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Además, el análisis señala que los esquemas de financiación convencionales, como los créditos
bancarios, no suelen adaptarse a las particularidades de las iniciativas sociales, que, en su mayoría,
presentan menores márgenes de rentabilidad y requieren plazos de pago más flexibles debido a su
enfoque en el impacto social más que en la rentabilidad económica inmediata. Aunque existen algunas
alternativas, como las subvenciones y fondos de impacto, estas son limitadas y de difícil acceso
(Espínola, 2019). Igualmente, las demandas burocráticas y la carencia de experiencia en la
administración financiera y contable son otros elementos que dificultan la obtención de estos recursos.
Esto indica la importancia de desarrollar herramientas financieras ajustadas a los propósitos y
particularidades de los emprendimientos sociales (Herruzo, 2019).
Por otra parte, el análisis muestra que el ecosistema de financiamiento para emprendimientos sociales
en Ecuador es incipiente y carece de actores clave, como inversionistas de impacto, plataformas de
crowdfunding y redes de apoyo financiero, que podrían facilitar el desarrollo de este tipo de negocios
(Izquieta, 2019).
Si bien algunas organizaciones no gubernamentales y cooperativas han implementado programas de
financiamiento, estos no cubren la demanda existente y, en su mayoría, están orientados a
emprendimientos de pequeña escala (Izquieta, 2019). La falta de colaboración entre instituciones
gubernamentales, el sector privado y los emprendedores sociales restringen la formación de un sólido
ecosistema de respaldo que posibilite a estas iniciativas expandirse y lograr la sostenibilidad.
Así pues, los hallazgos resaltan que los emprendedores sociales en Ecuador aprecian el financiamiento
como un instrumento esencial para el desarrollo de sus proyectos, aunque indican que el acceso a este
no es suficiente de manera autónoma. Los emprendedores requieren además capacitación en gestión
financiera, planificación estratégica y medición de impacto social, aspectos que resultan esenciales para
que los emprendimientos puedan aprovechar de manera óptima los recursos financieros que logran
obtener. Esto indica la importancia de implementar programas de acompañamiento y capacitación
paralelos al financiamiento, orientados a fortalecer las capacidades empresariales y aumentar las
probabilidades de éxito y sostenibilidad de los emprendimientos sociales en el país.