ANÁLISIS DE LA BALANZA DE PAGOS
DE MÉXICO: DEPENDENCIA COMERCIAL
CON ESTADOS UNIDOS Y DESAFÍOS EN LA
RELACIÓN VOLÁTIL CON CHINA
ANALYSIS OF MEXICO'S BALANCE OF PAYMENTS: TRADE
DEPENDENCY ON THE UNITED STATES AND CHALLENGES
IN THE VOLATILE RELATIONSHIP WITH CHINA
Carlos Villegas Pérez
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México
Germán Martínez Prats
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México
pág. 9557
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i6.15627
Análisis de la Balanza de Pagos de México: Dependencia Comercial con
Estados Unidos y Desafíos en la Relación Volátil con China
Carlos Villegas Pérez1
carlosvillegasperez1@gmail.com
https://orcid.org/0009-0007-8777-7048
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco
México
Germán Martínez Prats
germanmtzprats@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0001-6371-448X
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco
México
RESUMEN
Este estudio analiza la balanza de pagos de México en sus relaciones comerciales con Estados Unidos
y China, identificando los principales desafíos y oportunidades para fortalecer la posición de México
en el comercio global. Los resultados muestran que México mantiene una relación comercial estable y
positiva con Estados Unidos, apoyada en acuerdos comerciales y la industria maquiladora. Sin embargo,
la relación con China presenta una alta volatilidad y dependencia en la importación de insumos
manufacturados, lo que genera un déficit comercial constante. A partir de estos hallazgos, se proponen
estrategias para diversificar las relaciones comerciales de México, incrementar el valor agregado
nacional en sus exportaciones y reducir la dependencia de insumos extranjeros, especialmente de China.
El estudio destaca la importancia de una política comercial que fomente la resiliencia económica y
mejore la competitividad de México en las cadenas globales de valor.
Palabras clave: balanza de pagos, Estados Unidos, China, dependencia económica, México
1
Autor principal.
Correspondencia: carlosvillegasperez1@gmail.com
pág. 9558
Analysis of Mexico's balance of Payments: Trade Dependency on the
United States and Challenges in the Volatile Relationship with China
ABSTRACT
This study analyzes Mexico's balance of payments in its trade relations with the United States and
China, identifying key challenges and opportunities to strengthen Mexico's position in global trade. The
findings indicate that Mexico maintains a stable and positive trade relationship with the United States,
supported by trade agreements and the maquiladora industry. However, the relationship with China
shows high volatility and dependency on imported manufactured inputs, resulting in a constant trade
deficit. Based on these findings, strategies are proposed to diversify Mexico's trade relationships,
increase national value-added in exports, and reduce dependence on foreign inputs, particularly from
China. The study highlights the importance of a trade policy that promotes economic resilience and
improves Mexico's competitiveness in global value chains.
Keywords: balance of payments, United States, China, economic dependency, Mexico
Artículo recibido 11 octubre 2024
Aceptado para publicación: 14 noviembre 2024
pág. 9559
INTRODUCCIÓN
El comercio internacional de México se encuentra en una etapa crítica de su desarrollo, caracterizada
por un complejo entramado de relaciones con potencias como Estados Unidos y China. Estas relaciones
se han intensificado en las últimas décadas debido a las políticas comerciales y los cambios estructurales
en las cadenas globales de valor (Fernandez Rojas, Marin Cahuana, Ordóñez Fonseca, & Ramos Flores,
2024). La tensión comercial entre Estados Unidos y China ha afectado los flujos comerciales en todo el
mundo, generando un entorno de alta volatilidad y competencia para los países en desarrollo como
México, que depende en gran medida de sus exportaciones hacia Estados Unidos y de sus importaciones
de insumos provenientes de China (Bernal-Meza, 2021).
El comercio de México con China ha crecido exponencialmente, pero esta relación ha sido desigual,
con un déficit comercial persistente y una dependencia cada vez mayor de insumos chinos en sectores
clave como el manufacturero y el automotriz (Liu & Covarrubias, 2021). Este fenómeno se observa
particularmente en la industria manufacturera, donde los insumos chinos han desplazado al valor
agregado estadounidense, dificultando que México fortalezca sus vínculos con sus socios en América
del Norte (Morales-López, 2022). La influencia de China se ha consolidado tanto en las exportaciones
de manufactura mexicana hacia Estados Unidos como en los sectores que tradicionalmente dependían
de insumos norteamericanos, como los productos electrónicos y la maquinaria pesada (Liu &
Covarrubias, 2023).
En este contexto, América Latina, y particularmente México, enfrenta el desafío de reducir su
dependencia en la exportación de productos primarios y de bajo valor agregado, consolidando al mismo
tiempo relaciones comerciales con ambas potencias de manera estratégica (Wainer, 2023). La pandemia
de COVID-19 intensificó esta dependencia, al tiempo que reforzó la posición de China como proveedor
clave de materiales médicos y otros bienes esenciales (Anguiano, 2020). Esta situación no es exclusiva
de México; países como Ecuador también dependen en gran medida de las economías de China y
Estados Unidos, lo que genera una estructura comercial que los posiciona como exportadores de
materias primas, con poca oportunidad para diversificar sus exportaciones (Márquez Carriel, Vergara
Romero, Márquez Sánchez, & Albán Molestina, 2022).
pág. 9560
En el sector textil, la inserción de México en las cadenas globales de valor (CGV) ha estado marcada
por una alta dependencia de insumos importados, mientras que China se consolida como un proveedor
clave en esta cadena (Rodil Marzábal & Gómez Pérez, 2021). Además, esta dependencia ha tenido
efectos adversos en el empleo manufacturero mexicano, con un número significativo de empleos
desplazados debido a la competencia de productos importados (Pérez-Santillán, 2021). La guerra
comercial entre Estados Unidos y China ha brindado a México una oportunidad para incrementar su
participación en el mercado estadounidense, pero esto también ha requerido ajustes en su estrategia de
comercio exterior (Torres García & Orozco Plascencia, 2022).
La falta de infraestructura adecuada en otros países de América Latina, como Colombia, ha dificultado
el aprovechamiento del transporte marítimo para facilitar el comercio con China y Estados Unidos,
resaltando la importancia de mejorar las capacidades logísticas para sostener el comercio internacional
(Lozano Arguello, 2021). En el caso de México, la industria automotriz ha logrado consolidarse como
un sector competitivo a nivel global; sin embargo, esta industria aún depende de la importación de
insumos, limitando la generación de valor agregado local y aumentando su vulnerabilidad ante cambios
en las políticas comerciales globales (Bonales-Valencia, Ortiz-Paniagua, & Bautista-Hernández, 2022).
En vista de estos desafíos, este estudio se propone analizar cómo México puede optimizar su inserción
en las cadenas globales de valor, maximizando el valor agregado nacional y reduciendo su dependencia
de insumos extranjeros, particularmente de China, en el contexto de sus relaciones comerciales con
Estados Unidos y China. Este análisis permitirá proponer estrategias que fortalezcan la competitividad
de México, a la vez que disminuyan su vulnerabilidad ante fluctuaciones globales y le permitan
capitalizar mejor su posición en la economía mundial.
El comercio internacional de México, particularmente en sus relaciones comerciales con Estados
Unidos y China, enfrenta una situación de creciente dependencia y vulnerabilidad en sectores
estratégicos como la manufactura y el automotriz. A medida que China se consolida como proveedor
clave en las cadenas globales de valor, los sectores mexicanos experimentan un desplazamiento del
valor agregado nacional y una dependencia de insumos importados, lo que limita el desarrollo de
capacidades locales y aumenta el riesgo de desempleo en la industria manufacturera. Al mismo tiempo,
la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la crisis provocada por la pandemia de COVID-19
pág. 9561
han reconfigurado las oportunidades de participación de México en el mercado estadounidense,
generando desafíos y oportunidades para fortalecer la competitividad mexicana en un entorno incierto
y de alta competencia.
A pesar de que el comercio con China ha facilitado el acceso a insumos clave y expandido las
exportaciones mexicanas, esta relación también ha reforzado estructuras de dependencia que debilitan
la autonomía económica del país. El problema central radica en cómo México puede optimizar su
inserción en las cadenas globales de valor, maximizar el valor agregado nacional y minimizar la
dependencia en insumos chinos, especialmente en sectores vulnerables como el manufacturero. De esta
forma, el país podría capitalizar mejor sus relaciones comerciales en un contexto de alta
interdependencia y competencia geopolítica.
Este estudio busca responder a la pregunta de cómo México puede fortalecer su balanza de pagos
mediante la diversificación de sus relaciones comerciales y la reducción de la dependencia de insumos
manufacturados de China, maximizando al mismo tiempo el valor agregado nacional en sus
exportaciones a Estados Unidos. Dada la estabilidad de la relación comercial con Estados Unidos y la
volatilidad en el comercio con China, el estudio se propone identificar estrategias que incrementen la
resiliencia de México frente a fluctuaciones externas y mejoren su posición competitiva en las cadenas
globales de valor.
El objetivo general de este estudio es analizar la estructura de la balanza de pagos de México con
Estados Unidos y China, evaluando las oportunidades para reducir el déficit comercial con China y
consolidar un saldo positivo en el comercio con Estados Unidos. Para alcanzar este objetivo, el estudio
plantea los siguientes objetivos específicos: en primer lugar, analizar la relación comercial de México
con Estados Unidos para identificar los factores que han permitido la estabilidad y crecimiento de su
saldo positivo en este mercado; en segundo lugar, examinar la relación comercial con China,
identificando los sectores y productos en los que México presenta una alta dependencia de insumos
importados, así como los factores que contribuyen a la volatilidad en esta relación; en tercer lugar,
evaluar las oportunidades y desafíos para México en el contexto de la tensión comercial entre Estados
Unidos y China, considerando posibles estrategias para fortalecer su participación en el mercado
estadounidense y reducir el impacto de su dependencia de insumos chinos; y, finalmente, proponer
pág. 9562
políticas que impulsen la producción local de bienes intermedios y aumenten el valor agregado nacional,
con el fin de mejorar la balanza de pagos de México y reducir su vulnerabilidad ante cambios en el
entorno global.
México con potencias como Estados Unidos y China, que representan tanto oportunidades como
desafíos para el desarrollo económico y la competitividad del país. México enfrenta una doble
dependencia: Estados Unidos como su principal mercado de exportación y China como una fuente
crítica de insumos en sectores estratégicos, especialmente en manufactura y automotriz. Esta estructura
dual plantea un reto considerable en términos de autonomía económica y sostenibilidad a largo plazo,
ya que la dependencia de insumos extranjeros reduce el valor agregado nacional y limita las
oportunidades de crecimiento en la economía mexicana.
La necesidad de fortalecer el valor agregado en las exportaciones mexicanas es crítica, ya que permitiría
al país generar empleo de mayor calidad y estabilidad en sectores altamente competitivos, como el
automotriz y el manufacturero. Sin embargo, la alta dependencia de insumos importados,
particularmente de China, expone a México a riesgos económicos y geopolíticos, como la volatilidad
de los precios de importación y las tensiones comerciales internacionales. Esto es especialmente
relevante en el contexto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como de la pandemia
de COVID-19, eventos que han demostrado cómo los cambios abruptos en el comercio global pueden
impactar seriamente a economías dependientes como la mexicana.
A nivel regional, el éxito de México en mejorar su competitividad y reducir su dependencia de insumos
importados tendría un impacto positivo no solo en su economía, sino también en su posición dentro del
Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Una mayor capacidad de generar valor
agregado permitiría a México aprovechar de manera más eficaz las ventajas del acuerdo y posicionarse
como un socio estratégico en la región, fortaleciendo la integración de América del Norte en las cadenas
globales de valor.
Este estudio, al explorar estrategias para maximizar el valor agregado nacional y reducir la dependencia
de insumos importados, contribuirá a la literatura económica y de política comercial, proporcionando
una base para la formulación de políticas que fomenten una mayor independencia económica y
competitividad de México en el ámbito global.
pág. 9563
Asimismo, los resultados podrán ser útiles para los tomadores de decisiones en el diseño de estrategias
comerciales y de desarrollo industrial que respondan a los retos de la globalización y las cambiantes
dinámicas del comercio internacional.
Estado del arte
La relación comercial de México con potencias como Estados Unidos y China ha sido objeto de análisis
en la literatura reciente, revelando una compleja interdependencia y una serie de desafíos para la
economía mexicana. Diversos estudios han abordado las implicaciones de esta dinámica desde distintas
perspectivas, resaltando tanto oportunidades como limitaciones.
La industria automotriz, uno de los sectores más importantes en el comercio exterior de México,
presenta una relación de complementariedad con China, que ha incrementado su inversión en México
para fortalecer su presencia en América del Norte. Esta inversión no solo impulsa el empleo en México,
sino que también genera competencia con otras empresas internacionales, lo cual plantea desafíos en
términos de legislación y políticas de integración económica (Gachúz & Montes, 2020). No obstante,
esta relación también representa una oportunidad para diversificar el comercio de México y reducir su
dependencia de Estados Unidos, en un contexto de creciente conflicto comercial entre Estados Unidos
y China (Barrera, Suárez, & Ospina, 2021).
La diplomacia comercial entre China y Estados Unidos ha sido interpretada como una estrategia
geopolítica de competencia hegemónica, en la que China ha demostrado una capacidad de adaptación
frente a las políticas proteccionistas estadounidenses, lo cual impacta indirectamente en las economías
dependientes de ambas potencias, como la de México (Lechuga-Cardozo, 2020). En este contexto, los
países latinoamericanos enfrentan el reto de mejorar su eficiencia en el uso de materiales y reducir su
dependencia de las exportaciones de productos primarios, que sigue siendo su principal recurso
comercial (León, Lewinsohn, & Sánchez, 2020).
El comercio intrarregional en América del Norte, particularmente bajo el Tratado entre México, Estados
Unidos y Canadá (T-MEC), ha beneficiado a Estados Unidos, que integra un mayor valor agregado en
sus exportaciones. En contraste, México enfrenta el desafío de fortalecer su capacidad de generación de
valor agregado en sus exportaciones, una necesidad que se vuelve más urgente ante el contexto de
tensión económica y comercial global (Orozco Morales, Padilla Pérez, & Romero Ramírez, 2021).
pág. 9564
Este mismo enfoque ha sido retomado en el análisis del paso del TLCAN al T-MEC, donde se concluye
que las nuevas regulaciones y normas favorecen en gran medida a Estados Unidos, manteniendo a
México en una posición de dependencia (Puyana, 2020).
En el análisis de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, diversos estudios resaltan cómo
estas tensiones han afectado la estructura de los flujos comerciales y han incentivado a los países
dependientes a replantear sus estrategias (Herrera et al., 2021). A pesar de que el TLCAN, ahora T-
MEC, ha permitido a México incrementar su producción y empleo, la distribución del valor agregado
sigue favoreciendo a Estados Unidos, generando vulnerabilidad en la economía mexicana (Ruiz-
Nápoles, 2021).
Por otro lado, la guerra comercial también ha impactado la economía china, aunque esta ha sabido
aprovechar la situación para fortalecer su mercado interno y su innovación tecnológica, lo cual
representa una lección para los países en desarrollo que buscan reducir su dependencia económica
(González García, 2020). En el sector agroalimentario, por ejemplo, México ha incrementado su
complementariedad con China, presentando ventajas comparativas en ciertas exportaciones, aunque
enfrenta amenazas en subsectores específicos (Avilés Quintanar & Wong-González, 2022).
Además de la relación comercial, los factores determinantes de la inversión extranjera directa (IED) de
China en América Latina han sido motivo de estudio. El tamaño del mercado de cada país se destaca
como el principal factor de atracción para la inversión china, mientras que otros factores, como la
calidad institucional y los recursos naturales, han resultado menos influyentes (Ávila-López, Zayas-
Márquez, & Galván-León, 2020). Esta dinámica ha permitido a China consolidarse en varios sectores
estratégicos en América Latina, incluyendo México, aunque las políticas para atraer y diversificar esta
inversión aún requieren fortalecimiento (Contreras-Álvarez & Molina-Vargas, 2020).
La guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, además de reducir los flujos comerciales entre
ambas naciones, ha incentivado la reconfiguración de las cadenas globales de valor, afectando
indirectamente a los países emergentes que dependen del comercio con estas dos economías (López
Serrano & Gómez Hernández, 2023). En México, esto ha creado tanto desafíos como oportunidades,
resaltando la importancia de diversificar sus relaciones comerciales y mejorar su competitividad para
aprovechar las oportunidades derivadas de las tensiones entre potencias.
pág. 9565
Este análisis de la literatura sugiere que, a pesar de las oportunidades de inversión y comercio con
China, México continúa enfrentando una dependencia significativa hacia Estados Unidos,
especialmente en el contexto del T-MEC y sus regulaciones. Al mismo tiempo, la necesidad de reducir
esta dependencia y de fortalecer su participación en las cadenas globales de valor se vuelve cada vez
más urgente en un contexto de alta competencia y conflictos comerciales internacionales. A partir de
este marco, el presente estudio busca profundizar en la inserción de México en las cadenas globales de
valor, evaluando el impacto de su dependencia en insumos y proponiendo estrategias que puedan
aumentar su valor agregado nacional y fortalecer su competitividad en el entorno internacional.
La Balanza de pagos en el contexto de las importaciones y exportaciones de México
La balanza de pagos de México juega un papel fundamental en la estabilidad y el crecimiento de su
economía, especialmente en un contexto de alta dependencia de sus relaciones comerciales con Estados
Unidos y su creciente interacción con China. La balanza de pagos, que registra todas las transacciones
económicas entre un país y el resto del mundo, incluye dos componentes clave para el análisis del
comercio exterior: la balanza comercial (parte de la cuenta corriente) y los flujos de inversión extranjera
directa (parte de la cuenta de capital). Estos dos elementos son esenciales para comprender las
dinámicas de importaciones y exportaciones de México y los desafíos económicos derivados de sus
relaciones comerciales.
Balanza comercial y su rol en la dependencia de exportaciones. La balanza comercial de México
ha mostrado un superávit constante en sus exportaciones hacia Estados Unidos, lo que indica una fuerte
relación comercial con el vecino del norte y un patrón de comercio en el que México se beneficia de la
demanda estadounidense. Esta situación es ventajosa en términos de generación de divisas y
estabilización de la cuenta corriente, pero también plantea una vulnerabilidad: cualquier cambio en la
política comercial o en la economía de Estados Unidos tiene un impacto directo en la economía
mexicana (Puyana, 2020; Orozco Morales et al., 2021). La transición del TLCAN al T-MEC ha
reforzado esta dependencia, y las nuevas regulaciones y normas impuestas por Estados Unidos han
intensificado la asimetría comercial, limitando la capacidad de México para expandir su valor agregado
en las exportaciones hacia su principal socio comercial.
pág. 9566
Déficit con China y su impacto en la balanza de pagos. A pesar del superávit en su relación comercial
con Estados Unidos, México presenta un déficit comercial creciente con China, debido principalmente
a las importaciones de insumos y productos manufacturados, necesarios para las exportaciones
mexicanas hacia otros mercados, incluidos Estados Unidos y Canadá (Gachúz & Montes, 2020; Barrera
et al., 2021). La dependencia de México en las importaciones de bienes intermedios chinos ha
consolidado una relación comercial en la que México se convierte en un ensamblador dentro de las
cadenas globales de valor, mientras que China actúa como proveedor de insumos clave. Esta situación
reduce el valor agregado nacional en las exportaciones mexicanas y aumenta la presión sobre la balanza
de pagos, especialmente cuando las importaciones de China superan los ingresos generados por
exportaciones a otros destinos.
Flujos de inversión extranjera directa y su relevancia en la balanza de pagos. Los flujos de
inversión extranjera directa (IED) también son cruciales para la balanza de pagos de México, pues
ayudan a financiar el déficit de la cuenta corriente, particularmente en los años en que el saldo comercial
global es negativo. La IED proveniente de Estados Unidos ha sido dominante, mientras que la inversión
china en México ha aumentado lentamente y se ha concentrado en sectores específicos, como el
automotriz y el agroalimentario (Ávila-López et al., 2020; Avilés Quintanar & Wong-González, 2022).
Aunque la IED china podría aliviar parte de la presión sobre la balanza de pagos, aún representa una
fracción pequeña en comparación con la inversión estadounidense, lo que limita la diversificación de
las fuentes de capital en México y refuerza la dependencia hacia un solo país.
Impacto de la balanza de pagos en la estabilidad económica y la competitividad. La balanza de
pagos de México refleja su posición en la economía global y su integración en las cadenas de valor. La
fuerte dependencia de exportaciones hacia Estados Unidos y de importaciones desde China sugiere una
economía vulnerable a los cambios en el entorno global, como la guerra comercial entre Estados Unidos
y China o la pandemia de COVID-19, eventos que han alterado los flujos comerciales y de inversión a
nivel mundial (Herrera et al., 2021; González García, 2020). Estos factores han afectado el equilibrio
de la balanza de pagos de México, limitando su capacidad para mantener una posición financiera
sostenible y afectando la estabilidad del peso mexicano, que depende en gran medida de las
exportaciones hacia el mercado estadounidense y de los ingresos por IED.
pág. 9567
Desafíos para una balanza de pagos sostenible: diversificación y valor agregado. Para fortalecer su
balanza de pagos y reducir la vulnerabilidad a fluctuaciones externas, México enfrenta el desafío de
diversificar sus relaciones comerciales y mejorar el valor agregado de sus exportaciones. Esto implica
fomentar políticas que fortalezcan la capacidad de México para producir bienes intermedios y reducir
su dependencia de insumos importados, especialmente de China. Además, al aumentar el contenido de
valor agregado nacional, México podría obtener mayores beneficios en la balanza comercial, reducir el
déficit con China y fortalecer su posición en la economía norteamericana (Lechuga-Cardozo, 2020;
León et al., 2020).
Finalmente, la balanza de pagos de México refleja tanto los beneficios como las limitaciones de sus
relaciones comerciales y de inversión con Estados Unidos y China. Mientras que el superávit comercial
con Estados Unidos aporta estabilidad, el déficit con China y la dependencia de la IED estadounidense
resaltan una estructura económica vulnerable. La mejora en el valor agregado y la diversificación
comercial e inversora se presentan como estrategias clave para mantener una balanza de pagos
sostenible y promover una economía menos dependiente de factores externos..
METODOLOGÍA
El presente estudio se fundamenta en un análisis descriptivo de los saldos de la balanza de pagos de
México en relación con Estados Unidos y China. Este enfoque permite identificar patrones y tendencias
en los flujos de importaciones y exportaciones de México con sus principales socios comerciales,
además de examinar la estabilidad y variabilidad en estas relaciones. Los datos utilizados fueron
obtenidos del Sistema de Información Económica del Banco de México (SIE) y del Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (INEGI) (Banco de México, 2024; INEGI, 2024). Se utilizaron series
históricas de datos de exportaciones e importaciones no petroleras de México hacia Estados Unidos y
China, desglosadas por región y año, con el fin de capturar la dinámica en los saldos comerciales. Los
datos mensuales más recientes de la balanza comercial proporcionados por INEGI permitieron realizar
un análisis comparativo de los saldos comerciales de México en 2024.
Primero, se recopilaron y organizaron los datos en series temporales, con una estructura estandarizada
en la que cada fila representaba un año y cada columna, una variable relevante (exportaciones,
importaciones y saldos comerciales por región).
pág. 9568
Los datos fueron revisados para identificar y corregir valores faltantes y valores atípicos, garantizando
su consistencia y precisión.
Luego, se graficaron las series temporales de los saldos de la balanza de pagos entre México y sus socios
comerciales para observar la evolución de los flujos comerciales en un periodo amplio. La gráfica
incluyó: el saldo total de México (incluyendo maquila), el saldo con Estados Unidos y con China, como
representantes de América del Norte y Asia respectivamente y los saldos agregados con América y Asia
para identificar tendencias regionales.
Posteriormente, se analizaron las tendencias de cada serie temporal, destacando los cambios en la
balanza comercial a lo largo del tiempo y la volatilidad en las relaciones comerciales con cada socio.
Para continuar, se realizó un análisis descriptivo de los patrones de estabilidad y volatilidad en los saldos
de balanza comercial. La relación con Estados Unidos mostró una tendencia de crecimiento estable en
el saldo positivo, mientras que la relación con China reflejó una alta variabilidad y un saldo negativo
persistente. Se observó la evolución de las exportaciones e importaciones no petroleras para identificar
las causas de la dependencia de México en insumos de China y el rol de Estados Unidos como principal
destino de exportación.
Los hallazgos fueron interpretados en el contexto de las dinámicas comerciales de México,
considerando factores como la integración económica con Estados Unidos y la dependencia de bienes
manufacturados provenientes de China. Se concluyó que, si bien México mantiene un saldo positivo
con Estados Unidos, el déficit y la volatilidad en el comercio con China representan un desafío para la
sostenibilidad de la balanza de pagos.
Este estudio se limitó a un análisis descriptivo basado en datos históricos de importaciones y
exportaciones. No se incluyeron análisis causales ni inferencias estadísticas avanzadas, pues el objetivo
fue establecer un marco de referencia inicial sobre la estructura de la balanza comercial de México.
Estudios futuros podrían expandir esta metodología mediante análisis de correlación y regresión para
explorar factores adicionales que influyen en los flujos comerciales y en la dependencia económica de
México..
pág. 9569
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Análisis de importaciones y exportaciones de México con Estados Unidos y China
México mantiene una relación comercial dinámica y compleja con dos de las principales economías del
mundo: Estados Unidos y China. Esta relación, caracterizada por flujos de importaciones y
exportaciones significativos, refleja tanto oportunidades de crecimiento como desafíos en términos de
dependencia económica y sostenibilidad. Este informe analiza los flujos comerciales de xico con
ambos países, basándose en datos extraídos del Sistema de Información Económica del Banco de
México (SIE) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), para examinar tendencias
clave y su impacto en la balanza comercial mexicana (Banco de México, 2024; INEGI, 2024).
Los datos provienen de dos fuentes oficiales. Sistema de Información Económica (SIE) del Banco de
México: datos detallados sobre exportaciones e importaciones no petroleras, tanto totales como
desglosadas para Estados Unidos y China, entre 1993 y 2024 (Banco de México, 2024). INEGI: datos
mensuales de la balanza comercial de México, con estadísticas de exportaciones e importaciones para
el periodo más reciente de 2024 (INEGI, 2024).
Análisis de exportaciones
Las exportaciones de México a Estados Unidos y China reflejan los contrastes en las relaciones
comerciales con cada uno de estos países. En promedio, las exportaciones no petroleras totales se
mantienen en niveles significativamente más altos hacia Estados Unidos, debido a la proximidad
geográfica y a los acuerdos comerciales, como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-
MEC).
Las exportaciones anuales a Estados Unidos representan una fuente estable de ingresos para México,
con una tasa de crecimiento anual promedio del 5.0% en los últimos cinco años. Este crecimiento
sostenido ha contribuido a la estabilidad de la balanza de pagos de México.
Las exportaciones a China, aunque representan una proporción menor en comparación con las de
Estados Unidos, han mostrado un crecimiento promedio del 7.5% anual en la última década. Este
crecimiento refleja el interés de México en diversificar sus socios comerciales y aprovechar la demanda
china de productos manufacturados y agroalimentarios (Banco de México, 2024).
pág. 9570
Análisis de Importaciones
El análisis de las importaciones no petroleras también muestra una dependencia significativa de
insumos extranjeros para la producción manufacturera en México, especialmente de bienes intermedios.
Las importaciones totales desde Estados Unidos han crecido en torno al 3.0% anual, impulsadas
principalmente por la demanda de bienes de capital y maquinaria. Esta dependencia refleja la
integración de México en las cadenas de suministro norteamericanas, donde Estados Unidos es un
proveedor clave.
Las importaciones no petroleras desde China, aunque aún menores en valor total comparadas con las
de Estados Unidos, han tenido un crecimiento más acelerado del 9.0% anual en promedio. Esta
tendencia sugiere una dependencia creciente de los insumos manufacturados chinos, especialmente en
sectores electrónicos y automotrices (Banco de México, 2024).
Saldo de la balanza comercial
México mantiene un superávit comercial con Estados Unidos, mientras que con China se observa un
déficit persistente, reflejando un desequilibrio en la relación comercial con ambos países. En el periodo
de enero a septiembre de 2024, México presentó un déficit comercial acumulado de 11,017 millones de
dólares, debido en gran parte a la alta demanda de importaciones de insumos intermedios de China,
necesarios para su industria exportadora hacia Estados Unidos (INEGI, 2024).
Indicadores descriptivos clave
Promedios y tendencias: exportaciones promedio a Estados Unidos: Las exportaciones no
petroleras promediaron 300,000 millones de dólares anuales, con una tasa de crecimiento sostenida.
Importaciones promedio desde China: Las importaciones desde China se incrementaron
significativamente, alcanzando un promedio de 70,000 millones de dólares anuales en los últimos cinco
años.
Desviación estándar: exportaciones a Estados Unidos: La baja desviación estándar en las
exportaciones hacia Estados Unidos indica estabilidad en esta relación comercial. Importaciones desde
China: La alta desviación estándar de las importaciones desde China refleja fluctuaciones en la demanda
de insumos manufacturados, influenciadas por la variabilidad en el mercado chino y la disponibilidad
de estos productos.
pág. 9571
Correlaciones Iniciales: Existe una correlación positiva entre la inversión extranjera directa (IED) de
Estados Unidos y el aumento de las exportaciones hacia ese país, lo cual sugiere que las inversiones
han contribuido al crecimiento de las exportaciones mexicanas. En contraste, las importaciones desde
China muestran una correlación negativa con la balanza comercial total de México, reflejando el efecto
de las importaciones de alto valor en la cuenta corriente.
Los datos analizados reflejan la profunda dependencia de México en su comercio con Estados Unidos,
así como una creciente relación comercial con China que, aunque en expansión, presenta desafíos para
la sostenibilidad de la balanza de pagos. La estabilidad en las exportaciones hacia Estados Unidos
proporciona un ingreso confiable, mientras que el crecimiento de las importaciones desde China sugiere
la necesidad de políticas para diversificar y fortalecer el valor agregado nacional en el comercio exterior.
Este análisis cuantitativo preliminar proporciona una base sólida para estudios futuros, orientados a
explorar cómo México puede optimizar su inserción en las cadenas globales de valor, aumentando su
valor agregado y reduciendo su déficit comercial.
Figura 1 Saldos históricos de la balanza de pagos
Nota. Elaboración propia con datos del Banco Mundial (2024)
-10.000.000,0
0,0
10.000.000,0
20.000.000,0
30.000.000,0
40.000.000,0
50.000.000,0
60.000.000,0
Ene 1993
Ene 1994
Ene 1995
Ene 1996
Ene 1997
Ene 1998
Ene 1999
Ene 2000
Ene 2001
Ene 2002
Ene 2003
Ene 2004
Ene 2006
Ene 2007
Ene 2008
Ene 2009
Ene 2010
Ene 2011
Ene 2012
Ene 2013
Ene 2014
Ene 2015
Ene 2016
Ene 2017
Ene 2019
Ene 2020
Ene 2021
Ene 2022
Ene 2023
Ene 2024
Saldos Balanza de Pagos entre México - EUA y China
Saldo total (Incluye maquila), Total, Asia, China
Saldo total (Incluye maquila), Total, Asia
Saldo total (Incluye maquila), Total, América, América del Norte, Estados Unidos
Saldo total (Incluye maquila), Total, América
Saldo total (Incluye maquila), Total
pág. 9572
En la figura 1 se muestra el análisis de la balanza de pagos de México en relación con sus principales
socios comerciales, Estados Unidos y China, de enero de 1993 a agosto de 2024 (Banco de México,
2024), lo cual permite comprender las dinámicas comerciales y la dependencia económica de México
hacia estos países. La balanza de pagos refleja los flujos de exportaciones e importaciones que
configuran el saldo comercial entre México y estas economías, así como el impacto de eventos externos
y políticas comerciales. A partir de los datos visualizados en la gráfica de los saldos de la balanza de
pagos, se identifican tendencias clave y variaciones significativas que ofrecen un marco de referencia
para el estudio del comercio exterior de México.
Tendencias generales en la balanza comercial
En términos generales, el saldo de la balanza comercial de México con Estados Unidos muestra una
tendencia al alza, particularmente a partir de los años 2000. Esta línea de crecimiento continuo refleja
la consolidación de México como socio comercial clave en América del Norte, sustentada en gran
medida por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y, más recientemente, el
Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La estabilidad de la relación comercial con
Estados Unidos destaca en comparación con la relación menos predecible que xico mantiene con
China.
La relación con China se caracteriza por un saldo de balanza comercial más volátil, con fluctuaciones
pronunciadas en el saldo positivo y negativo a lo largo del tiempo. Esta inestabilidad podría estar
relacionada con la dependencia de México en importaciones de insumos manufacturados provenientes
de China, necesarios para abastecer a su industria exportadora, especialmente en sectores de alta
demanda en Estados Unidos. En general, mientras la balanza comercial con Estados Unidos se mantiene
positiva y relativamente estable, la balanza comercial con China revela desequilibrios y cambios
abruptos en los flujos comerciales.
Análisis específico de la balanza comercial con Estados Unidos
El análisis de los saldos con Estados Unidos, representado por una línea gris en la gráfica, muestra un
patrón de crecimiento sostenido en el saldo positivo de la balanza comercial. Este crecimiento ha sido
impulsado principalmente por las exportaciones no petroleras de México hacia Estados Unidos,
consolidando a este último como el principal destino de exportación de productos manufacturados
pág. 9573
mexicanos. La integración de las economías de ambos países, facilitada por acuerdos comerciales, ha
generado un flujo de comercio constante y un saldo favorable para México. Además, el rol de la maquila
en México ha sido crucial para este crecimiento, permitiendo a las empresas estadounidenses
aprovechar la producción en México para ensamblar y exportar bienes a costos competitivos.
Análisis de la balanza comercial con China y la volatilidad en los flujos comerciales
En contraste, la línea celeste que representa el saldo de la balanza comercial con China muestra una alta
volatilidad, con picos y descensos pronunciados en periodos específicos. Esta inestabilidad puede
atribuirse a la dependencia de México en la importación de bienes intermedios y manufacturados desde
China, especialmente en sectores como el electrónico y automotriz. La fluctuación en la balanza
comercial con China sugiere que México importa más de lo que exporta, resultando en un déficit
comercial constante y altamente sensible a las variaciones en la demanda de insumos manufacturados.
La relación comercial con China plantea un reto para la sostenibilidad de la balanza de pagos mexicana,
pues la dependencia en insumos importados incrementa los gastos en importaciones, lo cual afecta el
saldo global de la balanza comercial. Esta relación refleja también la falta de equilibrio en el comercio,
en el que México juega un rol más pasivo como comprador de productos manufacturados, en lugar de
un rol activo como exportador de valor agregado.
Comparación regional: América del Norte y Asia
La comparación entre los saldos de la balanza comercial de México con América del Norte (línea gris)
y Asia (línea amarilla) subraya la diferencia en estabilidad y magnitud en estos flujos comerciales.
Mientras que América del Norte sigue siendo una región de crecimiento y estabilidad para las
exportaciones mexicanas, Asia, y particularmente China, representan un mercado menos estable. La
línea amarilla, que abarca el saldo de balanza comercial con Asia, muestra mayores fluctuaciones,
indicando que la integración de México con países asiáticos, incluidos China, aún no alcanza el nivel
de estabilidad comercial observado en su relación con América del Norte.
Esta diferencia destaca la necesidad de diversificación en los mercados de exportación de xico, dado
que su balanza de pagos depende en gran medida de los flujos comerciales con Estados Unidos. La
dependencia de Estados Unidos plantea un riesgo en la balanza de pagos ante posibles cambios en
políticas comerciales o demandas externas, lo que justifica la importancia de buscar relaciones
pág. 9574
comerciales más equilibradas y diversificadas en regiones como Asia.
El análisis de los saldos de la balanza de pagos de México con Estados Unidos y China refleja una
relación comercial asimétrica en la que la estabilidad y el crecimiento del saldo positivo con Estados
Unidos contrastan con la volatilidad y el déficit constante en el comercio con China. La dependencia
de insumos manufacturados provenientes de China impacta negativamente la balanza de pagos de
México, generando fluctuaciones en el saldo global. A su vez, la relación estable con Estados Unidos
subraya la integración de las economías bajo un modelo de producción transfronterizo que beneficia las
exportaciones mexicanas.
Este análisis sugiere que, para mantener una balanza de pagos equilibrada y reducir su vulnerabilidad,
México debe explorar políticas que incentiven la diversificación de sus socios comerciales y reduzcan
la dependencia en insumos importados, particularmente aquellos provenientes de Asia. Además, el
fortalecimiento de su capacidad de producción de bienes intermedios podría contribuir a un comercio
exterior más equilibrado y a una mayor independencia económica. En la tabla 1 se muestran los
hallazgos y se enlistan los principales desafíos y oportunidades para México.
Tabla 1 Desafíos y áreas de oportunidad para México
Aspecto
Analizado
Descripción de Hallazgos
Áreas de
Oportunidad
Saldo
comercial con
Estados
Unidos
El saldo comercial con Estados Unidos
muestra una tendencia de crecimiento
estable, con un saldo positivo que beneficia
a México. La integración económica
facilita un flujo constante de exportaciones.
Fortalecer la relación
comercial con Estados
Unidos incrementando
el valor agregado de las
exportaciones.
Saldo
comercial con
China
El saldo comercial con China es altamente
volátil y muestra un déficit constante. La
relación refleja una alta dependencia en
importaciones de bienes manufacturados e
intermedios desde China
.
Explorar políticas para
equilibrar la balanza
con China y aumentar
las exportaciones hacia
este mercado.
Estabilidad en
relación con
Estados
Unidos
La relación comercial con Estados Unidos
es estable, impulsada por acuerdos
comerciales y la industria maquiladora.
Esto genera un saldo positivo sostenido en
la balanza de pagos.
Incrementar la
inversión en sectores
estratégicos para
diversificar productos y
mejorar
competitividad.
pág. 9575
Volatilidad en
relación con
China
La relación con China es inestable y
presenta fluctuaciones significativas en el
saldo comercial, debido a la dependencia en
importaciones y a la variabilidad en las
demandas de insumos.
Buscar fuentes
alternativas de insumos
manufacturados y
fomentar la producción
nacional.
Dependencia
de insumos
desde China
México depende en gran medida de las
importaciones de bienes intermedios desde
China, especialmente para abastecer su
industria manufacturera orientada a la
exportación hacia Estados Unidos.
Desarrollar capacidad
local para la
manufactura de bienes
intermedios y reducir la
dependencia de
importaciones.
Diversificación
comercial
Regional
Aunque América del Norte sigue siendo el
principal destino de exportación, se
identifica la necesidad de diversificar los
mercados hacia Asia y otras regiones para
reducir la dependencia de Estados Unidos.
Ampliar la presencia
comercial en Asia y
otros mercados
emergentes, como
América Latina.
DISCUSIÓN
El análisis de la balanza de pagos de México en relación con sus principales socios comerciales, Estados
Unidos y China, revela una estructura económica caracterizada por una dependencia hacia Estados
Unidos en términos de exportaciones y una relación volátil con China, marcada por un déficit comercial
constante. Este hallazgo es consistente con estudios previos que señalan la relación comercial entre
México y China como una de alta dependencia en la importación de bienes manufacturados e
intermedios, mientras que el comercio con Estados Unidos tiende a ser más estable y beneficioso para
la balanza comercial mexicana (Fernandez Rojas et al., 2024; Gachúz & Montes, 2020).
Los datos indican que México mantiene una relación comercial positiva y estable con Estados Unidos,
impulsada por acuerdos comerciales como el T-MEC y la integración económica a través de la industria
maquiladora. Este patrón ha sido observado en otros estudios que destacan cómo la estabilidad en el
comercio con Estados Unidos beneficia la balanza de pagos de México al facilitar un flujo constante de
exportaciones no petroleras (Lechuga-Cardozo, 2020; Puyana, 2020). Sin embargo, esta dependencia
también presenta riesgos, especialmente ante posibles cambios en las políticas comerciales
estadounidenses.
Liu y Covarrubias (2023) sostienen que la alta dependencia hacia Estados Unidos podría convertirse en
pág. 9576
un obstáculo para México en su intento de diversificar sus socios comerciales y reducir su
vulnerabilidad económica.
En contraste, la relación de México con China presenta una alta volatilidad y un déficit constante en la
balanza comercial, lo cual está alineado con estudios que indican que el comercio con China se
caracteriza por un intercambio desigual en el que México importa principalmente bienes intermedios y
manufacturados, mientras que sus exportaciones hacia China son limitadas y menos estables (Barrera,
Suárez, & Ospina, 2021; Morales-López, 2022). Esta dinámica dificulta el equilibrio en la balanza de
pagos de México y resalta la dependencia de la economía mexicana en insumos clave provenientes de
China, especialmente en sectores como el automotriz y electrónico, tal como señala Liu y Covarrubias
(2021).
El déficit y la inestabilidad en la balanza comercial con China también han sido interpretados como una
señal de la falta de integración profunda entre ambas economías. Estudios sugieren que la estructura
actual de la relación comercial de México con China limita las oportunidades de exportación y perpetúa
un patrón de dependencia en productos manufacturados (González García, 2020; León, Lewinsohn, &
Sánchez, 2020). Esta falta de equilibrio dificulta el desarrollo de una relación comercial que contribuya
de manera positiva al saldo de la balanza de pagos mexicana.
Para abordar estos desafíos, la literatura sugiere diversas estrategias que podrían fortalecer la posición
de México en el comercio internacional. Bernal-Meza (2021) y Avilés Quintanar y Wong-González
(2022) proponen que México debe implementar políticas comerciales que favorezcan la diversificación
de sus mercados de exportación, explorando oportunidades en Asia y América Latina para reducir su
dependencia de Estados Unidos. Además, Orozco Morales, Padilla Pérez y Romero Ramírez (2021)
enfatizan la importancia de incrementar el valor agregado en los productos exportados, especialmente
aquellos destinados a Estados Unidos, lo que podría fortalecer la posición competitiva de México y
reducir la vulnerabilidad de su balanza de pagos.
En términos de dependencia de insumos de China, algunos estudios recomiendan fomentar la
producción local de bienes intermedios y la inversión en sectores estratégicos, lo cual podría ayudar a
disminuir la importación de productos manufacturados y aumentar el contenido de valor agregado en
las exportaciones mexicanas (Contreras-Álvarez & Molina-Vargas, 2020; Liu & Covarrubias, 2021).
pág. 9577
Estas estrategias también contribuirían a reducir el déficit comercial con China y a estabilizar la relación
económica entre ambas naciones.
Los resultados del análisis cuantitativo y las revisiones de la literatura destacan la complejidad de las
relaciones comerciales de México, en la que la estabilidad con Estados Unidos contrasta con la
volatilidad y dependencia hacia China. La literatura sugiere que, para mejorar la balanza de pagos y
fomentar un crecimiento económico sostenible, México debe diversificar sus socios comerciales,
incrementar el valor agregado de sus exportaciones y reducir su dependencia en insumos
manufacturados de China. Estos cambios estructurales podrían fortalecer la competitividad
internacional de México y contribuir a una balanza de pagos más equilibrada y menos vulnerable a
fluctuaciones externas..
CONCLUSIONES
Este estudio analiza la balanza de pagos de México en relación con sus dos principales socios
comerciales, Estados Unidos y China, identificando patrones, desafíos y oportunidades en la estructura
del comercio exterior mexicano. Los resultados del análisis descriptivo revelan que la relación
comercial de México con Estados Unidos es estable y favorable, caracterizada por un superávit
sostenido en la balanza comercial que contribuye de manera positiva a la economía mexicana. Esta
estabilidad se debe en gran parte a la integración económica facilitada por el Tratado entre México,
Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y al rol estratégico de la industria maquiladora en la generación de
exportaciones de productos manufacturados. Sin embargo, esta dependencia también implica
vulnerabilidad ante cambios en la política comercial de Estados Unidos, lo cual podría afectar
significativamente la balanza de pagos mexicana.
Por otro lado, la relación comercial con China presenta una alta volatilidad y un déficit constante, lo
cual representa un desafío importante para la sostenibilidad de la balanza de pagos. La dependencia en
las importaciones de bienes intermedios y manufacturados desde China revela una falta de equilibrio
en esta relación comercial, en la cual México asume un rol más pasivo como consumidor de productos
de mayor valor agregado.
Esta dinámica limita las oportunidades de crecimiento y refleja una falta de diversificación en los socios
comerciales de México, lo cual es particularmente relevante en un contexto de creciente competencia
pág. 9578
geopolítica y conflictos comerciales entre Estados Unidos y China.
A partir de estos hallazgos, se concluye que México necesita implementar estrategias para diversificar
sus mercados de exportación y reducir su dependencia de insumos manufacturados provenientes de
China. Una posible vía es fomentar la producción local de bienes intermedios, lo que podría incrementar
el contenido de valor agregado en las exportaciones mexicanas y reducir la vulnerabilidad de la
economía frente a las fluctuaciones externas. Además, México debe explorar y fortalecer sus relaciones
comerciales con otras regiones, como Asia y América Latina, para disminuir su dependencia de Estados
Unidos y consolidar su competitividad internacional.
En conclusión, este estudio resalta la importancia de una política comercial equilibrada que permita a
México aprovechar los beneficios de sus relaciones con Estados Unidos y China, al tiempo que busca
reducir las asimetrías y mejorar su balanza de pagos. El fortalecimiento de la industria nacional, la
diversificación de socios comerciales y la promoción del valor agregado en las exportaciones son
estrategias clave para asegurar un crecimiento económico sostenible y una posición más sólida en el
comercio global..
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