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el del color en los vinos está influenciado por varios factores, como el proceso de maceración, actividad
fermentativa por microorganismos y tratamiento con dióxido de sulfuro (Olivero, 2006)
La caracterización sensorial es una de las herramientas más poderosas y ampliamente utilizadas en la
ciencia sensorial, tanto en entornos industriales como académicos. (Ares y Varela , 2018) El color del
vino es uno de los aspectos organolépticos fundamentales en la calidad del vino. A través de él se recibe
información de su estructura, cuerpo, edad y el estado de conservación e incluso de algunos defectos
que más tarde se apreciaran al degustarlos. Además, permite establecer la primera clasificación en vinos
tintos, rosados y blancos, y al ser lo primero que se percibe determina la aceptación y el rechazo del
producto. (Iglesias, 2007) La industria vitivinícola se encuentra en una constante búsqueda de mejores
técnicas de elaboración que le permitan incrementar su calidad y presencia en el mercado.
Dentro de los atributos organolépticos del vino, el color tiene una importancia particular, por cuanto
dicho atributo influye sobre otras propiedades sensoriales. Del mismo modo, las características
aromáticas y gustativas del producto son muy determinantes a la hora de calificar su calidad, siendo
todas estas variables dependientes del tipo de materias primas y las formas de vinificación utilizadas.
Dentro de las variables productivas que más influyen sobre la expresión del color en vinos tintos, la
acidez, las exposiciones al oxígeno, y el contenido o adiciones de taninos (o madera de roble) son de las
más importantes. En relación con la acidez, cuando un vino presenta un menor pH, la intensidad del
color aumenta producto de un cambio en el equilibrio químico entre las distintas antocianinas. Por otra
parte, el oxígeno es de vital importancia durante el proceso de fermentación alcohólica, permitiendo que
las levaduras sinteticen esteroles y ácidos grasos de membrana que les confieren una mayor resistencia
al etanol presente en el vino. (Holvemeyer et al., 2015) Todas estas reacciones son reversibles con la
sola excepción de la reacción de oxidación que implica la pérdida irreversible del color del vino. Por lo
tanto, la estabilidad del color del vino está muy relacionada con el pH y las temperaturas de
conservación, las cuales al ser elevadas favorecen la pérdida de color. (Peña, 2006)
El aroma es, posiblemente, una de las características más importantes ligadas a la calidad y a las
preferencias de los consumidores por un determinado alimento. En el caso del vino, esta característica
es aún más importante, ya que el vino, constituye un producto que es fundamentalmente consumido por
puro placer sensorial, y en el que el aroma es su mejor carta de presentación. Actualmente, los métodos