ADMINISTRACIÓN TURÍSTICA: LA
ARQUITECTURA COMO PARTE DE LA
IMAGEN PERCIBIDA DE DESTINOS
TURÍSTICOS
TOURISM MANAGEMENT: ARCHITECTURE AS A
COMPONENT OF THE PERCEIVED IMAGE OF TOURIST
DESTINATIONS
Ariam Atziry Vega Calderón
Universidad Hipócrates, México
Erick García-Serna
Universidad Hipócrates, México
Edwin Yepes Gonzalez
Fundación Universitaria Compensar, Colombia
Franz Esteban Rodriguez Franky
Fundación Universitaria Compensar, Colombia
pág. 4567
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i2.17238
Administración Turística: La Arquitectura como parte de la Imagen
Percibida de Destinos Turísticos
Ariam Atziry Vega Calderón1
a20112630@uhipocrates.edu.mx
https://orcid.org/0009-0008-4610-7256
Universidad Hipócrates
México
Erick García-Serna
erickga29@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-5178-9676
Universidad Hipócrates
México
Edwin Yepes Gonzalez
egyepes@ucompensar.edu.co
https://orcid.org/0000-0002-9282-8918
Fundación Universitaria Compensar
Colombia
Franz Esteban Rodriguez Franky
ferodriguezf@ucompensar.edu.co
https://orcid.org/0000-0002-5253-3015
Fundación Universitaria Compensar
Colombia
RESUMEN
El turismo integra elementos naturales y construidos, donde el paisaje y la arquitectura desempeñan un
papel fundamental en la atracción de visitantes, contribuyendo a la imagen percibida de los destinos. La
arquitectura, como parte del patrimonio histórico y cultural, no solo define la identidad de los lugares,
sino que también influye en la experiencia turística, requiriendo diseños sostenibles que equilibren el
desarrollo turístico con la preservación cultural y ambiental. La planificación urbana y turística debe
considerar aspectos como la capacidad de carga, la distribución equilibrada de los flujos turísticos y la
creación de entornos funcionales y auténticos. La gestión de la imagen percibida es esencial para la
competitividad de los destinos, requiriendo una colaboración entre actores públicos, privados y
comunidades locales para alinear esfuerzos en torno a una visión común. La sostenibilidad, la educación
y la tecnología emergen como pilares clave para garantizar que los destinos turísticos ofrezcan
experiencias auténticas, resilientes y atractivas, fortaleciendo su identidad y asegurando su desarrollo a
largo plazo.
Palabras clave: administración turística, imagen, destino turístico
1
Autor principal
Correspondencia: a20112630@uhipocrates.edu.mx
pág. 4568
Tourism Management: Architecture as a Component of the Perceived
Image of Tourist Destinations
ABSTRACT
Tourism combines natural and built elements, where landscapes and architecture play a crucial role in
attracting visitors and shaping the perceived image of destinations. Architecture, as part of historical and
cultural heritage, not only defines the identity of places but also influences the tourist experience,
necessitating sustainable designs that balance tourism development with cultural and environmental
preservation. Urban and tourism planning must consider factors such as carrying capacity, the balanced
distribution of tourist flows, and the creation of functional and authentic environments. Managing the
perceived image is essential for destination competitiveness, requiring collaboration among public and
private stakeholders and local communities to align efforts around a shared vision. Sustainability,
education, and technology emerge as key pillars to ensure that tourist destinations offer authentic,
resilient, and attractive experiences, strengthening their identity and securing long-term development
Keywords: tourism management, image, tourist destination
Artículo recibido: 11 febrero 2025
Aceptado para publicación: 15 marzo 2025
pág. 4569
INTRODUCCIÓN
Conforme establece Rozo Bellón (2024), el paradigma del turismo involucra una visión integral de las
categorías del espacio y los componentes físicos, donde se fusiona lo imaginativo con la realidad. Este
enfoque resalta cómo el paisaje, ya sea natural o construido por el ser humano, se convierte en un
elemento fundamental que motiva la visita a un destino. En este contexto, el entorno arquitectónico
juega un papel crucial al ser parte de la experiencia turística que atrae a los visitantes.
Por su parte, Sebastián-Sebastián (2024) señala la relevancia de los edificios turísticos como parte de
los catálogos municipales de patrimonio, tomando como ejemplo el caso de Mallorca. Este autor enfatiza
la necesidad de realizar inventarios y catálogos patrimoniales, práctica que data de 1802 y que estuvo
respaldada históricamente por las Comisiones Provinciales de Monumentos, sen menciona Roselló-
Bordoy (2013). En España, país referente en turismo, la Ley de Patrimonio Histórico Español (1985)
establece que tanto los inmuebles como los objetos muebles que poseen un valor histórico, artístico,
paleontológico, arqueológico, científico, técnico o etnográfico forman parte del patrimonio histórico.
Esto subraya la importancia de la arquitectura como elemento clave en la preservación y valorización
de los destinos turísticos.
Amirante (2024) aborda la relación intrínseca entre arquitectura y turismo, especialmente en el contexto
del turismo patrimonial. Según este autor, la arquitectura no solo impacta, sino que en ocasiones orienta
las transformaciones urbanas y territoriales, destacando la necesidad de garantizar que los espacios
diseñados respeten tanto la historia como el entorno físico en el que se encuentran. Este enfoque da lugar
a una cultura arquitectónica que debe reconocer, proteger e innovar. Así, los proyectos arquitectónicos
deben enfocarse en la creación de espacios sostenibles que promuevan un equilibrio entre el desarrollo
turístico y la preservación cultural y ambiental.
Finalmente, Sosa (2023) resalta que el desarrollo de proyectos arquitectónicos y la planificación de
espacios turísticos requieren un enfoque participativo que integre a los actores locales en la toma de
decisiones. Este enfoque permite garantizar que el desarrollo turístico sea acorde con las necesidades y
aspiraciones de la comunidad, fomentando así un sentido de pertenencia y fortaleciendo la identidad
local.
En este marco, el presente ensayo científico tiene como objetivo realizar una revisión de literatura sobre
pág. 4570
las consideraciones arquitectónicas para desarrollos turísticos. Este análisis busca servir como una
herramienta para orientar tanto la planeación como la implementación de proyectos arquitectónicos que
respeten las tradiciones culturales, fortalezcan la identidad, preserven el ambiente y, al mismo tiempo,
innoven para atraer a los visitantes.
DESARROLLO
Arquitectura
La arquitectura desempeña un papel crucial en la configuración y realce de los paisajes turísticos, ya
que no solo complementa los entornos naturales, sino que también crea una experiencia estética que
influye en la percepción y atracción de los visitantes. Según Lynch (1960), el diseño urbano y
arquitectónico tiene un impacto directo en la manera en que las personas experimentan el entorno,
estableciendo una conexión emocional entre el individuo y el espacio.
Por su parte, Norberg-Schulz (1979) sostiene que la arquitectura contribuye a la fenomenología del lugar
al realzar su carácter único. Este concepto se traduce en la capacidad de los edificios y estructuras para
interactuar con el entorno natural, creando un paisaje cohesivo que refuerza la identidad del destino
turístico.
Además, la teoría de Cullen (1961) sobre el arte de la percepción urbana enfatiza que la arquitectura no
solo debe adaptarse al paisaje, sino también mejorarlo mediante la creación de secuencias visuales que
permitan al visitante experimentar el entorno de manera progresiva y enriquecedora.
La integración entre arquitectura y naturaleza se refleja en el concepto de "arquitectura orgánica",
desarrollado por Wright (1939), quien argumenta que los edificios deben diseñarse en armonía con su
entorno, respetando y potenciando las características naturales del lugar. Este enfoque resulta
especialmente relevante en los destinos turísticos, donde la belleza escénica es un factor determinante.
Según Urry (1990), los paisajes arquitectónicos actúan como "espejos culturales", reflejando los valores,
la historia y las tradiciones de una sociedad. Este espejo no solo fortalece la identidad local, sino que
también ofrece a los turistas una experiencia auténtica y significativa.
En la misma línea, Relph (1976) destaca que la autenticidad del lugar se ve reforzada cuando la
arquitectura respeta y celebra el contexto natural y cultural. Esto no solo aumenta el valor estético del
paisaje, sino que también fomenta un sentido de pertenencia entre los visitantes y las comunidades
pág. 4571
locales.
La arquitectura, cuando se diseña con una perspectiva sostenible, puede ser un catalizador para la
preservación del medio ambiente. Según McHarg (1969), la planificación arquitectónica debe basarse
en un análisis exhaustivo del entorno natural para minimizar el impacto ambiental y maximizar la
integración paisajística. Este enfoque no solo preserva la belleza escénica, sino que también asegura la
viabilidad a largo plazo del turismo en el área.
Gehl (2010) argumenta que el diseño arquitectónico debe centrarse en las personas, creando espacios
que no solo sean funcionales, sino también estéticamente agradables y accesibles. En los paisajes
turísticos, esto significa que la arquitectura debe fomentar la interacción social y la conexión emocional
con el entorno.
Según Tuan (1977), la relación entre el ser humano y el espacio es fundamental en la creación de
experiencias memorables. La arquitectura, al estructurar el espacio de manera consciente, puede
amplificar la percepción del paisaje, destacando sus aspectos más atractivos y creando un impacto
duradero en los visitantes.
Finalmente, Sitte (1889) resalta la importancia de la estética en el diseño urbano y arquitectónico,
argumentando que los elementos construidos deben integrarse armónicamente en el paisaje, realzando
tanto la funcionalidad como la belleza del entorno. Este principio sigue siendo aplicable en la actualidad,
especialmente en el contexto del turismo, donde la arquitectura desempeña un papel central en la
creación de destinos atractivos y sostenibles.
Por lo tanto, se presenta la Tabla 1, a manera de resumen de la información presentada con anterioridad.
pág. 4572
Tabla 1. Aspectos arquitectónicos y su contribución
Aspecto
Contribución de la arquitectura
Autores citados
Realce del carácter único
del lugar
Fenomenología del lugar y autenticidad
Norberg-Schulz (1979);
Relph (1976)
Creación de secuencias
visuales
Diseño que enriquece la percepción progresiva del
entorno
Cullen (1961)
Armonía con la
naturaleza
Diseño en consonancia con el entorno natural
Wright (1939); McHarg
(1969)
Reflejo de valores
culturales
Paisajes como espejos culturales que fortalecen la
identidad
Urry (1990); Tuan (1977)
Interacción social y
conexión emocional
Espacios diseñados para fomentar la interacción y la
experiencia
Gehl (2010); Lynch
(1960)
Estética y funcionalidad
Integración armoniosa de elementos construidos en el
paisaje
Sitte (1889)
Fuente: Elaboración propia con base en la literatura
Imagen percibida - turismo
Lo anterior puede comprenderse en el marco de la arquitectura, pero al vincularlo con el turismo,
específicamente con la imagen percibida, es posible identificar cómo este aspecto se convierte en un
factor decisivo en la elección de un destino. Alvarado et al. (2018) destacan que las representaciones
fotográficas, incluyendo aquellas disponibles en internet, ejercen una influencia significativa sobre la
decisión del visitante. Estas imágenes no solo caracterizan los espacios turísticos, sino que también
ofrecen una perspectiva distinta y complementaria a la presentada por los responsables de la promoción
turística. La fotografía, al capturar elementos arquitectónicos y urbanos, actúa como un medio de
comunicación visual que evoca emociones, expectativas y, en última instancia, fomenta el interés en el
destino.
Conforme a Briceño Ávila y Gil Scheuren (2005), las imágenes son construcciones derivadas de la
perspectiva y la percepción humana, en conjunto con la información disponible sobre el destino. Este
proceso implica que la arquitectura, el diseño urbano y los elementos culturales plasmados en las
imágenes se perciban como parte esencial de la experiencia turística. La interacción entre las personas
y el ambiente urbano es determinante para crear experiencias memorables y reconocibles, lo cual
refuerza la importancia de un diseño arquitectónico que potencie estas características.
El diseño urbano y arquitectónico también cumple un rol en la capacidad de las ciudades para aumentar
las sensaciones experimentadas por los visitantes. Este aumento debe estar cuidadosamente equilibrado
pág. 4573
para evitar la saturación sensorial, ya que un exceso de estímulos podría generar una percepción negativa
del entorno. En este contexto, el diseño urbano se convierte en una herramienta fundamental para
mejorar el vínculo perceptivo entre las personas y la ciudad. En materia turística, esto implica que la
arquitectura debe ser un referente para captar la atención de los visitantes, integrándose armónicamente
en la experiencia global del destino.
Carballo Cruz et al. (2019) subrayan la importancia de comprender la imagen percibida no solo en
relación con los paisajes arquitectónicos, sino también en las instalaciones de hotelería, los destinos
turísticos y los productos asociados. Estos elementos inciden de manera directa en variables que afectan
la satisfacción de los visitantes. La percepción de calidad, comodidad y autenticidad influye en la
decisión de regresar al destino o recomendarlo a otras personas. Por lo tanto, la arquitectura de las
instalaciones turísticas, junto con la planificación del entorno, debe orientarse hacia la creación de
experiencias coherentes y agradables.
La imagen percibida también es un reflejo de la identidad del destino, donde la arquitectura y el diseño
urbano contribuyen a la narrativa visual que los visitantes asocian con el lugar. Las estructuras
arquitectónicas emblemáticas, las plazas públicas y los espacios abiertos diseñados estratégicamente
generan puntos de referencia que fortalecen la conexión emocional con el destino. Así, se refuerza el
sentido de lugar y pertenencia, un aspecto crucial para el éxito de los destinos turísticos.
En este sentido, la arquitectura no solo debe considerarse un componente físico, sino también un medio
para comunicar valores culturales y tradiciones locales. Alvarado et al. (2018) señalan que la imagen
fotográfica de estos espacios puede transmitir mensajes clave sobre la autenticidad, sostenibilidad y
atractivo del destino. Este tipo de comunicación visual desempeña un papel esencial en la creación de
expectativas y en la conformación de la experiencia previa al viaje.
Por otra parte, la necesidad de garantizar experiencias memorables y sostenibles subraya la relevancia
de una planificación arquitectónica que respete el equilibrio entre la funcionalidad y la estética. Esto no
solo mejora la percepción visual del destino, sino que también contribuye al bienestar de los visitantes,
al brindarles entornos diseñados para el confort y la interacción social.
pág. 4574
La percepción de la imagen urbana en el turismo
La percepción de la imagen urbana es un elemento central en el turismo. Lynch (1960) establece que las
ciudades son percibidas a través de cinco elementos principales: caminos, bordes, distritos, nodos y
hitos. Estos componentes estructuran la forma en que los visitantes comprenden y navegan por un
destino. Los hitos, en particular, tienen un papel significativo en la orientación y en la creación de una
experiencia memorable. La relación entre estos elementos refuerza la identidad del destino y promueve
su reconocimiento.
De acuerdo con Urry (1990), el turismo está profundamente relacionado con "la mirada turística," que
describe cómo los visitantes consumen visualmente los destinos. Este enfoque subraya la importancia
de las imágenes presentadas en los medios, ya que estas moldean las expectativas de los turistas y su
experiencia en el destino. Las imágenes impactan directamente la percepción que los visitantes tienen
de los espacios urbanos y turísticos.
La relación entre turismo y espacio urbano también se aborda en las investigaciones de Lefebvre (1974),
quien argumenta que los espacios no son entidades estáticas, sino construcciones sociales. En el turismo,
esto implica que las interacciones entre los visitantes y las comunidades locales contribuyen activamente
a la producción y reinterpretación de los espacios. La arquitectura y el diseño urbano, por tanto, tienen
un papel fundamental en esta interacción.
El diseño urbano como herramienta en la planificación turística
Jacobs (1961) analiza la importancia de la diversidad urbana para generar espacios atractivos para los
turistas. La mezcla de usos del suelo, la presencia de actividades diversas y la interacción social generan
un dinamismo que atrae tanto a locales como a visitantes. En el contexto turístico, estos elementos
fomentan la creación de experiencias auténticas y enriquecedoras.
Gehl (2010) enfatiza que el diseño urbano debe priorizar la escala humana para garantizar la comodidad
y accesibilidad de los espacios públicos. Los destinos turísticos que integran espacios peatonales bien
diseñados, áreas de descanso y mobiliario urbano atractivo suelen ser más exitosos en brindar
experiencias positivas a los visitantes. Este diseño no solo mejora la funcionalidad, sino también el
atractivo estético del destino.
pág. 4575
Sostenibilidad y percepción del entorno
El concepto de sostenibilidad en el turismo se vincula estrechamente con la percepción del entorno.
Según McHarg (1969), el diseño de espacios debe basarse en una comprensión profunda del entorno
natural. Este enfoque promueve el desarrollo de proyectos turísticos que respeten los límites ecológicos
y preserven los recursos naturales para las generaciones futuras.
El análisis de Hall (1998) sobre sostenibilidad turística destaca que el diseño de infraestructuras debe
priorizar la integración paisajística y cultural. Las edificaciones que armonizan con el entorno
contribuyen no solo a la conservación ambiental, sino también a la autenticidad del destino. Este enfoque
fortalece la percepción positiva de los visitantes hacia el lugar.
El impacto de la memoria y la experiencia en la percepción turística
Tuan (1977) explora cómo las experiencias sensoriales y emocionales influyen en la percepción de los
lugares. En el contexto turístico, esto sugiere que los destinos deben diseñarse para generar experiencias
memorables, utilizando elementos como la iluminación, los colores y la vegetación para evocar
emociones positivas en los visitantes.
Por su parte, Pallasmaa (1996) aborda la importancia de la arquitectura multisensorial en la creación de
experiencias significativas. Un diseño que considere no solo la vista, sino también otros sentidos como
el tacto y el sonido, puede enriquecer la percepción del entorno por parte de los turistas y aumentar su
nivel de satisfacción.
La representación visual y su papel en la promoción turística
Sontag (1977) analiza cómo las imágenes fotográficas influyen en la percepción de los lugares. En el
turismo, las representaciones visuales actúan como mediadores entre el destino y los visitantes,
configurando sus expectativas. Las imágenes publicadas en medios digitales y tradicionales son
determinantes para atraer a potenciales turistas y moldear su experiencia anticipada.
Además, Castells (1996) plantea que en la era de la información, los medios digitales desempeñan un
rol crucial en la difusión de la imagen de los destinos turísticos. Esto refuerza la necesidad de gestionar
cuidadosamente las representaciones visuales, garantizando que sean coherentes con la realidad del
lugar y las expectativas de los visitantes. Por lo tanto, se presenta la Tabla 2, donde se retoman aspectos
clave para la percepción turística
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Tabla 2. Elementos clave para la percepción turística
Elemento
Referencia
Hitos
Lynch (1960)
Diversidad urbana
Jacobs (1961)
Escala humana
Gehl (2010)
Integración paisajística
Hall (1998)
Arquitectura
multisensorial
Pallasmaa (1996)
Representación visual
Sontag (1977)
Fuente: Elaboración propia con base en la literatura
La arquitectura constituye un elemento en la configuración de la imagen percibida de los destinos
turísticos, ya que funciona como un componente visual y simbólico que contribuye a la definición de la
identidad cultural y estética de un lugar. Según Ashworth y Page (2011), la arquitectura no solo refleja
aspectos históricos y tradiciones locales, sino que también influye en la experiencia del visitante,
facilitando la creación de una narrativa distintiva que puede atraer turistas. Además, estudios como los
de Lynch (1960) destacan que la disposición de edificios emblemáticos y espacios públicos puede
generar una percepción de autenticidad y singularidad, factores que inciden en la competitividad turística
de un destino. Por lo tanto, la arquitectura debe ser considerada como un recurso estratégico en la
planificación y promoción de destinos turísticos.
Sostenibilidad y Capacidad de Carga Turística
La sostenibilidad en la arquitectura turística es un aspecto fundamental para asegurar que los destinos
mantengan su atractivo sin comprometer su integridad cultural y ambiental. De acuerdo con Mowforth
y Munt (2015), la planificación arquitectónica debe incorporar el concepto de capacidad de carga, el
cual se refiere al número máximo de turistas que un destino puede albergar sin que se produzca una
degradación significativa de sus recursos naturales, culturales o sociales. Esto implica el diseño de
infraestructuras que no solo cumplan con criterios funcionales y estéticos, sino que también sean
pág. 4577
respetuosas con el entorno y capaces de gestionar flujos turísticos de manera eficiente. Autores como
Hall (2008) y Weaver (2006) enfatizan la importancia de integrar prácticas sostenibles, como el uso de
materiales ecoamigables y sistemas de energía renovable, para minimizar el impacto ambiental y
garantizar la viabilidad a largo plazo de los destinos turísticos.
Ahora bien, la capacidad de carga turística es un concepto importante en la gestión sostenible de los
destinos turísticos, ya que determina el número máximo de visitantes que un área puede recibir sin
comprometer sus recursos naturales, culturales y la calidad de la experiencia turística. En los últimos
años, se han desarrollado y actualizado modelos matemáticos para calcular esta capacidad, integrando
variables ambientales, sociales y de gestión (Martínez et al., 2021). Estos modelos permiten evaluar la
viabilidad de los destinos turísticos y tomar decisiones informadas en la planificación y desarrollo de
infraestructura turística sostenible (Pérez & López, 2020).
Los modelos matemáticos recientes han refinado las metodologías tradicionales, incorporando factores
de corrección que reflejan las condiciones específicas de cada destino (García & Ramírez, 2022). Uno
de los enfoques más utilizados es el modelo de Cifuentes (1992), actualizado en estudios recientes (Pérez
et al., 2023), el cual considera tres niveles de capacidad de carga: Física (CCF), Real (CCR) y Efectiva
(CCE).
Capacidad de Carga Física (CCF): Representa el número máximo de visitantes que un espacio puede
albergar en un tiempo determinado, sin considerar restricciones externas. Se calcula mediante la
fórmula:
CCF =𝑆
𝐴 𝑅
Donde:
S es la superficie disponible para el uso turístico.
A es el área promedio ocupada por un visitante.
R es el número de rotaciones o turnos de visita por día.
Capacidad de Carga Real (CCR): Ajusta la CCF considerando factores de corrección como
accesibilidad, condiciones climáticas e impacto ambiental. Se expresa como:
CCR =CCF × (1 F1) × (1 F2) ×. . (1 Fn)
pág. 4578
Donde F son los factores de corrección expresados en porcentajes. En un estudio reciente en la Reserva
de Producción de Fauna Cuyabeno, Ecuador, se consideraron variables como vegetación, fauna y
accesibilidad para calcular la CCR (Martínez et al., 2021).
Capacidad de Carga Efectiva (CCE): Incorpora la capacidad de gestión del área, considerando
recursos humanos, financieros y logísticos. Se expresa como:
CCE =CCR ×CM
Donde CMCMCM es la Capacidad de Manejo, que refleja la eficiencia de la gestión del sitio.
Aplicaciones recientes han utilizado este modelo en el Parque Nacional Cotacachi Cayapas, Ecuador,
para regular el ingreso de visitantes y mejorar las estrategias de conservación (Gonlez et al., 2022).
CONCLUSIONES
La imagen percibida de un destino turístico es un factor determinante en su competitividad y en la
experiencia que ofrece a los visitantes. Para un administrador, comprender y gestionar esta imagen es
una prioridad estratégica, ya que influye directamente en la toma de decisiones de los turistas y en la
reputación del destino. La arquitectura, aunque importante, es solo uno de los múltiples elementos que
conforman esta imagen, y su papel debe ser integrado dentro de una visión más amplia que considere
aspectos como la cultura, los servicios, la infraestructura y la sostenibilidad.
Desde la perspectiva de la administración turística, la imagen percibida debe ser analizada y gestionada
de manera sistemática. Esto implica identificar los atributos que los visitantes valoran y que definen la
identidad del destino, para luego alinear las estrategias de promoción, desarrollo y gestión en torno a
ellos. La arquitectura, en este sentido, debe ser vista como un recurso que complementa y refuerza la
imagen deseada, pero no como el eje central de la estrategia turística.
La administración pública juega un papel crucial en la creación y mantenimiento de una imagen turística
coherente y atractiva. A través de políticas públicas y normativas, se debe garantizar que el desarrollo
de los destinos turísticos esté alineado con los objetivos de promoción y conservación. Esto incluye la
regulación de proyectos arquitectónicos y urbanísticos, asegurando que estos contribuyan a la imagen
percibida sin comprometer la autenticidad y sostenibilidad del destino.
Por otro lado, las empresas turísticas deben ser capaces de adaptarse a las expectativas y necesidades de
los visitantes, ofreciendo servicios y experiencias que refuercen la imagen del destino. Esto no solo
pág. 4579
implica la calidad de los servicios, sino también la capacidad de integrarse de manera armoniosa en el
entorno y reflejar la identidad local. La arquitectura de los establecimientos turísticos, por ejemplo, debe
ser coherente con la imagen percibida, pero siempre subordinada a la experiencia global que se ofrece
al turista.
La resiliencia es otro aspecto clave en la administración turística. Los destinos deben ser capaces de
adaptarse a cambios en las tendencias del mercado, en las preferencias de los visitantes y en las
condiciones externas, como crisis económicas o ambientales. Esto requiere una gestión flexible y
proactiva, en la que la imagen percibida sea constantemente evaluada y ajustada para mantener la
relevancia y atractivo del destino.
La planificación turística debe considerar la capacidad de carga y la sostenibilidad como principios
fundamentales. Un administrador turístico debe asegurarse de que el destino pueda recibir a un número
creciente de visitantes sin comprometer su integridad ni la calidad de la experiencia ofrecida. Esto
implica no solo la gestión de recursos, sino también la creación de infraestructuras y servicios que
permitan una distribución equilibrada de los flujos turísticos.
La colaboración entre los distintos actores involucrados en el desarrollo turístico es esencial para lograr
una imagen coherente y atractiva. Esto incluye a las autoridades públicas, las empresas turísticas, las
comunidades locales y otros stakeholders. La coordinación entre estos actores permite alinear esfuerzos
y recursos en torno a una visión común, maximizando el impacto de las estrategias implementadas.
La educación y formación de los profesionales en turismo es otro pilar fundamental. Los administradores
turísticos deben estar capacitados para comprender y gestionar la imagen percibida de los destinos, así
como para tomar decisiones informadas que contribuyan a su fortalecimiento. Esto incluye el desarrollo
de habilidades en áreas como marketing, planificación estratégica y gestión sostenible, que son
esenciales para el éxito en el sector turístico.
La sostenibilidad debe ser un principio rector en todas las decisiones relacionadas con la administración
turística. Esto implica no solo la conservación del medio ambiente, sino también la protección del
patrimonio cultural y la promoción de prácticas responsables. Un destino que se percibe como sostenible
y comprometido con el bienestar de la comunidad local tiene mayores posibilidades de atraer a turistas
conscientes y de mantener su atractivo a largo plazo.
pág. 4580
La tecnología también juega un papel cada vez más importante en la gestión de la imagen percibida.
Plataformas digitales, redes sociales y herramientas de análisis de datos permiten a los administradores
turísticos monitorear y ajustar la imagen del destino en tiempo real, respondiendo a las expectativas y
feedback de los visitantes. Esto ofrece oportunidades para mejorar la promoción y la experiencia del
turista, pero también requiere una gestión cuidadosa para evitar distorsiones o malentendidos.
Finalmente, la suma de todos estos esfuerzos, desde la planificación estratégica hasta la ejecución
operativa, es lo que permite el desarrollo de destinos turísticos exitosos y sostenibles. La imagen
percibida, gestionada de manera profesional y coherente, se convierte en un activo invaluable que no
solo atrae visitantes, sino que también fortalece la identidad y resiliencia del destino..
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