pág. 3023
Población y economía
La población de Solano, predominantemente joven, se dedica principalmente a actividades agrícolas,
ganaderas y pesqueras. En tal sentido, la ganadería y la agricultura, con cultivos como la yuca (fariña y
casabe), el plátano, el maíz y el chontaduro (chicha), son los pilares de su economía, mientras que la
pesca artesanal (bocachico, nicuro, moino, sábalo, bagres, entre otros) representa una importante fuente
de alimentarios e ingresos económicos para la comunidad. Sin embargo, la limitada infraestructura de
transporte, especialmente la vía carreteable en condiciones precarias, obstaculiza el comercio y el
acceso a otros mercados del departamento y a nivel nacional.
Medio ambiente y desafíos
A pesar de su riqueza natural, Solano enfrenta desafíos ambientales significativos que requieren
atención urgente. En esta misma línea, la deforestación, impulsada principalmente por actividades como
la tala y quema, representa una amenaza grave para la integridad de sus bosques y la estabilidad de su
ecosistema local. Así mismo, esta pérdida de cobertura arbórea no solo reduce la biodiversidad, sino
que también aumenta la vulnerabilidad a la erosión del suelo. Además, la falta de una adecuada gestión
de residuos sólidos agrava aún más la contaminación ambiental, especialmente del río Caquetá, que
desempeña un papel crucial en el transporte y suministro de agua potable para la comunidad. Por lo
tanto, abordar estos problemas requiere políticas y prácticas que promuevan la conservación de los
recursos naturales y la implementación de medidas efectivas para controlar y revertir los efectos dañinos
de la actividad humana en este entorno.
Cultura ambiental y educación
En respuesta a estos desafíos, la comunidad de Solano está comprometida con la promoción de la cultura
ambiental y el desarrollo sostenible. En tal sentido, la Institución Educativa Campo Elías Marulanda
lidera este esfuerzo, ofreciendo una educación integral que incluye proyectos pedagógicos transversales
sobre el desarrollo sostenible, principalmente en la ejecución del Proyecto Ambiental Escolar (PRAE),
la prevención de desastres y uso adecuado del tiempo libre. Sin embargo, se reconoce la necesidad de
fortalecer la cultura ambiental entre los estudiantes y la comunidad en general. En tal sentido, educando
a las generaciones futuras sobre la importancia de la conservación ambiental y la gestión sostenible de
los recursos naturales, se puede fomentar un cambio significativo hacia prácticas más responsables y