COMPARACIÓN Y CORRELACIÓN DEL ÍNDICE DE
MASA CORPORAL Y BIOIMPEDANCIA EN
MUJERES ADULTAS

ANALYSIS OF BMI INTERPRETATION THROUGH A

COMPARATIVE PROCESS WITH BIOIMPEDANCE IN ADULT

Bertha Leticia Velazquez García

Universidad del Valle de México

Fabiola Estela Hernandez Vargas

Universidad del Valle de México

Carlos Enrique Romero Loyo

Universidad del Valle de México

Félix Guillermo Márquez Celedonio

Universidad del Valle de México
pág. 5543
DOI:
https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i1.16237
Comparación y correlación del índice de masa corporal y bioimpedancia en
mujeres adultas

Bertha Leticia Velazquez García
1
bertha.velazquez@uvmnet.edu

https://orcid.org/0009-0003-0255-1738

Universidad del Valle de México

Escuela de ciencias de la salud campus Veracruz,
México

Fabiola Estela Hernandez Vargas

fabiolahdezvargas@gmail.com

https://orcid.org/0009-0007-6675-1156

Universidad del Valle de México

Campus Veracruz, México

Carlos Enrique Romero Loyo

carlos_romerol@my.uvm.edu.mx

https://orcid.org/0009-0000-7965-9307

Universidad del Valle de México

Escuela de ciencias de la salud campus Veracruz,
México

Félix Guillermo Márquez Celedonio

felixg.marquez@gmail.com

https://orcid.org/0000-0003-0327-9812

Universidad del Valle de México, Escuela de
ciencias de la salud campus Veracruz, México

RESUMEN

El estudio comparó el índice de masa corporal (IMC) y la bioimpedancia eléctrica en 60 mujeres adultas
usuarias de un servicio comunitario en Veracruz, México. Se realizó un diseño descriptivo, correlacional y
transversal para evaluar ambas técnicas en la valoración de la composición corporal. Se excluyeron mujeres
con condiciones que afectaran las mediciones, como menstruación, edema, dispositivos electrónicos
implantados, osteosíntesis o consumo reciente de líquidos. El análisis estadístico se realizó mediante chi
cuadrada y coeficiente de correlación de Pearson y mostró que el 50% de las participantes tuvieron
coincidencia entre los resultados obtenidos con ambas técnicas. Las mujeres de 40-59 años presentaron la
mayor coincidencia (61%), mientras que las de 20-39 años alcanzaron un 44% y las mayores de 60 años,
un 35%. No se encontraron diferencias estadísticamente significativa para edad, IMC y porcentaje de grasa
corporal. El IMC demostró ser una herramienta diagnóstica imprecisa, ya que no distingue entre masa grasa
y masa muscular, limitando su capacidad para clasificar adecuadamente casos de sobrepeso y obesidad. Los
investigadores destacan la necesidad de considerar el IMC como una medida de tamizaje, recomendando
el uso complementario de la bioimpedancia para evaluar la composición corporal y orientar intervenciones
nutricias más precisas.

Palabras clave: índice de masa corporal, bioimpedancia, composición corporal, estado nutricional,
porcentaje masa grasa

1
Autor principal.
Correspondencia:
bertha.velazquez@uvmnet.edu
pág. 5544
Analysis of BMI Interpretation Through a Comparative Process with

Bioimpedance in Adult

ABSTRACT

The study compared body mass index (BMI) and electrical bioimpedance
in 60 adult women who were
users of a community service in Veracruz, Mexico. A descriptive, correlational, and cross
-sectional design
was used to evaluate both techniques for assessing body composition. Women with conditions affecting the

measurements, su
ch as menstruation, edema, implanted electronic devices, osteosynthesis, or recent liquid
intake, were excluded. Statistical analysis was performed using chi
-square tests and Pearson’s correlation
coefficient, showing that 50% of the participants had match
ing results with both techniques. Women aged
40
59 years showed the highest agreement (61%), followed by those aged 2039 years (44%), and those
over 60 years old (35%). No statistically significant differences were found for age, BMI, or body fat

percenta
ge. BMI was shown to be an inaccurate diagnostic tool, as it does not distinguish between fat mass
and muscle mass, limiting its ability to properly classify cases of overweight and obesity. The researchers

emphasized the need to consider BMI as a screenin
g measure, recommending the complementary use of
bioimpedance to assess body composition and guide more precise nutritional interventions.

Keywords
: body mass index, bioimpedance, body composition, nutritional status, fat mass percentage
Artículo recibido 12 diciembre 2024

Aceptado para publicación: 16 enero 2025
pág. 5545
INTRODUCCIÓN

El análisis de la composición corporal es esencial para comprender la salud y el estado nutricional de las
personas, particularmente en mujeres adultas y adultas mayores, donde factores como la cantidad y
distribución de Masa Grasa (MG) así como la Masa Magra (MM) pueden influir significativamente en la
salud y calidad de vida. Por su parte, el Índice de Masa Corporal (IMC) se ha utilizado para evaluar el
“estado ponderal” en la población adulta. Sin embargo, su interpretación puede ser limitada debido a la
falta de consideración de la composición corporal especifica con relación al sexo femenino cuya
composición corporal pueden variar considerablemente con la edad (Kaufer Horowitz et al., 2015; Mahan,
2013; Suverza, 2010) .

La obesidad se define como un acúmulo anormal o excesivo de masa grasa depositado dentro del tejido
adiposo (grasa corporal) lo que puede ser perjudicial para la salud. También puede considerarse como una
enfermedad crónica de complicada y múltiple naturaleza, que afecta a un 41.0% de las mujeres en México
(Carbajal A., 2013; ENSANUT, 2022). La evaluación de la composición corporal es el estudio de los
compartimentos del peso, misma que ha sido fundamental para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento
de patologías crónico-degenerativas a lo largo de los años (Moreira et al., 2015). Las mujeres adultas y
adultas mayores según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT,2022) presentan un aumento
del 1.34% anual en prevalencia de obesidad y en mujeres de 1.16%, demostrando así que en comparación
con la muestra del 2006 hubo un aumento del 24.1% en la población general y del 18.5% en la prevalencia
de obesidad en mujeres en los 16 años transcurridos entre ambas encuestas.

El IMC es la distribución de la masa corporal en su superficie (García-Hernández A et al., 2004), como
resultado de la relación entre el peso en kg y la talla en metros al cuadrado. Es ampliamente recomendada
para el diagnóstico de desnutrición, sobrepeso y obesidad por ser una medida rápida, menos invasiva y de
bajo costo a nivel poblacional (Lorente Ramos RM et al., 2012). El IMC es amplio e impreciso para una
clasificación, al no distinguir entre MG Y MM (Bray GA et al, 2017, WHO et al., 2000), en concreto se
puede decir que no es una medida en la cual se pueda apreciar la adiposidad neta del paciente y se debe
considerar que este indicador no tiene en cuenta factores como la MM conllevando a errores en el
diagnóstico, por lo tanto es recomendable que se utilice una herramienta adicional para la evaluación
antropométrica como parte de los métodos de evaluación objetiva doblemente indirectos del estado nutricio
pág. 5546
del paciente y la salud de los individuos.

Los métodos doblemente indirectos (antropometría y bioimpedancia eléctrica) pese a que presentan un
amplio margen de error en comparación con los métodos indirectos para la evaluación de la composición
corporal, resaltan en la práctica de la nutrición poblacional por sus amplias ventajas en la aplicación. La
bioimpedancia se utiliza para el cálculo del agua total del cuerpo, MG y Masa Libre de Grasa (MLG). Se
aplica con base en el principio de la conductividad eléctrica del agua a través de los diferentes
compartimentos del cuerpo humano, midiendo la impedancia o resistencia a una baja corriente alterna
(decenas o centenas de microamperios) que pasa a través del cuerpo (Lee et al., 2008; Sanchez-Iglesias,
2012).

La impedancia varía de acuerdo con el tejido que se está evaluando, siendo que la MLG presenta una buena
conductibilidad eléctrica por poseer elevada concentración de agua y electrólitos con excepción del hueso,
mientras la MG no es un buen conductor eléctrico generando resistencia, lo que permite decir que la
bioimpedancia es directamente proporcional a la cantidad de grasa corporal (Sant’anna et al., 2009). La
fiabilidad y precisión de este método puede sufrir influencia de varios factores como el tipo de instrumento,
puntos de colocación de los electrodos, actividad física, prótesis, nivel de hidratación, alimentación, ciclo
menstrual, temperatura del ambiente y la ecuación de predicción utilizada y en general es cercana a r²=0,84
en comparación con el examen de densidad ósea o DEXA (Moreira et al., n.d.) (Lee et al. 2008, Mattsson
et al., 2008).

De esta manera, algunos cuidados deben ser observados antes de la realización de la impedancia
bioeléctrica, para evitar la producción de errores, como no comer o beber cuatro horas antes de la prueba,
no hacer ejercicios 12 horas antes, orinar 30 minutos antes, no ingerir alcohol 24 horas antes y no haber
usado de diuréticos en los últimos siete días (Sant’anna et al., 2009) Las principales ventajas de este método
son su carácter no invasivo, que el aparato es relativamente barato, la evaluación presenta un bajo coste, es
de fácil aplicación y es un método muy rápido (Ayvaz G et al., 2011). Entretanto, presenta desventajas
como limitaciones de aplicación en pacientes que presentan retención de líquidos, edemas periféricos,
problemas hidrostáticos o que haga uso de medicación diurética y en deportistas no es un método adecuado
ya que tiene un error del 3% lo cual es demasiado grande como para dar las instrucciones adecuadas del
deportista de su estado de salud. Además de esto, un ligero cambio en el lugar de los electrodos puede
pág. 5547
producir una variabilidad de un 2% de los resultados en diferentes días (Ayvaz G et al., 2011).

El presente estudio el objetivo es comparar las interpretaciones de dos métodos doblemente indirectos para
su clasificación y diagnóstico mediante el IMC y la bioimpedancia eléctrica en mujeres adultas de un
servicio comunitario de nutrición. Para ello, se tomó una muestra de 60 mujeres adultas entre 20 a 78 años
(53±13años) que asisten a un servicio comunitario para mujeres en estado de vulnerabilidad de la ciudad
de Veracruz. En la muestra se registraron 28 mujeres con alguna patología previamente diagnosticada como
hipertensión arterial, diabetes mellitus, problemas gastrointestinales o síndrome de ovario poliquístico.

METODOLOGÍA

Se realizó una investigación comparativa, correlacional, transversal y prospecrtiva con una muestra de 60
mujeres adultas en un rango de edad de 20 a 78 años. Los datos recolectados se tomaron con la balanza de
control corporal marca OMROM modelo HBF-514C de fabricación japonesa con una sensibilidad de 0.1
kg y una capacidad desde los 2 hasta los 150 kg. Se excluyeron mujeres en etapa de menstruación, con
presencia de edema, personas con dispositivos electrónicos de sobrevivencia tipo marcapasos, que tuvieran
piezas de osteosíntesis o tomado agua o café de manera abundante una hora antes de la toma. Todas las
participantes son usuarias de un servicio comunitario para mujeres con situación de vulnerabilidad de la
ciudad de Veracruz, México y aceptaron ser evaluadas de manera voluntaria en el periodo que comprende
desde 6 meses a partir de agosto del 2023.

En este estudio se empleó la prueba chi cuadrada para el análisis estadístico con el fin de determinar la
significancia estadística de las diferencias entre las interpretaciones del IMC y del porcentaje de grasa
corporal obtenido por bioimpedancia eléctrica. Para este último se empleó la interpretación otorgada por la
Organización Mundial de la Salud como lo indica el fabricante y para el IMC la NORMA Oficial Mexicana
NOM-008-SSA3-2017 para el tratamiento integral del sobrepeso y la obesidad y de la Sociedad Española
de Nutrición Parenteral y Enteral y Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SENPE y SEGG) 2007
como referencia.
pág. 5548
Tabla 1. Interpretación de los porcentajes de masa grasa otorgados por bioimpedancia a través del equipo
marca OMROM

Sexo
Edad Bajo
(<18.5 kg/m2)

Normal

(18.5-24.9
kg/m2)

Elevado

(25-29.9
kg/m2)

Muy Elevado

(≥30 kg/m2)

Femenino

20-39
<21.0 21.0-32.9 33.0-38.9 ≥39.0
40-59
<23.0 23.0-33.9 34.0-39.9 ≥40.0
60-79
<24.0 24.0-35.9 36.0-41.9 ≥42.0
Fuente: Gallagher y otros, American Journal of Clinical Nutrition, Vol. 72, Septiembre de 2000

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se obtuvieron datos de 60 mujeres de 20 a 78 años (53 ± 13) de la ciudad de Veracruz, de las cuales al
menos 28 de ellas declararon tener algún padecimiento médico previamente diagnosticado. Se lograron
clasificar 9 (15%) mujeres en la categoría de 20 a 39 años, 31 (52%) dentro de los 40 a los 59 años
cumplidos y 20 (33%) participantes en el rango de edad de los 60 a los 79 años (adultos mayores). Al
analizar los resultados de bioimpedancia se encontró que 5 (8.3%) de las participantes se encontraron en
valores normales de masa grasa, 8 (13.3%) en rangos elevados y 47 (78.3%) en rangos considerados muy
elevados acorde a las especificaciones de lectura de las interpretaciones del fabricante. A través de la prueba
chi cuadrada se demostró que la comparación de los datos obtenidos por bioimpedancia e IMC en las
categorías de estado nutricional fueron estadísticamente significativas (p<0 .001).

Tabla 2. Frecuencias obtenidas para las interpretaciones de los porcentajes de masa grasa a través de
bioimpedancia

Sexo
Edad Bajo
(<18.5
kg/m2)

Normal

(18.5-24.9
kg/m2)

Elevado

(25-29.9
kg/m2)

Muy
Elevado

(≥30 kg/m2)

Total

Femenino
20-39 0 1
(11%)
0 8
(89%)
9
40-59
0 1
(3%)

2

(7%)

28

(90%)
31
60-79
0 3
(15%)

6

(30%)

11

(55%)
20
Fuente: Elaboración propia

En la siguiente tabla se muestran los resultados del IMC para las participantes, donde se puede observar
que 9 (15%) de las participantes se encuentran en un IMC normal, 25 (42%) con sobrepeso y 26 (43%)
pág. 5549
con algún tipo de obesidad. Cabe resaltar que al aplicar la interpretación de los resultados por IMC la
población que presentó un mayor número de participantes en obesidad fue el grupo de 40-59 años. Las
frecuencias obtenidas a través del IMC fueron aleatorias (p<0.001).

Tabla 3. Frecuencias obtenidas de la interpretación del IMC de las participantes

Sexo
Edad Desnutrición
(<18.5 kg/m2)

Normal

(18.5-24.9
kg/m2)

Sobrepeso

(25-29.9
kg/m2)

Obesidad

(≥30 kg/m2)

Total

I
II III
Femenino
20-39
0

1

(11%)

5

(56%)

1
2 0
9

(33%)

40-59

0

3

(10%)

10

(32%)

11
4 3
31

(58%)

60-79

0

5

(25%)

10

(50%)

3
1 1
20

(25%)

Total
0 9 25 26 60
Cuando se compararon los resultados obtenidos por bioimpedancia e IMC se detectó que el 50% (30) de
las participantes tuvieron concordancia en sus diagnósticos usando ambas técnicas, destacando en las
mujeres de 40-59 años que tuvieron un 61% (19) de concordancia en sus resultados obtenidos mientras que
las mujeres de 20 a 39 años solo alcanzaron un 44% (4) y las mujeres adultas mayores del 35% (7). Se
detectó una diferencia significativa en los datos encontrados mediante la prueba chi cuadrada (p<0.005).

Tabla 4. Comparación de los resultados obtenidos por bioimpedancia e IMC de las participantes

Sexo
Edad Bajo
(<18.5
kg/m2)

Normal

(18.5-24.9
kg/m2)

Elevado

(25-29.9
kg/m2)

Muy Elevado

(≥30 kg/m2)

Total

Femenino
20-39 0 1 (1) 0 8 (3) 9 (4)
40-59
0 1 (1) 2 28 (18) 31 (19)
60-79
0 3 (2) 6 (2) 11 (3) 20 (7)
Total
0 5 (4) 8 (2) 47 (24) 60 (30)
Nota: entre paréntesis se encuentra el número de participantes que coincidieron en la interpretación por IMC.
pág. 5550
Dando continuidad al análisis estadístico se realizó la prueba de correlación de Pearson para las variables
IMC y el porcentaje de grasa encontrandose una correlación directamente proporcional con una r2= 0.702.
Cabe señalar que con respecto a la variable edad, tanto el IMC como el porcentaje de grasa corporal no
tuvieron correlación significativa en la población.

Al revisar la base de datos se encontraron 24 (40%) participantes, cuyos diagnósticos por IMC y por su
porcentaje de grasa corporal no encontraron congruencia al interpretarse en el primer indicador como
sobrepeso y al usar el segundo como obesidad. Solo 24 (40%) participantes con interpretación diagnóstica
de Obesidad concordaron en ambos métodos de evaluación, es decir, solo el 64% que fueron detectados
con obesidad por la prueba de bioimpedancia. Por otro lado, para el diagnótico de sobrepeso, solo 2 de los
8 diagnósticos identificados por bioimpedancia tuvieron concordancia con la valoración del IMC (25%).
De manera específica en esta población se encontró que el IMC cuenta con una sensibilidad de 0.98 y una
especificidad de 0.44 y se determinó una prevalencia de sobrepeso y obesidad del 85% (p=
.0004).
Tabla 1. Interpretación de los porcentajes de masa grasa otorgados por bioimpedancia a través del equipo
marca OMROM

Sexo
Edad Bajo
(<18.5 kg/m2)

Normal

(18.5-24.9
kg/m2)

Elevado

(25-29.9
kg/m2)

Muy Elevado

(≥30 kg/m2)

Femenino

20-39
<21.0 21.0-32.9 33.0-38.9 ≥39.0
40-59
<23.0 23.0-33.9 34.0-39.9 ≥40.0
60-79
<24.0 24.0-35.9 36.0-41.9 ≥42.0
Fuente: Gallagher y otros, American Journal of Clinical Nutrition, Vol. 72, Septiembre de 2000

Tabla 2. Frecuencias obtenidas para las interpretaciones de los porcentajes de masa grasa a través de
bioimpedancia

Sexo
Edad Bajo
(<18.5
kg/m2)

Normal

(18.5-24.9
kg/m2)

Elevado

(25-29.9
kg/m2)

Muy
Elevado

(≥30 kg/m2)

Total

Femenino
20-39 0 1
(11%)
0 8
(89%)
9
40-59
0 1
(3%)

2

(7%)

28

(90%)
31
60-79
0 3
(15%)

6

(30%)

11

(55%)
20
Fuente: Elaboración propia
pág. 5551
En la siguiente tabla se muestran los resultados del IMC para las participantes, donde se puede observar
que el 15% de las participantes se encuentran en un IMC normal, el 42% con sobrepeso y el 43% con algún
tipo de obesidad. Cabe resaltar que al aplicar la interpretación de los resultados por IMC la población que
presentó un mayor número de participantes en obesidad fue el grupo de 40-59 años. Las frecuencias
obtenidas a través del IMC fueron aleatorias (p<0.001).

Tabla 3. Frecuencias obtenidas de la interpretación del IMC de las participantes

Sexo
Edad Desnutrición
(<18.5 kg/m2)

Normal

(18.5-24.9
kg/m2)

Sobrepeso

(25-29.9
kg/m2)

Obesidad

(≥30 kg/m2)

Total

I
II III
Femenino
20-39 0 1
(11%)

5

(56%)

1
2 0 9
(33%)

40-59
0 3
(10%)

10

(32%)

11
4 3 31
(58%)

60-79
0 5
(25%)

10

(50%)

3
1 1 20
(25%)

Total
0 9 25 26 60
Fuente: elaboración propia.

Cuando se compararon los resultados obtenidos por bioimpedancia e IMC se detectó que el 50% de las
participantes tuvieron concordancia en sus diagnósticos usando ambas técnicas, destacando en las mujeres
de 40-59 años que tuvieron un 61% de concordancia en sus resultados obtenidos mientras que las mujeres
de 20 a 39 años solo alcanzaron un 44% y las mujeres adultas mayores del 35%. Se detectó una diferencia
significativa en los datos encontrados mediante la prueba chi cuadrada (p<0.005).

Tabla 4. Comparación de los resultados obtenidos por bioimpedancia e IMC de las participantes

Sexo
Edad Bajo
(<18.5
kg/m2)

Normal

(18.5-24.9
kg/m2)

Elevado

(25-29.9
kg/m2)

Muy Elevado

(≥30 kg/m2)

Total

Femenino
20-39 0 1 (1) 0 8 (3) 9 (4)
40-59
0 1 (1) 2 28 (18) 31 (19)
60-79
0 3 (2) 6 (2) 11 (3) 20 (7)
Total
0 5 (4) 8 (2) 47 (24) 60 (30)
Fuente: elaboración propia.

Nota: entre paréntesis se encuentra el número de participantes que coincidieron en la interpretación por IMC.

Dando continuidad al análisis estadístico se realizó la prueba de correlación de Pearson para las variables
IMC y el porcentaje de grasa encontrandose una correlación directamente proporcional con una r2= 0.792.
pág. 5552
Cabe señalar que con respecto a la variable edad, tanto el IMC como el porcentaje de grasa corporal no
tuvieron correlación significativa en la población.

CONCLUSIONES

Este grupo de investigación llegó a la conclusión que los valores IMC y porcentaje de grasa corporal si se
encuentran directamente relacionados lo cual explica su empleabilidad en la población a modo de tener
repuestas inmediatas y de corto plazo al usar el índice de masa corporal con respecto a la evaluación del
porcentaje de grada corporal. A su vez se encontró que para esta población específica el factor edad no es
un elemento condicionante que esté relacionado con el IMC o el porcentaje de grasa corporal del individuo.
Es importante resaltar que el IMC es una prueba sencilla que se puede aplicar en las poblaciones; en este
estudio se identificó que el IMC es capaz de determinar si la población en cuestión tiene un riesgo por
exceso de masa grasa, es decir si el participante se encuentra enfermo para generar las pautas hacia un inicio
del Proceso de Atención Nutricia y en caso de tener una población con alta prevalencia como esta, se
proceda a generar programas de nutrición comunitaria que les permitan tener más y mejores oportunidades
de salud nutricional. Es importante para este grupo de investigadores resaltar que el IMC no logró clasificar
de manera correcta los casos de sobrepeso y los de obsesidad por lo cual se extiende la recomendación a su
uso como una medida de tamizaje para la valoración de la composición corporal y determinar las pautas
para la intervención nutricia.

Por ultimo, mencionar que debido a su baja especificidad, se corre el riesgo de que una gran cantidad de
usuarios que den positivo a sobrepeso y obesidad estén siendo clasificados dentro de la categoria “normal”
por lo cual se sugiere que se empleen los demás elementos de evaluación (Kaufer Horowitz et al., 2015;
Mahan, 2013; Suverza, 2010), así como explorar otros grupos etarios para su mayor comprensión.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ayvaz G, Çimen AR. (2011).
Methods for Body Composition Analysis in Adults. The Open Obesity
Journal
; 3:62-9
Bray GA, Kim KK, Wilding JPH, World Obesity Federation. Obesity: a chronic relapsing progressive

disease process. A position statement of the World Obesity Federation. Obes Rev.

Carbajal A. La Nutrición en la Red. Universidad Complutense de Madrid.

Cuevas-Nasu L, Muñoz-Espinosa A, Shamah-Levy T, García-Feregrino R, Gómez-Acosta LM, Ávila-