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INTRODUCCIÓN
La diabetes mellitus es una serie de alteraciones metabólicas en el metabolismo de la glucosa en los
cuales se usa de forma ineficiente como recurso energético y se genera de manera excesiva a causa de
una gluconeogénesis anormal, situación que, provoca HI (Hiperglicemia). Por lo tanto, este
padecimiento se asocia con sarcopenia, debilidad, envejecimiento y al deterioro cardiorrespiratorio. Así
pues, estas afecciones de la diabetes mellitus impactan en todos los tejidos del organismo; representa
una causa principal de patologías cardiovasculares, perdida de la visión, insuficiencia renal y perdida
de extremidades. Cabe destacar que las principales consecuencias de la diabetes mellitus tipo 2 (T2D)
es la enfermedad coronaria caracterizada por la estenosis o bloqueo de las arterias coronarias y se
diagnostica en más de una quinta parte de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 en todas las clases
sociales. Asimismo, el aumento de evidencia indica un mayor riesgo de un trastorno depresivo grave
entre los individuos diagnosticados con diabetes mellitus tipo 2 que apoya su reconocimiento como una
complicación significativa de esta enfermedad metabólica. No obstante, la administración de fármacos
antidepresivos, en especial los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, en individuos con
T2D y depresión concomitante ha demostrado beneficios tanto en los síntomas depresivos como el
manejo glicémico. Otro aspecto, las úlceras del pie diabético (UPD) son una complicación compleja en
etapa grave de la diabetes mellitus, que aparece de una interacción de una enfermedad arterial periférica
y neuropatía motora, sensorial y autonómica, con frecuencia originada por estrés recurrente,
desmesurado o infección. Debido a su alta incidencia y consecuencias negativas, el impacto de la UDP
implica un considerable desafío para la salud pública. (1) (2) (3) (4) (5) (6)
Por otro lado, la Federación internacional de Diabetes (FID) calcula que 537 millones de personas o el
10,5% de la población adulta mundial vivían con diabetes en 2021; se prevé que 738 millones o el 12,2
% de los adultos tengan diabetes para 2045. Así, ante la inquietud que provocan estas cifras, se añade
el hecho que alrededor del 50% de los pacientes con diabetes mellitus no sabe su situación y el 68% es
detectado accidentalmente, por lo general, a causa de la aparición de una cierta complicación crónica.
Sin embargo, la diabetes mellitus tipo 2 se puede prevenir con un cambio intensivo en la rutina diaria,
y/o el empleo de fármacos antidiabéticos como las biguanidas (p. ej., metformina) y los inhibidores de
la alfa-glucosidasa (acarbosa). Las investigaciones recientes demostraron que la mayoría de las