pág. 8266
ATOMOXETINA VS METILFENIDATO EN NIÑOS
CON TDAH
ATOMOXETINE VS. METHYLPHENIDATE IN CHILDREN
WITH ADHD
Brayan Antonio Madroñero Quintero
Médico General de la Universidad Cooperativa de Colombia.
Ana Katherine Tenganan Ascuntar
Médico General de la Universidad del Valle, Colombia.
Jaime Enrique Goiter Cortez
Médico General de la Corporación Universitaria Rafael Núñez, Colombia.
David Enrique Batista Pérez
Médico General de la Corporación Universitaria Rafael Núñez, Colombia.
Miguel David Mendoza Barrios
Médico General de la Universidad del Sinú, Colombia.
Juan David López Castro
Médico Epidemiólogo de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Colombia
María Margarita Castellanos Sarmiento
Médico General de la Corporación Universitaria Rafael Núñez, Colombia.
Andres Felipe Huerfano Celis
Médico General de la Universidad del Norte, Colombia.

pág. 8267
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i6.15533
Atomoxetina vs metilfenidato en niños con tdah
Brayan Antonio Madroñero Quintero1
brian.1321@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0004-4407-0884
Médico General de la Universidad Cooperativa
de Colombia.
Ana Katherine Tenganan Ascuntar
ana.tenganan@correounivalle.edu.co
https://orcid.org/0009-0009-0800-6478
Médico General de la Universidad del Valle,
Colombia.
Jaime Enrique Goiter Cortez
Jgc233@gmail.com
https://orcid.org/0009-0000-4387-9914
Médico General de la Corporación Universitaria
Rafael Núñez, Colombia.
David Enrique Batista Pérez
davidbp31@hotmail.com
Médico General de la Corporación Universitaria
Rafael Núñez, Colombia.
Miguel David Mendoza Barrios
mmendozabarrio@gmail.com.
Médico General de la Universidad del Sinú,
Colombia.
Juan David López Castro
J.davidlopez90@gmail.com
https://orcid.org/0009-0009-7777-4817
Médico Epidemiólogo de la Universidad
Autónoma de Bucaramanga, Colombia
María Margarita Castellanos Sarmiento
mariacastellanoss31@gmail.com.
https://orcid.org/0009-0006-5822-8747
Médico General de la Corporación Universitaria
Rafael Núñez, Colombia.
Andres Felipe Huerfano Celis
ahuerfano1997@gmail.com.
https://orcid.org/0009-0002-5744-7236
Médico General de la Universidad del Norte,
Colombia.
1 Autor principal
Correspondencia: brian.1321@hotmail.com

pág. 8268
RESUMEN
Antecedentes: El TDAH afecta aproximadamente al 5-7% de los niños en edad escolar y puede persistir
en la adolescencia y adultez. La etiología del TDAH es multifactorial, involucrando factores genéticos,
neurobiológicos y ambientales. El tratamiento farmacológico es una de las estrategias más efectivas para
manejar los síntomas del TDAH, siendo la atomoxetina y el metilfenidato dos de los fármacos más
utilizados. El metilfenidato, un estimulante del sistema nervioso central, ha demostrado eficacia rápida
en el control de los síntomas principales del TDAH, pero también está asociado con efectos secundarios
como insomnio y pérdida de apetito. La atomoxetina, un inhibidor selectivo de la recaptación de
noradrenalina, ofrece una alternativa no estimulante que puede ser preferible en pacientes con
comorbilidades como ansiedad o historial de abuso de sustancias. Sin embargo, su efecto terapéutico es
más gradual, lo que plantea dudas sobre su eficacia inmediata. Metodología: Se llevó a cabo una
revisión sistematica, teniendo en cuenta la pregunta de investigacion, ¿Cuáles son las diferencias en
eficacia y seguridad entre la atomoxetina y el metilfenidato en niños con TDAH, según la evidencia
disponible en la literatura científica? Se realizaron búsquedas en las bases de datos de PubMed, Scielo
y ScienceDirect, entre otras. Teniendo en cuenta los criterios de inclusion como: Estudios que comparen
directamente atomoxetina y metilfenidato en niños (edad <18 años) con diagnóstico de TDAH,
evaluando al menos uno de los siguientes resultados: eficacia (medida por escalas estandarizadas de
síntomas de TDAH) y seguridad (efectos secundarios reportados). Resultados: Numerosos estudios han
demostrado que tanto la atomoxetina como el metilfenidato son eficaces para reducir los síntomas de
inatención e hiperactividad en niños con TDAH. Sin embargo, el metilfenidato, un estimulante del
sistema nervioso central, tiende a mostrar una respuesta más rápida, con mejoras evidentes desde los
primeros días de tratamiento. En contraste, la atomoxetina, un inhibidor selectivo de la recaptación de
noradrenalina, suele requerir de dos a cuatro semanas para alcanzar su máximo efecto terapéutico.
Aunque ambos medicamentos son efectivos, algunos estudios sugieren que el metilfenidato puede ser
más potente en el control de síntomas, especialmente en niños con presentaciones combinadas de
TDAH. Conclusiones: Tanto la atomoxetina como el metilfenidato son opciones válidas para el
tratamiento del TDAH en niños, cada una con ventajas y limitaciones particulares. La elección del
tratamiento debe basarse en una evaluación integral del paciente y un monitoreo continuo.
Palabras claves: atomoxetina, metilfenidato, niños, tratamiento no estimulante, tratamiento estimulante

pág. 8269
Atomoxetine vs. methylphenidate in children with ADHD
ABSTRACT
Background: ADHD affects approximately 5-7% of school-age children and can persist into
adolescence and adulthood. The etiology of ADHD is multifactorial, involving genetic, neurobiological
and environmental factors. Pharmacological treatment is one of the most effective strategies to manage
ADHD symptoms, with atomoxetine and methylphenidate being two of the most used drugs.
Methylphenidate, a central nervous system stimulant, has shown rapid efficacy in controlling the core
symptoms of ADHD, but is also associated with side effects such as insomnia and loss of appetite.
Atomoxetine, a selective norepinephrine reuptake inhibitor, offers a nonstimulant alternative that may
be preferable in patients with comorbidities such as anxiety or a history of substance abuse. However,
its therapeutic effect is more gradual, which raises doubts about its immediate effectiveness.
Methodology: A systematic review was carried out, taking into account the research question, what are
the differences in efficacy and safety between atomoxetine and methylphenidate in children with
ADHD, according to the evidence available in the scientific literature? Searches were carried out in the
databases of PubMed, Scielo and ScienceDirect, among others. Taking into account the inclusion criteria
such as: Studies that directly compare atomoxetine and methylphenidate in children (age <18 years)
with a diagnosis of ADHD, evaluating at least one of the following outcomes: efficacy (measured by
standardized ADHD symptom scales) and safety (reported side effects). Results: Numerous studies
have shown that both atomoxetine and methylphenidate are effective in reducing symptoms of
inattention and hyperactivity in children with ADHD. However, methylphenidate, a central nervous
system stimulant, tends to show a faster response, with improvements evident from the first days of
treatment. In contrast, atomoxetine, a selective norepinephrine reuptake inhibitor, typically requires two
to four weeks to achieve its maximum therapeutic effect. Although both medications are effective, some
studies suggest that methylphenidate may be more potent in controlling symptoms, especially in children
with combined presentations of ADHD. Conclusions: Both atomoxetine and methylphenidate are valid
options for the treatment of ADHD in children, each with particular advantages and limitations. The
choice of treatment should be based on a comprehensive evaluation of the patient and continuous
monitoring.
Keywords: atomoxetine, methylphenidate, children, non-stimulant treatment, stimulant treatment
Artículo recibido 10 octubre 2024
Aceptado para publicación: 15 noviembre 2024

pág. 8270
INTRODUCCIÓN
El TDAH afecta aproximadamente al 5-7% de los niños en edad escolar y puede persistir en la
adolescencia y adultez. Este trastorno se asocia con dificultades significativas en el rendimiento
académico, las relaciones interpersonales y el bienestar emocional. A pesar de su alta prevalencia, el
TDAH a menudo se malinterpreta o subdiagnostica debido a la variabilidad de los síntomas y la
influencia de factores culturales y sociales. (1)
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), el TDAH se clasifica
en tres presentaciones principales, en primer lugar, el de predominio de inatención: Los niños presentan
dificultad para mantener la atención en tareas o actividades, cometen errores por descuido, parecen no
escuchar y tienen problemas para organizarse. En segundo lugar, predominio hiperactivo-impulsivo:
Incluye comportamientos como hablar en exceso, dificultad para permanecer sentado y tendencia a
interrumpir o actuar sin pensar. Y por último: Presentación combinada: Una combinación de síntomas
de inatención e hiperactividad-impulsividad. El diagnóstico requiere que los síntomas estén presentes
en más de un contexto (por ejemplo, en casa y en la escuela) y que interfieran significativamente con el
funcionamiento diario. (1, 2)
La etiología del TDAH es multifactorial, involucrando factores genéticos, neurobiológicos y
ambientales. Estudios de gemelos sugieren una heredabilidad del 70-80%, con genes relacionados con
los sistemas dopaminérgico y noradrenérgico desempeñando un papel clave. También se han
identificado factores de riesgo prenatales, como la exposición materna al tabaco, alcohol o sustancias
tóxicas, así como complicaciones perinatales. (3)
El tratamiento del TDAH debe ser integral y adaptado a las necesidades individuales del paciente. Las
principales opciones incluyen:
• Tratamiento farmacológico: Los estimulantes como el metilfenidato y las anfetaminas son los
más utilizados debido a su eficacia comprobada. También se emplean medicamentos no estimulantes,
como la atomoxetina y la guanfacina, particularmente en pacientes con comorbilidades. (3)
• Intervenciones psicológicas: La terapia cognitivo-conductual ayuda a los niños a desarrollar
habilidades para manejar su conducta, mejorar su organización y enfrentar la frustración. (3, 4)

pág. 8271
• Intervenciones conductuales: Incluyen el entrenamiento para padres y maestros, centrado en
estrategias para reforzar comportamientos positivos y establecer límites claros. (3)
• Apoyo educativo: Las adaptaciones escolares, como tiempo extra para exámenes o un ambiente
de aprendizaje estructurado, son esenciales para optimizar el rendimiento académico. (3)
El tratamiento farmacológico es una de las estrategias más efectivas para manejar los síntomas del
TDAH, siendo la atomoxetina y el metilfenidato dos de los fármacos más utilizados. A pesar de su uso
generalizado, existen diferencias fundamentales en sus mecanismos de acción, perfiles de seguridad y
efectos terapéuticos que justifican una investigación más profunda para optimizar la elección del
tratamiento. (5)
El metilfenidato, un estimulante del sistema nervioso central, ha demostrado eficacia rápida en el control
de los síntomas principales del TDAH, pero también está asociado con efectos secundarios como
insomnio y pérdida de apetito. Por otro lado, la atomoxetina, un inhibidor selectivo de la recaptación de
noradrenalina, ofrece una alternativa no estimulante que puede ser preferible en pacientes con
comorbilidades como ansiedad o historial de abuso de sustancias. Sin embargo, su efecto terapéutico es
más gradual, lo que plantea dudas sobre su eficacia inmediata. (6)
Estudiar comparativamente estos fármacos permite identificar no solo cuál es más eficaz en diferentes
perfiles de pacientes, sino también cómo impactan en aspectos como la calidad de vida, la adherencia al
tratamiento y los resultados a largo plazo. Además, dado el impacto significativo del TDAH en la
infancia y su potencial para persistir en la adultez, es fundamental contar con evidencia sólida que
oriente al médico en la toma de decisiones terapéuticas. Este estudio analiza las diferencias en eficacia,
seguridad y efectos secundarios de ambos fármacos en niños diagnosticados con TDAH, basándose en
una revisión de estudios publicados en revistas científicas.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se llevó a cabo una revisión sistematica, teniendo en cuenta la pregunta de investigacion, ¿Cuáles son
las diferencias en eficacia y seguridad entre la atomoxetina y el metilfenidato en niños con TDAH, según
la evidencia disponible en la literatura científica? Se realizaron búsquedas en las bases de datos de
PubMed, Scielo y ScienceDirect, entre otras. Como palabras clave, se emplearon en las bases de datos
según la metodología DeCS y MeSH los términos: Atomoxetine; Methylphenidate; children; Non-

pág. 8272
stimulant treatment; Stimulant treatment; Attention Deficit Hyperactivity Disorder; Efficacy. Teniendo
en cuenta los criterios de inclusion tales como: Estudios que comparen directamente atomoxetina y
metilfenidato en niños (edad <18 años) con diagnóstico de TDAH, diseños de estudio: ensayos clínicos
aleatorizados (ECA), estudios observacionales comparativos y metanálisis, estudios publicados en
revistas revisadas por pares, evaluación de al menos uno de los siguientes resultados: eficacia (medida
por escalas estandarizadas de síntomas de TDAH) y seguridad (efectos secundarios reportados). Y como
criterios de exclusion tenemos: Estudios realizados en adultos o poblaciones distintas a niños, estudios
que no comparen directamente atomoxetina y metilfenidato, estudios en idiomas distintos al inglés o
español, revisiones narrativas, cartas al editor o resúmenes de congresos.
RESULTADOS
DESCRIPCIÓN DE LOS MEDICAMENTOS
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición neuropsiquiátrica
común en la infancia, caracterizada por dificultades de atención, hiperactividad e impulsividad. Entre
los tratamientos farmacológicos, la atomoxetina y el metilfenidato son opciones frecuentemente
utilizadas. (7)
Atomoxetina
La atomoxetina es un inhibidor selectivo de la recaptación de noradrenalina (ISRN). Se clasifica como
un medicamento no estimulante y pertenece a una categoría distinta de los tratamientos habituales para
el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), como los estimulantes. (7)
La atomoxetina actúa bloqueando la recaptación de la noradrenalina en la hendidura sináptica,
aumentando sus niveles en regiones cerebrales clave como la corteza prefrontal. Esta area esta
relacionada con la atencion, la organizacion y el control de los impulsos. Al mejorar la neurotransmicion
noradrenergica, la atomoxetina ayuda a regular las funciones ejecutivas y reduce los sintomas del TDAH
sin afectar directamente los sistemas dopaminergicos del estriado, como lo hacen los estimulantes. (7,
8)
La atomoxetina está indicada para lel tratamiento del TDAH en niños mayores de 6 años, adolecentes,
adultos con TDAH diagnosticado. Es especialmente recomendada en pacientes con un historial de abuso
de sustancias, debido a su bajo potencial de adicciones personas que no toleran los efectos secundarios

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de los estimulantes. Pacientes con comorbilidades como trastornos de ansiedad o tics. Aunque bien
tolerada por la mayoría de los pacientes, la atomoxetina puede producir efectos adversos, que suelen ser
leves o moderados. En la tabla 1 podemos identificar los principales efectos secundarios. (7, 10, 11)
Principales estudios y resultados relacionados con el uso de atomoxetina en TDAH
• Wilens et al. (2002): Este estudio aleatorizado y controlado con placebo demostró que la
atomoxetina es significativamente más efectiva que el placebo para reducir los síntomas del TDAH en
niños y adolescentes. Los resultados mostraron mejoras notables en las escalas de hiperactividad e
inatención. (8)
• Michelson et al. (2003): En un ensayo clínico con más de 500 niños, la atomoxetina redujo de
manera significativa los síntomas del TDAH en comparación con el placebo. Aunque su efecto
terapéutico fue más gradual que el de los estimulantes, los beneficios clínicos fueron claros a partir de
la segunda o cuarta semana de tratamiento. (9)
• Resultados a largo plazo: Investigaciones longitudinales han demostrado que el uso
continuado de atomoxetina mejora aspectos clave como el rendimiento académico, las relaciones
sociales y los problemas de comportamiento. Además, tiene un impacto positivo en la calidad de vida
de los pacientes y sus familias. (7)
Tabla 1. Efectos secundarios de la atomoxetina
A nivel gastrointestinal
Náuseas.
Dolor abdominal.
Pérdida de apetito
A nivel del sistema nervioso central:
Somnolencia.
Fatiga.
Mareos.
Otros:
Sequedad de boca.
Insomnio.
Irritabilidad.

pág. 8274
En casos raros, se han reportado efectos secundarios graves como ideación suicida, hepatotoxicidad y
aumento de la presión arterial o la frecuencia cardíaca. Por ello, es fundamental un monitoreo adecuado
durante el tratamiento. (11)
Metilfenidato
El metilfenidato es un estimulante del sistema nervioso central (SNC). Pertenece al grupo de fármacos
psicotrópicos y es uno de los medicamentos más utilizados para el tratamiento del Trastorno por Déficit
de Atención e Hiperactividad (TDAH). Es considerado un estimulante de tipo anfetamínico. (11)
El metilfenidato bloquea la recaptación de dopamina y noradrenalina en la hendidura sináptica,
principalmente en la corteza prefrontal, incrementando la disponibilidad de estos neurotransmisores.
Este efecto mejora la transmisión neural en áreas del cerebro responsables de la atención, el control de
los impulsos y la regulación de la actividad motora. (12)
A diferencia de otros estimulantes, el metilfenidato tiene una vida media más corta y sus efectos tienden
a ser menos prolongados, lo que hace necesario el uso de formulaciones de liberación prolongada en
muchos casos. (12)
El metilfenidato está indicado para Niños y adolescentes con diagnóstico de TDAH, en quienes los
síntomas afectan de manera significativa el rendimiento académico, social y emocional. En adultos con
TDAH, especialmente aquellos con dificultades funcionales en el trabajo o en sus relaciones
interpersonales. Y en algunos casos, se emplea para tratar la narcolepsia, debido a sus propiedades
estimulantes. Se recomienda su uso como parte de un tratamiento integral que incluya intervenciones
psicológicas, conductuales y educativas. (11, 13)
Principales Estudios y Resultados Relacionados con su Uso en TDAH
• Swanson et al. (1993): Este estudio demostró que el metilfenidato es altamente efectivo para
reducir los síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad en niños con TDAH. Los resultados
sugieren una mejora significativa en el comportamiento y el rendimiento académico en comparación
con el placebo. (14)
• MTA Cooperative Group (1999): En un estudio a gran escala conocido como el Multimodal
Treatment Study of Children with ADHD (MTA), el metilfenidato demostró ser más eficaz que las
terapias conductuales solas o el placebo para controlar los síntomas del TDAH. Sin embargo, el estudio

pág. 8275
también destacó la importancia de combinar el tratamiento farmacológico con enfoques conductuales
para obtener mejores resultados. (15)
El metilfenidato, aunque generalmente seguro y efectivo, puede provocar efectos adversos. Los más
comunes se muestran en la table 2. (16, 17)
Tabla 2. Efectos secundarios del Metilfenidato
A nivel gastrointestinal Pérdida de apetito.
Dolor abdominal.
Náuseas.
A nivel del sistema nervioso central Insomnio.
Nerviosismo o ansiedad.
Cefalea.
Otros Pérdida de peso (debido a la supresión del
apetito).
Aumento de la frecuencia cardíaca y presión
arterial.
En casos raros, se han reportado efectos secundarios más graves, como trastornos del estado de ánimo, episodios psicóticos o
comportamiento agresivo. Por esta razón, es fundamental un monitoreo regular durante el tratamiento, especialmente en niños.
(17)
COMPARACIÓN ENTRE ATOMOXETINA Y METILFENIDATO
Eficacia clínica
La comparación de la eficacia clínica entre la atomoxetina y el metilfenidato en el tratamiento del
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) ha sido un tema clave en la investigación
sobre opciones terapéuticas para esta condición. Ambas son medicaciones comúnmente recetadas, pero
funcionan de manera diferente y tienen perfiles de eficacia y efectos secundarios que pueden influir en
la elección del tratamiento. (16, 18)
• Metilfenidato: Numerosos estudios han demostrado que el metilfenidato es altamente eficaz en
la mejora de los síntomas del TDAH. Los pacientes tratados con metilfenidato muestran una reducción
significativa en los síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad. (10)

pág. 8276
• Atomoxetina: La atomoxetina es eficaz para reducir los síntomas del TDAH, aunque su inicio
de acción puede ser más lento que el de los estimulantes. Los efectos beneficiosos pueden ser más
evidentes después de algunas semanas de tratamiento. (20)
• Comparación de la eficacia: En varios ensayos clínicos, se ha demostrado que tanto la
atomoxetina como el metilfenidato son efectivos para reducir los síntomas del TDAH. Sin embargo, el
metilfenidato suele mostrar una mejora más rápida y pronunciada en los síntomas. La atomoxetina,
aunque eficaz, tiende a ser más lenta en su acción, lo que puede ser un factor limitante para algunos
pacientes. Sin embargo, puede ser la opción preferida en casos donde los estimulantes no son bien
tolerados o no son efectivos. (9) Además, la atomoxetina es útil para pacientes que tienen problemas
con el abuso de sustancias o comorbilidades psiquiátricas, ya que no tiene el potencial de abuso asociado
con los estimulantes. La decisión entre el uso de metilfenidato o atomoxetina depende de varios factores,
incluyendo la respuesta individual del paciente, la presencia de efectos secundarios, el historial médico,
la comorbilidad y las preferencias familiares. El metilfenidato puede ser preferido cuando se requiere
una respuesta rápida y un control más fuerte de los síntomas. (10) La atomoxetina es una buena opción
cuando los estimulantes no son efectivos o no son tolerados, o si el paciente tiene una condición que
contraindica el uso de estimulantes. (13, 18)
Perfil de seguridad
El perfil de seguridad de los medicamentos es un factor crucial a considerar, ya que ambos
medicamentos tienen efectos secundarios potenciales que pueden influir en su elección terapéutica. (19)
• Riesgos cardiovasculares: Ambos medicamentos pueden tener efectos sobre la presión arterial
y la frecuencia cardíaca, pero estos efectos son generalmente más pronunciados con el metilfenidato. La
atomoxetina, aunque también puede tener un impacto cardiovascular, tiende a ser más suave en este
aspecto. (19)
• Potencial de abuso: El metilfenidato tiene un mayor riesgo de abuso y dependencia debido a su
naturaleza estimulante. En contraste, la atomoxetina no tiene este riesgo, lo que la hace más adecuada
para pacientes con antecedentes de abuso de sustancias. (18, 19)
• Efectos sobre el apetito y el sueño: El metilfenidato tiene un impacto más significativo en el
apetito y el sueño, lo que puede afectar el crecimiento en niños. La atomoxetina, aunque puede causar

pág. 8277
somnolencia, generalmente tiene un menor efecto en el apetito y el sueño, lo que la convierte en una
opción más adecuada para algunos pacientes. (19, 20)
Impacto en comorbilidades
El impacto de las comorbilidades en el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e
Hiperactividad (TDAH) es un aspecto crucial en la elección entre atomoxetina y metilfenidato.
Aproximadamente el 50-70% de los niños con TDAH presentan comorbilidades como trastornos de
ansiedad, trastornos depresivos, trastornos del espectro autista, problemas de aprendizaje y trastornos
de conducta. Tanto la atomoxetina como el metilfenidato tienen perfiles diferenciados en su capacidad
para abordar estas condiciones asociadas. En la tabla 3 podemos identificar el impacto en las
comorbilidades de cada medicamento. (17, 18, 19, 20)
Tabla 3. Comparación general del impacto en comorbilidades
Comorbilidad Atomoxetina Metilfenidato
Trastornos de
ansiedad
Eficaz y generalmente bien tolerada;
puede reducir la ansiedad.
Puede empeorar la ansiedad en
algunos pacientes debido a su
efecto estimulante.
Trastornos del
estado de ánimo
Beneficios leves en el estado de ánimo,
pero no es un tratamiento específico.
Puede mejorar la irritabilidad
leve, pero requiere precaución
en casos severos.
Trastorno del
espectro autista
Útil y bien tolerada, con menos riesgo de
efectos secundarios conductuales.
Eficaz, pero con mayor riesgo
de irritabilidad y agresión en
niños con TEA.
Trastornos de
conducta/TOD
Puede ser menos efectiva que el
metilfenidato para el control de la
agresión.
Muy eficaz para mejorar el
autocontrol y reducir la
impulsividad.
Riesgo de abuso de
sustancias
Sin riesgo de abuso; preferida en
pacientes con antecedentes de abuso.
Potencial de abuso, pero puede
reducir el riesgo de consumo
problemático si se usa
adecuadamente.

pág. 8278
Adherencia y tolerancia
La adherencia al tratamiento y la tolerancia a los medicamentos son factores clave en el manejo del
TDAH. La adherencia refleja el compromiso del paciente con la toma regular de la medicación, mientras
que la tolerancia está relacionada con la capacidad de manejar los efectos secundarios. Tanto la
atomoxetina como el metilfenidato presentan características únicas que influyen en estas dimensiones.
Este apartado lo veremos resumido en la tabla 4. (19, 20, 21, 22)
Factor Atomoxetina Metilfenidato
Conveniencia de dosificación Una toma diaria favorece la
adherencia
Formulaciones de liberación
prolongada mejoran la
adherencia; dosis múltiples
diarias pueden ser
problemáticas.
Inicio de acción Beneficios graduales pueden
desmotivar a algunos pacientes
Inicio rápido de acción motiva
a los pacientes al percibir
resultados inmediatos.
Impacto de los efectos
secundarios
Efectos secundarios iniciales
leves (como somnolencia)
pueden afectar la adherencia
temporalmente
Efectos secundarios más
frecuentes (como insomnio o
pérdida de apetito) afectan la
tolerancia en algunos casos.
Riesgo de abuso y desvío Sin riesgo de abuso, lo que
mejora la adherencia en
poblaciones vulnerables
Potencial de abuso puede ser
un factor limitante en ciertos
contextos.
Tolerancia al efecto
terapéutico
Mantenimiento de la eficacia a
largo plazo, sin necesidad
frecuente de ajustes
Posible desarrollo de tolerancia
requiere ajustes periódicos de
la dosis.

pág. 8279
DISCUSIÓN
La elección entre atomoxetina y metilfenidato para el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención
e Hiperactividad (TDAH) en niños es un tema de considerable interés clínico, dado que ambos
medicamentos tienen mecanismos de acción y perfiles de eficacia y seguridad distintos. (23)
Numerosos estudios han demostrado que tanto la atomoxetina como el metilfenidato son eficaces para
reducir los síntomas de inatención e hiperactividad en niños con TDAH. Sin embargo, el metilfenidato,
un estimulante del sistema nervioso central, tiende a mostrar una respuesta más rápida, con mejoras
evidentes desde los primeros días de tratamiento. En contraste, la atomoxetina, un inhibidor selectivo
de la recaptación de noradrenalina, suele requerir de dos a cuatro semanas para alcanzar su máximo
efecto terapéutico. (18, 24)
Aunque ambos medicamentos son efectivos, algunos estudios sugieren que el metilfenidato puede ser
más potente en el control de síntomas, especialmente en niños con presentaciones combinadas de
TDAH. Por otro lado, la atomoxetina podría ser una opción preferida en niños con comorbilidades como
ansiedad o tics, debido a su menor potencial de exacerbar estos trastornos.
El perfil de seguridad de cada fármaco también juega un papel fundamental en la elección del
tratamiento. El metilfenidato se asocia frecuentemente con efectos secundarios como insomnio,
disminución del apetito, y en algunos casos, exacerbación de ansiedad o tics. Además, debido a su
naturaleza como estimulante, existe una preocupación sobre el potencial de abuso en poblaciones
vulnerables. (23, 25)
La atomoxetina, al no ser un estimulante, tiene un perfil de abuso mucho menor, lo que la convierte en
una opción atractiva para niños con antecedentes familiares de abuso de sustancias. Sin embargo, puede
estar asociada con efectos secundarios como somnolencia, fatiga y, en casos raros, ideas suicidas, lo que
subraya la importancia de un monitoreo adecuado durante el tratamiento. (18, 20)
El metilfenidato tiene una acción rápida y está disponible en formulaciones de liberación inmediata y
prolongada, lo que permite una mayor flexibilidad en el manejo de los síntomas durante el día. En
contraste, la atomoxetina tiene un efecto continúo debido a su administración diaria, lo que puede ser
útil para niños que necesitan un control sostenido de los síntomas, incluso fuera del entorno escolar. (25)

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La calidad de vida es un factor crucial en la elección del tratamiento. Los padres y cuidadores suelen
preferir tratamientos que minimicen los efectos secundarios mientras mejoran las interacciones sociales
y el desempeño académico. En este contexto, algunos estudios han reportado mayores niveles de
satisfacción con la atomoxetina debido a su menor impacto en el sueño y el apetito, aunque la adherencia
puede ser un desafío debido a su acción más lenta. (25)
La decisión entre atomoxetina y metilfenidato debe ser individualizada, considerando factores como:
Presencia de comorbilidades (e.g., ansiedad, depresión, tics), historia familiar de abuso de sustancias,
preferencias de los padres y niños en cuanto a perfil de efectos secundarios, necesidad de un inicio
rápido del efecto terapéutico.
CONCLUSION
En conclusión, tanto la atomoxetina como el metilfenidato son opciones válidas para el tratamiento del
TDAH en niños, cada una con ventajas y limitaciones particulares. La elección del tratamiento debe
basarse en una evaluación integral del paciente y un monitoreo continuo para garantizar resultados
óptimos y minimizar riesgos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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trial of atomoxetine in children with attention-deficit/hyperactivity disorder. Pediatrics, 110(5), e75.
https://doi.org/10.1542/peds.110.5.e75
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