EFICACIA DEL MANEJO LAPAROSCÓPICO
DEL TRAUMA ABDOMINAL CERRADO CON LESIÓN
HEPÁTICA EN PACIENTE HEMODINÁMICAMENTE
ESTABLE ATENDIDO EN HOSPITAL IESS DE
MACHALA; REPORTE DE CASO Y REVISION
DE LITERATURA
EFFICACY OF LAPAROSCOPIC MANAGEMENT OF
BLUNT ABDOMINAL TRAUMA WITH LIVER INJURY IN A
HEMODYNAMICALLY STABLE PATIENT TREATED AT
THE IESS HOSPITAL OF MACHALA; CASE REPORT AND
LITERATURE REVIEW
José Vicente Fonseca Barragán
Ministerio De Salud Pública, Ecuador
Juan Carlos Ruilova Blacio
Hospital General IESS Machala, Ecuador
Tatiana Karina Macías Orosco
Hospital General IESS Machala, Ecuador
Krystell Maitte Aguilera Mosquera
Hospital General IESS Machala, Ecuador
Zayda Cristina Tapia Arias
Hospital General IESS Machala, Ecuador
pág. 6319
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i6.15323
Eficacia del Manejo Laparoscópico del Trauma Abdominal Cerrado con
Lesión Hepática en Paciente Hemodinámicamente estable Atendido en
Hospital IESS de Machala; Reporte de Caso y Revision de Literatura
José Vicente Fonseca Barragán
1
jofonsecab@gmail.com
https://orcid.org/0009-0003-9489-6185
Ministerio De Salud Pública
Ecuador
Juan Carlos Ruilova Blacio
jcruilovab88@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-2229-6086
Hospital General IESS Machala
Ecuador
Tatiana Karina Macías Orosco
maciastatiana1805@gmail.com
https://orcid.org/0009-0001-2557-3142
Hospital General IESS Machala
Ecuador
Krystell Maitte Aguilera Mosquera
kryssrock94@gmail.com
https://orcid.org/0009-0009-8485-054X
Hospital General IESS Machala
Ecuador
Zayda Cristina Tapia Arias
z.cristina_15@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0001-7853-5484
Hospital General IESS Machala
Ecuador
RESUMEN
El trauma hepático se refiere a las lesiones hepáticas causadas por traumatismos, que pueden ser de tipo
contuso y pueden variar desde contusiones menores hasta laceraciones graves que pueden requerir
intervención quirúrgica. Es una de las lesiones abdominales más comunes debido al tamaño y ubicación
del hígado, siendo la hemorragia la causa más común de morbilidad y mortalidad. El objetivo del
presente estudio es analizar la eficacia del manejo laparoscópico en pacientes con trauma abdominal
cerrado y lesión hepática en pacientes hemodinámicamente estables, a través de la presentación de un
caso atendido en el Hospital IESS de Machala, manejado por via laparoscópica y a su vez realizar una
revisión de la literatura disponible, destacando los beneficios, complicaciones y resultados clínicos
asociados con este abordaje quirúrgico. Siendo el trauma hepático frecuente, particularmente en
accidentes de tránsito, afecta a adultos jóvenes, en su mayoría hombres, debido a su participación en
actividades de alto riesgo, el diagnóstico y manejo del trauma hepático en el contexto de un trauma
abdominal cerrado se basa en la estabilidad hemodinámica y la gravedad de la lesión hepática. La
tomografía computarizada (TC) es la herramienta diagnóstica de elección para evaluar las lesiones
hepáticas, ya que permite identificar lesiones parenquimatosas hepáticas, cuantificar el hemoperitoneo
y detectar lesiones asociadas en otros órganos abdominales. Los protocolos actualizados, como los de
la World Society of Emergency Surgery, ofrecen un marco para optimizar el diagnóstico y tratamiento
y ademas establecer un manejo multidisciplinario, que incluya especialistas en cirugía, cuidados
intensivos e imagenología, lo cual es esencial para mejorar los resultados y minimizar complicaciones
en este complejo tipo de trauma
Palabras clave: laparoscopia, trauma abdominal, trauma hepático
1
Autor principal.
Correspondencia: jofonsecab@gmail.com
pág. 6320
Efficacy of Laparoscopic Management of Blunt Abdominal Trauma with
Liver Injury in a Hemodynamically Stable Patient Treated at the IESS
Hospital of Machala; Case Report and Literature Review
ABSTRACT
Liver trauma refers to liver injuries caused by trauma, which can be blunt in nature and can range from
minor bruises to severe lacerations that may require surgical intervention. It is one of the most common
abdominal injuries due to the size and location of the liver, with hemorrhage being the most common
cause of morbidity and mortality. The objective of the present study is to analyze the effectiveness of
laparoscopic management in patients with blunt abdominal trauma and liver injury in hemodynamically
stable patients, through the presentation of a case treated at the IESS Hospital of Machala, managed
laparoscopically and at the same time perform a review of the available literature, highlighting the
benefits, complications and clinical outcomes associated with this surgical approach. Since liver trauma
is common, particularly in traffic accidents, affecting young adults, mostly men, due to their
participation in high-risk activities, the diagnosis and management of liver trauma in the context of
blunt abdominal trauma is based on hemodynamic stability and severity of liver injury. Computed
tomography (CT) is the diagnostic tool of choice to evaluate liver lesions, as it allows the identification
of hepatic parenchymal lesions, quantification of hemoperitoneum, and detection of associated lesions
in other abdominal organs. Updated protocols, such as those of the World Society of Emergency
Surgery, offer a framework to optimize diagnosis and treatment and also establish multidisciplinary
management, including specialists in surgery, intensive care and imaging, which is essential to improve
outcomes and minimize complications in this complex type of trauma.
Keywords: laparoscopy, abdominal trauma, liver trauma
Artículo recibido 18 noviembre 2024
Aceptado para publicación: 15 diciembre 2024
pág. 6321
INTRODUCCIÓN
El trauma abdominal cerrado (TAC) se refiere a una lesión en el abdomen que no implica una
penetración de la piel, como ocurre en las heridas por arma blanca o de fuego. Suele ser comúnmente
resultado de accidentes automovilísticos, caídas, agresiones físicas o accidentes deportivos. Puede
causar daños significativos a los órganos internos, incluyendo el hígado, el bazo, los riñones, el
páncreas, los intestinos y los vasos sanguíneos.
(1)
En la práctica clínica, afecta predominantemente a ciertas poblaciones, según la literatura médica,
siendo los hombres más frecuentemente afectados que las mujeres, representando aproximadamente el
70% de los casos de trauma abdominal cerrado. La mediana de edad de los pacientes con este tipo de
trauma es de 31 años, aunque se ha observado un aumento en la edad de presentación a lo largo del
tiempo.
(2)
Los accidentes relacionados con el transporte, son la causa más común de trauma abdominal cerrado,
representando el 57% de los casos. En particular, los ocupantes de vehículos que usan cinturones de
seguridad tienen un riesgo aumentado de lesiones vasculares intestinales y mesentéricas, lo que subraya
la importancia de la vigilancia en estos pacientes.
(3)
Los adultos tienen una mayor incidencia de fracturas pélvicas asociadas con lesiones intraabdominales
en comparación con los niños, y estas fracturas tienden a ser más severas en los adultos. Sin embargo,
la mortalidad entre adultos y niños con trauma abdominal cerrado es similar. En el contexto pediátrico,
las lesiones arteriales intraabdominales son raras pero están asociadas con una alta mortalidad,
especialmente cuando hay múltiples lesiones arteriales o lesiones venosas concomitantes.
(4)
La evaluación inicial incluye una historia clínica detallada, un examen sico minucioso y el uso de
modalidades de imagen como la tomografía computarizada (TC) y la ecografía enfocada en trauma
(FAST). La TC es particularmente útil para identificar lesiones en órganos sólidos y estructuras
vasculares, mientras que el FAST se utiliza para detectar la presencia de líquido libre en la cavidad
abdominal.
(5)
El manejo del TAC varía según la gravedad de las lesiones. En muchos casos, especialmente en niños,
se prefiere un manejo no operatorio, que incluye observación cuidadosa, monitoreo hemodinámico y
repetición de estudios de imagen según sea necesario.
pág. 6322
Sin embargo, en casos de inestabilidad hemodinámica o evidencia de lesiones graves, puede ser
necesaria una laparotomía exploratoria urgente.
(6)
El trauma hepático se refiere a las lesiones del hígado causadas por traumatismos, que pueden ser de
tipo contuso y pueden variar desde contusiones menores hasta laceraciones graves que pueden requerir
intervención quirúrgica. Es una de las lesiones abdominales más comunes debido al tamaño y ubicación
del hígado, siendo la hemorragia la causa más común de morbilidad y mortalidad en la fase aguda.
(6)
El diagnóstico de trauma hepático se realiza principalmente mediante tomografía computarizada (TC)
en pacientes hemodinámicamente estables, lo que permite una evaluación precisa de las lesiones
hepáticas y vasculares asociadas. La clasificación de las lesiones hepáticas se basa en su mecanismo,
grado y severidad, y esto guía el manejo clínico.
(6)
El manejo del trauma hepático ha evolucionado hacia un enfoque más conservador en muchos casos.
La mayoría de las lesiones de grado I a III pueden manejarse de manera no quirurgica, mientras que las
lesiones de grado IV a VI a menudo requieren intervención quirúrgica. La intervención quirúrgica puede
incluir técnicas como la maniobra de Pringle, ligadura selectiva de la arteria hepática, y
empaquetamiento perihepático. La identificación temprana de lesiones hepáticas severas y el control
rápido de la hemorragia son cruciales para mejorar los resultados clínicos. Un enfoque
multidisciplinario en centros especializados en cirugía hepática es recomendado para el manejo óptimo
de estos pacientes.
(7)
METODOLOGÍA
Este trabajo se enmarca como un estudio tipo reporte de caso descriptivo sobre un paciente masculino
de 15 años de edad sin antecedentes de importancia, que presentó una lesión hepática secundaria a un
trauma abdominal cerrado, atendido en el Hospital General IESS de Machala, Ecuador. El manejo
clínico-quirúrgico se basó en las recomendaciones de las guías internacionales actuales para trauma
hepático. La información se obtuvo mediante una revisión exhaustiva del expediente clínico, incluyendo
antecedentes personales, evaluación inicial, exámenes diagnósticos y procedimientos realizados. Se
analizaron variables clave como edad, mecanismo del trauma, hallazgos imagenológicos (FAST y
tomografía computarizada contrastada), clasificación de la lesión según la escala de la Asociación
Americana para la Cirugía de Trauma (AAST), parámetros hemodinámicos, intervenciones
pág. 6323
terapéuticas, y evolución durante la hospitalización. El manejo quirúrgico priorizó un abordaje
mínimamente invasivo, en el contexto de un paciente hemodinámicamente estable, lo que permitió
realizar una laparoscopía la cual fue diagnostica y terapéutica. Durante el procedimiento se registraron
los pasos quirúrgicos, duración de la cirugía y hallazgos específicos. Adicionalmente, se documentaron
las estrategias complementarias implementadas, como manejo integral con soporte nutricional y
cuidados postoperatorios. Paralelamente, para un mejor entendimiento del tema a las futuras
generaciones se llevó a cabo una revisión de la literatura actual en bases de datos reconocidas como
PubMed, Scopus y SciELO, con énfasis en el manejo de lesiones hepáticas en trauma abdominal
contuso. Los hallazgos fueron contrastados con estándares internacionales, identificando fortalezas y
posibles mejoras en el protocolo aplicado.
Presentación del caso:
Se trató de un paciente masculino de 15 años de edad sin antecedentes de importancia, que acude a la
emergencia por presentar un cuadro clinico de aproximadamente 2 horas de evolución caracterizado
por dolor abdominal difuso, pero a predominio de cuadrante superior derecho, cuadro que es
desencadenado luego de sufrir un traumatismo contuso mientras jugaba futbol, el dolor era de gran
intensidad por lo que acude para valoración.
Examen físico al ingreso
Signos vitales:
Tensión arterial de 110/70 mmHg
Frecuencia cardiaca de 78 latidos por minuto
Frecuencia respiratoria de 2o respiraciones por minuto
Saturación de oxígeno del 98% en aire ambiente
Temperatura corporal de 36,8 °C
Examen regional: Consciente y orientado en tiempo, espacio y persona
Glasgow de 15/15.
Mucosa oral: Se observa notablemente seca
Tórax: Presenta una configuración torácica simétrica, sin hallazgos patológicos en la auscultación
cardiopulmonar.
pág. 6324
Abdomen: suave depresible doloroso a la palpación superficial y profunda de forma difusa, pero a
predominio de cuadrante superior derecho, no signos de peritonismo.
Exámenes Paraclínicos
Tabla 1 Laboratorios reportan
Ecografía: reportó un hematoma hepático a nivel de segmento IV.
Tomografia abdomino pelvica: se aprecia liquido libre en cavidad abdominal y un hematoma a nivel
del lóbulo hepático derecho.
Figura 1: Descripción: Liquido libre en cavidad abdominal a nivel de hemiabdomen derecho.
Biometría Hemática
Química Sanguínea
Leucocitos: 15.86
Glucosa: 98
Neutrófilos: 76 %
Urea: 40
Hemoglobina: 12
Creatinina: 0,7
Hematocrito: 36
Plaquetas: 230
Tiempos: TP: 10 TPT: 25 INR: 1
pág. 6325
Figura 2: Descripción: hematoma a nivel del lóbulo hepático derecho
Paciente con un trauma hepático en el contexto de un trauma abdominal contuso, con evidencia de
líquido libre en cavidad abdominal en estudio tomografico, y caída de 3 puntos de hemoglobina en la
biometría de control, se consideró prudente la realización de una laparoscopia previo consentimiento
informado por los padres. Ya que la estabilidad hemodinámica del paciente lo permitía, procediendo a
transfundir 2 concentrados de glóbulos rojos y bajo anestesia general a realización de puerto a nivel
umbilical para introducción del laparoscopio, evidenciando en la laparoscopia inicial los siguientes
hallazgos:
Hemoperitoneo de aproximadamente 1000 cc distribuido en cuadrante superior derecho, corredera
parietocolica derecha, fondo de saco rectovesical, corredera parietocolica izquierda y a nivel
periesplenico con coágulos conformados. [Figura 3 y 4]
Hematoma subcapsular hepático a nivel de segmento IV con extension hacia segmento V de
aproximadamente 7x5 cm diametro, contenido sin evidencia de sangrado activo. [Figura 5]
pág. 6326
Figura 3: Descripción: Hemoperitoneo visualizado por laparoscopia a nivel del cuadrante superior
derecho.
Figura 4: Descripción: Hemoperitoneo en corredera parietocolica derecha visualizado por
laparoscopía.
pág. 6327
Figura 5: Descripción: visualización de gran hematoma subcapsular hepático contenido sin sangrado
activo
Con estos hallazgos ya mencionados se procede a colocación de 2 puertos laparoscópicos adicionales
uno en epigastrio y otro en cuadrante superior derecho, para realizar drenaje de hemoperitoneo, lavado
de cavidad, verificación de hemostasia y se culmina el procedimiento dejando un drenaje de Jackson
Pratt a nivel sub hepático.
Durante su recuperación postquirurgica, se inició tolerancia oral a las 24 horas, deambulación al tercer
dia, y retiro de drenaje al quinto dia debido a que su producción era de características serosas escasa.
Ademas se realizó un estudio tomografico de control donde se observa el hematoma con un volumen
promedio de 150 a 200 ml, sin evidencia de líquido libre en cavidad abdominal, sin descompensación
hemodinámica con estos avances en su evolucion, se decidió dar de alta al paciente al sexto dia de
hospitalizacion, con indicaciones de seguimiento en consulta externa.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El trauma hepático por trauma abdominal cerrado se refiere a lesiones en el hígado provocadas por un
impacto no penetrante en la región abdominal. Estas lesiones incluyen laceraciones, hematomas
(subcapsulares o parenquimatosos), hemorragias activas, lesiones venosas yuxtahepáticas y
complicaciones biliares como bilomas y peritonitis biliar.
(8)
pág. 6328
El trauma hepático cerrado es frecuente, particularmente en accidentes de transito, y afecta
principalmente a adultos jóvenes, en su mayoría hombres, debido a su participación en actividades de
alto riesgo. En niños, estas lesiones también son comunes por la vulnerabilidad anatómica del hígado.
(8)
Los adultos jóvenes representan la mayor parte de los casos, con una mediana de 31 años según estudios
en Escocia. Los niños son otro grupo frecuentemente afectado, especialmente en traumas múltiples
relacionados con accidentes vehiculares. En pacientes con cirrosis, las tasas de complicaciones y
mortalidad son significativamente mayores debido a la fragilidad del hígado y la coagulopatía
preexistente.
(9)
Mecanismos de producción: El hígado es particularmente vulnerable en traumas cerrados debido a su
tamaño y ubicación en el abdomen. En adultos, las fuerzas de desaceleración en accidentes de transito
o traumatismos directos son los principales mecanismos involucrados.
(9)
Manifestaciones clínicas
En Niños: Presentan mayor incidencia de lesiones de bajo grado, con elevación frecuente de
transaminasas hepáticas como marcador de severidad. Suelen asociarse a traumas múltiples con
afectación de otros órganos como el bazo y el páncreas. A pesar de su susceptibilidad, el manejo no
operatorio tiene una alta tasa de éxito. Sin embargo, la mortalidad relacionada con el hígado es mayor
en niños que en adultos. Mientras que en adultos aunque también predominan las lesiones de bajo grado
manejadas de forma conservadora, en casos graves se recurre a intervenciones como la angiografía o
drenaje percutáneo.
(10)
El diagnóstico y manejo del trauma hepático en el contexto de un trauma abdominal cerrado se basa en
la estabilidad hemodinámica del paciente y la gravedad de la lesión hepática. La tomografía
computarizada (TC) es la herramienta diagnóstica de elección para evaluar las lesiones hepáticas en
pacientes hemodinámicamente estables, ya que permite identificar lesiones parenquimatosas hepáticas,
cuantificar el hemoperitoneo y detectar lesiones asociadas en otros órganos abdominales.
(11)
La evaluación de la gravedad del trauma hepático en un paciente adulto se realiza principalmente
mediante la clasificación de la American Association for the Surgery of Trauma (AAST), que categoriza
las lesiones hepáticas en grados del I al VI, basándose en la extensión y profundidad de la lesión
observada en estudios de imagen, como la tomografía computarizada (TC).
pág. 6329
Es ampliamente utilizada para guiar el manejo clínico y predecir la necesidad de intervenciones. En el
contexto de trauma hepático cerrado, la TC es la herramienta diagnóstica de elección para evaluar la
extensión de la lesión.
(12)
[Imagen 1 y 2]
Imagen 1: Descripción: Clasificacion de la AAST del trauma hepático
Fuente: Liver trauma: WSES 2020 guidelines
Imagen 2: Descripción: Visión tomografica de los grados de trauma hepatico.
Lesión hepática grado I. La tomografía muestra un desgarro capsular focal en la parte posteroinferior del lóbulo hepático
derecho (flecha). También se observa hemorragia perihepática (puntas de flecha).
pág. 6330
Lesión hepática de grado II. La tomografía demuestra una laceración hepática menos de 3 cm de profundidad en el lóbulo
hepático posterior derecho (flecha). Obsérvese también la pequeña acumulación de líquido en el espacio hepatorrenal. (puntas
de flecha). La tomografía muestra una colección líquida lenticular de baja atenuación (flechas) entre la cápsula hepática
(puntas de flecha) y el parénquima hepático realzado.
Lesión hepática grado V. La tomografía muestra un gran hematoma intraparenquimatoso y laceraciones que afectan todo el
lóbulo hepático derecho y el segmento medial del lóbulo hepático izquierdo. Ademas muestra una laceración hepática profunda
que se extiende hasta las venas hepáticas principales. Tenga en cuenta la discontinuidad de la vena hepática izquierda (punta
de flecha).
Lesión hepática de grado III. La tomografía muestra un hematoma subcapsular en el bulo hepático derecho (flechas).
Obsérvense los focos de alta atenuación dentro del hematoma (punta de flecha), hallazgos que indican extravasación de
material de contraste activo. La tomografía muestra laceraciones hepáticas mayores de 3 cm. en profundidad parenquimatosa,
con foco de hemorragia activa (punta de flecha).
Fuente: CT in Blunt Liver Trauma
pág. 6331
Una vez diagnosticado y establecido el grado de trauma hepatico, su manejo se basa principalmente
en la estabilidad del paciente.
Pacientes hemodinámicamente estables
Manejo no operatorio (MNO):
Indicaciones: Se emplea en lesiones de grado I a III y, en ciertos casos, hasta grado V.
Protocolos: Incluyen observación en el hospital, exámenes abdominales seriados y mediciones
frecuentes de hematocrito.
Éxito: Reporta tasas de entre 82% y 100%.
Complicaciones: Si se detecta extravasación de contraste en la TC, se considera la embolización
transarterial (TAE), con una alta tasa de éxito.
(13)
Manejo quirurgico
Laparoscopia: Indicada para complicaciones específicas como peritonitis biliar (lavado peritoneal)
o hemoperitoneo significativo en pacientes estables. Puede evitar laparotomías innecesarias y
facilitar el drenaje de abscesos intrahepáticos o bilomas.
Pacientes Hemodinámicamente Inestables
Intervención Quirúrgica mediante técnicas de Control de Daños: Empaquetamiento
perihepático, sutura directa, y en casos complejos, resección hepática anatómica.
Lesiones Graves: Las de grado IV a VI requieren cirugía debido al alto riesgo de hemorragia
significativa.
(13)
Manejo por grupos de edad
Niños:
Manejo Predominante: MNO es la norma en pacientes hemodinámicamente estables, con altas tasas
de éxito y menor necesidad de intervenciones como drenaje percutáneo o embolización. Debe ser
manejado en centros pediátricos los cuales tienen mayor experiencia en enfoques conservadores .
(14)
Adultos:
Mayor necesidad de intervenciones adjuntas (angiografía, drenaje percutáneo, ERCP) en lesiones
graves. Existen factores de riesgo como los adultos mayores de 55 años los cuales tienen mayor
riesgo de fracaso en el MNO y podrían requerir cirugía más agresiva.
(14)
pág. 6332
Ancianos:
Mayor complejidad debido a la prevalencia de comorbilidades y menor reserva fisiológica, por lo
que tienen mayor mortalidad y aumento de las complicaciones postoperatorias como (neumonía,
abscesos subfrénicos).
(14)
Rol de la laparoscopia en el trauma hepático
Indicaciones diagnósticas:
Evaluar lesiones hepáticas e intraabdominales en trauma cerrado, particularmente en pacientes
con hemoperitoneo hemodinámicamente estables.
Indicaciones terapéuticas:
Lavado y drenaje en peritonitis biliar.
Control de hemorragias en casos seleccionados donde TAE no es exitosa.
Manejo de abscesos intrahepáticos o bilomas.
Criterios de Selección:
Pacientes estables sin signos de abdomen agudo que requieran cirugía urgente.
Experiencia del equipo quirúrgico en técnicas mínimamente invasivas.
(15)
La laparoscopia es una herramienta eficaz en el manejo de la peritonitis biliar, permitiendo realizar
lavado y drenaje de la cavidad peritoneal para resolver el proceso inflamatorio sistémico asociado.
Está indicada en pacientes con signos locales de peritonitis o respuesta inflamatoria tras un MNO
inicial.
En el contexto de hemoperitoneo, la laparoscopia puede emplearse tanto para diagnóstico como para
tratamiento en casos de trauma abdominal cerrado con estabilidad hemodinámica. Este enfoque
ayuda a evitar laparotomías innecesarias y facilita el tratamiento de hematomas o lesiones que no
requieren intervención quirúrgica mayor. Es especialmente útil cuando el hemoperitoneo es
significativo pero no compromete la estabilidad del paciente, permitiendo una evaluación y manejo
más precisos.
(15)
La selección de pacientes para un abordaje laparoscópico debe basarse en:
Estabilidad hemodinámica.
Ausencia de signos de abdomen agudo que requieran cirugía inmediata.
pág. 6333
Disponibilidad de un equipo quirúrgico experimentado en laparoscopia.
Se realice en un entorno con capacidad de monitorización continua y respuesta rápida ante
posibles complicaciones o cambios en la condición del paciente.
Para mejor entendimiento sobre el manejo de traumatismo hepatico la World Society of Emergency
Surgery Guidelines establecieron unos algoritmos diagnostico-terapeuticos ampliamente utilizados
y actualizados en el 2020.
(16)
[Imagen 3 y 4]
Imagen 3: Descripción: Algoritmo de manejo del trauma hepático.
Fuente: Liver trauma: WSES 2020 guidelines
pág. 6334
Imagen 4: Descripción: Algoritmo de manejo de traumatismos hepáticos hemodinámicamente
inestables.
Fuente: Liver trauma: WSES 2020 guidelines
Las complicaciones más comunes del trauma hepático en adultos incluyen problemas que pueden surgir
tanto en el manejo operatorio como en el no operatorio. Estas complicaciones abarcan:
Complicaciones biliares:
Fugas biliares: Ocurren frecuentemente en lesiones de mayor grado y afectan aproximadamente al
3.2 % de los pacientes con trauma hepático. Se presentan con síntomas como respuesta inflamatoria
sistémica, sepsis, elevación de bilirrubina sérica o dolor abdominal progresivo.
(16)
Peritonitis biliar y ascitis biliar: Asociadas a la acumulación de bilis en la cavidad peritoneal, pueden
complicar el manejo inicial.
(16)
Complicaciones vasculares
Hemobilia: Presencia de sangre en los conductos biliares.
pág. 6335
Hemoperitoneo: Acumulación de sangre en la cavidad abdominal.
Pseudoaneurismas de arteria hepática: especialmente tras procedimientos de angioembolización.
(16)
Infecciones
Abscesos intraabdominales: Son más frecuentes tras manejo quirúrgico, con una incidencia
reportada de hasta el 21.2%.
Sepsis: Puede derivar de infecciones intraabdominales o complicaciones biliares.
Complicaciones por presión y necrosis
Síndrome compartimental abdominal: Secundario a hemoperitoneo masivo o inflamación severa.
Necrosis hepática: Resultado de isquemia, lesiones graves o intervenciones como la
angioembolización.
Lesiones no detectadas: Pueden complicar la evolución clínica del paciente.
(17)
El riesgo de estas complicaciones aumenta con el grado de la lesión, siendo más frecuentes en lesiones
hepáticas de grado IV y V. La identificación y manejo oportuno son esenciales para reducir la
morbilidad y mejorar los resultados clínicos en estos pacientes.
CONCLUSIONES
Las lesiones hepáticas por traumatismo abdominal cerrado es una condición frecuente, especialmente
en adultos jóvenes y niños, siendo los accidentes de tránsito la causa principal. Las lesiones hepáticas
abarcan desde hematomas y laceraciones extensas con hemorragias graves y complicaciones biliares
como bilomas o peritonitis biliar. La gravedad se evalúa mediante tomografía computarizada (TC),
herramienta diagnóstica de elección en pacientes hemodinámicamente estables, y se clasifica según la
escala de la American Association for the Surgery of Trauma (AAST), que guía el manejo clínico. En
casos leves a moderados, el manejo no operatorio (MNO) ha demostrado altas tasas de éxito,
especialmente con protocolos de observación y seguimiento continuo. Sin embargo, en lesiones graves
o pacientes hemodinámicamente inestables, son necesarias intervenciones quirúrgicas, como
empaquetamiento perihepatico, sutura directa o, en casos complejos, resección hepática anatómica. La
laparoscopia ha emergido como una herramienta valiosa en pacientes seleccionados, permitiendo un
abordaje menos invasivo para el control de complicaciones como hemoperitoneo, lavado de la cavidad
pág. 6336
en peritonitis biliar y drenaje de abscesos. Este enfoque reduce la necesidad de laparotomías
innecesarias y facilita la recuperación. Sin embargo, su uso depende de la estabilidad del paciente, la
experiencia del equipo quirúrgico y la disponibilidad de recursos especializados. Factores como la edad
avanzada, comorbilidades y cirrosis hepática complican el manejo y aumentan la mortalidad, al igual
que el riesgo de complicaciones como fugas biliares, abscesos intraabdominales, sepsis y
pseudoaneurismas. Los protocolos actualizados, como los de la World Society of Emergency Surgery,
ofrecen un marco para optimizar el diagnóstico y tratamiento. Un manejo multidisciplinario, que
incluya especialistas en cirugía, cuidados intensivos e imagenología, es esencial para mejorar los
resultados y minimizar complicaciones en este complejo tipo de trauma.
RECOMENDACIONES
Evaluación inicial precisa: Priorizar la evaluación clínica y la estabilización hemodinámica en todos los
pacientes con sospecha de trauma hepático.
Uso de tomografía computarizada (TC): En pacientes hemodinámicamente estables, realizar una TC
abdominal como herramienta diagnóstica de elección para evaluar la extensión de las lesiones hepáticas
y detectar posibles complicaciones asociadas y utilizar la clasificación AAST para guiar el manejo
según la gravedad de la lesión.
Manejo no operatorio (MNO): Implementar el MNO en pacientes estables con lesiones de bajo grado
(I-III). E intervenciones mínimamente invasivas considerar técnicas como la embolización transarterial
(TAE) en casos de extravasación de contraste detectada por TC.
Rol de la laparoscopia: Utilizarla para diagnóstico y tratamiento en pacientes estables y manejo
quirúrgico en pacientes inestables priorizando el control de daños en pacientes inestables.
Conflicto de interés
Los autores declaran no tener conflicto de interés.
AGRADECIMIENTOS
A todos los autores que hicieron posible la publicación de este manuscrito.
Financiamiento
Los autores declaran que se financió el presente trabajo con recursos propios.
pág. 6337
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