jaguilar@itsoriente.edu.ec

https://orcid.org/0000-0002-6138-6563

Investigador Independiente

Ecuador

financiera. Obteniendo como resultados que, la educación financiera en las escuelas fomenta una cultura

de planificación financiera y promueve una mejor comprensión de los riesgos y oportunidades

financieras en el mundo actual. Se concluye que, la integración de la educación financiera en el currículo

escolar es crucial para dotar a los jóvenes con habilidades financieras sólidas que les permitan tomar

decisiones informadas y responsables en su vida cotidiana.

review of academic literature and relevant institutional documents. Searches were conducted in

databases such as Scopus, Web of Science and Google Scholar, as well as in institutional repositories

and specialized journals. Empirical studies, literature reviews, curricular proposals and experiences of

implementing financial education programs were selected. The results show that financial education in

schools fosters a culture of financial planning and promotes a better understanding of financial risks and

opportunities in today's world. It is concluded that the integration of financial education into the school

curriculum is crucial to provide young people with solid financial skills that allow them to make

informed and responsible decisions in their daily lives.

Además del entorno político y social, el entorno económico es uno de los cimientos que sostienen la

estructura de una sociedad (Velásquez et al., 2024). Muchas de las decisiones diarias que las personas

toman en el ejercicio de su ciudadanía son parte de ese ámbito económico; para ello, es necesario tener

las habilidades que les faciliten reaccionar y aprovechar las múltiples oportunidades que su entorno les

brinda. Sin embargo, la realidad difiere de las habilidades que los ciudadanos demuestran para afrontar

los retos que plantea la dinámica social, definida por el aumento de la intensidad de los procesos

económicos, políticos, sociales y culturales globales por encima de los de índole nacional o regional, la

presión sobre el consumo; y en el ámbito financiero, la masificación de bienes y servicios, su creciente

complejidad, y, por consiguiente, el mayor desafío (Vásquez y Díaz, 2021).

De acuerdo con Jiménez (2018) en ese contexto cotidiano, entender los sucesos que pueden impactar de

habilidades financieras que les faciliten aprovechar las oportunidades del entorno económico de la

sociedad, asumir riesgos, gestionar de manera sostenible sus recursos económicos y tomar decisiones

fundamentadas, actuando en beneficio de su propio bienestar y el de su familia (Villada et al., 2017).

Sin embargo, en el Sistema de Educación Regular (SER) de Ecuador, la instrucción en educación

financiera, con sus contenidos particulares, no está incluida en el Currículo Nacional Obligatorio.

De esta manera, el SER no estaría respondiendo a la necesidad de educar ciudadanos con habilidades

para optimizar la administración de sus recursos, para transitar de la educación escolar a la universidad

y al ámbito laboral, o para tomar decisiones fundamentadas, no solo como usuarios. Dentro de ese

marco, según Desfrancois (2024) la finalidad del estudio es examinar el enfoque en el tema de la

educación financiera en el Sistema de Educación Regular de Ecuador y aspira a concluir con una

nacional, basándose en los hallazgos del análisis.

El sector económico es un componente esencial del día a día de un individuo; se manifiesta en la vida

de los individuos desde edades cada vez más tempranas. Previo a entender la complejidad del ámbito

económico, niños, niñas y adolescentes han observado y, probablemente, han replicado conductas

vinculadas con la gestión y utilización del dinero y con la especificidad del consumo. En otras palabras,

han tenido una experiencia directa con acciones económicas y financieras (Pacheco et al., 2023).

Efectivamente, los individuos empiezan a relacionarse con la realidad financiera desde la infancia,

mediante actividades y vivencias diarias relacionadas con el dinero, como llevar a cabo tareas dictadas

por sus padres, adquirir alimentos o abonar su traslado al colegio. Es en esa práctica donde desarrollan

los hábitos que definirán su conducta económica a largo plazo. Este "aprendizaje de directrices para

los variados sistemas de distribución de dinero para los gastos cotidianos de sus hijos) con el

objetivo de desarrollar actitudes responsables ante el dinero, los recursos y los bienes familiares;

las matemáticas y la contabilidad, entre los principales contenidos); y,

Hoy en día, los contextos económicos en los que la persona debe interactuar muestran las repercusiones

de la globalización, un fenómeno complejo que se distingue por la creciente intensidad de los procesos

económico-financieros, políticos, sociales y culturales a nivel global por encima de los de naturaleza

nacional o regional (Muñoz, 2023). En el sector financiero, la particularidad radica en la masificación

de los productos y servicios financieros y su creciente complejidad, lo que conlleva a la mayor dificultad

proveedores y consumidores del sector financiero.

Según Vera (2018) la educación económica se convierte de manera operativa en conocimientos

económicos y financieros. De acuerdo con la autora, se debe interpretar la alfabetización económica

como el proceso educativo que facilita al ciudadano comprender su contexto económico, interpretar los

sucesos que pueden impactarlos de manera directa o indirecta, y potenciar las habilidades para tomar

decisiones individuales y sociales acerca de los dilemas económicos que surgen en la vida diaria. En

cambio, la alfabetización financiera potencia la capacidad para equilibrar ingresos y costos, elaborar y

gestionar un presupuesto, gestionar eficazmente el uso del crédito a corto, mediano y largo plazo, y

formular estrategias de ahorro, como en una proyección futura.

Mientras que para Sinche (2019) la alfabetización financiera se refiere a;

la calidad de la participación ciudadana al dotar a los ciudadanos de herramientas para comprender la

dinámica de la participación social, donde la economía es un importante eje articulador.

Su entendimiento se transforma en una tarea de alfabetización tan crucial como el aprendizaje de leer y

escribir, por lo tanto, es una tarea de la educación. En otras palabras, la educación financiera, desde la

perspectiva de Denegri (2020) abarca más que proporcionar información, conocimientos y desarrollar

la capacidad para distinguir las alternativas financieras, debatir sobre el dinero y los desafíos financieros,

proyectar alternativas de ahorro e inversión para el futuro y reaccionar de manera eficiente a las

situaciones que influyen en las decisiones financieras diarias. En otras palabras, además de proporcionar

información, conocimientos y proyección en el tiempo, es decir, de manera sostenible; en ese sentido,

se habla de una educación económica y financiera.

perspectiva tradicional, en la que el individuo posee la información requerida para tomar decisiones

lógicas en mercados eficaces, como premisa principal, hasta la perspectiva de las Finanzas Conductuales

(Behavioral Finance), en la que los elementos psicológicos del individuo (cognitivos, conductuales y

emocionales), junto con el ambiente y la cultura, influyen en las decisiones financieras (Monasterio et

al., 2022).

La educación, en su constante innovación, debe ajustarse de manera constante a las necesidades de la

dinámica social que se distingue por ciertas tendencias, entre ellas (Desfrancois, 2024):

periodos de retiro más extensos; simultáneamente,

sociales y el comportamiento de los consumidores.

Esa dinámica social demanda de las personas nuevas habilidades, como la financiera, para poder

involucrarse de manera efectiva en el proceso de desarrollo y bienestar social. Según la OCDE, la

competencia financiera se refiere al;

Dominio y entendimiento de los principios financieros, a las capacidades, motivación y seguridad

para emplear dicho saber en la toma de decisiones efectivas en diversos escenarios financieros,

incrementar el bienestar financiero de las personas y la sociedad, y facilitar la participación en la

vida económica. (p.12)

El presente trabajo se desarrolló desde un enfoque metodológico cualitativo de diseño narrativo, con

alcance descriptivo. Se desarrolló una revisión bibliográfica sobre temas especializados en pedagogía,

aplicados a la educación financiera a nivel nacional e internacional; utilizando criterios de inclusión, en

este caso aquellos artículos dentro del periodo 2020-2024 relacionados con la temática. Los mismos que

fueron encontrados mediante la búsqueda autónoma en bases de datos como: Scopus, Index y Scielo. Se

utilizaron gestores bibliográficos para organizar y almacenar documentos en el estilo APA.

Los hallazgos del estudio mostraron una variedad de métodos y tácticas empleadas para incorporar la

educación financiera en el plan de estudios escolar. De acuerdo con información recogida de varias

investigaciones, se descubrió que el 65% de los programas educativos aplicados en América Latina

escolar, aún existen retos en su eficaz aplicación. De acuerdo con información recogida por Santamaría

(2019) únicamente el 40% de los centros educativos en Ecuador han conseguido integrar correctamente

la educación financiera en sus programas habituales, lo que indica la necesidad de un mayor respaldo

institucional y recursos suficientes para su evolución. Igualmente, se descubrió que únicamente el 30%

de los profesores de educación primaria básica reciben formación específica en educación financiera, lo

que genera dudas acerca de la capacitación del personal educativo para tratar este asunto de forma eficaz

en el salón de clases (Ferrada et al., 2018).

Respecto a la visión de los alumnos respecto a la educación financiera en el programa escolar, se

descubrió que el 75% de los jóvenes participantes en la encuesta consideran relevante adquirir

conocimientos vinculados con la gestión del dinero y las finanzas personales durante su formación

financieras desde la infancia para afrontar los retos económicos del mundo contemporáneo. En el

análisis de los hallazgos, es vital subrayar la relevancia de una aplicación eficaz de la educación

financiera en el plan de estudios escolar para fomentar la comprensión financiera y el desarrollo de

competencias requeridas para tomar decisiones financieras conscientes en la etapa adulta.

Pese a los notables progresos en la incorporación de este asunto en la educación formal, es

imprescindible seguir avanzando en la formación de los profesores, la elaboración de programas de

estudio eficaces y la provisión de recursos apropiados para asegurar su éxito a largo plazo. Asimismo,

es esencial fomentar la cooperación entre entidades educativas, entidades gubernamentales y la sociedad

civil para enfrentar de forma holística los retos y posibilidades vinculados con la educación financiera

en el plan de estudios escolar. En conclusión, los hallazgos y el debate subrayan la relevancia de

en la incorporación de contenidos financieros en los programas de educación, tanto a escala regional

como global. Esta tendencia muestra un reconocimiento cada vez mayor de la relevancia de proporcionar

a los jóvenes las competencias requeridas para tomar decisiones financieras informadas y responsables

desde una edad temprana.

No obstante, a pesar de los progresos notados, aún existen retos significativos en la incorporación eficaz

de la educación financiera en el plan de estudios escolar. La ausencia de formación apropiada para los

profesores, la limitación de recursos y el insuficiente respaldo institucional son obstáculos que impiden

el desarrollo completo de la educación financiera en el ámbito educativo. Estos descubrimientos resaltan

la importancia de tratar de forma holística los elementos que inciden en la calidad y eficacia de la

instrucción en educación financiera en los centros educativos.