HACIA UNA GESTIÓN COLABORATIVA DE
RESIDUOS: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS
DEL MODELO RESIDUOS CERO EN
MUNICIPIOS DE LA REGIÓN CAPITAL DE
VERACRUZ
TOWARDS COLLABORATIVE WASTE MANAGEMENT:
OPPORTUNITIES AND CHALLENGES OF THE ZERO
WASTE MODEL IN MUNICIPALITIES OF THE VERACRUZ
CAPITAL REGION
Luis Miguel Sánchez Herrera
Instituto Tecnológico Superior de Perote - México
Francisco Hernández Quinto
Instituto Tecnológico Superior de Perote - México
Iris Adriana Landa Torres
Universidad Veracruzana - México
David Medina Hernández
Instituto Tecnológico Superior de Perote - México
Arturo Ernesto Mares Gardea
Tecnológico de Gustavo A. Madero - México
pág. 6650
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i1.16363
Hacia una gestión colaborativa de residuos: oportunidades y desafíos del
modelo Residuos Cero en municipios de la región capital de Veracruz
Luis Miguel Sánchez Herrera1
a23300001@itsperote.edu.mx
https://orcid.org/0009-0002-9433-6551
Instituto Tecnologico Superior de Perote
México
Francisco Hernández Quinto
francisco.hernandez@perote.tecnm.mx
https://orcid.org/0000-0002-0567-9361
Instituto Tecnológico Superior de Perote
México
Iris Adriana Landa Torres
Ilanda@uv.mx
https://orcid.org/0000-0002-4828-2612
Universidad Veracruzana
México
David Medina Hernández
david.medina@perote.tecnm.mx
https://orcid.org/0000-0001-9873-3752
Instituto Tecnológico Superior de Perote
México
Arturo Ernesto Mares Gardea
dir_gamadero@tecnm.mx
https://orcid.org/0009-0004-8430-6628
Tecnológico nacional de México / Tecnológico
de Gustavo A. Madero
México
RESUMEN
La gestión de residuos sólidos urbanos (RSU) en municipios de la región capital de Veracruz enfrenta
desafíos como el crecimiento poblacional, deficiencias en infraestructura y falta de políticas públicas
integrales. En este contexto, el presente artículo analiza los retos y oportunidades del Modelo Residuos
Cero para su regionalización, enfocándose en tres ejes: participación ciudadana, infraestructura y
políticas públicas. A partir de un análisis de gabinete, se identifican barreras y estrategias aplicables al
contexto veracruzano. Por un lado, la participación ciudadana es limitada debido a la baja
sensibilización y la falta de incentivos para fomentar la colaboración. Además, la infraestructura resulta
insuficiente, con pocos centros de acopio y sistemas de reciclaje ineficientes. Por otro lado, las políticas
públicas carecen de coordinación entre niveles de gobierno, reduciendo su impacto en la gestión de
residuos. No obstante, el análisis también evidencia oportunidades clave, entre ellas, destacan las
alianzas público-privadas, campañas educativas y marcos regulatorios emergentes que favorecen
prácticas sostenibles. En conclusión, este estudio subraya la necesidad de fortalecer la colaboración
intersectorial y propone estrategias basadas en evidencia para mejorar la gestión de los RSU en la
región, proporcionando un marco útil para diseñar programas sostenibles y futuras investigaciones.
Palabras clave: residuos cero, participación social, colaboración, gestión
1
Autor Principal
Correspondencia: a23300001@itsperote.edu.mx
pág. 6651
Towards collaborative waste management: opportunities and challenges of
the Zero Waste model in municipalities of the Veracruz capital region
ABSTRACT
Urban solid waste (USW) management in municipalities of the capital region of Veracruz faces
challenges such as population growth, infrastructure deficiencies and lack of comprehensive public
policies. In this context, this article analyzes the challenges and opportunities of the Zero Waste Model
for its regionalization, focusing on three axes: citizen participation, infrastructure and public policies.
Based on a desk analysis, barriers and strategies applicable to the Veracruz context are identified. On
the one hand, citizen participation is limited due to low awareness and lack of incentives to encourage
collaboration. In addition, infrastructure is insufficient, with few collection centers and inefficient
recycling systems. Moreover, public policies lack coordination between levels of government, reducing
their impact on waste management. However, the analysis also highlights key opportunities, including
public-private partnerships, educational campaigns and emerging regulatory frameworks that favor
sustainable practices. In conclusion, this study underscores the need to strengthen inter-sectoral
collaboration and proposes evidence-based strategies to improve MSW management in the region,
providing a useful framework for designing sustainable programs and future research.
Keywords: zero waste, social participation, collaboration, management
Artículo recibido 14 noviembre 2024
Aceptado para publicación: 23 diciembre 2024
pág. 6652
INTRODUCCIÓN
La gestión de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) representa uno de los mayores desafíos
medioambientales, sociales y económicos de las últimas décadas. A nivel global, el aumento en la
generación de residuos es una consecuencia directa del crecimiento demográfico, la urbanización
acelerada y los patrones de consumo insostenibles. Según datos de organismos internacionales como el
Banco Mundial (2022), se generarán más de 2000 millones de toneladas de RSU al año, de los cuales
una gran proporción termina en vertederos no controlados, agravando los problemas de contaminación
ambiental, los costos económicos derivados de la gestión inadecuada y las inequidades sociales que
surgen de la falta de acceso a sistemas eficaces de recolección y disposición final (Wilson et al., 2012).
En México, la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) establece
las bases para la gestión adecuada de los materiales reciclables (DOF, 2003). Este marco normativo
incluye principios de responsabilidad compartida, donde los productores, consumidores y gobiernos
colaborar para reducir el impacto ambiental de los residuos (Villaseñor et al., 2018). Aunado a ello,
busca fortalecer los sistemas de recolección selectiva, incentivar la valorización de residuos y minimizar
la dependencia de rellenos sanitarios, alineándose con los compromisos internacionales adquiridos por
México, como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ONU, 2015). En Veracruz, esfuerzos
previos como el Programa Estatal para la Prevención y Gestión Integral de Residuos han buscado
fortalecer la infraestructura y fomentar la participación ciudadana; sin embargo, estos han enfrentado
limitaciones en su implementación debido a problemas como la falta de financiamiento adecuado, la
carencia de incentivos para la separación desde la fuente y una baja sensibilización de la población
sobre la importancia de una gestión sostenible de los residuos (Gobierno del Estado de Veracruz, 2019;
INECC, 2020). De igual manera, los esfuerzos han sido fragmentados, careciendo de una estrategia
integral que involucre tanto a los sectores público como privado, lo que ha limitado su impacto a largo
plazo. Como muestran los datos de la SEMARNAT (2020), en Veracruz, solo el 45% de los municipios
cuentan con programas formales de gestión de residuos, mientras que el 30% de los residuos generados
no reciben un manejo adecuado, terminando en vertederos a cielo abierto. En consecuencia, los
impactos específicos en Veracruz incluyen la contaminación de cuerpos de agua, por ejemplo, el río
Sedeño, de igual forma, las afectaciones a la salud pública debido a la proliferación de vectores y
pág. 6653
enfermedades, así como, perdidas en el potencial turístico de la región, son agravadas por la falta de
planeación en el manejo de los RSU (INECC, 2020; SEMARNTAT, 2021).
En este contexto, los enfoques tradicionales basados en el enterramiento y la incineración han
demostrado ser insuficientes para abordar los problemas ambientales y sociales asociados a los RSU,
ya que contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero, generan pasivos ambientales a largo
plazo y limitan las oportunidades de aprovechamiento de recursos (Hoornweg & Bhada-Tata, 2012).
Esto subraya la necesidad de estrategias más sostenibles, para fomentar la reducción en la generación,
el reciclaje y la valorización de residuos, mientras se adapte al contexto normativo y socioeconómico
de cada región (Connett, 2013; Zaman &Lehmann, 2013).
En respuesta a esta problemática, el modelo Residuos Cero (RC) surge como una estrategia integral que
busca transformar la gestión de los RSU mediante la prevención, la reutilización y reciclaje (Connett,
2013). Este modelo se basa en principios fundamentales de la eliminación progresiva de residuos a
través de diseños de productos más sostenibles, la optimización de procesos industriales y el fomento
de patrones de consumo responsables como es posible observar en la figura 1 (Zaman & Lehmann,
2013). Entre sus objetivos industriales se encuentra la promoción de economías locales mediante el
fortalecimiento de industrias de reciclaje y compostaje, así como de la creación de empleos verdes, lo
que contribuye directamente a la sostenibilidad económica y ambiental (Ellen MacArthur Foundation,
2021).
Figura 1. Ciclo del Modelo Residuos Cero
Fuente: elaboración propia con base en Vidarte Rodríguez, A., & Colmenares López, M. G. (2020).
Al mismo tiempo, dicho modelo, juega un papel crucial en la economía circular al garantizar que los
materiales se mantengan en uso durante el mayor tiempo posible. Este enfoque, incluye la incorporación
Diseño y fabricación de
productos
considerados de
reutilización y reciclaje
al final de su vida útil.
PRODUCTOS
SOSTENIBLES
Fomento de hábitos de
consumo que prioricen
productos duraderos,
reutilizables o
reciclables.
CONSUMO
RESPONSABLE Clasificación de los
residuos en orgánicos,
reciclables e
inorgánicos no
reciclables desde el
lugar que se generan.
SEPARACION EN
LA FUENTE
Sistemas de recogida
diferenciada para cada
tipo de residuo.
RECOLECCION
SELECTIVA Procesamiento de
materiales reciclables y
desechos orgánicos.
RECICLAJE Y
COMPOSTAJE
Reducción al mínimo
de los residuos que se
envían a los rellenos
sanitarios.
DISPOSICION
FINAL
pág. 6654
de sistemas de reciclaje avanzados, la promoción de reparabilidad de productos y la reutilización de
materiales en nuevos procesos productivos. Al integrar estas estrategias, se minimiza la generación de
residuos y se fomenta una reducción significativa en la extracción de recursos naturales, ayudando a
disminuir la huella ecológica y promoviendo la sostenibilidad a largo plazo (Ellen MacArthur
Fundation, 2021). Lo anterior incluye estrategias como el “diseño para la circularidad”, que tiene como
propósito que los productos sean fácilmente desmontables y reparables, y que la valorización de los
residuos orgánicos sea mediante el compostaje, de esta manera, se reduce la cantidad de residuos
enviados a los rellenos sanitarios contribuyendo a la regeneración de los sistemas naturales para mejorar
la calidad del suelo (UNEP, 2018). Desde esta perspectiva, el modelo aborda la gestión de residuos y se
convierte en una herramienta integral para impulsar la transición hacia sistemas de producción y
consumo más sostenibles.
Experiencias internacionales en países como Suecia y Japón han demostrado que el modelo puede
reducir significativamente la cantidad de residuos enviados a rellenos sanitarios. Por ejemplo, en Suecia,
más del 99% de los residuos domésticos se reciclan o valorizan energéticamente (Avfall Sverige, 2021),
mientras que, en Japón, la política de reducción de residuos ha permitido disminuir en un 20 % la
cantidad de desechos enviados a vertederos en los últimos 15 años (Mynistry of the Environment Japan,
2020). Por otra parte, el modelo ha demostrado que puede fomentar economías locales al generar
empleos en sectores de reciclaje, compostaje y así fortalecer la gobernanza ambiental (definida por
García & Gómez (2024) como un proceso de toma de decisiones y ejecución de políticas ambientales
en el que intervienen actores gubernamentales, empresariales y sociales para la gestión sostenida de los
recursos naturales) mediante la colaboración intersectorial (Lindhqvist, 2000; Yoshida & Takahashi,
2019). Sin embargo, la adaptación del modelo enfrenta barreras como la falta de conciencia ciudadana,
la insuficiencia de la infraestructura y la debilidad en la implementación de políticas públicas, inclusive,
la insuficiencia de la importancia de diseñar estrategias específicas que incluyan educación ambiental
y apoyo financiero a iniciativas locales (Zaman & Lehmann, 2013).
En el caso de México, y particularmente en los municipios de Veracruz, la gestión de RSU presenta
características particulares. La región enfrenta problemas como la limitada capacidad de recolección, la
falta de separación en la fuente y el insuficiente involucramiento de los sectores sociales y privados en
pág. 6655
la gestión de residuos (INEGI, 2021). Además, según la SEMARNAT (2020) el contexto geográfico y
socioeconómico de Veracruz ofrece tanto retos como oportunidades en la implementación del modelo
RC.
De manera que, este articulo tiene como propósito proponer estrategias basadas en el análisis
bibliográfico para adaptar el modelo RC al contexto de los municipios de Veracruz. La revisión se centra
en identificar casos exitosos de implementación, así como las barreras y oportunidades específicas que
enfrentan estas estrategias. Para ello, el análisis documental se organizó en tres ejes principales:
participación ciudadana, infraestructura y políticas públicas. Los ejes anteriores, son empleados para el
abordaje de los desafíos y oportunidades que plantea la transición hacia una gestión colaborativa y
sostenible de los RSU en Veracruz.
Por tanto, la estructura del artículo se organiza de la siguiente manera: en la metodología se describen
los criterios de selección de las fuentes bibliográficas y los enfoques de análisis utilizados; en los
resultados y discusión se presentan los hallazgos principales, organizados por eje temático. Finalmente,
en las conclusiones se destacan las implicaciones prácticas y las recomendaciones para la
implementación del modelo RC.
METODOLOGÍA
Esta investigación adopta un enfoque de revisión bibliográfica como herramienta principal para
identificar barreras, oportunidades y casos de éxito en la implementación del modelo RC. En este
sentido, es un enfoque alternativo debido a su capacidad de comprensión que amplía las experiencias
previas y enfoques teóricos. Así mismo, facilita la identificación de patrones y soluciones aplicables a
regiones específicas, como el Veracruzano. Mientras que el diseño permite analizar y sintetizar
información relevante de diversas fuentes con el objeto de generar estrategias aplicables. Por otra parte,
se incluyeron artículos y documentos publicados en los últimos 15 años para garantizar la existencia de
hallazgos recientes, debido a que, en este marco temporal refleja cambios recientes en las políticas
públicas, avances tecnológicos y la implementación de estrategias de gestión de residuos.
Por esta razón, los hallazgos son relevantes y permiten ser alineados con las dinámicas actuales del
sector, asegurando que las propuestas identificadas sean aplicables a los retos y oportunidades
contemporáneos. De igual forma, la selección abarco artículos científicos, políticas públicas locales e
pág. 6656
internacionales, así como, documentos de organismos internacionales como la ONU, Banco Mundial y
la Alianza Internacional de Basura Cero. Así mismo, las fuentes ofrecen un balance entre evidencias
empíricas, directrices normativas y estrategias globales que enriquecen el análisis con perspectiva
teórica y con respaldo en evidencia empírica vinculadas al estudio. Por consiguiente, se priorizaron
fuentes que incluyen experiencias y propuestas aplicables al entorno mexicano o global en la gestión
de RSU bajo el modelo RC. Finalmente, para la recopilación de información, se utilizaron las siguientes
bases de datos: Scopus, Google Scholar, Redalyc y bases nacionales como CONAHCYT.
En el marco descrito, los documentos seleccionados fueron analizados con base a los siguientes ejes
temáticos: participación ciudadana (estrategias fundamentadas en estudios de caso para fortalecer la
colaboración entre ciudadanos y autoridades), infraestructura (requerimientos y desafíos para
implementar el modelo RC, basados en estudios de caso y análisis comparativo) y políticas públicas
(regulaciones y lineamientos promuevan la sostenibilidad en la gestión de RSU, a través del análisis
comparativo y estudios de caso). Adicionalmente, se consideró el contexto regional de los casos
analizados, destacando la aplicabilidad de las lecciones aprendidas en municipios de Veracruz.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Con respecto a las referencias, se destacan deficiencias recurrentes en infraestructura, tecnologías
obsoletas y falta de incentivos económicos. Por ejemplo, los datos proporcionados por SEMARNAT
(2020) indican que el 75% de los municipios mexicanos carecen de sistemas adecuados de recolección
y separación de residuos, mientras que solo el 9.6% cuenta con programas de reciclaje formalizados.
Por otro lado, el INEGI (2021) reporta que el 85% de los residuos generados terminan en rellenos
sanitarios o sitios de disposición final sin tratamiento adecuado. En este sentido, son de manifiesto las
limitaciones operativas que enfrentan los municipios mexicanos. Por lo tanto, es importante, resaltar la
necesidad de realizar inversiones estratégicas y desarrollar programas de mejora tecnológica.
De igual forma, estudios como los de Rodríguez y Pérez (2019) y Connett (2013) enfatizan la
importancia de involucrar a las comunidades en actividades como la separación de residuos, reciclaje y
compostaje. Estos enfoques fomentan el cambio cultural hacia practicas más sostenibles, que refuerzan
la corresponsabilidad entre los ciudadanos y autoridades.
pág. 6657
Así mismo, ejemplos como los de Curitiba (Günther & Carneiro, 2006) y Corea del Sur (UNEP, 2018)
ilustran como la combinación de políticas públicas eficaces, educación ambiental y tecnologías
avanzadas pueden transformar la gestión de RSU en modelos replicables para otras regiones. En
Curitiba, el programa de “Cambio Verde” ha permitido la recolección selectiva de residuos a cambio de
alimentos frescos, incentivando la separación en origen y beneficiando a poblaciones vulnerables.
Mientras que Corea del Sur ha implementado un sistema de tarificación basado en la generación de
residuos, promoviendo la reducción en la fuente y mejorando la tasa de reciclaje a niveles superiores al
60%. Estos casos reflejan la importancia de enfoques integrados y adaptables a distintas realidades
sociopolíticas y económicas.
Por esta razón, a partir del análisis documental, se construyó la tabla 1, proporcionando una visión
estructurada y diversa sobre la gestión de RSU y el modelo RC destacando aspectos relevantes tanto en
el ámbito global como regional. Por otro lado, cada fuente contribuye con perspectivas únicas que
permiten identificar problemas, proponer soluciones y analizar casos de éxito aplicables a diferentes
realidades.
Tabla 1. Matriz Resumen
Base de datos
Autor(es)
Aspectos de aporte
ScienceDirect
Zaman, A. U., &
Lehmann, S. (2013)
El índice de residuos cero es una herramienta que evalúa la
eficiencia de las ciudades en la gestión de residuos.
Promueve la reutilización, el reciclaje y el compostaje como
pilares para una economía circular. Además, identifica áreas
clave para mejorar y permite establecer metas sostenibles
basadas en avances cuantitativos.
Editorial
Chelsea
Green
Connett, P. (2013)
Propone estrategias comunitarias como reparación en origen,
compostaje y reciclaje. Destaca la educación ambiental para
empoderar las comunidades, promoviendo una economía
circular y reduciendo significativamente los residuos
enviados a rellenos sanitarios.
Scielo
México
Hernández, L., &
López, R. (2020)
Resalta los desafíos en México, incluyendo la falta de
infraestructura, incentivos y educación ambiental,
proponiendo soluciones basadas en el modelo de residuos
cero para una gestión más sostenible.
pág. 6658
Redalyc
Martínez, C., Torres,
J., & Gutiérrez, P.
(2018)
Examina barreras culturales y estructurales en comunidades
rurales en Veracruz, destacando la necesidad de estrategias
locales para implementar el modelo residuos cero.
Latindex
Rodríguez, M., &
Pérez, S. (2019)
Enfatiza la participación ciudadana y las alianzas entre
comunidades y autoridades como factores clave para la
gestión sostenibles de residuos.
Gob.mx
Secretaria de Medio
Ambiente y
Recursos Naturales
(2020)
Analiza deficiencias estructurales en la infraestructura en
México y la importancia de invasores en tecnologías para
superar estos retos.
INEGI Base
de datos
Instituto Nacional
de Estadística y
Geografía (2021)
Destaca el uso de datos estadísticos para planificar estrategias
y áreas de mejora en la gestión de residuos sólidos,
promoviendo la sostenibilidad.
UNEP
Official
Website
United Nations
Environment
Programme (2018)
Presenta el caso de éxito de Corea del Sur, subrayando la
inversión en tecnología avanzada y el compromiso ciudadano
como pilares del modelo residuos cero.
ScienceDirect
Eilson, D. C., Velis,
C., & Cheeseman,
C. (2012)
Explora el reciclaje informal y su integración en sistemas
formales, promoviendo una economía circular más inclusiva
y equitativa.
SpringerLink
Günther, M., &
Carneiro, A. (2006)
Detalla el modelo de Curitiba donde introduce la
colaboración comunitaria y la infraestructura efectiva han
sido esenciales para alcanzar altas tasas de reciclaje.
Fuente: elaboración propia con información de distintas bases de datos y revistas indexadas
De la misma manera, para comprender los resultados obtenidos y su relación con la gestión de RSU, es
importante contextualizar las estrategias analizadas. A lo largo del estudio, se han identificado distintos
enfoques implementados en diversas regiones, como el modelo RC, la economía circular, la gestión
descentralizada, el uso de tecnologías de valorización de residuos y la implementación de políticas de
incentivos y regulaciones. Por lo que, permite identificar modelos existentes y su relación con las
condiciones y desafíos en Veracruz. A continuación, se presentan un análisis detallado de los hallazgos,
resultando experiencias internacionales y oportunidades de mejora para la implementación de
estrategias más sostenibles en el contexto local.
pág. 6659
Eje temático 1: Participación Ciudadana
La participación ciudadana es un eje fundamental en la gestión de RSU, ya que implica el
involucramiento activo de la comunidad en acciones que promuevan la sostenibilidad. Este enfoque,
permite potenciar la efectividad de estrategias como separación y reciclaje, reduciendo
significativamente la cantidad de residuos enviados a los rellenos sanitarios. De igual manera, fomenta
un sentido de corresponsabilidad entre la población y las autoridades, lo que fortalece las políticas de
gestión ambiental (Zaman & Lehmann, 2013; Connett, 2013).
El análisis de experiencias internacionales muestra que la participación comunitaria es clave para la
gestión efectiva de RSU. En San Francisco (EE.UU.), programas como el “Zero Waste” ha sido un
modelo ejemplar en la gestión de residuos, estableciendo como objetivo la reducción total de desechos
enviados a rellenos sanitarios. Para lograrlo, la ciudad implementó una combinación de estrategias
incluyendo la educación ambiental obligatoria para empresas y residentes, la imposición de sanciones
a quienes no cumplan con la separación adecuada de residuos y un sólido sistema de recolección
diferenciada. De la misma manera, la infraestructura urbana se fortaleció con la creación de centros de
reciclaje accesibles y programas de compostaje a gran escala, lo que ha permitido alcanza tasas de
desviación de residuos superiores al 80% (Zaman &Lehmann, 2013). San Francisco incluso ha
promovido la responsabilidad compartida mediante la colaboración con empresas privadas y el
establecimiento de regulaciones estrictas para la producción y disposición de materiales no reciclables,
consolidándose como un referente internacional en la transición hacia un modelo RC. Este modelo se
basa en la creación de normativas estrictas, así como, en una infraestructura robusta que incluye centros
de reciclaje accesibles y un sistema de tarifas diferenciado para promover la separación en origen.
Además, se han establecido alianzas con empresas privadas para garantizar la correcta disposición de
materiales reciclados, lo que ha contribuido a mejorar significativamente las tasas de recuperación de
residuos. Por su parte, en Capannori (Italia) ha implementado una estrategia de separación en origen y
talleres comunitarios, alcanzando un reciclaje del 90% (Connett, 2013). Este éxito se debe a la
integración de políticas públicas municipales con un enfoque en la educación continua y la
retroalimentación ciudadana. Las autoridades locales trabajan de la mano con las comunidades para
monitorear los avances y ajustar las estrategias según las necesidades específicas. Adicionalmente,
pág. 6660
Copannori ha priorizado la transparencia de sus procesos, lo que ha permitido la confianza y el
compromiso de los ciudadanos hacia la meta de RC. La clave en ambos casos radica en involucrar a los
ciudadanos como agentes activos del cambio, promoviendo su participación a través de incentivos,
educación y colaboración constante con las autoridades. Inclusive, los incentivos económicos, como
reducción de tarifas de recolección para quienes separaban correctamente sus residuos, motivaron a la
comunidad a participar activamente. Paralelamente, la educación ambiental a través de talleres
comunitarios fortaleció la conciencia ciudadana sobre la gestión responsable. Cabe destacar que la
colaboración constante entre las autoridades y la población permitió monitorear y ajustar estrategias,
fomentando la transparencia y el compromiso ciudadano con el modelo sostenible.
En contraste, los municipios de Veracruz, se identifican retos significativos que limitan la
implementación de estrategias de gestión de RSU. Hernández y López (2020) señalan que la falta de
conciencia ambiental en la población representa una barrera fundamental, pues sin una educación y un
cambio en la percepción ciudadana, la adopción de prácticas sostenibles es mínima.
De la misma forma, Martínez et al. (2018) argumentan que la resistencia cultural hacia cambios de
hábitos de consumo y disposición de residuos refuerza patrones tradicionales de manejo ineficiente de
desechos, dificultando la transición hacia un modelo de economía circular-
Así mismo, Rodríguez y Pérez (2019) enfatizan que la participación limitada de actores sociales, como
organizaciones no gubernamentales y liderazgos comunitarios, restringen la posibilidad de generar
iniciativas locales efectivas, ya que la gestión de residuos requiere un enfoque colaborativo que
involucre a múltiples sectores.
Las experiencias en San Francisco y Capannori destacan la importancia de fomentar un sentido de
responsabilidad entre la población y las autoridades. Estos casos demuestran que la colaboración entre
comunidades, gobierno y sector privado puede generar sistemas de gestión de residuos más efectivos y
sostenibles. Por ello, para Veracruz, es crucial implementar campañas educativas que sensibilicen a la
población sobre el impacto ambiental de sus hábitos de consumo y promuevan su participación en
programas de separación y reciclaje. Estas campañas deben estar acompañadas de programas
estructurados que incluyan talleres prácticos, incentivos económicos y sanciones por incumplimiento
para garantizar su efectividad. También, la adopción de estrategias comunitarias exitosas podría mitigar
pág. 6661
las barreras culturales, promoviendo un cambio gradual en los hábitos ciudadanos. La implementación
de este enfoque participativo requiere de un sistema continuo de monitoreo y retroalimentación para
ajustar las estrategias a las necesidades y limitaciones locales.
Eje temático 2: Infraestructura
La infraestructura desempeña un papel crucial en la gestión de RSU, ya que establece las bases
materiales y tecnológicas necesarias para implementar estrategias de reciclaje, compostaje y recolección
diferenciada. Una infraestructura adecuada no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también
contribuye a minimizar el impacto ambiental al facilitar la correcta disposición y aprovechamiento de
los residuos (Wilson et al., 2012). Además, permite integrar a diversos actores sociales y privados en el
proceso, creando un sistema más sostenible y resiliente frente a los desafíos de la urbanización y el
crecimiento demográfico (UNEP, 2018). Sin una infraestructura robusta, incluso las políticas públicas
y estrategias más ambiciosas pueden fracasar debido a la falta de capacidad de gestionarlas
eficientemente (González & Martínez, 2019).
El diagnóstico de infraestructura en municipios de Veracruz evidencia limitaciones significativas que
afectan directamente la eficiencia y sostenibilidad en la gestión de RSU. Según SEMARNAT (2020),
la escasez de instalaciones adecuadas para el reciclaje y compostaje impide que una gran proporción de
los residuos generados sean aprovechados. Ahora bien, esta falta de infraestructura genera una
dependencia excesiva de los rellenos sanitarios, lo que agrava la problemática ambiental y reduce las
oportunidades para la implementación de un modelo de economía circular. En el mismo sentido, INEGI
(2021) reporta que la recolección diferenciada de residuos solo se implementa de manera parcial en
zonas urbanas centrales, dejando a las comunidades periféricas sin acceso a un sistema eficiente de
separación de residuos. Esta limitación impide la consolidación de un esquema integrar de reciclaje, lo
que refuerza el modelo lineal de producción y consumo en lugar de fomentar la recuperación de
materiales.
A su vez, González y Martínez (2019) argumentan que la tecnología utilizada en la gestión de RSU en
Veracruz es obsoleta y que la falta de inversión en equipamiento y modernización reduce
significativamente la capacidad operativa de los sistemas municipales de recolección y tratamiento. La
pág. 6662
carencia de recursos para actualizar los sistemas de manejo de residuos impacta directamente en la
capacidad de respuesta ante el creciente volumen de desechos generados en el estado.
A diferencia de muchas regiones que enfrentan desafíos en la gestión de RSU, países como Corea del
Sur y ciudades como Curitiba en Brasil han desarrollado modelos ejemplares que logran avances
significativos en este ámbito. En el caso de corea del sur, la implementación de tecnologías avanzadas
ha sido clave para optimizar el reciclaje y la reducción de residuos. De acuerdo con UNEP (2018) y
Wilson et al. (2012), el país ha instaurado un sistema de cobro por generación de residuos, lo que
incentiva a la población a reducir su producción de desechos y fomentar la separación en origen. A
como, ha implementado infraestructuras de reciclaje altamente eficientes, como plantas de conversión
de residuos en energía que aprovechan los desechos orgánicos para la generación de electricidad y
biogás. De igual forma, ha desarrollado sistemas de recolección automática que reducen los costos
operativos y mejoran la eficiencia en la clasificación de materiales reciclables. Inclusive, la aplicación
de la inteligencia artificial en centros de separación de residuos permite maximizar la recuperación de
materiales valiosos, reduciendo significativamente el porcentaje de desechos enviados a rellenos
sanitarios. Como resultado, este mecanismo ha permitido incrementar la tasa de reciclaje y minimizar
el uso de vertederos, convirtiendo a Corea del Sur en un referente global en la gestión sostenible de
residuos.
De modo similar, Curitiba ha destacado por el establecimiento de una red eficiente de recolección
selectiva que incorpora incentivos para recicladores informales. Günther y Carneiro (2006) explican
que la ciudad ha desarrollado un programa de intercambio de residuos reciclables por alimentación y
transporte, lo que ha generado una mayor participación de la población en la separación de residuos.
Por lo que, este modelo ha sido reconocido por su capacidad de integración social, debido a que permite
a sectores vulnerables beneficiarse del sistema al mismo tiempo que contribuye a la reducción de
desechos. En consecuencia, los modelos de infraestructura de Corea del sur y Curitiba demuestran que
la inversión en tecnología y la colaboración entre sectores pueden transformar la gestión de RSU. En
Corea del sur, por ejemplo, el desarrollo de tecnologías avanzadas ha permitido implementar sistemas
de recolección automatizados y el tratamiento de residuos orgánicos a gran escala, lo que ha llevado a
una reducción significativa en la dependencia de rellenos sanitarios (UNEP, 2018). Así mismo, Curitiba
pág. 6663
se destaca por haber diseñado un sistema de recolección selectiva que integra incentivos para
recicladores informales, permitiendo su formalización dentro del sistema de gestión de residuos
(Günther & Carneiro, 2006).
En Veracruz, es necesario priorizar el desarrollo de instalaciones de reciclaje y compostaje, que
permitirán un mejor aprovechamiento de los residuos y, por lo tanto, contribuirán a la generación de
empleos locales. Asi mismo, modernizar la flota de recolección podría mejorar significativamente la
cobertura y eficiencia de los servicios, específicamente en áreas rurales y periféricas. La incorporación
de incentivos económicos como subsidios para proyectos de infraestructura sostenibles y tarifas
preferenciales para empresas que adopten tecnologías limpias, podrían fomentar el reciclaje y reducir
la presión sobre los rellenos sanitarios, promoviendo un modelo más circular y menos dependiente de
disposición final.
Eje temático 3: Políticas públicas
Las políticas públicas son esenciales en la gestión de RSU, ya que proporcionan el marco normativo,
los incentivos y las directrices necesarias para coordinar los esfuerzos entre diversos actores, incluidos
los gobiernos locales, sector privado y la sociedad civil. Estas políticas determinan las metas y
prioridades en la gestión de residuos, así como los mecanismos para su ejecución y monitoreo. Una
adecuada regulación puede incentivar practicas responsables, como el reciclaje y la economía circular,
mientras que la falta de políticas públicas o su débil aplicación pueden perpetuar problemas como la
contaminación y la ineficiencia en los sistemas de recolección y disposición de residuos (SEMARNAT,
2020; European Commission, 2018).
La evaluación de los marcos normativos en Veracruz y México revelan diversas deficiencias que
obstaculizan la aplicación efectiva de estrategias sostenibles en la gestión de residuos. en primer lugar,
SEMARNAT (2020) señala que la implementación de normativas existentes es limitada debido a la
falta de recursos y mecanismos de seguimiento adecuados, lo que impide la consolidación de un sistema
eficiente de RSU. También, la ausencia de programas de monitoreo y evaluación debilita el impacto de
las regulaciones, generando una aplicación desigual en distintos municipios.
De la misma manera, la CONANP (2019) destaca que la falta de incentivos fiscales representa una
barrera significativa para fomentar la participación del sector privado en la gestión de RSU. Así como
pág. 6664
la carencia de estímulos económicos desalienta la inversión en tecnologías limpias y la adaptación de
modelos de economía circular, lo que reduce las oportunidades para mejorar la infraestructura y la
eficiencia operativa en la recolección y tratamiento de los deseños.
Por otra parte, INECC (2021) argumenta que la fiscalización insuficiente constituye otro factor que
debilita la efectividad de las políticas públicas ambientales. Asi como, la falta de mecanismos de control
y sanción dificulta el cumplimiento de las regulaciones existentes, permitiendo que persistan prácticas
inadecuadas en la disposición. Todavía más, sin una supervisión rigurosa y constante, el cumplimiento
de normativas ambientales se vuelve un desafío, lo que contribuye a la acumulación de residuos y la
contaminación de ecosistemas locales.
En contraste, la unión europea ha implementado políticas públicas ambiciosas, como la “Directiva de
residuos” y sistemas de economía circular que incluyen objetivos vinculantes (European Commission,
2018). Estas políticas han establecido metas claras para la reducción de residuos y el aumento del
reciclaje, incentivando a los estados miembros a implementar sistemas más sostenibles y a promover la
innovación tecnológica en la gestión de residuos. Por ejemplo, los esquemas de responsabilidad
ampliada del productor (RAP) han sido fundamentales para redistribuir responsabilidades entre
fabricantes y consumidores, asegurando la correcta disposición de los productos al final de su vida útil.
Localmente, Puebla, estrategias como los centros de acopio comunitarios han demostrado eficacia al
involucrar a distintos actores sociales (García & Torres, 2020). Estos modelos destacan la importancia
de adaptar estrategias globales exitosas a las condiciones y necesidades específicas de cada región, lo
que resulta crucial para fortalecer los sistemas de gestión de residuos en contextos como Veracruz.
Definitivamente, las políticas públicas exitosas, como las de la unión europea, pueden adaptarse al
contexto mexicano mediante una mayor coordinación interinstitucional y la inclusión de incentivos
financieros. Para Veracruz, se recomienda desarrollar programas que promuevan alianzas público-
privadas, fomentando la colaboración entre autoridades locales y empresas privadas para maximizar los
recursos y capacidades técnicas disponibles. Adicionalmente, es crucial fortalecer los mecanismos de
fiscalización y cumplimiento de las normativas mediante la incorporación de tecnologías avanzadas
como sistemas de monitoreo en tiempo real y auditorias periódicas, lo que garantizará un mejor
seguimiento y resultados efectivos. La experiencia de Puebla sugiere que las estrategias locales pueden
pág. 6665
ser escalables a nivel estatal si se adaptan a las condiciones regionales. Esto incluye la creación de
plataformas de participación ciudadana que integren a los diversos actores entre la toma de decisiones
y la implementación de proyectos piloto que permita evaluar la efectividad de estas políticas antes de
su adopción masiva considerando criterios como la viabilidad económica, la aceptación social, el
impacto ambiental y la infraestructura disponible. Un ejemplo de ello es el programa “Puebla Recicla”,
el cual consiste en la instalación de centros de acopio comunitario en diversas localidades, promoviendo
la separación de residuos y su aprovechamiento mediante alianzas con empresas recicladoras (García
& Torres, 2020). También, es fundamental diseñar incentivos fiscales económicos que impulsen la
transición hacia modelos de economía circular, lo que no solo beneficiaría al medio ambiente, sino que
también promovería el desarrollo económico local.
CONCLUSIONES
Este artículo se ha identificado y analizado diversas lecciones aprendidas que permiten entender las
dinámicas y desafíos en la implementación del modelo Residuos Cero en municipios de Veracruz. Los
hallazgos clave resaltan la importancia de abordar la gestión de residuos desde un enfoque integral y
colaborativo, donde el modelo RC actúe como marco orientador para la participación ciudadana, el
fortalecimiento de la infraestructura y el diseño de políticas públicas como ejes estratégicos. En
particular, se evidenció que la combinación de estos factores puede facilitar la transición hacia prácticas
más sostenibles, fortaleciendo el compromiso comunitario y promoviendo un impacto ambiental
positivo.
En este sentido, se destacó la relevancia de la gestión colaborativa como un elemento central para el
éxito de cualquier estrategia de manejo de residuos. En este contexto, el papel de los actores clave
(Gobierno, Sector social y Sector privado) es fundamental. Mientras que el gobierno debe garantizar un
marco normativo y operativo adecuado, el sector social contribuye con la sensibilización y el
compromiso ciudadano, y el sector privado puede aportar innovación y recursos. La sinergia entre estos
actores es indispensable para crear sistemas de gestión más efectivos y sostenibles.
Finalmente, se identificaron futuras líneas de investigación que podrían enriquecer el conocimiento y
las prácticas en este ambiente. Entre ellas, se propone explorar la integración de tecnologías digitales,
como plataformas de monitoreo y gestión de residuos, que podría optimizar los procesos y aumentar la
pág. 6666
transparencia. Así como resulta pertinente realizar estudios comparativos en municipios con
características similares para identificar patrones y estrategias replicables que puedan adaptarse a
distintos contextos. Estas iniciativas podrían proporcionar nuevas perspectivas y herramientas para
fortalecer la gestión de residuos sólidos urbanos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Avfall Sverige. (2021). Waste management in Sweden 2021. https://www.avfallsverige.se
World Bank. (2022). What a waste 2.0: A global snapshot of solid waste management to 2050.
https://www.worldbank.org
Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). (2019). Incentivos fiscales y su impacto
en la gestión de residuos sólidos. Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
Connett, P. (2013). The zero waste solution: Untrashing the planet one community at a time. Chelsea
Green Publishing.
Diario Oficial de la Federación (DOF). (2003). Ley General para la Prevención y Gestión Integral de
los Residuos. https://www.dof.gob.mx
Ellen MacArthur Foundation. (2021). What is a circular economy?
https://www.ellenmacarthurfoundation.org
European Commission. (2018). Waste Framework Directive: Setting ambitious targets. European
Union. https://eur-lex.europa.eu
García, G. A., & Gómez, C. D. (2024). Gobernanza en el medio ambiente y el caso de políticas verdes
para el gobierno local de San Pedro Garza García, México. Debates en
Sociología. https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/debatesensociologia/article/view/28450
García, R., & Torres, F. (2020). Modelos locales de acopio comunitario en México: Un análisis desde
Puebla. Revista de Gestión Local, 6(1), 112–129.
Gobierno del Estado de Veracruz. (2019). Programa Estatal para la Prevención y Gestión Integral de
Residuos. Veracruz.
González, A., & Martínez, L. (2019). Infraestructura obsoleta y sus implicaciones en la gestión de
residuos urbanos. Gestión Ambiental, 8(1), 55–67.
pág. 6667
Günther, M., & Carneiro, A. (2006). Curitiba’s model of urban waste management: A case study. Urban
Sustainability Review, 9(2), 22–35.
Hernández, L., & López, R. (2020). Retos en la gestión de residuos sólidos urbanos en México: Una
visión local. Revista Ambiental de México, 12(3), 45–60.
Hoornweg, D., & Bhada-Tata, P. (2012). What a waste: A global review of solid waste management.
Washington, D.C.: World Bank.
Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC). (2020). Diagnóstico básico para la
gestión integral de residuos. https://www.gob.mx/inecc
Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC). (2021). Fiscalización ambiental en
México: Avances y desafíos. https://www.gob.mx/inecc
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (2021). Estadísticas a propósito del día mundial
del medio ambiente: Generación de residuos sólidos urbanos. Recuperado de
https://www.inegi.org.mx
Lindhqvist, T. (2000). Extended producer responsibility in cleaner production: Policy principle to
promote environmental improvements of product systems. Lund, Suecia: IIIEE, Lund
University.
Martínez, C., Torres, J., & Gutiérrez, P. (2018). Hábitos de disposición de residuos en áreas rurales de
Veracruz. Revista de Investigación Social, 20(5), 234–251.
Ministry of the Environment, Japan. (2020). Annual report on the environment, the sound material-
cycle society, and biodiversity in Japan 2020. Ministry of the Environment, Japan.
https://www.env.go.jp/en/
Rodríguez, M., & Pérez, S. (2019). La participación social en la gestión de residuos: Estudio de caso
en municipios mexicanos. Revista de Estudios Ambientales, 15(2), 98–110.
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). (2020). Diagnóstico básico para
la gestión integral de residuos en México. Ciudad de México: SEMARNAT.
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). (2020). Reporte de residuos
sólidos urbanos en México. Ciudad de México: SEMARNAT.
pág. 6668
United Nations Environment Programme (UNEP). (2018). Single-use plastics: A roadmap for
sustainability. https://www.unep.org
Vidarte Rodríguez, A., & Colmenares López, M. G. (2020). Basura Cero. Gestión de residuos sólidos
urbanos en México. RICSH Revista Iberoamericana de las Ciencias Sociales y Humanísticas,
9(18), 130–150. https://doi.org/10.23913/ricsh.v9i18.217
Villaseñor, E., Pineda, J. E., & Torres, A. (2018). Responsabilidad compartida en la gestión de residuos
sólidos en México: Retos y oportunidades. Revista de Gestión Ambiental, 21(2), 45–58.
Wilson, D. C., Velis, C., & Cheeseman, C. (2012). Role of informal sector recycling in waste
management in developing countries. Habitat International, 30(4), 797–808.
https://doi.org/10.1016/j.habitatint.2012.05.005
Yoshida, H., & Takahashi, K. (2019). Japan's experience in solid waste management and lessons for
developing countries. Waste Management Research, 37(3), 203–210.
https://doi.org/10.1177/0734242X18819744
Zaman, A. U., & Lehmann, S. (2013). The zero waste index: A performance measurement tool for waste
management systems in a 'zero waste city' framework. Journal of Cleaner Production, 50, 123–
132. https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2012.11.041