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que afectan a terceros, estas sean más incluyentes y todo ello va a depender de nuestra forma de pensar
y de ver las cosas.
Los centros educativos que sean financiados con recursos públicos de los Estados, no deben tener
asignaturas de religiones específicas. Debe haber una materia que muestre la existencia de las religiones
como un fenómeno que ha sobrevivido en el tiempo y que ha realizado aportes positivos y negativos a
la sociedad. Es decir, como algo que hace parte de la historia innegable del planeta.
La decisión de pertenecer a una u otra religión o a ninguna, es de cada persona. De igual manera el tema
de la ideología de género no debe ser una asignatura, se debe enseñar los derechos humanos en su
integralidad como persona humana. En otras palabras, para gozar de los derechos humanos universales
y de los constitucionales de cada país, solo hay que ser personas, no es necesario ser alto, bajito, blanco,
negro, indio, católico, evangélico, hombres, mujeres, población LGBT, otros, solo basta con ser
humanos. No actuar en coherencia, es ir en contra de la justicia y debe ser penalizado. En este sentido
la persona que estime conviniendo actuar en el marco de la ideología de género tiene el derecho hacerlo,
a respectar y ser respectado, pero no se debe aprovechar la educación formal para ideologizar. Se puede
enseñar su génesis y comportamiento en la sociedad como parte de la historia.
La integralidad. El propósito de la educación es formar a las personas, para un desarrollo personal y que
aporten al desarrollo social. Desde este punto de vista debe haber una formación integral en el individuo
independientemente del programa académico que desarrolle. Esto debido a que en la línea progresiva
de la educación la primaria, la secundaria y el pregrado, constituyen la base fundamental, para otros
conocimientos de la educción avanzada (posgrados). Al culminar este trio, se debe contar con las
competencias necesarias, tales como valores éticos para un buen relacionamiento con la sociedad,
incluyendo, empatía, responsabilidad, honestidad y consistencia; comprender con exactitud los derechos
y deberes que tienen la ciudadanía del país originarios y contar con la disposición para aprender estas
competencias a donde le toque emigrar por cualquier circunstancia y contar con las habilidades en
cuanto a desempeño del pregrado que haya elegido realizar.
Todos los pregrados deberían contar con asignaturas que permitan comprender la diversidad, la paz y la
importancia de los recursos naturales y del ambiente para la persona humana. A bien lo dice Morin
(2014), en el texto sobre Introducción al Pensamiento Complejo, “el conocimiento debe ser integral,