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INTRODUCCIÓN
La enfermedad renal crónica (ERC) ha sido descrita como la enfermedad crónica más desatendida;
Sin embargo, es un importante problema de salud pública en México y en todo el mundo. La ERC
representa un alto impacto en la salud dentro del grupo de las enfermedades crónicas no transmisibles
(ENTC) y su posición en la incidencia de carga global de la enfermedad, ha cambiado
significativamente en México en los últimos años. (Torres M, 2017)). Las infecciones peritoneales
siguen siendo una de las complicaciones más importante de la EP, ya que su prevalencia sigue siendo
alta y sus importantes consecuencias clínicas incluyen mortalidad, fallas técnicas y mayores costos de
los sistemas de salud (Pérez, M., Moreiras, M., Prieto, M., et al. 2022). Dado que la enfermedad es de
etiología multifactorial y está fuertemente relacionada con las enfermedades crónicas más comunes en
nuestra población (diabetes e hipertensión), su impacto en la salud pública se refleja en la alta
demanda de recursos humanos, económicos y de infraestructura necesarios para tratarla. También es
la segunda causa de años de vida perdidos en el continente americano con mayor prevalencia en
América Latina (CENIDSP,2022) El riesgo de peritonitis es uno de los principales obstáculos para el
uso de la DP. La frecuencia de peritonitis varía desde 1 episodio cada 24,8 meses hasta 1 episodio
cada 46,4 meses. Se han descrito factores de riesgo asociados con un mayor desarrollo de peritonitis,
como diabetes mellitus, edad avanzada, sexo femenino, tabaquismo e índice de masa corporal elevado
antes del inicio de la EP. La causa de la mayoría de las peritonitis es la "contaminación por contacto" a
través de la entrada del catéter de DP; que actúa como entrada de microorganismos que colonizan la
piel directamente a la membrana peritoneal. Entre los microorganismos Gram positivos, los factores
causales más comunes en el 60%-80% de los casos son Staphylococcus epidermidis, Staphylococcus
aerus y Streptococcus. .Spp. . También se describen especies gramnegativos, menos comunes pero aún
presentes, como Pseudomonas aeuruginosa, Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae; Aunque es
poco común, la peritonitis fúngica no es un patógeno, especialmente en pacientes que reciben
múltiples antimicrobianos (Portoles J, 2019). Se clasifican en primarias
(peritonitis monomicrobianas sin foco infeccioso visible y secundarias (peritonitis poli microbiana de
origen intraabdominal) y terciarias (peritonitis recurrente), las cuales son complicaciones de la DCPA
y se describen varios mecanismos causantes de la peritonitis; contaminación del catéter, infección,