pág. 7006
ADOLESCENCIA Y JUVENTUD DE POSPANDEMIA,
REVELACIONES DE LA PANDEMIA COVID-19
POST-PANDEMIC ADOLESCENCE AND YOUTH:
REVELATIONS OF THE COVID-19 PANDEMIC
Víctor Manuel Flores Sánchez
Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua-UPNECH, México
Félix Leonardo Pérez Verdugo
Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua-UPNECH, México
pág. 7007
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i6.15392
Adolescencia y Juventud de Pospandemia, Revelaciones de la Pandemia
Covid-19
Víctor Manuel Flores Sánchez1
licfloresvm.144@gmail.com
https://orcid.org/0009-0009-4528-0492
Universidad Pedagógica Nacional del Estado
de Chihuahua-UPNECH
México
Félix Leonardo Pérez Verdugo
fperez@upnech.edu.mx
https://orcid.org/0000-0002-7961-6179
Universidad Pedagógica Nacional del Estado
de Chihuahua-UPNECH
México
RESUMEN
El fenómeno global proveniente de la pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2, provocó en la
población mundial una serie de alteraciones en aspectos relacionados con la economía, la vida
sociocultural y la salud física y mental. Tales alteraciones condujeron hacia la conformación de una
nueva realidad que involucro a los adolescentes y jóvenes de varias regiones del mundo. En este
artículo, a partir de una serie de estudios y reportes se abordan algunos de los efectos causados por la
pandemia en la adolescencia y juventud mexicana, se destaca el caso de alumnos de una escuela
secundaria basado en una investigación realizada en la ciudad de Chihuahua, que permite analizar los
anclajes temporales, la disociación, las anormalidades en el desarrollo cognitivo y afectivo, la
violencia, el abuso, el aislamiento y las consecuencias que todo esto generó en este grupo de la
población y su contexto escolar.
Palabras clave: pospandemia, adolescencia, ansiedad, educación, resguardo
1
Autor principal
Correspondencia: licfloresvm.144@gmail.com
pág. 7008
Post-Pandemic Adolescence and Youth: Revelations of the Covid-19
Pandemic
ABSTRACT
The global phenomenon arising from the pandemic caused by the SARS-CoV-2 virus caused a series
of alterations in the world population in aspects related to the economy, sociocultural life, and physical
and mental health. Such alterations led to the formation of a new reality that involved adolescents and
young people from various regions of the world. In this article, based on a series of studies and reports,
some of the effects caused by the pandemic on Mexican adolescents and youth are addressed. The case
of students from a secondary school stands out based on research carried out in the city of Chihuahua,
which allows us to analyze temporal anchors, dissociation, abnormalities in cognitive and affective
development, violence, abuse, isolation and the consequences that all this generated in this group of
the population and its school context.
Keywords: post-pandemic, adolescence, anxiety, education, shelter
Artículo recibido 18 octubre 2024
Aceptado para publicación: 22 noviembre 2024
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INTRODUCCIÓN
La Pandemia generada por el virus SARS-CoV-2, que hasta 2021 había cobrado la vida de 14.80
millones de vidas (Zenit, 2023), ha dejado profundas secuelas en la conciencia colectiva de quienes
experimentamos y seguimos experimentando los efectos de este hecho histórico de proporciones
globales y consecuencias aún desconocidas que nos coloca en un escenario con diversas características
que, no obstante poseedoras de una esencia pesimista, nos permiten aprender sobre un evento
devastador: la enfermedad que cambió la mentalidad de todos y puso a prueba la capacidad humana
de adaptarse y de acomodarse a nuevos entornos sociales con nuevas dinámicas de interacción, en
especial la realidad de los jóvenes y adolescentes de la pospandemia a través de valiosas revelaciones
que en este artículo se brindarán al lector.
DESARROLLO
Antecedentes
El último día de diciembre de 2019, los medios de comunicación informaron que, en Wuhan, una
provincia de China, se presentó el brote de una epidemia de infecciones en el sistema respiratorio, días
más tarde se sabría que las infecciones eran provocadas por un germen conocido como coronavirus.
Este virus, causante de una grave forma de neumonía llamada síndrome respiratorio agudo grave
(SARS) se convirtió rápidamente en una pandemia que el mundo conoció como COVID-
19, enfermedad causante de la infección que fue nombrada SARS-CoV-2.
2
En México, el primer caso
de COVID-19 se registró el 27 de febrero de 2020 y como en otras partes del mundo, se propagó
rápidamente entre la población afectando la salud y acabando con la vida principalmente de los adultos
mayores y de otras personas vulnerables por padecimientos previos. Este fenómeno histórico sobre
daños la salud de la humanidad, desde los primeros días en que surgió, ha sido objeto de diversas
posturas, algunas basadas en meras especulaciones y otras más sostenidas en argumentaciones
científicas, desde las que se pretende argumentar origen, causas y consecuencias de esta pandemia.
Tales posturas que aún se expresan a través de los medios y redes sociales son una manifestación
2
Según la Clínica Mayo, “El virus se conoce como coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-
CoV-2). La enfermedad que causa se llama enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).”
https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/coronavirus/symptoms-causes/syc-20479963
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significativa de que aún permanece presente dicho fenómeno por sus diversos efectos manifiestos o
bajo sospecha, así como por los posibles efectos, es decir, aquellos que permanecen latentes o en la
incertidumbre generada por la posibilidad de daños a la salud física y mental, como consecuencia del
virus o las vacunas para combatirlo.
Si bien, los casos, contagios, decesos y daños a la salud son los aspectos en los que se concentra la
mayor atención de los efectos de la pandemia, existen otros aspectos fuertemente relacionados con la
economía, la cultura, lo laboral y la educación, pero también relacionados con los efectos del
confinamiento en las personas de todas las edades y contextos sociales. Las afectaciones generadas
son tanto de salud física como mental.
En este estudio, nos interesa centrarnos y destacar el impacto que ha tenido la pandemia en los
adolescentes y jóvenes. En una primera instancia hacer una revisión del efecto causado por el COVID-
19 en diversos lugares de mundo y posteriormente centrar la atención en un caso específico de la
ciudad de Chihuahua.
Europa: hacia sistemas educativos resilientes y los jóvenes después de la pandemia
Los efectos ocasionados por la pandemia en el ámbito educativo, además de las grandes diferencias
sociales y económicas, revelaron el rezago en tecnología y preparación de las instituciones escolares
y el personal docente. Esta situación pudo observarse en los sistemas educativos de diferentes partes
del mundo. La Unión Europea (UE) a través de un estudio realizado por investigadores del Instituto
de Gestión y Políticas Públicas plantea instituciones de educación resilientes a partir de una serie de
retos y propuestas para mejorar los recursos tecnológicos, los procesos de enseñanza aprendizaje, la
permanencia y la calidad educativa en todos los niveles y en situaciones de crisis.
Entre los retos que se presentan en este estudio se encuentra el de dar una mayor atención tanto al
bienestar socioemocional de los jóvenes como a los espacios digitales de aprendizaje. Para lo cual, se
recomienda que los estados de la Unión Europea promuevan la salud mental considerada “elemento
crucial” para mejorar la calidad y resiliencia de la educación. “La UE podría facilitar el intercambio
de buenas prácticas y recursos para promover y mantener la salud mental de los jóvenes, en particular
de aquellos que sufren desigualdades.” (Van der Graaf, L., Dunajeva, J., Siarova, H. y Bankauskaite,R.,
2021). Este problema de salud en los jóvenes europeos fue planteado en un informe comparativo de la
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Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En éste, se menciona que en
el 2019 los síntomas de depresión en los jóvenes de 15 y 24 años eran del 6% pero durante la pandemia
este porcentaje se elevó al 50% y en algunos países a un porcentaje aún mayor. (Agencia EFE, 2022).
Los efectos de la pandemia en niños, niñas, adolescentes y jóvenes en países asiáticos
Con el fin de conocer los efectos de la pandemia en la población de países asiáticos se han desarrollado
diversos trabajos, entre los que se encuentra una investigación realizada por médicos argentinos,
quienes recurren a la información de más de medio centenar de estudios referidos a los efectos
psicológicos de la pandemia en un total de 11,599 niños, niñas, adolescentes y jóvenes asiáticos. En
esta revisión se observó que el 18% de los niños de 6 a 12 años presentaron niveles de ansiedad y el
17% de depresión; los adolescentes y jóvenes de 12 a 18 años reportaron el 36% de ansiedad y el 41%
de depresión. En estos resultados se muestra a los adolescentes como el grupo poblacional más
afectado y en la revisión estadística los autores señalan que el mayor impacto fue en las mujeres. En
otro estudio referido por los médicos sobre adultos jóvenes de China, se investigaron los efectos de la
pandemia en 7134 estudiantes, de los cuales el 23% presentó síntomas de ansiedad. Respecto a este
resultado la mayor incidencia fue en los jóvenes de medios rurales, con inestabilidad económica, que
no vivían con sus padres o que sus amigos o familiares habían sido infectados con Covid-19.
(Cacchiarelli San Román, N., Eymann, A., Ferraris, J.R., 2021: 596. Basados en de Miranda DM,
Athanasio BS, Oliveira ACS, Simoes-ESilva AC., 2020 y en Cao W, Fang Z, Hou G, Han M, et al.,
2020).
Impacto de la pandemia en adolescentes y jóvenes de Latinoamérica y El Caribe
En el 2020, la UNICEF dio a conocer un reporte realizado por U-Report
3
sobre los efectos de la
pandemia de COVID-19, menciona que mediante la realización de un sondeo en 8.444 adolescentes y
jóvenes de 13 a 29 años de 9 países de Latinoamérica y el Caribe mostró el impacto que esa situación
provocó en la salud mental. Con base en esos datos esta agencia de la Organización de las Naciones
Unidas hizo un llamado a las autoridades de salud de los diferentes países para dar una mayor atención
a estos adolescentes y jóvenes, de los cuales el 73% ha sentido la necesidad de pedir ayuda a familiares
3
Organización de la Unicef que recaba información anónima y confidencial sobre adolescentes y jóvenes a
través de chatbot en redes sociales.
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y amigos, centros de salud, hospitales, centros de culto y servicios en línea, para encontrar el bienestar
físico y mental. No obstante, un 40% de estos adolescentes y jóvenes, según la investigación realizada
por U-Report, no pidió ayuda. En ese reporte se da a conocer que el 27% siente ansiedad y un 15%
depresión. Un 30% se refiere a la situación económica como la principal causa que influye en sus
emociones.
Otras afectaciones se han reflejado en la pérdida de motivación para realizar actividades que antes
disfrutaban y el mirar hacia el futuro con pesimismo. (UNICEF, 2020).
Uno de los viejos aspectos de la educación que reveló la pandemia fue la desigualdad existente en este
ámbito entre niñas, niños y adolescentes del mundo como lo afirma Human Rights Watch:
Los cierres de escuelas provocados por el coronavirus afectaron
desproporcionadamente a los niños y las niñas, porque no todos tuvieron las
oportunidades, las herramientas o el acceso necesarios para seguir aprendiendo
durante la pandemia.
Para millones de estudiantes, el cierre de escuelas no será una interrupción temporal
de su educación, sino un final abrupto de la misma. (Human Rights Watch, 2021)
Diversas situaciones durante la pandemia evidenciaron la desigualdad educativa, hecho preexistente,
planteado desde finales de los setenta por autores como Pierre Bourdieu y Passeron (2014) en La
Reproducción. Elementos para una Teoría del Sistema de Enseñanza, cuyas aportaciones revelan la
manera en que la escuela se ha constituido como una institución que contribuye con la función
ideológica de legitimar la reproducción de la desigualdad social, tanto en lo económico como en lo
cultural. Este hecho se patentiza durante la pandemia ante el cierre de las escuelas y la manera
alternativa de continuar con la educación institucional llevada a cabo en casa, para lo cual, se recurre
a una tecnología improvisada, emergente y limitada que hace aún más evidente la desigualdad que
existe en la educación de niñas, niños y adolescentes, esta irrupción de la pandemia, que según la
Unesco afecta al 90% de la niñez y la adolescencia en edad escolar del mundo (Human Rights Watch,
2021), deja ver que sólo los más favorecidos contaban con el equipo necesario para tomar sus clases
en línea, otros estudiantes lo hicieron mediante un teléfono celular, pero hubo quienes no contaron con
el equipo mínimo o servicio de internet; debido a que la contingencia obligó el cierre de centros de
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trabajo remunerado, muchos padres de familia se fueron a la quiebra o perdieron su empleo, lo cual
implicó que algunos estudiantes abandonaran sus clases para poder encontrar algún empleo que les
permitiera salvar el sustento y la cobertura de necesidades económicas de la familia, hubo también
quienes vivieron la orfandad o perdieron algún familiar cercano. Ante tal adversidad, se sumó el
confinamiento en casa y su afectación a niñas, niños y adolescentes. Guessoum et al. (2020) citado en
Limbic, Neurorehabilitación (2020) menciona que algunos de los problemas de salud de los
adolescentes y jóvenes ocasionados por el confinamiento, son los siguientes: “elevado estrés agudo
y/o crónico, preocupación por sus familiares e incluso duelo por la falta de alguno de ellos. El parón
repentino en las escuelas y el confinamiento en los hogares llevan además a un aumento del tiempo en
redes sociales y uso de dispositivos móviles, lo que puede influir en su correcto neurodesarrollo”. En
el estrés agudo, según reporta la American Psychological Association (APA) basada en los estudios de
Miller (1994), se presentan síntomas tales como “agonía emocional: una combinación de enojo o
irritabilidad, ansiedad y depresión, las tres emociones de estrés.”
Ya Erich Fromm (1986) menciona en El miedo a la libertad que “es normal que todos los que se
sienten frustrados en su expresión emocional y sensual y también amenazados en su existencia misma,
experimenten como reacción un sentimiento de hostilidad” (p. 105).
En el caso de los jóvenes y los adolescentes latinoamericanos se destaca un tema importante referido
anteriormente pero en el que debemos insistir: la desigualdad social, ya que según la UNESCO en su
Informe de la Primera Encuesta de las Naciones Unidas sobre Juventudes de América Latina y el Caribe,
dentro del Contexto de la Pandemia de COVID-19 publicado en 2021, detalla que la pandemia ha tenido
un impacto importante en los jóvenes y adolescentes de Latinoamérica, tendencia que de no atenderse,
sugiere la publicación, afectará sus posibilidades de desarrollo en varios aspectos de sus vidas y en el
pleno acceso y disfrute de sus derechos humanos. (UNESCO, 2021).
Por su parte, la oficina regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, a través de su oficina de
prensa, mencionó la triple vertiente de consecuencias de la pandemia para los niños, adolescentes y
jóvenes latinoamericanos, tales vertientes son: la pérdida de poder adquisitivo de las familias, el
confinamiento con su subsecuente pérdida de factores tan relevantes como la socialización, el
aprendizaje y el desarrollo generado por el contacto entre pares en la dinámica social y por último, y no
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por ello menos importante el cierre de las escuelas. Todo ello, según el reporte presentado por esta
agencia internacional, representa sin duda pérdidas intergeneracionales en los jóvenes en quienes se
refleja el mayor índice de desigualdad de oportunidades. (UNICEF, 2021).
Jóvenes, pandemia y diversas realidades sociales
Las personas y específicamente los adolescentes de diversas partes del mundo tuvieron su forma de
experimentar los efectos del COVID-19, si bien, como se mencionó anteriormente, los estados
generados por la pandemia y la etapa de resguardo tuvieron incidencia en todos, fueron los adolescentes
quienes se vieron especialmente afectados debido a las escasas posibilidades de comprender el hecho
histórico que se experimentaba en ese momento y el poco acceso a oportunidades reales de pedir y
encontrar ayuda desde lo básico que fue el hogar y que en muchas de las ocasiones se encontraba sumido
en la incertidumbre y la violencia. Según Carlos Galán (2021) los efectos ocasionados por la etapa del
aislamiento son un suceso de “impacto considerable” en el que se ve reducido el bienestar psicológico
y consecuentemente se afecta la salud mental sobre todo de los jóvenes, quienes experimentan baja
satisfacción con la vida, estrés asociado al trabajo y pérdida de confianza en las autoridades. El autor
también señala que el estado de bienestar físico se vio severamente afectado específicamente por la
reducción en la interacción social ya que el estrés psicológico generado por esta condición puede
manifestarse físicamente. Un aspecto interesante que refiere Galán es la experiencia personal
proveniente de una “percepción subjetiva” sobre dos aspectos centrales, la soledad y la satisfacción en
las relaciones personales, que en esos tiempos fueron escasas por las condiciones que se vivían. Es decir,
cada persona será impactada por el aislamiento, en relación con su manera de ser y la frecuencia con la
que vive sus interacciones sociales.
Portela y Machado (2022), Investigadoras del Departamento de Psicología de la Universidad Católica
del Uruguay, señalan que un síntoma, aún investigado y cuyos efectos desconocemos en parte, es el
denominado “estrés post-traumático”, que en etapas diversas del aislamiento se manifestó, partiendo de
experiencias impactantes y que en el desempeño social del individuo en el futuro ejerce una influencia
decisiva.
En lo que respecta a los jóvenes y adolescentes de Estados Unidos, la revista de la American Association
of Retired Persons (AARP) menciona que además de las características de depresión y ansiedad
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semejantes a los adolescentes de otras partes del mundo, se ha registrado un aumento en el índice de
visitas a las salas de emergencias por crisis psiquiátricas infantiles. En esta publicación se menciona
además que como resultado del confinamiento se han manifestado efectos que van desde la dependencia
hacia la socialización virtual en cuanto a contenidos inadecuados y nocivos, hasta la comparación de su
vida con la de los demás. (AARP, 2022).
Implicaciones de la pandemia en la juventud mexicana
Refiriéndonos ya a nuestra propia realidad mexicana, el impacto de la pandemia posee diversas aristas,
y para explicarlo nos referiremos a un estudio realizado por el Population Council de México, en el cual
se señala que la pandemia y especialmente la etapa de resguardo, han incidido en la vida de los jóvenes
mexicanos al situarlos en un entorno de violencia que presenta varios tipos e intensidades. Entre los
datos sobre salud mental obtenidos mediante este estudio se detectó que “siete de cada 10 adolescentes
y jóvenes experimentaron síntomas depresivos, mientras que 62 por ciento dijo tener síntomas de
ansiedad, sobre todo mujeres y población no binaria. Asimismo, 14 por ciento de adolescentes y jóvenes
aumentaron el consumo de sustancias psicoactivas durante la pandemia y 71 por ciento dijo que en su
hogar contó con menores ingresos.” (Secretaría de Salud, 2021).
Complementando esta información, el blog del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y
Adolescentes, (SIPINNA), menciona según la Encuesta Nacional de Niñas, Niños y Mujeres de
UNICEF, que, desde hace años, el 63% de niños y niñas de entre 1 y 14 años fueron sometidos al menos
a algún tipo de castigo psicológico o físico por algún miembro del hogar. (SIPINNA, 2015).
Además, menciona el estudio de la Population Council que contó con la participación de 55 mil 612
personas de entre 15 y 24 años, que el acceso a los servicios de salud y educación se vieron severamente
afectados siendo los más comprometidos por esta situación los pertenecientes a los grupos indígenas,
los afrodescendientes y los de menores ingresos. (Secretaría de Salud, 2021).
El mismo informe señala que se observaron consecuencias negativas en la salud mental de los jóvenes
siendo los síntomas más severos la depresión con sus consecuencias en varios aspectos importantes de
la vida de los adolescentes como el desempeño escolar y la socialización y la ansiedad en sus diversas
sintomatologías.
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Los problemas de salud mental y emocional generados en los adolescentes durante la pandemia de
Covid-19, al igual que en otras partes del mundo, también se han presentado en el estado de Chihuahua.
En el 2023 se detectaron mil 500 casos en estudiantes del Colegio de Bachilleres del Estado de
Chihuahua (Cobach), quienes requerían ser atendidos por especialistas. Este programa se implementó
también en el 2024 para atender aproximadamente a 16 mil estudiantes mediante un proceso de tamizaje
con el fin de continuar con la detección de factores de riesgo posteriores a la pandemia. Los principales
casos detectados han sido de ansiedad y depresión. El director general de Bachilleres en el estado de
Chihuahua Humberto de las Casas mencionó que con este programa de atención se busca fortalecer la
salud mental en los adolescentes. (Ceniceros, 31 de mayo de 2024).
Chihuahua y las consecuencias de la pandemia en un grupo de primero de secundaria
Investigación, metodología y revelaciones
Como parte del proceso de titulación en el Doctorado en Desarrollo Educativo, perteneciente a la
UPNECH, Campus Virtual, se llevó a cabo un proceso de investigación en el cual se tomó como objeto
de estudio un grupo de estudiantes de primer grado de secundaria de un plantel federal de la Ciudad de
Chihuahua para conocer los cambios en los procesos y la metodología didáctica de los maestros en
activo en las etapas pandémica y pospandémica, y parte del conocimiento fue la caracterización de los
sujetos que han propiciado, en el universo muestral, los cambios requeridos. Fueron varios los
instrumentos empleados para recabar información, se utilizó la metodología de observación participante
y el diario de campo fue una parte estratégica, también se utilizaron entrevistas a los maestros y alumnos.
Las entrevistas tenían como objetivo, en el caso de los estudiantes conocer la percepción del estado en
que se encuentra su propio aprendizaje, además de sus experiencias y testimonios durante la etapa de
resguardo y el regreso a clases. En el caso de los maestros, conocer desde su perspectiva, con base en la
observación y la práctica docente el modo en que aprenden e interactúan los alumnos.
Con los datos obtenidos y su procesamiento fue posible generar la información que permitiera tener un
mejor conocimiento sobre las situaciones que han influido en el comportamiento, características de
aprendizaje e interacción y desarrollo social de los alumnos, es decir, con base en esa información fue
posible conocer en cierta medida cómo son los adolescentes en la etapa posterior a la pandemia y qué
factores intervinieron en esa forma de ser.
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En primer lugar, se puede hablar de un anclaje temporal y sus efectos en el trabajo del aula. El desarrollo
cognitivo y emotivo es un mecanismo complejo que depende de varios factores como el entorno en el
que nos desarrollamos, el cual puede desviar el correcto desarrollo, ocasionando traumas. Acerca del
entorno, la doctora Andrea Brandt (2022), señala que es un factor de emociones intensas que, de no
procesarse correctamente en la etapa adecuada del evento, pueden interiorizarse y quedarse como un
gancho o anclaje temporal en las personas y afectar su vida como actitudes distintivas de la época del
trauma, hasta que son descubiertas y procesadas. Ejemplo de ello se vio representado en uno de los
alumnos, quien manifestó actitudes que no corresponden a su etapa de desarrollo, es decir, no utiliza la
lógica de la actitud y su debida consecuencia al no distinguir lo que le pasará con un reporte y el aviso
a sus padres. En este caso el alumno fue advertido en un par de ocasiones de no golpear con la regla
flexible a su compañera y a la tercera se le reportó, minutos después de saber que se le ha reportado, se
le sorprendió intentándolo de nuevo.
Otro de los casos fue el del alumno que durante la entrevista hizo el siguiente comentario: “me dan ganas
de quitar a los niños, me molesta verlos y el ruido, no lo aguanto, quiero quitarlos”. En este caso se
ejemplifica la actitud de baja tolerancia y la tendencia a no aceptar a los compañeros, incluso de llegar
a la violencia. Al respecto, la maestra Mitzi, en entrevista, manifestó claramente el estado de propensión
hacia respuestas violentas entre los alumnos. Al preguntarle ¿cómo ha cambiado la dinámica social? ella
comentó: “los alumnos se han vuelto más violentos, parece que son irracionales ante su actitud y las
consecuencias de su actuar en la interacción con sus pares. Nada los inquieta… y eso preocupa”.
En relación con los comportamientos del alumnado en este nivel de escolaridad y en comparación con
el antes y el después de la pandemia, se advierten situaciones de disociación, lo cual, según la revista
Psychology tools (2021), la disociación es una respuesta regular a los traumas, donde el individuo se
siente desconectado de sus emociones o de lo que lo rodea.
En cuanto a la posible fijación de entornos violentos vividos durante el confinamiento, se reflejan casos
como el de la alumna a quien se le llamó la atención por haber puesto el pie a su compañera y en
respuesta a la llamada de atención, ella sólo sonreía y se comunicaba a señas con un compañero, como
si acabara de hacer algo gracioso, a pesar de que se le dijo que llamarían a su mamá para citarla en la
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escuela. Lo que ocasionó este comportamiento fue serio, la niña a la que puso el pie apenas alcanzó a
detenerse del escritorio para no caer hasta el suelo, pero al hacerlo se lastimó ambas muñecas.
En lo que se refiere a la violencia en las relaciones sociales dentro del contexto escolar podemos afirmar
que el bullying es un problema muy serio que afecta al adolescente y puede llegar a tener consecuencias
graves en su desarrollo emocional y social y este bullying o maltrato se desarrolla dentro de un universo
más amplio que el de los pares, generándose en contextos tan cercanos a la víctima como su propio
hogar. Como señala el blog del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes
(SIPINNA), según la Encuesta Nacional de Niñas, Niños y Mujeres de UNICEF, el 63% de niños y
niñas de entre 1 y 14 años fue sometido al menos a algún tipo de castigo psicológico o físico por algún
miembro del hogar (SIPINNA, 2017).
En el diario de campo de la investigación llama la atención el comentario de un alumno en el que
menciona que no se hablaban entre los miembros de la familia debido a que se trataron mal, se gritaron
mucho, y en sus palabras: “nos dijimos cosas bien pinches”. Al respecto, en entrevista el profesor Saúl
comentó: “los alumnos presentan cierto retraimiento que no les permite concentrarse, he escuchado a
algunos alumnos decir que se sienten tranquilos en la escuela porque se sentían asfixiados en casa, se
trataron y los trataron mal”, lo que incide en el tema emocional y social, convirtiéndose en una barrera
importante de su desarrollo.
Todo esto como antecedente del comportamiento de los adolescentes en el contexto escolar, uno de los
resultados de los estados traumáticos generados por la pandemia y las condiciones complicadas en el
hogar como la violencia, el maltrato y la frustración generada por la dificultad de procesar las emociones
como señala Schilling (2023): “a algunas personas, los traumas las puede llevar a una afección mental
llamada Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). Es un tipo de estrés que es tan intenso que supera
la capacidad de afrontamiento.”
Los traumas pueden afectar el estado anímico de los adolescentes, llegando a afectar comportamiento e
incluso el sueño, lo que los vuelve, según Schilling (2023), irritables, depresivos, con tendencia a
meterse en problemas y bajar su rendimiento escolar. El maestro Saúl comenta “…debo ser muy
cuidadoso porque en cualquier momento podría generarse una situación de violencia o incluso de
emergencia ya que son mucho menos tolerantes con los demás y tienden a ser violentos”. Esta
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preocupación del maestro sobre el comportamiento de los chicos refleja la necesidad de hacer cambios
en el actuar tanto dentro como fuera del salón de clase, debido a esa tendencia a la irritabilidad y la
violencia hacia los demás, que incluso ha llegado a generar el bullying entre compañeros.
En el diario de campo se registró la referencia a una situación que pudo haber llevado a graves
consecuencias, este caso es el de un pleito que se generó en segundos debido a, según comentan los
compañeros: “se vieron feo y se retaron”. La violencia, como se analizó anteriormente, es una de las
situaciones a las que fueron sometidos los alumnos en la etapa de resguardo, lo cual, sumado al
aislamiento, generó estados anímicos adversos en los adolescentes que afecta al desempeño escolar en
la etapa de regreso a clases.
Conviene recordar que el aislamiento social es la desconexión o distanciamiento de los entornos sociales
a los que está acostumbrado el individuo. Esta situación puede generar “un impacto negativo en la salud
mental y emocional de la persona”, según señala la psicóloga Isabel Abellán (2019) en su blog de
psicología clínica. También menciona que, como consecuencia del aislamiento, surgen manifestaciones
emocionales como angustia, ansiedad, temor e incertidumbre debido a la impotencia.
La ansiedad es uno de los principales problemas de salud mental presente en los jóvenes de los diferentes
países del mundo, una manera de manifestarse puede apreciarse en la descripción que hace uno de los
alumnos entrevistados al referirse a la etapa vivida durante el confinamiento: “sentía muy feo, me faltaba
el aire por el miedo, lloraba cuando salía mi papá a trabajar y que se fuera a contagiar y se muriera.”
En las entrevistas, los maestros manifestaron algo en común: la falta de condiciones para que los
alumnos trabajaran de forma adecuada durante sus clases virtuales, como explica la maestra Mitzi: “…en
muchos de los casos no tenían las condiciones necesarias para concentrarse ya que incluso eran
molestados por hermanos y por otras personas.” Por su parte el maestro Saúl explica el estado de ánimo
que observaba en los alumnos: “se les veía distantes, no se concentraban, y cumplían poco.” En otra
entrevista uno de los maestros, explicó a su modo lo que observó en esa etapa y menciona lo expresado
por algunos alumnos con respecto a sus sentimientos: “fue un desastre, poca asistencia, participación y
cumplimiento de tareas y actividades, y varios alumnos me comentaron que no se podían concentrar ni
trabajar porque estaban angustiados y asustados.”
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Existen, consecuencias observables ahora en las aulas, ya que resulta notorio, desde el momento de la
evaluación diagnóstica, que los alumnos presentan dificultades en comprender un texto por la falta de
capacidad de llevar a cabo una lectura de calidad, según se señala en el boletín Noticias de la ONU, al
afirmar que: “la magnitud de las pérdidas educativas causadas por el Covid-19 es "casi insuperable".
(Boletín Noticias ONU, 2022). Y esto va más allá, según señala el mismo boletín de la ONU, la etapa
de resguardo aumentó los casos de abuso y por lo tanto, afectó también la salud mental de los alumnos
con el creciente índice de casos de ansiedad y depresión en NNA.
Como consecuencia del resguardo fue notable la falta de interacción que se generó entre pares, lo que
derivó en graves problemáticas en los alumnos, ya que, según señala el Centro de Formación y
Orientación Psicopedagógica Educandoss: “en la etapa escolar, los niños tienen la necesidad de sentirse
integrados, más que en cualquier otra etapa del desarrollo personal. La falta de integración entre los más
pequeños puede ser causa de serias dificultades en el desarrollo emocional e intelectual”. El Centro
señala además dos de los más graves síntomas provocados por la falta de interacción y comunicación
entre compañeros y por tanto, el impacto que eso implica en el aprendizaje dentro del contexto escolar,
tales síntomas son la apatía y falta de entusiasmo por las actividades escolares, así como el ausentismo
y la falta de atención, síntomas que de no ser atendidos conducirán al fracaso escolar. (Educandoss
2013). Tal situación se ve reflejada en las palabras de uno de los alumnos entrevistados, quien a su
manera expresa lo siguiente: “no entiendo nada, los profesores explican, pero yo no entiendo, pa´ que
vengo, ya sé que no sirvo pa´ la escuela.” En otra de las entrevistas el maestro Saúl, mencionó que “los
alumnos no saben leer, no retienen información, todo les afecta, enoja y les da flojera, es más, no quieren
estar en la escuela.” Estos comentarios confirman lo señalado con respecto a la falta de interacción y
sus consecuencias escolares.
Revelaciones
Uno de los temas que más llama a la reflexión en estas situaciones que la pandemia puso en relieve es
el hecho de que, de un momento a otro, la realidad de millones de niños, adolescentes y jóvenes se ve
impactada por la repentina alteración del entorno socio escolar que se reveló como el sustento de un
frágil equilibrio de naturaleza inesperada que fue capaz de cambiar el modo de pensar, sentir, actuar,
aprender y relacionarse de toda una sociedad y hacer especial mella en la niñez y la juventud de todo el
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mundo. En el mejor de los casos el entorno familiar y social de los niños estuvo inmerso en una realidad
favorable que permitió afrontar los cambios generados por la enfermedad y por el resguardo de forma
relativamente positiva, pero en muchos de los casos no fue así.
Si bien, la pandemia afectó a todos, se puede apreciar una diferenciación determinada por la región
donde habitan los jóvenes y los adolescentes, ya que mientras en los países más desarrollados la brecha
originada por las diferencias de acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación es poca, en la
realidad de América Latina, el Caribe y por tanto de México es un factor determinante de desigualdad y
por consecuencia en el desarrollo cognitivo y de aprendizaje.
Los jóvenes y los adolescentes, desde el punto de vista del resguardo sufrieron una ralentización en su
desarrollo psicosocial, de nuevo determinado por el acceso a las nuevas tecnologías, las cuales
permitieron establecer conexiones sociales a través de las redes a aquellos pertenecientes a estratos
sociales más favorecidos, mientras que los jóvenes que no tenían siquiera un teléfono inteligente o
acceso a internet vivieron condiciones de socialización escasas.
Esta condición de educación a distancia reveló grandes desigualdades de acceso a oportunidades ya que
mientras algunos tenían acceso a internet y regularidad de conexión con sus maestros, muchos de ellos
estaban privados del acceso a su entorno escolar y alejados de las oportunidades de aprender.
Para millones de jóvenes no fue una suspensión temporal de su proceso educativo, sino de un final
repentino y desconcertante. De pronto se vieron obligados a asumir una realidad escolar desconocida
para todos en la cual debían trabajar a distancia, ya sea con el apoyo de las Tecnologías de la Información
y Comunicación (TIC) o por medio de guías impresas proporcionadas por el personal docente de las
escuelas.
Con el uso de los dispositivos móviles pudo avanzarse en el proceso educativo pero esta condición alteró
el adecuado neuro-desarrollo de los jóvenes al estar expuestos a ellos de forma excesiva.
Aunque se procuró avanzar con el desarrollo curricular, las condiciones de educación a distancia no
permitieron llegar al pleno cumplimiento de aprendizajes esperados, lo que ha dejado un déficit
educativo y grandes diferencias intergeneracionales que difícilmente se compensarán en los próximos
años.
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El resguardo ocasionado por la pandemia, y las características distintivas de éste en contextos menos
favorables como la falta de sustento, el duelo y la violencia han dejado características específicas en los
jóvenes y los adolescentes que hoy definen su modo de aprender e interactuar.
Una de esas características es el anclaje temporal debido a diversos niveles de estrés al que fueron
sometidos, lo que ocasiona un comportamiento, razonamiento y actitudes que corresponden a los
momentos más significativos experimentados por ellos y que como no fue debidamente atendido, se ha
quedado en su modo de actuar en la nueva realidad escolar que vivimos.
Otra consecuencia de un entorno familiar y social violento fue el retraimiento y falta de concentración
no solo en las labores escolares, sino que va más allá, con la pérdida de motivación hacia actividades
que antes resultaban satisfactorias para ellos lo que genera en diversos niveles depresión que impide un
desarrollo adecuado en lo social y lo académico.
CONCLUSIONES
En esta exploración de diversos estudios e informes sobre los efectos ocasionados por la pandemia de
Covid-19 en adolescentes y jóvenes del mundo, pero también muy especialmente en México y en un
caso específico de investigación en estudiantes de secundaria de la ciudad de Chihuahua, ha sido posible
dar cuenta de las diferencias, pero también de las significativas semejanzas que tanto en la etapa de
pandemia como de pospandemia se revelan sobre el impacto que tuvo en los adolescentes y jóvenes más
que la enfermedad misma, el aislamiento o confinamiento social. En el contexto educativo las
instituciones de educación de todos los niveles en diferentes países del mundo evidenciaron el rezago
tanto institucional como de práctica docente en la adquisición, formación y uso de equipo y tecnología
avanzada. Las instituciones se vieron limitadas y sin preparación para enfrentar una situación crítica, en
este caso la pandemia de Covid-19. Un sello común fue la improvisación para mantener la continuidad
de los procesos educativos con resultados poco favorables para docentes, alumnos y padres de familia.
En América latina y el Caribe se revelaron las grandes contradicciones sociales entre quienes tienen y
quienes no tienen el capital económico y cultural, diversas situaciones relacionadas con lo laboral, la
atención a la salud, y la educación, hicieron patentes esas diferencias sociales.
Estadísticamente los daños a la salud se presentaron en lo físico y lo psicológico y los decesos fueron
mayormente en los adultos y los adultos mayores. Los niños, las niñas, los adolescentes y jóvenes del
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mundo sufrieron principalmente daños a su salud mental, pero tales daños fueron sobre todo en los
adolescentes y los jóvenes.
Los diferentes efectos relacionados con la salud mental que se identificaron en este estudio y que como
ha manifestado la Unión Europea deben ser parte relevante de los retos para atender en el contexto
educativo, se han identificado como ansiedad, depresión, estrés, duelo, incertidumbre, frustración,
comportamientos violentos, de enojo, irritabilidad y hostilidad. Además de encontrar respuestas
favorables para resolver la desigualdad social en los ámbitos escolares, es preciso considerar algunos de
los aspectos que deberán ser focos de atención especializada en las diversas instituciones relacionadas
con adolescentes y jóvenes tales como la dependencia de las redes sociales y el uso excesivo de los
dispositivos móviles, la baja satisfacción por la vida, el estrés asociado al trabajo o al desempleo, la
pérdida de la confianza en las autoridades y el consumo de sustancias psicoactivas.
Es necesario y urgente atender estos problemas presentes en esta parte de la población mediante la
implementación de programas especiales y personal calificado al interior de las instituciones escolares,
suprimir las actitudes violentas físicas y verbales de la práctica docente y los ambientes escolares. La
educación requiere una transformación sustancial en términos de resiliencia e inclusión capaz de superar
los efectos presentes en la pospandemia.
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