pág. 5743
ABORDAJE DIAGNÓSTICO DE PIELONEFRITIS
LITIÁSICA EN PACIENTE MASCULINO ADULTO:
ENFOQUE EN IMÁGENES DIAGNÓSTICAS Y
ESTUDIOS DE LABORATORIO. A PROPÓSITO DE
UN CASO

DIAGNOSTIC APPROACH TO CALCULOUS PYELONEPHRITIS

IN AN ADULT MALE PATIENT: FOCUS ON DIAGNOSTIC

IMAGING AND LABORATORY STUDIES. A CASE REPORT

Marlon Andrés López García

Universidad San Francisco de Quito

María Belén Medina Rodríguez

Universidad San Francisco de Quito

Diana Carolina Vásconez Nuela

Investigadora independiente

María Belén Tibán Núñez

Investigadora independiente

Angela Jhomayra Riera Parra

Solca Núcleo Tungurahua
pág. 5744
DOI:
https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i1.16270
Abordaje diagnóstico de pielonefritis litiásica en paciente masculino adulto:
enfoque en imágenes diagnósticas y estudios de laboratorio. A propósito de un
caso.

Marlon Andrés López García
1
andrews131415@gmail.com

https://orcid.org/0000-0001-5886-1872

Universidad San Francisco de Quito

Ecuador

María Belén Medina Rodríguez

mabelenmr@gmail.com

https://orcid.org/0000-0003-1085-3317

Universidad San Francisco de Quito

Ecuador

Diana Carolina Vásconez Nuela

diana_vazn@hotmail.com

https://orcid.org/0009-0007-3457-858X

Investigadora independiente

Ecuador

María Belén Tibán Núñez

marysky893@gmail.com

https://orcid.org/0009-0004-5592-0581

Investigadora independiente

Ecuador

Angela Jhomayra Riera Parra

angelita-rp@hotmail.es

https://orcid.org/0000-0001-5886-1872

Solca Núcleo Tungurahua

Ecuador

RESUMEN

La coexistencia de pielonefritis y litiasis renal, aunque poco común en hombres, representa un desafío
médico significativo, asociándose a menudo con infecciones del tracto urinario complicadas en presencia
de litiasis obstructiva, anomalías anatómicas, cirugías o enfermedades subyacentes. Escherichia coli sigue
siendo el patógeno predominante, aunque otros microorganismos también juegan un papel importante.

El diagnóstico inicial incluye un análisis exhaustivo de síntomas clínicos como fiebre, dolor lumbar y
disuria, acompañado de exámenes de laboratorio y técnicas de imagen. La ecografía es una herramienta
inicial útil, aunque limitada en sensibilidad, mientras que la tomografía computarizada (TC) multidetector
es la técnica de imagen de elección para evaluar la severidad de la enfermedad. Innovaciones como la TC
de energía dual han mejorado la caracterización química de los cálculos, optimizando el tratamiento
personalizado. El manejo integral requiere antibióticos, intervención para aliviar la obstrucción y estrategias
preventivas a largo plazo, como modificaciones dietéticas y control metabólico. Este enfoque
multidisciplinario no solo mejora los resultados clínicos, sino que también reduce el riesgo de recurrencias
y complicaciones graves como sepsis o insuficiencia renal.

Palabras clave: litiasis, renal, pielonefritis, tomografía, laboratorio

1 Autor principal

Correspondencia:
pág. 5745
Diagnostic approach to calculous pyelonephritis in an adult male patient:

focus on diagnostic imaging and laboratory studies. A case report

ABSTRACT

The coexistence of
pyelonephritis and renal lithiasis, although rare in men, represents a significant medical
challenge, often associated with complicated urinary tract infections in the presence of obstructive stones,

anatomical abnormalities, surgery or underlying diseases
. Escherichia coli remains the predominant
pathogen, although other microorganisms also play an important role.
Initial diagnosis includes a thorough
analysis of clinical symptoms such as fever, low back pain and dysuria, accompanied by laboratory tests

and imaging techniques. Ultrasonography is a useful initial tool, although limited in sensitivity, while

multidete
ctor computed tomography (CT) is the imaging technique of choice to assess disease severity.
Innovations such as dual
-energy CT have improved the chemical characterization of stones, optimizing
personalized treatment.
Comprehensive management requires antibiotics, intervention to relieve
obstruction and long
-term preventive strategies such as dietary modifications and metabolic control. This
multidisciplinary approach not only improves clinical outcomes, but also reduce
s the risk of recurrences
and serious complications such as sepsis or renal failure.

Keywords:
lithiasis, renal, pyelonephritis, tomography, laboratory
Artículo recibido 09 enero 2025

Aceptado para publicación: 13 febrero 2025
pág. 5746
INTRODUCCIÓN

La pielonefritis aguda en hombres es un diagnóstico poco frecuente en comparación con las mujeres y, por
lo general, se considera un diagnóstico de exclusión debido a su menor incidencia. Su aparición en varones
suele estar asociada a condiciones subyacentes como prostatitis bacteriana aguda, anomalías anatómicas
renales, litiasis del tracto urinario superior o antecedentes de intervenciones quirúrgicas en la región pélvica.
Estas condiciones predisponen al desarrollo de pielonefritis aguda obstructiva, una emergencia médica que
requiere atención inmediata debido al riesgo de complicaciones graves. (Doublet, 2017; Craig et al., 2008,
Nemirovsky et al., 2020)

La presencia de litiasis renal complica significativamente el curso de la pielonefritis al generar inflamación
del riñón y del sistema colector renal, convirtiéndose en una variante grave denominada pielonefritis
litiásica. Los cálculos actúan creando una obstrucción en el flujo normal de la orina, convirtiéndose en un
foco para el crecimiento de microorganismos, incluyendo cepas resistentes o multirresistentes, aumentando
el riesgo de infecciones recurrentes, formación de abscesos renales, sepsis, e incluso choque séptico.
Además, las infecciones repetidas pueden alterar la composición urinaria, lo que favorece la formación de
nuevos cálculos y perpetúa el ciclo de recurrencia de esta patología (Roy, 2006; Doublet, 2017; Polo et al.,
2018).

En el diagnóstico, la tomografía computarizada multiplanar con contraste desempeña un papel fundamental.
Entre los hallazgos más relevantes se encuentran áreas hipodensas en el parénquima renal, indicativas de
inflamación o necrosis, así como la presencia de cálculos obstructivos. Los síntomas clínicos típicos
incluyen fiebre, dolor en el flanco, disuria y otros signos de infección urinaria, como urgencia y aumento
de la frecuencia miccional (Kambadakone et al., 2010; Polo et al., 2018; Craig et al., 2008).

Los estudios complementarios de laboratorio clínico también son esenciales, ya que permiten diagnosticar
la patología con precisión, descartar enfermedades extrarrenales, identificar alteraciones metabólicas y
establecer estrategias para prevenir recurrencias. Las pruebas relevantes incluyen análisis de orina,
biometría hemática, niveles de creatinina, urea, calcio ionizado, electrolitos, proteína C reactiva,
procalcitonina, tiempos de coagulación y cultivos biológicos. (Susaeta et al., 2018; Kambadakone et al.,
2010).
pág. 5747
En el contexto de la litiasis renal, esta se caracteriza por la formación de depósitos sólidos de minerales en
el aparato urinario superior, que incluye el parénquima renal, los cálices, la pelvis renal y el uréter. Esta
enfermedad es una de las patologías urológicas más comunes y genera un impacto económico y social
significativo debido a los costos relacionados con su manejo. (Moret, s. f., 2018).

El impacto financiero y social de la litiasis renal se deriva de la necesidad de atención en servicios de
urgencias, pruebas diagnósticas avanzadas, tratamientos farmacológicos, procedimientos quirúrgicos y las
pérdidas económicas ocasionadas por bajas laborales. (Moret, s. f., 2018). En los últimos años, la
prevalencia de la litiasis urinaria ha mostrado un incremento progresivo en los países industrializados,
mientras que en los países en desarrollo también se observa esta tendencia, atribuida a cambios en las
condiciones sociales y económicas. (Kambadakone et al., 2010).

En Estados Unidos, alrededor de 1,2 millones de personas enfrentan esta condición cada año. Hasta un 14
% de los hombres y un 6 % de las mujeres desarrollarán cálculos renales en algún momento de su vida,
reflejando una marcada disparidad de género. La incidencia es mayor entre la cuarta y sexta década de vida,
siendo poco frecuente antes de los 20 años. (Susaeta et al., 2018). Además, la litiasis renal presenta una alta
recurrencia: aproximadamente el 50 % de los pacientes forman nuevos cálculos en un período de 5 a 10
años, aumentando al 75 % en un plazo de 20 años. (Kambadakone et al., 2010).

La tomografía computarizada (TC) helicoidal con reconstrucciones multiplanares se considera la técnica
más adecuada para evaluar la litiasis urinaria y sus complicaciones, debido a su rapidez y disponibilidad,
salvo en el caso de embarazo. En este contexto destaca especialmente la TC de energía dual, que ha
ampliado las capacidades diagnósticas al permitir la identificación precisa de la composición química de
los cálculos. Estas herramientas proporcionan información integral sobre las características morfológicas
de los cálculos, su composición y posibles diagnósticos diferenciales en un único examen (Gonzales et al.,
2018; García et al., 2023; Murray et al., 2019).

La combinación de pielonefritis y litiasis renal en hombres, aunque poco frecuente, representa un desafío
tanto diagnóstico como terapéutico debido a su relación con diversas condiciones subyacentes. Reconocer
y abordar de manera adecuada los factores agravantes es esencial para prevenir complicaciones
potencialmente mortales. Un manejo integral, que incluya una evaluación minuciosa junto con estudios
complementarios de imagen y laboratorio, resulta fundamental para establecer un diagnóstico preciso,
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evitar la progresión de la enfermedad y mejorar significativamente el pronóstico del paciente. (Zulfiqar
et al., 2020; Craig et al., 2008; García et al., 2023)

El manejo de esta patología requiere un enfoque integral que contemple el diagnóstico, el tratamiento y un
seguimiento a largo plazo, elementos esenciales para prevenir recurrencias. Este enfoque incluye
modificaciones en la dieta, un aumento en la ingesta de líquidos y, en determinados casos, tratamiento
farmacológico orientado a modificar la composición de la orina y reducir el riesgo de formación de nuevos
cálculos (Susaeta et al., 2018; Roy, 2006; García et al., 2023).

METODOLOGÍA

El objetivo de esta revisión es presentar un caso clínico y ofrecer una perspectiva integral sobre esta
patología. Se aborda su epidemiología, etiología, diagnóstico por imagen, opciones de manejo terapéutico
y complicaciones frecuentes, destacando los aspectos más relevantes en el contexto clínico. Para cumplir
con este propósito, se realizó una exhaustiva revisión de la literatura científica en inglés y español utilizando
diversas bases de datos y motores de búsqueda, como PubMed, Radiographics, Seram, Scopus, Google
Scholar y diferentes sitios web. Las referencias seleccionadas se eligieron cuidadosamente por su relevancia
y calidad, garantizando que los datos y análisis presentados sean confiables y actualizados. Además, se
emplearon normas de citación APA 7 para asegurar la precisión y consistencia en la presentación de las
fuentes.

La revisión busca no solo exponer un caso clínico único, sino también sintetizar el conocimiento existente
para orientar a los profesionales de la salud en el diagnóstico y manejo de esta entidad. El énfasis en la
calidad metodológica y en el análisis crítico de las fuentes asegura que esta revisión sirva como una
herramienta útil tanto para el aprendizaje como para la práctica clínica, fomentando un enfoque basado en
evidencia.

PRESENTACIÓN DE CASO

Se presenta el caso de un paciente masculino de 31 años con antecedentes de litiasis renal bilateral, sin otros
antecedentes personales, familiares ni quirúrgicos de importancia. Consulta por un cuadro clínico de inicio
abrupto, caracterizado por hematuria macroscópica, disuria, tenesmo vesical y malestar general. Los
exámenes sanguíneos iniciales revelaron leucocitosis con neutrofilia, función renal conservada, el examen
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microscópico de orina (EMO) mostró un aspecto turbio, pH de 6, piocitos en campo lleno, bacterias (++),
hematíes (15-20 por campo) y sangre (++).

La tomografía computarizada multiplanar simple evidenció nefrolitiasis bilateral: en el riñón derecho, dos
cálculos de 4 mm y 3 mm; en el riñón izquierdo, dos cálculos de 3 mm y 2 mm, todos sin signos de
repercusión obstructiva. Además, se identificó esteatosis hepática con una distribución geográfica.

Se inició tratamiento con ciprofloxacino por vía oral, espasmolíticos y analgesia, logrando una mejoría
inicial del cuadro clínico. Sin embargo, al noveno día de antibioticoterapia, el paciente presentó un nuevo
episodio clínico consistente con lumbalgia de predominio derecho, de moderada a alta intensidad, asociada
a artralgias, mialgias, fiebre y vómitos por lo cual es ingresado al servicio de emergencia.

Durante su estancia en el servicio se realizaron nuevos estudios que mostraron leucocitosis (11.18 K/uL) y
neutrofilia (86%) persistentes, con función renal conservada y proteína C reactiva (PCR) elevada a 25 mg/L.
El examen microscópico de orina (EMO) reveló un pH de 5.5, aspecto turbio, piocitos 21.90 (0-12),
bacterias (+) y hematíes 1.9. La ecografía renal confirmó nefrolitiasis bilateral con leve ectasia renal
bilateral.

Con estos hallazgos, se estableció el diagnóstico inicial de infección de vías urinarias complicada asociada
a nefrolitiasis bilateral, y se decidió el ingreso hospitalario. El tratamiento inicial incluyó antibioticoterapia
intravenosa con ceftriaxona y amikacina, analgesia con opioides y paracetamol, terapia para favorecer la
expulsión de los cálculos, hidratación intensiva y cultivo de muestra de orina.

A las 36 horas, el paciente presentó un pico febril (38.8°C), taquicardia, exacerbación de la lumbalgia y
malestar general. Los exámenes sanguíneos de control mostraron un aumento significativo de la
leucocitosis (20.2 K/uL) y neutrofilia (88%), procalcitonina elevada en 9.9 ng/mL, PCR incrementada a
235 mg/L y alteraciones en los tiempos de coagulación. Ante este deterioro, se realizaron hemocultivos y
una nueva tomografía computarizada simple y contrastada. El estudio tomográfico reveló hallazgos en
relación con pielonefritis en el riñón derecho con ectasia pielocalicial y ureteral leve, un cálculo en el grupo
calicial inferior y otro en el meato ureterovesical ipsilateral. En el riñón izquierdo no se observaron cambios
inflamatorios, sin embargo, se identificaron dos cálculos en los cálices superior e inferior sin cambios con
el estudio previo.
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Se ajustó el manejo iniciando antibioticoterapia con meropenem y se programó una ureteroscopia para
extracción del cálculo obstructivo, seguida de la colocación de un catéter doble J en el riñón derecho debido
al carácter obstructivo de la litasis asociada a la pielonefritis. Posteriormente, el paciente mostró mejoría
clínica significativa. Los resultados del cultivo de orina identificaron Escherichia coli (>100,000 UFC/mL),
resistente a quinolonas y betalactámicos, sensibilidad intermedia a cefalosporinas y sensible
carbapenémicos. El hemocultivo resultó negativo.

El tratamiento propuesto se continuó con evolución clínica favorable, incluyendo la negativización de los
marcadores infecciosos en los análisis de laboratorio. El paciente fue dado de alta hospitalaria con
indicación de completar el tratamiento antibiótico oral en domicilio, basado en cefuroxima y clindamicina.
Al control de 30 días, se realizó el retiro del catéter doble J sin complicaciones.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN:

La pielonefritis y la litiasis renal son dos patologías comunes del tracto urinario que pueden coexistir y
exacerbar la presentación clínica en pacientes masculinos. Las infecciones del tracto urinario (ITU) son una
causa frecuente de enfermedad urológica en ambos sexos, aunque predominan en las mujeres debido a
diferencias anatómicas. (Filippon et al., 2018)

La conexión del sistema urinario con el exterior lo hace vulnerable a la colonización por microorganismos,
siendo Escherichia coli el patógeno más común, Klebsiella pneumoniae, Proteus mirabilis, Enterobacter,
pseudomonas, serratia y citobacter también tiene un papel destacado. La mayoría de estas infecciones son
no complicadas y se limitan a la vejiga, pero en algunos casos pueden extenderse de manera ascendente o
hematógena, afectando el tracto urinario superior. (Doublet, 2017; Vourganti et al., 2006)

De forma general, la infección del tracto urinario resulta de la interacción entre el uropatógeno y el huésped,
influenciada por factores como la virulencia bacteriana, el tamaño del inóculo y la disminución de las
defensas del huésped. Estos determinan el nivel de colonización y el daño en las vías urinarias. Usualmente
se pueden distinguir varias vías de acceso de la infección. (Polo et al., 2018).

Ruta ascendente: Las bacterias alcanzan la vejiga tras colonizar la mucosa periuretral y, en algunos
casos, ascienden hasta la pelvis renal. (Polo et al., 2018).
pág. 5751
Ruta hematógena: Poco común, involucra microorganismos como Staphylococcus aureus,
Candida sp., Salmonella sp. y Mycobacterium tuberculosis, que provocan infecciones primarias en otras
áreas del cuerpo. (Polo et al., 2018).

Ruta linfática: Infrecuente, ocurre por la propagación de bacterias desde órganos adyacentes a
través de vasos linfáticos, como en infecciones intestinales graves o abscesos retroperitoneales. (Polo et al.,
2018).

La pielonefritis aguda en hombres es un diagnóstico menos común en comparación con las mujeres y se
considera un diagnóstico de eliminación. La pielonefritis aguda es rara en hombres, y cuando ocurre, a
menudo está asociada con condiciones subyacentes como prostatitis aguda bacteriana, que puede presentar
síntomas similares, la presencia de anomalías anatómicas renales, litiasis del aparato urinario alto o
antecedentes quirúrgicos en la región. Estas condiciones pueden predisponer a la pielonefritis aguda
obstructiva, que es una urgencia médica. (Doublet, 2017; Nemirovsky et al., 2020).

La pielonefritis obstructiva es una forma grave de pielonefritis que se presenta cuando hay una obstrucción
en las vías urinarias, lo que impide el flujo normal de la orina y puede llevar a complicaciones serias. Las
causas de la obstrucción pueden incluir litiasis (cálculos renales) como es el caso de nuestro paciente,
tumores, reflujo vesicoureteral, o condiciones anatómicas anormales del tracto urinario que fueron
descartadas mediante estudios complementarios. También puede ser consecuencia de cirugías urológicas
recientes. (Doublet, 2017; Polo et al., 2018)

La formación de cálculos en la vía urinaria está relacionada con múltiples factores que promueven la
supersaturación de ciertos compuestos en la orina, desencadenando la cristalización y el desarrollo de litos.
Entre los principales aspectos destacan: (García-Perdomo et al., 2016; García et al., 2023)

Supersaturación urinaria: Niveles elevados de calcio, oxalato, ácido úrico y otros solutos en la
orina favorecen la cristalización. Factores como la dieta, la hidratación y el pH urinario son determinantes
en este proceso. (García-Perdomo et al., 2016; García et al., 2023)

Adhesión de cristales: Los cristales pueden adherirse al epitelio de los túbulos renales mediante
interacciones electrostáticas, facilitando su crecimiento. Esto ocurre cuando cristales cargados
positivamente se unen a superficies celulares cargadas negativamente. (García-Perdomo et al., 2016;
García et al., 2023)
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Factores biológicos y sociodemográficos: La predisposición genética, la edad, el sexo y el entorno
influyen significativamente en la formación de cálculos. La prevalencia de la urolitiasis varía según
aspectos geográficos y socioeconómicos, destacando la importancia de los hábitos de vida y la dieta.
(García-Perdomo et al., 2016; García et al., 2023)

El abordaje diagnostico en el contexto de la pielonefritis secundaria a litiasis, implica una serie de pasos
sistemáticos para confirmar la enfermedad, identificar su gravedad y determinar su mejor tratamiento. La
Recopilación de antecedentes médicos, incluyendo síntomas actuales (fiebre, dolor lumbar, disuria,
polaquiuria), antecedentes de infecciones urinarias previas, y condiciones médicas subyacentes (como
diabetes o enfermedades urológicas). La evaluación de factores de riesgo, como anomalías anatómicas del
tracto urinario, litiasis, o antecedentes quirúrgicos, así como un detallado examen físico son fundamentales
para un acercamiento al diagnóstico final y determinar la gravedad. (Polo et al., 2018; García et al., 2023)

En las formas obstructivas de pielonefritis, sobre todo litiásicas, el dolor lumbar puede estar en primer plano
en forma de un cólico nefrítico, y el cuadro séptico secundario puede ser discreto. Por lo cual es
recomendable buscar sistemáticamente una infección ante un cólico nefrítico. (Vourganti et al., 2006;
Zulfiqar et al., 2020)

Un papel decisivo en el diagnóstico y manejo de las afecciones urológicas recae en los exámenes biológicos,
particularmente en el análisis de orina y sangre. El estudio de orina es esencial para confirmar la presencia
de bacterias, nitritos y leucocitos; detectar hematuria que pudiera estar asociada con cálculos renales o
neoplasias, y aportar información clave sobre el estado del tracto urinario. En este contexto, el urocultivo
se establece como el método de referencia para identificar microorganismos y determinar su sensibilidad a
los antibióticos, este examen es crucial realizarlo antes de iniciar un tratamiento antimicrobiano, siempre
que las condiciones del paciente lo permitan, para garantizar una terapia adecuada y evitar el desarrollo de
resistencias. (Vourganti et al., 2006; Doublet, 2017)

Por otro lado, los exámenes sanguíneos complementan el diagnóstico al evaluar parámetros indicativos de
una respuesta inflamatoria sistémica, como la leucocitosis neutrofilia, concentración sérica de proteína C
reactiva (PCR) elevada y funciones críticas como la renal, mediante la medición de creatinina y urea. En
pacientes con bacteriemia, existe un mayor riesgo de desarrollar sepsis grave o shock séptico, lo que subraya
la necesidad de ampliar el análisis con pruebas adicionales. Estas incluyen tiempos de coagulación, función