pág. 1027
INTRODUCCIÓN
Los plásticos, protagonistas principales en todos los hogares por su uso cotidiano y desmedido, forma,
propiedades y utilidad, se caracterizan principalmente por el tiempo que tardan en biodegradarse
alcanzando en algunos casos hasta 600 años aproximadamente, entre ellos tenemos al polietileno de baja
densidad (PEBD) y el tereftalato de polietileno (PET), estos derivados del petróleo son considerados
grandes contaminantes, porque se dispersan por acción del viento perjudicando a las especies que habitan
en los ecosistemas. (Awasthi et al., 2020; Geyer et al., 2017; Lee et al., 1991) señalaron en su estudio sobre
la fabricación, empleo y comercialización de plásticos que los residuos de estos materiales se incrementó
al 47% del total de restos generados a nivel mundial, la mitad de estos polímeros sintéticos procedentes
principalmente de Asia y que constituyen un escenario preocupante debido a que la mayoría de estos
residuos no son reciclados y se encontran libres en el ambiente, por otro lado, la incineración de los
polímeros libera gases tóxicos producto del tratamiento térmico que puede ocasionar problemas de salud
pública como algunos tipos de cáncer.
Para fines de ese año es China, el mayor productor a nivel mundial de residuos plásticos seguidos por Japón
y la Unión Europea, en ese contexto luego de su uso, según su destino final podrían ser reciclados,
quemados, enterrados, soterrados en basurales, desechados en lugares poco usuales o simplemente
eliminados al ambiente, se estima que el 79% representa el porcentaje de polímeros plásticos producidos
hasta la fecha encontrados en basurales o en el ambiente, de los cuales solo el 12 % fueron incinerados y
sólo el 9% han fueron reciclados (UNEP, 2018).
La estructura de algunos polímeros plásticos como la del polietileno de baja densidad cuando entran en
contacto con materia orgánica descompuesta de los botaderos es transformada naturalmente por
microorganismos mediante el proceso de biodegradación a través de enzimas presentes en bacterias y
hongos principalmente (Shalini & Sasikumar, 2015; Uribe et al., 2010) de esta manera la biodegradación
microbiana se presenta como una posible solución ambiental ante el uso desmedido de residuos plásticos,
entre estos microorganismos se encuentran las Pseudomonas spp. que cuentan por acción de enzimas, a
condiciones óptimas de temperatura y según la naturaleza del polímero, la capacidad para degradarlos,
reduciéndolos bioquímicamente y modificando su estructura hasta alcanzar moléculas simples como
metano, anhidrido carbónico y agua, lo que permite su asimilación como fuente de carbono y reducir