Calidad de vida de pacientes post covid de las instituciones
�prestadoras de salud, Apur�mac, 2020
Roc�o Cahuana Lipa
ORCID: 0000-0002-7671-5585
Universidad Tecnol�gica de los Andes
Per�, Andahuaylas
Julio C�sar Machaca Mamani
ORCID: 0000-0003-4866-3885
Universidad Nacional Jos� Mar�a Arguedas
Per�, Andahuaylas
Rosario Giovanna Machaca Mamani
ORCID: 0000-0002-1606-1575
Universidad Andina N�stor C�ceres Vel�squez
Per�, Juliaca
Godofredo Campos Pel�ez
ORCID: 0000-0002-6317-5575
Universidad Nacional Jos� Mar�a Arguedas
Per�, Apur�mac
RESUMEN
Se enfoc� en la determinaci�n de la calidad de vida de los pacientes post Covid que han abandonado los nosocomios de Apur�mac destinados exclusivamente para la atenci�n del Covid 19. Es b�sica, de enfoque cuantitativo y nivel descriptivo observacional. Se aferr� al m�todo general. Se diferencia por su transversalidad y por su car�cter no experimental. Permiti� la diligencia de la encuesta a 169 individuos que corresponden al tercer trimestre de 2020 destac�ndose el g�nero femenino en 54%. Se aplic� el instrumento (SF-36 v. 2.0) respaldado por la OMS de 36 �tems en 8 dimensiones.
Los hallazgos se�alan que el 77,5%, de los encuestados alcanzaron regularidad; 22,5% mala y ninguno buena o excelente calidad de vida. Por dimensiones se dio cuenta que la funci�n social, funci�n f�sica, percepci�n de la salud, vitalidad y salud mental, han revelado regularidad en la calidad de vida alcanzando el 79%, 60%, 63%, 51,5%, y 73% respectivamente. Por otra parte, evidenciaron, mala calidad de vida en el rol emocional, dolor corporal y rol f�sico en 51%, 52% y 63% individualmente. Solamente la funci�n social, el rol f�sico y emocional, alcanzaron buena calidad en 12%, 5% y 15%.
Se concluye que la evoluci�n de la salud result� algo peor ahora, que hace un a�o atr�s en 59%, sin embargo, la percepci�n buena de la salud s�lo alcanz� 37%, adem�s se logr� regularidad general dentro del componente salud mental en 73% y mala calidad dentro del componente salud f�sica en 57%.
Palabras clave: calidad de vida; paciente; covid 19
Quality of life of post-covid patients of health
provider institutions, Apur�mac, 2020
ABSTRACT
It was focused on determining the quality of life of post-covid patients who have left the Apur�mac hospitals destined exclusively for Covid 19 care. It is basic, with a quantitative approach and an observational descriptive level. He stuck to the general method. It differs by its transversality and by its non-experimental nature. It allowed the diligence of the survey to 169 individuals corresponding to the third quarter of 2020, highlighting the female gender in 54%. The instrument (SF-36 v. 2.0) supported by the WHO with 36 items in 8 dimensions was applied.
The findings indicate that 77.5% of the respondent�s reached regularity; 22.5% poor and none good or excellent quality of life. By dimensions, it was realized that social function, physical function, perception of health, vitality and mental health, have revealed regularity in the quality of life reaching 79%, 60%, 63%, 51.5%, and 73% respectively. On the other hand, they evidenced poor quality of life in the emotional role, bodily pain and physical role in 51%, 52% and 63% individually. Only the social function, the physical and emotional role, reached good quality in 12%, 5% and 15%.
It is concluded that the evolution of health was somewhat worse now, than a year ago in 59%, however, the good perception of health only reached 37%, in addition, general regularity was achieved within the mental health component in 73% and poor quality within the physical health component in 57%.
Keywords: quality of life; patient; covid 19
Art�culo recibido:� 20 diciembre. 2021
Aceptado para publicaci�n: 10 enero 2022
Correspondencia: [email protected]
Conflictos de Inter�s: Ninguna que declarar
1. INTRODUCCI�N�
La OMS en el 2018 ha definido la calidad de vida con relaci�n a la salud bajo las siglas de (CVRS), como las valoraciones de las percepciones personales que reflejan los individuos de sus situaciones de vida, referenciando su contexto y haciendo consideraciones de sus intereses, valores y expectativas buscando alcanzar estados de satisfacci�n generalizados, derivados de las realizaciones de las potencialidades de los individuos referentes a cuestiones subjetivas y aspectos objetivos.
Se trata de autovaloraciones en concordancia a sus propios discernimientos de los estados f�sicos, emocionales y sociales en determinados momentos reflejando satisfacciones: Fisiol�gicamente (discapacidad funcional, sue�o, sintomatolog�a general, respuesta sexual), emocionalmente (tristeza miedo, inseguridad, frustraci�n), y socialmente (situaciones educativas, laborales, interactividades sociales, amistades. relaciones b�sicamente familiares, niveles econ�micos, participaciones dentro de la comunidad, actividades de ocio, entre otros). Es decir, pone �nfasis sobre dimensiones de incapacidad, incomodidad e insatisfacci�n, grados de bienestar, equilibrio l�gico, ps�quico y la responsabilidad social que ser�an directamente afectados por un proceso de enfermedad, en este caso, a causa del Covid 19. Es preciso indicar que no incluyen aspectos tangibles como son los ambientes hospitalarios y las relaciones puestas de manifiesto del equipo de salud con el paciente.
Actualmente, se ha transformado en un indicador que refleja las evoluciones de los estados de salud y que evidencian perfiles con mayores �nfasis sobre las evaluaciones de las personas a cerca de las limitaciones que exteriorizan en las �reas psicol�gica, biol�gica y social frente a las enfermedades y su respectiva evoluci�n, como respuesta estrat�gica no solamente para alargar la vida, sino tambi�n para aliviar las sintomatolog�as manteniendo los funcionamientos vitales de las personas despu�s de haber superado el contagio del Covid 19 en Apur�mac y que deber�a ser considerado como un proceso concluyente o final de una situaci�n ef�mera, que empieza de las necesidades de apreciaci�n objetiva de las dimensiones f�sicas a la integralidad del ser humano racional que se enfrenta a situaciones de crisis y desequilibrios de la salud que conlleva a deterioros de la calidad de vida digna, pues afectan directamente los diferentes escenarios de la vida social y laboral, teniendo en cuenta que la salud no solamente es la ausencia o desaparici�n de la enfermedad, sino m�s bien los estados de bienestar psicol�gico, social y f�sico dentro del medio en el cual se interact�a.
Seg�n la OMS (2017) hoy por hoy, la calidad de vida es un asunto que demanda demasiados intereses en distintas esferas como son: El pol�tico, antropol�gico, religioso, econ�mico, cultural, sociol�gico demogr�fico y prioritariamente� la salud, debido a la existencia constante de necesidades para llevar a afecto valoraciones y revaloraciones, haciendo uso de este indicador subjetivo que ha recibido el respaldo de la OMS, para cotejar estados de satisfacci�n e insatisfacci�n de gentes que se encuentran insertados en contextos biopsicosociales que manifiestan cambios constantemente.
Es preciso mencionar que dicho inter�s es de anta�o y su concepto no es solamente de ahora. Sin embargo, su aparici�n como tal y las preocupaciones por las evaluaciones sistem�ticas y cient�ficas del mismo no son muy antiguas. Los primeros indicios se popularizan en los a�os 60 cuando fue introducido en los debates p�blicos en torno a los cambios clim�ticos, medio ambiente y al detrimento de las condiciones de vidas humanas en latitudes urbanas a consecuencia de las industrializaciones masivas de la sociedad que hacen aparecer las necesidades de hacerlo a trav�s de dataciones objetivas.
A trav�s de las Ciencias Sociales se empieza con la incorporaci�n de indicadores precisamente de car�cter social y estad�sticos que permiten lograr mediciones de datos y hechos emparentados al bienestar social y com�n de la poblaci�n. A mediados de los setentas y comienzos de los ochentas, la proposici�n empieza a definirse como arquetipo integrador y multidimensional que hacen referencia indistintamente a las consideraciones objetivas como a las cuestiones subjetivas. La inserci�n como terminolog�a cient�fica se dio en revista monogr�fica de Estados Unidos, intitulada "Social Indicators Research" de 1974 y en el "Sociological Abstracts" en 1979. (OMS, 2017).
En la actualidad los sistemas de salud a nivel mundial afrontan enormes desaf�os asociados a la gran complejidad de tareas que conlleva la atenci�n de la salud por s� mismo.� En plena �poca postmodernista y del siglo XXI, se ha puesto verdadero �nfasis en el enfoque centrando en el usuario, cliente, demandante, paciente o como quiera llam�rsele, de hecho concebido como persona natural o simplemente como ser humano, individualizado por que manifiesta una serie de necesidades que deben ser satisfechas; como la raz�n de ser de las organizaciones, pues son precisamente estas instituciones las que dependen de ellos y no al rev�s, tal como suced�a en anta�o falsamente interpretado y tal como lo refiere la OMS en el a�o 2011. (OMS, 2014).
Seg�n el (INEI, 2020) las estimaciones y proyecciones de las poblaciones del Per� del 2018 al 2020� contenidas en el bolet�n N� 26 del INEI 2020,� dan cuenta a nivel departamental, que Apur�mac bordea una poblaci�n fluctuante entre los 427,323 y 430,736 habitantes, lo que no hace m�s que confirmar que el crecimiento poblacional ocasionar� mayores demandas de intangibles (servicios) que est�n dispuestos a su alrededor, sin embargo, se hace evidente la insuficiencia de la oferta total diferenciada de las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPRESS) que han sido dispuestos para la atenci�n del Covid 19 en dicha regi�n dada la magnitud y trascendencia de la problem�tica sanitaria, habida cuenta que, la densidad del capital humano en salud a nivel pa�s, es de 18 agentes de salud por cada 10,000 habitantes, fen�meno que hace exiguo la cobertura a plenitud de las necesidades de los usuarios. En ese sentido, el estudio da cuenta del registro de pacientes dados de alta y encuestados estratificadamente durante el tercer trimestre de 2020 haciendo un total de 169 sujetos de abandonaron los nosocomios en su mayor�a mujeres todos ellos adscritos a algunas de las instituciones administradoras de fondos que tienen que ver con el aseguramiento en salud (IAFAS). Finalmente, se hace evidente que la salud no tiene precio, pero s�, un costo, el mismo que debe ser gestionado eficazmente, eficientemente y equitativamente por parte del Estado.
2. MATERIALES Y M�TODOS
Citando a �aupas, et al. (2018) est� comprendido dentro del m�todo general, que a su vez integr� como sub divisi�n de este m�todo al dial�ctico ratificando que los conocimientos est�n en permanente cambio y no son est�ticos. Tambi�n utiliz� el m�todo espec�fico para desarrollar procedimientos de s�ntesis y an�lisis de los sucesos reales materia de estudio. As� mismo, del m�todo deductivo, analizando los hechos desde una perspectiva general para concluir en cuestiones particulares. Del m�todo inductivo, actuando de manera inversa al deductivo, es decir, analizando los fen�menos de la realidad de manera particular para arribar a cuestiones generales y al inferencial, como evaluaci�n de car�cter mental permiti� llevar a cabo deducciones, estimar consecuencias y proyectar resultados a trav�s de la l�gica.
Dise�o: Citando a Hern�ndez, et al. (2015) de acuerdo al tipo de manipulaci�n aplicado a la variable, el dise�o est� concebido como no experimental, sencillamente, por que no permiti� perpetrar ningun tipo de experimentaciones, debido a que fue imposible modifircar la variable incorporada respetando en todo momento su contexto. Se configur� adem�s como una investigaci�n caracterizada por su traseccionalidad, describiendo los fen�menos tal cual se encontraron en la realidad� tomando en cuenta su tiempo de estudio.
Figura 1�Dise�o descriptivo
Fuente: Elaboraci�n propia en base a Hern�ndez (2019).
Donde: M = Muestra y O1 = Variable �nica observada
Tipo. De acuerdo a Carrasco (2017) se trata de una investigaci�n b�sica o llamada tambi�n pura, dogm�tica o te�rica, debido a que su origen se gest� dentro del marco de las teor�as y permanecer� dentro de sus l�mites. As� mismo, sus aportes incrementar�n los conocimientos cient�ficos sin la necesidad de contrastarlos de manera pr�ctica. Dicho en otras palabras, no tiene como prop�sito central la aplicaci�n ipso facta de car�cter pr�ctico, debido a su limitaci�n de ahondaje y acrecentamiento� de los conocimientos.
Nivel. Tal como refiere Bernal (2010) se configura en un estudio descriptivo cuyo grado de profundidad y secuencialidad se encauza y/o enfoca hacia la realidad, lo que ha permitido determinar y describir representatividades logrando generalizaciones en los resultados. [9] alega que algunos de los requisitos que son tomados en cuenta en este tipo de estudios son la temporalidad y el origen expl�cito de los fen�menos en una realidad.
Enfoque. Arias (2012) sostiene que est� enmarcado detro del cuantitativo, debido a que apel� a las mediciones num�ricas y al an�lisis estad�stico, para lograr establecimientos de patrones o arquetipos de conductas dentro del espacio de las teor�as como resultados que homologan la realidad llevando a cabo comparaciones l�gicas que consideran est� realidad sin alterarlos e interpret�ndolos.
Poblaci�n. Estuvo dado por la totalidad de pacientes de los 8 establecimientos de salud dispuestos para la atenci�n inmediata a los casos Covid 19 de la regi�n Apur�mac para el tercer trimestre de 2020 dados de alta. (Hern�ndez, 2010).
Tabla 1. Poblaci�n de pacientes dados de alta entre julio a septiembre de 2020
IPRESS � DISA APURIMAC Instituci�n |
Provincia / Distrito |
Categor�a |
Altas |
Seguro Social de Salud � Essalud |
Abancay/Abancay |
II-1 |
0 |
Hospital I Santa Margarita -Essalud |
Andahuaylas/Andahuaylas |
II-1 |
0 |
Hospital Diospi Suyana � Privado |
Abancay/Curahuasi |
II-1 |
21 |
Hospital Subregional de Andahuaylas � GORE |
Andahuaylas/Andahuaylas |
II-2 |
113 |
Hospital Regional Guillermo Diaz de la Vega � GORE |
Abancay/Abancay |
II-2 |
168 |
Chanta Umaca � GORE |
Andahuaylas/ Andarapa |
I-1 |
0 |
Hospital Chincheros � GORE |
Chincheros/Chincheros |
II-1 |
0 |
Tambobamba � GORE |
Cotabambas/Tambopata |
II-1 |
0 |
Total |
|
|
302 |
Fuente: DISA Apur�mac.
Muestra. Estuvo dado por los pacientes de 3 establecimientos de salud dispuestos para la atenci�n inmediata a los casos Covid 19 de la regi�n Apur�mac para el tercer trimestre de 2020 que registraron altas efectivas y que fueron seleccionados bajo la t�cnica de muestreo probabil�stico y de manera estratificada. Utilizando la siguiente formula donde: �n� es la muestra inicial, �Z� es nivel de confianza estimado en 1,96, �p� y �q� son las probabilidades de �xito y fracaso, estimadas en 0,50 respectivamente, �N� la poblaci�n que es igual a 302 pacientes dados de alta y �E� es el margen de error de 5% equivalente a 0,05. (Neil, 1999).
Tabla 2 Muestra estratificada de la muestra
IPRESS � DISA APURIMAC Instituci�n |
Provincia / Distrito |
Categor�a |
Altas |
Hospital Diospi Suyana � Privado |
Abancay/Curahuasi |
II-1 |
12 |
Hospital Subregional de Andahuaylas � GORE |
Andahuaylas/Andahuaylas |
II-2 |
63 |
Hospital Regional Guillermo Diaz de la Vega � GORE |
Abancay/Abancay |
II-2 |
168 |
Total |
|
|
169 |
Donde: GORE = Gobierno Regional, DISA = Direcci�n de Salud, IPRESS = Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud
Fuente: DISA. Apur�mac
2.4.T�cnicas e instrumentos de recolecci�n de datos
T�cnica
Debido a sus particularidades fue necesario la aplicaci�n de la encuesta, concebida adem�s como un procedimiento muy empleado en las investigaciones descriptivas donde se hace efectivo la recopilaci�n cuantiosa de datos a trav�s del cuestionario de �tems; adaptados a los marcos te�ricos que respaldan las dimensiones e indicadores de la pesquisa. (Torres Bardales, 1998).
Instrumento
En alusi�n a Espinoza (2010) fue oportuno el diligenciamiento del cuestionario compuesto por 36 reactivos distribuidos en ocho dimensiones. Antes de su aplicaci�n ha cumplido los requisitos de consistencia, valoraci�n y reflexi�n para ser sometidos a ensayos y correcciones previos a su ejecuci�n oficial en la muestra obtenida. El mismo que, por cierto, estuvo compuesto adem�s por escalas de medici�n de Likert con preguntas cerradas cuyo tiempo de resoluci�n fue de 30 minutos. Adem�s, fue estandarizado y validado por la OMS.
Validez y confiabilidad
Hern�ndez, et al. (2014) afirman que se debe tener en cuenta dos pr�cticos procedimientos conocidos bajo la denominaci�n de procesos de determinaci�n de la validez y el c�lculo de confiabilidad. Para determinar la validez fue necesario revisar minuciosamente la literatura disponible sobre el tema central del estudio, cualquiera fuera su fuente o procedencia segura. Para el c�lculo de confiabilidad, fue preciso la utilizaci�n de herramientas de c�lculo y medici�n informatizadas y que permitieron mostrar los datos transformados en informaciones representadas a trav�s de tablas, gr�ficos y textos que luego fueron interpretados como resultados que generaron conclusiones. Para nuestro caso en particular fue necesario el uso del Alfa Cronbach.
Cuestionario de Salud SF-36 v. 2.0
Por su car�cter descriptivo y evaluativo es vers�til y simple, es el m�s reconocido y utilizado inextensamente a nivel mundial. Fue desarrollado a comienzos de los 90 en Estados Unidos y en 1993 fue adaptado al idioma espa�ol por Ware Alonso J, Prieto L. conoci�ndose bajo las siglas SF-36 Versi�n 2.0. Actualmente est� traducido a m�s de 40 idiomas diferentes para determinar valoraciones de los estados de salud tanto positivos como negativos de los individuos consultados. Seg�n Ware, et al (1994) consta de 36 preguntas integradas en 8 dimensiones. Ha sido validado por la OMS y ha probado ser �til al momento de indagar sobre las cuestiones� f�sicas y sociales, roles emocionales y f�sicos, salud mental,� vitalidad, dolores corporales y las percepciones de la salud, es decir, aludiendo contenidos a cerca de cuestiones centrados en los estados funcionales tangibles y emocionales de los sujetos intervinientes tomando en cuenta las cuatro �ltimas semanas antes de ser aplicado dicho instrumento, otorg�ndoles escalas de valoraci�n que van desde el cero (0) al cien (100) para todos los reactivos, dando cuenta as� mismo que los d�gitos m�s altos demuestran mejor calidad de vida y proporcionalmente de manera inversa sucede lo propio con la regularidad y mala calidad de vida, donde no todas las contestaciones registran los mismos valores, ya que estos dependen de la cantidad de posibilidades de dichas respuestas planteadas para cada una de las preguntas.
Para el desarrollo de su evaluaci�n se han implementado dos formas distintas de efectuar puntuaciones: La del Health Institute y la del Rand Group, precisamente la investigaci�n se bas� en este �ltimo por su dinamicidad, f�cil comprensi�n e interpretaci�n de sus resultados. Complementariamente es posible calcular, adem�s, los componentes generales de salud f�sica y salud mental. En el ep�logo, es aplicable a una gama de situaciones sanitarias, debido a que puede ser aplicado por los entrevistadores o en su defecto autoadministrado y/o a trav�s del sistema telef�nico o por medio de los soportes inform�ticos, los mismos que han sido utilizados en la investigaci�n.
Seg�n Ware JE, Jr., Sherbourne (1993) las dimensiones de la calidad de vida son:
� Funci�n F�sica: Considera el grado en el que la disminuci�n de la salud logra limitar las actividades f�sicas de la vida diaria, como por ejemplo el cuidado personal, las caminatas, el ascenso de las escaleras, transportar o coger cargas y llevar a cabo esfuerzos intensos y moderados.
� Rol F�sico: Calificado como el grado en el que la disminuci�n de la salud logra interferir en el trabajo y otras actividades diarias, ocasionando rendimientos menores a los deseados, limitando o dificultando el tipo de actividades que pueden ejecutarse a diario.
� Dolor Corporal: Considera la valoraci�n de la intensidad de dolor y su consecuencia en el trabajo habitual dentro y fuera de casa.
� Salud General: (percepci�n de la salud general). Se trata de la autovaloraci�n y de manera personal del estado de salud, que toma en cuenta las situaciones actuales (presente) y las perspectivas en tiempo futuro y la capacidad de resistencia a las enfermedades.
� Vitalidad: Cuantifica el vigor y la energ�a frente a las sensaciones de agotamiento o cansancio.
� Funci�n social: Logra medir el grado en el que los problemas de salud sean estos f�sicos o emocionales ocasionan interferencia en las relaciones sociales y la vida social.
� Rol emocional: Valora el grado en el que los problemas emocionales logran interferencia en el trabajo u otras actividades diarias, lo que demanda la disminuci�n en el tiempo dedicado a esas actividades, ocasionando rendimientos menores a los deseados y una evidente disminuci�n del cuidado y atenci�n al trabajar.
� Salud Mental: Logra valoraciones de la salud mental general. Incluye la ansiedad, la depresi�n, el control emocional y el control de la conducta.
�tica en la investigaci�n
De acuerdo al Informes Belmont (1978) en primer lugar, ha partido por la atenci�n y obediencia a las consideraciones del Informe Belmont, desarrollado por el Departamento de Salud, Educaci�n y Bienestar de los Estados Unidos, intitulado: "Principios �ticos y pautas para la protecci�n de los seres humanos en la investigaci�n".� Dicho documento datado en 1978, recapitula tres principios �ticos y fundamentales que han sido puestos en pr�ctica al momento de interactuar con seres humanos en la investigaci�n, a saber:
� Respeto a las personas: Salvaguardando su autonom�a de acuerdo al consentimiento informado, resguardo de la confidencialidad e identidad de los diligenciados y de los datos recopilados.�
� Beneficencia: Por medio de la minimizaci�n de los riesgos para los sujetos intervinientes en el estudio y la maximizaci�n de los beneficios para la investigaci�n.
� Justicia: No se ha aprovechado mal intencionadamente de las buenas voluntades de los participantes.� Por lo tanto, se ha dado uso de procedimientos razonables en t�rminos de costo y beneficio. Por �ltimo, no se ha registrado de ning�n suceso contraproducente durante la producci�n de dicho documento
Tabla 3 Operacionalizaci�n de la variable parte 1
N� |
Dimensi�n |
Cant. Item |
% |
Reactivos |
Escala de medici�n |
�ndice |
|
1 |
FF |
10 |
28 |
3a, 3b, 3c, 3d, 3e, 3f, 3g, 3h, 3i, 3j |
1) S�, me limita mucho 2) S�, me limita un poco 3) No, no me limita nada |
0 50 100 |
|
2 |
�FS |
2 |
6 |
6 y 10 |
1) Nada 2) Un poco 3) Regular 4) Bastante 5) Mucho
1) Siempre 2) Casi siempre 3) Muchas veces 4) Algunas veces 5) Casi nunca 6) Nunca |
100 75 50 25 0
0 20 40 60 80 100 |
|
3 |
RF |
4 |
11 |
4a,4b,4c y 4d |
1) Si 2) No |
0 100 |
|
4 |
RE |
3 |
8 |
5�,5b y 5c |
1)� Si 2)� No |
0 100 |
|
5 |
SM |
5 |
14 |
9b,9c,9d,9f y 9h. |
1) Siempre 2) Casi siempre 3) Muchas veces 4) Algunas veces 5) Casi nunca 6) Nunca
1) Siempre 2) Casi siempre 3) Muchas veces 4) Algunas veces 5) Casi nunca 6) Nunca |
0 20 40 60 80 100
100 80 60 40 20 0 |
|
CSF= FF+RF+DC+PS |
|||||||
CSM= V+FS+RE+SM |
|||||||
Donde: FF = funci�n f�sica, FS = Funci�n social, RF= Rol f�sico, RE= Rol emocional, SM = Salud mental, CSF= Componente salud f�sica, CSM= Componente Salud mental
Fuente: Ware JE, S. K Kosinski M. (1994)
Tabla 4.
Operacionalizaci�n de la variable parte II
N� |
Dimensi�n |
Cant. item |
% |
Reactivos |
Escala de medici�n |
�ndice Und. |
6 |
VT |
4 |
11 |
9a,9e,9g y 9i |
1) Siempre 2) Casi siempre 3) Muchas veces 4) Algunas veces 5) Casi nunca 6) Nunca
1) Siempre 2) Casi siempre 3) Muchas veces 4) Algunas veces 5) Casi nunca 6) Nunca |
100 80 60 40 20 0
0 20 40 60 80 100 |
7 |
�DC |
2 |
6 |
7 y 8 |
1) No, ninguno 2) S�, muy poco 3) S�, un poco 4) S�, moderado 5) S�, mucho 6) S�, much�simo
1) Nada 2) Un Poco 3) Regular 4) Bastante 5) Mucho |
100 80 60 40 20 0
100 75 50 25 0 |
8 |
PS |
5 |
14 |
11a,11b, 11c,11d y 1 |
1) Totalmente cierta. 2) Bastante cierta 3) No lo s� 4) Bastante falsa 5) Totalmente falsa
1) Totalmente cierta. 2) Bastante cierta 3) No lo s� 4) Bastante falsa 5) Totalmente falsa
1) Excelente 2) Muy buena 3) Buena 4) Regular 5)�� Mala |
0 25 50 75 100
100 75 50 25 0
100 75 50 25 0 |
|
ES |
1 |
3 |
2 |
1) Mucho mejor ahora que hace un a�o atr�s 2) Algo mejor ahora que hace un a�o atr�s���� 3) M�s o menos igual que hace un a�o atr�s 4) Algo peor ahora que hace un a�o atr�s���� 5) Mucho peor ahora que hace un a�o atr�s |
100 75 50 25 0
|
CSF= FF+RF+DC+PS |
||||||
CSM= V+FS+RE+SM |
Donde: VT= Vitalidad, DC= Dolor corporal, PS= Percepci�n de la salud
o salud general, ES= Evoluci�n de la salud, CSF= Componente salud f�sica,
CSM= Componente Salud mental
Fuente: Ware JE, S. K Kosinski M. (1994)
3. RESULTADOS Y DISCUSI�N
De los resultados generales se dice:
Tabla 5. G�nero
V�lido |
Frecuencia |
Porcentaje |
% v�lido |
% acumulado |
|
|
Masculino |
78 |
46,2 |
46,2 |
46,2 |
Femenino |
91 |
53,8 |
53,8 |
100,0 |
|
Total |
169 |
100,0 |
100,0 |
|
Fuente: DISA Apur�mac
Mayor presencia del g�nero femenino en 54%
Tabla 6. Edad
V�lido en a�os de edad |
F |
% |
% v�lido |
% acumulado |
|
|
<= 34� |
53 |
31,4 |
31,4 |
31,4 |
de 35 a 51 |
52 |
30,8 |
30,8 |
62,1 |
|
de 52 a 68� |
42 |
24,9 |
24,9 |
87,0 |
|
de 69 a 85� |
19 |
11,2 |
11,2 |
98,2 |
|
de 86 a 100� |
3 |
1,8 |
1,8 |
100,0 |
|
Total |
169 |
100,0 |
100,0 |
|
Fuente: DISA Apur�mac
Las edades con mayores presencias est�n por debajo de los 52 a�os de edad.
Tabla 7. Edad
V�lido |
F |
% |
% v�lido |
% acumulado |
|
|
(SIS-PEAS y Complementario) |
99 |
58,6 |
58,6 |
58,6 |
(Sanidades - Plan Espec�fico) |
10 |
5,9 |
5,9 |
64,5 |
|
(SIS-solo PEAS) |
22 |
13,0 |
13,0 |
77,5 |
|
(EsSalud - Plan Espec�fico) |
14 |
8,3 |
8,3 |
85,8 |
|
(Sanitas Per� EPS-SCTR) (EsSalud-Plan Espec�fico) |
1 |
,6 |
,6 |
86,4 |
|
No registrado en ninguna IAFA |
23 |
13,6 |
13,6 |
100,0 |
|
Total |
169 |
100,0 |
100,0 |
|
Fuente: DISA Apur�mac
El 59% utiliz� el (SIS-PEAS y Complementario) mayoritariamente.
Tabla 8. Altas por nosocomio de salud
V�lido |
Frecuencia |
% |
% v�lido |
% acumulado |
|
|
Hospital Regional Guillermo Diaz de la Vega |
94 |
55,6 |
55,6 |
55,6 |
Hospital Subregional de Andahuaylas |
63 |
37,3 |
37,3 |
92,9 |
|
Hospital Diospi Suyana |
12 |
7,1 |
7,1 |
100,0 |
|
Total |
169 |
100,0 |
100,0 |
|
Fuente: DISA Apur�mac
En 56%, la mayor cantidad de altas se registr� en el Hospital Regional Guillermo Diaz de la Vega de Abancay.
Tabla 9. Indicadores de la funci�n f�sica
�tem
|
Si, me limita mucho |
Si, me limita un poco |
No, no me limita nada |
Total |
||||
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
|
3� |
78 |
46,2 |
38 |
22,5 |
53 |
31,4 |
169 |
100 |
3b |
51 |
30,2 |
58 |
34,3 |
60 |
35,5 |
169 |
100 |
3c |
50 |
29,6 |
54 |
32,0 |
65 |
38,5 |
169 |
100 |
3d |
63 |
37,3 |
48 |
28,4 |
58 |
34,3 |
169 |
100 |
3e |
53 |
31,4 |
50 |
29,6 |
66 |
39,1 |
169 |
100 |
3f |
89 |
52,7 |
80 |
47,3 |
0 |
0,0 |
169 |
100 |
3g |
81 |
47,9 |
88 |
52,1 |
0 |
0,0 |
169 |
100 |
3h |
95 |
56,2 |
74 |
43,8 |
0 |
0,0 |
169 |
100 |
3i |
85 |
50,3 |
84 |
49,7 |
0 |
0,0 |
169 |
100 |
3j |
99 |
58,6 |
70 |
41,4 |
0 |
0,0 |
169 |
100 |
Fuente: Elaborado por los ejecutores
Tabla 10. Indicadores de la funci�n social
�tem
|
Regular |
Bastante |
Mucho |
Total |
||||
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
|
6 |
51 |
30,2 |
69 |
40,8 |
49 |
29,0 |
169 |
100 |
�tem
|
Muchas veces |
Algunas veces |
Casi nunca |
Total |
||||
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
|
10 |
53 |
31,4 |
54 |
32,0 |
62 |
36,7 |
169 |
100 |
Fuente: Elaborado por los ejecutores
Tabla 11. Indicadores del rol f�sico
�tem
|
Si |
No |
Total |
|||
F |
% |
F |
% |
F |
% |
|
4� |
112 |
66,3 |
57 |
33,7 |
169 |
100 |
4b |
138 |
81,7 |
31 |
18,3 |
169 |
100 |
4c |
117 |
69,2 |
52 |
30,8 |
169 |
100 |
4d |
86 |
50,9 |
83 |
49,1 |
169 |
100 |
Fuente: Elaborado por los ejecutores
Tabla 12. Indicadores del rol emocional
�tem
|
Si |
No |
Total |
|||
F |
% |
F |
% |
F |
% |
|
5a |
82 |
48,5 |
87 |
51,5 |
169 |
100 |
5b |
90 |
53,3 |
79 |
46,7 |
169 |
100 |
5c |
76 |
45,0 |
93 |
55,0 |
169 |
100 |
Fuente: Elaborado por los ejecutores
Tabla 13. Indicadores de la salud mental
�tem
|
Siempre
|
Casi siempre |
Muchas veces |
Algunas veces |
Casi nunca |
Nunca |
||||||
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
|
9b |
16 |
9,5 |
29 |
17,2 |
33 |
19,5 |
35 |
20,7 |
17 |
10,1 |
39 |
23,1 |
9c |
13 |
7,7 |
23 |
13,6 |
25 |
14,8 |
46 |
27,2 |
40 |
23,7 |
22 |
13,0 |
9d |
24 |
14,2 |
32 |
18,9 |
29 |
17,2 |
30 |
17,8 |
15 |
8,9 |
39 |
23,1 |
Fuente: Elaborado por los ejecutores
Tabla 14. Indicadores de la salud mental
�tem
|
Siempre |
Casi siempre |
Muchas veces |
Algunas veces
|
Casi nunca |
Nunca |
|||||||
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
|
|
9f |
29 |
17,2 |
26 |
15,4 |
23 |
13,6 |
36 |
21,3 |
27 |
16,0 |
28 |
16,6 |
|
9h |
27 |
16,0 |
43 |
25,4 |
32 |
18,9 |
25 |
14,8 |
19 |
11,2 |
23 |
13,6 |
|
Fuente: Elaborado por los ejecutores
Tabla 15. Indicadores de vitalidad
Indicador
|
Algunas veces |
Casi nunca |
Nunca |
Total |
|
||||||||||||||||
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
|
|||||||||||||
9a |
57 |
33,7 |
51 |
30,2 |
61 |
36,1 |
169 |
100 |
|
||||||||||||
9e |
64 |
37,9 |
46 |
27,2 |
59 |
34,9 |
169 |
100 |
|
||||||||||||
�tem
|
Siempre |
Casi siempre |
Muchas veces |
Algunas veces |
Casi nunca |
Nunca |
|||||||||||||||
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
|
|||||||||
9g |
39 |
23,1 |
29 |
17,2 |
15 |
8,9 |
23 |
13,6 |
31 |
18,3 |
32 |
18,9 |
|
||||||||
9i |
29 |
17,2 |
42 |
24,9 |
25 |
14,8 |
14 |
8,3 |
29 |
17,2 |
30 |
17,8 |
|
||||||||
Fuente: Elaborado por los ejecutores
Tabla 16. Indicadores de dolor corporal
�tem
|
Si, moderado |
S�, mucho |
S�, much�simo |
Total |
||||
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
|
7 |
60 |
35,5 |
53 |
31,4 |
56 |
33,1 |
169 |
100 |
�tem
|
Un poco |
Regular |
Bastante |
Total |
||||
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
|
8 |
45 |
26,6 |
60 |
35,5 |
64 |
37,9 |
169 |
100 |
Fuente: Elaborado por los ejecutores
Tabla 17. Indicadores de la percepci�n de la salud en general
�tem
|
Totalmente cierta |
Bastante cierta |
No lo s� |
Bastante falsa |
Totalmente falsa |
|||||
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
|
11a |
41 |
24,3 |
74 |
43,8 |
54 |
32,0 |
0 |
0,0 |
0 |
0,0 |
11b |
0 |
0,0 |
0 |
0,0 |
56 |
33,1 |
53 |
31,4 |
60 |
35,5 |
11c |
58 |
34,3 |
62 |
36,7 |
49 |
29,0 |
0 |
0,0 |
0 |
0,0 |
11d |
0 |
0,0 |
0 |
0,0 |
64 |
37,9 |
52 |
30,8 |
53 |
31,4 |
Fuente: Elaborado por los ejecutores
De acuerdo a estos resultados preliminares se pudo sostener los par�metros para determinar los niveles de calidad de vida:
De [0 - 33] = mala
De [34 - 67] = regular
De [68 - 100] = buena
Tabla 18. Niveles de calidad de vida
|
Mala |
Regular |
Buena |
Total |
||||
|
F |
% |
F |
% |
F |
% |
F |
% |
FF |
67 |
39,6 |
102 |
60,4 |
0 |
0,0 |
169 |
100 |
FS |
15 |
8,9 |
134 |
79,3 |
20 |
11,8 |
169 |
100 |
RF |
107 |
63,3 |
54 |
32,0 |
8 |
4,7 |
169 |
100 |
RE |
86 |
50,9 |
58 |
34,3 |
25 |
14,8 |
169 |
100 |
SM |
16 |
9,5 |
123 |
72,8 |
30 |
17,8 |
169 |
100 |
VT |
82 |
48,5 |
87 |
51,5 |
0 |
0,0 |
169 |
100 |
DC |
88 |
52,1 |
81 |
47,9 |
0 |
0,0 |
169 |
100 |
PS |
0 |
0,0 |
106 |
62,7 |
63 |
37,3 |
169 |
100 |
TV |
38 |
22,5 |
131 |
77,5 |
0 |
0,0 |
169 |
100 |
CSF |
96 |
56,8 |
73 |
43,2 |
0 |
0,0 |
169 |
100 |
CSM |
46 |
27,2 |
123 |
72,8 |
0 |
0,0 |
169 |
100 |
Fuente: Elaborado por los ejecutores
La tabla 18, evidencia que los encuestados refieren mayor regularidad en la funci�n f�sica en 60%, funci�n social en 79%, salud mental en 73%, vitalidad en 52%, percepci�n de la salud en 63%. Por su parte, revelan mala calidad de vida en el rol f�sico con 63%, rol emocional en 51% y dolor corporal en 52%
�Figura 2. Evoluci�n de la salud
Fuente: En base a la tabla 18 |
�Figura 3. Calidad de vida de pacientes post covid
Fuente: En base a la tabla 18 |
|||
Figura 4. Componente salud f�sica
Fuente: En base a la tabla 18 |
Figura 5. Componente salud mental
Fuente: En base a la tabla 18 |
CONCLUSIONES
� Predominancia en la regularidad de la calidad de vida en 131 individuos dados de alta que equivalen al 77,5% y mala calidad de vida en 38 que representa el 22,5 de la muestra.
� Evidencia de mayor cantidad de casos femeninos en 54%.
� Las edades con mayores presencias en el estudio est�n por debajo de los 52 a�os de edad.
� El 59% utiliz� el (SIS-PEAS y Complementario) mayoritariamente.
� Mayor cantidad de altas se dio en el Hospital Regional Guillermo Diaz de la Vega de Abancay registrando 56%.
� La evoluci�n de la salud a nivel general, fue algo peor ahora que hace un a�o atr�s en 99 sujetos que representan al 59% mayoritariamente.
� Finalmente, el 73% que equivale a 123 personas alcanzaron regularidad en el componente de salud mental y 57% que representa a 96 individuos alcanzaron regularidad en el componente de salud f�sica.
4. CONSIDERACIONES FINALES
Agradecimientos.
A los pacientes dados de alta de los diferentes establecimientos de salud considerados en el estudio por su tiempo y paciencia, al personal de la oficina de estad�stica e inform�tica de la DISA Apur�mac y al equipo docente por sus aportes.
5. LISTA DE REFERENCIAS
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Bernal, C. (2010). Metodolog�a de Investigaci�n. Colombia: Pearson.
Carrasco, S. (2017). Metodolog�a de la Investigaci�n Cient�fica. Lima: San Marcos.
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Espinoza, S. (2010). Metodolog�a de la Investigaci�n Cient�fica. Lima: Editorial Andrade.
Hern�ndez, Fern�ndez, & Baptista, L. (2015). Metodolog�a de la Investigaci�n Cient�fica. M�xico: McGraw Hill / Interamericana Editores S.A. de C.V.
Hern�ndez, R. S., Fern�ndez, C. C., & Baptista, P. L. (2014). Metodolog�a de la investigaci�n (6ta ed.). M�xico: McGraw Hill
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Neil, S. (1999). M�todos de Investigaci�n. M�xico: Pearson Educaci�n.
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Organizaci�n Mundial de la Salud: Un estado de bienestar. [Online]; 2013 [cited 2017 junio 19. Disponible en: http://www.who.int/features/factfiles/mental_health/es/
Organizaci�n Mundial de la Salud. Estrategia mundial sobre r�gimen alimentario, actividad f�sica y salud Inactividad f�sica: Un problema de salud p�blica mundial. Washington: Organizaci�n Mundial de la Salud; 2014, [citado el 01 de octubre del 2018]. Disponible en: www.who.int/dietphysi
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