EL ROL DEL APRENDIZAJE BASADO EN
PROYECTOS EN EL FOMENTO DE
COMPETENCIAS EN LA EDUCACIÓN
GENERAL BÁSICA
THE ROLE OF PROJECT-BASED LEARNING IN
FOSTERING COMPETENCIES IN BASIC
GENERAL EDUCATION
Solange Viviana Contreras Suárez
Universidad Estatal De Milagro, Ecuador
Gladis del Consuelo Vinueza Burgos
Universidad Estatal De Milagro, Ecuador
pág. 4456
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i6.15170
El Rol del Aprendizaje Basado en Proyectos en el Fomento de
Competencias en la Educación General Básica
Solange Viviana Contreras Suárez1
scontrerass@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0009-0001-2050-1967
Universidad Estatal De Milagro
Gladis del Consuelo Vinueza Burgos
gvinuezab1@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-6254-7595
Universidad Estatal De Milagro
RESUMEN
El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) se ha consolidado como una metodología educativa efectiva
para el desarrollo integral de competencias en la Educación General Básica. Este estudio de revisión,
realizado siguiendo el método PRISMA, analiza la evidencia disponible sobre el impacto del ABP en
tres dimensiones clave: competencias académicas, competencias interpersonales y sociales, y la
motivación y el compromiso de los estudiantes. Los resultados indican que el ABP fomenta el
pensamiento crítico, la resolución de problemas y el aprendizaje autónomo, además de promover
habilidades de colaboración y empatía. Asimismo, se observa un aumento en la motivación intrínseca
y extrínseca de los estudiantes, lo que contribuye a una actitud positiva hacia el aprendizaje. No
obstante, el estudio también destaca los desafíos de implementar el ABP, tales como la necesidad de
formación docente y recursos adecuados. Estos hallazgos sugieren que el ABP es una herramienta
poderosa para el desarrollo de competencias en los estudiantes de Educación General Básica, aunque
requiere de una planificación cuidadosa y adaptativa para maximizar sus beneficios.
Palabras claves: aprendizaje basado en proyectos, competencias académicas, educación básica,
motivación, colaboración
1
Autor principal
Correspondencia: scontrerass@unemi.edu.ec
pág. 4457
The Role of Project-Based Learning in Fostering Competencies in Basic
General Education
ABSTRACT
Project-Based Learning (PBL) has emerged as an effective educational methodology for the
comprehensive development of competencies in Basic General Education. This review study, conducted
following the PRISMA method, analyzes available evidence on the impact of PBL across three key
dimensions: academic competencies, interpersonal and social competencies, and student motivation and
engagement. The findings indicate that PBL fosters critical thinking, problem-solving, and autonomous
learning, while also promoting collaboration and empathy skills. Additionally, an increase in both
intrinsic and extrinsic motivation is observed, contributing to a positive attitude toward learning.
However, the study also highlights challenges in implementing PBL, such as the need for teacher
training and adequate resources. These findings suggest that PBL is a powerful tool for developing
competencies in Basic General Education students, though it requires careful and adaptive planning to
maximize its benefits.
Keywords: project-based learning, academic competencies, basic education, motivation, collaboration
Artículo recibido 02 octubre 2024
Aceptado para publicación: 12 noviembre 2024
pág. 4458
INTRODUCCIÓN
El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) ha ganado relevancia como una metodología efectiva para
el desarrollo de competencias en la Educación General Básica, en consonancia con las demandas del
siglo XXI en el ámbito educativo. Este enfoque se fundamenta en la creación de proyectos prácticos y
significativos que permiten a los estudiantes aplicar el conocimiento teórico en situaciones reales, lo
cual fomenta el desarrollo de habilidades críticas y prácticas (Blumenfeld et al., 1991; Thomas, 2000).
En este sentido, la implementación del ABP promueve un aprendizaje activo, donde los estudiantes
asumen un papel protagónico en el proceso de adquisición de conocimiento, alejándose de la enseñanza
pasiva y tradicional (Barron & Darling-Hammond, 2008). La integración de esta metodología no solo
mejora la retención de información, sino que también ayuda a los estudiantes a desarrollar competencias
clave como la resolución de problemas, el trabajo en equipo y el pensamiento crítico (Mergendoller &
Thomas, 2005).
El ABP se asocia con una visión constructivista del aprendizaje, donde los estudiantes construyen su
propio conocimiento a través de la experiencia y la reflexión, en lugar de ser receptores pasivos de la
información (Dewey, 1938; Piaget, 1970). Esta perspectiva constructivista subraya la importancia de la
participación activa y el compromiso en el aprendizaje, elementos que son fundamentales en el ABP
(Krajcik & Blumenfeld, 2006). Además, la investigación ha demostrado que el ABP fomenta un entorno
educativo en el que los estudiantes pueden desarrollar habilidades interpersonales y adaptativas, que
son esenciales en un mundo cada vez más interconectado y dinámico (Darling-Hammond et al., 2008;
Hmelo-Silver, 2004).
La relevancia del ABP en la Educación General Básica radica en su capacidad para integrar diversas
áreas del conocimiento, facilitando un aprendizaje interdisciplinario que prepara a los estudiantes para
enfrentar desafíos complejos (Markham, 2011). Los proyectos diseñados dentro de esta metodología
suelen requerir que los estudiantes combinen conocimientos de áreas como matemáticas, ciencias,
lenguas y estudios sociales para resolver problemas complejos, lo que enriquece el proceso de
aprendizaje y lo hace más significativo (Holm, 2011; Larmer et al., 2015). Esta característica es
particularmente importante en los primeros años de la educación formal, donde los estudiantes aún están
en proceso de adquirir habilidades y competencias fundamentales (Barron & Darling-Hammond, 2008).
pág. 4459
La investigación en torno al ABP también resalta su papel en el desarrollo de habilidades para la vida,
que son cada vez más valoradas en el contexto educativo actual. De acuerdo con Bell (2010), el ABP
permite a los estudiantes desarrollar habilidades que trascienden el ámbito académico, como la
autogestión, la comunicación efectiva y la colaboración, todas ellas esenciales en el ámbito laboral y
social. Estas habilidades forman parte de lo que se conoce como "competencias del siglo XXI" y son
consideradas críticas para el éxito en la vida personal y profesional de los individuos (Trilling & Fadel,
2009; Binkley et al., 2012).
Además, el ABP proporciona una plataforma ideal para fomentar el pensamiento crítico y la creatividad,
elementos fundamentales para el desarrollo integral de los estudiantes (Barron & Darling-Hammond,
2008). En un estudio sobre el impacto del ABP en el pensamiento crítico, Beckett y Slater (2005)
hallaron que los estudiantes que participan en proyectos de este tipo son más propensos a cuestionar
información, formular preguntas relevantes y buscar múltiples perspectivas para resolver un problema.
Este enfoque promueve un entorno donde los estudiantes no solo aprenden contenido, sino que también
desarrollan la habilidad de analizar y evaluar información de manera crítica, lo cual es esencial en una
sociedad caracterizada por la sobrecarga informativa (Thomas, 2000; Larmer et al., 2015).
En el contexto de la Educación General Básica, el ABP ha mostrado ser eficaz para aumentar la
motivación y el compromiso de los estudiantes, factores que están fuertemente relacionados con el éxito
académico (Holm, 2011). Según un estudio de Blumenfeld et al. (1991), los estudiantes que participan
en proyectos bien estructurados muestran un mayor interés en el aprendizaje y están más motivados
para completar tareas complejas. Esta motivación no solo mejora el rendimiento académico, sino que
también promueve una actitud positiva hacia el aprendizaje a lo largo de la vida (Krajcik & Blumenfeld,
2006; Mergendoller & Thomas, 2005).
Uno de los principales desafíos de la implementación del ABP en la Educación General Básica es la
necesidad de formación y apoyo para los docentes, quienes deben desempeñar un rol de guía y
facilitador, en lugar de adoptarse como transmisores de conocimiento (Larmer et al., 2015). La
transición hacia este nuevo rol requiere un cambio de paradigma en la forma en que los docentes
conceptualizan el proceso de enseñanza y aprendizaje (Darling-Hammond et al., 2008).
pág. 4460
Estudios han demostrado que la capacitación docente en metodologías activas como el ABP es
fundamental para garantizar el éxito de esta metodología, ya que los docentes deben estar preparados
para facilitar el aprendizaje autónomo de los estudiantes y guiarlos en el proceso de desarrollo de
proyectos (Thomas, 2000; Krajcik & Blumenfeld, 2006).
Principales Teorías Vinculadas al Aprendizaje Basado en Proyectos
La implementación del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) en la Educación General Básica se
fundamenta en diversas teorías educativas que explican su efectividad y potencial en el desarrollo de
competencias clave. Estas teorías brindan el respaldo conceptual necesario para comprender cómo y
por qué el ABP puede transformar la experiencia educativa en este nivel. A continuación, se revisan las
principales teorías que sustentan esta metodología: el constructivismo, la teoría del aprendizaje
experiencial, la teoría del aprendizaje situado, y el enfoque del aprendizaje autodirigido.
Teoría Constructivista
El constructivismo es una de las teorías más influyentes en el ámbito educativo y constituye el pilar
conceptual sobre el cual se sustenta el ABP. Según el constructivismo, los estudiantes construyen su
conocimiento a partir de sus experiencias previas y de la interacción activa con el entorno (Piaget, 1970;
Vygotsky, 1978). Este enfoque promueve la idea de que el aprendizaje es un proceso activo, donde los
estudiantes interpretan y transforman la información en función de sus conocimientos previos, en lugar
de recibirla de manera pasiva. En el contexto del ABP, esta teoría sugiere que los proyectos deben
diseñarse de manera que los estudiantes puedan relacionarlos con sus experiencias previas y desarrollen
habilidades para aplicar el conocimiento en situaciones nuevas y significativas (Krajcik & Blumenfeld,
2006).
El constructivismo social de Vygotsky, en particular, enfatiza la importancia del aprendizaje
colaborativo y del lenguaje como herramientas mediadoras del desarrollo cognitivo. Para Vygotsky
(1978), el conocimiento se construye en interacción con otros y se enriquece a través de la mediación
de un “otro más competente”, generalmente el docente o compañeros con mayor conocimiento. En el
ABP, los estudiantes trabajan juntos para resolver problemas y completar proyectos, permitiéndoles
construir conocimiento a través de la interacción social y el intercambio de ideas (Barron & Darling-
Hammond, 2008).
pág. 4461
Este enfoque no solo potencia el aprendizaje individual, sino que también fortalece las habilidades de
colaboración y comunicación, esenciales en el contexto educativo actual (Blumenfeld et al., 1991).
Teoría del Aprendizaje Experiencial
La teoría del aprendizaje experiencial de David Kolb (1984) plantea que el aprendizaje ocurre a través
de un ciclo de experiencias, donde los individuos aplican sus conocimientos en situaciones prácticas y
reflexionan sobre los resultados. Según Kolb, el ciclo de aprendizaje consta de cuatro etapas: la
experiencia concreta, la reflexión, la conceptualización abstracta y la experimentación activa. En el
contexto del ABP, los estudiantes tienen la oportunidad de seguir este ciclo de manera continua al
involucrarse en proyectos que requieren la aplicación de conocimientos teóricos en situaciones
prácticas, lo que facilita una comprensión más profunda y duradera del contenido (Kolb, 1984).
El ABP también promueve el tipo de aprendizaje significativo descrito en esta teoría, al permitir que
los estudiantes participen en proyectos que reflejan situaciones del mundo real (Beckett & Slater, 2005).
Además, al involucrar a los estudiantes en el ciclo de aprendizaje de Kolb, el ABP promueve la
metacognición, ya que los estudiantes deben reflexionar sobre sus experiencias y aplicar esta reflexión
en la planificación de futuros proyectos (Thomas, 2000). Esta metacognición se convierte en una
herramienta clave para que los estudiantes adquieran autonomía en su proceso de aprendizaje y
desarrollen habilidades para aprender a aprender.
Teoría del Aprendizaje Situado
La teoría del aprendizaje situado, formulada por Lave y Wenger (1991), argumenta que el aprendizaje
es un proceso que ocurre en un contexto particular y que esprofundamente influenciado por la cultura
y el entorno en el cual se lleva a cabo. Según esta teoría, el aprendizaje se da mejor en contextos donde
los estudiantes participan en actividades auténticas que reflejan los usos reales del conocimiento, en
lugar de actividades aisladas y descontextualizadas. En el ABP, los proyectos están diseñados para
representar problemas y desafíos del mundo real, proporcionando a los estudiantes un entorno de
aprendizaje contextualizado que facilita la transferencia de conocimiento y habilidades a situaciones
prácticas (Lave & Wenger, 1991).
La participación en comunidades de práctica, concepto central en la teoría de Lave y Wenger (1991), es
también un aspecto esencial del ABP.
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En un entorno de ABP, los estudiantes forman una comunidad de práctica en la cual colaboran y
aprenden unos de otros, desarrollando un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida (Hmelo-
Silver, 2004). Este enfoque es particularmente efectivo en la Educación General Básica, donde los
estudiantes están en una etapa crucial de desarrollo social y cognitivo y se benefician enormemente de
entornos de aprendizaje colaborativos y contextualizados (Markham, 2011).
Enfoque del Aprendizaje Autodirigido
El aprendizaje autodirigido es otra teoría relevante en el contexto del ABP, ya que enfatiza la
importancia de la autonomía y la responsabilidad en el proceso de aprendizaje. Según Knowles (1975),
el aprendizaje autodirigido implica que los estudiantes se responsabilicen de su propio proceso de
aprendizaje, estableciendo sus objetivos y evaluando sus avances. El ABP fomenta esta autonomía al
permitir que los estudiantes participen en la toma de decisiones sobre sus proyectos, eligiendo el tema,
la metodología y las estrategias para abordar los problemas (Knowles, 1975). Esta autonomía no solo
aumenta la motivación intrínseca de los estudiantes, sino que también promueve la autogestión, una
competencia crucial en el desarrollo personal y académico (Darling-Hammond et al., 2008).
En un contexto educativo donde las competencias del siglo XXI son cada vez más valoradas, el ABP
facilita el desarrollo de habilidades de autorregulación y autoevaluación, las cuales están estrechamente
relacionadas con el aprendizaje autodirigido (Binkley et al., 2012). Además, estudios han mostrado que
los estudiantes que participan en ABP desarrollan una mayor capacidad para planificar, monitorear y
evaluar su aprendizaje, habilidades que son esenciales para el aprendizaje a lo largo de la vida (Bell,
2010; Larmer et al., 2015).
Teoría de la Motivación y el Aprendizaje Intrínseco
Por último, la teoría de la motivación y el aprendizaje intrínseco de Deci y Ryan (1985), conocida como
la teoría de la autodeterminación, aporta una perspectiva importante sobre la efectividad del ABP. Esta
teoría sostiene que los estudiantes están intrínsecamente motivados cuando sus necesidades
psicológicas de autonomía, competencia y relación están satisfechas. En el ABP, los estudiantes
experimentan una mayor sensación de autonomía al participar activamente en la creación y ejecución
de sus proyectos. Asimismo, el ABP permite a los estudiantes experimentar un sentido de competencia,
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ya que pueden aplicar y demostrar sus habilidades en contextos auténticos (Deci & Ryan, 1985; Ryan
& Deci, 2000).
Esta motivación intrínseca es fundamental para el aprendizaje efectivo, ya que los estudiantes
motivados intrínsecamente tienden a estar más comprometidos y dispuestos a enfrentar desafíos (Barron
& Darling-Hammond, 2008). Además, el ABP facilita el establecimiento de relaciones significativas
entre los estudiantes y sus compañeros, así como entre estudiantes y docentes, satisfaciendo la necesidad
de pertenencia descrita en la teoría de la autodeterminación. Este sentido de pertenencia fomenta un
entorno de aprendizaje positivo y cooperativo, que es fundamental para el éxito del aprendizaje a largo
plazo (Bell, 2010).
METODOLOGÍA
Este estudio se realizó siguiendo las directrices del método PRISMA para llevar a cabo revisiones
sistemáticas de la literatura (Page et al., 2021). A continuación, se detallan los pasos seguidos en cada
fase del proceso, con el propósito de garantizar que los resultados puedan ser replicados y se ajusten a
los criterios de rigor científico requeridos en este tipo de investigaciones.
Criterios de Inclusión y Exclusión
Para llevar a cabo una selección rigurosa de los estudios, se establecieron los siguientes criterios de
inclusión y exclusión:
Criterios de inclusión
Se seleccionaron estudios empíricos y revisiones publicadas en revistas académicas entre los años 2000
y 2024, en idiomas español e inglés. Los estudios debían abordar explícitamente el Aprendizaje Basado
en Proyectos (ABP) en el contexto de la Educación General Básica y su relación con el desarrollo de
competencias clave.
Criterios de exclusión
Se excluyeron estudios en otros niveles educativos, revisiones narrativas sin metodología definida y
aquellos que no ofrecieran datos relevantes sobre el impacto del ABP en las competencias.
Estrategia de Búsqueda
La estrategia de búsqueda se diseñó para obtener una muestra representativa y exhaustiva de la literatura
disponible. Las bases de datos consultadas fueron Scopus, Web of Science, ERIC y Google Scholar.
pág. 4464
Las palabras clave empleadas en la búsqueda fueron: “Aprendizaje Basado en Proyectos”, “ABP”,
“Educación General Básica”, “Desarrollo de competencias”, “Competencias del siglo XXI”,
“Enseñanza constructivista”. Además, se emplearon combinaciones de términos booleanos para ampliar
la cobertura, como “AND” y “OR”.
La búsqueda arrojó un total de 350 estudios, de los cuales se eliminaron duplicados en una primera fase,
quedando 280 estudios. La revisión de títulos y resúmenes redujo la muestra a 80 estudios,
seleccionando aquellos que cumplían estrictamente con los criterios de inclusión.
Selección y Cribado de los Estudios
La selección de los estudios se llevó a cabo en tres etapas:
1. Identificación de estudios relevantes: Tras eliminar duplicados, los estudios fueron evaluados por
dos revisores independientes para confirmar su relevancia en función de los criterios de inclusión.
2. Cribado de estudios: Los títulos y resúmenes fueron revisados para determinar su pertinencia en
relación con el tema del estudio. Aquellos que no cumplían con los objetivos de la revisión fueron
excluidos.
3. Evaluación de artículos completos: Los estudios seleccionados fueron revisados a profundidad.
Un total de 50 estudios fueron seleccionados para la fase final de análisis.
Extracción y Síntesis de los Datos
Los datos de los estudios seleccionados fueron extraídos mediante una ficha estructurada que incluía la
siguiente información: autor, año de publicación, contexto del estudio (país, nivel educativo), enfoque
metodológico, resultados y conclusiones principales. Esta extracción se realizó de forma independiente
por dos revisores para asegurar la precisión y consistencia de los datos.
Análisis de las Categorías
Las categorías de análisis empleadas en este estudio fueron:
Impacto del ABP en el desarrollo de competencias académicas: Se analizaron los estudios que
medían específicamente las competencias cognitivas, como la resolución de problemas, el
pensamiento crítico y el aprendizaje autónomo.
pág. 4465
Desarrollo de competencias interpersonales y sociales: Esta categoría incluyó estudios que
evaluaban el impacto del ABP en habilidades colaborativas, de comunicación y de trabajo en
equipo.
Motivación y compromiso en el aprendizaje: Se incluyeron estudios que abordaban la influencia
del ABP en la motivación intrínseca y extrínseca de los estudiantes.
Limitaciones y desafíos del ABP en la Educación General Básica: Se identificaron los
principales obstáculos y barreras para la implementación del ABP, así como recomendaciones
propuestas en los estudios revisados.
Síntesis y Reporte de Resultados
La síntesis de los datos se realizó a través de un análisis descriptivo y comparativo de los estudios
seleccionados, permitiendo identificar tendencias, fortalezas y debilidades en la implementación del
ABP en la Educación General Básica. Los resultados se presentan en formato de tablas y gráficos para
facilitar la comprensión y visualización de los hallazgos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Impacto del ABP en el Desarrollo de Competencias Académicas
El desarrollo de competencias académicas constituye uno de los principales beneficios atribuidos al
Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), especialmente en la Educación General Básica. Esta
metodología permite a los estudiantes enfrentarse a problemas reales y prácticos, en los cuales deben
aplicar conocimientos teóricos adquiridos, facilitando el desarrollo de habilidades cognitivas como la
resolución de problemas, el pensamiento crítico y el aprendizaje autónomo (Krajcik & Blumenfeld,
2006; Larmer et al., 2015). El desarrollo de estas competencias responde a un cambio pedagógico
profundo, donde los estudiantes pasan de un rol pasivo, tradicional en el aula, a un rol activo y
comprometido en su propio aprendizaje (Blumenfeld et al., 1991).
Uno de los hallazgos más recurrentes en la literatura es que el ABP fomenta la resolución de problemas
complejos. En el ABP, los estudiantes enfrentan tareas en las que deben identificar problemas, explorar
posibles soluciones y aplicar conocimientos específicos de diversas disciplinas, lo cual exige una
profunda capacidad de análisis y síntesis (Thomas, 2000). En un estudio realizado por Barron y Darling-
Hammond (2008), los estudiantes involucrados en proyectos demostraron mejoras significativas en su
pág. 4466
capacidad para resolver problemas de manera autónoma, ya que la estructura de los proyectos requiere
que desarrollen estrategias para superar los obstáculos que encuentran en el proceso. Esta capacidad es
clave en la formación de competencias académicas, ya que dota a los estudiantes de herramientas que
les permiten abordar y resolver situaciones que van más allá de lo aprendido en el aula.
Además de la resolución de problemas, el ABP promueve el pensamiento crítico, una habilidad
considerada esencial en el contexto educativo actual. Según Darling-Hammond et al. (2008), el
pensamiento crítico es indispensable para que los estudiantes puedan analizar información de manera
crítica, formular juicios fundamentados y tomar decisiones informadas. En el contexto del ABP, el
pensamiento crítico se desarrolla a través de la necesidad de investigar, evaluar y sintetizar información
proveniente de múltiples fuentes. Beckett y Slater (2005) demostraron en su estudio que los estudiantes
que participan en proyectos colaborativos muestran una mayor disposición a cuestionar y a reflexionar
sobre la información, en lugar de aceptarla sin cuestionamientos. Este proceso es fundamental en el
desarrollo de competencias académicas, ya que forma individuos capaces de enfrentar situaciones de
incertidumbre con habilidad y conocimiento.
El ABP también es fundamental para fomentar el aprendizaje autónomo. Al involucrarse en proyectos
que requieren planificación, ejecución y evaluación continua, los estudiantes desarrollan habilidades de
autogestión y autonomía en su proceso de aprendizaje (Holm, 2011). Este aprendizaje autónomo es
especialmente relevante en el contexto de la Educación General Básica, donde los estudiantes están en
una fase crítica de desarrollo personal y académico. Según Krajcik y Blumenfeld (2006), el ABP
promueve la autogestión al brindar a los estudiantes la oportunidad de tomar decisiones en cada etapa
de sus proyectos, lo cual incrementa su sentido de responsabilidad y compromiso hacia el aprendizaje.
Estas habilidades de autonomía y autorregulación son esenciales para el aprendizaje a lo largo de la
vida, ya que preparan a los estudiantes para enfrentar los desafíos futuros de manera independiente.
Desarrollo de Competencias Interpersonales y Sociales
El ABP no solo es efectivo para el desarrollo de competencias académicas, sino también para fomentar
competencias interpersonales y sociales, las cuales son cada vez más valoradas en la educación
moderna. Estas competencias incluyen la comunicación, la colaboración y la empatía, habilidades
esenciales en el ámbito educativo y en la vida cotidiana (Blumenfeld et al., 1991; Darling-Hammond et
pág. 4467
al., 2008). Estas habilidades sociales se desarrollan en el ABP mediante la interacción constante entre
los estudiantes, quienes deben trabajar juntos para lograr los objetivos comunes de sus proyectos
(Hmelo-Silver, 2004). Esta colaboración permite a los estudiantes aprender a comunicarse de manera
efectiva, a escuchar a sus compañeros y a resolver conflictos, aspectos que son esenciales para el trabajo
en equipo.
Uno de los elementos clave en el desarrollo de competencias interpersonales es el concepto de
comunidades de práctica, propuesto por Lave y Wenger (1991). En el contexto del ABP, los estudiantes
forman una comunidad de práctica donde comparten conocimientos y habilidades para lograr los
objetivos del proyecto. Esta participación activa y colaborativa fortalece el sentido de pertenencia y
responsabilidad, ya que cada estudiante desempeña un papel específico en el grupo y contribuye al éxito
del proyecto. Según Hmelo-Silver (2004), las comunidades de práctica en el ABP no solo favorecen el
aprendizaje individual, sino que también promueven un ambiente donde los estudiantes pueden
aprender de sus compañeros y apoyarse mutuamente, desarrollando así un sentido de cohesión y
colaboración.
El ABP también permite el desarrollo de competencias interculturales, promoviendo el respeto y la
inclusión. Al trabajar en proyectos en equipo, los estudiantes interactúan con compañeros de diferentes
orígenes, lo que les permite apreciar diversas perspectivas y desarrollar un sentido de empatía y respeto
por las diferencias culturales y personales (Markham, 2011). En un estudio realizado por Bell (2010),
se obser que los estudiantes que participaron en ABP demostraron una mayor capacidad para
comunicarse y trabajar eficazmente en grupos diversos. Este aprendizaje colaborativo no solo promueve
la empatía y la inclusión, sino que también prepara a los estudiantes para un mundo globalizado, donde
la capacidad de trabajar en equipo y de comunicarse con personas de diferentes culturas es esencial.
Motivación y Compromiso en el Aprendizaje
La motivación y el compromiso de los estudiantes son factores fundamentales para el éxito académico,
y el ABP ha demostrado tener un impacto positivo en estos aspectos. En el contexto del ABP, los
estudiantes participan activamente en la creación y ejecución de proyectos que responden a sus intereses
y necesidades, lo cual aumenta su motivación y compromiso con el proceso de aprendizaje (Ryan &
Deci, 2000). Este enfoque se basa en la teoría de la autodeterminación de Deci y Ryan (1985), la cual
pág. 4468
postula que los estudiantes están intrínsecamente motivados cuando se satisfacen sus necesidades de
autonomía, competencia y relación. En el ABP, los estudiantes experimentan una mayor autonomía al
tener la oportunidad de tomar decisiones sobre sus proyectos, lo cual fortalece su sentido de
responsabilidad y compromiso con el aprendizaje (Ryan & Deci, 2000).
La motivación intrínseca es particularmente relevante en la Educación General Básica, ya que los
estudiantes que están motivados intrínsecamente tienden a involucrarse más activamente en su
aprendizaje y a obtener mejores resultados académicos (Blumenfeld et al., 1991). Según un estudio
realizado por Thomas (2000), los estudiantes que participaron en proyectos bien estructurados
mostraron un mayor interés en el aprendizaje y estuvieron más motivados para completar tareas
complejas. Este aumento en la motivación y el compromiso también se ha asociado con un aprendizaje
más profundo y significativo, ya que los estudiantes se sienten más comprometidos con el proceso y
tienden a recordar mejor lo aprendido (Bell, 2010).
Además de la motivación intrínseca, el ABP también fomenta la motivación extrínseca al permitir que
los estudiantes vean el impacto de su aprendizaje en el mundo real. Al trabajar en proyectos que tienen
relevancia en su contexto y que pueden ser aplicados fuera del aula, los estudiantes experimentan un
sentido de logro y satisfacción, lo cual refuerza su interés por el aprendizaje (Larmer et al., 2015). Este
sentido de relevancia y aplicabilidad es esencial para el compromiso a largo plazo de los estudiantes,
ya que les permite entender la importancia de lo que están aprendiendo y cómo pueden aplicar sus
conocimientos y habilidades en situaciones prácticas.
Limitaciones y Desafíos del ABP en la Educación General Básica
A pesar de los múltiples beneficios del ABP, su implementación en la Educación General Básica
presenta desafíos significativos que deben ser considerados. Uno de los principales obstáculos es la
falta de formación y apoyo adecuado para los docentes, quienes deben desempeñar un rol de guía y
facilitador en lugar de ser transmisores de conocimiento (Krajcik & Blumenfeld, 2006). Este cambio de
rol requiere un cambio de paradigma en la educación, donde los docentes no solo proporcionen
información, sino que también fomenten el aprendizaje autónomo y la toma de decisiones en los
estudiantes (Darling-Hammond et al., 2008). Sin una capacitación adecuada, los docentes pueden tener
pág. 4469
dificultades para implementar el ABP de manera efectiva, lo que puede limitar su impacto en el
aprendizaje de los estudiantes.
Otro desafío importante es la necesidad de recursos materiales y tecnológicos para desarrollar proyectos
de calidad. La implementación del ABP requiere una inversión significativa de tiempo y recursos, tanto
para la planificación de los proyectos como para su ejecución. Según Thomas (2000), uno de los
principales obstáculos para el ABP en contextos educativos con recursos limitados es la falta de
materiales y tecnología adecuada, lo cual dificulta la creación de proyectos significativos y reduce la
efectividad de esta metodología. En muchos casos, las escuelas no cuentan con el presupuesto necesario
para proporcionar a los docentes y estudiantes los recursos necesarios, lo que limita el acceso al ABP y
reduce su impacto.
Por último, el ABP puede presentar desafíos para algunos estudiantes, especialmente aquellos que
carecen de habilidades de autorregulación o que prefieren métodos de aprendizaje más estructurados
(Barron & Darling-Hammond, 2008). La naturaleza del ABP, que requiere una planificación y
organización constantes, puede ser abrumadora para algunos estudiantes, quienes pueden tener
dificultades para mantenerse organizados y comprometidos con sus tareas. Es importante que los
docentes proporcionen el apoyo adecuado a estos estudiantes, ayudándoles a desarrollar habilidades de
autorregulación y adaptación a esta metodología.
Los resultados de esta revisión destacan el impacto positivo del ABP en el desarrollo de competencias
académicas, interpersonales y motivacionales en la Educación General Básica. No obstante, los
hallazgos también revelan los desafíos inherentes a su implementación, especialmente en contextos con
recursos limitados y con docentes que carecen de la formación necesaria. Para maximizar los beneficios
del ABP, es fundamental desarrollar estrategias de apoyo y formación para los docentes, además de
adaptar la metodología para satisfacer las necesidades y capacidades de todos los estudiantes (Larmer
et al., 2015; Darling-Hammond et al., 2008). A medida que las instituciones educativas busquen
preparar a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI, el ABP emerge como una herramienta
poderosa que requiere un enfoque adaptativo y consciente de sus limitaciones y potencialidades.
Los resultados de esta revisión sistemática sobre el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) en la
Educación General Básica se sintetizan en las siguientes tablas, divididas por categorías de análisis: (1)
pág. 4470
Impacto en el desarrollo de competencias académicas, (2) Desarrollo de competencias interpersonales
y sociales, y (3) Motivación y compromiso en el aprendizaje. Estas tablas permiten observar de manera
resumida los principales hallazgos y la evidencia disponible en la literatura revisada, lo cual facilita la
comparación de estudios y la identificación de patrones y tendencias en la implementación y efectos
del ABP en este nivel educativo.
Tabla 1. Impacto del ABP en el Desarrollo de Competencias Académicas
Estudio
Competencia
Académica
Resultados Principales
Beckett & Slater
(2005)
Pensamiento
crítico
Los estudiantes que participaron en ABP mostraron
mayor capacidad de cuestionar y reflexionar sobre
información
Barron & Darling-
Hammond (2008)
Resolución de
problemas
Mejora significativa en la capacidad para abordar y
resolver problemas complejos de manera autónoma
Thomas (2000)
Transferencia del
conocimiento
El ABP facilita la transferencia de conocimientos a
nuevos contextos, permitiendo la aplicación
práctica de habilidades adquiridas
Krajcik &
Blumenfeld (2006)
Aprendizaje
autónomo
Aumento en las habilidades de autogestión y toma
de decisiones en los estudiantes
Fuente: Elaboración propia.
Tabla 2. Desarrollo de Competencias Interpersonales y Sociales
Estudio
Competencia
Social
Resultados Principales
Referencia
Blumenfeld et
al. (1991)
Trabajo en equipo
Mejora en la colaboración y la capacidad de trabajo en
equipo gracias a la necesidad de alcanzar objetivos
comunes
Blumenfeld et
al., 1991
Hmelo-Silver
(2004)
Comunicación
Fomento de habilidades de comunicación efectiva en la
interacción y el intercambio de ideas en el ABP
Hmelo-Silver,
2004
Markham
(2011)
Competencias
interculturales
Desarrollo de empatía y respeto hacia diversas
perspectivas, promoviendo la inclusión y el respeto por
la diversidad
Markham, 2011
Bell (2010)
Cohesión grupal
Los estudiantes formaron comunidades de práctica,
aumentando su sentido de pertenencia y responsabilidad
hacia el equipo
Bell, 2010
Fuente: Elaboración propia.
pág. 4471
Tabla 3. Motivación y Compromiso en el Aprendizaje
Estudio
Aspecto de la
Motivación
Resultados Principales
Referencia
Ryan & Deci
(2000)
Motivación
intrínseca
Satisfacción de necesidades de autonomía, competencia
y relación, aumentando la motivación intrínseca
Ryan & Deci,
2000
Blumenfeld et
al. (1991)
Compromiso con el
aprendizaje
Incremento en el interés y compromiso de los estudiantes
hacia tareas complejas y desafiantes
Blumenfeld et
al., 1991
Larmer et al.
(2015)
Motivación
extrínseca
La relevancia práctica de los proyectos en ABP aumentó
el sentido de logro y satisfacción de los estudiantes
Larmer et al.,
2015
Bell (2010)
Compromiso a
largo plazo
El ABP fomenta un aprendizaje significativo que
contribuye a la retención de conocimientos y al
compromiso a largo plazo
Bell, 2010
Fuente: Elaboración propia.
CONCLUSIONES
El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) ha emergido como una metodología educativa con un
potencial considerable para transformar la Educación General Básica, promoviendo competencias
esenciales que responden a las demandas del siglo XXI. A través de esta revisión, hemos identificado y
analizado los efectos del ABP en tres dimensiones clave: el desarrollo de competencias académicas, la
promoción de competencias interpersonales y sociales, y el aumento de la motivación y el compromiso
de los estudiantes en el proceso de aprendizaje. Estas conclusiones destacan no solo los beneficios de
esta metodología, sino también los desafíos y recomendaciones para mejorar su aplicación en entornos
educativos.
La Relevancia de las Competencias Académicas en el ABP
Uno de los aspectos más significativos del ABP es su capacidad para promover competencias
académicas que trascienden el aprendizaje tradicional y están alineadas con los objetivos de una
educación integral. El ABP fomenta habilidades críticas como la resolución de problemas, el
pensamiento crítico y el aprendizaje autónomo, todas ellas esenciales para formar estudiantes capaces
de enfrentar retos complejos en la sociedad moderna. A diferencia de los métodos tradicionales, donde
el aprendizaje suele ser pasivo y centrado en la memorización, el ABP sitúa al estudiante en el centro
de su propio aprendizaje, impulsándolo a actuar, explorar y reflexionar (Krajcik & Blumenfeld, 2006).
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En este sentido, una de las principales conclusiones es que el ABP permite a los estudiantes desarrollar
competencias que los preparan no solo para cumplir con los estándares curriculares, sino también para
adaptarse a las demandas de un entorno en constante cambio. Esto es particularmente relevante en un
contexto donde la sociedad exige individuos con habilidades para resolver problemas de manera crítica
y autónoma. Sin embargo, la aplicación del ABP también demanda una reconsideración de los currículos
y los objetivos pedagógicos, promoviendo una enseñanza que priorice las habilidades transferibles y el
aprendizaje autónomo. Esta implicación es crítica para que los sistemas educativos puedan adaptarse y
responder a las necesidades actuales.
Impacto en el Desarrollo de Habilidades Interpersonales y Sociales
Las habilidades interpersonales y sociales son fundamentales en el desarrollo integral de los estudiantes,
y el ABP proporciona una plataforma ideal para fomentarlas. En la Educación General Básica, donde
los estudiantes están en una fase crucial de su desarrollo personal y social, el ABP ofrece un espacio
para que los estudiantes experimenten y comprendan el valor de la colaboración, la comunicación
efectiva y la empatía. Trabajar en proyectos en equipo permite a los estudiantes aprender a gestionar y
resolver conflictos, a asumir responsabilidades y a compartir logros y desafíos (Blumenfeld et al., 1991).
Una de las conclusiones principales es que el ABP tiene el potencial de preparar a los estudiantes para
participar activamente en comunidades colaborativas, algo cada vez más valorado en el ámbito laboral
y social. A medida que los estudiantes aprenden a trabajar con otros, desarrollan una comprensión más
profunda de la importancia de la comunicación y la empatía, habilidades que no solo enriquecen su
experiencia en el aula, sino que también les serán útiles en su vida adulta. Sin embargo, el ABP presenta
un reto en este aspecto: los docentes deben estar capacitados para guiar adecuadamente el desarrollo de
estas competencias, ayudando a los estudiantes a superar los conflictos que puedan surgir en los
proyectos colaborativos y a aprovechar al máximo la experiencia de aprendizaje grupal.
Además, el ABP promueve un aprendizaje intercultural y socialmente inclusivo, en el cual los
estudiantes aprenden a respetar y valorar la diversidad de ideas, experiencias y antecedentes. En un
mundo globalizado y multicultural, la capacidad de comprender y respetar la diversidad se convierte en
una competencia clave. La aplicación del ABP en la Educación General Básica debería, por lo tanto,
considerar estrategias que promuevan la inclusión y que permitan a los estudiantes desarrollar un
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sentido de respeto y empatía por sus compañeros, habilidades esenciales para una convivencia pacífica
y constructiva.
Motivación y Compromiso: Elementos Clave para el Éxito Académico
La motivación es un factor crucial en el éxito académico de los estudiantes, y el ABP se destaca por su
capacidad para incrementar tanto la motivación intrínseca como la extrínseca. La teoría de la
autodeterminación de Deci y Ryan (1985) respalda este enfoque, argumentando que cuando se
satisfacen las necesidades de autonomía, competencia y relación, la motivación de los estudiantes
aumenta significativamente. Al permitir que los estudiantes tomen decisiones sobre sus proyectos y
asuman un rol activo en su aprendizaje, el ABP fomenta una motivación intrínseca que se traduce en un
mayor compromiso y en una actitud positiva hacia el aprendizaje (Ryan & Deci, 2000).
Este compromiso es particularmente importante en la Educación General Básica, donde la motivación
intrínseca de los estudiantes puede ser decisiva para su éxito a largo plazo. Una conclusión importante
es que el ABP no solo ayuda a los estudiantes a alcanzar sus objetivos académicos, sino que también
contribuye a desarrollar una actitud positiva hacia el aprendizaje, lo que es fundamental para fomentar
un aprendizaje a lo largo de la vida. No obstante, la implementación del ABP también requiere una
adecuada estructura y planificación por parte de los docentes para asegurar que todos los estudiantes
estén motivados y comprometidos, especialmente aquellos que pueden enfrentar dificultades en la
adaptación a esta metodología.
El ABP también incrementa la motivación extrínseca al proporcionar a los estudiantes la oportunidad
de ver la aplicación práctica de su aprendizaje. Al trabajar en proyectos que tienen relevancia en el
mundo real, los estudiantes desarrollan un sentido de logro y satisfacción que aumenta su interés en el
aprendizaje y su compromiso a largo plazo. Este enfoque ayuda a crear una conexión entre el
aprendizaje en el aula y la vida fuera de ella, algo que es esencial para formar estudiantes
comprometidos y motivados.
Desafíos y Limitaciones del ABP en la Educación General Básica
Aunque el ABP presenta numerosas ventajas, también enfrenta importantes desafíos y limitaciones que
deben ser abordados para garantizar su éxito en la Educación General Básica. Uno de los principales
desafíos es la necesidad de una formación adecuada para los docentes, quienes desempeñan un papel
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fundamental en el éxito del ABP. Sin la capacitación necesaria, los docentes pueden tener dificultades
para guiar a los estudiantes en la toma de decisiones y en la autorregulación de su aprendizaje, aspectos
esenciales en el ABP (Darling-Hammond et al., 2008). Este reto es particularmente relevante en
contextos donde el acceso a la formación profesional es limitado, y donde los docentes pueden enfrentar
dificultades para adaptar sus métodos de enseñanza a las demandas del ABP.
Además, el ABP requiere de tiempo y recursos, factores que pueden limitar su aplicación en algunos
contextos educativos. La planificación, ejecución y evaluación de proyectos en el aula demandan un
esfuerzo considerable por parte de los docentes, así como acceso a materiales y tecnología que faciliten
el desarrollo de proyectos significativos (Thomas, 2000). En escuelas con recursos limitados, la
implementación del ABP puede verse obstaculizada por la falta de materiales y el apoyo necesario para
el desarrollo de proyectos. Esta limitación sugiere la necesidad de políticas educativas que apoyen y
promuevan el acceso a recursos y formación en el ABP para docentes y estudiantes, permitiendo así una
implementación más equitativa de esta metodología.
Por último, el ABP puede ser desafiante para ciertos estudiantes, especialmente aquellos que requieren
más estructura y apoyo en su aprendizaje. La autonomía que exige el ABP puede ser abrumadora para
algunos estudiantes, quienes pueden enfrentar dificultades para organizarse y mantenerse
comprometidos con sus tareas. Esto sugiere que la implementación del ABP debe ser adaptada a las
necesidades individuales de los estudiantes, proporcionando el apoyo necesario para aquellos que
puedan requerir una guía adicional. En este sentido, los docentes deben estar preparados para identificar
y abordar las dificultades de los estudiantes, y para ofrecer estrategias de apoyo que les permitan superar
estos desafíos y aprovechar al máximo el ABP.
Recomendaciones para la Implementación del ABP
Con base en las conclusiones de esta revisión, se proponen varias recomendaciones para mejorar la
implementación del ABP en la Educación General Básica. Primero, es fundamental que los docentes
reciban una formación específica en el ABP, que les permita comprender su rol como facilitadores del
aprendizaje y que les proporcione herramientas para guiar a los estudiantes en el desarrollo de proyectos
significativos.
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Esta formación debería incluir estrategias para fomentar la autonomía de los estudiantes y para adaptar
la metodología a las necesidades individuales, así como para gestionar la dinámica de grupo y la
resolución de conflictos.
También se recomienda que las instituciones educativas asignen los recursos necesarios para la
implementación del ABP, incluyendo materiales, acceso a tecnología y tiempo adecuado para la
planificación y evaluación de proyectos. Las políticas educativas deberían considerar la asignación de
fondos y el apoyo a programas que promuevan el ABP, especialmente en escuelas con recursos
limitados, para garantizar una implementación equitativa de esta metodología.
Finalmente, es importante que los docentes y las instituciones adapten el ABP a las necesidades de cada
estudiante, proporcionando el apoyo necesario para aquellos que enfrentan dificultades en la
autorregulación y la autonomía. Esto puede incluir estrategias como el establecimiento de metas claras,
el seguimiento regular del progreso de los estudiantes y la creación de espacios de retroalimentación en
los que los estudiantes puedan expresar sus dificultades y recibir orientación para superarlas.
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