pág. 7102
mitiga la Criminalidad Internacional, y Analizar cómo la prospectiva tecnológica mitiga la Criminalidad
Internacional.
La prospectiva en el ámbito de la criminalidad internacional es un enfoque analítico que busca anticipar
y prever tendencias futuras en el comportamiento delictivo y las dinámicas de seguridad global. Este
proceso utiliza métodos sistemáticos para identificar patrones emergentes y posibles escenarios, lo que
permite a las autoridades diseñar estrategias efectivas para combatir la delincuencia (INTERPOL, 2020;
Tavora, 2023). Según González Bellengeri (2024), la prospectiva es fundamental para que las fuerzas
del orden se adapten a los desafíos cambiantes de la criminalidad transnacional, facilitando respuestas
más informadas y proactivas.
El análisis prospectivo se basa en la recopilación de datos de diversas fuentes, incluidas investigaciones
académicas e informes de organizaciones internacionales. Este enfoque permite a los organismos de
seguridad evaluar cómo factores como la tecnología, la economía y los cambios sociales pueden influir
en la evolución del crimen (Karisma, 2023; INTERPOL, 2020). Al identificar tendencias clave, como
el aumento de la ciberdelincuencia o el tráfico de personas, los responsables de políticas pueden priorizar
recursos y esfuerzos hacia áreas críticas (Belski, 2022; Riquert, 2024). Sin embargo, también enfrenta
desafíos éticos relacionados con la vigilancia y la protección de derechos humanos, lo que exige un
equilibrio entre eficacia y justicia en las medidas adoptadas (Fundación ADC, 2022; Datysoc, 2024).
La criminalidad internacional, especialmente la delincuencia organizada transnacional, trasciende
fronteras y afecta la seguridad, estabilidad económica y social de múltiples naciones. Actividades como
el tráfico de drogas, la trata de personas y el lavado de dinero son solo algunas manifestaciones que
requieren una respuesta global coordinada (UNODC, 2002; Partin, 2015; Hummer & Byrne, 2023;
INTERPOL, 2020). A diferencia de la delincuencia interna, estos delitos tienen repercusiones en varios
países y son perpetrados por organizaciones que operan a nivel global (González Bellengeri, 2024; León
Ruiz, 2021).
El impacto de la criminalidad internacional es profundo y multifacético. Las organizaciones criminales
se adaptan rápidamente a los cambios globales, utilizando nuevas tecnologías para expandir sus
operaciones (Karisma, 2023; Datysoc, 2024). Esto exige una cooperación internacional efectiva y el
desarrollo de políticas integradas que no solo combatan estas amenazas, sino que también respeten los