NEUROPLASTICIDAD COMO FUNDAMENTO PARA
LA RECUPERACIÓN FUNCIONAL EN PACIENTES
POST-ICTUS: UNA REVISIÓN DE ESTRATEGIAS
TERAPÉUTICAS Y AVANCES RECIENTES
NEUROPLASTICITY AS A FOUNDATION FOR FUNCTIONAL
RECOVERY IN POST-STROKE PATIENTS: A REVIEW OF
THERAPEUTIC STRATEGIES AND RECENT ADVANCES
Dennis Alexander Moreno Palacios
Universidad Técnica de Machala, Ecuador
Luis Alfredo Herrera Paladines
Universidad Técnica de Machala, Ecuador
Odaliz Erika Charco González
Universidad Técnica de Machala, Ecuador
Damaris Vanessa Fernández Maldonado
Universidad Técnica de Machala, Ecuador
Sheila Ximena Cruz Quezada
Universidad Técnica de Machala, Ecuador
María José Banchón Torres
Universidad Técnica de Machala, Ecuador
Joel Aldahir Cedeño Sánchez
Universidad Técnica de Machala, Ecuador
Victor Euclides Briones Morales, Esp
Universidad Técnica de Machala, Ecuador
pág. 5370
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i6.15253
Neuroplasticidad como Fundamento para la Recuperación Funcional en
Pacientes Post-Ictus: Una Revisión de Estrategias Terapéuticas y
Avances Recientes
Dennis Alexander Moreno Palacios
1
dmoreno5@utmachala.edu.ec
https://orcid.org/0009-0001-7034-0209
Universidad Técnica de Machala
Ecuador
Luis Alfredo Herrera Paladines
lherrera7@utmachala.edu.ec
https://orcid.org/0009-0005-4961-8287
Universidad Técnica de Machala
Ecuador
Odaliz Erika Charco González
ocharco1@utmachala.edu.ec
https://orcid.org/0009-0006-6935-508X
Universidad Técnica de Machala
Ecuador
Damaris Vanessa Fernández Maldonado
dfernande6@utmachala.edu.ec
https://orcid.org/0009-0000-9340-5696
Universidad Técnica de Machala
Ecuador
Sheila Ximena Cruz Quezada
scruz5@utmachala.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-8269-4311
Universidad Técnica de Machala
Ecuador
María José Banchón Torres
Mbanchon3@utmachala.edu.ec
https://orcid.org/0009-0009-9855-8179
Universidad Técnica de Machala
Ecuador
Joel Aldahir Cedeño Sánchez
jcedeno5@utmachala.edu.ec
https://orcid.org/0009-0008-3517-9369
Universidad Técnica de Machala
Ecuador
Victor Euclides Briones Morales, Esp
vbriones@utmachala.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-2394-4624
Universidad Técnica de Machala
Ecuador
RESUMEN
La neuroplasticidad es un proceso esencial en la recuperación post-ictus, permitiendo que el cerebro
reorganice sus conexiones neuronales para restaurar funciones afectadas. Este artículo revisa la
efectividad de diversas intervenciones en rehabilitación, destacando el ejercicio físico, la estimulación
cognitiva y el uso de tecnologías avanzadas como la realidad virtual. La evidencia sugiere que estos
métodos no solo mejoran la movilidad y habilidades cognitivas, sino que también potencian la
independencia funcional y la calidad de vida del paciente. Los mejores resultados se observan en
intervenciones tempranas y personalizadas, donde la plasticidad neuronal facilita la compensación de
las áreas dañadas. En conclusión, un enfoque integral y basado en neuroplasticidad es clave para
maximizar la recuperación post-ictus, ofreciendo nuevas perspectivas en la rehabilitación y el bienestar
del paciente.
Palabras clave: neuroplasticidad, ictus, rehabilitación, estimulación cognitiva, recuperación
1
Autor principal
Correspondencia: dmoreno5@utmachala.edu.ec
pág. 5371
Neuroplasticity as a Foundation for Functional Recovery In Post-Stroke
Patients: A Review of Therapeutic Strategies and Recent Advances
ABSTRACT
Neuroplasticity is an essential process in post-stroke recovery, allowing the brain to reorganize its neural
connections to restore affected functions. This article reviews the effectiveness of various rehabilitation
interventions, highlighting physical exercise, cognitive stimulation and the use of advanced
technologies such as virtual reality. Evidence suggests that these methods not only improve mobility
and cognitive skills, but also enhance functional independence and quality of life. The best results are
observed in early and personalized interventions, where neural plasticity facilitates the compensation
of damaged areas. In conclusion, a comprehensive approach based on neuroplasticity is key to maximize
post-stroke recovery, offering new perspectives in rehabilitation and patient well-being.
Keywords: neuroplasticity, stroke, rehabilitation, cognitive stimulation, recovery
Artículo recibido 10 octubre 2024
Aceptado para publicación: 20 noviembre 2024
pág. 5372
INTRODUCCIÓN
Se ha demostrado que el ictus es una de las causas que ocasionan discapacidad en adultos a nivel global,
llevando a un aumento de la incidencia debido a factores de riesgo como la hipertensión, el tabaquismo
y el sedentarismo. Esta condición, también conocida como accidente cerebrovascular (ACV), produce
una interrupción brusca en el flujo sanguíneo cerebral, causando daño neuronal en las áreas afectadas
del cerebro. Este daño provoca limitaciones motoras, cognitivas y funcionales que, en muchos casos,
afectan a la forma de desempeño de los individuos afectados. La recuperación funcional en estos
pacientes depende de diversos factores, entre ellos la magnitud del daño, el estado de salud general del
individuo y, fundamentalmente, la capacidad de adaptación y reorganización del cerebro, proceso
denominado neuroplasticidad
1
.
La neuroplasticidad es un procedimiento que induce al sistema nervioso para modificar su estructura y
función según lesiones, cambios en el entorno y experiencias. Durante la recuperación post-ictus, la
neuroplasticidad permite que el cerebro forme nuevas conexiones neuronales y reestructure áreas
funcionales para compensar las funciones perdidas. Este proceso de reorganización es esencial para la
rehabilitación, ya que facilita la recuperación de habilidades motoras, sensoriales y cognitivas. Sin
embargo, para que la neuroplasticidad contribuya de manera óptima a la recuperación post-ictus, es
necesario emplear intervenciones terapéuticas que estimulen y favorezcan la reorganización cerebral de
manera eficaz y dirigida
2
.
Actualmente se han elaborados una gama de estrategias terapéuticas y tecnologías enfocadas en una
correcta estimulación de la neuroplasticidad, mejorando los resultados de rehabilitación en pacientes
post-ictus. Entre estas estrategias, se destaca la estimulación transcraneal, la realidad virtual, terapia de
movimiento inducido por restricción. Estas intervenciones han demostrado potencial para acelerar y
mejorar la recuperación al activar redes neuronales residuales y promover la formación de nuevas
conexiones sinápticas en las áreas adyacentes al daño cerebral. Asimismo, avances recientes en
neuroimagen y neurofisiología lograron generar un mejor entendimiento de los mecanismos de
neuroplasticidad, facilitando la creación de tratamientos personalizados y la evaluación precisa de la
eficacia de las intervenciones aplicada
2,3
s.
pág. 5373
Este artículo explora la neuroplasticidad como base fundamental para la recuperación post-ictus y revisa
las estrategias terapéuticas actuales que aprovechan este proceso natural del cerebro. Con el objetivo de
comprender mejor los mecanismos de la neuroplasticidad y su relación con la rehabilitación post-ictus,
se realiza una revisión de la documentación científica más reciente. Además, se evalúan los avances
tecnológicos que han surgido en la última década y que permiten el desarrollo de intervenciones de
rehabilitación más efectivas, lo que plantea que exista una oportunidad que mejore la calidad de vida
de los afectados
4
.
La relevancia de esta investigación consiste en ofrecer un enfoque integral que vincule la
neuroplasticidad con otro tipo de intervenciones eficaces, promoviendo una recuperación más completa
y personalizada. A través de una revisión exhaustiva de estudios clínicos y experimentales, este artículo
se encargade establecer una visión generalizada de cómo es el estado actual de la neurorehabilitación,
identificando las prácticas con mayor respaldo científico y sugiriendo posibles áreas de investigación
futura para optimizar la recuperación funcional en pacientes post-ictus
5
.
Objetivo General
Examinar el papel de la neuroplasticidad en la recuperación funcional post-ictus y evaluar las estrategias
terapéuticas más efectivas que promuevan este proceso para mejorar la rehabilitación de los pacientes.
Objetivos Específicos
1. Analizar los mecanismos de neuroplasticidad involucrados en la recuperación funcional tras un
ictus, con énfasis en los cambios estructurales y funcionales del cerebro.
2. Identificar y evaluar las intervenciones terapéuticas actuales, como la terapia de movimiento
inducido, la estimulación transcraneal y la realidad virtual, que han demostrado potenciar la
neuroplasticidad en la rehabilitación post-ictus.
3. Revisar los distintos avances tecnológicos actuales en el ámbito de la neurorehabilitación que
contribuyen a personalizar las intervenciones y a optimizar resultados positivos del tratamiento en
la recuperación de los pacientes post-ictus.
METODOLOGÍA
Este estudio se basa en una revisión bibliográfica exhaustiva de investigaciones científicas relacionadas
con la neuroplasticidad y la rehabilitación post-ictus.
pág. 5374
Este enfoque permitirá analizar y sintetizar el conocimiento actual sobre los mecanismos de
neuroplasticidad y las intervenciones terapéuticas que contribuyen a la recuperación funcional de
pacientes tras un accidente cerebrovascular.
La recopilación de literatura se llevará a cabo utilizando bases de datos académicas reconocidas, como
Scopus, PubMed, ScienceDirect y Web of Science. Los artículos seleccionados incluirán revisiones
sistemáticas, estudios experimentales, ensayos clínicos y metaanálisis publicados en los últimos diez
años. Esto garantizará que la información analizada sea relevante y esté actualizada, proporcionando un
panorama actual de los avances en neurorehabilitación post-ictus. Los criterios de inclusión para los
estudios serán los siguientes:
1. Estudios que exploren los mecanismos de neuroplasticidad en el contexto de la recuperación post-
ictus.
2. Investigaciones que evalúen la efectividad de intervenciones terapéuticas dirigidas a potenciar la
neuroplasticidad, como la estimulación transcraneal, terapia de movimiento inducido, la terapia de
realidad virtual, entre otras.
3. Artículos que presenten resultados de avances tecnológicos en neurorehabilitación, tales como
herramientas de neuroimagen y neuroestimulación, aplicadas a la recuperación post-ictus.
Para asegurar la validez y rigurosidad de los estudios seleccionados, se revisará la calidad metodológica
de cada artículo utilizando herramientas de evaluación crítica, como el sistema AMSTAR para
revisiones y escalas de calidad específicas para estudios experimentales. Esto permitirá filtrar aquellos
estudios con una metodología sólida y resultados fiables.
Una vez recopilados los artículos, se procederá a realizar una síntesis de la información, clasificando
los estudios según los temas clave: mecanismos de neuroplasticidad post-ictus, intervenciones
terapéuticas y avances tecnológicos. La información se presentará de manera estructurada, destacando
las estrategias que han demostrado mayores beneficios en la recuperación funcional, los hallazgos
relevantes sobre la reorganización cerebral y el impacto de la neurotecnología en la personalización de
las terapias.
pág. 5375
El resultado de esta revisión permitirá generar un análisis crítico de las estrategias actuales en
neurorehabilitación post-ictus, identificando tendencias, limitaciones en la investigación y posibles
áreas para futuros estudios.
DESARROLLO
Concepto y fundamentos de la neuroplasticidad
Se define a la neuroplasticidad como la habilidad del SNC para reorganizar la estructura, conexiones y
sus funciones en respuesta a estímulos internos o externos. Este proceso favorece a la adaptación del
cerebro en el entorno, a la adquisición de nuevas habilidades, y a lesiones que afectan su funcionamiento
normal. La neuroplasticidad no es un fenómeno limitado a una etapa específica de la vida, por lo que
ocurre en todo el ciclo vital. Sin embargo, se ha evidenciado que la neuroplasticidad es particularmente
robusta en la infancia y va disminuyendo con la edad, aunque sigue presente y funcional en etapas
adultas y en la senescencia
4
.
Existen varios tipos de neuroplasticidad, entre los que destacan la neuroplasticidad sináptica, la
neuroplasticidad estructural y la neurogénesis. La neuroplasticidad sináptica, la más común, implica
cambios en el fortalecimiento de las conexiones neuronales, a partir procesos la depresión a largo plazo
(LTD) o como la potenciación a largo plazo (LTP), que facilitan o inhiben la transmisión de señales
nerviosas según el aprendizaje y experiencia. La neuroplasticidad estructural, por su parte, se refiere a
cambios en la morfología neuronal, tales como la creación de nuevas conexiones o la eliminación de
conexiones sinápticas innecesarias. Este tipo de plasticidad es fundamental en la recuperación post-
ictus, ya que permite la reorganización de áreas cerebrales y la generación de redes funcionales
compensatorias en las zonas adyacentes o contralaterales a la lesión. La neurogénesis, aunque limitada
en el cerebro adulto, también juega un papel importante, especialmente en regiones como el hipocampo,
que es clave para el aprendizaje y la memoria
6
.
En el contexto de la recuperación post-ictus, la neuroplasticidad es el fundamento sobre el cual se basa
gran parte de la rehabilitación funcional. Tras un ictus, las áreas dañadas del cerebro pierden la
capacidad de realizar sus funciones habituales, lo que causa diversas secuelas motoras, cognitivas y
emocionales. Sin embargo, gracias a la neuroplasticidad, el cerebro puede adaptarse a la pérdida de
tejido y establecer nuevas vías neuronales para compensar las funciones perdidas.
pág. 5376
Este proceso, conocido como reorganización funcional, implica que áreas sanas del cerebro, a menudo
adyacentes o contralaterales a la zona de daño, asumen las funciones que antes realizaba la región
afectada
7
.
La investigación científica ha demostrado que la neuroplasticidad puede ser promovida y optimizada
mediante diversas intervenciones terapéuticas que estimulan la actividad neuronal y favorecen la
recuperación. Dichas intervenciones consisten en que el cerebro, al ser estimulado de manera adecuada
y constante, incrementa su capacidad para reorganizarse. Así, la repetición de movimientos, las tareas
cognitivas y la estimulación sensorial se convierten en herramientas cruciales en el proceso de
rehabilitación, al incentivar la formación de nuevas conexiones neuronales
8
.
Además, los avances en neuroimagen han permitido observar la neuroplasticidad en acción,
proporcionando evidencia tangible de la reorganización cerebral. Técnicas como la tomografía por
emisión de positrones (PET) y la resonancia magnética funcional (fMRI) demostraron que, tras la
implementación de programas de rehabilitación intensiva, existen cambios medibles en el desempeño
y estructura de áreas cerebrales involucradas en las funciones motoras y cognitivas. Estos hallazgos han
sido fundamentales para entender cómo la neuroplasticidad contribuye a la recuperación de funciones
post-ictus y para diseñar tratamientos más efectivos que aprovechen este proceso
9
.
Por lo tanto, la neuroplasticidad es un fenómeno clave para la recuperación post-ictus, permitiendo que
el cerebro se reorganice y genere nuevas conexiones que compensen las funciones perdidas. La
comprensión de sus mecanismos fundamentales ha abierto la puerta a un enfoque de rehabilitación
basado en la estimulación de la plasticidad cerebral, lo que ofrece a los pacientes una mayor esperanza
de recuperación y calidad de vida tras un accidente cerebrovascular
8,9
.
Mecanismos de neuroplasticidad en la recuperación post-ictus
La recuperación post-ictus depende de una gran parte de mecanismos de neuroplasticidad que se activan
tras el daño cerebral. Estos mecanismos permiten que el cerebro reorganice sus conexiones y funciones
para compensar la pérdida de tejido en áreas afectadas. Existen varios procesos involucrados en esta
reorganización funcional, entre los cuales destacan la potenciación sináptica, la reorganización de los
mapas corticales y el desarrollo de redes neuronales alternativas. Entender estos mecanismos es crucial
para diseñar intervenciones terapéuticas efectivas que promuevan la recuperación
10
.
pág. 5377
Uno de los mecanismos principales de neuroplasticidad en la recuperación post-ictus es la potenciación
sináptica. Este proceso, conocido como potenciación a largo plazo (LTP), refuerza las conexiones
sinápticas interneuronales, facilitando la señalización y la recuperación funcional. La LTP se produce
cuando dos neuronas se activan repetidamente en conjunto, lo que incrementa la eficiencia de la
conexión entre ellas.
En el contexto post-ictus, la repetición de movimientos específicos y tareas cognitivas en la
rehabilitación puede inducir LTP, lo que ayuda a estableceras neuronales alternativas que compensen
el daño cerebral
9
.
Otro aspecto relevante es la reorganización de los mapas corticales. Tras un ictus, las áreas del cerebro
adyacentes o incluso contralaterales a la región lesionada pueden reorganizarse y asumir funciones
realizadas anteriormente por la zona que se encontraba afectada. Por ejemplo, en casos de daño en la
corteza motora, las áreas circundantes pueden reorganizarse para controlar los movimientos afectados.
Este proceso es especialmente evidente en el sistema motor y sensorial, donde la reorganización cortical
permite recuperar parcialmente funciones motoras y sensoriales perdidas. Estudios de neuroimagen han
demostrado que esta reorganización ocurre gradualmente y que puede ser estimulada mediante
intervenciones terapéuticas intensivas y específicas
7
.
Además, la sinaptogénesis y la neurogénesis tienen un papel fundamental en la recuperación post-ictus.
La sinaptogénesis implica la formación de nuevas sinapsis, o conexiones entre neuronas, lo que facilita
la comunicación neuronal y permite la compensación de áreas dañadas. Aunque la neurogénesis, o
creación de nuevas neuronas, es limitada en el cerebro adulto, se ha observado en regiones como el
hipocampo, donde tiene un rol significativo en la recuperación de funciones cognitivas. La estimulación
ambiental y el ejercicio físico han demostrado promover la neurogénesis y la sinaptogénesis, apoyando
la rehabilitación de funciones perdidas
11
.
La plasticidad a nivel de redes neuronales también es crucial para la recuperación. Cuando ocurre un
ictus, la red neuronal original puede verse interrumpida, lo que afecta la comunicación entre distintas
áreas cerebrales. Sin embargo, el cerebro tiene la capacidad de establecer rutas alternativas para
transmitir la información, creando nuevas redes neuronales que permiten realizar las funciones dañadas.
pág. 5378
Este proceso es facilitado por la neuroplasticidad y puede ser acelerado mediante terapias que estimulen
conexiones entre áreas cerebrales funcionales. Este tipo de plasticidad es clave para recuperar funciones
complejas, como la memoria y el lenguaje
12
.
Finalmente, los mecanismos de neuroplasticidad incluyen cambios a nivel celular y molecular, que son
fundamentales para la recuperación. Tras un ictus, se activan procesos de reparación celular, como la
producción de factores neurotróficos y el incremento de la expresión genética relacionada con la
plasticidad. Los factores neurotróficos son proteínas que promueven el crecimiento y supervivencia de
las neuronas, facilitando la reorganización sináptica y la recuperación. El factor neurotrófico derivado
del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés) es uno de los más estudiados en este contexto, ya que se
ha demostrado que su presencia está correlacionada con una mayor recuperación funcional en pacientes
post-ictus
13
.
En conjunto, estos mecanismos de neuroplasticidad representan los fundamentos biológicos sobre los
cuales se apoya la rehabilitación post-ictus. A través de la potenciación sináptica, la reorganización
cortical, la sinaptogénesis, la neurogénesis y el fortalecimiento de redes neuronales alternativas, el
cerebro tiene la capacidad de adaptarse al daño y compensar la pérdida de funciones. Las intervenciones
terapéuticas que estimulan estos procesos han demostrado ser efectivas para promover la recuperación
funcional, lo que resalta la importancia de un enfoque de rehabilitación que potencie la plasticidad
cerebral
14
.
Terapias basadas en el movimiento y su impacto en la neuroplasticidad
Las terapias basadas en el movimiento, también conocidas como terapias motoras, son fundamentales
en la rehabilitación de pacientes post-ictus, ya que ayudan a estimular los procesos de neuroplasticidad
necesarios para recuperar funciones motoras y sensoriales afectadas. Estas terapias se enfocan en la
repetición de movimientos específicos y en la ejecución de tareas que refuerzan las conexiones
neuronales y reorganizan los mapas corticales. A través de la práctica continua, el cerebro puede formar
nuevas vías neuronales y adaptarse a la pérdida de tejido, facilitando la recuperación de funciones
15
.
Uno de los enfoques más utilizados en esta categoría es la terapia de movimiento inducido por
restricción (CIMT, por sus siglas en inglés).
pág. 5379
Esta técnica implica restringir el movimiento del miembro no afectado del paciente, obligándolo a usar
el miembro afectado de manera activa. La CIMT se basa en la repetición forzada de movimientos y ha
demostrado ser eficaz en la reactivación de áreas cerebrales encargadas de la motricidad del miembro
comprometido, estimulando así la reorganización cortical. Estudios han mostrado que esta terapia puede
mejorar significativamente la función motora en pacientes post-ictus, especialmente cuando comienza
en una fase temprana de la recuperación. La repetición de tareas específicas también favorece la
potenciación sináptica, fortaleciendo las conexiones neuronales en las áreas motoras
16
.
Otra técnica relevante en las terapias motoras es la fisioterapia tradicional, que incluye ejercicios
específicos y tareas funcionales orientadas a recuperar movimientos básicos y mejorar la movilidad. La
fisioterapia se adapta a las capacidades y limitaciones de cada paciente, y se enfoca en restaurar patrones
de movimiento a través de la práctica diaria y supervisada. La fisioterapia utiliza el principio de la
"práctica dependiente de la experiencia," el cual afirma que el aprendizaje motor y la repetición de
movimientos pueden reorganizar el cerebro. La repetición de movimientos precisos estimula la
neuroplasticidad al fortalecer las conexiones sinápticas en las áreas motoras comprometidas y facilitar
la formación de nuevas sinapsis
17
.
Además de la CIMT y la fisioterapia, la terapia ocupacional también participa en la rehabilitación post-
ictus. La terapia ocupacional se centra en la recuperación de las habilidades necesarias para cumplir las
actividades diarias, como vestirse, comer o usar utensilios. Esta terapia combina la práctica de tareas
funcionales con movimientos dirigidos, que ayudan a restablecer la independencia del paciente y a
promover la reorganización cerebral. Al enfocar las tareas en situaciones de la vida real, la terapia
ocupacional facilita la neuroplasticidad al reforzar las redes neuronales involucradas en habilidades
cotidianas
18
.
El entrenamiento en tareas específicas es otro enfoque importante en las terapias basadas en el
movimiento. Esta técnica implica que el paciente realice tareas funcionales específicas que requieren
coordinación, fuerza y destreza. El entrenamiento en tareas determinadas se fundamenta en la idea de
que el cerebro responde a la demanda de realizar tareas complejas al reorganizarse y adaptar sus
conexiones neuronales.
pág. 5380
Esta metodología es particularmente útil para mejorar las habilidades motoras finas y promover la
plasticidad en áreas corticales que controlan movimientos específicos. La repetición de estas tareas no
solo ayuda a fortalecer las conexiones existentes, sino que también promueve la creación de nuevas
conexiones sinápticas
16
.
Además de las técnicas tradicionales, se ha investigado el uso de entrenamientos de alta intensidad y
frecuencia para potenciar aún más la neuroplasticidad en pacientes post-ictus. Estos entrenamientos
buscan maximizar el número de repeticiones de los movimientos y la duración de las sesiones para
proporcionar un estímulo continuo y sostenido al cerebro. La evidencia sugiere que, al intensificar la
práctica, se pueden obtener mayores mejoras en la reorganización neuronal y en la recuperación de la
función motora. Este enfoque de alta intensidad también parece activar factores neurotróficos que
favorecen la recuperación
14
.
En resumen, las terapias basadas en el movimiento son herramientas clave en la rehabilitación post-
ictus, ya que estimulan la neuroplasticidad a través de la repetición de tareas y el aprendizaje motor. La
CIMT, la fisioterapia, la terapia ocupacional, el entrenamiento en tareas específicas y los entrenamientos
de alta intensidad demuestran que la práctica continua y dirigida puede ayudar al cerebro a reorganizar
sus redes neuronales, promoviendo así una mayor recuperación funcional. Estos métodos terapéuticos
subrayan la importancia de un enfoque de rehabilitación que no solo mejore la movilidad del paciente,
sino que también potencie los mecanismos de neuroplasticidad para optimizar la recuperación
16
.
El rol de las terapias cognitivas en la neuroplasticidad y recuperación post-ictus
Las terapias cognitivas desempeñan un papel esencial en la rehabilitación post-ictus, especialmente en
aquellos pacientes que experimentan déficits cognitivos en áreas como la atención, la memoria, la
resolución de problemas y el lenguaje. Estas terapias están diseñadas para activar y reforzar los procesos
de neuroplasticidad en el cerebro, facilitando así la reorganización de las redes neuronales y la
compensación de las funciones dañadas. A través de ejercicios específicos que estimulan las áreas
cognitivas afectadas, el cerebro puede adaptarse y encontrar nuevas formas de realizar las funciones
comprometidas
19
.
Uno de los principales enfoques en este tipo de rehabilitación es la terapia de estimulación cognitiva, la
cual incluye ejercicios y actividades que ayudan a mejorar la atención, memoria y otras funciones
pág. 5381
cognitivas básicas. Esta terapia aprovecha la disposición del cerebro para poder reorganizarse a partir
de la repetición y el aprendizaje de tareas. Por ejemplo, ejercicios de memoria, como recordar listas de
palabras o eventos, ayudan a fortalecer las conexiones sinápticas en el hipocampo y otras áreas
cerebrales relacionadas con el almacenamiento de información. La estimulación cognitiva no solo
mejora las funciones afectadas, sino que también contribuye a activar redes neuronales alternativas que
asumen las tareas perdidas
20
.
Otra técnica de gran relevancia en las terapias cognitivas es la terapia de reentrenamiento de funciones
ejecutivas. Las funciones de ejecución son las capacidades de alto nivel que favorecen a la planificación,
controlar impulsos tomar decisiones y realizar tareas de manera organizada. Estas habilidades pueden
verse afectadas después de un ictus, dificultando la vida cotidiana del paciente. El reentrenamiento de
funciones ejecutivas involucra ejercicios que simulan situaciones de la vida real, como la planificación
de una actividad o la solución de ciertos problemas. A través de la práctica repetida y dirigida de estas
tareas, el cerebro puede reorganizar sus conexiones y fortalecer las áreas responsables del control y la
planificación, mejorando así la funcionalidad del paciente
21
.
Además, la terapia del lenguaje es un componente fundamental para pacientes con afasia o problemas
en el habla tras un ictus. Esta terapia se centra en ejercicios que ayudan a recuperar las habilidades
lingüísticas a través de la repetición de palabras, frases y ejercicios de comprensión. En casos de afasia,
la terapia del lenguaje promueve la activación de áreas del cerebro que no fueron afectadas directamente
por el ictus, facilitando que asuman funciones lingüísticas. Esta terapia se refiere al concepto de
plasticidad interhemisférica, donde las áreas contralaterales (ubicadas en el hemisferio opuesto) pueden
compensar las funciones del área afectada, permitiendo la recuperación parcial o total del lenguaje
22
.
También es común el uso de entrenamiento en resolución de problemas y habilidades de razonamiento,
el cual está diseñado para mejorar la capacidad de analizar situaciones y tomar decisiones efectivas.
Este tipo de entrenamiento incluye ejercicios que plantean problemas prácticos y teóricos que el
paciente debe resolver, ayudando a estimular áreas cognitivas superiores como el lóbulo frontal. A
través de la práctica continua, el entrenamiento de resolución de problemas fomenta la neuroplasticidad
en las áreas responsables del pensamiento crítico, la evaluación y la toma de decisiones
22
.
pág. 5382
También, la integración de tecnologías en las terapias cognitivas, como el uso de programas de realidad
virtual y aplicaciones interactivas, ha ganado popularidad en la rehabilitación post-ictus. Estas
herramientas permiten al paciente participar en ejercicios de simulación y juegos interactivos que
estimulan la memoria, la atención y la cognición en general. La realidad virtual, por ejemplo,
proporciona un entorno seguro y controlado para que el paciente practique habilidades cognitivas en
situaciones simuladas. La estimulación proporcionada por estos entornos virtuales puede activar
procesos de plasticidad sináptica y facilitar la recuperación de funciones perdidas
23
.
Por lo tanto, las terapias cognitivas desempeñan un rol fundamental en la recuperación post-ictus, no
solo por ayudar a mejorar las funciones mentales afectadas, sino también por activar los mecanismos
de neuroplasticidad que permiten al cerebro reorganizar sus conexiones. A través de técnicas como la
estimulación cognitiva, el reentrenamiento de funciones ejecutivas, la terapia del lenguaje y el
entrenamiento en resolución de problemas, estas terapias contribuyen en la calidad de vida de los
individuos y a optimizar su proceso de recuperación
17
.
La influencia de las terapias emocionales en la neuroplasticidad y la recuperación post-ictus
El impacto emocional de un ictus es profundo y afecta a muchos pacientes, ya que las secuelas físicas
y cognitivas pueden desencadenar emociones intensas, como ansiedad, depresión y frustración. Las
terapias emocionales, también conocidas como intervenciones psicoterapéuticas, no solo abordan el
bienestar emocional, sino que también pueden influir positivamente en la neuroplasticidad del cerebro,
facilitando un proceso de recuperación más integral. Al disminuir el estrés y optimizar el estado de
ánimo, estas terapias crean un entorno biológico que favorece la regeneración neuronal y el
fortalecimiento de las conexiones sinápticas, esenciales para la recuperación post-ictus
13
.
Una de las terapias más utilizadas en este contexto es la terapia cognitivo-conductual (TCC), que facilita
la identificación y modificación de pensamientos negativos y patrones de comportamiento que afectan
el estado emocional del paciente. La TCC ha mostrado ser eficiente en la disminución de la depresión
y la ansiedad, problemas comunes en pacientes post-ictus. La evidencia sugiere que un estado
emocional positivo es crucial para la neuroplasticidad, ya que el estrés crónico y las emociones
negativas pueden inhibir el crecimiento neuronal y la formación de nuevas conexiones.
pág. 5383
A través de técnicas de reestructuración cognitiva, la TCC aporta en el mejoramiento de la percepción
de los pacientes sobre su recuperación y les ayuda a establecer metas realistas, lo cual refuerza su
motivación y compromiso con la rehabilitación física y cognitiva
10
.
Otra técnica relevante es la terapia de aceptación y compromiso (ACT, por sus siglas en inglés), que se
enfoca en ayudar a los pacientes a aceptar sus limitaciones y a comprometerse con acciones que les
generen sentido y propósito, a pesar de las secuelas del ictus. La ACT enseña a los pacientes a manejar
la frustración y la tristeza, promoviendo una actitud de aceptación hacia su situación actual. Al reducir
los niveles de estrés, esta terapia crea condiciones más favorables para la plasticidad sináptica y permite
que el cerebro esté en un estado óptimo para la rehabilitación. La ACT también fomenta la resiliencia
emocional, que es importante para confrontar desafíos de recuperación post-ictus
7
.
La terapia de reminiscencia es otra intervención emocional que ha ganado popularidad, especialmente
en pacientes mayores. Consiste en recordar y compartir experiencias pasadas para mejorar el bienestar
emocional y la identidad personal del paciente. Este proceso puede estimular áreas del cerebro
relacionadas con la memoria y la emoción, facilitando la neuroplasticidad en el sistema límbico y otras
regiones. La terapia de reminiscencia no solo ayuda a corregir el estado de ánimo de los pacientes, sino
que también puede activar redes neuronales subutilizadas, promoviendo el fortalecimiento de
conexiones neuronales y contribuyendo a una mayor estabilidad emocional durante el proceso de
recuperación
3
.
Además, las terapias de grupo y apoyo emocional son una herramienta poderosa para los pacientes que
necesitan compartir sus experiencias y emociones con otros en situaciones similares. Estos grupos de
apoyo brindan un espacio de comprensión y empatía que reduce el sentimiento de aislamiento y soledad,
factores que pueden influir negativamente en la salud mental de los pacientes post-ictus. Los estudios
han mostrado que el apoyo social y emocional puede reducir los niveles de cortisol y mejorar la
liberación de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que favorecen el crecimiento
neuronal y la plasticidad sináptica. La participación en un grupo de apoyo ayuda a los pacientes a
adoptar una actitud más positiva y a sentirse menos abrumados, lo cual facilita el progreso en las terapias
físicas y cognitivas
1
.
pág. 5384
Por último, la mindfulness o atención plena ha demostrado tener efectos positivos en el bienestar
emocional y en la neuroplasticidad de los pacientes post-ictus. La práctica de mindfulness consiste en
desarrollar una conciencia plena y no juzgadora del momento presente, lo cual ayuda a reducir el estrés
y a mejorar la regulación emocional. Los estudios indican que el mindfulness puede promover la
neurogénesis y la reorganización sináptica al reducir los efectos del estrés crónico en el cerebro. Esta
técnica permite que los pacientes se concentren en su proceso de rehabilitación y en los avances
logrados, en lugar de enfocarse en las limitaciones, creando así un entorno emocional que favorece la
recuperación neuronal
5
.
En resumen, las terapias emocionales no solo mejoran el bienestar psicológico de los pacientes post-
ictus, sino que también potencian la neuroplasticidad y, por ende, la recuperación funcional. La TCC,
la ACT, la terapia de reminiscencia, los grupos de apoyo y el mindfulness son intervenciones que
contribuyen a dismiuir el estrés, mejorando el estado de ánimo y optimizar las condiciones biológicas
para la neuroplasticidad. Estas terapias subrayan la importancia de abordar el componente emocional
en el proceso de rehabilitación post-ictus, resaltando el rol del bienestar emocional como un factor
fundamental en la recuperación global del paciente
7
.
El rol de la actividad física en la neuroplasticidad y recuperación post-ictus
La actividad física, considerada como una herramienta importante en la rehabilitación post-ictus, ya que
no solo mejora la función motora, sino que también promueve la neuroplasticidad, facilitando la
recuperación de habilidades perdidas o deterioradas. Diversos estudios han demostrado que el ejercicio
físico se encarga de la liberación de factores neurotróficos, como el factor neurotrófico derivado del
cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés), que favorece la regeneración y el fortalecimiento de
conexiones neuronales. Además, la actividad física aporta la creación de nuevas sinapsis y a la mejora
de la comunicación entre neuronas, procesos que son clave para la reorganización cerebral necesaria
después de un ictus
9
.
Una de las actividades físicas más empleadas en la rehabilitación post-ictus es la terapia de ejercicio
aeróbico. Ejercicios como caminar, nadar y montar bicicleta no solo mejoran la resistencia
cardiovascular, sino que también tienen efectos positivos sobre el cerebro.
pág. 5385
La actividad aeróbica aumenta el flujo sanguíneo cerebral, proporcionando más oxígeno y nutrientes
esenciales para el tejido neuronal. Esto no solo ayuda a mantener la salud cerebral, sino que también
activa los mecanismos de plasticidad sináptica, facilitando el fortalecimiento de redes neuronales en las
áreas afectadas. La práctica regular de ejercicio aeróbico ha evidenciado ser eficaz en la optimización
de funciones cognitivas como la atención y memoria, las cuales pueden verse afectadas tras un ictus
12,13
.
Otra intervención importante es la terapia de ejercicios de resistencia y fuerza, que ayuda a recuperar la
fuerza muscular y la funcionalidad de las extremidades afectadas por el ictus. Además de los beneficios
físicos, el entrenamiento de fuerza estimula áreas cerebrales involucradas en el control motor y la
coordinación, promoviendo la plasticidad en las regiones responsables del movimiento y la
propriocepción. A través de la repetición de movimientos y la práctica guiada, el cerebro puede
reorganizar sus conexiones y compensar las funciones perdidas o deterioradas, logrando una mejoría en
las habilidades motoras del paciente
13
.
Los ejercicios de equilibrio y coordinación, como el entrenamiento en balancines, ejercicios de pie en
una sola pierna, o el uso de pelotas de estabilidad, son esenciales para la rehabilitación del control
postural y la prevención de caídas. Estos ejercicios activan áreas del cerebro encargadas de la
integración sensorial y la regulación del equilibrio, como el cerebelo y los ganglios basales. La
neuroplasticidad en estas áreas permite que el cerebro aprenda nuevas formas de mantener el equilibrio,
incluso cuando otras regiones motoras han sido afectadas. La práctica de estos ejercicios contribuye a
aumentar la calidad de vida del paciente, al reducir el riesgo de caídas y aumentar la independencia
funcional
10
.
La fisioterapia basada en tareas específicas es otra estrategia de rehabilitación física que potencia la
neuroplasticidad. Esta técnica se centra en entrenar al paciente en actividades concretas y funcionales,
como levantarse de una silla, agarrar objetos, o realizar movimientos que imiten las actividades diarias.
Este enfoque permite que el cerebro reaprenda patrones de movimiento necesarios para las actividades
cotidianas. Al enfocar la rehabilitación en tareas específicas, se logra una mayor activación de las áreas
motoras involucradas, facilitando la reorganización de las redes neuronales necesarias para recuperar
esas habilidades
8
.
pág. 5386
El papel de la terapia robótica y las tecnologías de asistencia actualmente están teniendo gran relevancia
en la rehabilitación post-ictus. La terapia robótica utiliza dispositivos mecánicos y robóticos que asisten
al paciente en movimientos repetitivos y precisos. Este tipo de terapia no solo permite una repetición
constante y guiada, sino que también estimula la neuroplasticidad al proporcionar retroalimentación en
tiempo real. La terapia robótica facilita la práctica de movimientos que, de otra manera, serían difíciles
de realizar debido a la pérdida de movilidad. La alta frecuencia de estos ejercicios estimula las
conexiones sinápticas en las áreas motoras y sensoriales del cerebro, ayudando a recuperar habilidades
físicas y funcionales
11
.
La importancia de la estimulación cognitiva en la neuroplasticidad y recuperación post-ictus
La estimulación cognitiva es una estrategia clave en la rehabilitación post-ictus, ya que permite trabajar
y reforzar habilidades mentales esenciales que pueden haberse visto afectadas, como la atención, la
memoria, las funciones ejecutivas y el lenguaje. La neuroplasticidad permite que el cerebro reorganice
sus circuitos neuronales, lo que facilita la recuperación de las capacidades cognitivas perdidas o
disminuidas. Mediante ejercicios y actividades diseñados para desafiar el cerebro, se puede promover
la creación de nuevas conexiones sinápticas y mejorar la eficiencia de las redes neuronales, lo cual es
fundamental para la recuperación cognitiva
12
.
Una de las técnicas más utilizadas en la estimulación cognitiva es el entrenamiento de la memoria. La
memoria suele verse comprometida en muchos pacientes post-ictus, afectando su capacidad para
recordar eventos recientes, nombres o incluso cómo realizar tareas diarias. Ejercicios que incluyen la
repetición de palabras, el uso de mnemotecnias y el recuerdo de listas de elementos ayudan a fortalecer
las áreas del cerebro involucradas en la recuperación de información y en el almacenamiento. Este tipo
de entrenamiento promueve la neuroplasticidad en el hipocampo y en otras áreas asociadas con la
memoria, lo que contribuye a la recuperación y mejora de esta función
14
.
Otra técnica importante es el entrenamiento de la atención, que se centra en mejorar la capacidad del
paciente para concentrarse y mantener la atención en tareas específicas. Los problemas de atención son
comunes tras un ictus y pueden afectar la capacidad del paciente para realizar múltiples tareas o para
centrarse en una actividad por periodos prolongados.
pág. 5387
Ejercicios que implican buscar elementos en una lista o seguir patrones visuales ayudan a reentrenar el
cerebro para mejorar la atención selectiva y sostenida. La neuroplasticidad facilita que las áreas
cerebrales responsables de la atención compensen y recuperen sus funciones, contribuyendo a una
mayor autonomía del paciente en actividades diarias
16
.
La rehabilitación del lenguaje es otro aspecto fundamental en la estimulación cognitiva, especialmente
en pacientes que han sufrido daños en el hemisferio cerebral izquierdo, donde se localizan las áreas de
Broca y Wernicke, encargadas de la producción y comprensión del lenguaje. Las terapias del habla, que
incluyen ejercicios de repetición de palabras, práctica de frases y actividades de comprensión auditiva,
estimulan la plasticidad en estas áreas. La rehabilitación del lenguaje permite que el cerebro establezca
nuevas rutas de comunicación y compense las áreas afectadas, ayudando al paciente a recuperar su
capacidad de comunicación
17
.
Las funciones ejecutivas, como el razonamiento, la planificación y la toma de decisiones, también
pueden verse afectadas después de un ictus. La estimulación cognitiva puede incluir actividades que
desafíen al paciente a resolver problemas, organizar tareas y tomar decisiones en situaciones simuladas.
Estas actividades promueven la neuroplasticidad en la corteza prefrontal, que es responsable de estas
funciones. Al fortalecer las conexiones neuronales en esta área, el paciente puede mejorar su capacidad
para manejar actividades complejas y retomar su vida con mayor independencia
18
.
Otra técnica eficaz en la estimulación cognitiva es el uso de juegos de mesa y aplicaciones digitales que
están diseñadas específicamente para rehabilitar funciones cognitivas. Los juegos de mesa, como el
ajedrez, y las aplicaciones de estimulación cerebral proporcionan desafíos mentales que estimulan el
cerebro y promueven la neuroplasticidad de manera lúdica y atractiva. Estos juegos mejoran la
motivación del paciente y facilitan la práctica de habilidades cognitivas en un contexto de
entretenimiento, lo que ayuda a mantener el interés y la participación activa en su rehabilitación
23
.
Por último, las intervenciones con realidad virtual están cobrando popularidad en la estimulación
cognitiva para pacientes post-ictus. La realidad virtual permite crear entornos simulados en los que el
paciente puede practicar actividades diarias, como preparar una comida o salir de compras, lo cual
mejora la memoria, la orientación espacial y la capacidad de resolver problemas.
pág. 5388
Además, la realidad virtual permite personalizar las actividades según las necesidades del paciente,
estimulando las áreas cerebrales afectadas y aprovechando la neuroplasticidad para mejorar la
recuperación.
Además, la estimulación cognitiva es esencial para la recuperación post-ictus, ya que ayuda a rehabilitar
las funciones mentales afectadas a través de la neuroplasticidad. Desde el entrenamiento de la memoria
y la atención hasta la rehabilitación del lenguaje y el uso de tecnologías avanzadas, cada técnica
contribuye a la reorganización y fortalecimiento de las redes neuronales. Este enfoque integral permite
una recuperación más completa y mejora el estilo de vida de los pacientes, promoviendo una mayor
independencia y funcionalidad en su vida cotidiana
23
.
RESULTADOS
En el análisis de la literatura revisada, se confirma que la neuroplasticidad tiene un rol fundamental en
la recuperación post-ictus. Los estudios examinados muestran consistentemente que la intervención
temprana y la implementación de estrategias de rehabilitación específicas son claves para promover la
reorganización neuronal y la recuperación funcional en pacientes con daño cerebral causado por un
ictus. Los distintos métodos de intervención, como la terapia física, la estimulación cognitiva, y el apoyo
de tecnologías avanzadas como la realidad virtual, ofrecen diferentes vías para optimizar la plasticidad
cerebral y, por tanto, maximizar los resultados de la rehabilitación
17
.
Uno de los hallazgos más destacados es el impacto positivo de la actividad física en la neuroplasticidad
y en la recuperación de habilidades motoras. Los estudios revisados concluyen que el ejercicio aeróbico,
los ejercicios de equilibrio y el entrenamiento de fuerza contribuyen significativamente a mejorar la
movilidad y reducir la discapacidad. Los efectos positivos del ejercicio físico están respaldados por la
evidencia de que este tipo de actividad estimula la producción de factores neurotróficos como el BDNF,
lo cual facilita la regeneración neuronal y la creación de nuevas conexiones sinápticas en las áreas
afectadas
14
.
En términos de rehabilitación cognitiva, la literatura también demuestra que las intervenciones dirigidas
a mejorar funciones como la atención, el lenguaje y la memoria son eficaces para restablecer habilidades
cognitivas y promover la independencia funcional.
pág. 5389
Se observó que los pacientes que inician una estimulación cognitiva obtienen mejoras en su capacidad
para realizar actividades diarias, lo que sugiere que la plasticidad cerebral es capaz de compensar
algunas de las funciones afectadas. Distintos estudios respaldan la idea de que la neuroplasticidad
permite la reestructuración de redes neuronales y la formación de nuevas conexiones que suplen las
funciones deterioradas, facilitando así la adaptación a los déficits cognitivos provocados por el ictus
15,17
.
El uso de tecnologías inteligentes, como la realidad virtual y la terapia robótica, ha sido identificado
como un componente complementario eficaz en la recuperación post-ictus. La realidad virtual, en
particular, permite al paciente realizar actividades simuladas en entornos controlados, mejorando así
habilidades motoras y cognitivas en situaciones cotidianas. Esta tecnología no solo es efectiva para la
rehabilitación física, sino que también proporciona una forma de estimulación mental que potencia la
plasticidad neuronal, al permitir la práctica repetitiva en contextos cercanos a la realidad. Los resultados
indican que los pacientes que han utilizado estas herramientas han mostrado mayores tasas de
recuperación funcional en comparación con aquellos que solo recibieron terapia convencional
15,18
.
Sin embargo, los estudios también reflejan que la eficacia de las intervenciones puede variar según el
tiempo transcurrido desde el ictus y la gravedad de lesiones. Los resultados sugieren que la intervención
temprana maximiza las posibilidades de recuperación, ya que el cerebro tiene una mayor capacidad de
reorganización en las fases iniciales tras el daño. También se observó que, aunque la neuroplasticidad
permite cierto nivel de recuperación funcional, existen limitaciones en los casos de daño cerebral
extenso, donde la recuperación total de ciertas habilidades puede ser menos probable
21,23
.
Como análisis del resultado final tenemos que, la rehabilitación post-ictus es un proceso complejo que
puede beneficiarse significativamente de estrategias multifacéticas que aprovechen la neuroplasticidad.
La fusión de factores como el ejercicio físico, estimulación cognitiva, y el uso de tecnologías
innovadoras representa un enfoque integral que favorece la recuperación funcional en pacientes con
ictus. Este enfoque no solo mejora la movilidad y las capacidades cognitivas, sino que también
incrementa el estilo de vida y la autonomía de estos individuos. Por ende, es esencial implementar
programas de rehabilitación personalizados y basados en evidencia para optimizar el proceso de
recuperación, teniendo en cuenta el estado y las necesidades particulares de cada paciente
22
.
pág. 5390
CONCLUSIÓN
La neuroplasticidad es un fenómeno fundamental en la recuperación post-ictus, permitiendo al cerebro
reorganizar sus estructuras y adaptarse a las nuevas demandas tras el daño neuronal. A lo largo de este
artículo, se ha demostrado cómo diversas intervenciones pueden potenciar la plasticidad cerebral,
promoviendo la restauración de funciones motoras y cognitivas y mejorando estilo de vida de los
pacientes. La evidencia revisada respalda la importancia de la rehabilitación integral y
multidisciplinaria, donde la combinación de ejercicio físico, estimulación cognitiva y tecnologías
avanzadas como la realidad virtual proporciona resultados superiores a las intervenciones
convencionales aisladas.
El impacto positivo de la rehabilitación post-ictus mediante estrategias que aprovechan la
neuroplasticidad se observa especialmente en los casos donde la intervención es temprana y adaptada a
las necesidades individuales del paciente. Si bien el grado de recuperación varía según la severidad del
daño y del tiempo transcurrido desde el ictus, la capacidad del cerebro para reorganizarse abre nuevas
posibilidades para optimizar el correcto pronóstico de los individuos. En este sentido, la rehabilitación
no solo se presenta como un proceso de recuperación funcional, sino también como una vía hacia una
mayor autonomía y una reintegración social y laboral.
En conclusión, el aprovechamiento de la neuroplasticidad a través de programas de rehabilitación bien
estructurados y personalizados representa una estrategia eficaz para optimizar la recuperación. Este
enfoque centrado en el potencial regenerativo del cerebro no solo redefine las posibilidades de mejora
para los pacientes, sino que también impulsa la innovación en el ámbito de la rehabilitación, señalando
un camino hacia tratamientos más efectivos y significativos en el contexto de los daños neurológicos.
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