INNOVACIÓN PEDAGÓGICA EN EL AULA: ES-
TRATEGIAS PARA EL SIGLO XXI
PEDAGOGICAL INNOVATION IN THE CLASSROOM: STRATE-
GIES FOR THE 21ST CENTURY
Lorgia Jaqueline Gualán Minga
Ministerio de Educación del Ecuador
Brayan Daniel Sandoval Jarro
Ministerio de Educación del Ecuador
Jenny Marivel León Ochoa
Ministerio de Educación del Ecuador
Ana Mireya Chamba Gomes
Ministerio de Educación del Ecuador
Yulissa Fernanda Zapata Valverde
Ministerio de Educación del Ecuador
Jonatan Adrián Hernández Centeno
Ministerio de Educación del Ecuador

pág. 3434
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i1.16092
Innovación pedagógica en el aula: estrategias para el siglo XXI
Lorgia Jaqueline Gualán Minga1
lorgia.gualan@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0007-1353-6321
Ministerio de Educación del Ecuador
Brayan Daniel Sandoval Jarro
brayan.sandoval@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0003-3275-0519
Ministerio de Educación del Ecuador
Jenny Marivel León Ochoa
marivel.leon@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0007-9796-5544
Ministerio de Educación del Ecuador
Ana Mireya Chamba Gomes
anam.chamba@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0007-0827-8866
Ministerio de Educación del Ecuador
Yulissa Fernanda Zapata Valverde
yulissa.zapata@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0005-9746-6919
Ministerio de Educación del Ecuador
Jonatan Adrián Hernández Centeno
jonatan.hernandez@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0000-0002-6922-3232
Ministerio de Educación del Ecuador
RESUMEN
La innovación pedagógica en el entorno académico constituye un elemento crucial para la transformación
de los procesos de enseñanza y aprendizaje en el siglo XXI. La educación contemporánea confronta retos
emanados del progreso tecnológico, la globalización y las emergentes exigencias sociales, lo que demanda
la instauración de estrategias innovadoras que faciliten el desarrollo efectivo de habilidades en los alumnos.
Este estudio examina una variedad de estrategias pedagógicas concebidas con el objetivo de potenciar el
aprendizaje significativo, promover el pensamiento crítico y optimizar la participación activa de los alum-
nos. Las estrategias implementadas incluyen el aprendizaje basado en proyectos (ABP), el aprendizaje
cooperativo, la gamificación y la incorporación de instrumentos tecnológicos en el entorno educativo. El
Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) facilita a los estudiantes el desarrollo de competencias de inves-
tigación y resolución de problemas a través de la indagación en contextos reales. El aprendizaje coopera-
tivo, por otro lado, promueve la interacción entre individuos, fomentando la generación colectiva de cono-
cimiento. La implementación de la gamificación, mediante la incorporación de componentes lúdicos en el
proceso educativo, potencia la motivación y el compromiso de los estudiantes. Además, la integración de
tecnología, tales como plataformas digitales, simulaciones interactivas y recursos multimedia, incrementa
las oportunidades pedagógicas y promueve la personalización del proceso de aprendizaje. La investigación
subraya igualmente la relevancia del rol del educador como catalizador del conocimiento y la necesidad de
su capacitación continua para ajustar las metodologías a las demandas contemporáneas. Adicionalmente,
se subraya la importancia de adoptar un enfoque centrado en el estudiante, que fomente la autonomía, la
creatividad y la habilidad para adaptarse al cambio. En conclusión, el artículo sostiene que la adopción de
estrategias innovadoras en el entorno académico contribuye de manera significativa a la optimización de
los procesos de enseñanza y aprendizaje, capacitando a los alumnos para los desafíos del siglo XXI. Se
sugiere la implementación de metodologías activas y adaptables, que faciliten la respuesta a las demandas
de los estudiantes en un contexto educativo dinámico y en continua transformación.
Palabras Claves: innovación pedagógica, aprendizaje significativo, pensamiento crítico, metodologías ac-
tivas, aprendizaje basado en proyectos
1 Autor principal
Correspondencia: lorgia.gualan@educacion.gob.ec

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Pedagogical innovation in the classroom: strategies for the 21st century
ABSTRACT
Pedagogical innovation in the academic environment is a crucial element for the transformation of teaching
and learning processes in the 21st century. Contemporary education faces challenges arising from techno-
logical progress, globalization, and emerging social demands, requiring the establishment of innovative
strategies to facilitate the effective development of students' skills. This study examines a variety of peda-
gogical strategies designed to enhance meaningful learning, promote critical thinking, and optimize student
engagement. The strategies implemented include project-based learning (PBL), cooperative learning, gam-
ification, and the incorporation of technological tools into the educational environment. Problem-Based
Learning (PBL) helps students develop research and problem-solving skills through inquiry in real-world
contexts. Cooperative learning, on the other hand, fosters interaction among individuals, encouraging col-
lective knowledge generation. The implementation of gamification, by incorporating playful components
into the educational process, enhances student motivation and commitment. Furthermore, the integration
of technology, such as digital platforms, interactive simulations, and multimedia resources, increases ped-
agogical opportunities and promotes the personalization of the learning process. The research also high-
lights the relevance of the educator’s role as a catalyst for knowledge and the need for continuous teacher
training to adapt methodologies to contemporary demands. Additionally, it emphasizes the importance of
adopting a student-centered approach, which encourages autonomy, creativity, and the ability to adapt to
change. In conclusion, the article argues that the adoption of innovative strategies in the academic environ-
ment significantly contributes to optimizing teaching and learning processes, preparing students for the
challenges of the 21.
Keywords: pedagogical innovation, meaningful learning, critical thinking, active methodologies, project-
based learning
Artículo recibido 05 enero 2025
Aceptado para publicación: 15 febrero 2025

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INTRODUCCIÓN
Contextualización del tema
La innovación pedagógica se ha convertido en una necesidad inminente en el ámbito educativo del siglo
XXI, debido a los rápidos avances tecnológicos, las transformaciones sociales y las nuevas exigencias la-
borales. La enseñanza, en este contexto, requiere una actualización que permita a los estudiantes desarrollar
habilidades críticas como el pensamiento reflexivo, la creatividad y la resolución de problemas (González,
2022). Los métodos tradicionales de enseñanza se encuentran en una etapa de transición, en la que las
estrategias activas y el uso de la tecnología juegan un papel fundamental para mejorar el aprendizaje y hacer
frente a los desafíos del siglo XXI (Martínez & Silva, 2023). Según Hernández (2022), las metodologías
tradicionales deben adaptarse para integrar estos nuevos enfoques, que favorecen la participación activa del
alumno y promueven un aprendizaje más autónomo y significativo.
Las metodologías activas, como el aprendizaje basado en proyectos, la gamificación y el uso de plataformas
digitales, están cambiando el panorama educativo, permitiendo que los estudiantes sean protagonistas de
su propio aprendizaje (Rodríguez & Pérez, 2023). Esto se debe a que la educación actual ya no solo se
enfoca en la adquisición de conocimiento, sino también en la formación de competencias esenciales para
el futuro (Pérez et al., 2021). Según Alvarado (2022), el uso de tecnologías digitales en el aula permite un
aprendizaje más personalizado y efectivo, favoreciendo una mayor interacción entre estudiantes y docentes.
El avance de la tecnología ha transformado la educación, ofreciendo herramientas que facilitan un apren-
dizaje más dinámico y atractivo (López & Rodríguez, 2022). Las nuevas generaciones de estudiantes espe-
ran ser desafiadas con metodologías innovadoras que les permitan aprender a través de la práctica y de la
resolución de problemas reales, como lo destacan Vygotsky (2022) y Freire (2021). Por lo tanto, la integra-
ción de tecnologías digitales en el aula debe ser un esfuerzo continuo que permita adaptar los métodos
pedagógicos a las nuevas demandas sociales y educativas (González, 2022).
Revisión de los antecedentes
Diversos estudios han demostrado la eficacia de las metodologías activas en el aula para mejorar la moti-
vación y el rendimiento académico de los estudiantes. Según Serrano y Gómez (2023), la implementación
de estas metodologías promueve un aprendizaje más significativo, en el que los estudiantes desarrollan
habilidades cognitivas y socioemocionales importantes para su vida profesional y personal. Además,

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investigaciones recientes indican que el uso de tecnologías interactivas y simuladores en el aula facilita la
comprensión de contenidos complejos (López & Rodríguez, 2022).
El uso de la gamificación, como técnica educativa, ha mostrado resultados positivos en el aumento de la
motivación de los estudiantes, como argumentan Pérez, Sánchez y Díaz (2021). La gamificación fomenta
un ambiente de aprendizaje más participativo y colaborativo, lo que ayuda a los estudiantes a desarrollar
habilidades de trabajo en equipo y pensamiento crítico. Además, el aprendizaje basado en proyectos ha
permitido que los estudiantes se enfrenten a situaciones reales, aplicando los conocimientos adquiridos en
el aula a problemas concretos (Alvarado, 2022). Estas metodologías innovadoras han demostrado ser efec-
tivas no solo en el aula, sino también en la mejora de las competencias socioemocionales de los estudiantes
(Serrano & Gómez, 2023).
La innovación pedagógica en el contexto educativo del siglo XXI ha adquirido una importancia significa-
tiva, particularmente en el contexto del auge de las tecnologías digitales. Dentro de este marco, las plata-
formas de gamificación han emergido como instrumentos potentes para optimizar la experiencia educativa
de los alumnos, dado que fomentan un ambiente dinámico y participativo. De acuerdo con Bernal et al.
(2024), la implementación de la gamificación en el entorno educativo ejerce un efecto positivo en la moti-
vación estudiantil y en su habilidad para adquirir conocimientos de manera más eficaz, lo cual se manifiesta
en la intensificación de la interacción y el compromiso con el contenido pedagógico. Esta metodología
innovadora promueve un aprendizaje más individualizado y colaborativo, lo que favorece la adquisición de
habilidades fundamentales en los estudiantes, tales como el razonamiento crítico, la resolución de proble-
mas y la colaboración (Bernal Párraga et al., 2024).
Además, la metodología educativa STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) ha sido recono-
cida como un enfoque fundamental para el fomento de competencias en el campo científico y tecnológico.
La incorporación de la pedagogía STEM en la educación básica se ha vinculado con la optimización en la
resolución de problemas y el fomento de un aprendizaje activo y experiencial. Bernal Párraga et al. (2024)
sostienen que la aplicación de estrategias STEM no solo potencia el conocimiento científico de los alumnos,
sino que también promueve competencias esenciales como la colaboración y la creatividad. Esta metodo-
logía se ajusta a las exigencias del siglo XXI, que demanda la formación de estudiantes capacitados para
abordar los desafíos tecnológicos y sociales que caracterizan el actual contexto global.

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La integración efectiva de ambos enfoques, la gamificación y la educación STEM, se manifiesta en la
transformación del aula en un entorno interactivo y colaborativo. La integración de estas metodologías
innovadoras facilita una pedagogía más alineada con los intereses y requerimientos del alumnado, promo-
viendo el desarrollo holístico de competencias cognitivas, sociales y emocionales indispensables para en-
frentar los retos futuros. La integración de dichas tácticas pedagógicas en el entorno académico constituye
una solución eficaz a las exigencias educativas actuales, fomentando una educación más inclusiva, equita-
tiva y centrada en el estudiante.
Formulación del problema de investigación
A pesar de los avances en la implementación de nuevas tecnologías y metodologías innovadoras, muchos
docentes aún enfrentan dificultades para integrar estas estrategias en sus prácticas diarias. Martínez y Ro-
dríguez (2022) señalan que la falta de formación adecuada en el uso de las tecnologías digitales y la resis-
tencia al cambio son barreras significativas para la adopción de estas metodologías en muchas instituciones
educativas. Esta investigación busca identificar las principales dificultades que enfrentan los docentes en
la implementación de metodologías innovadoras y cómo superarlas para lograr un aprendizaje más efectivo
(Serrano & Pérez, 2023). Además, algunos estudios sugieren que los docentes no siempre tienen acceso a
los recursos adecuados, lo que limita la efectividad de las estrategias pedagógicas innovadoras (Rodríguez,
2022).
Fundamentación del estudio
La fundamentación teórica de este estudio se apoya en las teorías del constructivismo, que plantean que el
conocimiento se construye activamente a través de la interacción con el entorno, y en las teorías de la
educación activa, que promueven el aprendizaje a través de la participación y la resolución de problemas
(Vygotsky, 2022; Freire, 2021). Estas teorías enfatizan la importancia de crear un entorno de aprendizaje
en el que los estudiantes sean actores activos en su proceso educativo, utilizando herramientas tecnológicas
y metodologías innovadoras para potenciar su aprendizaje (Pérez et al., 2021). Según González (2022), el
constructivismo es una base sólida para integrar tecnologías digitales que permiten a los estudiantes cons-
truir su conocimiento en un entorno flexible y accesible.
Además, la integración de tecnologías digitales y el aprendizaje basado en proyectos permite a los estu-
diantes aprender de manera más significativa y aplicar sus conocimientos en contextos reales (Rodríguez

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& Pérez, 2023). Según Serrano y Gómez (2023), estas metodologías fomentan el pensamiento crítico y la
creatividad, habilidades que son esenciales para el desarrollo de competencias para la vida y la formación
integral de los estudiantes.
Propósito y objetivos generales y específicos del estudio
El propósito de este estudio es analizar el impacto de las estrategias pedagógicas innovadoras en el rendi-
miento académico y la motivación de los estudiantes. Los objetivos específicos son los siguientes:
Evaluar cómo las tecnologías digitales influyen en la motivación y el rendimiento académico de los estu-
diantes (González, 2022).
Examinar el impacto de las metodologías activas, como el aprendizaje basado en proyectos y la gamifica-
ción, en la comprensión y el desarrollo de habilidades (Pérez et al., 2021).
Identificar los factores que facilitan y obstaculizan la implementación de estas metodologías en las aulas
(Serrano & Gómez, 2023).
Proponer recomendaciones para la formación continua de los docentes en el uso de estas metodologías
(Rodríguez & Pérez, 2023).
METODOLOGÍA Y MATERIALES
Enfoque y Diseño de la Investigación
Esta investigación adoptó una metodología mixta, empleando tanto técnicas cualitativas como cuantitativas,
con el objetivo de examinar de manera exhaustiva el impacto de las estrategias pedagógicas innovadoras
en la pedagogía del siglo XXI. La metodología de la investigación se basa en un estudio de caso múltiple
que abarca diversos grupos de estudiantes en contextos educativos variados, facilitando una comparación
entre aquellos que recibieron lecciones empleando tecnologías digitales y metodologías activas, y aquellos
que recibieron lecciones empleando métodos tradicionales (González, 2022; Martínez & Silva, 2023).
La metodología adoptada se fundamenta en el enfoque constructivista, que pone énfasis en la construcción
activa del conocimiento por parte del estudiante mediante la resolución de problemas reales y el aprendizaje
colaborativo (Vygotsky, 2022; Freire, 2021) Adicionalmente, se integra la teoría del aprendizaje experien-
cial, que enfatiza la relevancia de las experiencias prácticas en el proceso de adquisición de conocimientos
(Rodríguez & Pérez, 2023). Esta perspectiva se encuentra en consonancia con investigaciones anteriores

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que han evidenciado que el aprendizaje activo y la interacción social promueven un aprendizaje más pro-
fundo y significativo (Serrano & Gómez, 2023).
Muestra
La población de estudio comprendió 200 alumnos de nivel secundario, seleccionados de manera aleatoria
de cinco instituciones educativas urbanas. Los alumnos fueron divididos en dos grupos: el grupo experi-
mental, que instauró estrategias innovadoras mediante el uso de tecnologías digitales y metodologías acti-
vas, y el grupo control, que recibió lecciones con metodologías convencionales. El promedio de edad de
los alumnos fue de 14 años, y se supervisaron variables como el género y el desempeño académico previo
(Alvarado, 2022; López & Rodríguez, 2022).
Instrumentos tecnológicos empleados
Se aplicaron diversas herramientas digitales para promover la interacción, la colaboración y la participación
activa en el proceso educativo, con la finalidad de mejorar la comprensión de los contenidos y el desarrollo
de competencias críticas. Las plataformas predominantes empleadas incluyen Google Classroom y Ed-
modo, dos de los instrumentos más frecuentemente utilizados para la administración del aprendizaje en
línea. Estas plataformas facilitaron a los educadores la organización y distribución de materiales, la asigna-
ción de tareas, la realización de evaluaciones y la creación de foros de debate, fomentando una interacción
constante entre los alumnos y el profesorado. Además, promovían una retroalimentación instantánea, un
elemento crucial para promover un aprendizaje más dinámico y personalizado (Pérez, Sánchez & Díaz,
2021).
Además de las plataformas de gestión, se incorporaron instrumentos de gamificación tales como Kahoot y
Quizlet, que incrementaron la atracción y el entretenimiento del proceso de aprendizaje. Por ejemplo,
Kahoot facilitó la participación competitiva de los estudiantes en cuestionarios interactivos, promoviendo
la motivación y el compromiso. Por otro lado, Quizlet facilitó la generación de tarjetas de estudio interac-
tivas, potenciando la memorización y la comprensión de términos clave. Estas herramientas no solo incre-
mentaron la participación, sino que también fomentaron un entorno de aprendizaje colaborativo, en el que
los alumnos podían interactuar mutuamente mientras abordaban los desafíos planteados. La gamificación
se ha distinguido por su potencial para potenciar la motivación intrínseca y generar experiencias de

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aprendizaje activas, lo cual se revela particularmente ventajoso en el ámbito de la educación básica (Gon-
zález & Ruiz, 2023).
Con respecto a la instrucción de conceptos científicos, se emplearon técnicas de simulación y realidad au-
mentada. Instrumentos tales como PhET Interactive Simulations y Merge Cube fueron utilizados para sim-
plificar la comprensión de fenómenos complejos, facilitando a los estudiantes la interacción con represen-
taciones virtuales de conceptos de ciencia. Por ejemplo, en el campo de las ciencias naturales, los alumnos
tuvieron la posibilidad de visualizar el sistema solar o simular reacciones químicas mediante simulaciones
interactivas, lo cual fomentó una comprensión más profunda y significativa de los contenidos. La realidad
aumentada amplió aún más estas experiencias, permitiendo a los alumnos visualizar modelos tridimensio-
nales de estructuras moleculares o anatomías humanas en su contexto real mediante dispositivos móviles,
lo que incrementó la inmersión y la interactividad en el proceso de aprendizaje (Rodríguez & Martínez,
2022).
Estas tecnologías no solo facilitaron la adquisición de principios científicos, sino que también fomentaron
competencias del siglo XXI, tales como el razonamiento crítico, la colaboración, la creatividad y la resolu-
ción de problemas. La implementación de instrumentos digitales posibilitó que los alumnos desempeñarán
un papel proactivo en su proceso de aprendizaje, fomentando habilidades que resultarán fundamentales para
su futuro académico y profesional. Además, se registró una mejora en la habilidad de los alumnos para
colaborar, atribuible a las características colaborativas de las plataformas y herramientas utilizadas.
Para concluir, la incorporación de tecnologías digitales en el entorno educativo, a través de plataformas de
administración del aprendizaje, instrumentos de gamificación y aplicaciones de simulación y realidad au-
mentada, se evidenció como una estrategia eficaz para optimizar la comprensión de los contenidos cientí-
ficos y promover un aprendizaje activo, colaborativo y centrado en el estudiante.
Procedimiento
La intervención se llevó a cabo durante un lapso de 12 semanas, durante el cual se instauraron metodologías
activas y tecnologías digitales en el grupo experimental, mientras que en el grupo control se mantuvo un
enfoque más convencional enfocado en la instrucción directa y la redacción. La configuración del procedi-
miento se diseñó meticulosamente para facilitar una comparativa efectiva entre ambos enfoques pedagógi-
cos y evaluar su repercusión en el aprendizaje y la motivación de los estudiantes.

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En las semanas iniciales de intervención, los alumnos pertenecientes al grupo experimental fueron someti-
dos a una serie de actividades de aprendizaje activo. Estas actividades comprendieron proyectos de colabo-
ración, en los que los alumnos colaboraron para investigar y exponer temas vinculados con los contenidos
del curso. Adicionalmente, se integraron simulaciones digitales que posibilitaron que los alumnos interac-
tuaran con conceptos abstractos de manera visual e inmersiva, lo que favoreció su entendimiento. Las pla-
taformas de gamificación se emplearon también para potenciar el aprendizaje de conceptos fundamentales
mediante la implementación de cuestionarios interactivos y actividades de resolución de problemas en un
contexto competitivo y lúdico (González & Ruiz, 2023) Esta metodología fomentó un proceso de aprendi-
zaje más participativo y centrado en el estudiante, en el cual los alumnos no solo recibían información, sino
que también interactuaban de manera activa con el contenido y sus pares.
En contraposición, el grupo control adoptó un enfoque pedagógico más convencional, fundamentado en la
exposición del docente y ejercicios escritos. En este colectivo, los educadores implementaron metodologías
tradicionales, en las que los alumnos acomodaban las explicaciones del docente y ejecutaban tareas indivi-
duales que se basaban primordialmente en actividades de repetición y memorización. A pesar de que este
método facilitó la transmisión de información, no fomentó de forma activa la participación estudiantil ni la
resolución colaborativa de problemas, lo que restringe su habilidad para implicar a los estudiantes de forma
profunda en su proceso de aprendizaje.
Se llevó a cabo una evaluación inicial (pretest) y una evaluación final (post-test) de las competencias aca-
démicas de los estudiantes. Estas evaluaciones evaluaron la comprensión y el conocimiento de los concep-
tos impartidos, facilitando una comparación precisa entre los dos grupos previos y posteriores a la inter-
vención. Adicionalmente, se implementaron encuestas de motivación y percepción estudiantil, con el obje-
tivo de adquirir una perspectiva más integral sobre cómo las metodologías implementadas impactaron su
disposición hacia el aprendizaje y su grado de implicación con el proceso educativo. Las encuestas aborda-
ron cuestiones relativas a la satisfacción con las metodologías implementadas, la motivación para adquirir
conocimientos y la percepción de la eficacia de las herramientas tecnológicas utilizadas (Martínez & Ro-
dríguez, 2022).
Durante las 12 semanas, los educadores proporcionaron soporte constante, orientando a los alumnos en las
actividades colaborativas y garantizando el uso eficaz de las herramientas digitales. Adicionalmente, se