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desarrollo integral de los estudiantes y algunas estrategias que fortalezcan la colaboración entre las
familias, escuelas y comunidades.
La participación familiar en el proceso educativo de estudiantes con Necesidades Educativas Especiales
(NEE) ha sido ampliamente reconocida como un factor crucial para el éxito de la inclusión educativa.
Diversos estudios, como el de García & Pérez (2018) han demostrado que cuando las familias se
involucran activamente en la educación de sus hijos, estos tienden a presentar un mejor rendimiento
académico, una mayor autoestima y una mejor adaptación social. La familia, como primer agente
socializador, juega un papel insustituible en el desarrollo integral del niño y, en el caso de los estudiantes
con NEE, su participación se vuelve aún más relevante.
El rol de la familia en el desarrollo educativo de los estudiantes va más allá de la simple supervisión de
las tareas escolares. Las familias crean los primeros ambientes de aprendizaje, modelan actitudes y
valores, y brindan el apoyo emocional necesario para que los niños se sientan seguros y motivados. En
el caso de los estudiantes con NEE, las familias desempeñan un papel fundamental en la comprensión
de las necesidades específicas de sus hijos, en la colaboración con los profesionales de la educación y
en la defensa de sus derechos.
La participación de la familia en la educación de sus hijos con NEE puede verse influenciada por
diversos factores, tanto internos como externos. Entre los factores internos se encuentran las
características personales de los padres, como su nivel educativo, sus creencias y sus expectativas. Los
factores externos incluyen las características de la escuela, como la comunicación, la actitud del
personal docente y la disponibilidad de recursos, así como las características de la comunidad, como el
nivel socioeconómico y las oportunidades de apoyo. Sin embargo, Fonseca Montoya, S., Requeiro
Almeida, R., & Valdés Fonseca, A. (2020) en el estudio realizado sobre “La inclusión de estudiantes
con necesidades educativas especiales vista desde el desempeño de los docentes de la educación básica
ecuatoriana.” consideran otros factores, como el nivel socioeconómico, el nivel educativo de los padres,
la gravedad de la discapacidad del hijo, la distancia a la escuela, la comunicación con el centro educativo
y las creencias culturales.
La investigación ha demostrado de manera consistente que la participación familiar tiene efectos
positivos en el rendimiento académico y social de los estudiantes con NEE.