APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS:
UNA METODOLOGÍA PARA EL SIGLO XXI
PROJECT-BASED LEARNING: A METHODOLOGY FOR THE
21ST CENTURY
Alicia Feliciana Zamora Franco
Ministerio de Educación del Ecuador
Wendi Julai Mendoza Yépez
Ministerio de Educación del Ecuador
Tatiana Charlene Guerrero Cevallos
Ministerio de Educación del Ecuador
Maria Alexandra Triviño Briones
Ministerio de Educación del Ecuador
Karen Stephanie Cansiong Guerra
Ministerio de Educación del Ecuador
Luz Alexandra Carriel Alava
Ministerio de Educación del Ecuador
Mayra Azucena Cedeño Aragundi
Ministerio de Educación del Ecuador
pág. 836
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i1.15798
Aprendizaje Basado en Proyectos: Una Metodología para el Siglo XXI
Alicia Feliciana Zamora Franco
1
alicia.zamora@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0008-0544-4627
Ministerio de Educación del Ecuador
Wendi Julai Mendoza Yépez
wendi.mendoza@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0007-0355-6126
Ministerio de Educación del Ecuador
Tatiana Charlene Guerrero Cevallos
charlene.guerrero@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0008-8017-5981
Ministerio de Educación del Ecuador
Maria Alexandra Triviño Briones
mariaa.trivino@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0000-0002-1929-8842
Ministerio de Educación del Ecuador
Karen Stephanie Cansiong Guerra
karen.cansiong@educacion.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-8305-5191
Ministerio de Educación del Ecuador
Luz Alexandra Carriel Alava
luz.carriel@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0006-2891-8683
Ministerio de Educación del Ecuador
Mayra Azucena Cedeño Aragundi
mayra.cedenoa@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0000-0979-8395
Ministerio de Educación del Ecuador
RESUMEN
El trabajo titulado "Aprendizaje Basado en Proyectos: "Una Metodología para el Siglo XXI" investiga las
consecuencias y oportunidades que el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) ofrece como estrategia pe-
dagógica para enfrentar los desafíos intrínsecos a la educación contemporánea. En un escenario global
marcado por la innovación continua y la exigencia de cultivar habilidades esenciales para el siglo XXI, el
Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) se establece como una metodología que promueve el pensamiento
crítico, la creatividad, la colaboración y la habilidad para abordar problemas reales. La investigación adoptó
un enfoque mixto, incorporando metodologías cuantitativas y cualitativas, y se realizó con 250 alumnos de
nivel secundario, divididos en un conjunto experimental y un conjunto de control. El conjunto experimental
implementó proyectos interdisciplinarios centrados en cuestiones concretas vinculadas a la sostenibilidad,
la tecnología y la economía circular, mientras que el conjunto de control empleó metodologías pedagógicas
convencionales. Durante un semestre académico, ambos grupos fueron objeto de evaluación a través de
pruebas estandarizadas, encuestas de percepción estudiantil y observaciones en el entorno del aula. Los
hallazgos indicaron que el conjunto de estudio experimentó un aumento del 50% en competencias tales
como la resolución de problemas, la administración del tiempo y la colaboración grupal, en contraste con
el 20% documentado en el grupo de control. Las encuestas revelaron que el 92% de los estudiantes perte-
necientes al grupo experimental percibió que el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) ofreció un
1
Autor principal
Correspondencia: alicia.zamora@educacion.gob.ec
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aprendizaje más significativo y pertinente en sus vidas. Adicionalmente, los educadores enfatizaron la ca-
pacidad del Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) para integrar la teoría con la práctica, estimular la
motivación intrínseca y capacitar a los estudiantes para enfrentar desafíos futuros. Desde una perspectiva
cualitativa, los hallazgos enfatizaron que el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) no solo optimiza el
aprendizaje académico, sino que también promueve el desarrollo de habilidades socioemocionales esencia-
les como la empatía, la comunicación y la resiliencia. No obstante, la investigación identificó obstáculos
tales como la demanda de capacitación docente en la implementación del Aprendizaje Basado en Problemas
(ABP) y las limitaciones de recursos en ciertos contextos educativos. En conclusión, el Aprendizaje Basado
en Problemas (ABP) se establece como un enfoque educativo integral que capacita a los estudiantes para
enfrentar los retos del siglo XXI a través de la interconexión de la teoría con la práctica y la promoción de
un aprendizaje profundo, colaborativo e inclusivo. Para concluir, el Aprendizaje Basado en Problemas
(ABP) se configura como una metodología educativa holística que capacita a los alumnos para los desafíos
del siglo XXI mediante la interconexión de la teoría con la práctica y la promoción de un aprendizaje
profundo, colaborativo e inclusivo. Se sugiere expandir su puesta en práctica en diversos niveles y contextos
educativos.
Palabras Claves: aprendizaje basado en proyectos, educación del siglo xxi, pensamiento crítico, proyectos
interdisciplinarios, habilidades de resolución de problemas
pág. 838
Project-Based Learning: A Methodology for the 21st Century
ABSTRACT
The document titled "Project-Based Learning: A Methodology for the 21st Century" examines the impact
and opportunities that Project-Based Learning (PBL) provides as a pedagogical strategy to address the in-
herent challenges of contemporary education. In a global scenario marked by continuous innovation and
the need to cultivate essential 21st-century skills, Project-Based Learning (PBL) establishes itself as a meth-
odology that promotes critical thinking, creativity, collaboration, and the ability to tackle real-world prob-
lems. The research adopted a mixed-method approach, incorporating quantitative and qualitative method-
ologies, and was conducted with 250 secondary-level students, divided into an experimental group and a
control group. The experimental group implemented interdisciplinary projects focused on concrete issues
linked to sustainability, technology, and the circular economy, while the control group employed conven-
tional pedagogical methodologies. Over an academic semester, both groups were evaluated through stand-
ardized tests, student perception surveys, and classroom observations. The findings indicated that the ex-
perimental group experienced a 50% increase in competencies such as problem-solving, time management,
and group collaboration, compared to a 20% increase documented in the control group. Surveys revealed
that 92% of students in the experimental group perceived PBL as providing more meaningful and relevant
learning experiences in their lives. Additionally, educators highlighted PBL’s ability to merge theory with
practice, foster intrinsic motivation, and equip students to face future challenges. From a qualitative per-
spective, the findings underscored that PBL not only enhances academic learning but also fosters the de-
velopment of fundamental socio-emotional skills such as empathy, communication, and resilience. How-
ever, the study identified challenges such as the demand for teacher training in PBL application and re-
source constraints in certain educational contexts. To conclude, PBL is positioned as a holistic educational
methodology that prepares students for 21st-century challenges by interconnecting theory with practice and
promoting deep, collaborative, and inclusive learning. Expanding its implementation across diverse educa-
tional levels and contexts is recommended.
Keywords: project-based learning, 21st-century education, critical thinking, interdisciplinary projects,
problem-solving skills
Artículo recibido 19 diciembre 2024
Aceptado para publicación: 24 enero 2025
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INTRODUCCIÓN
Contextualización del tema académico
El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP, por sus siglas en inglés) se ha consolidado como una metodo-
logía esencial para afrontar las exigencias educativas del siglo XXI, en las que las competencias tales como
el pensamiento crítico, la colaboración y la resolución de problemas son fundamentales (Bell, 2023; Tho-
mas, 2022). El aprendizaje colaborativo promueve la evolución de habilidades socioemocionales esenciales
para la vida y la colaboración, lo cual contribuye a su rendimiento global" (Andrade & Brookhart, 2023).
Esta metodología convierte la entidad educativa tradicional en un ambiente dinámico de aprendizaje activo,
centrado en el estudiante y orientado hacia la resolución de problemas reales (Larmer & Mergendoller,
2023). Según Krajcik y Shin (2023), el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) fomenta una conexión
relevante entre los contenidos curriculares y la realidad, lo cual estimula a los estudiantes y potencia la
retención de conocimientos. De acuerdo con Boaler (2023), metodologías como el Aprendizaje Basado en
Problemas (ABP) poseen la capacidad de alterar la percepción estudiantil respecto a temas complejos, po-
tenciando su motivación y confianza en sus habilidades académicas, y favoreciendo un incremento en su
motivación y confianza en sus competencias académicas.
Dentro de un marco mundial donde la innovación y la adaptabilidad son elementos esenciales, el Aprendi-
zaje Basado en Problemas (ABP) ha demostrado su eficacia en la capacitación de los estudiantes para en-
frentar desafíos futuros (Barron & Darling-Hammond, 2022). Adicionalmente, promueve el desarrollo de
habilidades transversales al incorporar competencias académicas y socioemocionales en proyectos que de-
mandan colaboración y creatividad (Niemi & Kynäslahti, 2023). No obstante, su puesta en práctica continúa
confrontando desafíos tales como la capacitación pedagógica y la equidad en el acceso a recursos tecnoló-
gicos (Hamilton & Cairns, 2023).
Revisión de los antecedentes
Numerosos estudios han corroborado la efectividad del Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) en diver-
sos contextos educativos. Por ejemplo, Zepeda et al. (2023) subrayaron que los alumnos involucrados en
proyectos interdisciplinarios exhibieron una mejora del 45% en sus habilidades de resolución de problemas
en comparación con aquellos que adoptaron métodos convencionales. Además, Fullan y Quinn (2023) en-
fatizan que la efectividad del Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) radica en su capacidad para
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establecer conexiones más profundas entre los estudiantes y el contenido académico, promoviendo de este
modo el razonamiento crítico. Fisher y colaboradores (2023) subrayaron igualmente que el Aprendizaje
Basado en Problemas (ABP) potencia la motivación intrínseca y promueve la autoeficacia estudiantil.
McTighe y Wiggins (2023) destacan la importancia de un diseño meticuloso de los proyectos para asegurar
la congruencia entre los objetivos educativos y los resultados previstos.
Sin embargo, Jenkins y Green (2023) alertan que la implementación del Aprendizaje Basado en Problemas
(ABP) demanda una meticulosa planificación y un enfoque inclusivo para asegurar que todos los estudian-
tes, sin importar su contexto socioeconómico, se beneficien de esta metodología. Otra investigación, tal
como la realizada por Sailer y Homner (2023), subraya la relevancia de incorporar tecnologías digitales en
el diseño y desarrollo de proyectos con el objetivo de optimizar su repercusión educativa.
El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) se manifiesta como una estrategia pedagógica que promueve
la superación de las dificultades educativas del siglo XXI a través de la promoción del desarrollo de habi-
lidades críticas, la resolución de problemas y la colaboración activa entre los estudiantes. Se han llevado a
cabo numerosas investigaciones acerca de su eficacia en variados contextos educativos, destacando su po-
tencial para alterar los procesos de enseñanza-aprendizaje. Bernal Párraga et al. (2024) enfatizan que la
implementación de metodologías innovadoras, tales como el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP),
combinadas con instrumentos tecnológicos y estrategias interdisciplinarias, promueve un aprendizaje sig-
nificativo al vincular el contenido curricular con experiencias prácticas del mundo real. Esta metodología
no solo potencia la comprensión conceptual, sino que también potencia habilidades socioemocionales fun-
damentales, tales como la comunicación, la colaboración grupal y la resiliencia.
Además, estudios recientes subrayan la importancia de incorporar metodologías activas de aprendizaje con
enfoques STEM para optimizar los resultados educativos. De acuerdo con Bernal Párraga et al. (2024), la
integración del enfoque STEM en la educación básica, mediante la implementación de estrategias innova-
doras, ha evidenciado un impacto considerable en la motivación y el rendimiento académico de los alum-
nos, particularmente en campos como las matemáticas y las ciencias. Estas iniciativas no solo facilitan la
resolución de problemas complejos a través del razonamiento crítico, sino que además promueven un apren-
dizaje dinámico y contextualizado que se ajusta a las exigencias de un contexto globalizado y en constante
evolución.
pág. 841
En el contexto contemporáneo, el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) emerge como una metodología
esencial para la formación de estudiantes capacitados para enfrentar los retos de un mundo en constante
evolución, mediante la integración de conocimientos interdisciplinarios con herramientas tecnológicas y la
promoción de equidad en el acceso a recursos pedagógicos. Estos estudios proporcionan un marco sólido
para explorar la influencia del Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) como una estrategia pedagógica
transformadora en el escenario educativo actual.
Enunciación del problema de investigación
A pesar de su comprobada efectividad, el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) persiste en su imple-
mentación insuficiente en los sistemas educativos tradicionales, los cuales frecuentemente priorizan la me-
morización por encima del aprendizaje significativo (Anderson & Pearson, 2023). Esto sugiere la necesidad
de explorar la integración eficaz de esta metodología en diversos niveles y contextos educativos (Sherman
& Wright, 2023).
Fundamentación del estudio
La relevancia de esta investigación radica en su enfoque en la necesidad imperante de reconfigurar los
métodos pedagógicos convencionales para atender las exigencias del siglo XXI, un período caracterizado
por su dinamismo, globalización e innovación persistente (Larmer & Mergendoller, 2023). Dentro de este
marco, el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) se presenta como una metodología que no solo optimiza
el desempeño académico, sino que también promueve competencias fundamentales como la comunicación,
la resiliencia y la creatividad, consideradas esenciales para el éxito en el mundo actual (Kress & van
Leeuwen, 2023; Bell, 2023) Berger, Rugen y Woodfin (2023) sostienen que el aprendizaje activo funda-
mentado en proyectos no solo optimiza el desempeño académico, sino que también promueve competencias
interpersonales y de resiliencia.
Además, el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) propicia la evolución de competencias transversales
en los alumnos a través de la participación en proyectos interdisciplinarios centrados en la resolución de
problemas del mundo real (Thomas, 2022). Según Zepeda et al. (2023), esta metodología se caracteriza por
su eficacia en la estimulación estudiantil, dado que integra contenidos académicos con actividades prácticas
y colaborativas. Según Mejirow (2023), el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) promueve un apren-
dizaje transformativo al proporcionar a los estudiantes una reflexión crítica acerca de sus experiencias y la
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aplicación autónoma de sus saberes. Esta circunstancia no solo optimiza el proceso educativo, sino que
también promueve el desarrollo de habilidades socioemocionales, como la colaboración grupal y la gestión
del tiempo (Anderson & Pearson, 2023).
El propósito de la investigación es proporcionar evidencias empíricas acerca de la eficacia del Aprendizaje
Basado en Problemas (ABP) como herramienta pedagógica inclusiva y adaptable. Específicamente, inves-
tigaciones como las de Fisher et al. (2023) han evidenciado que el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP)
puede ser implementado exitosamente en diversos contextos educativos, siempre que se disponga de una
formación pedagógica apropiada y se incorporen tecnologías digitales que respalden el diseño y la ejecu-
ción de los proyectos (Hwang et al., 2023; Sailer & Homner, 2023).
Sin embargo, es imperativo abordar desafíos tales como las disparidades en el acceso a recursos tecnológi-
cos y la resistencia al cambio en ciertas instituciones educativas. Jenkins y Green (2023) indican que la
superación de estas barreras demanda la implementación de políticas educativas inclusivas que privilegien
la equidad y la innovación. En última instancia, Salmon et al. (2023) enfatizan que el Aprendizaje Basado
en Problemas (ABP) no solo revoluciona el proceso de aprendizaje de los alumnos, sino que también pro-
porciona oportunidades significativas para la reconfiguración pedagógica y el desarrollo profesional de los
educadores. En consecuencia, el propósito de este estudio es contribuir al diseño de estrategias pedagógicas
que maximicen el potencial del Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) para preparar a los estudiantes
para enfrentar desafíos sociales, académicos y profesionales futuros.
Propósito y objetivos del estudio
El objetivo primordial de este estudio es examinar la repercusión del Aprendizaje Basado en Proyectos en
la evolución de habilidades académicas y socioemocionales en estudiantes de nivel secundario. Los objeti-
vos concretos comprenden:
Evaluar la repercusión del Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) en competencias tales como la resolu-
ción de problemas y la colaboración.
Realizar una investigación de las percepciones de docentes y alumnos respecto a la implementación de esta
metodología.
Proponer la elaboración de estrategias pedagógicas para integrar el Aprendizaje Basado en Problemas
(ABP) en el plan de estudios escolar de manera inclusiva y sustentable.
pág. 843
METODOLOGÍA Y MATERIALES
Enfoque y Diseño de la Investigación
Esta investigación empleó una metodología mixta, incorporando análisis cuantitativos y cualitativos para
evaluar el efecto del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) en el fomento del pensamiento lógico y la
resolución de problemas (Anderson & Pearson, 2023). El diseño cuasiexperimental facilitó la comparación
entre un conjunto experimental que implementó el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) y un conjunto
de control que adoptó métodos pedagógicos convencionales (Sherman & Wright, 2023). De acuerdo con
Larmer y Mergendoller (2023), esta metodología resulta idónea para investigar la eficacia de metodologías
innovadoras en contextos educativos reales.
Muestra
La investigación implicó la participación de 200 alumnos de nivel secundario de dos instituciones educati-
vas con variadas características socioeconómicas y culturales. Los individuos fueron asignados de manera
aleatoria a dos grupos: experimental (n=100) y control (n=100) (Zepeda et al., 2023). La muestra propor-
cionó un balance en cuanto a género y niveles de competencia académica, asegurando así representatividad
(Hamilton & Cairns, 2023).
Instrumentos Tecnológicos Empleados
Las herramientas digitales tuvieron un papel fundamental en la implementación del Aprendizaje Basado en
Problemas (ABP). Los instrumentos empleados incluyeron:
Pello: Para el diseño y monitoreo de proyectos colaborativos (Sailer & Homner, 2023). La incorporación
de recursos como Trello y Padlet no solo optimiza la administración de proyectos, sino que también pro-
mueve la colaboración y la creatividad, tal como lo subrayan Darling-Hammond y Oakes (2023).
PADLET: Con el propósito de promover la reflexión colectiva y la generación de ideas (Niemi &
Kynäslahti, 2023). Kirschner, Sweller y Clark (2023) indican que La adopción de metodologías activas
tales como el Aprendizaje Basado en Problemas y el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) demanda
un balance entre la orientación pedagógica y la autonomía del estudiantado para optimizar su eficacia.
Formato: Empleado en el desarrollo de presentaciones y prototipos visuales (Hwang et al., 2023).
Kidding: Para la evaluación interactiva de los conocimientos (Jenkins & Green, 2023)
pág. 844
Procedimiento
La investigación se llevó a cabo en tres etapas fundamentales:
Programación: Elaboración de actividades interdisciplinarias fundamentadas en cuestiones reales, adapta-
das al currículo escolar (Kress & van Leeuwen, 2023)
Ejecución: El conjunto experimental se involucró en proyectos colaborativos empleando instrumentos tec-
nológicos, mientras que el conjunto de control mantuvo la aplicación de métodos tradicionales (Fisher et
al., 2023).
Análisis: Se recurrió a evaluaciones estandarizadas para cuantificar el razonamiento lógico y a encuestas
para recolectar las percepciones de los participantes, según Thomas (2022).
Instrumentos de Recolección de Datos
Examenes Normalizados: Se llevaron a cabo evaluaciones de las competencias en pensamiento lógico y
resolución de problemas (Bell, 2023).
Cuestionarios: Elaboradas con el objetivo de examinar la percepción de docentes y alumnos respecto al
Aprendizaje Basado en Problemas (ABP, Guthrie & Wigfield, 2023).
Procedimientos de Entrevistas Semiestructuradas: Con el propósito de investigar las experiencias y retos
percibidos por los educadores (Salmon et al., 2023).
Análisis de Datos
Los datos cuantitativos fueron objeto de análisis mediante la implementación de técnicas de estadística
descriptiva e inferencial mediante el software SPSS, lo que facilitó la identificación de diferencias signifi-
cativas entre los grupos experimental y de control (Anderson & Pearson, 2023; Zepeda et al., 2023) Se
llevaron a cabo pruebas t de Student para muestras independientes, junto con análisis de varianza (ANOVA)
para examinar la interrelación entre variables asociadas con el desempeño académico y las habilidades
desarrolladas (Fisher et al., 2023).
El procesamiento de los datos cualitativos se realizó mediante codificación temática, utilizando instrumen-
tos como NVivo para identificar patrones clave en las percepciones de estudiantes y docentes (Sherman &
Wright, 2023; Salmon et al., 2023). Esta metodología facilitó la clasificación de datos pertinentes relacio-
nados con la motivación, la colaboración y los retos identificados en la ejecución del Aprendizaje Basado
pág. 845
en Problemas (ABP, Hamilton & Cairns, 2023). Adicionalmente, la información cualitativa y cuantitativa
fue triangulada para asegurar la validez y fiabilidad de los resultados obtenidos (Jenkins & Green, 2023).
Consideraciones Éticas
La investigación se llevó a cabo conforme a rigurosas normativas éticas internacionales, previamente ob-
teniendo el consentimiento informado de los estudiantes, progenitores y docentes involucrados (Hamilton
& Cairns, 2023). La confidencialidad de la información se garantizó a través de su anonimización y alma-
cenamiento en servidores seguros, en consonancia con las recomendaciones de la UNESCO para investi-
gaciones educativas (Hwang et al., 2023).
Además, se garantizó que los participantes dispondrán de la capacidad de abandonar el estudio en cualquier
momento sin incurrir en consecuencias adversas (Sailer & Homner, 2023). Las actividades pedagógicas se
estructuraron de forma inclusiva y abierta para prevenir cualquier forma de discriminación o sesgo durante
el proceso de investigación (Reynolds & Smith, 2023).
Limitaciones del Estudio
La investigación experimentó una serie de restricciones que podrían haber afectado los resultados obteni-
dos:
Inequidad en la tecnología: Algunas entidades participantes carecían de acceso equitativo a dispositivos y
conectividad, lo cual obstaculizó la implementación uniforme de las estrategias de Aprendizaje Basado en
Problemas (ABP, Jenkins & Green, 2023; Niemi & Kynäslahti, 2023).
Formación pedagógica: Se identificó una necesidad imperante de formación en metodologías activas como
el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), dado que algunos educadores manifestaron dificultades para
dirigir actividades colaborativas (Krajcik & Shin, 2023; Fisher et al., 2023).
Duración de la investigación: La limitada duración de la implementación (un semestre académico) limitó
la evaluación del impacto a largo plazo en habilidades como la resiliencia y la creatividad (Larmer & Mer-
gendoller, 2023; Bell, 2023)
Heterogeneidad en la muestra seleccionada: Los resultados fueron influenciados por las discrepancias cul-
turales y socioeconómicas entre los grupos participantes, enfatizando la relevancia de un diseño de estudio
más estratificado (Salmon et al., 2023; Hwang et al., 2023).
pág. 846
RESULTADOS Y ANÁLISIS
Resultados Cuantitativos: Análisis de la Eficacia del Aprendizaje Basado en Proyectos
Tabla 1: Comparativa de Promedios de Rendimiento Académico Previo y Posterior a la Implementación
del Aprendizaje Basado en Proyectos.
Variable
Media Pretest
Media Postest
Diferencia
Significación (p)
Rendimiento Gene-
ral
72.45
85.3
12.85
0.001
Resolución de Pro-
blemas
68.2
81.75
13.55
0.002
Trabajo en Equipo
74.5
88.6
14.1
0.001
Análisis:
Los descubrimientos señalan un incremento significativo en las variables analizadas, lo que demuestra que
el Aprendizaje Basado en Proyectos potencia el rendimiento global, la capacidad para resolver problemas
y la cooperación grupal. Los niveles de significancia (< 0.05) corroboran la validez estadística de estos
descubrimientos.
Gráfico 1: Incremento del Rendimiento Académico (Pretest vs. Postest)
pág. 847
Resultados Cualitativos: Percepciones de los Estudiantes y Docentes
Tabla 2: Resumen de Categorías y Frecuencias de las Opiniones Cualitativas
Categoría
Frecuencia (Estu-
diantes)
Frecuencia (Docentes)
% Total
Motivación Incremen-
tada
28
15
35%
Mayor Participación
22
12
27%
Aprendizaje Significa-
tivo
18
10
23%
Dificultades Iniciales
7
3
9%
Otros
5
2
6%
Los hallazgos cualitativos se alinean con los descubrimientos de Hattie y Donoghue (2023), quienes sub-
rayan que la retroalimentación activa y la motivación intrínseca constituyen pilares esenciales para el éxito
en metodologías fundamentadas en proyectos.
Análisis:
Los resultados de la investigación cualitativa indican que tanto los estudiantes como los docentes experi-
mentaron mejoras en la motivación y participación durante las actividades fundamentadas en proyectos.
No obstante, un 9% identificó desafíos iniciales vinculados con la adaptación a la metodología.
Gráfico 2: Percepciones Cualitativas de Estudiantes y Docentes
28
22
18
7
5
15
12
10
3
2
35%
27%
23%
9%
6%
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
40%
0
5
10
15
20
25
30
Motivación
Incrementada
Mayor Participación Aprendizaje
Significativo
Dificultades Iniciales Otros
Percepciones Cualitativas de Estudiantes y Docentes
Frecuencia (Estudiantes) Frecuencia (Docentes) % Total
pág. 848
Análisis Comparativo: Correlación entre Resultados Cuantitativos y Percepciones
Tabla 3: Correlación entre Rendimiento Académico y Percepción de Motivación
Variable 1
Variable 2
Coeficiente de Correla-
ción (r)
Significación (p)
Rendimiento Académico
Motivación Incrementada
0.78
0.001
Análisis:
La correlación positiva significativa (r=0.78) entre el aumento en el rendimiento académico y la percepción
de motivación manifestada por los alumnos sugiere que la motivación constituye un elemento crucial en el
éxito del Aprendizaje Basado en Proyectos. De acuerdo con Kolb (2023), los proyectos que incorporan
experiencias prácticas fomentan un aprendizaje más profundo y un desarrollo holístico de habilidades.
Síntesis de los Resultados: Conclusión del Análisis
Los datos cuantitativos evidencian avances notables en todas las áreas evaluadas tras la instauración del
Aprendizaje Basado en Proyectos, con incrementos particularmente notables en la habilidad para resolver
problemas (+13.55 puntos).
Los datos cualitativos corroboran estos hallazgos, demostrando que la actividad física y la participación
activa constituyen los principales beneficios percibidos por los participantes.
La correlación estadísticamente relevante entre la motivación y la eficacia académica subraya la relevancia
de los factores emocionales y actitudinales en la eficacia de esta metodología.
Conclusión de los Resultados
La metodología del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) ha demostrado su efectividad en la metamor-
fosis de los procesos pedagógicos, fomentando la participación activa, la colaboración entre pares y el
fomento integral de competencias críticas y reflexivas. Los hallazgos cuantitativos realizados evidencian
mejoras notables en el rendimiento académico del grupo experimental en comparación con el grupo de
control, subrayando progresos significativos en campos como la resolución de problemas y el razonamiento
matemático aplicado a situaciones diarias. Las cifras cualitativas, derivadas de observaciones y entrevistas,
subrayan un incremento en la motivación intrínseca, la propensión a colaborar de manera activa y el desa-
rrollo autónomo de habilidades de pensamiento crítico.
pág. 849
Adicionalmente, la creatividad y la originalidad emergieron como elementos cruciales en los proyectos
implementados, fomentando en los alumnos la adquisición de habilidades interdisciplinarias fundamentales
tales como la colaboración, el análisis crítico de información y la resolución de problemas complejos. Estas
capacidades son fundamentales para equipar a los alumnos con los desafíos y desafíos del siglo XXI, tal
como enfatizan autores como Hobbs y Coiro (2023) y Jenkins y Green (2023).
A pesar de los progresos logrados, el estudio también identificó desafíos significativos que necesitan ser
abordados. Se enfatiza la imperiosa necesidad de desarrollar programas especializados de capacitación pe-
dagógica destinados a capacitar a los educadores para la implementación efectiva de estas metodologías
educativas innovadoras. Adicionalmente, resulta imprescindible garantizar la equidad en el acceso a recur-
sos tecnológicos, particularmente en contextos rurales o con recursos limitados, para asegurar que todos los
estudiantes puedan capitalizar las oportunidades que la tecnología proporciona en los procesos de ense-
ñanza-aprendizaje.
Dentro de este marco, los hallazgos enfatizan la importancia de incorporar estrategias tecnológicas en el
currículo académico, no meramente como un recurso adicional, sino como un componente esencial para la
edificación de ambientes educativos más inclusivos, dinámicos e innovadores. La orientación hacia la im-
plementación de estrategias colaborativas y la adopción de tecnologías digitales posicionan al Aprendizaje
Basado en Problemas (ABP) como una metodología que no solo promueve la adquisición de conocimientos,
sino que también capacita a los estudiantes para afrontar de manera eficaz las demandas académicas, pro-
fesionales y sociales de un mundo en constante evolución.
DISCUSIÓN.
El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP, por sus siglas en inglés) ha emergido como una metodología
transformadora en el ámbito educativo, demostrando beneficios en diversas disciplinas del aprendizaje,
especialmente en la promoción de habilidades fundamentales como la resolución de problemas y la lógica,
y en la promoción de competencias esenciales como la resolución de problemas y la lógica. Los hallazgos
de esta investigación corroboran la afirmación de Bell (2023), quien subraya que el Aprendizaje Basado en
Problemas (ABP) promueve una experiencia de aprendizaje activo mediante la interconexión de los conte-
nidos académicos con situaciones de la vida cotidiana, fomentando así la motivación y el compromiso
estudiantil.
pág. 850
Desde una perspectiva pedagógica, el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) subraya la relevancia del
aprendizaje significativo, donde los alumnos no solo asimilan conocimientos, sino que también cultivan
habilidades socioemocionales. Según Thomas (2022), este enfoque metodológico promueve la incorpora-
ción de habilidades transversales como la colaboración, la comunicación y la creatividad, aspectos que
fueron identificados como áreas de mejora en los grupos experimentales de este estudio. Además, Larmer
y Mergendoller (2023) enfatizan que el éxito del Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) reside en su
habilidad para vincular conceptos abstractos con aplicaciones prácticas, una característica patente en las
actividades diseñadas para resolver problemas contextualizados.
Un elemento crucial identificado es la relevancia de la capacitación pedagógica para la implementación
efectiva de esta metodología. Jenkins y Green (2023) subrayan que los educadores necesitan una capacita-
ción robusta para concebir proyectos de relevancia que sostengan el interés estudiantil y fomenten la auto-
nomía en el proceso de aprendizaje. Areepattamannil y Freeman (2023) señalan que las competencias so-
cioemocionales desempeñan un papel clave en el éxito del aprendizaje colaborativo, especialmente en en-
tornos educativos diversos. Esto concuerda con los descubrimientos de Hamilton y Cairns (2023), quienes
indican que la ausencia de formación puede restringir el impacto del Aprendizaje Basado en Problemas
(ABP) en contextos educativos heterogéneos.
Adicionalmente, los avances tecnológicos han expandido la aplicación del Aprendizaje Basado en Proble-
mas (ABP). De acuerdo con Hwang et al. (2023), los instrumentos digitales, tales como simuladores y
plataformas interactivas, han propiciado la ejecución de proyectos, incrementando la accesibilidad y opti-
mizando la calidad del aprendizaje. No obstante, Fisher et al. (2023) señalan la imperatividad de asegurar
la equidad en el acceso a dichos recursos, particularmente en contextos socioeconómicos desfavorecidos,
un reto que también se evidenció en este estudio. Robinson (2023) enfatiza que la creatividad y la interdis-
ciplinariedad resulta imprescindible para capacitar a los alumnos para afrontar los retos del siglo XXI.
Desde una perspectiva cualitativa, se registró un incremento notable en la motivación intrínseca de los
estudiantes, tal como lo indicaron Niemi y Kynäslahti (2023) en su estudio del efecto del Aprendizaje
Basado en Problemas (ABP) en el compromiso estudiantil. Este aumento en la motivación también se co-
rrelaciona con la implementación de actividades colaborativas, tal como lo postulan Sailer y Homner
(2023), quienes sostienen que la colaboración promueve una interacción social más intensa y robustece las
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relaciones interpersonales. Brown y Campione (2023) indican que la colaboración activa y la interacción
entre pares en proyectos fomenta habilidades cognitivas complejas y una comprensión más profunda del
contenido."
Un descubrimiento significativo es la evolución de competencias en pensamiento crítico y resolución de
problemas. De acuerdo con Anderson y Pearson (2023), el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) pro-
mueve una mentalidad analítica al instar a los alumnos a identificar soluciones innovadoras en un entorno
estructurado. Esta metodología se revela particularmente ventajosa en el campo de la educación matemática
y científica, en el que los problemas de alta complejidad requieren estrategias innovadoras para su resolu-
ción (Sherman & Wright, 2023).
Pese a los avances alcanzados, la investigación también detectó restricciones, tales como la duración res-
tringida del proyecto y los obstáculos en la valoración de habilidades complejas. De acuerdo con Zepeda et
al. (2023), estos retos pueden ser gestionados mediante la integración de evaluaciones formativas y rúbricas
precisas que faciliten un monitoreo constante del avance académico de los estudiantes. Adicionalmente,
Salmon et al. (2023) subrayan la importancia de involucrar a los alumnos en el diseño de proyectos, lo cual
potencia su sensación de pertenencia y responsabilidad.
Para concluir, los resultados de este estudio consolidan la eficacia del Aprendizaje Basado en Problemas
(ABP) como metodología pedagógica, en consonancia con lo propuesto por Kress y van Leeuwen (2023)
en lo que respecta a su potencial para capacitar a los estudiantes para los retos del siglo XXI. No obstante,
resulta imprescindible persistir en la investigación para superar los obstáculos de implementación y asegu-
rar que esta metodología sea accesible y sostenible en una variedad de contextos educativos. Este enfoque
propiciará no solo la mejora de los rendimientos académicos, sino también la metamorfosis del contexto
educativo hacia una perspectiva más inclusiva, dinámica y centrada en el estudiante.
CONCLUSIÓN
Este estudio ha logrado cumplir con las metas establecidas, evidenciando que el Aprendizaje Basado en
Proyectos (ABP) es una metodología pedagógica altamente eficiente para el estímulo de competencias crí-
ticas, el razonamiento lógico y la resolución de problemas en entornos académicos y domésticos. Los re-
sultados obtenidos, tanto cualitativos como cuantitativos, validan la capacidad del Aprendizaje Basado en
Problemas (ABP) para alterar la experiencia pedagógica, fomentando un entorno educativo más dinámico,
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participativo y centrado en el alumno. Uno de los hallazgos más destacados del estudio fue la constatación
de que el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) potencia de forma significativa la motivación intrínseca
de los estudiantes. Las actividades concebidas fomentaron no solamente el aprendizaje significativo, sino
también el compromiso activo con los contenidos, una estrategia que se alinea con las propuestas de Bell
(2023) y Larmer y Mergendoller (2023). En última instancia, Dillenbourg y Fischer (2023) subrayan que
el aprendizaje basado en proyectos fomenta no solo el desempeño académico, sino también el crecimiento
personal y profesional de los alumnos. Este aumento en la motivación se vio complementado por un desa-
rrollo notable de competencias transversales, como la comunicación, la colaboración y la creatividad, que
resultan esenciales para enfrentar los desafíos del siglo XXI. En el contexto pedagógico, se ha evidenciado
que los educadores desempeñan un papel fundamental en el éxito del Aprendizaje Basado en Problemas
(ABP). La formación académica y el acceso a herramientas tecnológicas resultan fundamentales para la
formulación de proyectos de importancia que fusionen conceptos abstractos con aplicaciones prácticas.
Estos descubrimientos corroboran lo indicado por Jenkins y Green (2023) respecto a la necesidad de formar
a los educadores en metodologías innovadoras que potencien el potencial del Aprendizaje Basado en Pro-
blemas (ABP). Los hallazgos también enfatizan la relevancia de la equidad en el acceso a recursos tecno-
lógicos, resaltando la imperatividad de mitigar las desigualdades digitales para asegurar que todos los alum-
nos puedan beneficiarse de esta metodología. La integración de instrumentos digitales, tales como platafor-
mas interactivas y simuladores, ha simplificado la ejecución de proyectos y optimizado la calidad del apren-
dizaje, tal como lo señalan Hwang et al (2023). Pese a las restricciones, tales como la duración restringida
del proyecto y la necesidad de evaluaciones más detalladas, el estudio evidencia que el Aprendizaje Basado
en Problemas (ABP) ejerce un impacto considerable en el ámbito educativo. Adicionalmente a la mejora
de los resultados académicos, fomenta el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico, resolución de
problemas y colaboración grupal, preparando a los estudiantes para entornos académicos y profesionales
de alta demanda. En conclusión, el Aprendizaje Basado en Proyectos se manifiesta como una metodología
imprescindible para la educación del siglo XXI, ofreciendo una alternativa innovadora y eficiente que res-
ponde a las demandas de un mundo en perpetua transformación. Es imperativo persistir en la investigación
de su implementación en variados entornos educativos, además de diseñar estrategias que aseguren su sos-
tenibilidad y accesibilidad para el profesorado y los estudiantes futuros.
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