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intervenciones centradas en la actividad física (AF) no solo mejoran las FMS, sino que también
promueven niveles más altos de AF y reducen el tiempo sedentario, lo que es esencial para el bienestar
físico y el desarrollo integral de los niños.
En consonancia con estos hallazgos, el proyecto implementado en el jardín de niños de Mexicali, Baja
California, destaca la relevancia de estructurar programas educativos que enfoquen su metodología en
el desarrollo de habilidades motrices esenciales. La inclusión de actividades físicas específicas,
orientadas a mejorar el equilibrio, la coordinación y la fuerza, mostró una correlación positiva entre la
motivación docente y el desempeño estudiantil, evidenciando que un programa bien diseñado puede
tener un impacto significativo en el desarrollo motor de los niños en esta etapa crucial.
El uso de herramientas estadísticas como el Alfa de Cronbach (.723) confirmó la consistencia y validez
del estudio, lo que refuerza la credibilidad de los resultados obtenidos. La mejora significativa en las
habilidades motrices de un 80% de los participantes tras la intervención no solo apoya la hipótesis
inicial, sino que también resalta la importancia de la calidad de la enseñanza y la participación activa
de los estudiantes en las actividades físicas. Estos resultados son consistentes con la literatura existente,
que sugiere que la intervención temprana y estructurada en la educación física es fundamental para el
desarrollo motor y la promoción de un estilo de vida saludable desde una edad temprana.
CONCLUSIONES
La investigación presentada ofreció un análisis exhaustivo sobre la relevancia de la educación física en
el desarrollo motriz de las y los estudiantes de preescolar, destacando la necesidad de sistematizar y
estructurar los programas educativos en esta área. El objetivo principal fue demostrar cómo la
implementación de un programa metodológico enfocado en actividades físicas específicas podría
mejorar habilidades motrices esenciales como el equilibrio, la coordinación y la fuerza en niños de entre
3 y 6 años. Para lograr este objetivo, se diseñó e implementó un proyecto en un jardín de niños de
Mexicali, Baja California, utilizando encuestas y análisis estadísticos procesados con SPSS, que
arrojaron un Alfa de Cronbach de .723, confirmando la consistencia y validez del estudio.
El proceso metodológico incluyó tanto actividades teóricas como prácticas, en las que se aplicaron
ejercicios estructurados en tres áreas clave: equilibrio, coordinación y lanzamiento. Los resultados
estadísticos mostraron una correlación positiva entre la motivación docente y el desempeño estudiantil,