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directamente al consumo de tabaco, por sus componentes citotóxicos principalmente la nicotina, que
representa un 55% de su impacto negativo en la cavidad oral.
El tabaquismo inhalado se evidenció como la forma más perjudicial, generando un 68% más de
patologías en los tejidos blandos de la boca. Además, se encontró que el 80% de los casos de leucoplasia
y un 85% de los casos de periodontitis se vinculan a este hábito. Estos datos subrayan que el tabaquismo
no solo incrementa la frecuencia de enfermedades bucales, sino que también afecta la respuesta inmune
y la capacidad de respuesta de protección de los tejidos orales. Por lo tanto, se concluye que el
tabaquismo es el principal factor detonante de todas las patologías orales, resaltando la necesidad de
estrategias de prevención del consumo de tabaquismo.
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