pág. 3409
fallo internacional, esta variabilidad exige una interpretación flexible y adaptable para aplicar
eficazmente el derecho comparado (Roberts et al., 2021).
Comparado con otros métodos de resolución de conflictos internacionales, como el arbitraje y la
mediación, el derecho comparado se enfoca en comprender y armonizar sistemas, mientras que el
arbitraje y la mediación buscan resoluciones directas en un marco privado, el arbitraje ofrece una
resolución vinculante que evita el sistema judicial, mientras que la mediación promueve una solución
negociada, aunque ambos métodos son eficaces para solucionar controversias de forma menos formal
y menos costosa, el derecho comparado complementa estos procesos al proporcionar un marco
interpretativo y de entendimiento que respalda decisiones justas en contextos internacionales.
Los métodos en el derecho comparado incluyen enfoques funcionales, que comparan cómo diferentes
sistemas resuelven un mismo problema legal, y enfoques formales, que examinan la estructura y
fuente de las normas, adicionalmente, el análisis empírico y el estudio de casos permiten evaluar cómo
las leyes operan en contextos sociales específicos, la flexibilidad metodológica permite a los
comparatistas adaptar sus análisis a la naturaleza de cada conflicto y a las particularidades de los
sistemas legales implicados (Yun, 2022).
Los instrumentos de soft law, como los Principios del Instituto Internacional para la Unificación del
Derecho Privado (UNIDROIT) y los Principios de Derecho Europeo de los Contratos, son esenciales
en la resolución de controversias internacionales, ya que brindan un marco normativo sin carácter
vinculante, pero de alta autoridad moral y técnica, estos instrumentos promueven prácticas comunes y
estándares aceptables que facilitan la resolución de conflictos en ausencia de una legislación uniforme,
permitiendo a las partes negociar dentro de parámetros acordados y evitando interpretaciones dispares.
La Convención de Viena sobre la Compraventa Internacional de Mercaderías (CISG) es un ejemplo
clave de cómo el derecho comparado puede servir para unificar normas legales en un contexto
internacional, este tratado integra aspectos del civil law y common law, permitiendo que su aplicación
abarque múltiples jurisdicciones. La CISG facilita las transacciones internacionales al establecer
principios generales, como el de “libertad de forma”, que permite que los contratos se validen sin
requisitos formales específicos, esto reduce las barreras legales entre diferentes sistemas y proporciona
una base común, promoviendo la cooperación y el entendimiento entre los países signatarios.