LA INSERCIÓN DE LAS CIENCIAS
DE LA COMPLEJIDAD EN LA ECONOMÍA:
IMPLICACIONES PARA EL DESARROLLO Y
LA DESIGUALDAD
THE INSERTION OF COMPLEXITY SCIENCES
INTO ECONOMICS: IMPLICATIONS FOR DEVELOPMENT
AND INEQUALITY
Rosy Wendoli Carrillo Ovando
Universidad Veracruzana, México
pág. 2454
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i1.16022
La Inserción de las Ciencias de la Complejidad en la Economía:
Implicaciones para el Desarrollo y la Desigualdad
Rosy Wendoli Carrillo Ovando
1
roscarrillo@uv.mx
https://orcid.org/0000-0002-0819-4976
Universidad Veracruzana
México
RESUMEN
El presente análisis examina cómo las ciencias de la complejidad se han insertado en las ciencias
sociales, en particular en la economía, lo que ha permitido revitalizar el interés en el estudio del
desarrollo económico desde perspectivas más integrales. En este contexto, la complejidad económica
es un enfoque que ha ido cobrando importancia en la última década gracias al aumento de
investigaciones empíricas que exploran su relación con diversas variables económicas y sociales. El
propósito de este documento es investigar los orígenes, evolución y las principales líneas de
investigación de la teoría de la complejidad económica. A través del análisis de los diversos estudios
empíricos realizados hasta el momento, se pretende establecer una base conceptual sólida y actualizada
sobre este tema. Además, se señalan vacíos teóricos y prácticos, abriendo las puertas a futuras
investigaciones que profundicen en su aplicación, especialmente en contextos como el mexicano, donde
la complejidad económica puede ofrecer herramientas fundamentales para abordar problemas como la
desigualdad de ingresos y las disparidades regionales.
Palabras clave: ciencias de la complejidad, complejidad económica, desarrollo económico, desigualdad
de ingresos
1
Autor principal
Correspondencia: roscarrillo@uv.mx
pág. 2455
The Insertion of Complexity Sciences into Economics: Implications for
Development and Inequality
ABSTRACT
This analysis examines how complexity sciences have become embedded in the social sciences,
particularly in economics, leading to a revitalized interest in the study of economic development from
more holistic perspectives. In this context, economic complexity is an approach that has been gaining
importance in the last decade thanks to the increase in empirical research exploring its relationship with
various economic and social variables. The purpose of this paper is to investigate the origins, evolution
and main applications of economic complexity theory. Through the analysis of the various empirical
studies carried out so far, the aim is to establish a solid and updated conceptual basis on this topic. In
addition, theoretical and practical gaps are pointed out, opening the door to future research to deepen
its application, especially in contexts such as Mexico, where economic complexity can offer
fundamental tools to address problems such as income inequality and regional disparities.
Keywords: complexity sciences, economic complexity, economic development, income inequality
Artículo recibido 05 enero 2025
Aceptado para publicación: 25 enero 2025
pág. 2456
INTRODUCCIÓN
A mediados del siglo XX, la consolidación de las ciencias de la complejidad significó un cambio, no
solo en las ciencias de las que fueron originarias, sino que se extendieron a otras disciplinas, como la
economía. Partiendo de múltiples cuestionamientos con respecto a la forma de ver la realidad y los
métodos que emplea la teoría económica clásica y reconociendo que los problemas que preocupan a la
sociedad actual se vuelven cada vez más complejos, tienen un alcance global y están más estrechamente
interrelacionados entre sí.
Estos nuevos desarrollos y su inserción en las ciencias sociales, especialmente en la economía
posibilitaron la consolidación de teorías orientadas al estudio del desarrollo económico. Tal es el caso
de la teoría de la complejidad económica (Hausmann y Rodrik, 2005; Hausmann y Klinger, 2007;
Hausmann et al., 2011; Hausmann e Hidalgo, 2011), la cual ha ampliado la capacidad para cuantificar
la estructura productiva de un país y ha reactivado el interés en el papel macroeconómico de la
transformación estructural como elemento de desarrollo económico, permitiendo además relacionar
empíricamente los postulados estructuralistas de la década de los 50.
La complejidad económica captura las capacidades productivas introducidas en las estructuras
económicas. A través del análisis de las estructuras productivas también se puede obtener información
acerca del capital humano, la dotación de factores, las características de la tecnología, las trayectorias
históricas, la calidad de las instituciones de un país (Castañeda, 2018; Hausmann et al., 2015; Pérez-
Hernández et al., 2019)
Citando a Hartmann et al. (2017), las estructuras productivas representan una expresión de alta
resolución de una serie de elementos que co-evolucionan con la mezcla de productos de un país. A
través del análisis de estas interacciones se pueden analizar diversos fenómenos económicos y sociales
como el desarrollo económico, el crecimiento, el cambio tecnológico, la desigualdad de ingresos, las
disparidades espaciales, etc.
Cabe destacar que la investigación teórica y empírica de esta teoría es reciente. En 2009 Hidalgo y
Hausmann en un artículo titulado “The building blocks of economic complexity” analizaron la relación
entre complejidad económica y el crecimiento económico (Hidalgo y Hausmann, 2009). Los autores
encuentran que los países más complejos presentan mayores niveles de crecimiento económico.
pág. 2457
Este hallazgo permitió el desarrollo de nuevas investigaciones que partían de la idea que el Índice de
Complejidad Económica (ICE), introducido por los autores antes mencionados, era un buen indicador
de desarrollo estructural de las economías.
La literatura desarrollada posteriormente, encuentra que la complejidad económica es importante para
muchos resultados económicos y sociales. Debido a esto, se considera que este campo debe ser
profundizado, tomando en consideración las potencialidades que posee como instrumento teórico.
Sobre esta base, la presente investigación aborda el surgimiento de la teoría de la complejidad
económica, sus fundamentos, principales líneas de investigación y los estudios empíricos realizados
hasta el momento. Por último, se buscan algunos vacíos teóricos que favorezcan el desarrollo de futuros
análisis.
Antecedentes
Al finalizar la primera mitad del siglo XX, la necesidad de cambio en la integración teórica y práctica
como una alternativa de solución para enfrentar fenómenos complejos llevó a repensar la relación entre
la filosofía y la ciencia, lo cual fortaleci la consolidación de las ciencias que actualmente se denominan
de la complejidad, permitiendo comprender los fenómenos de la realidad en su comportamiento no-
lineal y caótico. Uno de los autores fundadores de esta perspectiva es Weaver, quien en 1948 sostiene:
“Esta es la era de la complejidad, como era antes de la simplicidad. El tema que se estudia no es algo
completamente aislado y separado, sino algo relacionado con todo lo dems”.
El autor distinguió entre los problemas de simplicidad, los problemas de complejidad desorganizada y,
finalmente, los problemas de complejidad organizada. Esta última se refiere a aquellos fenómenos en
donde intervienen un número amplio de factores interrelacionados que conforman un todo orgánico
[…] estos fenmenos son abordables por modelos sistémicos (Reynoso, 2006), los cuales plantean la
necesidad de articulación entre tres conceptos fundamentales: complejidad, organización y sistema
(Rodríguez Zoya y Aguirre, 2011).
Estas ideas permitieron, décadas más tarde, dar identidad a un conjunto de teorías formuladas en
diferentes ciencias y disciplinas, impulsadas por un movimiento científico que fortaleció el vínculo
entre la biología, la física, la química y las matemáticas e incentivó progresivamente la incorporación
de estudios transdisciplinarios, incluso en las ciencias sociales.
pág. 2458
En el contexto del avance tecnológico actual, las posibilidades de estos desarrollos se han ampliado
considerablemente. No solo la tecnología permite una mayor facilidad para recopilar y analizar grandes
cantidades de datos, sino también para abordar los fenómenos sociales, económicos y naturales desde
una perspectiva más interconectada y sistémica.
El enfoque de la complejidad aplicado a las ciencias sociales permite el dialogo entre diferentes
corrientes tericas al destacar la “interconexin” de conceptos como el desequilibrio, el caos, la
incertidumbre, la no-linealidad, la autoorganizacin y la recursividad.
De modo igualmente significativo, el concepto de autoorganizacin aportó a explicar cómo surgen
estructuras y comportamientos colectivos que no dependen de un control centralizado. Por ejemplo,
movimientos sociales, economías informales y dinámica de la innovación tecnológica, entre muchos
otros. Adems, los avances tecnolgicos permitieron la “revolucin” en anlisis de redes, la simulacin
computacional y el modelado basado en agentes que facilitaron el análisis de grandes conjuntos de
datasets y la simulación de escenarios complejos.
Finalmente, las herramientas de teoría de la complejidad aportan medios efectivos para analizar una
amplia gama de fenómenos interconectados en el contexto social. Concretamente, son utilizadas en la
sociología de redes y en la economía evolutiva para estudiar cómo las interacciones entre individuos, o
agentes, producen patrones a nivel colectivo o de “sistema” difiriendo de las explicaciones tradicionales
que se basaban en relaciones lineales y simples.
Hay diversos ejemplos de fenómenos que se pueden analizar a través de este enfoque sistémico e
interconectado: el comportamiento de los mercados, la formación de redes sociales, la difusión de
tecnología, el impacto de flujos migratorios, la resiliencia global de la cadena de suministro, el cambio
climático, el desarrollo de sistemas de salud, las transformaciones culturales, la desigualdad económica,
etc.
De esta forma, la teoría de la complejidad no solo proporciona un marco teórico más amplio, sino
también herramientas prácticas para abordar los problemas de la realidad. Esta capacidad de abordar
múltiples dimensiones de fenómenos interrelacionados complementa la validez de las ciencias de la
complejidad en un mundo caracterizado por la incertidumbre y la interconexión cada vez mayor (Reyna
et al., 2019).
pág. 2459
La complejidad en la economía
En la economía, las ciencias de la complejidad se fueron integrando gradualmente a partir de la década
de 1970. Esta integración se vio influenciada por la teoría del caos y la concepción del sistema
económico como un sistema adaptativo complejo; lo que permitió modelar a los agentes como entidades
heterogéneas que interactúan de manera no lineal, refinando los diversos modelos a través del
aprendizaje y la adaptación.
Dentro de la literatura existe un consenso de los principales factores que contribuyeron a la inserción
de las ciencias de la complejidad en la economía: las limitaciones de la teoría económica clásica, el
surgimiento de diversos centros e institutos de complejidad y el auge del aprendizaje automático y la
inteligencia artificial (Perona, 2005; Maldonado y Gómez, 2011; Díaz, 2012; Elizalde Prada, 2013;
Castañeda, 2018).
Un determinante fundamental fueron las limitaciones que presentaba la teoría económica clásica
2
, la
cual se basaba en modelos lineales y simplificados que no consideraban aspectos relevantes como la
importancia del conocimiento productivo, la tecnología, las interacciones entre los agentes y los flujos
de información acumulados dentro del sistema económico.
Además, se comenzó a reconocer que diversos fenómenos económicos (por ejemplo, las crisis
financieras), no podían explicarse adecuadamente con enfoques estáticos o de equilibrio. Estas
limitaciones impulsaron una transformación conceptual dentro de la disciplina, dando lugar al
desarrollo de nuevos enfoques más dinámicos y adaptativos, los cuales se considera que responden
mejor a las realidades de los sistemas económicos contemporáneos.
Esta transformación se vio favorecida con el impulso de diversos centros e institutos, los cuales
desempeñaron un papel central en la incorporación de estas ideas al análisis económico (Tabla 1).
2
Incluye teorías desarrolladas desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX por autores como Adam Smith, David Ricardo
y John Stuart Mill y que después fueron formalizadas posteriormente por la economía neoclásica. Se caracteriza por su énfasis
en la racionalidad individual, los mercados en equilibrio y la agregación de factores de producción como capital y trabajo.
Asume mercados eficientes, la existencia de información perfecta y una relación lineal entre variables económicas, lo que
limita su capacidad para explicar fenómenos dinámicos, no lineales y complejos que emergen en los sistemas económicos
reales.
pág. 2460
Tabla 1. Principales centros e institutos de investigación relacionados con complejidad.
Año
Nombre del instituto
País
1978
Centro de Estudios para la Dinámica No-Lineal de la Jolla.
California, Estados Unidos
1980
Instituto Santa Cruz para la Ciencia No-Lineal.
Bruselas, Bélgica
1980
Centro para Estudios No-Lineales, Laboratorio Nacional
de los Álamos.
Nuevo México, Estados
Unidos
1981
Instituto para la Ciencia No-Lineal de Davis.
California, Estados Unidos
1984
Instituto Santa Fe
Nuevo México, Estados
Unidos
1985
Departamento de Sistemas Complejos en el Instituto de
Física de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Ciudad de México, México
1996
Instituto de Sistemas Complejos de Nueva Inglaterra de
Cambridge.
Massachusetts, Estados
Unidos
2000
Centro de Investigaciones en Complejidad
Liverpool, Reino Unido
2003
Centro para Sistemas Complejos de la Universidad de
Queensland.
Queensland, Australia
2007
Grupo de Investigación en Sistemas Complejos de la
Universidad de Buenos Aires.
Buenos Aires, Argentina
2008
Centro de Ciencias de la Complejidad de la Universidad
Nacional Autónoma de México.
Ciudad de México, México
2010
Instituto de Complejidad (Universidad Tecnológica de
Nanyang)
Singapur, Singapur
2011
Observatorio de Complejidad Económica del Instituto
Tecnológico de Massachusetts.
Massachusetts, Estados
Unidos
2015
Laboratorio de Complejidad
Barcelona, España
Fuente: Realizada a partir de la revisión de estudios previos.
Finalmente, otro factor relevante fue el desarrollo del aprendizaje automático y la inteligencia artificial,
que permitieron recopilar y procesar grandes cantidades de datos estructurados y no estructurados.
En la Tabla 2 se sintetizan algunas características del enfoque económico convencional y el enfoque
que introduce la complejidad en la economía.
pág. 2461
Tabla 2. Características del enfoque convencional y complejo de la economía.
Concepto
clave
Enfoque complejo
Tipo de
sistema
Cerrado, estático, lineal y en
equilibrio.
Abierto, dinámico, no lineal y lejos del
punto de equilibrio.
Agentes y
preferencias
Modelados colectivamente; usan
cálculos deductivos complejos para
tomar decisiones; poseen información
completa y son homogéneos.
Las preferencias están dadas; los
individuos son egoístas.
Modelados individualmente; usan reglas
inductivas para tomar decisiones; tienen
información incompleta y son
heterogéneos.
La creación de preferencias es central; los
individuos no son necesariamente
egoístas.
Redes
Los agentes interactúan
indirectamente a través de
mecanismos de mercado.
Interacciones bilaterales entre agentes
individuales, las redes cambian con el
tiempo.
Disciplinas
Macro y microeconomía como
disciplinas separadas.
No hay distinción, los patrones macro son
un resultado emergente de las
interacciones y los comportamientos, de
los niveles micro.
Evolución y
tecnología
No hay un mecanismo endógeno de
creación de innovación, crecimiento,
orden o complejidad. La tecnología es
dada o seleccionada en una base
económica.
Proceso evolutivo de diferenciación,
selección y amplificación; provee al
sistema de innovación y es responsable de
su crecimiento en orden y complejidad. La
tecnología es fluida y endógena al sistema.
Elementos
Precio y cantidad.
Patrones y posibilidades.
Fuente: Adaptado de Planificación, política pública y valor público: una aproximación a la teoría de la complejidad, por
Ortegón, 2020, Fondo Editorial Universidad Continental.
Son diversos los campos de estudio de la teoría económica que se han visto influenciados por el enfoque
de las ciencias de la complejidad. Por ejemplo, la economía conductual, la cual estudia cómo el ser
humano se aleja de la ideal de racionalidad perfecta a la hora de tomar decisiones. La economía
evolutiva, que estudia como a lo largo del tiempo cambian las instituciones, la tecnología y las
estructuras económicas existentes. La economía ecológica, que se dedica al estudio de las interacciones
entre los sistemas económicos y los ecosistemas.
pág. 2462
Otros ejemplos clave incluyen: la economía circular, la economía institucional, la economía en redes,
la economía de la innovación, la complejidad económica, entre otras.
De hecho, la complejidad económica es quizás uno de los enfoques que más interés está suscitando en
las últimas dos décadas. Lo ha hecho gracias a su multidisciplinariedad y a su capacidad para
comprender y predecir los fenómenos económicos utilizando los principios de las ciencias de la
complejidad.
Debido a esto, el próximo apartado se centra en analizar el concepto de la complejidad económica, sus
principales líneas de investigación y métodos de análisis.
Teoría de la complejidad económica
La complejidad económica se puede ver como un concepto y como un campo académico. Como campo
académico “Estudia la geografía y las dinmicas de las actividades econmicas con métodos inspirados
en ideas de sistemas complejos, redes y ciencia computacional” (Vela et al., 2020, p. 8).
Fue formalizada por investigadores como César Hidalgo y Ricardo Hausmann (2009)
3
. Los autores
señalan que la riqueza de naciones no solo depende de recursos naturales o factores acumulativos, sino
también del nivel de conocimiento y capacidades cnicas de las que dispone un país. Los autores
proponen el Índice de Complejidad Económica (ICE) una herramienta que mide a través de la diversidad
de los productos que un país puede fabricar con ventaja comparativa revelada
4
y el número de países
capaces de producir un determinado producto (ubicuidad del producto).
Las contribuciones que permitieron el desarrollo de la complejidad económica se explican a
continuación.
a) Investigaciones sobre métricas de relación y patrones de especialización
Esta parte de la literatura examina cómo las actividades económicas de un país, región o lugar se
relacionan entre sí. Al generar métricas de relacionabilidad se puede medir la aproximación entre
actividades económicas y la capacidad de las regiones para desarrollarlas.
3
Este enfoque puede considerarse novedoso en términos de los autores, ya que no supusieron dotaciones de factores o
diferencias tecnológicas para construir el ICE, sino que lo construyeron a partir de las propias estructuras de exportación.
4
Un producto tiene una ventaja comparativa revelada, si su participación en las exportaciones totales del país es más elevada
que en el promedio mundial, mostrando una posición competitiva en el mercado internacional.
pág. 2463
La lógica detrás de estas métricas es que los países y regiones tienen más oportunidad de entrar a ciertas
actividades en la medida que estén relacionadas con aquellas en las que ya tienen experiencia. Por
ejemplo, si una región produce componentes electrónicos, tiene más posibilidades de diversificar su
economía en el mercado de software en apoyo a dispositivos electrónicos o si una región se especializa
en la producción de café tiene una alta probabilidad de diversificar su economía en subproductos de
café como fertilizantes o cosméticos.
El uso de estos análisis ha sido crucial para el diseño de estrategias de diversificación.
b) Investigaciones sobre métricas de complejidad económica
El ICE, es una métrica que usa técnicas de reducción de dimensionalidad
5
para analizar las interacciones
con productos y capacidades productivas de un país. Se genera una matriz que relaciona países y
productos y se descompone para identificar los patrones que hay detrás. Esto permite evaluar qué tan
compleja es la producción de un país en comparación con otras economías.
Estos análisis consideran la diversidad de los bienes producidos y su ubicuidad para deducir la
acumulación de conocimiento productivo en una región. En vez de ocuparse en factores tradicionales
como capital y trabajo, estas métricas analizan cómo se combinan diversos factores en miles de
actividades económicas.
Estas métricas son herramientas muy importantes, ya que la información es utilizada por los gobiernos
para diseñar políticas industriales y perfeccionar estrategias de desarrollo económico. Por ejemplo, para
el caso mexicano, la complejidad económica se ha adoptado como una estrategia para promover el
desarrollo industrial y la diversificación productiva a través del Corredor Interoceánico del Istmo de
Tehuantepec.
Estas dos contribuciones se encuentran estrechamente relacionadas. Las métricas de relacionabilidad
ayudan a identificar las posibilidades de diversificación económica orientándose en actividades que
están vinculadas a las capacidades existentes de una región y las métricas de complejidad económica
5
La reducción de dimensionalidad es una técnica que se utiliza cuando se tienen conjuntos de datos complejos y de amplias
dimensiones. Esta técnica permite simplificarlos, manteniendo la información más relevante. Su objetivo principal es
transformar un conjunto de variables originales (que pueden ser numerosas y estar interrelacionadas) en un conjunto más
reducido de variables nuevas que retienen las características esenciales del sistema.
pág. 2464
evalúan hasta qué punto una región tiene el potencial de expandirse hacia actividades más avanzadas y
con un mayor impacto en su desarrollo. Juntas, proporcionan un marco para comprender cómo se
transforman las estructuras económicas desde un enfoque basado en sistemas complejos.
METODOLOGÍA
Esta investigación se basa en una metodología de tipo cualitativo, ya que se hace una revisión crítica de
la literatura teórica y empírica. Para lograr este objetivo se analizaron diversos artículos científicos y
publicaciones especializadas en las ciencias de la complejidad y la complejidad económica a partir del
año 2009 hasta 2024.
Dicho análisis se enfocó en englobar las contribuciones que se consideraron relevantes en tres categorías
principales: los antecedentes de la complejidad económica, los indicadores asociados con la
complejidad económica y la aplicación de esta teoría en la economía y, en particular, en el análisis del
desarrollo económico y la desigualdad de ingresos.
El objetivo del artículo es identificar las brechas en la literatura existente tanto teóricas como
metodológicas. Sobre todo, en países en vías de desarrollo y emergentes, con especial énfasis en
México.
Revisión de la literatura de la complejidad económica
El ICE introducido por Hidalgo y Hausmann (2009) ha sido crucial al aplicarse en diferentes áreas de
estudio. Dada la importancia de este instrumento, los estudios empíricos comenzaron a realizarse. Estos
estudios se pueden dividir de acuerdo con los objetivos de las investigaciones:
Los que se centran en medir la complejidad económica en diversos países y regiones.
En este tipo de análisis hay estudios para México, China, Australia, Colombia, España, Brasil, Tanzania,
Italia, entre otros. Estos trabajos encuentran que las regiones o sectores más complejos presentan
mayores niveles de riqueza, medida a través del PIB per cápita. Además, los autores analizan que
oportunidades de diversificación comercial tienen las regiones para lograr el crecimiento económico
(Hausmann et al., 2015; Erkan y Yildirimci, 2015; Chávez et al., 2017; Gao y Zhu, 2018; Reynolds,
2018; Pérez-Hernández et al., 2019; Sáenz-Zapata et al., 2019; Gómez-Zaldívar et al., 2020; Álvarez-
López et al., 2020; Gómez-Zaldívar y Molina, 2021; Herrera et al., 2021; Gómez-Zaldívar y Llanos,
pág. 2465
2021; Estmann et al., 2022; Ascani et al., 2022; Fang y Wang, 2022; Dong et al., 2022; Moreno y Bagus,
2022; Basile y Cicerone, 2022).
Los estudios que intentan comprobar si el ICE es un buen predictor del desarrollo económico.
En general, los estudios encuentran que el ICE esta correlacionado con el nivel de ingresos de un país.
Por lo que el ICE puede considerarse buen predictor del crecimiento a largo plazo en ciertas condiciones
(Hidalgo y Hausmann, 2009; Ourens, 2012; Ertan Özgüzer y Ogüs-Binatli, 2015; Stojkoski et al., 2016;
Gala y Magacho, 2018; Domini, 2019; Britto et al.,2019; Lee y Lee, 2020).
Los estudios que analizan los principales determinantes de la complejidad económica.
Estos estudios encuentran que los derechos de propiedad intelectual, el internet, los mayores niveles de
IED, las instituciones, el desarrollo financiero y la transformación digital generan una mayor
complejidad económica (Sweet y Maggio, 2015; Sweet y Eterovic, 2019; Lapatinas, 2019; Antonietti y
Franco, 2020; Khan et al., 2020; Vu, 2019; Ha, 2022; Shoufu et al., 2022; Shahzad et al. 2022).
Finalmente, se encuentran los estudios que correlacionan la complejidad económica con otras
variables (Figura 1).
Figura 1. Relaciones del ICE con diversos fenómenos económicos
Fuente: Elaboración propia con en estudios previos revisados.
pág. 2466
En la literatura revisada anteriormente, se muestra que el ICE es vinculado con una variedad de
procesos económicos y sociales. Por ejemplo, varios autores analizan la relación de la complejidad
económica y el medio ambiente. Can y Gozgor (2017) y Romero y Gramkow (2021) muestran que las
economías con mayores niveles de complejidad tienden a desarrollar patrones de producción más
sostenibles. Al mismo tiempo, los autores también encuentran que este efecto está condicionado por la
implementación de políticas ambientales implementadas.
También se identifica que las economías con mayor complejidad presentan una menor volatilidad en su
producción. Güneri y Yalta (2021) explican que la diversificación productiva y la sofisticación
económica actúan como mecanismos amortiguadores frente a choques externos, algo que es muy
importante en economías con amplias relaciones comerciales. En términos de inflación, Al Marhubi
(2021) indica que las economías complejas son menos vulnerables a choques inflacionarios, gracias a
la estabilidad de sus estructuras productivas.
La relación entre complejidad económica y desarrollo humano también se respalda en distintas
investigaciones. Lapatinas (2016) y Ferraz et al., (2018) encuentran que las estructuras productivas
complejas tienden a generar mayores oportunidades económicas, pero también dan como resultado el
incremento del acceso a la educación y la prestación de servicios básicos. Como señala Vu (2020),
vemos cómo las economías complejas también cuentan con sistemas de salud más eficientes y altas
expectativas de vida. O, por ejemplo, en lo que respecta al transporte, Gao et al. (2017) demuestra cómo
las economías complejas tienden a hacer gastos e inversiones significativamente mayores en
infraestructura de transporte más avanzada, permitiendo una mayor conectividad y crecimiento
económico. También, el ICE parece ser un fuerte predictor de la atracción de inversión extranjera
directa. Según Ranjbar et al. (2022), los países con economías complejas tienden a ser percibidos como
más estables y rentables, lo que aumenta su capacidad para atraer capital extranjero.
También, se han identificado relaciones significativas entre el ICE y variables como la demografía y
pobreza. Bahar et al. (2020) y Adam et al. (2021) señalan que las economías complejas tienden a atraer
poblaciones jóvenes y educadas, favoreciendo el crecimiento a largo plazo. Kimm (2021) muestra que
una mayor complejidad económica se asocia con la generación de empleos de mayor calidad, lo que
reduce las carencias económicas.
pág. 2467
Relacionado con la investigación anterior, un tema que resulta particularmente relevante es el de la
desigualdad económica. Hartmann et al. (2017) y Lee y Vu (2019) argumentan que las economías con
estructuras más diversificadas tienden a distribuir los ingresos de manera más equitativa. Los autores
señalan que estos resultados varían de acuerdo con el contexto del país y el tipo de instituciones. Es
evidente que la complejidad económica tiene un papel moderador sobre las disparidades de ingreso.
Respecto a la desigualdad de género, investigaciones como los de Ben y Assoumou-Ella (2019) y Barza
et al. (2020) exploran cómo las economías más complejas, pueden reducir brechas de género en el
mercado laboral.
Todas estas investigaciones demuestran que la complejidad económica ofrece un marco analítico fuerte
para abordar diversas problemáticas.
En particular, la desigualdad de ingresos es un tema central que se considera a la luz de la complejidad
económica. No solo porque la literatura empírica ha probado que las economías más complejas
presentan niveles más bajos de desigualdad de ingresos, sino también porque es uno de los problemas
más relevantes en la actualidad. Incluso, países que tradicionalmente eran más igualitarios presentan
una alta desigualdad de ingresos. Es por eso por lo que la desigualdad de ingresos puede considerarse
como uno de los temas más importantes de la agenda internacional. A partir de aquí, aparecen nuevas
preguntas y áreas para estudiar, lo que justificaría la exploración de este tema.
Complejidad económica y desigualdad de ingresos
El ICE propuesto por Hidalgo y Hausmann (2009) ofrece una mejor predicción del desarrollo
económico que indicadores tradicionales como el PIB. Esto es así ya que el ICE toma en consideración
las capacidades productivas que se requieren para producir y exportar un conjunto de bienes complejos.
Lo novedoso de este enfoque es que no solo analiza qué produce un país, sino qué capacidades son
necesarias para hacerlo.
Además, el ICE tiene la capacidad de identificar la trayectoria potencial del crecimiento económico al
poder evaluar las capacidades productivas existentes a nuevas oportunidades de diversificación, lo que
les otorga mejores perspectivas de desarrollo a largo plazo. El desarrollo económico y la desigualdad
de ingresos están estrechamente relacionados. Esto es así debido a diversos factores.
pág. 2468
Una aportación significativa que analiza la relación entre desarrollo económico y desigualdad de
ingresos es la de Simon Kuznets (1955), quien planteó la hipótesis de una relación en forma de U
invertida entre estos dos. Según esta hipótesis, en las primeras etapas de desarrollo, la desigualdad
tiende a aumentar debido a la concentración de la riqueza en una pequeña parte de la población. Sin
embargo, cuando las economías alcanzan niveles más avanzados de desarrollo, esta desigualdad tiende
a disminuir.
Este enfoque surgido dentro de la teoría estructuralista implica que las diferencias económicas entre
países estaban estrechamente relacionadas a las características de sus sectores productivos (Puente‐
Ajovín, 2013; Júnior, 2017). Es decir, la estructura económica de un país afecta su capacidad para
generar riqueza y para distribuirla equitativamente entre sus ciudadanos.
Dentro del ámbito de la literatura económica, la contribución de Kuznets es una de las más ampliamente
estudiadas en relación con la desigualdad de ingresos. Hay estudios apoyan estos resultados, otros los
refutan y finalmente hay estudios que solo encentran evidencia para la parte ascendente de la curva
(Fields, 1988; Perotti, 1993; Deininger y Squire, 1997 y 1998; Higgins y Williamson, 1999; Galbraith,
2007; Barro, 2008; Prados de la Escosura, 2008; Palma, 2011; Rattan, 2012; Piketty, 2013; Milanovic,
2016; Le et al. 2020; Martínez-Navarro et al. 2020; Topuz y Dağdemir, 2020).
A pesar de ello, esta teoría ha sido objeto de críticas debido a que se considera ser simplificadora, ya
que no se considera la complejidad de los factores que influyen en la distribución del ingreso. En este
contexto, el estudio de la complejidad económica, quien también retoma ideas de la escuela
estructuralista, ha cobrado importancia, permitiendo el surgimiento de nuevas ideas que sitúan la
estructura económica como el fundamento del desarrollo económico.
La idea detrás de esta teoría es que la capacidad de un país para diversificar y sofisticar su estructura
productiva es un factor determinante tanto en su potencial de crecimiento como en su habilidad para
generar empleo y distribuir ingresos de manera equitativa (Hidalgo et al., 2007).
El artículo pionero de estas investigaciones es el publicado por Hartman et al. (2017), en el cual realizan
un análisis para 150 países en el periodo 1963-2008, los autores encuentran que países con un mayor
nivel de complejidad económica se caracterizan por un menor nivel de desigualdad de ingresos y
que esta relación es robusta al controlar medidas agregadas de ingresos, instituciones, concentracn de
pág. 2469
exportaciones y capital humano. Por lo que exponen la necesidad de realizar más trabajo teórico sobre estas
relaciones.
Debido a los hallazgos de Hartman et al. (2017) sobre el efecto de la complejidad económica en la
distribución de ingresos, se han desarrollado nuevas investigaciones que analizan esta relación. Las
investigaciones que se han realizado han sido diversas, desde análisis a nivel país hasta evaluaciones
específicas de regiones o países.
Sbardella et al. (2017) analizan un conjunto de países y encuentran que el movimiento de la desigualdad
junto con el desarrollo ha seguido un patrón similar al que encontró Kuznets (1950). La desigualdad
aumenta en etapas avanzadas de desarrollo. También, Bandeira et al. (2018) encuentra para
Brasil algo similar, con niveles altos de complejidad económica se observan niveles altos de
desigualdad de ingresos, hasta que se llega a un punto en donde la desigualdad comienza a reducirse.
El autor también encuentra que esta relación es adquiere relevancia en aquellos estados que tienen
niveles más altos de urbanización y desarrollo general. Zhu y Li (2020) encuentran que la complejidad
económica solo contribuye a la reducción de la desigualdad de ingresos en las áreas urbanas de China.
Por otra parte, Fawas y Rahnama-Moghadamm (2019), encuentran que la desigualdad de ingresos de
un país está relacionada positivamente con la desigualdad de ingresos de sus principales socios
comerciales; y el comercio con países más complejos se correlaciona con reducciones en la desigualdad
de ingresos. De manera similar, Gómez-Zaldívar et al. (2022) en un estudio realizado para las entidades
federativas en México encuentran algo similar; la desigualdad de ingresos de un estado también está
relacionada con el nivel de complejidad económica de los estados vecinos.
Lee y Wang (2021), encuentran que un aumento en el ICE se asocia con una distribución del ingreso
s equitativa en un país con riesgo ps bajo, mientras que la mejora en la estructura productiva no
puede mejorar una distribución desigual del ingreso en países con riesgo país alto.
Las investigaciones de Lee y Vu (2020) y Chu y Hoang (2020), resultan relevantes, ya que contrastan
con los resultados de la literatura anterior. Los autores encuentran que la complejidad económica está
asociada con una mayor desigualdad de ingresos. Esto es así debido a que los procesos de
transformación estructural implican pasar de actividades de bajo valor agregado a actividades más
complejas que se caracterizan por niveles crecientes de intensidad de capital y una dependencia a nuevas
pág. 2470
tecnologías, lo que favorecerá los trabajadores altamente calificados, lo que se traducirá en un aumento
de la desigualdad de ingresos.
Sin embargo, los autores sugieren diversos factores económicos y sociales como el nivel de educación,
el gasto público, la apertura comercial, etc. podrían influir en esta relación de forma positiva.
Con respecto a las economías emergentes, Ascani et al. (2022) y Dong et al. (2022), han encontrado
que la complejidad económica puede propiciar estrategias de diversificación productiva en este tipo de
economías, lo que a su vez favorece el desempeño económico general de dichas economías.
En particular, América Latina ha sido una región de interés en el análisis de la complejidad económica
debido a sus altos niveles de desigualdad. Hausmann e Hidalgo (2009) destacan que países como Brasil
y México han tenido progresos significativos en complejidad económica, aunque las diferencias en
desigualdad aún persisten.
En el caso mexicano, investigaciones como las de Erazo Castro y Armijos Ávila (2022) han revelado
que la alta concentración de actividades económicas en regiones específicas, como el norte del país, ha
acentuado las desigualdades en comparación con las regiones del sur, menos diversificadas.
En contraste, Gómez-Zaldívar et al. (2016-2022) han analizado profundamente el tema de complejidad
económica en México encontrando que las regiones más complejas presentan un crecimiento más
sostenido y niveles más bajos de desigualdad de ingresos.
En general, se podría decir que la evidencia indica que la complejidad económica es importante para
muchos resultados económicos.
Como se puede analizar los resultados son diversos, algunas investigaciones encuentran que países con
un mayor nivel de complejidad económica tiene niveles más bajos de desigualdad, mientras que otros
encuentran lo contrario. Otros además de analizar la relación complejidad económica-desigualdad
analizan efectos mediadores de variables como el capital humano, las instituciones, la apertura
comercial, la inversión extranjera, urbanización, gasto público, calidad ambiental, entre otras. También
destaca la evidencia de que la desigualdad de ingresos también está relacionada con el nivel de
complejidad económica de los vecinos o socios comerciales.
Aunque se pudo constatar que se ha avanzado considerablemente en el estudio de la relación entre
complejidad económica y desigualdad de ingresos, aún quedan importantes vacíos e interrogantes.
pág. 2471
La mayoría de los estudios se enfocan en análisis nacionales, dejando de lado la dinámica regional. En
México, las diferencias entre las entidades federativas son notorias y merecen un análisis más detallado.
Además, en otros estudios se reconoce la importancia de diversas variables que podrían ser mediadoras
entre la relación entre complejidad económica y desigualdad de ingresos, por lo que sería importante
analizar cuales variables en el contexto mexicano moderan esta relación.
Finalmente, desde la parte metodológica, la mayoría de los estudios emplean análisis estáticos que no
capturan las transformaciones estructurales a lo largo del tiempo, por lo que sería importante analizar
esta relación en un entorno dinámico.
RESULTADOS
Los principales hallazgos indican que la complejidad económica está estrechamente relacionada con el
desarrollo y la desigualdad de los países. Es decir que países que presentan un ICE más alto tienen
niveles más altos de PIB per cápita y niveles más bajos de desigualdad para el caso de países
desarrollados. Sin embargo, la literatura contrasta estos resultados cuando se analizan países en vías de
desarrollo o economías emergentes. En este tipo de países los resultados son mixtos. Esto es así ya que,
por sus características estructurales, hay otros factores que inciden en esta relación, como el capital
humano y el tipo de instituciones.
En el caso particular de México, se encuentra que las entidades federativas con mayor complejidad
económica generalmente experimentan crecimiento económico. Sin embargo, el país aún enfrenta
grandes retos, sobre todo cuando se habla de la inclusión de sectores más débiles y con actividades de
bajo valor agregado.
Algo muy interesante es que para este tipo de países las instituciones, la capacitación laboral y las
políticas que fortalecen la calidad educativa, son fundamentales para que los efectos de la complejidad
económica en la desigualdad de ingresos se puedan potencializar.
CONCLUSIONES
El impacto de la teoría de la complejidad económica ha sido muy importante para entender diversos
procesos económicos. Este campo académico conecta capacidades productivas, diversificación,
desarrollo estructural e incluso la desigualdad.
pág. 2472
Como resultado, la aplicabilidad de esta teoría parece ser amplia, lo que ofrece una nueva perspectiva
de analizar diversos fenómenos económicos y sociales. Su aplicabilidad abarca desde la teoría
económica enfocada al desarrollo hasta análisis del comercio internacional, la geografía económica, la
innovación y el cambio estructural y la política pública regional.
Las aplicaciones se encuentran relacionadas porque juntas ofrecen una comprensión más integral de los
procesos económicos y sociales. En primer lugar, la geografía económica ofrece un marco importante
al estudiar las diversas actividades económicas y cómo las capacidades productivas de dichas
actividades están distribuidas espacialmente. Bajo esta óptica se pueden identificar disparidades
regionales, las cuales determinan en gran medida las oportunidades de diversificación y desarrollo
económico.
Las desigualdades regionales, influyen en la creación de distritos industriales, sino que también
condicionan la capacidad de las regiones para atraer inversión, talento y recursos, tal como se constató
en la revisión de la literatura de la sección anterior. Todo esto configura un campo perfecto para que
se pueda dar el cambio estructural.
Bajo estas ideas, el cambio estructural y también la innovación están directamente relacionados con
estas disparidades regionales, ya que bajo las ideas de la teoría estructuralista y de la complejidad
económica, son dos motores que permiten a las economías saltar hacia actividades de mayor valor
agregado.
Sin embargo, esta transición no ocurre de manera uniforme. Como lo destacan los autores Lee y Vu
(2020) y Chu y Hoang (2020); regiones con capacidades productivas y tecnológicas rezagadas se
enfrentan a mayores dificultades para integrarse en actividades complejas, lo que acentúa las
disparidades reconocidas en la geografía económica.
Al mismo tiempo, los avances tecnológicos y la transición de actividades de bajo valor agregado a
actividades más complejas generan efectos significativos sobre la estructura del empleo, los salarios y
las oportunidades. A su vez esto tiene implicaciones directas en la desigualdad de ingresos.
En conclusión, el desarrollo económico y la desigualdad de ingresos son el resultado acumulado de las
interrelaciones y la estructura productiva de una región o país influye en la calidad del empleo y la
distribución del ingreso.
pág. 2473
Regiones que logran acceder a una mayor complejidad económica tienden a generar empleos mejor
remunerados y reducir desigualdades. Sin embargo, aquellas que permanecen rezagadas no solo
experimentan un menor crecimiento económico, sino también un aumento en las desigualdades internas,
reforzando las dinámicas estudiadas por la geografía económica y el cambio estructural.
Todas estas líneas comentadas, en conjunto representan un ciclo dinámico y continuo, donde las
características iniciales de una región afectan su capacidad para innovar y cambiar estructuralmente, lo
que a su vez influye en los niveles de desarrollo y equidad económica. Este enfoque integral es esencial
para diseñar políticas públicas más efectivas que fomenten la complejidad económica y reduzcan las
desigualdades.
Futuras líneas de investigación
Independientemente del progreso logrado en la comprensión de la complejidad económica y la
desigualdad en la literatura revisada previamente, hay varias preguntas a las que habrá que responder
en las futuras investigaciones. Algo que se considera fundamental es analizar con mayor profundidad
de qué manera las políticas públicas específicas pueden ayudar a que las economías trasciendan hacia
actividades económicas más complejas en regiones rezagadas. Esto es especialmente relevante en el
contexto mexicano, donde las disparidades regionales representan un desafío persistente.
Además, se requiere más análisis empírico que integre el ICE como indicador de desarrollo estructural
y diversas variables consideradas mediadoras por la literatura existente. Por ejemplo, variables como el
capital humano, la informalidad laboral y la calidad institucional serían muy útiles en el contexto de las
entidades federativas de México. Esto ayudaría a identificar no solo los modelos de desigualdad
presentes, sino también los mecanismos que hay de tras que los generan, proporcionando un marco
consistente para diseñar políticas públicas adaptadas a las realidades locales.
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