pain. Conclusion: DKD
predominantly affects older women with comorbidities. Critical domain variations were observed
across KDIGO stages, emphasizing the need for comprehensive interventions to improve quality of life
and slow disease progression.
Keywords: diabetic kidney disease, quality of life, KDQOL-SF36, end-stage chronic kidney disease
Artículo recibido 28 octubre 2024
Aceptado para publicación: 30 noviembre 2024
pág. 3215
INTRODUCCIÓN
La transición demográfica en México, implica cambios en la estructura poblacional, en el proceso de
envejecimiento y en el aumento en la esperanza de vida; estos factores han modificado el
comportamiento epidemiológico de las enfermedades como la diabetes mellitus y la enfermedad renal
diabética los cuales continúan siendo un problema importante para la salud pública de México y
principales causas de muerte (Reyna-Sevilla et al., 2022). De acuerdo con cifras del Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (INEGI), durante el periodo comprendido entre enero a junio 2021 informó
que las tres principales causas de muerte a nivel nacional fueron: COVID-19 (145,159; 25.0%),
enfermedades del corazón (113,899; 19.7%), y diabetes mellitus (74,418; 12.8%). Las defunciones por
diabetes mellitus ocupan el tercer lugar, tanto en el total, como entre los hombres y mujeres. (INEGI.,
2022)
La Fundación Nacional del Riñón adoptó el término “enfermedad renal diabética” en 2007 en sus guías
y recomendaciones de práctica clínica para el diagnóstico y manejo de pacientes con diabetes y
Enfermedad Renal Crónica (ERC). Desde entonces, la “enfermedad renal diabética” se ha utilizado para
incluir en la definición otra definición distinta a la glomerulopatía o la proteinuria típica de la
“nefropatía diabética”. (Rivera Hernández., (2020). En particular, la guía también describió que la
"glomerulopatía diabética" debe reservarse para la enfermedad renal causada por diabetes comprobada
por biopsia. Además, la Sociedad Japonesa de Patología y la Sociedad Japonesa de Nefrología
conservan el término "nefropatía diabética" para la enfermedad renal comprobada por biopsia causada
por diabetes. (Yamanouchi et al., 2020)
La Enfermedad renal diabética se desarrolla en aproximadamente el 40% de los pacientes con
diabetes, después de 10 años de ser diagnosticados con diabetes mellitus tipo 2. La incidencia es nula
en los primeros 5 años de enfermedad; posteriormente, hace un pico en la segunda década y finalmente
declina, a diferencia de otras complicaciones crónicas como las vasculares y retinopatías. El 80 % de
los pacientes con micro albuminuria sostenida progresan a un estado de proteinuria en un periodo de 5
a 15 años para luego establecerse la nefropatía diabética manifiesta (Estadio IV), la cual se asocia
frecuentemente con retinopatía severa, neuropatía, vasculopatía periférica y coronaria. Se ha reportado
que alrededor de un 40% de pacientes diabéticos Tipo 2 presentan enfermedad renal diabética.
pág. 3216
(Ravindran et al., 2020)
Aunque la supervivencia global suele ser superior en los pacientes que se dializan frente a los que no,
esta ventaja se pierde en los mayores de 80 años que presentan mayor comorbilidad, fundamentalmente
si asocian cardiopatía isquémica. Además, la carga de síntomas (dolor, fatiga, anorexia, disnea) que
presentan estos pacientes en diálisis es alta, la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) a
menudo es deficiente y muchos de ellos presentan un progresivo deterioro funcional secundario.
(Rubio-Rubio et al., 2020)
La enfermedad renal crónica (ERC) se define como la presencia de una tasa de filtración glomerular
estimada (TFGe) < 60 ml/min/1,73 m2 como marcador de función renal disminuida y/o la presencia de
niveles anormales de albuminuria como signo de insuficiencia renal, daño, o ambos. (Thipsawat, S.,
2021). La presencia de albuminuria (o proteinuria) se puede medir en una muestra de orina de 24 horas
o, alternativamente, calculando la proporción de albúmina a creatinina (ACR) de la primera micción de
la mañana. Las guías actuales sugieren considerar anormal una excreción de orina de 24 horas 150
mg/24 h o ≥ 30 mg/24 h para proteinuria y albuminuria o un ACR ≥ 30 mg/g. (Xie, Y., 2018)
La GPC en su última actualización del 2019 recomienda estimar la tasa de filtrado glomerular en
pacientes adultos con factores de riesgo utilizando ecuaciones. Se puede utilizar la fórmula de Cockroft-
Gault, la MDRD, y la CKD-EPI. La ecuación de Cockroft- Gault predice mejor la mortalidad. La
ecuación MDRD para el cálculo de la tasa de filtrado glomerular en pacientes adultos con diabetes. Esta
ecuación tiene una mayor precisión en estadios avanzados y en pacientes > 60 años. (Provenzano et al.,
2019)
Las guías Kidney Disease Improving Global (KDIGO) sobre el manejo de la ERC clasifican la ERC en
función tanto de la evaluación de la TFGe como de la proteinuria, lo que permite clasificar a los
pacientes en varias categorías de riesgo con un pronóstico progresivamente peor. El daño renal en la
persona con diabetes se debe clasificar por etapas del 1 al 5 con base en la tasa de filtración glomerular
y la presencia de albúmina en orina. Esto permite establecer si existe la posibilidad o la certeza de que
tenga una enfermedad renal diabética. (Ellam- Nahas., 2010)
En las etapas 1 y 2 la TFG se puede subestimar, pero mientras no haya albuminuria se puede descartar
enfermedad renal diabética, la tasa de filtración glomerular (TFG) calculada por la fórmula de MDRD
pág. 3217
está validada en personas con diabetes y es especialmente confiable cuando la falla renal está en la etapa
3 o superior (TFG 60 ml/min), por lo tanto, está indicado remitir el paciente al nefrólogo cuando la
TFG estimada es menor a 30 mL/min y/o la velocidad de reducción es mayor a 6 mL/min/ año. Cuando
el paciente con diabetes alcanza un estadio 4 (TFG < 30 mL/min) puede comenzar a requerir ajustes o
cambios en el tratamiento que viene recibiendo y seguimiento de otros parámetros que se alteran a partir
de esta etapa como los relacionado con la hematopoyesis y el metabolismo del calcio. (Jung., 2021).
La enfermedad renal diabética avanzada como causa de sustitución de la función renal a largo plazo, es
prevenible, siempre que sea detectada tempranamente, algo que se logra con una mayor intervención
médica en el primer y segundo nivel de atención para su referencia oportuna con el especialista en
nefrología, el reconocimiento temprano de la progresión de la enfermedad renal diabética es
fundamental para la estratificación temprana del riesgo y la intervención dirigida para prevenir la
Enfermedad renal terminal y poder otorgarle al paciente el beneficio de una mejor calidad de vida.
(Whaley-Connell., 2013)
Es importante destacar que los pacientes que se encuentran en terapia de reemplazo o tratamiento
sustitutivo, generalmente presentan disminución de la capacidad cardiorrespiratoria, desnutrición,
fatiga y pérdida de la masa muscular, el bajo rendimiento que resulta de un consumo menor de oxígeno
y el cambio morfológico muscular genera alteraciones en las dimensiones personal, social, familiar y
laboral con importante repercusión sobre la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), estos
parámetros han demostrado ser adecuados para predecir la mortalidad y hospitalización. (Pinillos-
Patiño., 2019)
Recientemente se reportó que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) proporciona servicios de
salud al 51% de la población mexicana. Cabe destacar que, del total de la población del país, el 74% de
los pacientes con diagnóstico de DM y el 46.6% diagnosticados con HTA reciben atención médica en
el IMSS. Asimismo, ambas enfermedades representan los dos primeros motivos de consulta de
Medicina Familiar en el IMSS. Durante 2019 registró 4'682,678 personas que viven con diabetes
mellitus. Además, la prevalencia de la enfermedad renal diabética ha aumentado junto con la
prevalencia de la diabetes en todo el mundo (Thornton Snider et al., 2019). Los cambios observados en
ambos padecimientos son de especial importancia ya que, representan causas importantes de daño renal,
pág. 3218
estos padecimientos adquieren importancia por la potente demanda de atención especializada y de
recursos en salud que requieren. (IMSS., 2019)
Resulta importante identificar y realizar una intervención temprana en los determinantes de la salud en
los pacientes con Diabetes Mellitus con alto riesgo de complicaciones como la nefropatía diabética, los
cuales permitirán el retraso en la progresión de la enfermedad, uno de los mayores retos que tienen los
sistemas de salud pública como el IMSS es desarrollar, en conjunto con su población asegurada, una
cultura de prevención primaria que incida de manera significativa en la adopción de estilos de vida que
conserven la salud y minimicen los factores de riesgo, así como la implementación de un modelo de
atención integral que busque un equilibrio entre los servicios de atención curativa y preventiva con la
generar de finalidad de generar un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes con
enfermedad renal diabética. (Manzanares-Rivera., 2020)
El cuestionario de calidad de vida KDQOL-SF36 (Kidney Disease Quality of Life Short Form) es
específico para pacientes con ERC, desarrollado por Kidney Disease Quality of Life Working Group12,
incluye 36 preguntas para la evaluación de CVRS. El KDQOL-SF36 tiene su base en el KDQOL-36.
(Bustamante-Rojas et al., 2021) El cuestionario utilizado es la versión traducida, validada al español y
autorizada por el Kidney Disease Quality of Life Working Group en su sitio web. (Dehesa-López et al.,
2017)
En conclusión, cabe destacar que de las diferentes escalas que se emplean para medir la calidad de vida
en las personas, las más utilizadas son la SF-36 y KDQOL 36, sin embargo, los pacientes con
enfermedad renal crónica tienen características y condiciones especiales por lo cual se recomienda
emplear herramientas específicas para evaluar su condición real. La escala KDQOL SF-36, posee
dimensiones específicas para evaluar al paciente con enfermedad renal, sus características psicométricas
en cuanto a reproducibilidad, validez y sensibilidad son confiables, y su utilidad es adecuada ya que es
de fácil aplicación, poca complejidad y bajo costo, esta escala se encuentra adaptada transculturalmente
en varios países de habla hispana, por lo cual la se hace recomendable para evaluar la calidad de vida
en población con enfermedad renal. (Carrillo-Algarra et al., 2018)
Conocer la calidad de vida en los pacientes con estadificación temprana de la nefropatía diabética,
referidos de primera vez a la especialidad de nefrología, nos puede dar pauta para atender las principales
pág. 3219
deficiencias del Sistema de Salud y la atención Médica, y a su vez, realizar la capacitación
correspondiente al personal del primer nivel de atención para implementar mejoras en el servicio de
Medicina Familiar. Actualmente no existen intervenciones preventivas de nefrología enfocados en
diabetes, con la finalidad de evaluar la calidad de vida de los pacientes y el impacto en salud con
respecto a la morbimortalidad de los pacientes que fueron estadificados con nefropatía diabética y la
intervención temprana con medidas nefroprotectoras en la evolución de los pacientes con enfermedad
renal crónica diabética en la práctica tradicional de detección y referencia al segundo nivel de atención.
El objetivo de este estudio fue evaluar la calidad de vida en pacientes con estadificación temprana de
enfermedad renal diabética tipo 2. Específicamente, busca identificar a los pacientes estadificados y
referidos a segundo nivel entre enero y junio de 2023, mediante la aplicación del cuestionario KDQOL-
SF36, y evaluar la relación entre calidad de vida, morbimortalidad y estadificación inicial en este
periodo.
METODOLOGÍA
Se realizó un estudio prospectivo, descriptivo y transversal en el Hospital General de Zona con
Medicina Familiar No. 32, Minatitlán, Veracruz, entre enero y junio de 2023. El objetivo fue evaluar la
calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en pacientes con enfermedad renal diabética tipo 2
mediante el cuestionario KDQOL-SF36. Incluyó pacientes mayores de 18 años con diagnóstico de
enfermedad renal diabética, referidos por primera vez al servicio de Nefrología tras estadificación en el
primer nivel de atención, previa aceptacion mediante un consentimiento informado. Los criterios de
exclusión consideraron casos con insuficiencia renal aguda, patologías renales no asociadas a diabetes,
trasplante previo o falta de consentimiento informado.
Se aplicó el cuestionario KDQOL-SF36, el cual evalúa aspectos genéricos (salud física, mental, dolor,
vitalidad) y específicos (síntomas renales, carga emocional, apoyo social, función cognitiva, entre
otros). Las puntuaciones, en una escala de 0 a 100, reflejan la calidad de vida, siendo mayores los
puntajes indicativos de mejor salud percibida. La información fue procesada con SPSS v28.0,
empleando pruebas paramétricas como T de Student y ANOVA para determinar significancia
estadística (p<0.05). Se generaron medidas de frecuencia, tendencia central y dispersión. El análisis
buscó identificar los factores que afectan la CVRS en esta población y proporcionar una visión integral
pág. 3220
de los dominios impactados por la enfermedad renal crónica, con la finalidad de mejorar estrategias de
atención médica y soporte integral.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La muestra final del estudio fue de 44 pacientes, con respecto a las características sociodemográficas
de la población de estudio en relación al sexo fueron 21 (47.72%) hombres y 23 (52.28%) mujeres, la
media de edad 67.2 ± 13.2 años, con un límite menor de 18 y mayor de 87. En lo que respecta al
sobrepeso, hubieron 7 (15.9%) con sobrepeso y 37 (84.1%) sin sobrepeso. En cuanto al sedentarismo,
hubieron 6 (13.6%) con sedentarismo y 38 (86.4%) sin sedentarismo.
En cuanto a las comorbilidades presentaron diabetes mellitus e hipertensión arterial; respecto al tiempo
de evolución de la diabetes mellitus la media fue de 22.5 ± 10.06 años, con un límite menor de 5 y
mayor de 43. Con relación a la hipertensión arterial hubieron 36 (81.8%) hipertensos y 8 (18.2%) no
hipertensos. De acuerdo a la estadificación de la función renal (K-DIGO), se encontraron los siguientes
pacientes: G3A 3(6.8%), G3B 12 (27.3%), G4 13 (29.5%), G5 16 (36.4%). (Figura 1). Así mismo, se
reportaron 2 (4.5%) con dislipidemia y 42 (95.5%) sin dislipidemia.
La media de puntaje de cada una de las dimensiones fue la siguiente: síntomas 65.23, efectos de la
enfermedad renal en la vida diaria fue de 66.05, carga de la enfermedad renal 38.64, situación laboral
laboral fue de 44.32, función cognitiva 44.24, calidad de interacción social 39.24, la función sexual
50.0, sueño 60.23, apoyo social 58.33, actitud del personal de diálisis 52.56, salud general 54.32,
satisfacción del paciente 45.83, funcionamiento físico 41.82, limitaciones de rol por problemas de salud
sicos 30.11, dolor 51.42, percepción global de la salud general 34.77, bienestar emocional 53.55,
limitaciones de rol por problemas de salud emocionales 25.00, función social 52.84, vitalidad/cansancio
41.36, SF-12 componente de salud física 34.11, SF-12 componente de salud mental 39.11. (ver tabla 1)
En cuanto a la comparación de la media de cada una de las dimensiones de calidad de vida entre
mujeres(M) y hombres(H) respectivamente fueron las siguientes: síntomas 64.6, 65.9; efectos de la
enfermedad renal en la vida diaria 62.0, 70.5; carga de la enfermedad renal 41, 36; Situación laboral
43.5, 45.2; función cognitiva 40.9, 47.9; calidad de la interacción social 36.5, 42.2; función sexual 35.7,
64.3; sueño 61, 59.4; apoyo social 58.7, 57.9; actitud del personal de diálisis 49.5, 56.0; salud general
51.3,57.6; satisfacción del paciente 44.3, 46.8; funcionamiento físico 37.0, 47.1; limitaciones de rol por
pág. 3221
problemas de salud físicos 27.2, 33.3; dolor 50.5, 52.4; percepción global de la salud 33.3, 36.4;
bienestar emocional 51.1, 56.2; limitaciones de rol por problemas emocionales 29.0, 20.6; función
social 53.3, 52.4; Vitalidad/cansancio 39.8, 43.1; SF-12 componente de salud física 33.4, 34.9 ; SF-12
componente de salud mental 38.2, 40.1 (ver tabla 2).
En concordancia a la media de puntaje entre los estadios de la enfermedad renal KDIGO G3A, G3B,
G4, G5 y las dimensiones mas relevantes fueron: carga de la enfermedad renal 50, 41.66, 39.90, 33.20,
situación laboral fue de 33.33, 50, 23.08, 59.38 , función cognitiva 33.33, 47.22, 44.62, 43.75, calidad
de interacción social 40, 37.78, 43.08, 37.08, funcionamiento físico 71.67, 46.25, 42.69,32.19,
limitaciones de rol por problemas físicos 58.33, 33.33, 26.92, 25, dolor 74.17, 60, 56.73, 36.41,
percepción global de la salud 41.67, 30.83, 25.77, 43.75, limitaciones de rol por problemas emocionales
22.22, 38.89, 17.95, 20.83. (Figura 2)
Asimismo, se comprobó la posible asociación entre los dominios que caracterizan la calidad de vida
con los diferentes grupos de acuerdo a la función renal por KDIGO, con ANOVA, observando que
fueron significativos los siguientes dominios: satisfacción del paciente con un valor de p (0.022) y para
el dominio de dolor con un valor de p (0.005) (ver tabla 3). Las distribuciones de los conjuntos de datos
son expresadas gráficamente en diagrama de cajas (Figura 3 y Figura 4). Para el resto de los dominios
de calidad de vida presentaron mayores puntuaciones con un valor de p>0.05 los cuales no fueron
significativos para este estudio.
DISCUSION
La calidad de vida es la manera en que una persona percibe la vida, el cual se ve influenciado por sus
actividades, salud física, estado psicológico, creencias y rol social. En México, según el índice global
de calidad de vida, nos encontramos en lugar 36 de 96 países, con 56.3 puntos. En la Encuesta Nacional
De Salud y Envejecimiento de México se reportó que los pacientes en tratamiento por enfermedad renal
pueden existir deterioro de la calidad de vida debido a la multicomorbilidad. (Martínez-Magaña et al.,
2023)
Guzmán y col., reportó que en pacientes con diagnóstico previo de diabetes mellitus tipo 2, en la sexta
década de la vida, en su mayoría mujeres, la calidad de vida en se ve afectada por el sobrepeso, la
obesidad, tiempo de evolución de la DM2 y la hiperglucemia. Lo cual concuerda con lo encontrado en
pág. 3222
nuestro estudio de un total de 44 pacientes estudiados 21 (47.72%) fueron hombres y 23 (52.28%)
mujeres con una media de edad de 67.2 ± 13.2 años. En cuanto a las comorbilidades presentaron
diabetes mellitus e hipertensión arterial; respecto al tiempo de evolución de la diabetes mellitus la media
fue de 22.5 ± 10.06 años, siendo estos factores que afectan alguno de los dominios de la calidad de vida
el sexo femenino, el sobrepeso y obesidad, el tiempo de evolución mayor a 10 años. (Guzmán-Priego
et al., 2020)
Martínez y col., reportaron que las terapias de sustitución renal modifican los síntomas de la enfermedad
renal, por lo que se esperaría una mejora en la calidad de vida y sobrevida, el cual concuerda con nuestro
estudio en el que se reportó una media de 66.05 para el dominio de la enfermedad renal en la vida diaria.
Sin embargo, en una revisión sistemática que incluyó estudios realizados en Europa, en los que comparó
el manejo conservador y la terapia de sustitución renal, no se encontró una mayor sobrevida en adultos
mayores con comorbilidades y en mayores de 80 años, en tanto que la calidad de vida, las
hospitalizaciones y la carga de síntomas no se modificaron en aquellos con conservador. (Martínez-
Magaña et al., 2023)
En el estudio realizado por Díaz y col., se encontró que los pacientes con enfermedad renal crónica en
estadios avanzados (G3-G5) presentaron puntuaciones reducidas en el dominio de percepción global de
la salud, con valores promedio en el rango de 35-45 puntos (de un máximo de 100). Lo anterior se
relaciona con nuestro estudio en cuanto a la percepción global de la salud, donde encontramos una
media de puntaje general de 34.77, correlacionado con etapas avanzadas de la enfermedad renal
diabética, estos resultados subrayan que la percepción global de la salud no solo está comprometida por
el avance de la ERC, sino que también se ve influenciada por factores conductuales, Un hallazgo clave
es que la percepción global de la salud parece estar modulada por el grado de aceptación del diagnóstico,
el acceso a recursos sanitarios y el apoyo familiar y social. (Díaz-Soto et al., 2017)
El daño causado por la ERC apenas se nota en los pacientes en etapa temprana, aunque los cambios
están presentes, es posible que el paciente no sea consciente de su alcance. Cuando el paciente renal
presenta un estado anímico negativo, pierde la percepción de control que tiene sobre su enfermedad y
su tratamiento. Esta baja percepción de autoeficacia puede derivar en la realización de comportamientos
contraproducentes como baja adherencia al tratamiento, uso abusivo de los servicios médicos o
pág. 3223
realización incorrecta de las indicaciones nefrológicas y de los cuidados requeridos. Estos
comportamientos pueden generar graves consecuencias para el paciente, entre ellas, malnutrición,
neuropatías, enfermedades óseas, alteraciones cardiacas y conducir a un deterioro más pronunciado de
la calidad de vida y a un aumento del riesgo de mortalidad. Se requiere seguir realizando estudios
longitudinales en los que se pueda hacer seguimiento a los pacientes, para lograr tener una visión más
amplia del fenómeno para lograr intervenciones más efectivas. (Díaz-Soto et al., 2017)
Sharma y col., aporta un marco de comparación relevante al evaluar la calidad de vida en pacientes con
enfermedad renal crónica mediante un diseño transversal hospitalario. identificando patrones similares:
los hombres tienden a reportar mejores puntajes en dominios relacionados con la función física y social,
lo que coincide con los hallazgos de este estudio en dimensiones como funcionamiento físico (H: 47.1
vs. M: 37.0) y función social (H: 52.4 vs. M: 53.3). (Sharma et al., 2023)
En cuanto a los dominios asociados al impacto emocional y la percepción de la salud, Sharma y col.,
señalan que las diferencias entre estadios avanzados y tempranos de enfermedad renal son notables,
especialmente en aspectos como el bienestar emocional y las limitaciones por problemas físicos y
emocionales, lo cual se refleja en los puntajes más bajos de los estadios G4 y G5 en este análisis. Esto
resalta cómo factores psicosociales y culturales pueden influir en la percepción de la calidad de vida en
diferentes géneros y contextos de enfermedad renal. Ambos estudios convergen en señalar la
importancia de implementar estrategias personalizadas para mejorar dominios específicos según las
necesidades de cada grupo. Por ejemplo, en pacientes en estadios avanzados (G4 y G5), las
intervenciones podrían enfocarse en el manejo del dolor y en programas de rehabilitación física. Por
otro lado, en estadios más tempranos, la atención integral debería centrarse en preservar la función
social y laboral. (Sharma et al., 2023)
El paralelismo entre estos hallazgos y el trabajo de Sharma y col., sugiere la necesidad de explorar
intervenciones específicas que aborden las disparidades de género y la progresión de la enfermedad en
dimensiones clave de calidad de vida. En el presente estudio realizado, se observó que los dominios de
calidad de vida relacionados con la satisfacción del paciente y el dolor presentaron diferencias
estadísticamente significativas entre los grupos de pacientes clasificados según la función renal por los
criterios KDIGO, con valores de p de 0.022 y 0.005, respectivamente. Estos hallazgos destacan la
pág. 3224
importancia de evaluar específicamente estos dominios en poblaciones con estadificación temprana de
enfermedad renal diabética. (Sharma et al., 2023)
Al comparar estos resultados con los hallazgos de Villanego y col., se observó un patrón consistente.
Las intervenciones dirigidas al control óptimo de la glucemia y presión arterial mostraron un impacto
directo en la mejora del dominio del dolor y la satisfacción del paciente. Esto respalda los hallazgos de
este estudio, al sugerir que el manejo temprano y enfocado en estos aspectos puede contribuir
significativamente a mejorar la percepción de calidad de vida en estos pacientes. Sin embargo, Villanego
y col., también señala que otros dominios, como el bienestar psicológico o las relaciones
interpersonales, suelen mostrar menor sensibilidad a cambios clínicos específicos, lo que podría
explicar por qué en este estudio los dominios restantes no alcanzaron significancia estadística (p > 0.05).
Este aspecto sugiere que la calidad de vida es multidimensional y que algunos dominios pueden estar
influenciados por factores no directamente relacionados con la función renal, como factores
socioeconómicos o psicológicos. (Villanego et al., 2020)
Ilustraciones, Tablas, Figuras
Figura 1. Estadificación de la función renal
Figura 2. Puntajes por estadificacion G3A, G3B, G4 y G5
3
12 13 16
6,80%
27,30% 29,50%
36,40%
0
5
10
15
20
G3A G3B G4 G5
PACIENTES
pág. 3225
Figura 3. Relación del dominio satisfacción del
paciente y la función renal por KDIGO
Figura 4. Relación del dominio dolor y la
función renal por KDIGO
Tabla 1. Resultado de las Dimensiones de la encuesta KDQOL-SF36
Dimensiones
Media.
Límite
mínimo
Límite
máximo
Síntomas
65.23
38.6
100.0
Efectos de la enfermedad renal en la vida diaria
66.05
43.8
100.0
Carga de la enfermedad renal
38.64
0.0
81.3
Situación laboral
44.32
0
100
Función cognitiva
44.24
6.7
73.3
Calidad de la interacción social
39.24
0.0
60.0
Función sexual
50.00
0
100
Sueño
60.23
7.5
95.0
Apoyo social
58.33
33.3
100.0
Actitud del personal de diálisis
52.56
0.0
75.0
salud general
54.32
20.0
90.0
Satisfacción del paciente
45.83
33.3
83.3
Funcionamiento físico
41.82
10.0
90.0
Lim. de rol por problemas de salud físicos
30.11
28.0
72.0
Dolor
51.42
0.0
100.0
Percepción global de la salud
34.77
12.5
87.5
Bienestar emocional
53.55
15.0
75.0
Lim. de rol por problemas de salud emocionales
25.00
21.8
56.3
Función social
52.84
23.6
51.7
Vitalidad/cansancio
41.36
38.6
100.0
Sf-12 componente de salud física
34.11
43.8
100.0
Sf-12 componente de salud mental
39.11
0.0
81.3
pág. 3226
Tabla 2. Resultado de las Dimensiones de la encuesta KDQOL-SF36, por sexo
DIMENSIONES
MUJERES
HOMBRES
Síntomas
64.6
65.9
Efectos de la enfermedad renal en la vida diaria
62
70.5
Carga de la enfermedad renal
41
36
Situación laboral
43.5
45.2
Función cognitiva
40.9
47.9
Calidad de la interacción social
36.5
42.2
Función sexual
35.7
64.3
Sueño
61
59.4
Apoyo social
58.7
57.9
Actitud del personal de diálisis
49.5
56
Salud general
51.3
57.6
Satisfacción del paciente
44.9
46.8
Funcionamiento físico
37
47.1
Limitaciones de rol por problemas físicos
27.2
33.3
Dolor
50.5
52.4
Percepción global de la salud
33.3
36.4
Bienestar emocional
51.1
56.2
Limitaciones de rol por problemas emocionales
29
20.6
Función social
53.3
52.4
Vitalidad/cansancio
39.8
43.1
SF-12 componente de salud física
33.4
34.9
SF-12 componente de salud mental
38.2
40.1
pág. 3227
Tabla 3. Asociación de los dominios satisfacción del paciente y dolor con la función renal por
KDIGO, con ANOVA
ANOVA Valor de p<0.05
Suma de
cuadrados
gl
Media
cuadrática
F
Sig.
Satisfacción del
paciente
Entre grupos
1314.103
3
438.034
3.600
.022
Dentro de grupos
4866.453
40
121.661
Total
6180.556
43
Dolor
Entre grupos
6408.888
3
2136.296
5.073
.005
Dentro de grupos
16846.084
40
421.152
Total
23254.972
43
CONCLUSIONES
La presente investigación se enfocó en evaluar la calidad de vida en pacientes con estadificación
temprana de la enfermedad renal diabética tipo 2, utilizando el cuestionario KDQOL-SF36. Concluimos
una mayor afectación en la séptima década de la vida, el predominio del sexo femenino y una alta
prevalencia de comorbilidades como hipertensión arterial sistémica y obesidad. Los hallazgos obtenidos
permiten establecer que la calidad de vida en esta población es significativa, se observó que la calidad
de vida en los pacientes estudiados presenta variaciones notables en dominios específicos,
particularmente aquellos relacionados con la función física, el dolor, y la satisfacción del paciente. La
estadificación temprana según los criterios KDIGO permitió identificar diferencias significativas en
estos dominios. Estos resultados resaltan la importancia de abordar estas áreas como parte integral del
manejo clínico de la enfermedad renal diabética, con el objetivo de mitigar los efectos adversos sobre
la calidad de vida y reducir el riesgo de progresión de la enfermedad.
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