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PROCRASTINACIÓN ACADÉMICA Y
ANSIEDAD EN RESIDENTES DE
MEDICINA FAMILIAR
ACADEMIC PROCRASTINATION AND ANXIETY
IN FAMILY MEDICINE RESIDENTS
Dra. Othimia Yaslie Santos Girón
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca
Dra. María Guadalupe Ramírez Rojas
Investigadora del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), adscrita
al CIESAS Unidad del Sureste
Dra. Karla Ramírez Cruz
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca
Dr. Fernando Franuel Martínez Chávez
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca
Dr. Jesús Elizarrarás Rivas
Coordinación de Investigación en Salud Facultad de Medicina y Cirugía, UABJO

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DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i1.16393
Procrastinación Académica y Ansiedad en Residentes de Medicina Familiar
Dra. Othimia Yaslie Santos GirónA
othimiayasliesantosgiron@gmail.com
https://orcid.org/0009-0000-4863-6997
Universidad Autónoma
Benito Juárez de Oaxaca
México
Dra. María Guadalupe Ramírez Rojas
amairanai@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-4251-8014
Investigadora del Consejo Nacional de
Humanidades, Ciencias y Tecnologías
(CONAHCYT), adscrita al CIESAS Unidad
del Sureste
México
Dra. Karla Ramírez Cruz
karlarcp@hotmail.com.com
https://orcid.org/0009-0002-5357-6655
Universidad Autónoma
Benito Juárez de Oaxaca
México
Dr. Fernando Franuel Martínez Chávez
fernandofranuel@gmail.com
https://orcid.org/0009-0009-7246-0886
Universidad Autónoma
Benito Juárez de Oaxaca
México
Dr. Jesús Elizarrarás Rivas
dr.jesuselizarraras@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-3416-0267
Coordinación de Investigación en Salud
Facultad de Medicina y Cirugía, UABJO
México
AAutor principal
Correspondencia: amairanai@gmail.com

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RESUMEN
Antecedentes: La procrastinación académica es una conducta común que implica aplazar tareas
prioritarias en favor de otras menos relevantes, generando consecuencias emocionales y laborales
significativas. En médicos residentes, esta práctica se encuentra influenciada por altas cargas laborales,
jornadas extensas y demandas académicas, asociándose frecuentemente con ansiedad, agotamiento
emocional y síndrome de Burnout. A pesar de su relevancia, existe poca literatura enfocada en este
fenómeno dentro de este grupo. Este estudio buscó analizar la procrastinación académica, la ansiedad y
el Burnout en médicos residentes de Medicina Familiar en Oaxaca, México, explorando sus asociaciones
con factores sociodemográficos y laborales. Metodología: Se realizó un estudio observacional,
transversal y descriptivo entre diciembre de 2022 y noviembre de 2024, en el que participaron 30
médicos residentes de la Unidad de Medicina Familiar 65 de Oaxaca. Se aplicaron cuestionarios
sociodemográficos y escalas validadas, como la de Procrastinación Académica de Deborah Ann Busko,
el Inventario de Ansiedad de Beck y el Inventario de Burnout de Maslach. Los datos fueron analizados
con SPSS v22, clasificando los resultados por grado académico, sexo, estado civil y descendencia
biológica. Resultados: El 100% de los participantes presentó algún nivel de procrastinación académica,
predominando el nivel alto (39.6%), seguido del medio (26.7%) y el muy alto (9.9%), especialmente en
solteros y residentes sin descendencia biológica. Las principales causas reportadas fueron la falta de
ánimo y la preferencia por otras actividades académicas o recreativas. La ansiedad fue más prevalente
en mujeres y residentes sin hijos, con un 23.3% reportando niveles graves, particularmente en rotaciones
externas. Respecto al Burnout, el agotamiento emocional y la despersonalización mostraron niveles
bajos en la mayoría, pero los niveles altos se asociaron significativamente con la procrastinación
académica (p = 0.31 y p = 0.18, respectivamente). Además, el consumo de cafeína y los desvelos
frecuentes fueron reportados por residentes con altos niveles de ansiedad, aunque sin significancia
estadística. Discusión: Los resultados confirman que los médicos residentes enfrentan un entorno
académico y laboral que favorece la procrastinación, afectando su bienestar emocional y académico. La
asociación entre procrastinación académica, agotamiento emocional y despersonalización refuerza la
necesidad de intervenciones integrales para abordar estas problemáticas. El alto porcentaje de residentes
con ansiedad grave en rotaciones externas subraya la importancia de diseñar estrategias específicas para
este grupo, alineándose con estudios previos en personal de salud durante la pandemia.n Conclusiones:
La procrastinación académica es una problemática significativa en médicos residentes, estrechamente
vinculada a factores como las exigencias laborales y la ansiedad. Se propone la aplicación periódica de
cuestionarios para la detección temprana de ansiedad, Burnout y procrastinación, acompañada de
talleres de gestión del tiempo, automotivación y actividades lúdicas. Este enfoque integral puede mejorar
el bienestar de los residentes y su desempeño académico y laboral, contribuyendo a la formación de
especialistas más equilibrados y eficientes.
Palabras clave: procrastinación académica, ansiedad, burnout, residentes, medicina familiar

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Academic Procrastination and Anxiety in Family Medicine Residents
ABSTRACT
Background: Academic procrastination is a common behavior that involves postponing priority tasks in
favor of less relevant ones, generating significant emotional and work consequences. In resident
physicians, this practice is influenced by high workloads, long hours, and academic demands, frequently
associated with anxiety, emotional exhaustion, and burnout syndrome. Despite its relevance, there is
little literature focused on this phenomenon within this group. This study sought to analyze academic
procrastination, anxiety, and burnout in Family Medicine resident physicians in Oaxaca, Mexico,
exploring their associations with sociodemographic and work factors. Methodology: An observational,
cross-sectional, and descriptive study was conducted between December 2022 and November 2024, in
which 30 resident physicians from the Family Medicine Unit 65 of Oaxaca participated.
Sociodemographic questionnaires and validated scales such as the Deborah Ann Busko Academic
Procrastination Scale, the Beck Anxiety Inventory, and the Maslach Burnout Inventory were
administered. Data were analyzed using SPSS v22, classifying the results by academic grade, sex,
marital status, and biological offspring. Results: 100% of participants presented some level of academic
procrastination, with high levels predominating (39.6%), followed by medium (26.7%) and very high
(9.9%), especially in singles and residents without biological offspring. The main causes reported were
lack of motivation and preference for other academic or recreational activities. Anxiety was more
prevalent in women and residents without children, with 23.3% reporting severe levels, particularly in
external rotations. Regarding burnout, emotional exhaustion and depersonalization showed low levels
in the majority, but high levels were significantly associated with academic procrastination (p = 0.31
and p = 0.18, respectively). In addition, caffeine consumption and frequent sleeplessness were reported
by residents with high levels of anxiety, although without statistical significance. Discussion: The results
confirm that medical residents face an academic and work environment that favors procrastination,
affecting their emotional and academic well-being. The association between academic procrastination,
emotional exhaustion, and depersonalization reinforces the need for comprehensive interventions to
address these problems. The high percentage of residents with severe anxiety in external rotations
underlines the importance of designing specific strategies for this group, aligning with previous studies
in health personnel during the pandemic. Conclusions: Academic procrastination is a significant
problem in medical residents, closely linked to factors such as work demands and anxiety. The periodic
application of questionnaires for the early detection of anxiety, burnout and procrastination is proposed,
accompanied by workshops on time management, self-motivation and recreational activities. This
comprehensive approach can improve the well-being of residents and their academic and work
performance, contributing to the training of more balanced and efficient specialists.
Key words: academic procrastination, anxiety, burnout, residents, family medicine
Artículo recibido 20 enero 2025
Aceptado para publicación: 15 febrero 2025

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INTRODUCCIÓN
La procrastinación, también conocida como posponer, diferir o postergar, se refiere a la conducta de
aplazar actividades consideradas prioritarias en favor de otras menos relevantes o más placenteras.
Magnín y Menghi, siguiendo a Steel, explican que la procrastinación no se limita al simple acto de
postergar una actividad, sino que el término enfatiza la irracionalidad inherente a este comportamiento.
El individuo es plenamente consciente de que aplazar sistemáticamente sus responsabilidades es
perjudicial, pero, aun así, persiste en hacerlo, incluso enfrentando consecuencias negativas.
La procrastinación se puede manifestar de dos formas las cuales son la procrastinación activa y la pasiva;
en la activa el sujeto decide libremente retrasar una acción para someterse a trabajar bajo presión y
donde el tiempo se convierta en un aliado, por lo contrario, en la procrastinación pasiva: las actividades
se van postergando sin una finalidad, simplemente falta de interés sobre el mismo y al final la persona
que cuenta con muchas actividades acumuladas al mismo tiempo.
La procrastinación puede convertirse en un verdadero obstáculo para la persona, condicionando un
impedimento significativo para la ejecución de tareas y constituyendo un trastorno con entidad propia
que afecta el bienestar psicológico, emocional, social y físico. En el ámbito académico, la
procrastinación no se reduce a una simple tendencia a postergar actividades; se ha vinculado con
características como el perfeccionismo, la baja autoestima y la inseguridad personal.
Tejada y Borrego, retomando las ideas de Sirois y Pychyl, señalan que la procrastinación está
estrechamente relacionada con el manejo de los estados de ánimo frente a tareas aversivas. En este
sentido, cuando se asigna una actividad académica, la percepción que se tiene de la tarea genera un
estado emocional que puede ser positivo o negativo. Un estado de ánimo negativo, asociado a
sentimientos de aburrimiento, frustración, culpa o ansiedad, tiende a favorecer la procrastinación,
especialmente cuando se combina con el cansancio emocional. Por el contrario, un estado de ánimo
positivo, caracterizado por motivación y entusiasmo, inhibe la procrastinación y facilita la realización
de las tareas en tiempo y forma.
Por otra parte, en un estudio llevado a cabo por Caldichoury y Ripoll, junto con otros colaboradores, se
analizó la incidencia del síndrome de Burnout en el personal de salud durante la pandemia.

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Los resultados estimaron que el 59.8% del personal de salud en Latinoamérica padecía este síndrome.
De manera específica, en Argentina la prevalencia fue del 44.3%, en Chile del 43.1% y en Ecuador del
42.1%. El perfil predominante entre quienes presentaron Burnout correspondía a personal joven, de sexo
femenino, que laboraba en el sector público. Según la categoría profesional, los médicos generales
mostraron el mayor riesgo de desarrollar Burnout, seguidos por los especialistas y, finalmente, los
médicos residentes.
Ahora bien, Aguilera y colaboradores realizaron un estudio con 132 médicos residentes en México. Los
hallazgos indicaron que el 85% de ellos trabajaba más de 80 horas a la semana, lo que se reflejó en un
promedio de nivel de ansiedad de 46.94 puntos, con un rango de 42.77 puntos. Además, se encontró que
el 35% de los participantes presentaban niveles moderados de ansiedad, mientras que el 59% mostraban
niveles altos. No se identificaron diferencias estadísticamente significativas en relación con el sexo,
estado civil o tipo de residencia médica cursada.
Posgrado médico
La medicina familiar como especialidad surgió en 1954. El programa de especialización en esta
disciplina está reconocido a nivel nacional y cuenta con aval universitario otorgado por diversas
instituciones académicas. La residencia se lleva a cabo en áreas clínicas distribuidas en establecimientos
del IMSS, ISSSTE, SSA y SESA.
En el estado de Oaxaca, el IMSS cuenta con cuatro sedes para la realización de esta especialidad, una
de las cuales es la Unidad Médica Familiar número 65. La especialidad en Medicina Familiar tiene una
duración de tres años, incluyendo un periodo de cuatro meses dedicados a actividades de servicio social.
Dentro del programa operativo, los horarios están organizados según el grado de especialidad médica
que se curse. Durante el primer y segundo año, los residentes tienen un horario de seis horas destinadas
a actividades clínicas, que incluyen rotaciones en diversas especialidades médicas, y adicionalmente,
dos horas de actividades académicas.
Además de las actividades habituales, los médicos residentes están obligados a realizar guardias,
principalmente en el área de urgencias. Durante los días laborales, estas guardias tienen una duración de
15 horas, mientras que los fines de semana y días festivos se extienden a 24 horas. En este periodo, los
residentes cuentan con turnos rotativos para alimentarse y, en ocasiones, con breves intervalos para

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descansar. Sin embargo, dichos descansos están condicionados a la carga de trabajo y pueden
interrumpirse en cualquier momento si se requiere su intervención ante la llegada de un paciente.
Adicionalmente, los residentes participan en rotaciones externas, lo que implica desplazarse a hospitales
de segundo y tercer nivel para enriquecer su formación académica. Durante el tercer año de la
especialidad, el horario laboral aumenta a 12 horas diarias de lunes a viernes, distribuidas entre
actividades clínicas y académicas. A ello se suman tres horas adicionales dedicadas a actividades
clínicas complementarias, que consisten en la atención directa a pacientes en diversas áreas de la unidad
médica. Los fines de semana se consideran días de descanso.
Un componente esencial del tercer año es la rotación de campo, un servicio social obligatorio con una
duración de cuatro meses. En este periodo, los residentes son asignados a comunidades, principalmente
rurales, donde asumen la responsabilidad de tomar decisiones de manera autónoma. Esta etapa marca la
culminación de su formación como especialistas y representa un compromiso de servicio hacia las
comunidades antes de su integración definitiva al ámbito profesional.
Ansiedad en el posgrado
El posgrado médico impone una alta carga laboral, jornadas extensas, desvelos, exigencias académicas
y un entorno competitivo que, en conjunto, afectan el bienestar físico y emocional de los residentes.
Estas condiciones no solo generan estrés, sino que también pueden propiciar ansiedad, depresión e
incluso el Síndrome de Burnout. Este síndrome, caracterizado por reacciones emocionales y fisiológicas
ante el estrés crónico laboral, es especialmente frecuente entre los profesionales de la salud.
Así mismo Mascarúa y colaboradores citando a Richardson López, reportan que la ansiedad y la
depresión entre médicos residentes pueden tener consecuencias graves; destacó que un profesional de la
salud agotado y desmotivado tiende a brindar una atención médica distante, limitada y de menor calidad,
cabe recalcar que de igual manera en un estudio realizado por Ramírez, García y colaboradores en
residentes de distintas especialidades dentro de un tercer nivel de atención médica encontraron que los
niveles de ansiedad y alteraciones cognitivas son alto, y que la ansiedad afecta decisivamente a la
capacidad de memoria del médico en formación.
Agregando a lo anterior en un estudio realizado por Caldichoury y Ripoll y colaboradores1 para
determinar Burnout en el personal de salud realizado durante el periodo de pandemia se estimó que el

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59.8% del personal de salud latinoamericano sufre el síndrome, de forma desglosada se estima que en
Argentina un 44.3%, Chile 43.1% y Ecuador 42.1%, de las características de la población se encontró
que predominó en el personal joven, sexo femenino y que trabajan en el sector público, de acuerdo a la
categoría de los trabajadores, los que tenían mayor riesgo para desarrollar Burnout son médicos
generales, seguidos de los especialistas y por ultimo los médicos residentes.
Estos hallazgos subrayan la necesidad de implementar estrategias que aborden estas problemáticas, tanto
para proteger el bienestar del personal como para garantizar una atención adecuada a los pacientes.
La procrastinación académica adquiere características particulares en el contexto de una residencia
médica, dada la complejidad y las exigencias que implica culminarla. Este proceso incluye largas
jornadas laborales, turnos de guardia, exámenes mensuales, rotaciones externas y repetidos periodos de
desvelo. Estas condiciones contrastan significativamente con otros programas de posgrado, donde los
estudiantes no suelen enfrentarse a estos requerimientos. En el caso de los residentes médicos, las
demandas físicas, económicas y emocionales pueden tener un impacto considerable en su entorno
familiar y personal.
Es importante recordar que los residentes son estudiantes de posgrado que deben equilibrar
simultáneamente una carga laboral y académica. Aunque son médicos titulados con responsabilidades
propias del ejercicio profesional, continúan en un proceso formativo que exige cumplir con requisitos
académicos establecidos por la institución médica y universitaria en la que desarrollan su especialidad.
Solo tras completar satisfactoriamente estos requisitos podrán obtener el título que los acredite como
especialistas.
En este contexto, surge la necesidad de analizar el papel que desempeñan tanto el entorno laboral como
las características individuales de los residentes en relación con la procrastinación académica. Este
fenómeno afecta al estudiante en diversos aspectos, especialmente en el ámbito académico, donde la
tendencia a posponer tareas puede retrasar o incluso impedir la entrega de trabajos y proyectos
requeridos.
Consideramos fundamental estudiar la procrastinación académica en los médicos residentes, ya que ello
permitiría identificar factores asociados y proponer estrategias para mejorar su desempeño académico.
Particularmente, como objetivo de nuestro estudio nos propusimos describir el contexto social

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relacionado con la procrastinación académica entre los médicos residentes de la especialidad de
Medicina Familiar en la Unidad Médica Familiar (UMF) 65 de Oaxaca de Juárez, Oaxaca.
METODOLOGÍA
El presente estudio, de naturaleza descriptiva, observacional, ecológica y transversal, se desarrolló entre
diciembre de 2022 y noviembre de 2024 en la comunidad de médicos residentes de la especialidad de
Medicina Familiar de la Unidad de Medicina Familiar 65, ubicada en Oaxaca de Juárez, Oaxaca. Su
objetivo fue describir el contexto social y laboral asociado a la procrastinación académica en esta
población. La investigación incluyó a la totalidad de residentes de los tres grados de la especialidad, Se
incluyeron aquellos residentes adscritos a la unidad médica mencionada que manifestaron su deseo de
participar, mientras que se excluyeron quienes contaban con diagnósticos previos de Burnout o
padecimientos psicológicos o psiquiátricos.
Fueron eliminados del análisis aquellos participantes que no completaron los instrumentos aplicados o
que retiraron su consentimiento. Para la recolección de datos, se diseñaron encuestas con preguntas
semiestructuradas y estructuradas, así como escalas de evaluación clínica, permitiendo un abordaje
integral del contexto familiar y hospitalario de los residentes, incluyendo sus actividades clínicas y
guardias realizadas durante su formación. Se evaluó la procrastinación académica con la escala de
Deborah Ann Busko y la ansiedad con apoyo del Inventario de ansiedad de Beck. Finalmente se utilizó
el inventario de Burnout de Cristina Maslach y Sisan Jackson.
Se reclutaron un total de 30 participantes de manera presencial, brindando información detallada sobre
el estudio y las instrucciones para su participación. Los participantes recibieron una invitación vía
WhatsApp con acceso a un formulario de Google, que incluía el aviso de privacidad, el consentimiento
informado y un cuestionario diseñado para recopilar datos sociodemográficos, grado de residencia
médica, modalidad becaria, hábitos de estudio, calidad de sueño y los instrumentos aplicados.
Los datos obtenidos fueron analizados utilizando el programa SPSS versión 22, clasificándose según
grado académico y niveles de procrastinación académica, ansiedad y Burnout.
El estudio fue aprobado con riesgo mínimo por el comité de ética e investigación 2001 del estado de
Oaxaca, adscrito al Hospital General de Zona número 1, el 4 de julio de 2023, garantizando la
confidencialidad y el uso exclusivo de los datos para fines educativos.

pág. 7200
RESULTADOS
El estudio incluyó a 30 médicos residentes de la especialidad de Medicina Familiar, de los cuales el
66.7% eran mujeres y el 33.3% hombres. La edad de los participantes osciló entre los 27 y 47 años, con
una media de 32.97 años y una desviación estándar de 4.73. En cuanto al estado civil, el 53.3% eran
solteros y el 46.7% estaban en una relación de pareja. Además, se identificó que el 36.7% eran foráneos,
mientras que el 63.3% residían en Oaxaca de Juárez.
En relación con datos de índole familiar, el 43.3% de los residentes tenían descendencia biológica,
mientras que el 56.7% no eran padres. De los residentes con hijos, el 26.7% tenía un solo hijo y el 16.7%
tenía dos. La edad del primer hijo variaba entre 1 y 21 años, con una media de 9.38 años y una desviación
estándar de 5.738. En el caso del segundo hijo, la edad mínima era de 2 años, la máxima de 19 años,
con una media de 8.60 años y una desviación estándar de 7.503.
Respecto al cuidado de los hijos durante la ausencia de los residentes, el 33.3% de los menores eran
atendidos por un familiar, el 6.7% por la pareja, y solo el 3.3% asistía a una guardería. Cuando los
residentes se encargaban directamente del cuidado de sus hijos, el 26.7% señaló recibir apoyo de su
pareja, mientras que el 16.7% asumía la responsabilidad por completo. De este último grupo, el 10% lo
hacía debido a la falta de apoyo de su pareja, y el 6.7% eran padres solteros. En los casos en que ambos
progenitores colaboraban, los residentes indicaron que el cuidado era compartido equitativamente, sin
recaer de forma desproporcionada en alguno de ellos.
Esta descripción proporciona un panorama integral de las condiciones familiares de los médicos
residentes y su impacto en la dinámica laboral y académica durante su especialización (véase tabla 1).

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Tabla 1- Datos de índole familiar de los residentes de Medicina Familiar
Variable Tipo Total Grado académico Porcentaje /
N
Estado civil Soltero 53.3% (16) Primero 13.3% (4)
Segundo 13.3% (4)
Tercero 26.6% (8)
Casado y/o unión
libre
46.7% (14) Primero 20.0% (6)
Segundo 13.3% (4)
Tercero 13.3% (4)
Principal ingreso
económico
Si 46.7% (14) Primero 16.6% (5)
Segundo 10.0% (3)
Tercero 20.0% (6)
No 53.3% (16) Primero 16.6% (5)
Segundo 16.6% (5)
Tercero 20.0% (6)
Descendencia
biológica
Si 43.3% (13) Primero 16.6% (5)
Segundo 13.3% (4)
Tercero 13.3% (4)
No 56.7% (17) Primero 16.6% (5)
Segundo 13.3% (4)
Tercero 26.6% (8)
Número de hijos Uno 26.7% (8) Primero 13.3% (4)
Segundo 03.3% (1)
Tercero 10.0% (3)
Dos 16.7% (5) Primero 03.0% (1)
Segundo 10.0% (3)
Tercero 03.0% (1)
Edad del primer
hijo
Mínima NA NA 1
Media NA 9.38
Máxima NA 21
Desviación
estándar
NA 5.738
Edad del segundo
hijo
Mínima NA NA 2
Media NA 8.60
Máxima NA 19
Desviación
estándar
NA 7.503
Cuidado de los
hijos durante
ausencia
Pareja 6.7% (2) Primero 03.3% (1)
Segundo 03.3% (1)
Tercero 00.0% (0)
Un familiar 33.3% (10) Primero 10.0% (3)
Segundo 10.0% (3)
Tercero 13.3% (4)
Guardería 3.3% (1) Primero 03.3% (1)
Segundo 00.0% (0)
Tercero 00.0% (0)
Apoyo al cuidado
de sus hijos
Si 26.7% (8) Primero 6.7% (2)
Segundo 10.0% (3)
Tercero 10.0% (3)
No 10% (3) Primero 6.7% (2)
Segundo 00.0% (0)
Tercero 03.3% (1)
Fuente: Elaboración propia 2024

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Llama la atención que el tiempo de calidad máximo que los médicos residentes dedican a la convivencia
familiar se concentra mayoritariamente entre una y cuatro horas diarias (56.7%). Le sigue un 23.3% que
reporta menos de 30 minutos al día, mientras que un 6.7% no aplica este rubro al vivir solos, y
únicamente un 3.3% pasa entre 8 y 12 horas con su familia.
En cuanto al tiempo compartido con la pareja, el predominio se sitúa en periodos de cuatro horas diarias
(43.3%), seguido por un 16.7% que dedica menos de 30 minutos, un 13.3% que invierte entre cinco y
siete horas, y un 26.7% que no tiene pareja en el momento del estudio.
Respecto al tiempo de calidad semanal dedicado a amistades, un 53.3% señaló que invierte entre una y
cuatro horas, mientras que un 33.3% reportó menos de 30 minutos. Un 6.7% indicó pasar de cinco a
siete horas con sus amistades, y otro 6.7% manifestó no aplicar esta categoría al no convivir con amigos.
En síntesis, el promedio de convivencia social oscila mayormente entre una y cuatro horas,
independientemente del tipo de interacción. Sin embargo, se observa que la convivencia familiar y en
pareja tiende a ser prioritaria durante los primeros años de residencia, mientras que la interacción con
amistades se incrementa ligeramente en residentes de segundo y tercer año.
Gráfica 1
Fuente: Elaboración propia 2024

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La gráfica 2 muestra el análisis de los datos sobre hábitos y características de los médicos residentes, se
identificaron patrones significativos relacionados con su estado civil, descendencia, actividad física,
alimentación, y hábitos de sueño.
Estado Civil y Descendencia
La población de residentes está compuesta predominantemente por solteros sin hijos. Desglosado por
año académico:
▪ Primer año: Predomina el grupo que vive en pareja, sin diferencias significativas respecto a
descendencia biológica.
▪ Segundo año: Existe igualdad entre los residentes que viven en pareja con hijos y los solteros sin
hijos.
▪ Tercer año: Dos tercios son solteros sin hijos, mientras que un tercio restante vive en pareja y tiene
descendencia.
Hábitos de Actividad Física
El 66.7% de los residentes no realiza actividad física, con predominio en el primer año (33.3%). Entre
el 33.3% que sí realiza actividad física, los residentes de tercer año lideran con un 20%, seguidos por el
segundo año con un 13.3%. Respecto al tipo de actividad, el 20% realiza actividades relacionadas con
el gimnasio, mientras que el 6.7% camina y otro 6.7% trota. En cuanto al tiempo invertido:
▪ El 23.3% dedica de 1 a 3 horas semanales.
▪ Un 3.3% dedica menos de 30 minutos, entre 4 y 6 horas, o más de 6 horas, respectivamente.
Alimentación
El 66.7% considera que no tiene una alimentación saludable, y el 80% indica no contar con un horario
específico para consumir alimentos. Del 20% que reporta tener un horario, solo el 10% sigue dicho
esquema de manera consistente.
Sueño
Los residentes presentaron un promedio semanal de sueño insuficiente. Los resultados indican:
▪ El 23.3% duerme entre 35.5 y 45.5 horas por semana.
▪ El 26.8% duerme en rangos de 17.5 a 33.5 horas.
pág. 7204
▪ Solo un 10% alcanza el promedio ideal de 53.5 horas semanales, conforme a las recomendaciones
literarias de 49-63 horas por semana en adultos jóvenes.
Respecto al desvelo, el 60% reporta hacerlo de 1 a 3 veces por semana, el 23.3% todos los días, y el
16.7% de 4 a 6 veces semanales. Las causas principales incluyen:
▪ Estudio (46.7%).
▪ Guardias (33.3%).
▪ Dificultad para conciliar el sueño (20%).
Entre las estrategias para mejorar la conciliación del sueño destacan:
▪ Ver videos (30%).
▪ Escuchar música relajante (20%).
▪ Uso de redes sociales (20%).
▪ Leer (16.7%).
▪ Meditar (13.3%).
Estos hallazgos reflejan una notable relación entre los hábitos de sueño, las modalidades de guardia, y
el impacto académico y profesional en los residentes (véase grafica 2).
Gráfica 2.
Fuente: Elaboración propia 2024

pág. 7205
De manera similar, los datos evidenciaron que los médicos residentes sin descendencia biológica
presentaron mayores niveles de procrastinación académica en comparación con aquellos que sí tenían
hijos. El nivel alto de procrastinación académica fue el más prevalente en ambos grupos, pero los casos
de muy alto nivel se identificaron exclusivamente en residentes sin descendencia biológica (véase
Tabla2).
En cuanto al análisis por sexo, no se encontraron diferencias significativas en las residentes femeninas
con o sin descendencia. Sin embargo, en el caso de los residentes masculinos, predominó la ausencia de
descendencia biológica.
Respecto a la ansiedad, se observó una mayor prevalencia en residentes sin descendencia, incluyendo
niveles graves. Este mismo patrón se identificó en el síndrome de Burnout, con una mayor
predominancia en aquellos sin hijos en comparación con los que sí contaban con descendencia biológica.
Estos hallazgos resaltan cómo la presencia o ausencia de descendencia puede influir en los niveles de
estrés académico, ansiedad y agotamiento profesional en médicos residentes, marcando diferencias
significativas entre ambos grupos.
Tabla 2: Procrastinación Académica, Ansiedad y Burnout según Sexo y Descendencia Biológica
Variable Sexo Nivel Con Descendencia
(%)
Sin Descendencia
(%)
Procrastinación
Académica
Masculino Medio 9.9% (3) 23.3% (7)
Alto 33.0% (10) 33.0% (10)
Muy Alto 3.3% (1) 0.0% (0)
Femenino Medio 0.0% (0) 0.0% (0)
Alto 39.6% (12) 46.2% (14)
Muy Alto 0.0% (0) 9.9% (3)
Ansiedad Masculino Mínima 39.6% (12) 46.2% (14)
Leve 0.0% (0) 3.3% (1)
Moderada 23.3% (7) 19.8% (6)
Grave 6.6% (2) 9.9% (3)
Femenino Mínima 9.9% (3) 16.6% (5)
Leve 3.3% (1) 9.9% (3)
Moderada 19.8% (6) 39.6% (12)
Grave 23.3% (7) 16.6% (5)
Burnout Masculino Sí 9.9% (3) 16.6% (5)
No 3.3% (1) 9.9% (3)
Femenino Sí 19.8% (6) 39.6% (12)
No 23.3% (7) 16.6% (5)
Fuente: Elaboración propia 2024

pág. 7206
En el análisis de las subescalas de Burnout entre los residentes de medicina familiar, el agotamiento
emocional bajo fue predominante en los tres años de residencia médica, con un 20% en cada grado
académico (véase gráfica 3). Sin embargo, los niveles medios de agotamiento emocional se detectaron
exclusivamente en el primer y tercer año, con tres casos (10%) en cada uno. Por su parte, el agotamiento
emocional alto se presentó en los tres grados académicos, con una mayor prevalencia en el tercer año
(10%).
En cuanto a la despersonalización, el nivel bajo predominó en todos los grados, alcanzando un 72.3%
del total, distribuidos de manera equitativa entre los tres años de residencia. Los niveles medios de
despersonalización fueron menos frecuentes, con un caso en primer año y dos casos en tercer año (10%
en total). En contraste, el nivel alto de despersonalización se concentró principalmente en los residentes
de tercer año, con un 10% del total.
La realización personal baja fue la más frecuente en los tres grados académicos, representando el 53.3%
del total. Sin embargo, se observó que los casos de realización personal alta predominaron en el primer
año, con cuatro casos (13.3%), seguidos del tercer año con dos casos (6.7%) y un solo caso en el segundo
año (3.3%). Es importante destacar que los residentes casados o en unión libre con hijos reportaron
niveles más altos de realización personal en comparación con los solteros o aquellos sin descendencia.
En términos de estado civil, los residentes casados o en unión libre representaron el 46.7% del total,
mientras que los solteros constituyeron el 53.3%. Entre los residentes con hijos, se identificaron mejores
indicadores de realización personal y menores niveles de Burnout, en contraste con aquellos sin
descendencia, quienes mostraron mayor prevalencia de agotamiento emocional y despersonalización.
Estos hallazgos destacan la importancia del estado civil y la descendencia como factores asociados al
Burnout y la realización personal en los residentes de medicina familiar. La identificación de estas
diferencias puede guiar estrategias de apoyo emocional y profesional específicas según las
características personales y contextuales de los médicos en formación.

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Gráfica 3
Fuente: Elaboración propia 2024
DISCUSIÓN
Nuestro estudio identificó que el nivel alto de procrastinación académica, evaluado mediante la escala
de Procrastinación Académica de Deborah, predominó en la población estudiada. Estos resultados son
notablemente superiores a los reportados en otros estudios, como el realizado por Yang et al2. en
estudiantes de enfermería, donde se observaron niveles leves de procrastinación académica. Este
hallazgo resalta la necesidad de investigar más a fondo este fenómeno en médicos residentes, dado que
la literatura actual carece de datos específicos en este grupo, abriendo una nueva línea de investigación.
Respecto al sexo, las mujeres mostraron una mayor tendencia a procrastinar académicamente, en línea
con el estudio realizado en Ecuador por Chérrez y Pérez3 en estudiantes universitarios. Sin embargo, en
los niveles muy altos de procrastinación, los hombres fueron predominantes en nuestra muestra. En
términos de estado civil y descendencia, los solteros y aquellos sin hijos presentaron mayores niveles
de procrastinación académica, particularmente en el nivel muy alto. Esto puede estar relacionado con
una menor estructura de apoyo social o mayores demandas individuales.

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Entre las causas de procrastinación destacaron "falta de ánimo para realizar las actividades" y
"priorización de otras tareas académicas". Estas conductas generaron en los médicos residentes
sentimientos de estrés e irritabilidad, además de frustración por no cumplir con las expectativas
deseadas. En cuanto a las actividades preferidas durante los momentos de procrastinación, predominó
el deseo de dormir y la convivencia familiar.
En nuestro estudio, se aplicaron además el Inventario de Ansiedad de Beck y el Inventario de Burnout.
Ambas condiciones fueron más frecuentes en mujeres, con casos de ansiedad grave reflejados en esta
población. La ansiedad también fue más prevalente en solteros, jóvenes y residentes sin hijos. De las
subescalas de Burnout, el nivel bajo predominó en el agotamiento emocional, la despersonalización y la
realización personal, aunque los niveles altos de despersonalización se presentaron con mayor
frecuencia en hombres, mientras que la realización personal alta fue más común en mujeres. Estos
resultados son consistentes con el estudio de Gacitúa et al.4 en estudiantes de enfermería en Chile.
Con respecto al grado académico, se observó que los niveles mínimos de ansiedad fueron
predominantes, aunque los niveles graves se concentraron en los extremos de los grados académicos
(primer y tercer año). Este patrón también se reflejó en los casos de Burnout.
Un hallazgo relevante fue que los residentes con niveles altos de ansiedad reportaron consumo frecuente
de cafeína y desvelos semanales, aunque estas asociaciones no fueron estadísticamente significativas (p
= 0.717 y p = 0.722, respectivamente). Por el contrario, la ansiedad grave mostró una relación
significativa (p = 0.012) con las rotaciones externas realizadas fuera de la sede de los residentes.
Finalmente, no se encontró una relación directa significativa entre la procrastinación académica y la
ansiedad (p = 0.595) ni entre la procrastinación y el Burnout (p = 0.215). Sin embargo, al analizar las
subescalas de Burnout, se identificaron asociaciones entre altos niveles de procrastinación académica
con el agotamiento emocional (p = 0.31) y la despersonalización (p = 0.18). Estos resultados sugieren
que ciertas dimensiones del Burnout podrían estar vinculadas a patrones de procrastinación en médicos
residentes.
Este estudio destaca la necesidad de diseñar estrategias específicas para abordar la procrastinación, la
ansiedad y el Burnout en los médicos residentes, considerando las diferencias de género, estado civil y
grado académico. Además, enfatiza la importancia de explorar cómo los factores organizativos, como

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las rotaciones externas, pueden influir en el bienestar emocional y académico de los médicos en
formación.
CONCLUSIONES
Este estudio demuestra que la totalidad de los médicos residentes experimentan algún nivel de
procrastinación académica, con predominancia del nivel alto. Este fenómeno está estrechamente
vinculado a factores como la alta carga laboral, las exigencias académicas, los desajustes en los horarios
de convivencia familiar y las dificultades para cubrir necesidades básicas como alimentarse de manera
saludable y dormir lo suficiente.
Un aspecto destacado es la conciencia que tienen los residentes sobre los efectos negativos de trabajar
bajo presión y con tiempos de entrega limitados, lo cual resulta en actividades académicas realizadas
con menor calidad, mayores niveles de estrés y un impacto en su salud emocional. Aunque los niveles
leves de ansiedad fueron los más frecuentes, los casos graves no son despreciables, especialmente entre
quienes realizan rotaciones externas a su sede, con una incidencia marcada en los extremos del programa
de residencia médica (primer y tercer año).
Se identificaron patrones de consumo frecuente de cafeína y desvelos recurrentes (tres o más veces por
semana) en los residentes con ansiedad, aunque no se obtuvo una significancia estadística para establecer
una relación causal directa. Sin embargo, la procrastinación académica mostró una relación significativa
con dos subescalas del Burnout: agotamiento emocional y despersonalización. Estos hallazgos reflejan
un vínculo entre las demandas académicas, el desgaste emocional y la tendencia a posponer actividades
esenciales.
La procrastinación académica en médicos residentes se presenta como una respuesta adaptativa frente a
un entorno que combina exigencias laborales y académicas intensas, largas jornadas de trabajo, consumo
elevado de estimulantes y patrones de sueño alterados. Estas condiciones generan agotamiento físico y
emocional que afecta el rendimiento académico y laboral, así como la convivencia familiar. La
necesidad de compensar su ausencia en el entorno familiar lleva a los residentes a priorizar actividades
no académicas, retrasando así las esenciales, lo que a su vez incrementa el estrés, la ansiedad y, en
algunos casos, el Burnout.

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Estas condiciones no solo afectan la productividad y el desempeño laboral, sino también la salud integral
de los médicos residentes. Las patologías asociadas, como el Burnout y la ansiedad, pueden derivar en
baja motivación, dificultades de concentración, alteraciones físicas y mentales, y eventualmente en
ausentismo laboral. Por lo tanto, es fundamental implementar estrategias preventivas y de intervención
temprana.
Se propone la aplicación periódica de los cuestionarios empleados en este estudio a lo largo de la
residencia médica para identificar oportunamente estas patologías. Además, se recomienda la referencia
de los casos detectados a servicios especializados de psicología o psiquiatría según la gravedad.
Paralelamente, es esencial ofrecer talleres dirigidos por profesionales en psicología, en colaboración con
instituciones como el SPPSTIMSS, enfocados en técnicas de gestión del tiempo, organización de
actividades, establecimiento de metas a corto y largo plazo, y automotivación. También se sugiere
incorporar actividades recreativas que reduzcan la sobrecarga emocional y habilitar áreas de estudio con
condiciones adecuadas que favorezcan un aprendizaje efectivo.
Este enfoque integral puede contribuir significativamente a mitigar el impacto de la procrastinación
académica y otras patologías asociadas, mejorando tanto el bienestar de los médicos residentes como su
desempeño académico y laboral.
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