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respeto a los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes.
Aunque los datos son alarmantes por sí mismo, las autoridades competentes han desarrollo políticas
para garantizar una vida libre sin violencia para las niñas, niños y adolescentes, sin importar en el
entorno social inmediato en el que se encuentre, pues, desde el marco legal y jurídico, todo menor de
edad tiene respaldados sus derechos mediante la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes.
Esta decreta que todos menor de edad que se encuentre en territorio nacional, es titular de sus
derechos, con capacidad de goce de los mismos, de conformidad con los principios de universidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad; el Estado mexicano deberá garantizar espacios
educativos que promuevan la cultura de la paz, igualdad, justicia y respeto, sin importar el idioma,
color de piel, edad, posición socioeconómica, discapacidad o cualquier condicionante que pueda
atentar contra su dignidad y derechos fundamentales (Cámara de Diputados, 2024).
El contexto estatal, en Tabasco, las cifras oficiales de junio 2022 hasta junio 2023, arrojan 83
expedientes por acoso escolar entre estudiantes, según lo informo la Secretaría de Educación de
Tabasco (Aguilar, 2024).
Por otro lado, datos ofrecidos por el INEGI, destacan que el 31.8% de las mujeres en Tabasco, han
sido víctimas de violencia escolar: de acuerdo con el reporte, de las agresiones en agravio de las
mujeres objeto de estudio, el 50.8% fue perpetrado por sus compañeros del sexo opuesto; el 24.3% por
un maestro; el 11.4% por un desconocido; 6.5% por otra compañera de su mismo sexo y el 5.8% por
otra persona de la escuela (Ravelo, 2023).
Por ello, resulta necesario identificar cuáles son los factores de riesgo que los estudiantes adolescentes
de Tabasco identifican como precursores y catalizadores de la violencia escolar en su entorno social
inmediato, tales como la familia, la sociedad en sí misma, y el factor personal.
La importancia de analizar estos tres factores como posibles puntos claves que proporcionarán datos
precisos recae en el hecho de que como seres sociales, todo comportamiento que exteriorizamos ante
la sociedad, es aprendido y replicado por la experiencia psicosocial de nuestros espacios de
convivencia habituales, tales como es la familia, pues como menciona Sánchez (2023) “la familia
cumple el papel protagonista en el desarrollo de una persona, pues aquí se aprende los elementos