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En el Perú los resultados obtenidos en la prueba Pisa no son alentadores, de 74 países que participaron
en esta prueba mundial, Perú ocupa el puesto 64, encontrándose muy por debajo de otros países como
Chile, Colombia y Brasil demostrando que nuestro rendimiento es menor al de nuestros pares en
Latinoamérica. Es de responsabilidad social reconocer que el pilar fundamental del desarrollo de un país
es la educación y nos corresponde aportar para mejorar y superar nuestros niveles actuales de desarrollo,
encaminándonos por sendas de progreso hasta llegar a ejercer un liderazgo en el aspecto educativo. Si
este es el reto del estado y del magisterio peruano, es momento de empezar planteando reformas
educativas en todos los niveles y logrando que todos nos identifiquemos con este ideal, pues somos
conscientes que sólo ello podrá sacarnos del subdesarrollo y el atraso en el que vivimos. Es momento
de reflexionar ante esta realidad y tomar acciones que nos permitan cambiar este nefasto escenario. Se
repite de manera constante que la educación que se imparte en el país es de mala calidad y se vuelve la
mirada a los docentes como si fueran los únicos responsables, ¿Y dónde queda la inversión mezquina
que el estado hace en este sector? ¿Dónde está el rol educador de las familias como ente fortalecedor de
este proceso? Como vemos la responsabilidad es compartida y es momento que cada agente tome
acciones para empezar ya con el avance educativo. El presente año académico nos abrió sus puertas
reconociendo un ligero progreso positivo de los resultados logrados en las pruebas estandarizadas, tanto
como la evaluación censal de estudiantes (ECE) y Pisa respectivamente, pero no es lo que deberíamos
alcanzar, entonces inferimos que nuestros estudiantes no han adquirido desarrollar los conocimientos y
habilidades priorizadas. Ante esta situación, Falen (2019), señala que, los resultados en la evaluación de
la competencia de los estudios del cuarto de secundaria en matemática son: Tacna 60,1%, Moquegua
52,6%, Arequipa 43,1%, Callao 38,6%, Huánuco 19,2%, Tumbes 17,4%, Ucayali 10,8%, Loreto 5,9%,
el promedio nacional en matemática del cuarto de secundaria es de 30,7%. Tacna lidera los resultados,
seguido de Moquegua y Arequipa. Esta verdad contrasta con lo que se aprecia en zonas de la Selva que
tienen las cifras más bajas. Martens (2019) ex ministra de educación, considera que la clave del éxito de
Tacna se debe a la conjugación acertada que hay entre los recursos económicos y una adecuada gestión
educativa. Tacna ha trabajado mucho con sus docentes, tanto con los que están en formación como con
los de la carrera pública magisterial, fortaleciendo sus prácticas educativas, en el proceso también se ha
involucrado a los padres. Esta apreciación también la comparte Díaz (2019), miembro del Consejo