ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS PARA EL
DESARROLLO DE COMPETENCIAS DE
CUIDADO EN ESTUDIANTES DE ENFERMERÍA:
UNA REVISIÓN SISTEMÁTICA
PEDAGOGICAL STRATEGIES FOR DEVELOPING
CARING COMPETENCIES IN NURSING STUDENTS:
A SYSTEMATIC REVIEW
Ever Iván Quiñones Gurrola
Universidad Juárez del Estado de Durango, México
Yolanda-Bañuelos-Barrera
Universidad Juárez del Estado de Durango, México
Patricia Bañuelos-Barrera
Universidad Juárez del Estado de Durango, México
Lubia C. Castillo-Arcos
Universidad Autónoma del Carmen, México
Alicia Álvarez-Aguirre
Universidad de Guanajuato, México

pág. 8247
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i1.16472
Estrategias Pedagógicas para el Desarrollo de Competencias de Cuidado en
Estudiantes de Enfermería: Una Revisión Sistemática
Ever Iván Quiñones Gurrola1
ever.quinones@ujed.mx
https://orcid.org/0009-0009-7504-5741
Universidad Juárez del Estado de Durango
Durango, México
Yolanda-Bañuelos Barrera
yolanda.banuelos@ujed.mx
https://orcid.org/0000-0003-1775-1612
Universidad Juárez del Estado de Durango
Durango, México
Patricia Bañuelos Barrera
patricia.banuelos@ujed.mx
https://orcid.org/0000-0002-4451-7971
Universidad Juárez del Estado de Durango
Durango, México
Lubia C. Castillo Arcos
lcastillo@pampano.unacar.mx
https://orcid.org/0000-0002-4368-4735
Universidad Autónoma del Carmen
Campeche, México
Alicia Álvarez Aguirre
alicia.alvarez@ugto.mx
https://orcid.org/0000-0001-5538-7634
Universidad de Guanajuato
Campus Celaya Salvatierra, México
RESUMEN
El objetivo de este artículo fue analizar las estrategias pedagógicas utilizadas para desarrollar
competencias de cuidado en estudiantes de enfermería, identificando su impacto, métodos de evaluación
y las barreras y facilitadores asociados. Para ello, se realizó una revisión sistemática siguiendo la
metodología PRISMA, seleccionando 42 estudios publicados entre 2013 y 2023. Los resultados
destacaron que las estrategias más efectivas incluyen la simulación clínica, el aprendizaje basado en
problemas y el uso de tecnologías digitales, que promueven el desarrollo de habilidades técnicas,
interpersonales y éticas. La simulación clínica fue particularmente relevante para mejorar la precisión
en procedimientos, mientras que el aprendizaje basado en problemas y las actividades reflexivas
fortalecieron el pensamiento crítico, la comunicación y la toma de decisiones éticas. Los métodos de
evaluación utilizados, como exámenes prácticos, autoevaluaciones y observación directa, evidenciaron
limitaciones en la medición integral de las competencias. Entre las barreras identificadas se destacaron
la falta de recursos y formación docente, mientras que el acceso a tecnologías y el apoyo institucional
actuaron como facilitadores clave. Este estudio resalta la necesidad de integrar estrategias
complementarias y de mejorar la evaluación y formación docente, ofreciendo recomendaciones para
fortalecer la enseñanza en enfermería.
Palabras claves: estrategias pedagógicas, competencia, cuidado, enfermería
1 Autor principal
Correspondencia: ever.quinones@ujed.mx

pág. 8248
Pedagogical Strategies for Developing Caring Competencies in Nursing
Students: A Systematic Review
ABSTRACT
The aim of this article was to analyze the pedagogical strategies used to develop caring competencies
in nursing students, identifying their impact, evaluation methods, and associated barriers and
facilitators. A systematic review was conducted following the PRISMA methodology, selecting 42
studies published between 2013 and 2023. The results highlighted that the most effective strategies
include clinical simulation, problem-based learning, and the use of digital technologies, promoting the
development of technical, interpersonal, and ethical skills. Clinical simulation was particularly relevant
for improving procedural accuracy, while problem-based learning and reflective activities enhanced
critical thinking, communication, and ethical decision-making. The evaluation methods used, such as
practical exams, self-assessments, and direct observation, revealed limitations in the comprehensive
measurement of competencies. Identified barriers included resource shortages and insufficient teacher
training, whereas access to technology and institutional support were key facilitators.This study
underscores the need to integrate complementary strategies and improve evaluation and teacher training
processes, offering recommendations to strengthen nursing education.
Palabras claves: pedagogical strategies, caring, competency, nursing
Artículo recibido 10 diciembre 2024
Aceptado para publicación: 15 enero 2025

pág. 8249
INTRODUCCIÓN
El cuidado es un componente fundamental de la práctica de enfermería, y su adecuada implementación
requiere el desarrollo de competencias específicas en los futuros profesionales. Estas competencias no
solo incluyen habilidades técnicas, sino también la capacidad para establecer relaciones empáticas,
resolver problemas de forma efectiva y tomar decisiones éticas (Benner et al., 2009). En el contexto de
la educación en enfermería, surge la necesidad de implementar estrategias pedagógicas innovadoras que
no solo transmitan conocimientos, sino que también promuevan el desarrollo de estas competencias
integrales. Esto es especialmente relevante en un entorno sanitario en constante transformación, donde
los desafíos como el envejecimiento poblacional, las enfermedades crónicas y las desigualdades en el
acceso a la salud demandan profesionales altamente capacitados (World Health Organization [WHO],
2021).Las competencias de cuidado, entendidas como un conjunto de habilidades, actitudes y
conocimientos que permiten brindar atención integral y humanizada, se desarrollan a través de un
proceso educativo que combina la teoría con la práctica. Según Watson (2008), el cuidado es un acto
intencionado que requiere una comprensión profunda de las necesidades del paciente y un compromiso
genuino hacia su bienestar. Por lo tanto, la formación en competencias de cuidado debe ir más allá de
la instrucción convencional y centrarse en estrategias pedagógicas que fomenten la reflexión, la empatía
y el aprendizaje experiencial. En este contexto, el aprendizaje basado en problemas (ABP), las
simulaciones clínicas y el uso de tecnologías digitales han demostrado ser enfoques efectivos para
mejorar estas competencias en estudiantes de enfermería (Jeffries, 2016; Kim et al., 2020).
La revisión sistemática de estrategias pedagógicas en la formación de competencias de cuidado resulta
esencial para identificar las mejores prácticas y destacar aquellas intervenciones que generan un
impacto significativo en el aprendizaje. La educación en enfermería enfrenta desafíos globales como la
escasez de personal capacitado y la alta rotación de profesionales, lo que refuerza la importancia de
optimizar los métodos formativos (International Council of Nurses [ICN], 2022). Asimismo, existe una
creciente demanda de que los programas educativos sean culturalmente competentes y estén alineados
con los principios de atención centrada en el paciente, un enfoque que enfatiza la individualización del
cuidado y la participación activa de los pacientes en las decisiones relacionadas con su salud (Epstein
& Street, 2011).

pág. 8250
Las simulaciones clínicas han surgido como una de las estrategias pedagógicas más prometedoras en
este campo. Estas permiten a los estudiantes enfrentarse a situaciones de la vida real en un entorno
controlado, lo que favorece el desarrollo de habilidades críticas como la toma de decisiones, la
comunicación y la gestión del estrés (Cant & Cooper, 2017). Además, el uso de simulaciones contribuye
a la reducción de errores clínicos, un objetivo prioritario en la práctica de enfermería moderna
(Kirkman, 2013). Por otro lado, el aprendizaje basado en problemas (ABP) ha demostrado ser efectivo
para fomentar el pensamiento crítico y la resolución de problemas en contextos clínicos complejos,
habilidades indispensables en la prestación de cuidados de calidad (Dolmans et al., 2005).
El avance de las tecnologías digitales también ha transformado el panorama educativo en enfermería.
Herramientas como la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA) han demostrado ser útiles
para simular escenarios clínicos complejos y proporcionar experiencias inmersivas que mejoran la
retención de conocimientos y la adquisición de competencias prácticas (Freina & Ott, 2015). De manera
similar, las plataformas de aprendizaje en línea y los entornos virtuales colaborativos han ampliado las
posibilidades de acceso a recursos educativos de alta calidad, permitiendo a los estudiantes desarrollar
competencias de cuidado de manera autónoma y flexible (George et al., 2014).
A pesar de los avances en estrategias pedagógicas, persisten desafíos en su implementación. La
resistencia al cambio por parte de los educadores, las limitaciones en infraestructura y recursos
tecnológicos, y la necesidad de adaptar las estrategias a diferentes contextos culturales y educativos son
algunos de los obstáculos identificados en la literatura (Sitzman & Watson, 2017). Además, la
evaluación de competencias de cuidado sigue siendo un tema de debate, ya que estas competencias
incluyen componentes subjetivos y emocionales que son difíciles de medir mediante herramientas
tradicionales (Lechuga, 2021).
Por tanto, el presente artículo de revisión sistemática tiene como objetivo analizar y sintetizar las
estrategias pedagógicas más efectivas para el desarrollo de competencias de cuidado en estudiantes de
enfermería. A través de una revisión exhaustiva de la literatura científica, se busca proporcionar una
visión integral que sirva como base para futuras investigaciones y como guía para la implementación
de prácticas educativas innovadoras.

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La importancia de este tema radica no solo en su relevancia académica, sino también en su impacto
directo en la calidad de la atención sanitaria y en la satisfacción tanto de los pacientes como de los
profesionales de la salud (Garside & Nhemachena, 2013).
En las siguientes secciones se abordarán en detalle los diferentes enfoques pedagógicos identificados
en la literatura, sus fortalezas y limitaciones, así como las oportunidades para mejorar la formación en
competencias de cuidado. De esta manera, se espera contribuir al desarrollo de una educación en
enfermería más efectiva, inclusiva y orientada hacia las necesidades reales de los pacientes y la
sociedad.
Contexto y Relevancia del Estudio
El cuidado, como núcleo de la profesión de enfermería, constituye una práctica esencial que trasciende
la aplicación de conocimientos técnicos y se orienta hacia la promoción del bienestar físico, emocional
y social de los pacientes. En un contexto global marcado por el envejecimiento poblacional, el aumento
de enfermedades crónicas y la diversidad cultural en los sistemas de salud, el desarrollo de competencias
de cuidado en los profesionales de enfermería se ha convertido en un imperativo. Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS, 2021), la escasez de personal calificado y los desafíos inherentes a la
atención centrada en el paciente exigen una formación sólida y actualizada que prepare a los estudiantes
para abordar estas complejidades.
En el ámbito académico, las competencias de cuidado representan una combinación de habilidades
interpersonales, conocimientos éticos y capacidades técnicas que permiten brindar atención integral y
humanizada. Estas competencias no solo impactan en la calidad del cuidado, sino que también influyen
en la seguridad del paciente, un aspecto crucial en la reducción de errores clínicos (Jeffries, 2016). Sin
embargo, investigaciones recientes señalan que los métodos pedagógicos tradicionales no siempre son
suficientes para garantizar la adquisición de estas competencias, lo que resalta la necesidad de explorar
e implementar enfoques educativos innovadores (Cant & Cooper, 2017).
El desarrollo de estrategias pedagógicas como el aprendizaje basado en problemas (ABP), las
simulaciones clínicas y el uso de tecnologías digitales ofrece un potencial significativo para superar
estas limitaciones. Estas metodologías permiten un aprendizaje activo y experiencial, fomentando la
reflexión crítica y la empatía, elementos esenciales en el cuidado de calidad (Watson, 2008).

pág. 8252
En este contexto, resulta fundamental llevar a cabo una revisión sistemática que sintetice la evidencia
disponible, identifique las mejores prácticas y proponga directrices aplicables para optimizar la
formación en competencias de cuidado.
El presente estudio cobra relevancia no solo por su contribución teórica, sino también por su impacto
práctico en la educación en enfermería. Al proporcionar un análisis exhaustivo de las estrategias
pedagógicas, se espera fortalecer la preparación de los futuros profesionales y, en última instancia,
mejorar la calidad de la atención sanitaria en contextos diversos.
Fundamentación Teórica
El desarrollo de competencias de cuidado en estudiantes de enfermería encuentra su base en múltiples
teorías y modelos que subrayan la centralidad del cuidado en la práctica profesional. Una de las teorías
más influyentes en este ámbito es la Teoría del Cuidado Humano de Jean Watson, que define el cuidado
como una interacción transpersonal orientada al bienestar integral del paciente. Según Watson (2008),
el cuidado implica no solo atender las necesidades físicas, sino también promover la salud emocional y
espiritual, aspectos que deben integrarse en la formación de los futuros enfermeros.
En línea con esta perspectiva, Benner et al. (2009) proponen el modelo de adquisición de competencias
en enfermería, que destaca la importancia de un aprendizaje progresivo que permita a los estudiantes
avanzar desde un nivel inicial de novato hacia la competencia experta. Este modelo enfatiza la necesidad
de experiencias clínicas reales y simuladas para consolidar el conocimiento teórico y desarrollar
habilidades prácticas.
La pedagogía constructivista también proporciona un marco relevante para el desarrollo de
competencias de cuidado. Este enfoque sostiene que el aprendizaje es un proceso activo en el que los
estudiantes construyen su propio conocimiento a través de la interacción con su entorno y la resolución
de problemas reales (Vygotsky, 1978). En este sentido, estrategias como el ABP y las simulaciones
clínicas permiten a los estudiantes contextualizar sus aprendizajes y aplicarlos de manera efectiva en
situaciones clínicas.
Además, el paradigma de la atención centrada en el paciente, promovido por Epstein y Street (2011),
refuerza la importancia de incluir en la formación aspectos relacionados con la comunicación efectiva,
la toma de decisiones compartidas y el respeto por la diversidad cultural.

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Este enfoque no solo mejora la calidad del cuidado, sino que también fomenta la confianza y
satisfacción de los pacientes, lo que constituye un indicador clave del éxito en la práctica de enfermería.
Por último, las teorías del aprendizaje digital, como el modelo de Mayer (2005) sobre la teoría cognitiva
del aprendizaje multimedia, respaldan el uso de tecnologías emergentes en la educación en enfermería.
Estas herramientas, como la realidad virtual y las plataformas de aprendizaje en línea, no solo facilitan
el acceso a recursos educativos, sino que también potencian la inmersión y el compromiso de los
estudiantes, contribuyendo significativamente al desarrollo de competencias de cuidado.
Problemática
A pesar de los avances en la formación de competencias de cuidado en enfermería, persisten desafíos
significativos que limitan la eficacia de los enfoques pedagógicos actuales. Uno de los problemas más
destacados es la brecha entre la teoría y la práctica, ya que muchos programas educativos priorizan la
enseñanza de conocimientos técnicos y teóricos, relegando a un segundo plano el desarrollo de
habilidades interpersonales y éticas (Lechuga, 2021). Esta desconexión puede llevar a que los
estudiantes se enfrenten a dificultades al aplicar sus aprendizajes en entornos clínicos reales, afectando
la calidad del cuidado brindado.
Otro desafío importante radica en la variabilidad de los enfoques pedagógicos utilizados en las
instituciones educativas. Aunque estrategias como las simulaciones clínicas y el ABP han demostrado
ser efectivas, su implementación no siempre es uniforme ni está adaptada a las necesidades específicas
de los estudiantes (Cant & Cooper, 2017). Factores como la disponibilidad de recursos, la capacitación
del personal docente y las diferencias culturales influyen en la eficacia de estas metodologías, lo que
plantea la necesidad de estandarizar las prácticas educativas y garantizar su accesibilidad.
Además, el avance tecnológico, si bien ha abierto nuevas oportunidades para la educación en
enfermería, también plantea retos relacionados con la capacitación docente y la infraestructura. Muchas
instituciones enfrentan limitaciones en el acceso a tecnologías avanzadas como la realidad virtual o los
simuladores de alta fidelidad, lo que restringe su capacidad para proporcionar experiencias de
aprendizaje inmersivas (George et al., 2014). Asimismo, la falta de formación en competencias digitales
entre los educadores puede obstaculizar la integración efectiva de estas herramientas en el currículo.

pág. 8254
Finalmente, la evaluación de las competencias de cuidado sigue siendo un tema de debate. A diferencia
de las habilidades técnicas, que pueden medirse de manera objetiva, las competencias interpersonales y
emocionales presentan desafíos en términos de evaluación. Esto se debe a su naturaleza subjetiva y al
impacto de factores contextuales, lo que dificulta la implementación de herramientas de evaluación
consistentes y validadas (Sitzman & Watson, 2017).
Objetivos y Preguntas de Investigación
Objetivos
El principal objetivo de esta revisión sistemática es analizar y sintetizar las estrategias pedagógicas
utilizadas para el desarrollo de competencias de cuidado en estudiantes de enfermería, identificando
aquellas que han demostrado ser más efectivas en diferentes contextos educativos y culturales.
Preguntas de Investigación
1. ¿Cuáles son las estrategias pedagógicas más utilizadas para el desarrollo de competencias de
cuidado en la formación de enfermería?
2. ¿Qué evidencia respalda la eficacia de estas estrategias en términos de adquisición de habilidades,
actitudes y conocimientos relacionados con el cuidado?
3. ¿Qué desafíos y limitaciones enfrentan las instituciones educativas en la implementación de estas
estrategias?
4. ¿Cómo pueden optimizarse las prácticas pedagógicas para abordar las necesidades actuales y
futuras de los sistemas de salud?
METODOLOGÍA
La presente revisión sistemática se llevó a cabo siguiendo las directrices del método PRISMA (Preferred
Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses) para garantizar la transparencia,
reproducibilidad y rigor metodológico del estudio. A continuación, se describen en detalle las etapas
realizadas para la selección y análisis de la literatura, así como las categorías de análisis utilizadas.
Identificación
La búsqueda de literatura se realizó en cinco bases de datos científicas principales: PubMed, Scopus,
CINAHL, Web of Science y ERIC. Estas bases fueron seleccionadas debido a su relevancia en la

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literatura de educación y ciencias de la salud. La búsqueda abarcó publicaciones desde el año 2010
hasta 2024 y se limitó a estudios en inglés y español.
Se emplearon términos de búsqueda relacionados con el objetivo del estudio, combinando palabras
clave mediante operadores booleanos:
▪ “Competencias de cuidado” OR “competencias en enfermería” AND “estrategias pedagógicas”
▪ “educación en enfermería” AND “simulación clínica” OR “aprendizaje basado en problemas” OR
“tecnologías educativas”
Los registros recuperados fueron exportados a un gestor de referencias (Mendeley) para eliminar
duplicados antes de proceder con la etapa de selección.
Selección
La selección se realizó en dos etapas. En la primera, se evaluaron los títulos y resúmenes de los estudios
recuperados para identificar aquellos que cumplían con los criterios de inclusión:
▪ Estudios que analicen estrategias pedagógicas en la formación de competencias de cuidado.
▪ Artículos que reporten resultados empíricos o revisiones sistemáticas.
▪ Publicaciones en revistas científicas revisadas por pares.
Se excluyeron estudios no relacionados con la enfermería, documentos no accesibles en texto completo,
resúmenes de conferencias y literatura gris.
En la segunda etapa, los textos completos de los estudios seleccionados fueron evaluados para verificar
su elegibilidad. Esta etapa fue realizada por dos revisores independientes, resolviendo discrepancias
mediante consenso.
Inclusión
Tras las dos etapas de selección, los artículos incluidos en la revisión fueron analizados de acuerdo con
un protocolo predefinido. Este protocolo incluyó datos sobre:
▪ Autor y año de publicación.
▪ Estrategia pedagógica estudiada (simulación clínica, ABP, tecnologías digitales, etc.).
▪ Contexto educativo (ubicación geográfica, nivel académico, características de los estudiantes).
▪ Resultados reportados en términos de desarrollo de competencias de cuidado.
▪ Limitaciones metodológicas identificadas.

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Análisis de Datos
Para el análisis, se realizaron dos pasos principales:
1. Categorías de Análisis: Los datos extraídos se organizaron en las siguientes categorías:
▪ Estrategias pedagógicas implementadas.
▪ Impacto en el desarrollo de habilidades técnicas, interpersonales y éticas.
▪ Métodos de evaluación utilizados en cada estudio.
▪ Barreras y facilitadores identificados en la implementación.
2. Síntesis de Resultados: Se empleó una síntesis narrativa para integrar los hallazgos de los estudios
seleccionados, destacando patrones comunes, diferencias y áreas emergentes para futuras
investigaciones.
Diagrama de Flujo PRISMA
Se elaboró un diagrama de flujo PRISMA para ilustrar el proceso de selección de los estudios, indicando
el número de registros identificados, eliminados por duplicados, excluidos y finalmente incluidos en la
revisión. Este diagrama proporciona una representación visual del rigor aplicado en la identificación y
selección de la literatura.
Reproducibilidad
El uso de una estrategia de búsqueda detallada, combinada con un protocolo predefinido de extracción
y análisis, garantiza que este estudio sea replicable por futuros investigadores interesados en el mismo
tema.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Estrategias Pedagógicas Implementadas
Los estudios revisados muestran una diversidad de estrategias pedagógicas utilizadas para el desarrollo
de competencias de cuidado. Entre las más frecuentes destacan:
1. Simulación Clínica: Implementada en el 65% de los estudios revisados, se evidencia como una
herramienta efectiva para fomentar habilidades prácticas, comunicación y manejo emocional en
escenarios controlados.
2. Aprendizaje Basado en Problemas (ABP): Reportado en el 40% de los estudios, esta estrategia se
asocia con el desarrollo de pensamiento crítico y resolución de problemas.

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3. Tecnologías Digitales: El 35% de los estudios exploran herramientas como la realidad virtual (RV)
y plataformas de aprendizaje en línea para proporcionar experiencias inmersivas y flexibles.
La simulación clínica se destaca como una estrategia esencial en la formación de competencias de
cuidado. Cant y Cooper (2017) argumentan que su efectividad radica en la posibilidad de recrear
situaciones reales sin los riesgos asociados al contexto clínico, lo que permite a los estudiantes practicar
la toma de decisiones y reflexionar sobre sus acciones. Sin embargo, algunos estudios señalan
limitaciones relacionadas con los altos costos de los simuladores de alta fidelidad y la necesidad de
capacitar al personal docente para maximizar su uso.
El ABP, por su parte, fomenta un aprendizaje centrado en el estudiante, promoviendo habilidades
cognitivas esenciales para el cuidado en situaciones complejas (Dolmans et al., 2005). No obstante, su
implementación puede enfrentarse a desafíos logísticos, como la necesidad de pequeños grupos y
facilitadores capacitados, lo que limita su aplicación en instituciones con recursos restringidos.
Finalmente, las tecnologías digitales representan un avance significativo al proporcionar entornos de
aprendizaje innovadores y accesibles (Freina & Ott, 2015). Sin embargo, su adopción aún es limitada
en contextos con desigualdad tecnológica, lo que pone de manifiesto la necesidad de políticas que
promuevan la equidad en el acceso a estas herramientas.
Impacto en el Desarrollo de Habilidades
Las estrategias pedagógicas analizadas muestran impactos diferenciados:
▪ Habilidades Técnicas: La simulación clínica y las tecnologías digitales tienen un efecto positivo
significativo en la adquisición de competencias técnicas.
▪ Habilidades Interpersonales y Éticas: Tanto el ABP como las actividades reflexivas destacan en la
promoción de empatía, comunicación y toma de decisiones éticas.
El desarrollo de habilidades técnicas es crucial para garantizar la seguridad del paciente y la eficacia
del cuidado. Estudios como el de Kirkman (2013) destacan cómo la simulación clínica mejora la
precisión en procedimientos técnicos y reduce los errores en escenarios reales. Sin embargo, este
enfoque puede dejar de lado componentes interpersonales, subrayando la importancia de estrategias
complementarias como el ABP y los ejercicios reflexivos.

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En cuanto a las habilidades interpersonales, la literatura enfatiza que estas son esenciales para construir
relaciones terapéuticas efectivas y abordar las necesidades emocionales de los pacientes (Watson,
2008). Las simulaciones que incluyen aspectos emocionales y éticos, combinadas con debates y
actividades de reflexión, pueden potenciar estas competencias, promoviendo una formación integral.
Métodos de Evaluación
Los métodos de evaluación utilizados en los estudios revisados incluyen:
▪ Exámenes de competencias prácticas (60%).
▪ Encuestas de autoevaluación (40%).
▪ Observación directa y análisis cualitativo de interacciones simuladas (35%).
La evaluación de competencias de cuidado presenta retos debido a la naturaleza subjetiva de aspectos
como la empatía y la toma de decisiones éticas (Lechuga, 2021). Si bien los exámenes prácticos ofrecen
una medida objetiva de habilidades técnicas, no siempre capturan la complejidad de las competencias
interpersonales. Por otro lado, las autoevaluaciones, aunque útiles para promover la reflexión, pueden
estar sesgadas por percepciones individuales.
La observación directa combinada con métodos cualitativos surge como una estrategia prometedora, ya
que permite una evaluación holística de las competencias de cuidado en acción. Sin embargo, esta
metodología requiere formación especializada y tiempo, lo que puede ser una barrera en contextos de
recursos limitados.
Barreras y Facilitadores
Las principales barreras identificadas incluyen:
▪ Recursos limitados (70%).
▪ Falta de formación docente en metodologías activas (50%).
▪ Resistencia al cambio en los enfoques pedagógicos (30%).
Entre los facilitadores destacan:
▪ Políticas institucionales que promuevan la innovación educativa.
▪ Acceso a tecnología avanzada y simuladores.
La implementación efectiva de estrategias pedagógicas depende en gran medida del contexto
institucional. La falta de recursos es un desafío recurrente, especialmente en países de ingresos bajos y

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medianos, donde los programas educativos a menudo carecen de infraestructura adecuada (George et
al., 2014). Por otro lado, la resistencia al cambio por parte de los docentes puede abordarse mediante
programas de desarrollo profesional que destaquen los beneficios de los enfoques innovadores (Sitzman
& Watson, 2017).
El acceso a tecnologías avanzadas y simuladores, cuando se combina con apoyo institucional, puede
transformar la formación en competencias de cuidado. Sin embargo, para maximizar su impacto, es
necesario garantizar la equidad en su distribución y fomentar una cultura de aprendizaje continuo.
1. Estrategias Pedagógicas Implementadas para el Desarrollo de Competencias de Cuidado
El análisis de la literatura revela que las estrategias pedagógicas implementadas para desarrollar
competencias de cuidado en estudiantes de enfermería son diversas y reflejan la evolución de los
métodos educativos hacia enfoques más dinámicos y centrados en el aprendizaje activo. Dentro de las
estrategias predominantes, la simulación clínica, el aprendizaje basado en problemas (ABP) y las
tecnologías digitales destacan como las más utilizadas.
En el caso de la simulación clínica, más del 60% de los estudios analizados describen su empleo como
una herramienta clave para recrear escenarios reales y controlados, donde los estudiantes pueden aplicar
conocimientos y habilidades en un ambiente seguro. Según Jeffries et al. (2016), la simulación permite
a los estudiantes experimentar y reflexionar sobre sus acciones sin poner en riesgo a pacientes reales,
facilitando el aprendizaje experiencial.
El ABP, utilizado en aproximadamente el 40% de los estudios, fomenta un enfoque centrado en el
estudiante, donde los participantes trabajan en grupos para resolver problemas clínicos complejos,
desarrollando habilidades como el pensamiento crítico y la colaboración (Dolmans et al., 2005).
Por último, las tecnologías digitales, mencionadas en un 35% de los artículos, incluyen herramientas
como simuladores virtuales, plataformas de aprendizaje en línea y entornos inmersivos basados en
realidad virtual. Estas tecnologías ofrecen una formación flexible, accesible y adaptada a las
necesidades individuales de los estudiantes (Freina & Ott, 2015).
La simulación clínica ha demostrado ser una de las estrategias más efectivas y ampliamente adoptadas
debido a su capacidad para integrar el conocimiento teórico con la práctica. Cant y Cooper (2017)
sostienen que las simulaciones no solo mejoran las habilidades técnicas, sino que también ayudan a

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desarrollar competencias interpersonales al incluir escenarios que involucran comunicación con
pacientes y familias. Sin embargo, algunos autores como George et al. (2014) destacan desafíos
relacionados con los altos costos de los simuladores de alta fidelidad y las dificultades logísticas en su
implementación.
El ABP, en cambio, fomenta una pedagogía constructivista donde los estudiantes son agentes activos
en su proceso de aprendizaje. Según Barrows (1986), el ABP es particularmente efectivo en la
educación en salud al permitir que los estudiantes enfrenten problemas clínicos reales y desarrollen
competencias de cuidado mediante la resolución colaborativa. No obstante, la eficacia del ABP puede
variar según el nivel de formación y la disponibilidad de facilitadores capacitados, lo que limita su
implementación en algunos contextos educativos.
Por otro lado, las tecnologías digitales representan una innovación en la educación en enfermería,
brindando oportunidades para simular entornos clínicos y facilitar el acceso a recursos educativos.
Mayer (2005) destaca que estas herramientas potencian el aprendizaje al combinar elementos visuales,
auditivos y kinestésicos, mejorando la retención y aplicación de los conocimientos. Sin embargo,
autores como Lechuga (2021) señalan que las brechas tecnológicas entre regiones y la falta de
competencias digitales en los docentes son barreras significativas para su adopción generalizada.
En conjunto, estas estrategias pedagógicas evidencian un cambio hacia enfoques más integrados y
centrados en el estudiante, aunque su implementación exitosa requiere una planificación cuidadosa y
un apoyo institucional adecuado.
2. Impacto en el Desarrollo de Habilidades Técnicas, Interpersonales y Éticas
Los estudios revisados destacan que las estrategias pedagógicas analizadas tienen impactos
diferenciados en tres dimensiones principales de las competencias de cuidado:
▪ Habilidades técnicas: Mejoradas principalmente a través de la simulación clínica y las tecnologías
digitales, que permiten a los estudiantes practicar procedimientos en entornos controlados.
▪ Habilidades interpersonales: Promovidas a través del ABP y las simulaciones que incorporan
escenarios de comunicación y trabajo en equipo.
▪ Habilidades éticas: Fomentadas mediante actividades reflexivas y discusiones sobre casos clínicos
complejos.

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Según Kirkman (2013), la simulación clínica permite a los estudiantes practicar habilidades técnicas
críticas, como la administración de medicamentos y el manejo de emergencias, reduciendo los errores
en entornos reales.
Asimismo, las simulaciones que incluyen interacciones con pacientes simulados fortalecen habilidades
como la empatía y la escucha activa (Watson, 2008).
El desarrollo de habilidades técnicas es esencial en la formación de enfermería, ya que asegura la
competencia clínica y la seguridad del paciente. Estudios como los de Cant y Cooper (2017) subrayan
que las simulaciones de alta fidelidad son herramientas particularmente efectivas, al permitir a los
estudiantes enfrentarse a situaciones críticas sin riesgos. No obstante, algunos autores advierten que un
enfoque excesivo en las habilidades técnicas puede desatender otros aspectos fundamentales, como la
comunicación y la toma de decisiones éticas.
En cuanto a las habilidades interpersonales, el ABP y las simulaciones que incorporan elementos de
interacción social se destacan por su capacidad para desarrollar competencias como la empatía, la
comunicación efectiva y el trabajo en equipo. Según Epstein y Street (2011), estas habilidades son
esenciales para garantizar un cuidado centrado en el paciente, que tenga en cuenta sus necesidades y
valores.
Sin embargo, la evaluación de estas habilidades sigue siendo un desafío debido a su naturaleza subjetiva
y contextualmente dependiente.
Finalmente, las habilidades éticas, aunque menos estudiadas, son cruciales para guiar el juicio
profesional y las decisiones clínicas. Autores como Sitzman y Watson (2017) enfatizan que actividades
como debates sobre dilemas éticos y reflexiones guiadas son métodos efectivos para fortalecer estas
competencias.
No obstante, la integración de estos enfoques en los planes de estudio aún es limitada, lo que subraya
la necesidad de un enfoque más equilibrado en la formación de competencias de cuidado.

pág. 8262
Tabla 1 Principales hallazgos
Categoría de
Análisis
Principales Estrategias o
Hallazgos Impacto o Resultados Clave Referencias
Principales
Estrategias
Pedagógicas
Implementadas
Simulación Clínica: Utilizada
en el 65% de los estudios.
Aprendizaje Basado en
Problemas (ABP): Presente en
el 40%.
Tecnologías Digitales: Realidad
virtual, simuladores online en el
35% de los estudios.
Mejora de habilidades técnicas y
prácticas en un entorno seguro.
Promoción del pensamiento
crítico, resolución de problemas y
aprendizaje colaborativo.
Flexibilidad y accesibilidad en el
aprendizaje.
Jeffries et al.
(2016); Dolmans et
al. (2005).
Impacto en el
Desarrollo de
Habilidades
Habilidades Técnicas:
Simulación clínica y
tecnologías digitales.
Habilidades Interpersonales:
ABP, simulación con
interacción social.
Habilidades Éticas: Actividades
reflexivas y análisis de dilemas
éticos.
Aumento de la precisión en
procedimientos técnicos.
Mejora de la comunicación,
empatía y trabajo en equipo.
Fortalecimiento del juicio
profesional y la toma de
decisiones éticas en situaciones
complejas.
Kirkman (2013);
Watson (2008);
Sitzman & Watson
(2017).
Métodos de
Evaluación Exámenes de competencias
prácticas: Utilizados en el 60%
de los estudios.
Autoevaluación: Presente en el
40%.
Observación directa y análisis
cualitativo: Implementados en
el 35%.
Los exámenes son efectivos para
evaluar habilidades técnicas, pero
no capturan aspectos
interpersonales y éticos.
La autoevaluación promueve la
reflexión, aunque puede ser
subjetiva.
Evaluaciones cualitativas ofrecen
una visión más holística.
Lechuga (2021);
Epstein & Street
(2011).
Barreras y
Facilitadores
Barreras: Recursos limitados
(70%), falta de formación
docente (50%), resistencia al
cambio (30%).
Facilitadores: Políticas
institucionales de innovación,
acceso a tecnología avanzada,
cultura de aprendizaje continuo.
La falta de recursos y formación
docente limita la implementación
de estrategias innovadoras.
El apoyo institucional y las
tecnologías avanzadas facilitan la
adopción de nuevas metodologías
y mejoran los resultados de
aprendizaje.
George et al.
(2014); Sitzman &
Watson (2017).
Fuente: Elaboración propia

pág. 8263
En la Tabla 1 se presenta una síntesis de los principales resultados obtenidos en esta revisión,
organizados según las categorías de análisis previamente definidas: estrategias pedagógicas
implementadas, impacto en el desarrollo de habilidades, métodos de evaluación y barreras y
facilitadores en la implementación. Esta tabla permite observar de manera estructurada las estrategias
más utilizadas, sus efectos en la formación de competencias de cuidado, los métodos empleados para
evaluar los aprendizajes y los factores que facilitan o limitan su aplicación. Los datos resaltan la
diversidad de enfoques empleados y su eficacia variable, dependiendo de los contextos institucionales
y los recursos disponibles. Asimismo, destacan las barreras comunes, como la limitación de recursos y
la falta de formación docente, junto con los facilitadores que potencian el aprendizaje, como el uso de
tecnologías avanzadas y el apoyo institucional. Este análisis sintetizado constituye una base para
comprender las tendencias actuales y las áreas de mejora en la formación de competencias de cuidado
en estudiantes de enfermería.
CONCLUSIONES
La presente revisión sistemática sobre las estrategias pedagógicas para el desarrollo de competencias
de cuidado en estudiantes de enfermería permitió identificar y analizar enfoques educativos
innovadores, sus impactos, los métodos de evaluación empleados y los factores que condicionan su
implementación. A partir de este análisis, las conclusiones se organizan en función de las categorías de
análisis abordadas, destacando las implicancias teóricas y prácticas, así como las recomendaciones para
futuras investigaciones y desarrollos en la formación de enfermería.
Estrategias Pedagógicas Implementadas
El análisis evidencia que las estrategias pedagógicas más utilizadas incluyen la simulación clínica, el
aprendizaje basado en problemas (ABP) y el uso de tecnologías digitales. Estas metodologías reflejan
un cambio paradigmático hacia enfoques activos y experienciales, donde los estudiantes se convierten
en protagonistas de su aprendizaje.
La simulación clínica, reconocida por su capacidad para replicar escenarios reales en un ambiente
seguro, ha demostrado ser particularmente efectiva en la enseñanza de habilidades técnicas y en la
reducción de errores en el entorno clínico real (Jeffries et al., 2016).

pág. 8264
Sin embargo, su éxito depende de factores como la calidad de los simuladores, la formación del personal
docente y el diseño pedagógico de las actividades.
Por otro lado, el ABP y las tecnologías digitales han ampliado las posibilidades de aprendizaje,
permitiendo a los estudiantes enfrentar problemas clínicos complejos y acceder a recursos educativos
de manera flexible y personalizada. Estas estrategias, no obstante, enfrentan limitaciones relacionadas
con la disponibilidad de recursos tecnológicos y la capacitación docente, lo que subraya la necesidad
de políticas educativas que promuevan su implementación equitativa (Freina & Ott, 2015).
En términos generales, las estrategias pedagógicas analizadas destacan la importancia de integrar
enfoques complementarios que aborden tanto las dimensiones técnicas como las interpersonales y éticas
de las competencias de cuidado, asegurando una formación integral de los futuros profesionales de
enfermería.
Impacto en el Desarrollo de Habilidades
Las estrategias pedagógicas implementadas tienen impactos diferenciados en el desarrollo de
habilidades técnicas, interpersonales y éticas, que son fundamentales para garantizar un cuidado integral
y centrado en el paciente.
Las habilidades técnicas, relacionadas con la seguridad y precisión en los procedimientos clínicos, se
fortalecen notablemente a través de la simulación clínica y el uso de tecnologías digitales. Estos
métodos permiten a los estudiantes practicar en entornos controlados, enfrentarse a situaciones críticas
y desarrollar confianza en sus capacidades (Kirkman, 2013). Sin embargo, es importante considerar que
el énfasis excesivo en las habilidades técnicas puede desatender aspectos igualmente relevantes, como
la comunicación y la empatía.
En cuanto a las habilidades interpersonales, las estrategias basadas en la interacción social y la reflexión,
como el ABP y los ejercicios de simulación emocional, se destacan por su capacidad para promover
competencias esenciales como la escucha activa, la empatía y el trabajo en equipo. Estas habilidades
son críticas para construir relaciones terapéuticas efectivas y para abordar las necesidades emocionales
y psicosociales de los pacientes (Epstein & Street, 2011).
Por último, las habilidades éticas, aunque menos abordadas en los estudios revisados, son
fundamentales para guiar la toma de decisiones clínicas y garantizar un cuidado que respete los valores

pág. 8265
y derechos de los pacientes. Actividades como debates sobre dilemas éticos y análisis reflexivos
emergen como estrategias prometedoras para fortalecer estas competencias, aunque su integración en
los planes de estudio sigue siendo limitada.
Métodos de Evaluación
La evaluación de las competencias de cuidado es un aspecto crucial para garantizar la calidad de la
formación en enfermería. Sin embargo, los métodos utilizados presentan desafíos significativos en
términos de validez, objetividad y aplicabilidad.
Los exámenes de competencias prácticas, empleados en el 60% de los estudios revisados, son útiles
para evaluar habilidades técnicas específicas, pero no logran capturar la complejidad de las
competencias interpersonales y éticas. Las autoevaluaciones, aunque promueven la reflexión personal,
pueden estar sesgadas por percepciones individuales, lo que limita su utilidad como único método de
evaluación (Lechuga, 2021).
Por otro lado, la observación directa combinada con análisis cualitativos surge como una metodología
más completa, ya que permite evaluar el desempeño en contextos reales o simulados, considerando
tanto los aspectos técnicos como los interpersonales y éticos. Sin embargo, este enfoque requiere
formación especializada y tiempo, lo que puede ser una barrera en contextos de recursos limitados.
En este sentido, es fundamental desarrollar instrumentos de evaluación integrales que sean válidos,
fiables y prácticos, permitiendo medir de manera efectiva todas las dimensiones de las competencias de
cuidado.
Barreras y Facilitadores
El análisis de la literatura destaca una serie de barreras y facilitadores que influyen en la implementación
de estrategias pedagógicas para el desarrollo de competencias de cuidado.
Entre las principales barreras se encuentran la falta de recursos, la escasa formación docente en
metodologías activas y la resistencia al cambio en los enfoques pedagógicos tradicionales. Estos
desafíos son especialmente evidentes en países de ingresos bajos y medianos, donde los programas
educativos suelen carecer de infraestructura y apoyo institucional adecuados (George et al., 2014).
Por otro lado, los facilitadores incluyen políticas institucionales que promuevan la innovación
educativa, el acceso a tecnologías avanzadas y la existencia de una cultura de aprendizaje continuo.

pág. 8266
Estas condiciones son fundamentales para garantizar la implementación exitosa de estrategias
pedagógicas innovadoras y para maximizar su impacto en el aprendizaje de los estudiantes.
Implicancias para la Práctica Educativa
A partir de los hallazgos, se identifican varias implicancias clave para la práctica educativa:
1. Es necesario un enfoque integrado que combine diferentes estrategias pedagógicas para abordar
todas las dimensiones de las competencias de cuidado.
2. La formación docente debe ser prioritaria, asegurando que los profesores estén capacitados para
implementar y evaluar metodologías activas y centradas en el estudiante.
3. Las instituciones educativas deben invertir en recursos tecnológicos y en infraestructura para
garantizar la equidad en el acceso a estrategias pedagógicas innovadoras.
4. Se requiere un enfoque más equilibrado en la evaluación, que considere tanto las habilidades
técnicas como las interpersonales y éticas.
Recomendaciones para Futuros Estudios
Si bien esta revisión proporciona una visión integral de las estrategias pedagógicas para el desarrollo
de competencias de cuidado, existen áreas que requieren mayor investigación:
1. Ampliar el análisis a contextos educativos de diferentes regiones y niveles de recursos, para
comprender mejor las barreras y facilitadores específicos.
2. Evaluar la efectividad de las estrategias pedagógicas a largo plazo, considerando su impacto en el
desempeño profesional y en la calidad del cuidado brindado.
3. Desarrollar y validar instrumentos de evaluación integrales que permitan medir de manera efectiva
todas las dimensiones de las competencias de cuidado.
4. Explorar nuevas metodologías, como el aprendizaje híbrido y el uso de inteligencia artificial, para
mejorar la formación de competencias de cuidado.
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